En esta época tan especial, quisiera que todos los lectores de fanfics de Ranma1/2 aceptaran este fic como un regalo de parte mía. De todo corazón, les deseo una feliz Navidad y un próspero Año Nuevo.

Su anfitrión, LG.


Especial de Navidad 2001
by LG




"Hoy es Noche Buena y mañana es Navidad". Sí, así dice la canción, así pensaba la mayoría de las personas que se despertaban este día, 24 de diciembre.

Ranma había madrugado esa mañana. Estaba entrenando en el dojo desde las seis de la mañana. No había podido seguir durmiendo debido a que presentía que esta noche algo pasaría y no precisamente porque el destino lo querría.

Ya a las siete su estómago le pedía a gritos el desayuno, no pudo seguir entrenando.

- No quería que llegara este día. De seeguro, nuestros padres están planeando algo para Akane y para mí en esta noche, los he visto conversar de manera muy sospechosa estos últimos días. Odio que se metan en nuestras vidas.

Con una toalla se secaba el sudor cuando alguien llega al dojo. Como el sol recién estaba apareciendo y Ranma estaba entrenando con las luces apagadas, no pudo distinguir la presencia de aquel personaje.

- Por fin... Por fin llegué a la casa dde Akane - se escuchó una voz cansada.

- ¿Eres tú, Ryouga?.

Ryouga prende la luz del dojo y se deja ver. Deja su mochila y su paraguas mojado en el piso y estira sus músculos un poco.

- ¿A quién esperabas?.

- A cualquiera menos a ti. ¿Se puede saaber dónde estuviste todo este tiempo?.

- Da lo mismo adonde estuve. Lo importaante es que llegué, estoy aquí, por fin estoy aquí - decía muy emocionado.

- ¿Por qué estás tan contento?.

- ¿Acaso no sabes que pasa esta noche?.. Es Noche Buena, es la noche donde las personas le regalan cosas a los seres queridos.

- ¿Y?.

- ¡¿Cómo que "y"?!. ¡Esta será la nochee donde mi amada Akane recibirá un regalo de parte mía y yo recibiré uno de parte de ella!. Nacerá un amor insaciable e indestructible entre los dos... Nada ni nadie nos podrá separar.

- Tienes mucha imaginación, Ryouga - lee dice Ranma mientras pasaba por su lado, saliendo del dojo -. Deberías dedicarte a escribir historias de terror.

- Ja. Búrlate si quieres, pero Akane vaa a ser mía. Es sólo cuestión de tiempo.

- ¿Akane contigo?. Bah, me importa un ccarajo. Me da lo mismo lo que ella haga - dice volteándose, ahora mirando a Ryouga con cierta molestia -. Pero será mejor que te mantengas alejado de ella. ¿No te da vergüenza dormir con ella como P-chan sabiendo que cree que eres un cerdo de verdad?.

- Vaya, qué cambio - le dice irónico -.. ¿Acaso Ranmita se puso celoso de P-chan?.

- ¡¿Yo celoso?!. ¡Jamás!. Ya sabes que Akane no me interesa - responde haciéndose el indiferente.

- Entonces no te importará si le voy a hacer una visita de cortesía y desearle buenos días.

Ryouga sonríe, Ranma lo mira incrédulo. El chico de la bandana toma un balde de agua fría (no sé de donde apareció) y se echa el contenido encima convirtiéndose en el cerdito negro, P-chan.

- ¡Ah no, no lo harás!.

Y Ranma sale persiguiendo a P-chan.

Acababa de amanecer, soleado pero hacía algo de frío, así lo sintió Akane al despertarse esa mañana. Abrió sus ojos y un rayo de luz le llegaba directamente. Tuvo que anteponer su mano para evitar ser cegada.

Se levanta de la cama y abre completamente la cortina. Con algo de sueño aún, observa el paisaje que le ofrecía la mañana: el cielo parcialmente cubierto de espesas nubes, las calles cubiertas levemente por una capa de blanca nieve. "Creo que anoche nevó mucho" , pensó.

- Será mejor hacer algo de ejercicio, oo sino me voy a congelar - dijo mientras retiraba la vista del paisaje matinal -. Hoy será un gran día - concluye sonriendo y sonrojándose.

Pero la tranquilidad de la mañana no duraría por mucho tiempo. Akane escuchó ruidos que provenían desde el pasillo que pasaba por fuera de su habitación. De pronto, la puerta es derribada y entra P-chan arrancando de Ranma. Akane, debido a la sorpresa, cae sentada en el suelo.

Desordenaron toda la habitación mientras Akane los miraba sin hacer escándalo alguno, más bien aún no se recuperaba del susto que le causó. Cuando P-chan y Ranma salieron de la habitación, recién ahí Akane sale del trance y sale corriendo tras Ranma.

- ¡Detente, Ranma!. ¡No dejaré que sigaas molestando a P-chan!.

Ranma estaba tan enojado con el cerdo que no escuchó los gritos de Akane y siguió a la caza de P-chan.

El cerdo se metió al baño donde Sound y Genma estaban muy relajados tomando un baño de agua caliente en la tina. P-chan se vio acorralado al enfrentarse a la tina y cambió drásticamente de dirección pasando entre las piernas de Ranma. Éste no alcanzó a reaccionar a tiempo y se impulsó en la cabeza su padre con sus pies para cambiar de dirección. Genma no alcanzó a reponerse cuando Akane hace lo mismo con su padre, pero como ella es "menos fina" le dio una patada más que impulsarse. Apenas la pareja y el cerdo salen del baño, se cubren con una toalla sus partes íntimas y los persiguen exigiendo una explicación.

