Crónicas de Asgard es un fic de Ranma 1/2 escrito por Fantasy Fics Estudios, 
grupo compuesto por Arlequín y Gilgamech. Ranma 1/2 y todos sus personajes son 
propiedad de Rumiko Takahashi, este fic lo escribimos sin la intención de 
obtener alguna ganancia, solo lo hacemos por amor al arte.
Ahora disfruten del quinto capítulo de esta historia. El primer capítulo 
especial de Crónicas de Asgard...¿qué tiene de especial?...ya lo verán. ^_~!

 

---- Fantasy Fics Estudios ----

	Bajo la noche de Nilfheim, Belenus se encuentra en silencio observando la 
terrible escena... Ranma, Rashell y Méril observan mientras sus rostros se 
iluminan en color rojizo y anaranjado....

---- Con los personajes de Rumiko Takahashi ----

 Los Dragones Rojos se encuentran quietos, desde la colina a la salida del cruce 
de Jotumheim, no se pronuncia palabra alguna, el sentimiento de sorpresa y miedo 
se apodera de todos...

 Ranma solo observa el antes hermoso país helado de los elfos consumiéndose 
lentamente por las llamas, mientras trolls y muertos vivientes terminan de 
arrasar lo que queda de la ciudad....avanzando sobre los cadáveres de muchos 
guerreros elfos que cayeron ante ellos.......

---- Un fic de Ranma 1/2 escrito por Arlequín y Gilgamech ----

 Belenus fue el primero en hablar -...Alvheim...Alvheim esta en llamas...- 
mientras sus manos empuñadas temblaban de impotencia e ira...

 Ranma dio un paso al frente, la masacre era horrorosa, jamás ni en sus peores 
pesadillas recordó haber visto algo tan escalofriante....su vista ahora se 
dirige hacia donde proviene el mayor ruido, y ve como los engendros de Hel 
atacan el último bastión de los elfos...el castillo al centro de la ahora en 
ruinas ciudad de Alvheim...

---- Presentan ----

-Que los dioses nos ayuden...- exclamo  Méril con terror.

-....Si....- dijo finalmente impactado  el joven de Nerima -...que los dioses nos 
ayuden...- repitió Ranma sin siquiera pensar lo que decía mientras sus ojos no 
dejan de posarse en las terribles y numerosas huestes de Hel que rodean el 
castillo.

 Belenus desenvaino su espada -...¡malditos engendros de Hel!...- murmuro con 
ira -¡¡¡¡LOS DEVOLVERE AL INFIERNO AL QUE PERTENECEN!!!- gritó.

 Los Dragones Rojos desenfundan sus armas, Ranma también desenfundo su katana, 
el miedo que sentía por aquella pesadilla que ve ante sus ojos se transformó en 
una incontenible ira hacia aquellas bestias sedientas de sangre.....

-¡¡¡DRAGONES ROJOS AL ATAQUE!!!- al griito de Belenus los más de ochenta soldados 
se arrojan en una desenfrenada carrera hacia el castillo para hacer frente a una 
fuerza notoriamente superior. Pero eso ya no les importaba.

 Ranma en su carrera solo pudo pensar en una sola cosa que quizás jamás volvería 
a ver en su vida,  antes de internarse junto a los demás en las terribles llamas 
que ahora eran el pueblo de Alvheim....

 -...¡Akane!...-
 

**** CRÓNICAS DE ASGARD ****

CAPÍTULO QUINTO
"REENCUENTRO"

PARTE 1: "LOS GRITOS DE NILFHEIM"
 

	La tarde continúa tranquilamente en Nerima, excepto por los extraños 
sucesos que han ocurrido en la escuela Furinkan, muchos jóvenes estudiantes 
vienen a ver personalmente el estado de su amada escuela y no pueden creer lo 
que ven.... muchos celebran y agradecen a quien sea el que haya sido el culpable 
de sus ahora inesperadas vacaciones.
	
 Akane y Nabiki caminan hacia el grupo de jóvenes a la entrada de la escuela.

-Pero Nabiki...¿por que tenemos que vennir a ver la escuela?- Akane camina de 
mala gana acompañando a su curiosa hermana.

 Nabiki sonríe -pero Akane, ¿qué no tienes curiosidad de ver en persona que fue 
lo que pasó aquí?, además si en verdad fue Ranma el que hizo esto podríamos 
encontrar una pista o algo...- no terminó de hablar cuando Akane se apresuro 
hacia la entrada pasando por entremedio del gran grupo de alumnos, Nabiki solo 
la mira con curiosidad desde la distancia y se encoge de hombros para seguirla 
luego con toda calma.

 Cuando Akane llega a las puertas cerradas de la escuela, puede ver a través de 
las rejas el frontis de la escuela destruido, cráteres por todos lados y las 
cenizas que cubren una gran superficie del jardín. Su exclamación de asombro se 
unía a la de tantos otros a su alrededor.

 De pronto Akane sintió como si ya hubiese visto esta escena, una extraña 
sensación se apodera de la chica mientras que con miedo ve como la imagen del 
patio cambia ante sus ojos...


	Es de noche, y el patio se encuentra en ruinas, Akane gira y ve en la 
pared un extraño sujeto de cabellos castaños y largos, con un bigote y extrañas 
vestiduras rojas y negras. El hombre ve a través de ella como si no estuviese, a 
su lado acostado en la pared puede también ver con sorpresa a Ryoga 
inconsciente.

 Aquel hombre se ve bastante nervioso mientras carga en sus manos una brillante 
esfera de luz, pareciera que mirará algo con suma preocupación -no puedo hacer 
nada ahora...-  Akane escucha hablar al hombre -si interrumpo el hechizo ahora 
el alma de Ranma podría salir dañada....¡DIOSES QUE HAGO!-

-¡¿Ranma?!- Akane se pregunta mientras  gira rápidamente para ver a un terrible 
monstruo de seis brazos extendidos, y algunos metros delante de él un joven con 
ropas extrañas iguales a las del hombre, se encuentra suspendido en el aire por 
una extraña formación mágica....en su rostro la chica nota el dolor que esta 
sufriendo, Akane se fija más observando el rostro del joven....y ve algo que la 
deja aterrada -....¿Ranma?.....¡¡¡RANMA!!!- grita la chica queriendo correr 
hacia su prometido....


