EXPERIMENTOS DE TABACO CON ANIMALES
Los cigarrillos son malos para
la salud. Se estima que, sólo en el Reino Unido, al menos
111.000 fumadores mueren cada año como resultado de su hábito.
Fumar está ligado al cáncer de pulmón, enfermedades de
corazón, bronquitis y enfisema, y otros muchos problemas de
salud. Las enfermedades relativas al tabaquismo le cuestan al
Servicio Nacional de Salud más de 600 millones de libras al
año, sólo en Bretaña. Pero millones de personas continúan
eligiendo fumar. Los animales, sin embargo, no pueden.
A pesar de esto, miles de animales de todo el mundo sufren y
mueren cada año en experimentos sobre tabaquismo e
investigación relacionada. Cerdos, perros, primates, conejillos
de indias, roedores e incluso pollos, todos han sido usados en
estas pruebas. Ya sabemos que fumar es un peligro para la salud,
y hay millones de voluntarios humanos y pacientes en los que se
puede estudiar el efecto de fumar cigarrillos. Así que, ¿por
qué continúan estos experimentos?
FUMADORES PASIVOS
Fumar pasivamente es un tema contencioso. El humo del
tabaco (ETS) ha sido declarado oficialmente como carcinógeno
humano, y está implicado en miles de muertes de cáncer de
pulmón y enfermedades coronarias cada año. La industria
tabaquera, sin embargo, lo disputa. La UK Tobacci Manufacturers
Association ha declarado "La evidencia científica no
muestra que el ETS sea una causa de enfermedad". En el
pasado, la industria tabaquera hizo afirmaciones similares con
respecto a la seguridad de fumar directamente. Ahora, como
entonces, los animales se usan para dar "evidencias"
para ambos, los pro y anti-tabaco.
R.J. Reynolds (fabricantes de
Camel y Dorchester & More) ha publicado varios informes
describiendo estudios de los efectos de fumar pasivamente en
animales.
En dos estudios de R.J. Reynolds más de 1.000 ratas fueron
expuestas a varias concentraciones de "humo de tabaco",
6 horas al día durante más de 90 días. Los animales fueron
sujetados individualmente en un tubo del tamaño del cuerpo del
que sólo sobresalían las narices. Estos tubos fueron puestos en
grandes cámaras en las que se liberó el humo. Al final del
estudio los animales fueron matados y examinados. A pesar de que
algunas ratas desarrollaron inflamación crónica de los
conductos nasales, los investigadores de R.J. Reynolds
concluyeron que el humo del tabaco es "poco posible que
tenga actividad toxicológica en humanos".
Estudios con animales sobre fumar pasivamente también han sido
conducidos por investigadores académicos: en la Universidad de
Nueva York, se usaron 42 pollos como modelos de los fumadores
humanos. Las aves fueron expuestas a humo de tabaco o aire
filtrado, 6 horas al día, cinco días a la semana, durante 16
semanas. Entonces, fueron matadas y examinadas para buscar signos
de enfermedades coronarias.
En la Universidad de California, San Francisco, 64 conejos fueron
alimentados con una dieta alta en colesterol, para incrementar su
riesgo de padecer enfermedades de corazón. Tambiñén fueron
expuestos a humo de tabaco de Marlboro o aire normal, 6 horas al
día durante 10 semanas, antes de ser matados y examinados
buscando evidencias de arteriosclerosis.
En la Universidad de California, Davis, al menos 64 ratas
preñadas fueron usadas para ver los efectos de fumar pasivamente
durante el embarazo y de los parches de nicotina. Algunos
animales fueron expuestos al humo continuamente durante 9 días.
Todos fueron matados al final de sus embarazos.
En contraste con los experimentos de la industria, los resultados
de estos tests con animales fueron usados para sugerir que fumar
pasivamente es dañino para la gente.