- ¡Arruinaste mi meditación, niño malcrriado!.

- ¡¿Akane, cómo se te ocurre tratar asíí a tu padre?!.

Por supuesto, ellos no lo escuchan. P-chan, líder de la caravana, corría hacia las escaleras. Nabiki salía de su habitación, aparentemente recién despertando debido al alboroto. Llevaba puesta un pijama largo, tenía todo el pelo desordenado y se tomaba la cabeza.

- ¿Se puede saber por qué hacen tanto rruido a esta hora?.

No alcanzó a terminar de decir esto cuando toda la caravana se le vino encima, cayéndose de traste al suelo.

- ¡Me las van a pagar, idiotas!. ¡Vuelvvan acá! - exclama de mal humor echándose a correr tras ellos.

P-chan baja por las escaleras y se dirige directamente a la habitación de Happousai. Todos entran y salen de inmediato de ese lugar. Happousai se asoma por el corredor furioso porque le habían rasgado unas prendas interiores. No demora en unirse a la caravana, que ahora se dirigía a la cocina donde Kasumi estaba preparando el desayuno.

- ¡Insensatos, malvados!. ¡Pagarán por haber arruinado mis prendas más finas!.

Uno tras otro entra a la cocina, quedándose atrás el maestro. Todos los demás al ver a Kasumi se detienen en seco, empezando por P-chan y terminando con Nabiki.

- Buenos días a todos, el desayuno ya eestá casi listo - saluda Kasumi sonriendo -. ¿Y el maestro?.

En eso entra Happousai con una de sus terribles bombas en la mano. Se veía muy furioso, hasta chispas salían de su aura.

- ¡Pagarán por lo que me hicieron! - diice lanzando la bomba a la caravana, desatando una gran explosión en toda la cocina.

Rato más tarde, en el comedor, la familia Tendou-Saotome estaba desayunando, si es que lo que estaban comiendo se le podía llamar desayuno. Todo el arroz y el pescado quemado por la explosión. Además, el rostro de cada integrante de las familias estaba con signos de haber ido a una guerra, hasta el propio Happousai tocó algo de la explosión.

- Qué bonita manera de empezar el día -- opina Akane sarcástica dándole de comer a P-chan.

- Todo es por culpa de ese cerdo - murmmura Ranma tratando de degustar la comida -. La apariencia de esto me hace recordar la comida que prepara alguien.

- Insensibles, ustedes se quejan de nadda - lloriquea el maestro -. Lo más fino de mi colección está hecha pedazos.

- Maestro, por favor no llore - lo conssuela Tendou.

- Sí maestro, no se preocupe. Ya verá qque Ranma le repondrá esas prendas - prosigue Genma.

- ¡¿Y por qué yo?! - pregunta prepotentte, no estando de acuerdo con lo que dijo su padre.

- Ya, por favor. No griten tan fuerte, me duele la cabeza - suplica Nabiki quien tenía la cabeza apoyada en la mesa.

- Ya, dejen de pelear. Recuerden que hooy es Noche Buena y todo tiene que ser paz y tranquilidad - interrumpe Kasumi.

Ranma miraba con furia a Ryouga, quien se paraba en los brazos de Akane para gruñirle a su rival.

- ¡Ranma, ya deja en paz a P-chan! - exxclama pegándole un puñetazo en plena mejilla -. ¿No te basta con lo que pasó en la mañana?.

Akane se pone de pie y Ranma se queda sobándose la mejilla. Una chistosa lágrima colgaba de uno de sus ojos. Al notar que Ryouga le mostraba la lengua mientras Akane se iba, el muchacho se voltea furioso dándole la espalda a la chica y al cerdo.

- Cómo se nota que te quiere mucho, Rannma - le dice Kasumi tratando de levantarle el ánimo.

- Sí, claro Kasumi. Es tan cariñosa conn él - murmura Nabiki con su singular sarcasmo.

Al escuchar el notorio tono burlesco de Nabiki, el muchacho de la trenza se retira del comedor muy ofuscado.

- Nabiki, ¿por qué hiciste eso? - le reeclama Tendou casi llorando, como es su costumbre.

- No es culpa mía que Ranma sea tan sennsible cuando se trate de Akane.

- Bah, familia de locos. Yo me voy a haacer mi ronda matutina. Con permisito dijo monchito - dijo el maestro Happousai mientras salía de la casa por el patio.

- Bueno, por lo menos queda lo de esta noche - se consuela Tendou -. ¿Está todo listo, verdad Kasumi?.

- Claro, papá. Cena para dos, a la luz de las velas, esperando la Navidad. Menos mal que el maestro no la arruinó con sus bombas.

- ¡Perfecto, señor Tendou! - se emocionna Genma -. ¡Esta vez nada puede salir mal!.

- ¡Proyecto "cena navideña para dos" enn marcha! - exclaman contentos los padres, mientras Kasumi aplaudía sonriendo.

Nabiki también aplaudía sonriendo, pero no precisamente por la misma razón que los demás. "Esta es la oportunidad que esperaba para ganar algo de dinero... Esta será una de las mejores Navidades que voy a tener".