	-¡¡¡AKANE REACCIONA!!!- Akane en ese momento despierta de su estado de 
ensoñación mirando perpleja como su hermana Nabiki la sostiene por los hombros, 
luego mira lentamente a su alrededor a los demás chicos que están mirándola 
fijamente.

-¿Akane?...¿Akane estas bien?- preguntaa una de las chicas que se abren paso a 
través del grupo para llegar a su lado.

-¿Sayuri?...- pregunta Akane bastante cconfundida -...¿Nabiki?- dice al mirar a 
su hermana que aun la sostiene.

 Nabiki suelta a su hermana mientras algunas de sus compañeras le rodean con 
preocupación -¿que paso?...- pregunta Akane, ella estaba bastante confundida y 
miraba en todas direcciones como queriendo encontrar a alguien-...¡¿Y 
Ranma?!...-. Todo estaba como antes, frente a la escuela cerrada rodeada por un 
gran números de alumnos que ahora la miraban a ella extrañados.

-¿Ranma?...¿de que hablas Akane?- le prreguntaba otra de sus compañeras -¿seguro 
que estas bien?

 Akane seca las lágrimas que asoman de sus ojos, y suspira profundamente al 
darse cuenta donde esta, ya más tranquila se dirige hacia su hermana Nabiki que 
aún le mira con preocupación -¿qué pasó?-

-no lo sé Akane...estabas aquí y parecíía que soñabas despierta y de pronto 
gritaste el nombre de Ranma asustándonos a todos...- decía Nabiki.

 Akane al darse cuenta de lo ocurrido su cara se puso roja -¿yo dije eso?-

 Nabiki, Sayuri, Yuka y las demás compañeras de Akane asintieron a la vez 
mientras que Akane se ponía aún más roja al notar los comentarios de todos los 
que la rodean.

-Akane...- dice Sayuri -quizás estas unn poco cansada, deberías irte a tu casa a 
reposar un poco-

 Akane niega con la cabeza -no te preocupes...ya estoy bien es solo que...- 
Akane vuelve a mirar hacia la destruida entrada del Furinkan -¿qué fue todo 
eso?, era Ranma, estoy segura....¿acaso lo imagine?- pensaba Akane en ese 
momento -debo haberlo imaginado todo, Sayuri tiene razón quizás estoy cansada es 
todo...-

-¡Hola a todos!- las chicas vuelven su  mirada para ver a una conocida amiga y 
compañera de ellas.

-¡Ukyo!- exclaman algunas con una sonriisa.

 La chica con su gigantesca espátula en su espalda se acerca al grupo 
saludándolas para luego ver con sorpresa el frontis de la escuela -¿qué sucedió 
aquí?-

 Todos se encogían de hombros ante esa pregunta. Akane y Nabiki que si sabían lo 
que sucedió por lo que les contó el maestro Happosai solo miraron en silencio.

-pues...- dijo Nabiki -yo se algo pero  les costará digamos...¿3000 yens?- 
terminó con una pícara sonrisa. -¡Nabiki!...- exclamo en un tono molesto Akane.

 Las vistas de todos se dirigieron a Nabiki y comenzó la lluvia de preguntas, 
finalmente algunos tuvieron que pagar el precio exigido por ella ante la miradas 
incrédulas de Akane y Ukyo -nunca cambiará...- dijeron a la vez.

 Finalmente Nabiki hace callar a todos -bien si tanto desean saberlo aunque no 
me lo crean fue nuestro querido Ranma....-

 Ante las palabras de Nabiki comenzó una lluvia de comentarios -así que fue 
Saotome...-, -¿pero por que?-, -¿acaso fue una pelea?-, -¿y donde esta 
él?...hace días que no se aparece-

-¿Es verdad eso Akane?- le preguntaron  sus compañeros. -este...si...eso creo- 
responde con nerviosismo Akane.

-¿Entonces sabes donde esta Ranchan?- ppregunto con ilusión Ukyo, pero Akane no 
dijo nada, solo inclinó su cabeza.

-Akane será mejor irnos a casa- agregó  Nabiki ya estando conforme con lo 
obtenido ese día, mientras todos comentaban las últimas de que Ranma había 
luchado contra un demonio según lo que decía Nabiki, y que después había 
desaparecido misteriosamente...-

-Un momento...- todos se quedaron callaados mirando de donde provenía la voz.

-¿De donde inventaron eso de que el cobbarde de Saotome venció a un demonio?... 
el único que puede desafiar a los seres malignos es el gran Kuno Tatewaki el 
poderoso cazador de demonios de la escuela Furinkan....- Kuno aparece en escena 
como siempre.

-¿Qué no era el relámpago azul?- comenttaba Hiroshi, -esta debe ser nueva...- 
respondía Daisuke sin prestar mayor atención ahora que sabían que se trataba de 
Kuno.

-Akane Tendo amada mía- exclama Kuno all notar la presencia de la menor de las 
Tendo -no te preocupes de que ese cobarde de Saotome huyera de Nerima por que yo 
estoy aquí para defenderte...- y continuaba con su discurso aunque ya nadie le 
prestaba atención.

 Por su parte Nabiki ya se preparaba para irse mientras Akane vuelve a pensar en 
la extraña visión que tuvo, mirando fijamente el lugar más quemado al centro del 
patio -Ranma...¿qué fue todo eso?, ¿qué fue lo que pasó aquí en verdad?- Akane 
nuevamente comenzó a sentirse extraña -...¡no de nuevo!...- pensó cerrando los 
ojos...


	Sintió un ruido y al abrirlos estaba en el mismo lugar pero todos habían 
desaparecido, era de noche. Akane presintiendo lo que ocurría corre hacia el 
interior del patio para ver la misma escena anterior.

 El horrible demonio riendo y Ranma flotando en el aire gritando de dolor, Akane 
no sabía que hacer, estaba desesperada, no sabía si era un sueño o realidad 
quiere correr hacia Ranma pero no avanza, le grita pero nadie parece escucharla, 
solo puede mirar con horror a su prometido siendo torturado por ese monstruo, la 
chica ya no puede contener las lágrimas de la desesperación.

 De pronto sucedió algo inesperado, un intenso brillo se desprende de Ranma y 
Akane queda cegada momentáneamente por el resplandor. Cuando al fin puede ver lo 
que ve la deja sorprendida.