Hay, desde luego, numerosas razones por las que todos estos
resultados son irrelevantes para la salud humana. Las pruebas son
altamente artificiales e ignoran las conocidas diferencias entre
especies en su respuesta al tabaco. Las ratas encerradas
inmóviles en tubos, sufriendo estrés, y respirando sólo a
través de su nariz (los humanos respiramos también por la boca)
no son un modelo para los complejos patrones del tabaquismo
humano. Similarmente las otras especies usadas, la duración de
las pruebas (que ciertamente no corresponden a la naturaleza a
largo plazo de largo nivel de mucho del tabaquismo pasivo
humano), diferencias metodológicas y de dosificación, todo esto
hace que sea imposible que los resultados puedan aplicarse a los
humanos. La historia del debate de la salud sobre fumar
directamente muestra claramente la forma en la que las dudas
elevadas por erróneos experimentos con animales pueden usarse en
detrimento de la salud pública. Es vitalmente importante, para
animales humanos y no-humanos, que no se produce la misma
situación en fumadores pasivos. Los estudios de población
humana (epidemiológicos) han sugerido fuertemente que el
tabaquismo pasivo es peligroso. Si se necesitan más evidencias,
deben obtenerse a través de estudios in vitro y con voluntarios
humanos, más que con erróneos y crueles tests con animales.
CIGARRILLOS SIN HUMO
R.J. Reynolds también ha hecho experimentos con
animales usando nuevos cigarrillos "sin humo", que se
calientan pero no queman el tabaco. Se ha sugerido que estos
cigarrillos pueden ser más "saludables" que un
cigarrillo normal. Estos tests han incluido:
Más de 1.200 ratas, 272 hamsters y 750 ratones fueron usados en
estudios básicos de toxicidad por inhalación de este tipo de
cigarrillos. Los animales fueron confinados en tubos de
contención individuales y forzados a respirar "humo"
de cigarrillos normales o de los nuevos cigarrillos "sin
humo", durante variados períodos de tiempo (más de 90
días en algunos casos). Al final de los estudios, los animales
fueron matados y diseccionados. Los resultados mostraron algunas
"grandes diferencias entre especies" pero en conjunto
se concluyó que los cigarrillos sin humo "induce cambios
biológicos significantemente más bajos y menos pronunciados que
el cigarrillo de referencia [normal]".
Los investigadores de R.J. Reynolds también llevaron a cabo
otras pruebas con roedores, incluyendo un estudio en el que se
puso nicotina de cigarrillos normales y sin humo en las espaldas
peladas de ratones, para ver los daños de su ADN.
Desafortunadamente, los investigadores académicos también han
usado animales en investigación de cigarrillos "sin
humo": en la Universidad de Wisconsin, 10 perros fueron
anestesiados y sus pechos abiertos para exponer el corazón. Para
replicar la arterioesclerosis, la arteria coronaria fue atada con
un collar plástico, causando que el flujo de sangre se redujese
y se formasen trombosis. Los perros fueron entonces expuestos a
humo de cigarrillos normales o sin humo, directamente a los
pulmones vía tubo a través de la garganta. Se aseguraron los
efectos de los diferentes humos en el flujo de sangre coronaria y
la formación de coágulos. Los resultados mostraron que ambos
tipos de cigarrillos exacerbaban la formación de trombos. Se
concluyó que "... fumar este nuevo tipo de cigarrillos
probablemente no elimina el humo como un factor de riesgo de
enfermedades cardiovasculares".
Una vez más vemos que los experimentos con animales producen
resultados que, mientras que no son directamente contradictorios,
pueden usarse por ambos, los pro y anti tabaco para dar peso a
sus argumentos. Estos experimentos nos dicen poco o nada sobre
los riesgos reales para la salud humana.
Los investigadores de R.J.
Reynolds también han conducido estudios in vitro y humanos
usando este tipo de cigarrillo "sin humo". Estos
estudios son claramente más relevantes que los estudios con
animales descritos anteriormente.