En la tarde, el cielo se había nublado. Todo indicaba que en las próximas horas iría a nevar. Todo el mundo ya sentía que se acercaba. Claro, para la mayoría de los japoneses sólo es una celebración de intercambio de regalos y lo hacen gracias a su fin de incorporar costumbres occidentales a las suyas. Pero algunas personas saben el verdadero sentido de Navidad y eso se les nota. Por ejemplo, para la familia Tendou-Saotome (por lo menos en la traducción mexicana que emitieron en Latinoamérica) se celebra el nacimiento del niño Jesús; pero en esta Navidad en especial, quieren celebrar algo más aparte de tan importante acontecimiento religioso.

Tendou caminaba de un lado para otro, pensando que cada detalle debía ser perfecto. Por esa razón, le fue a echar un vistazo a la cena para dos que había preparado Kasumi para Ranma y Akane.

Abre el refrigerador y ahí estaba la reluciente bandeja cubierta con una tapa semicircular, todo era de plata, ideal para estas situaciones. Saca la bandeja del refrigerador y saca la tapa. En su interior habían dos platos, cada uno tenía un trozo de pavo con una salsa especial que llevaba alcaparras, arvejas y otras verduras, dándole el toque especial una hoja de cilantro verde. Luego se da cuenta que en el interior del refrigerador, en el lado de la puerta estaba una fina botella de champaña, uno francés.

- Vaya, parece que a Kasumi se le pasó la mano.

Sonríe pícaramente pues se dispone a probar tan delicioso manjar de los dioses preparado por su hija mayor. Justo en el momento que le iba a hincar el diente, un sartén se posa en su cabeza. La sensación del golpe había sido levemente suave. Al voltearse, se encuentra que el sartén era sostenido por Kasumi con cara de pocos amigos.

- ¿Se puede saber qué hacías papá? - prregunta no muy contenta.

- ¿Yo?. Nada hija, sólo estaba cercioráándome que todo esté bajo control - dice guardando la bandeja en el refrigerador.

- Se más cuidadoso para la próxima vez,, imagínate que no hubiera sido yo sino Ranma o Akane los que hubieran entrado a la cocina.

- De eso no hay que preocuparse, Kasumii. Les ordené a ambos que armaran el árbol de Navidad en el salón de té. Tienen por lo menos una hora más de diversión.

Efectivamente, Ranma y Akane estaban muy ocupados armando el árbol de Navidad. Mientras Akane le daba la espalda a Ranma hincada en el suelo pasándole los adornos, él encima de una pequeña banca los colocaba.

- No sé por qué tu papá nos pidió especcíficamente a nosotros para adornar el árbol. Como si no tuviera otras cosas que hacer.

- No me preguntes a mí - responde de maala gana -. Preferiría mil veces hacer esto sola o con P-chan, pero no sé donde se metió ahora.

- ¿No te cansas de estar amargada todo el tiempo? - dice irónico, pero se arrepiente al instante -. ¿Aún estás enojada conmigo por lo de la mañana? - pregunta bajándose de la banca.

- ¿Tengo que responder a eso? - respondde aún más hiriente.

Akane aún le daba la espalda, hacía como si buscaba algo en la caja de adornos. A Ranma le dolía la fría actitud de ella hacia con él, pero se sabe que para el muchacho es muy difícil reconocer que le afectan este tipo de cosas y más si se trata de Akane.

- Me gustaría que por lo menos por hoy día y mañana nos lleváramos bien - decía muy apenado, más bien, avergonzado -... No lo digo por ti ni por mí, sino por los demás.

- ¿Y desde cuándo te ha importado eso? - dice Akane que por fin había dejado de darle la espalda. Se pone de pie y lo enfrenta cara a cara, mirándolo fijamente, como si le tuviera resentimiento -. Si me dijeras por qué odias tanto a mi P-chan, muchas cosas entre nosotros mejorarían.

- ¡No es tuyo!. ¡Además, no lo odio!. ¡¡Es sólo que me enferma que se aproveche de...!.

- ¡¿Cómo puedes ser tan tonto para teneer celos de un cerdo?! - interrumpe Akane dándole la espalda otra vez.

- ¡Te digo que...! - pero Ranma no quisso seguir discutiendo de este tema con ella, sería para peor -. Parece que nunca podremos estar de acuerdo en algo.

Y concluyendo esto, por más que le dolió hacerlo, salió del salón de té dejando a Akane sola con el árbol. Ella no dejó ver que sus ojos estaban empapados en lágrimas.

- Maldito imbécil... nunca entiendes naada...

El ambiente tenso estaba presente en toda la residencia Tendou. Era tanto así que el dueño de casa, Sound Tendou, se fue a recostar y tratar de tomar una siesta.

- Ojalá que todo salga bien esta noche - decía metiéndose en su futón, arropándolo lo más posible debido al frío -. Brrrrr... Qué frío hace... Ahora a descansar un poco, dios quiera que nada me moleste.

Sound bosteza largamente y se tapa. Lentamente el sueño lo va venciendo, pero no contaba que esta momentánea tranquilidad iba a ser quebrantada.

- Papá, ¿estás despierto? - pregunta Kaasumi entrando algo agitada a la habitación.

- ¿Eh?... ¿Qué sucede, hija? - se sorprrende Tendou con sueño.

- Vi a Ranma subir las escaleras muy trriste dejando a Akane sola armando el árbol. Al parecer no se pudieron reconciliar.

- ¡¿Cómo dices?!... No puede ser - se llamenta, siendo rotas sus expectativas navideñas -. ¿Qué hora es?.

- Son casi las seis, papá.

- Bien, llama al señor Saotome. Habrá ccambio de planes.

Genma Saotome no demora en llegar a la habitación de Tendou. Allí, en forma privada, se quedan conversando en los próximos movimientos.