 Ranma se encuentra de pie empuñando una hermosa y brillante katana en sus manos 
además de ese uniforme de pantalones negros y camisa roja con bordados dorados y 
lo que más sorprendió a Akane era la mirada de Ranma, una mirada de 
determinación e ira, una mirada que jamás le había visto a él -...Ranma- pensó 
Akane -se ve tan...- y una sonrisa se dejo ver en sus labios mientras un leve 
rubor cubre su hermoso rostro.

-¡Llego tu hora!- dijo Ranma mirando fiijamente al monstruo, Akane queda 
sorprendida de la actitud de Ranma, el esta desafiando a ese horrible ser de 
seis brazos como si nada sin mostrar el menor indicio de temor, si no por el 
contrario el enfurecido demonio muestra temor por el chico.

-Quizás si sea un sueño- pensó ahora Akkane con satisfacción al ver a Ranma como 
si fuese un noble héroe, como esa vez que ya había soñado con él como su 
príncipe que venía a salvarla -...debe ser otro tonto sueño...- rió para sí 
ahora disfrutando de la escena.

-¡AUN NO ME GANAS!- bramo el horrible sser despertando a Akane de sus 
pensamientos.

-¡LLAMAS DE HEL!- gritó el monstruo y dde sus manos se dispara un gigantesco 
remolino de fuego hacia Ranma. Akane ve con desesperación que Ranma no hace nada 
por evitarlo -¡¡¡RANMA IDIOTA QUE HACES MUEVETE!!!- grita Akane casi llorando 
del miedo de lo que va a ocurrir pero las palabras no salen de su boca.
 
 Ranma empuña su katana y se arroja de frente hacia el demonio y el pilar de 
fuego que esta apunto de consumirlo gritando con ira, Akane ya no soporta más y 
con las manos se cubre el rostro no queriendo ver, se escucha un alarido de 
dolor y luego el silencio.

 El grito hace que Akane abra sus ojos para ver a Ranma afirmando la empuñadura 
de su katana, la cual esta atravesando el pecho del demonio, la chica no puede 
soportar la impactante imagen.

-...¿por que?...- pregunta el demonio llentamente con lo último de sus fuerzas 
mientras inclina su cabeza observando al chico, Ranma sin soltar su espada le 
responde -te puedo perdonar el que quieras matar a mis amigos, el que quieras 
destruir mi hogar...mi mundo, aun te puedo perdonar el que quisieras acabar con 
mi vida y mi alma-

 Estas palabras hacen eco en el corazón de Akane, jamás había escuchado a Ranma 
hablar de esa manera.

-¡¡¡PERO JAMÁS TE PERDONARE EL QUE LASTTIMARAS A AKANE!!!- gritó Ranma 
traspasando aún más el pecho del monstruo.

 Akane al escuchar el grito de Ranma su corazón dio un salto, giro hacia el 
hombre que estaba al lado del inconsciente Ryoga para ver que en sus manos porta 
un brillante esfera de luz. Todo lo que le contó su familia sobre el demonio 
Ceniza y lo que después les dijo el maestro Happosai vino a su mente en un 
instante dándose cuenta de lo que ocurría.

 No sabía como ni porqué, pero se dio cuenta que esa esfera de luz era su alma, 
estaba en la escuela pero en el momento en que Ranma luchó contra ese demonio. 
Aunque se lo haya dicho el maestro siempre dudo de que si era verdad que Ranma 
estuviera ahí, pero ahora estaba segura....Ranma la salvó, ella misma lo estaba 
viendo.

 Akane volvió su mirada a Ranma para observar el momento en que su prometido 
terminaba con el demonio usando su huracán del tigre, el tiempo parecía 
detenerse al ver lentamente como un Ranma vencedor levanta la katana de los 
restos de aquel monstruo que tanto daño le había hecho. Akane recordó como ese 
demonio estando cubierto con su capa entró a su habitación y aunque no supo más 
desde entonces solo que Ranma la había salvado.

 Akane recuerda las palabras de Ranma, lo había hecho por ella, Ranma había 
peleado por ella, no importa donde estuviera todo este tiempo regreso a salvarla 
a ella. Akane dio una última mirada a Ranma con su flamante uniforme y su espada 
-...en verdad se ve tan...- pensó la chhica sin poder contener las lagrimas de 
alegría y alivio ahora que la terrible batalla terminó al fin.


	Todos los alumnos del Furinkan siguen comentando entre sí la increíble 
historia que les contó Nabiki.

-Creo que Kuno tiene razón...- comentó  uno, -es cierto, eso de pelear con un 
demonio parece una locura...-, -nos estas tomando el pelo Nabiki-, Nabiki 
comenzó a preocuparse -¿pero es verdad además que más podía ocasionar tantos 
desastres?- se defendía.

 Akane que aún miraba fijamente el lugar más quemado del patio con la vista 
perdida, da un pequeño salto como si algo la hubiese asustado, para después 
mirar alrededor como perdida nuevamente sin saber donde estaba. Aunque esta vez 
nadie se había fijado en ella.

 Nabiki se seguía defendiendo de aquellos que querían de regreso su dinero 
pensando en que todo era una mentira, mientras Kuno reía diciendo que Saotome 
era un cobarde y que huyó de Nerima temiendo su poder.

-¡Es verdad!- todos se quedan en silenccio al escuchar la decidida voz de Akane, 
ella sin dejar de mirar el patio de la escuela levanta su mano y apunta con su 
dedo hacia las cenizas que marcan un gran circulo al frente de la escuela.

-Ranma lucho con un demonio....ahí- dijjo indicando con su dedo -ahí lo 
derroto....- Akane bajo su mano -y lo hizo por mi...- lo último lo dijo casi en 
un susurro mientras se dibuja una sonrisa en su rostro.

 Ukyo se puso roja de celos al escuchar a Akane, Nabiki solo pestañeaba con 
extrañeza y las compañeras de Akane la miraban con una cara de asustadas al 
notar que Akane esta tan rara -¿Akane te sientes bien?- pregunto Sayuri.

-¡pues claro que me siento bien!- Akanee reacciona del todo despertando de sus 
pensamientos -Ranma estuvo aquí....- de pronto se quedo en silencio al darse 
cuenta de lo que estaba diciendo -este...creo que me voy a casa...- dijo la 
menor de las Tendo mientras comienza a correr en dirección de su hogar.