Los estudios con animales de toxicidad por inhalación
ciertamente producen grandes cantidades de datos, pero no dan una
perspectiva real de los posibles efectos de los cigarrillos en
los fumadores humanos.
OTRA INVESTIGACIÓN
INDUSTRIAL
La Smocking Research Foundation de Japón está
financiada en un 87% por Japan Tobacco, propietarios de la
compañía inglesa Manchester Tobacco. Las investigaciones
patrocinadas por la Smocking Research Foundation han incluido
estudios en los que monos rhesus son entrenados para fumar
cigarrillos, y pruebas de adicción a la nicotina donde monos y
ratas tenían que presionar palancas para autoinyectarse
nicotina.
El Council for Tobacco Research - USA Inc. es una organización
no lucrativa independiente que patrocina investigaciones sobre
tabaco y salud. Fundada en 1.954, el Consejo está financiado por
la industria tabaquera. Un estudio financiado por el Council for
Tobacco Research y la Swedish Tobacco Company, en el Instituto
Karolinska, Estocolmo, usó 28 cerdos. A los animales
anestesiados les bombearon a los pulmones humo de cigarrillo,
nicotina, monóxido de carbono y otros ingredientes del tabaco,
vía tubo por la garganta.
Philip Morris (fabricante de Marlboro) reveló, en audiencias del Congreso estadounidense, que habían hecho experimentos sobre adicción a la nicotina usando ratas. Los resultados de este estudio fueron, sin embargo, retirados. Después se llevaron a cabo similares investigaciones por científicos canadienses, resultando en la innecesaria duplicación de estos tests en animales.
Liggett & Myers (fabricantes
de Chesterfield y L&M), de acuerdo con un investigador de
Liggett, han llevado a cabo investigaciones de cigarrillos
"seguros". Gran parte de este proyecto fue "un
programa secreto de 10 millones de libras para crear un
cigarrillo que no provoque cáncer a los animales de
laboratorio". Alegadamente, su investigación fue exitosa,
pero suprimida por los miedos de que pudiese implicar que los
otros cigarrillos no fuesen seguros. Como la investigación
animal de Liggett implicaba que los cigarrillos podrían causar
cáncer en animales de laboratorio, mientras que la compañía
seguía diciendo que fumar no es dañino para los humanos,
Liggett parece haber jugado con la relevancia de sus estudios con
animales, tal y como aclaró un informe en el British Medical
Journal.
Los experimentadores de Liggett & Myers pusieron en las
espaldas rasuradas de ratones condensados de humo de cigarrillo;
se crearon tumores en la piel. Tras el experimento Liggett
continuó reasegurando al público que creía que fumar no es
dañino. Así que, ¿por qué se hacen estos tests? Los jurados
del juicio Cipollone escucharon esta explicación de Kinsey V Dey
Jr, actual presidente de Liggett:
Abogado: ¿Cuál era el
propósito [de estos experimentos]?
Dey: Probar y reducir los tumores en las espaldas de los ratones.
Abogado: No tenía nada que ver con la salud y el bienestar de
seres humanos. ¿Es correcto?
Dey: Es correcto.
Abogado: ¿Cuánto costó este estudio?
Dey: Un montón... probablemente unos 15 millones de dólares, o
más.
Abogado: ¿Y esto era para salvar a las ratas? ¿O a los ratones?
Gastaron todo este dinero para salvar a los ratones del problema
de desarrollar tumores, ¿es correcto?
Dey: Ya he afirmado lo que hicimos.
Referencia: BMJ 297, pp. 10-11 (1.998).
Ya sea directamente, o a través de cuerpos de investigación pagados por la industria, las compañías tabacaleras son claramente responsables de un considerable número de pruebas con animales. La industria tabacalera ha sido atacada por usar su trabajo científico para confundir y retrasar las normas de salud pública y la legislación anti-tabaco. Obviamente la industria lo niega, y dice que la investigación financiada es independiente y que siempre se publica. Cualquiera que sea la verdad, hay pequeñas dudas de que la industria haya usado resultados de experimentos con animales para llamar a la cuestión de la información gnada de estudios extensivos basados en humanos.