Mientras tanto, en su habitación, Ranma estaba sentado en el suelo, apoyado en la pared. Había cerrado las cortinas, estaba a oscuras. Apoyaba el mentón en los muslos, su mirada se perdía en la oscuridad de la habitación. Tenía los ojos llorosos, no quería llorar, para él los hombres no deben llorar, eso es para débiles y mujeres. En ese y en otros sentidos era una persona muy machista.

"¿Por qué, Akane?. ¿Por qué?... ¿Tanto me odias?... Y todo esto es por culpa del cerdo de Ryouga", pensaba el muchacho. Luego, recuerda las duras palabras de Akane: "¡¿Cómo puedes ser tan tonto para tener celos de un cerdo?!".

- No, es mi culpa, todo es mi culpa porrque estoy celoso de un estúpido cerdo.

También recuerda lo conversado en la mañana con Ryouga: "Ja. Búrlate si quieres, pero Akane va a ser mía. Es sólo cuestión de tiempo". Cuánto miedo tenía que eso algún día pasara.

De pronto, una voz lo llama desde afuera de la habitación. Ranma se asusta ya que estaba todo tan tranquilo. No reconoció la voz, pero estaba seguro que Akane no era.

La puerta corrediza se abre y la persona se deja ver. Era Nabiki.

- ¿Puedo pasar?.

- Preferiría estar solo - responde indiiferente.

La chica sonríe y, desobedeciendo al muchacho, entra a la habitación cerrando la puerta a sus espaldas. Lentamente se acerca a él; Ranma, por su parte, no le presta atención, ni la mira, como si nunca hubiera entrado.

Se sienta a su lado, muy cerca por cierto. Esto hace que Ranma se sienta algo nervioso.

- Yo sé que te peleaste con Akane otra vez.

- No te metas en esto, por favor.

- Akane es mi hermana y tú vives en nueestra casa. Por supuesto que es mi asunto... Además, no es nada agradable ver tu cara por el suelo en vísperas de Navidad.

Parecía que Ranma nunca iba a entrar en la conversación, pero se sentía tan ahogado que debía hablar del tema, aunque sea con ella.

- Te juro que hice todo lo posible paraa que por lo menos nos lleváramos bien por hoy día y mañana, pero tu hermana me mandó a freír monos a la China.

- Conozco a mi hermana, sé que lo hizo.... Y también te conozco a ti y sé que no hiciste todo lo posible para mejorar las cosas.

- Quizás - demoró en responder -. Pero.... no puedo decírselo. No me corresponde.

- ¡¿Cómo que no te corresponde?!. Si laa quieres debes decírselo tú, nadie lo hará por ti.

- No, no me refería a eso. Me refería aa otra cosa - dice Ranma refiriéndose al tema de Ryouga.

- Bueno, ¿entonces por qué no se lo dicces?.

- Ya te dije que eso no me corresponde - responde por fin mirándola a los ojos.

- No, no me refiero a eso - dice Nabikii volviendo a sonreír -. Me refiero a que le digas que la quieres.

- D-debes estar loca - se defiende sonrrojándose notoriamente.

- Sí, puede ser - dice poniéndose de piie -. Pero te aseguro que eso resolvería cualquier problema que puedan tener, eso te lo aseguro - Ranma mira hacia arriba, ahí estaba ella, cruzada de brazos y muy seria nuevamente -. ¿Sabes por qué no tengo novio y por qué no me interesa tener?.

- No, ¿por qué?.

- Porque le tengo miedo al sufrimiento.... Para lo único que sirve enamorarse es para sufrir más y más... Tú ya tienes a alguien, eres fuerte, no como yo... Sólo falta que se lo digas. Lo mismo para ella.

- No, para ella es diferente. Ella me oodia, lo sé.

La chica se hinca frente al muchacho, se miran fijamente.

- Haz de esta noche inolvidable - una llágrima cayó por la mejilla de Nabiki y se depositó en una de las rodillas de Ranma, estaba a punto de echarse a llorar -. Que tengas una feliz Navidad, Ranma.

Se le había formado un nudo en la garganta, salió de la habitación rápidamente. Ranma quedó boquiabierto. No sabía qué pensar, volvió a perder la mirada apoyando su mentón en sus muslos.

Ya eran casi las ocho de la noche. Ranma, aún triste, baja las escaleras y se encuentra con Kasumi. Ésta, al verlo, estalla en felicidad.

- ¡Ah, Ranma querido, qué bueno que bajjas!. Necesito que vayas a comprar servilletas para la cena, y ojalá que tengan adornos de Navidad.

- ¿Yo?. ¿Y dónde se compra eso?.

- ¿Cómo no vas a saber? - en ese precisso instante, Akane se aparecía en ese lugar -. ¡Ah, Akane acompaña a Ranma a comprar!.

- ¿Yo?.

- Es que Ranma no sabe dónde comprar seervilletas con adornos navideños.

- ¿Cómo no va a saber?. No puede ser máás ignorante - dice despreciativa, formándosele a Ranma una vena en la cabeza -. Yo tengo que salir a hacer algo, si él quiere me puede acompañar.

- Muy bien, entonces llévense los paragguas porque podría nevar.

- ¡Un momento, yo nunca dije que iría!.. Además, ¿por qué debería ir con ella?.

- ¡¡¡Porque si no vas lo vas a lamentaaaaaaaar!!! - se escuchó el eco del espíritu combativo de Tendou, que parecía un enorme dragón con lengua de serpiente.