-creo que la llevare con el doctor Tofuu para que la vea de nuevo...- dijo Nabiki 
antes de seguir a su hermana.

 Ukyo aún no deja de morder una de sus mangas de los celos al recordar lo que 
dijo Akane de que su Ranchan vino por ella. Y los comentarios comenzaron 
nuevamente entre el gran grupo de alumnos frente a la escuela Furinkan.


 "¡¡¡PERO JAMÁS TE PERDONARE EL QUE LASTIMARAS A AKANE!!!"


 Akane no puede dejar de pensar en las palabras de Ranma mientras corre hacia su 
casa, y tampoco se explica por que vio todas esas cosas en la entrada de la 
escuela, todo era demasiado confuso y no sabía que pensar, pero de algo estaba 
segura que Ranma había regresado a Nerima y la había salvado de un demonio. Y si 
volvió una vez la esperanza renace en su corazón que él regresará de nuevo.

-...y podré pedirle explicaciones persoonalmente a ese tonto...- dijo Akane con 
una tierna sonrisa.


	Desde un árbol cercano a la escuela una silueta observa los hechos 
ocurridos.

-Así que eso fue lo que sucedió- se esccucha una dulce pero firme voz de mujer, 
mientras pasa su delicada mano por sus dorados cabellos haciendo que estos se 
muevan al son del viento -lamento haber usado los ojos de esa chica, pero era 
una de las únicas testigos de lo ocurrido- dijo para sí -aunque estuviera solo 
en su espíritu-

 La joven y hermosa mujer apoya una de sus manos en su cintura mientras se lleva 
la otra a su frente pensando.

-Frei... esta vez se te ha pasado la maano, no se que planeas pero será mejor que 
sea algo que realmente valga la pena...o me voy a molestar mucho contigo...- 
sonrió alegremente -ya es hora de que me vaya...¡¿Uh?!-

 En eso la joven mujer se calla como si escuchara algo que llamara su atención 
repentinamente -...la brisa...es fría...- dijo con preocupación mientras se 
queda otra vez en silencio.

-...pero eso es algo que no me conciernne por ahora- extiende su mano con gracia 
por delante de ella y una luz la envuelve desapareciendo completamente.



	Los bramidos de la batalla se escuchan resonar en el valle de Alvheim, 
mientras las hordas de muertos vivientes y trolls continúan su asalto al antes 
hermoso y blanco castillo de los elfos. Los soldados de finas facciones y orejas 
algo puntiagudas vistiendo doradas y plateadas armaduras que los cubrían 
completamente se veían cansados y desmoralizados, parecía que ya llegaba el fin 
de sus vidas. Otros vestían solamente túnicas blancas con capas de vivos 
colores, todos ellos con los emblemas reales de Alvheim.

 Intentaban detener a las hordas de enemigos con lluvias de flechas pero parecía 
que nada los detenía, eran demasiados, algunos ya luchaban cuerpo a cuerpo con 
los monstruos que lograban escalar las gigantescas paredes a través de rusticas 
escaleras y cuerdas mientras flechas con fuego caían hacia el interior del 
castillo provocando grandes estragos.

-¡¡¡CAPITÁN!!!- gritaba un elfo vestidoo con túnicas azuladas -¡son 
demasiados!...¡parece que llegamos a nuestro fin!- mientras se arroja de 
rodillas al suelo agotado.

 El noble capitán de los elfos, de cabellos dorados, largos y brillosos, además 
de ojos profundos y claros se acerca a su hombre con enojo en su rostro. Su 
dorada armadura junto con su azulada y brillante capa con el símbolo real de 
Alvheim solo se comparan a su gigantesca espada que porta como si no pesara nada 
en lo absoluto. El capitán de los elfos levanta bruscamente a su hombre.

-¡ESCUCHAME BIEN!- levantó la voz hacieendo que el elfo lo mirará con bastante 
temor -¡¿acaso quieres traicionar la confianza que nuestro rey dejo en 
nosotros?!, debemos proteger a la reina, debemos proteger a Alvheim con nuestras 
vidas si fuera necesario...pero si quieres morir has lo que desees- terminó de 
decir esto mientras suelta al soldado para irse rápidamente a su puesto en los 
muros -me da vergüenza que algunos quieran morir tan cobardemente en vez de 
demostrar la confianza que nuestras familias pusieron en nosotros para 
defenderlas- alcanzó a decir antes de irse. El soldado elfo se levantó y 
empuñando su espada con vergüenza corrió a retomar su puesto.

 El valeroso capitán acaba de derribar a dos gigantescos trolls que habían 
subido al muro -¡CAPITÁN!- le llama otro soldado -estamos en problemas, pronto 
lograrán escalar el muro completamente si es que la puerta principal no cede 
antes...-


	Belenus corre al frente de su tropa por entre los llameantes escombros de 
la ciudad en dirección del castillo.

-¡CAPITÁN!- le grita Shaka corriendo a  su lado -¡son demasiados!...¡¿planea algo 
para derrotarles?!...- pero Belenus en medio de la carrera solo lo mira con 
extrañeza -¡¿planear?!...-, Shaka lo miró con algo de preocupación -Capitán...-


El capitán de los elfos ya no sabe que hacer, se le están acabando los recursos 
pero no se dará por vencido -ordena a una tropa de arqueros que concentren sus 
ataques en las bestias que intenten usar el ariete en la puerta principal, si 
hemos de caer no será por el frente...-, el soldado elfo asiente y corre a 
cumplir las ordenes de su capitán -¡dioses!- piensa este -si tan solo supiera 
que vienen a ayudarnos...pero se que ningún mensajero podría haber cruzado con 
vida Jotumheim, este fue un ataque demasiado bien planeado por Hel...pero no 
podemos morir así- la impotencia hace presa del capitán mientras piensa en todos 
los civiles elfos que se refugian en el castillo -nos matarán a todos...- piensa 
al observar con terror las increíbles fuerzas enemigas.

 Las horribles criaturas siguen escalando los muros ante los esfuerzos de los 
elfos por detenerlos, son demasiados, y cada vez cuesta más mantenerlos lejos de 
la puerta principal ya que apenas cae un troll herido por alguna flecha aparecen 
otros dos cargando el ariete y golpeando con fuerza las gigantescas puertas.