INVESTIGACIÓN NO INDUSTRIAL
Debe apreciarse que la industria
tabaquera no es la única participante en los experimentos con
animales de tabaco. La mayoría de las investigaciones publicadas
son conducidas por investigadores académicos o médicos sin
conexión con la industria tabaquera. Esto es particualrmente
desafortunado a la hora de dar un aire público de credibilidad
para estos tests con animales que la industria tabaquera sola
probablemente no podría generar. Los proyectos de investigación
"académica" han incluido:
- El uso de perros, en la Universidad de Carolina del Sur, para
investigar los depósitos de humo en el pulmón.
- También se han usado perros en la Universidad de Kentucky,
para examinar cómo el humo de los cigarrillos afecta a la
respuesta del sistema nervioso y control de los pulmones.
- Se ha administrado humo de tabaco a conejillos de indias en el
National Herat and Lung Institute, en Londres, como modelo de
constricción bronquiolar.
- También se ha hecho que conejillos de indias inhalen humo en
la Universidad de McGill, Montreal para ver cómo afectaba a los
niveles de los antioxidantes (protegen contra el cáncer) del
cuerpo.
- Se usaron galgos en el Hospital St Thomas, Londres, en un
estudio para asegurar los efectos del humo de los cigarrillos y
la nicotina en la permeabilidad de las paredes de las arterias.
CONCLUSIONES
Mucha gente cree que el uso de
animales para probar lo que debería considerarse como un vicio
humano es moralmente incorrecto. Los experimentos descritos son
sólo una pequeña parte de los proyectos de experimentación de
tabaco que usan animales, que han sido, y siguen siendo,
conducidos en todo el mundo.
El tabaquismo actualmente se está incrementando, la prioridad en
términos de salud pública y salvar vidas debe ser el mayor
programa de educación internacional y la promoción de la salud.
Tras años de campañas, la BUAV se alegró del anuncio del
Ministerio del Interior en 1.997, que decía que no darían más
licencias para experimentos con animales para probar productos
tabaqueros. Sin embargo, en febrero de 2.000, el gobierno reveló
que había concedido una licencia para que se usasen 6.200
ratones, ratas y conejillos de indias al año para pruebas de
tabaco. Los animales serían mantenidos en cámaras de
inhalación durante períodos de tiempo en los que serían
forzados a inhalar humo de tabaco. El gobierno inglés dice que
esto no rompe la prohibición de 1.997, ya que estos experimentos
no son para productos de tabaco, sino para ver los efectos del
humo del tabaco en la salud humana. Sin embargo, la BUAV cree que
esto contraviene el espíritu de la prohibición, y va
directamente contra la percepción pública de esta prohibición,
que marcó en 1.997 un final de los experimentos con animales
siendo sujetos a investigaciones de tabaquismo, particularmente
forzados a tests de inhalación.
La BUAV cree que el uso de animales en experimentos de tabaco y
la investigación relativa al tabaco son ambas innecesarias e
inaceptables. La BUAV pide que:
- La industria tabaquera cese
inmediatamente de hacer o financiar cualquier investigación que
involucre el uso de animales
- El gobierno instruya al Ministerio del Interior para que
rechace toda solicitud de licencia para proyectos de
experimentación animal que incluyan fumar o tabaco.
- Gobierno, organizaciones sin ánimo de lucro y otros cuerpos de
financiación redirijan sus recursos lejos de los experimentos
con animales, y hagan estrategias de promoción de la salud y
estudios humamos relevantes.
Última actualización: agosto de 2.000
Traducido de:
British Union Against Vivsection
http://www.buav.org
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