- Esta bien, está bien, está bien - conntesta Ranma cagado del miedo, moviendo sus brazos en forma desesperada.

Nabiki observaba a cierta distancia lo ocurrido, sonriendo maquiavélicamente. "Cuando ese par salga, todos aquí empezarán a preparar la casa para su propósito... Será mejor que yo también empiece a preparar las cosas para mi propósito".

Media hora más tarde, Ranma con paraguas cerrado en mano espera afuera del pequeño edificio del correo de Nerima. Al fin sale Akane.

- ¿Por qué tardaste tanto?.

- Es que no era la única adentro... Tennía que mandar esa tarjeta ayer, pero se me olvidó. ¿Vamos a comprar esas servilletas?.

Ranma asiente con la cabeza. La voz de Akane no sonaba tan despreciativa como antes, pero aún tenía ese toque de desprecio característico en ella.

Como a las nueve, Ranma y Akane van de camino a casa. No se habían hablado mucho en el transcurso del "paseo", el cual fue planeado por sus padres para sacarlos de la casa. El cielo estaba negro debido a las nubes, parecía que en cualquier momento iba a empezar a nevar.

Cada uno iba sumido en sus pensamientos. Akane se sentía más pesimista que nunca, quizás para ella ésta iba a ser la peor Navidad de su corta vida, peleada con el hombre que quería, con la familia dedicada a manejarle la vida como nunca y, para colmo, su P-chan no estaba por ningún lado para poder desahogarse con él. Ranma, aparte de sentirse mal por esta situación, estaba mal por Nabiki, ella se mostró muy abiertamente esta tarde con él, lo hizo pensar en muchas cosas y sentirse menos mal mostrándose que ella quizás estaba en una situación más desdichada.

Miró a Akane de reojo. Sintió que por lo menos, y como lo dijo Nabiki, él ya tenía a alguien cerca, da lo mismo si fue decisión de sus padres o no, el compromiso seguía en pie. Faltaba lo otro, el poner de su parte para que esta relación funcione, pero debido a como son ellos parecía que esto fuera una bomba de tiempo a punto de estallar en cualquier momento.

Un copo de nieve cayó en la mejilla de Akane, ella miró hacia el cielo y notó que había comenzado levemente a nevar. Ranma notó lo mismo y abrió su paraguas. No sé si será por suerte, pero era el único que trajeron. En verdad, Ranma lo trajo, Akane como es de obstinada le dio que no iba a nevar y no llevó paraguas.

Cada vez la nieve caía con mayor intensidad. Akane mira a Ranma con leve desprecio.

- Pásame el paraguas. ¿No querrás que mme empape o sí?.

- Pero no quiero transformarme. ¿Por quué no podemos compartirlo?.

- Porque no te lo mereces... Yo creía qque te gustaba ser mujer, recuerda que eres "muy bonita".

Ranma se puso algo triste, cerró el paraguas con notorio pesar. Akane sintió que habló más de la cuenta.

- Está bien... Toma.

Ranma le ofrece el paraguas. No podía dejar salir esa coraza de hombre insensible que le caracteriza, esta vez sus emociones saltan a la vista, no podía ocultarlo, esas palabras de Akane le dolieron y le llegaron muy adentro.

Akane se dio cuenta. Se sintió mal.

- N-no, no es necesario - dijo mientrass rechazaba el paraguas, tocando la mano de Ranma casualmente, ambos se apartan y se sonrojan -... Podemos compartirlo... s-si quieres.

- C-claro. Es lo que dije.

Ranma abre el paraguas y Akane se acerca. Empiezan a caminar rumbo a casa, iban nerviosos, sonrojados, miraban hacia el suelo.

Al llegar a la casa, Akane grita el típico "¡Ya llegué!", pero nadie respondió. Mientras Ranma sacude el paraguas en la entrada Akane va a ver qué pasa en el interior de la casa.

Ranma se sacude el pelo un poco, estaba algo húmedo. "Me muero de hambre. Ojalá Kasumi tenga lista la cena de Navidad", dijo. Se extrañó que no se escuchara ningún ruido en la casa, es más, la casa estaba algo oscura. Al ingresar se encuentra con Akane que miraba atónita al interior del comedor.

Al darse cuenta del por qué, el muchacho también queda sorprendido: el árbol perfectamente adornado, alumbrando el salón acompañado por un par velas que rodeaban una bandeja de plata con una botella de champaña dentro de una cubeta llena de cubos de hielo, y un par de copas. Al parecer, las velas habían sido prendidas no hace mucho debido al poco cerumen que se había derretido.

- Es hermoso - murmuran ambos asombradoos.

Se acercaron a la mesa, un delicado mantel blanco la cubría. Encima de él, una nota. Akane la lee mientras Ranma juega viendo su reflejo en la tapa plateada de la bandeja.

- "Ranma, Akane. Disculpen por no pasarr esta Noche Buena con ustedes pero fuimos invitados a pasar la Navidad en otro lugar y como ustedes no estaban decidimos ir sin ustedes. Pero no se preocupen, Kasumi les preparó una deliciosa cena para ustedes y sus regalos están en el árbol. Ábranlos a las doce de la noche, por favor. Ojalá pasen una feliz velada, los quiere... Sound Tendou".

- Ya me lo imaginaba - murmura Ranma deestapando la bandeja.

Ven los dos platos y el aroma de la comida perfectamente cocinada y calentada los deleita. También los cubiertos eran de plata: cuchillos, cucharas y tenedores.

- Papá... Esto lo tenían planeado de anntemano... Me pregunto adónde fueron a pasar la Noche Buena.