-¡Capitán!- le grita un soldado al grann elfo mientras este derriba a un par de 
trolls que subieron los muros -¡están en todas partes!-, el capitán de los elfos 
mira con desesperanza la verdad de las palabras de su soldado, este era el 
fin...


	En el valle de Alvheim se escucha un tronar de trompetas, el rostro del 
capitán se ilumina ante este conocido sonido -..einjergars...llegaron los 
einjergars...- murmuró para si aún incrédulo de su suerte mientras un sonrisa 
aparece en su rostro. Por un momento se formo un silencio tanto en las tropas 
élficas como enemigas.

-¡¡¡LOS DIOSES ENVIARON AYUDA!!!- se esscucha un grito generalizado y los 
valerosos elfos sienten como si las fuerzas volvieran a sus ya cansados cuerpos, 
el saber que un ejercito viene en su apoyo les hizo sentir ya vencedores, y 
nuevamente se arrojan a la lucha contra las bestias con nuevas fuerzas.

 El capitán corre hacia una torre y le pide a un soldado su telescopio para 
observar en dirección del sonido.

 Los monstruos se desconciertan, jamás les habían dicho que pelearían contra un 
ejercito de Einjergars, sus filas comienzan a perder el orden, al mismo tiempo 
que sienten como las defensas de los elfos se endurecen. Los engendros de Hel 
pierden su dirección durante la pelea intentando ver de donde viene el ataque.

 El capitán elfo corre a través del castillo dando ordenes -¡Reúnan en la 
entrada a los hombres!....¡todos los que puedan! ¡¡¡AHORA!!!-

 Algunos minutos pasaron y no se veían señales de los nuevos enemigos, la 
balanza de la batalla se vuelve a inclinar a favor de las hordas de la oscuridad 
mientras el capitán aún con firmeza espera en la entrada frente a su gran grupo 
de hombres -¡Capitán, no podemos descuidar los muros, nuestros compañeros nos 
necesitan!-, el capitán solo lo mira con decisión -¡espera!- es lo único que 
dice.

 En eso se vuelven a sentir el tronar de las trompetas de Asgard, y de las 
llameantes ruinas de la ciudad a espaldas del ejército enemigo aparecen un gran 
número de soldados vestidos de relucientes mantos blancos, sus rostros decididos 
y con sus armas listas para la batalla se arrojan encima de los monstruos. Son 
los Dragones Rojos de Belenus que llegan. Los ejércitos enemigos sin saber 
siquiera cuantos son, reciben con sorpresa este golpe por su espalda, el 
desorden y el terror hacen presa de los trolls, entre los enemigos corre el 
grito que los dioses han mandado un gran ejército. Los elfos arremeten con 
lluvias de flechas sobre sus oponentes que ya no se ven tan decididos a escalar 
los muros. Las hordas de Hel intentan reagruparse para detener este nuevo 
ataque.

 El capitán de los elfos sonríe mientras da su nueva orden -¡ABRAN LAS PUERTAS!-

 Los soldados elfos muestran su sorpresa, las puertas se abren y ahora los 
monstruos que esperaban este momento se ven atacados desde el castillo por una 
gran fuerza de Elfos, y por detrás por un ejercito de Einjergars...



	Ranma corre junto con sus amigos, en medio del fuego y los gritos de la 
batalla comienza una desesperada lucha, el joven de Nerima empuñando su katana 
ataca a un grupo de esqueletos que se vienen contra ellos, sus amigos Rashell y 
Méril van con él.

-¡Aquí vamos de nuevo!- grito Rashell mmandando de regreso al infierno a un par 
de esas cargantes criaturas. A su lado caen otros dos traspasados por las 
flechas de Méril -¡pagarán por esto!- gritaba con una extraña decisión el 
pequeño einjergar.

 Ranma corre y se cruza por en medio de varios Trolls rápidamente mientras estos 
caen heridos por los cortes de la katana del joven mortal -¡¿Qué no se cansan de 
molestar?!...¡maldición ahora verán!- dice mientras corre hacia otros monstruos 
que no dejan de aparecer.


	Belenus sonríe durante la lucha contra tres trolls a la vez, con limpios 
movimientos de su espada estos caen ante él. Shaka a su lado arrasa con varios 
esqueletos -¡Capitán!- le grita Shaka a Belenus -¡ellos están desorientados!, 
¡pero aún así son demasiados nos aplastarán!-

 Belenus solo rió -¡ya veras Shaka!, ¡solo confía en mí e intenta que los 
hombres lleguen a las puertas del castillo!-

 Shaka mira con preocupación en dirección de las puertas, se ven muy lejanas aún 
y lo peor que están en medio de las tropas de monstruos -¡como usted ordene 
capitán!- dijo sin titubear, y comenzó a dar ordenes mientras continua 
deshaciéndose de los molestosos esqueletos que quieren desafiarlo.

 En un momento el escuadrón comienza a reagruparse, y se internan en medio del 
numeroso ejército enemigo atacando sin detenerse en dirección del castillo, pero 
las cosas se ponen difíciles, la masa de engendros no les permiten pasar y los 
detienen durante la lucha. Además que comienzan a rodearlos notándose su 
superior número.

 Ranma corre a ayudar al pequeño Méril que se encuentra rodeado de trolls, 
apenas había derribado con sus flechas a un par de ellos cuando el chico 
desenvaina su espada listo para una lucha cuerpo a cuerpo. Pero Ranma aparece 
junto a él deshaciéndose de algunos -Méril ¿sabes usar una espada?- preguntó 
Ranma ya jadeando por el cansancio de la prolongada lucha.

 El pequeño Méril se muestra ofendido, y sin previo aviso salta encima de uno de 
los troll derribándole con su corta espada. Ranma tuvo que seguirlo rápidamente 
para librarle de los demás que ya se arrojaban contra Méril. 

-¿Qué dices ahora Ranma?- Méril le mosttraba con orgullo su espada a Ranma, y 
este le sonreía -pues que tendré más cuidado contigo amigo jejeje- y Ranma le 
arroja su arco que había tirado al suelo.

 Rashell no las llevaba mejor, cada vez que vencía a alguno de esos monstruos 
aparecían más, acaba de traspasar el corazón de uno de los trolls con su lanza y 
miró en todas direcciones, solo se veían más y más monstruos. En eso tres 
muertos vivientes se vienen en su contra.

-¡¿MÁS?!, ustedes nunca aprenden ¿verdaad?- rió con orgullo listo para correr en 
su encuentro, pero al querer avanzar sus pies se quedan pegados al suelo.

-¡¿QUÉ?!- Rashell mira angustiado sus ppies y se da cuenta que dos muertos 
vivientes salieron de la nieve aprisionándolo -¡POR LOS NUEVE INFIERNOS!-

-¡SUELTENME MONTONES DE HUESOS!- Rashelll no se puede librar y ya le afirman 
fuertemente hasta la cintura y sus brazos, no pudiendo usar libremente su lanza, 
mientras ve que los otros que le querían atacar saltan sobre él con sus espadas 
listos para terminarle -¡GEEEZZZ!....¡esto no puede terminar así!- Rashell mira 
con impotencia a los tres esqueletos apunto de caer sobre él.

-¡LLUVIA DE LUZ!- el rostro de Rashell  se ilumino de alegría al ver como sus 
agresores se despedazaban en el aire por el poderoso ataque del pequeño 
einjergar. -¡Rashell maldición sal de ahí!- al escuchar a Ranma aprovecha el 
momento para golpear con sus codos a los esqueletos que le tenían aprisionado y 
salto con todas sus fuerzas elevándose en el aire.

 Ranma aprovecho el momento -¡HURACAN DEL TIGRE!- y la esfera de energía arraso 
con ellos mientras Rashell aún en el aire observa con satisfacción la explosión 
que los consume. 

-¡nos debes una!- dijo con una sonrisa  Méril mientras prepara otra flecha.

 Rashell se mostró ofendido -¡yo podía solo con ellos!-, Ranma solo lo mira 
incrédulo -¡Hey!, aquí el único imprescindible soy yo!- y los tres chicos ríen 
mientras corren para reagruparse con su tropa, en verdad las cosas estaban 
difíciles, parecía que nunca se iba a terminar.
  

	Belenus observa con preocupación, les habían cortado el avance hacia el 
castillo y las tropas enemigas comienzan a rodearlos por detrás también 
quitándoles la posibilidad de retirarse. En un momento de calma habiendo acabo 
con un troll da una vista general a sus hombres, todos estaban agotados, puede 
ser que sean fuertes pero la lucha en número desigual se hace sentir.

-Quizás no debí apresurar el ataque...-- piensa Belenus, mientras su mente repasa 
todas las posibilidades que tienen en ese momento. Belenus observa en ese 
instante a Ranma y los chicos luchando valientemente -pero no es suficiente...- 
pensó con desesperanza.

 En eso las fuerzas enemigas en frente de ellos comienzan a desordenarse, 
Belenus escucha el grito de batalla de los elfos -¡una entrada!- piensa el 
capitán sintiendo nuevamente latir su corazón.

-¡DRAGONES ROJOS AL FRENTE!- Belenus approvecha la oportunidad y se abalanza 
junto con sus hombres en contra de los confundidos enemigos, mientras que él 
capitán de los elfos lidera a los suyos ocasionando gran daño en las líneas 
enemigas.

 Ranma , Rashell y Méril avanzan con todo atacando con fiereza, al fin las 
líneas enemigas se rompen y los elfos se encuentran en el campo de batalla con 
los einjergars. Ranma mira sorprendido a los soldados elfos -¡vaya así que estos 
son los elfos!- sus flamantes trajes y sus finas facciones era lo que más le 
llamaba la atención, además de esa fuerza que muestran al luchar.

 El chico de Nerima no quiso quedarse atrás y lucho con más animo queriendo 
demostrar que el era tan bueno o mejor que ellos.

 Belenus sonríe en medio de la batalla, por que al fin las cosas se inclinan a 
su favor y además al ver la actitud de Ranma quien se encuentra muy cerca de él 
peleando con un muerto viviente -parece que aún conserva intacto su orgullo-

-¡Hey Ranma!- le grita Belenus ya a su  lado cubriendo su espalda de un enemigo 
el cual no había visto -¡ten más cuidado o no vivirás mucho!- Belenus rió ante 
la cara enojada de Ranma -además yo jamás te enseñe a usar tan mal la espada!, 
¡por favor no le digas a nadie que yo te enseñe!....me avergonzarías-

 Ranma no puede soportar el enojo por las burlescas palabras de Belenus, apunto 
de ser masacrados en medio de una guerra lo que menos espera es eso.

-¡¿A SI?!...- Ranma se detiene empuñanddo firmemente su katana con ambas manos, 
esperando tranquilamente a los esqueletos que vienen contra él, cierra sus ojos 
mientras levanta su espada por encima de su cabeza concentrándose.

 La katana comienza a brillar de manera intensa, Belenus nota con preocupación 
que son demasiados los enemigos que vienen contra el chico -...Ranma ¿qué 
planeas?...¡MUEVETE!- pensaba Belenus quien no podía ir a ayudarle ya que otro 
molestoso troll se interpuso en su camino, mientras se peleaba con él deteniendo 
la gigantesca maza del monstruo miraba de reojo a Ranma -¡muévete 
Ranma!...!MUEVETE!- pensaba con desesperación al ver al chico con los ojos 
cerrados y la katana frente suyo brillando de esa manera -¡aun no sabes 
usarla...no te arriesgues!-
 
 Rashell que ya estaba cerca mira con terror la escena -¡Méril haz algo!, 
¡dispara!-, -¡NO PUEDO!- gritaba el pequeño mientras desenfundaba su espada, su 
carcaj estaba vacío, ya no tenía flechas. -¡GEZZZZ!....¡dioses!- exclamó Rashell 
sin poder hacer nada. Ranma estaba demasiado lejos como para ir a ayudarlo, se 
encontraba muy internado en las líneas enemigas.

 Los monstruos rodeaban a Ranma, eran demasiados como para defenderse uno por 
uno, pero el chico aún no se movía. Cuando ya estaban casi sobre él Ranma sonrió 
abriendo sus ojos mientras que su aura se sentía flotar a su alrededor.

 el chico inesperadamente salta a una gran altura observando hacia el suelo a 
sus enemigos -jejeje...¡ahora veremos que tan malo soy con la espada!- Ranma 
levanta su katana con una mano en  el aire y su luz se intensifica.

-¡¡¡CAIDA CELESTIAL!!!- al grito de Rannma arrojo su katana hacia el suelo con 
tanta fuerza que esta parecía un rayo de brillante luz dorada. Los monstruos 
solo la vieron por un segundo clavarse en la nieve en medio de ellos y una gran 
explosión sacudió el lugar.