- Si los buscamos de seguro que no los encontraremos antes de las doce.

De pronto, se dan cuenta en la situación en la cual se encontraban. ¡Iban a cenar juntos!. Se sonrojan.

- Ranma... ¿T-tienes hambre?.

- S-sí, mucha... ¿Empezamos?.

Akane asiente con la cabeza.

En otro lugar del barrio, específicamente en un restaurante japonés muy lujoso la familia Tendou, Genma y Happousai degustaban de una deliciosa cena de Navidad, todos muy bien vestidos por cierto. Pero no todos estaban de acuerdo en estar allí, el maestro estaba atado a una de esas sillas para bebés.

- ¡Quiero ir a pasar la Navidad con Akaane! - reclamaba el maestro pero lo cayan dándole de beber sake. Se turnaban para darle de beber al viejo, que ya estaba medio cocido.

- ¿En serio Nabiki que no te molesta paagar tú esta cena?.

- Para nada, papá - responde muy contennta -. Todo sea por el bienestar de esos tortolitos. ¡Salud!.

- ¡Salud! - le acompañan todos con sus vasos con sake.

Mientras bebía, Nabiki seguía sonriendo. "Con lo que gané esta noche podría pagar veinte cenas como estas... Sólo espero que esos locos no destruyan por completo la casa".

Ranma y Akane disfrutaban la cena. Uno enfrente del otro, degustando la comida y bebiendo lentamente su copa con champaña. Ranma no podía evitar mirar lo sensual que se veía Akane tomando champaña, sus ojos estaban brillantes al igual que sus labios gracias a la perfecta iluminación del árbol y las velas. "Es perfecta", pensó.

- ¿Qué miras, Ranma? - pregunta Akane een forma pícara.

- ¿Yo?... N-nada - responde nervioso ecchándose viento con la servilleta, haciendo que Akane ría.

Estaban a punto de terminar la cena. Se sirven otra copa de champaña. La botella estaba a 1/4 de acabarse, se la habían tomado casi toda ellos solos.

- Parece que me está haciendo efecto laa champaña. Me siento algo mareada.

- Yo también.

Ambos se estaban mirando fijamente, como embobados, como enamorados. Cada bocado, cada trago, sus miradas seguían fijas en el otro.

Al fin terminan de comer. La casa estaba silenciosa. Ranma mira la hora, eran ya las diez de la noche.

- Falta poco.

- Ranma, ¿qué te gustaría hacer ahora?..

Se sintió nervioso, eso le sonó una proposición por tantas cosas: el romántico momento, la iluminación, el tono de voz de Akane, etc.

- Akane... yo... Este - empieza a jugarr con sus dedos, bajando la cabeza.

- ¿Sí, dime? - dijo apoyándo sus codos en la mesa y su cabeza en sus manos.

Poco a poco el muchacho se fue acercando, sin ponerse de pie, rodeando la mesa. Llegó a una distancia prudente de ella, tenía miedo a que las cosas salieran mal, de recibir un golpe inesperado.

- Bueno... verás... ¿Por qué no?... Eh....

- Dime, Ranma. ¿Qué quieres decirme? - murmura Akane ilusionada, no quería que él perdiera más tiempo en rodeos, esperaba esto hace mucho tiempo.

- Yo... sólo quiero que tú y yo... Es ddecir, ¿por qué no...?.

Cuando por fin se había decidido a hablar de una vez, aparecen rompiendo todo lo que se les cruzaba por delante Shampoo, Ukyou y Kodachi.

- ¿Qué hacen ustedes aquí? - reclama Akkane.

Las tres chicas toman a Akane y salen corriendo del comedor.

- ¡¿Cómo pudiste hacerme esto, Ranma?! - gritaron las chicas.

- ¡Ranma, ayúdame! - gritó Akane.

Ranma, furioso, iba a salir tras ellas cuando se le cruzaron Ryouga y Kunou en la salida del comedor.

- No te dejaré pasar, Ranma - le dice RRyouga desafiante.

- El amor es una guerra sangrienta. Si quieres pasar tendrás que vencerme en combate, Ranma Saotome - prosigue Kunou con su perfecto y pulcro vocabulario.

- ¡Ja!. ¡No me hagan reír, háganse a unn lado o lo lamentarán!.

La pelea comienza. Ranma podía fácilemente con Kunou pero Ryouga lo atacaba siempre por detrás, y cuando estaba distraído con Ryouga, Kunou le pegaba con su bokutou en la cabeza. Mucho no podía hacer.

Mientras tanto, en el techo de la casa, estaba a punto de empezar otra batalla: Akane vs el trío de locas. Había dejado de nevar.

- ¡Eres una mentirosa, Akane Tendo! - eexclama Kodachi.

- ¡¿Por qué, se puede saber?! - respondde no muy contenta.

- ¡Dijiste que no amabas a Ranma! - intterrumpe Shampoo.

- ¡Y ahora estabas en una cena románticca de Navidad con él, a la luz de las velas! - prosigue Ukyou con su gran espátula en sus manos, lista para atacar -. ¡¿Qué tienes que decirnos a eso?!.

- ¡Yo no tengo que darles ninguna expliicación!. ¡Ranma es mi prometido y puedo hacer con él lo que se me antoje!.

- ¡Eso es mentira, Ranma es MI prometiddo!. ¡Prepárate! - exclaman furiosas las tres chicas.

Volviendo a la planta baja, él se sentía mareado, debido a una mezcla de tanto golpe en la cabeza y la champaña. Cae al suelo no por un golpe sino por un estúpido tropiezo.