 Incluso los elfos miraron sorprendidos y los enemigos de alrededor se 
detuvieron al sentir el impacto que estremeció la tierra.

 Al disiparse el humo solo quedo un gran cráter en medio en donde antes había un 
gran número de enemigos, Ranma cae y recoge triunfalmente su katana corriendo 
nuevamente al lado de su capitán.

 Belenus lo miro tan sorprendido que se olvidó de su oponente, el troll quiso 
aprovecharse de la oportunidad pero cayó muerto con una katana atravesada en su 
cuello, Ranma corre y la desentierra.

-Bele...Capitán- dijo Ranma con una sonnrisa, la misma sonrisa de orgullo que lo 
caracteriza -debería cuidar sus espaldas o terminará muerto...y no le diga a 
nadie que es mi maestro o me avergonzaría- dijo en un tono burlón.

 Belenus se mostró molesto -¡y tu!... ¡será mejor que continúes luchando 
soldado!- dijo Belenus alejándose para seguir liderando la batalla ante la 
estúpida sonrisa de Ranma.

 el capitán Belenus sonrió para si -niño estúpido... y solo viste ese ataque una 
vez...- mientras luchaba con otro troll sonreía con orgullo -después de todo es 
un Saotome... es mi digno heredero- pensaba para sí el capitán de los Dragones 
Rojos. En la distancia se ve a Ranma celebrar junto a sus compañeros su ultima 
hazaña -Nada mal Ranma, creo que podrías estar a mi nivel jajaja- dice con una 
soberbia fingida Rashell, -me asustaste demasiado amigo Ranma- decía Méril 
mientras rápidamente recogía algunas flechas del suelo para seguir en la lucha


	En medio del campo de batalla el capitán de los Dragones Rojos y el 
capitán de los elfos de Alvheim se encuentran, ambos ejércitos se mezclan 
luchando en conjunto contra las bestias de Utgard y los demonios venidos de Hel.

 Al verse rodeados en un momento ambos apoyan espalda contra espalda 
preparándose para enfrentarlos -¡el gran Belenus supongo, capitán de los 
Dragones Rojos, es todo un honor conocerle!- mientras empuñaba con ambas manos 
su gigantesca espada. -¡Y usted debe ser el gran Víndalf, el famoso líder de los 
elfos de Alvheim, el placer es mío!- responde Belenus justo antes de que sus 
enemigos se arrojen contra ellos a la vez, al momento ambos guerreros se 
deshacen rápidamente de ellos.

-¡¿Cuál es el plan?!- le pregunta Vindaalf a Belenus ,-...¡creo que apoyar el 
suyo!- responde Belenus con gran tranquilidad, ambos se encuentran jadeando.

-entonces...¡supongo que ambos tenemos  el mismo plan!...jajaja- ríe Víndalf como 
si esta noticia no lo preocupara en lo más mínimo.


	En medio del campo de batalla Sergus se encuentra en dificultades, se ve 
rodeado de esqueletos que no dejan de intentar atravesarle con sus lanzas, el 
pobre de Sergus esta bastante angustiado esquivando los muchos golpes.

-¡SERGUS AL SUELO!- a la voz de un joveen Sergus se tira al suelo.

-¡HURACÁN MORTAL!- se escucha un grito  y un tremendo remolino de viento envuelve 
a los muertos vivientes destrozando sus huesos en el aire rozando la cabeza de 
Sergus, este mira de reojo y ve a Rashell girando su lanza delante de él a una 
increíble velocidad formando ese remolino.

  Sergus se levanta muy agradecido con el joven Rashell, este junto con Ranma y 
Méril llegan su lado -¿Esta bien señor Sergus?- pregunta Méril.

-¡SI!...muchas gracias chicos- dice Serrgus con alegría. No alcanzan a festejar 
cuando ven que un gran número de trolls se vienen furiosos hacia ellos.

 Los chicos suspiran cansados -¡Maldición cuando va a parar esto!- Ranma se 
prepara empuñando su fabulosa katana dragón.

-¡Estoy cansado Rashell!- Méril comienzza a notarse desanimado, -no te preocupes 
Méril, dentro de poco veras que descansaremos en sábanas de seda atendidos por 
hermosas doncellas...- hablaba Rashell mirando fijamente el gran grupo que se 
acerca.

 Sergus busca algo bajo su capa -¡oh dioses!, y yo que pensaba guardarlo para la 
celebración...pero que remedio- todos se le quedan mirando con cara de 
curiosidad.

 En eso Sergus saca de debajo de su capa una botella de licor, la destapa con 
los dientes y luego de no se quién sabe donde saca una mecha que la inserta en 
la botella -¡ahora verán!- dice mientras con su mano libre ahora saca unos 
cerillos y enciende la mecha lanzándola encima de los trolls.

-¡¡¡CUBRANSE!!!- grita Sergus y los chiicos se arrojan en la nieve, una tremenda 
explosión se siente y al levantar la vista los trolls corren de un lado a otro 
envueltos en llamas, ante la mirada sorprendida de los chicos Sergus suspira con 
tristeza -...cosecha del seiscientos...¡que desperdicio!- 

 Ranma lo mira incrédulo -¡No me digas que tu te tomas eso!-


	Las tropas de elfos y einjergars reunidas al fin se agrupan en la entrada 
del castillo, aún con el apoyo de los arqueros desde los muros las cosas no van 
bien, por más que se esfuercen la diferencia numérica es abrumadora. Poco a poco 
las fuerzas élficas y sus aliados son obligados a retroceder hacia el castillo.

-¡Fue una buena pelea!- le dice Víndalff a Belenus defendiéndose de uno de los 
monstruos, Belenus lo mira entendiendo lo que quiere decir -¡Me alegra que mi 
último momento sea luchando a tu lado Víndalf!, prométeme que algún día 
tomaremos un trago de sake juntos- le responde Belenus en el mismo tono mientras 
se deshace de dos trolls. -¡¿SAKE?!...¿qué es eso?- pregunta Víndalf ante la 
mirada cómica de Belenus.

 Méril continua disparando las pocas flechas que le quedan, frente a él Ranma, 
Rashell y Sergus luchan salvajemente para mantener a raya a las bestias, no solo 
se ven cansados, también han recibido varias heridas durante la batalla.