- Estás vencido, Ranma - dice Ryouga coonfiado, acomodándose las muñequeras.

- Fue más fácil de lo que esperaba - see arregla el pelo Kunou.

- ¡No es justo, dos contra uno!.

- ¿Cuándo la vida ha sido justa para míí, Ranma?. ¡Dime!.

De pronto, unos gritos desesperados se escuchan cada vez más fuerte. El nombre de "Shampoo" se repetía una y otra vez, hasta que al fin entra Mousse rompiendo una pared con sus ridículos utensilios de magia.

- ¿Podrías usar la puerta para la próxiima, Mousse?.

- Ranma Saotome, ¿en dónde está Shampooo? - pregunta indignado el miope.

- Junto con las otras chicas se llevaroon a Akane para separla de Ranma - dice Kunou.

- Al principio no estaba de acuerdo, peero después me di cuenta que era la única forma que mi amada Akane se quedara conmigo y no con este imbécil - continúa Ryouga haciendo su típica escena patética de lástima.

- Me das pena, Ryouga. Y así dices que quieres a Akane... ¡Son todos ustedes unos egoístas de lo peor, ni siquiera en Navidad tienen un poquito de sentido común!.

- ¡Cállate bellaco! - exclama Kunou ataacando a Ranma, quien aún estaba indefenso en el piso.

Milagrosamente uno de los utensilios del mago Mousse detiene el ataque de Kunou a unos centímetros del rostro de Ranma.

- Gracias, Mousse.

- No te confundas, Ranma. Esto lo hago por Shampoo, no por ti. Yo me encargo de Kunou, tú de Ryouga, ¿está claro?.

- ¡Por supuesto! - responde Ranma pegánndole sorpresivamente una patada en la cara a Ryouga noqueándolo al instante, saliendo del comedor en busca de Akane.

- ¡Un momento, no te escaparás! - exclaama Kunou que lo iba a perseguir pero Mousse se interpone en su camino.

- Pelea conmigo.

- No eres rival para mí. Yo, Kunou Tateewaki, el relámpago azul de la escuela Furinkan, experto en el arte del kendo, te derrotará en un instant...

No alcanzó a terminar de dar su patético discurso cuando Mousse le pega con una bola de acero que sacó de su manga, venciéndolo en el acto.

Se saca los anteojos, tenía los ojos cerrados.

- La magia es un arte marcial, y tal veez más rápida que tu ridículo relámpago azul.

Ranma corría por la casa suponiendo que las chicas aún seguían allí. De pronto escuchó ruidos en el tejado. "¡Están arriba!", dijo.

Retomando la pelea de arriba, a Akane se le hacía muy difícil pelear contra las tres a la vez, es más, le era casi imposible. Ya había recibido muchos golpes y ella no había dado ninguno todavía. Le pasó lo mismo de Ranma, se sentía mareada.

En una jugada rápida, Kodachi la sujeta por la espalda y le pone en toda la zona nasal un pañuelo que tenía impregnado una especie de somnífero, típico de ella.

Akane cae dormida al suelo.

- Listo chicas, la vencimos - dice Kodaachi.

- Fue más fácil de lo que pensamos - muusita Ukyou.

- Akane ser fuerte, pero nosotras ser ttres. Fue muy ingenuo de su parte pensar que poder ganarnos - comenta Shampoo.

En eso, Ranma llega al techo desde la ventana de su habitación. Al ver a su prometida tendida en el tejado corre a recogerla. Las tres chicas lo miran con alma de victoriosas.

Ranma levanta cuidadosamente su cabeza, ve si no tiene una herida en los brazos o en la cara. Luego, mira endemoniado a las tres chicas.

- ¡¿Qué fue lo que le hicieron?!.

- Nada, sólo está dormida - responde Koodachi orgullosa -. Estará dormida hasta mañana, así no podrá interrumpirnos en nuestra romántica velada navideña, Ranma. Jojojojojojo...

- ¡Espera un momento, rosa negra!. ¡Rannma pasará la Navidad conmigo, oíste! - la interrumpe Ukyou.

- ¡Ustedes dos estar locas!. ¡Ranma serr mío y sólo mío!.

- ¡¡¡NO!!! - grita Ranma haciendo que llas tres chicas lo miren asombradas -. ¡¡¡No pasaré ninguna Navidad con ninguna de ustedes tres!!!. ¡¿Cómo se les ocurre hacerle esto a Akane, una persona como cualquiera que lo único que quiere es pasar una feliz Navidad?!. ¡Están locas!. ¡Están todos locos!.

Unas lágrimas salían de los ojos de Ranma, las chicas aún no entendían la actitud de su amado. Se miran entre ellas y no encuentran respuesta posible.

- ¡¿Por qué la defiendes tanto?!. ¡¿Cuáál ser la razón?!.

- Eso ustedes jamás lo entenderán - dijjo Ranma en un suspiro y se toca el pecho, en el lugar del corazón -. Me sale de aquí, pero ustedes lo tienen de piedra... Me sorprendes Ukyou, yo creí que éramos amigos.

Ukyou baja la cabeza. Kodachi y Shampoo miran al muchacho fijamente no dispuestas a rendirse tan fácilmente como ella, pero Ranma se va con Akane en brazos. Las tres se quedaron inmóviles, mirando como él les daba la espalda mientras se marchaba por el tejado. Eso las mató, caen arrodilladas, vencidas.

Mousse se había llevado a Kunou y a Ryouga al lote baldío que estaba a pocas cuadras de la casa de los Tendou. Los otros dos todavía estaban inconscientes. Estaban bajo un techo hecho de cartones. Nuevamente estaba nevando y corría viento. Afuera del cobertizo de cartón había prendido una fogata.

El muchacho de largo cabello y chistosos anteojos le echaba pequeños leños al fuego, lo miraba fijamente, se sentía atraído por el baile que hacía esa energía luminosa y calorífica debido al viento que corría esta fría noche.

- Saotome tiene razón. En esta época noo debemos ser egoístas. Debemos preocuparnos de dar y no recibir - murmura mientras mira a los dos inconscientes -... Sólo espero que los demás lo entiendan.

Rato más tarde, en la casa de los Tendou, en la habitación de Akane, Ranma la había recostado en su cama y le estaba haciendo que respirara el aroma de una especie de rama con muchas hojas, seguramente era una especie de medicina.

"Debido a que tantas veces que Kodachi me dormía le compré a un vendedor una medicina que cura el efecto de los somníferos. La trajeron directamente de China y ya me ha funcionado un par de veces, claro, cuando alcanzo a aspirarla antes que me haga efecto el somnífero, siempre la ando trayendo conmigo... Ojalá que haga efecto en Akane".

Ranma cree que es suficiente así que aleja la rama de la nariz de Akane. Mira por la ventana, estaba nevando nuevamente; luego mira el reloj, faltaban diez minutos para la medianoche, diez minutos para la Navidad.

Pasaron los minutos y Akane no despertaba. Ranma se sintió desilusionado. Decidió que no lo seguiría intentando y que la dejaría descansar hasta mañana.

Antes de salir de su habitación, apaga la luz y le echa un último vistazo antes de cerrar la puerta.

- Feliz Navidad, Akane.

Y cierra la puerta. Baja al primer piso, entra al comedor. No estaba tan desordenado. Se sienta a tomarse lo último que quedaba de la champaña.

Las velas casi se habían consumido. Se echa un poco de champaña en la copa y casa de su bolsillo un pequeño regalo. Toma un sorbo de su copa, la deja encima de la mesa y toma con las dos manos la pequeña cajita.

"Y yo que quería entregarle este regalo hoy en la noche... Qué decepción".

De pronto oye pasos. Por un memento creyó que eran las tres locas, pero al ver quien se asomó disipó todas sus dudas.

- Hola - saludó Akane.

- Hola... ¿Ya despertaste?.

- No, tonto. Aún sigo durmiendo, ¿no vees? - responde sonriendo.

- Eh, sí claro. Ya vi.

Akane se acerca a Ranma y se arrodilla a su lado. Ve en sus manos la cajita envuelta en papel de regalo con un hermoso moño en forma de rosa roja.

- ¿Es para mí?.

- Claro que es para ti... Toma - cede eel regalo entregándoselo.

Akane, emocionada, rompe el papel de regalo y abre la caja. En ella habían dos argollas, Akane las mira extrañadas, no sabía si saltar de alegría o llorar de felicidad.

- Ranma... ¿Éstas son?...

El muchacho le toma las manos y la mira fijamente. Estaba muy serio, como nunca, pero se notaba en el tiritar de sus manos que estaba muerto de nervios.

- Ak-kane... ¿Quieres... quieres ser mii novia?.

Akane no dejaba de mirarlo pero no le responde, se había quedado sin habla. Trataba de articular palabras pero no podía. Ranma suplicaba que le contestara luego, cualquier cosa, obviamente que quería que le respondiera que sí, pero el ambiente estaba tan tenso que quería que Akane le dijiera lo primero que se le viniera a la mente.

- N-no lo puedo creer... Eres un tonto,, ¿lo sabías?.

- No me importa... Qué me respondes, poor favor dime.

- No tienes por qué preguntarme...

Y lo besa tiernamente, cerrando ambos sus ojos. Duró por mucho rato, fue dulce y tímido, como si fuera la primera vez. Bueno, era la primera vez "en serio".

Al despegarse ven la hora y el reloj estaba marcando las doce.

- Feliz Navidad, Ranma.

Akane se sirve en su copa lo último que quedaba de champaña. Ranma toma su copa también.

- Por ti - dicen ambos al mismo tiempo..

- Por nosotros.

- Por nosotros.

Chocan sus copas y beben el contenido. No se dejan de mirar en ningún momento, sus otras manos estaban juntas.

Ranma deja la copa en la mesa y toma una de las argollas. Se la pone en uno de los dedos a Akane. Ella hace lo mismo, ambos con mucha delicadeza.

- Espera a que lo sepan nuestros padress.

- Cómo me gustaría guardar este secretoo, ¿no crees Akane?.

- No podríamos por mucho tiempo, nos veerían las argollas... De seguro nos obligarían a casarnos de inmediato.

Ambos ríen.

- No sería mala idea.

- Ranma...

Y se vuelven a besar. Afuera sigue nevando, la blanca nieve comienza a cubrir lentamente las calles de Nerima y el sentimiento de la verdadera Navidad llenaba los corazones de las personas que realmente se aman.

Fin.


Un fanfic de LG
(c)2001 Felipe Torres Avilés

Este fanfic fue escrito en vísperas de Navidad, entre el 19 y el 24 de diciembre.


Cualquier cosa que quieran decirme, ya sea reclamos, tomatazos, bombas lacrimógenas, sermones, alagos, sugerencias o comentarios, sólo escríbanme un mail.

Feliz Navidad, les desea... LG.

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