-¡¿Vamos a morir verdad?!- gritaba Mériil desde atrás, -¡GEEEZZZZ!...de que 
hablas, si ya estas muerto, además nada nos ocurrirá somos los dragones rojos 
¿recuerdas?- le responde Rashell mientras se defiende de unos monstruos, aunque 
el tono de su voz decía lo contrario, -¡Demonios Méril deja de hablar idioteces 
y concéntrate en la pelea!- le grita Ranma con una sonrisa para que se 
tranquilice, pero también se ve en su mirada la verdad. -Ya veo...- suspira el 
pequeño Méril, aunque los einjergars están muertos, si pueden volver a morir 
pues su estado de einjergars es como una segunda oportunidad dada por los dioses 
y de volver a morir, sus almas irían definitivamente al lugar donde van todos 
los humanos. -¡los extrañare amigos!...- dijo Méril en un tono sombrío mientras 
continua disparando sus últimas flechas.

 Ranma que escucho la despedida del pequeño Méril se sintió impotente, en verdad 
quería proteger a su amigo pero ya era imposible -¡MALDICIÓN, MALDICIÓN, 
MALDICIÓN!- pensaba Ranma mientras derriba a un troll -esto no puede estar 
pasando...¡esto no puede ser el fin!, ¡NO ASÍ!-, Ranma se sentía desesperado, 
las enormes fuerzas enemigas se veían como verdaderas mareas de oscuridad en 
frente de ellos mientras cada vez retroceden más contra el castillo.

-¡No puedo morir ahora!... Akane...bobaa, sin tan solo no fueras tan violenta 
quizás yo...- Ranma derriba a otro oponente mientras su mente no para de pensar 
a gran velocidad todos los momentos vividos en su vida, todos eran tristes, 
problemas, peleas, pesares, y ahora esto -siempre lo mismo...quizás sea mejor 
así, no hay nada bueno en mi vida como para seguir con esto...- el corazón de 
Ranma se siente desecho, pareciera que su cuerpo peleara en forma automática 
mientras su mente continúa recorriendo su vida -¡todo esta mal!...¡todo!, 
incluso mi propio padre me vendió sin siquiera preocuparse de lo que me 
pasaría...-

 Ranma atraviesa con su katana a un troll -...gracias papá...- la desentierra 
con furia y se prepara para el siguiente -al fin tus egoístas ideas acabarán con 
mi vida...- Ranma da rápidos sablazos cortándole los brazos a un esqueleto para 
finalizarlo con una rápida patada en su armadura que lo envió sobre otros 
enemigos -por lo menos ya no tendrás a tu hijo para que sigas aprovechándote de 
él-, Ranma recordó a su madre, y lo importante que él era para ella -...lo 
siento mamá...¡lo intente!...si hubiese sido más valiente....podría haber estado 
más tiempo contigo en ves de esconderme de ti...-

 Un troll salta encima del chico y este como desquitando toda su furia con él 
toma la katana con una mano, -¡TÉCNICA DE LAS CASTAÑAS CALIENTES!- y Ranma usa 
su espada a gran velocidad traspasando cientos de veces al monstruo mientras 
grita con furia, para luego dejarlo caer a sus pies.

-¡Nada bueno me ha pasado!- Ranma contiinua su desesperada lucha -¡Solo causo 
dolor a los que me rodean...solo les causo problemas a los demás!- Ranma 
recuerda su vida desde que llegó a Nerima -solo le cause problemas, solo la hice 
llorar...- Ranma siente como si su corazón se partiera al pensar por primera vez 
en su vida y en todo el daño que le había causado a Akane -...si las cosas 
hubiesen sido distintas...- Ranma parte en dos el pecho de otro horrible troll y 
su negra y viscosa sangre mancha al chico de Nerima -...Akane...- sus 
pensamientos se van al día en que la conoció...

"Yo soy Akane"
"¿quieres que seamos amigas?"
"¡¿qué tal si practicamos un poco?!"

-¡ni siquiera sabía que era un hombre¡-- sonríe mientras evita el ataque de un 
muerto viviente. Ranma recuerda la primera vez que la vio sonreír -...Akane, 
marimacho violenta y nada bonita... ¡soy un tonto!- Ranma gira y dando un rápido 
corte horizontal que decapita al demonio -¡si es bonita!...especialmente cuando 
sonríe- Ranma empuña su katana viendo como más bestias vienen por él -no...no 
eres bonita...¡eres hermosa!...- salta hacia atrás -¡MALDICIÓN!- grita el chico 
mientras se prepara para su siguiente movimiento -¡¿por qué nunca se lo dije?!-

-¡Adiós Akane!...¡deseo que seas feliz!!- 



	Desde un tejado de uno de los altos edificios de Alvheim, uno de los pocos 
que no estaban en llamas una silueta observa la batalla desde la oscuridad, su 
capa flamea al helado viento de Nilfheim.

 Un pequeño demonio se le acerca por detrás, era de color verdoso con una 
malévola cara, tenía pequeñas alas y una túnica color negra, portaba un bastón 
en una de sus pequeñas y horribles manos con garras. Su sonrisa mostraba sus 
colmillos.

-Amo Avari...¡el ataque es un éxito y ddentro de poco toda Alvheim caerá ante 
usted!- dijo la pequeña criatura en un cargante tono de voz.

 Después de unos segundos el joven Avari, ahora vestido de ropas negras y una 
capa del mismo color observa aún la batalla sin siquiera notar la presencia de 
la pequeña criatura 

-¿Amo Avari?- el pequeño ser tose para  afinar su voz y hablando un poco más 
fuerte repite -Amo Avari el ataque fue un éxit...-

-Ya te escuche...- la fría voz del joveen hizo estremecer al pequeño demonio.

 el pequeño engendro sonríe -supongo que estará contento mi amo con...-

-¡Ordena que se retiren!- fue la seca oorden de Avari.

 El pequeño demonio no puede creer lo que escucha -...¡pero amo!...¡ya los 
tiene!-

-Ordena que se retiren...- repitió Avarri aún de brazos cruzados observando la 
batalla -yo no ordené el ataque-

-¡Pero amo!, el rey troll Xoegrill penssó que era mejor atacar ahora y 
adem...¡¿AGH?!- el demonio se vio en un momento suspendido en el aire, Avari lo 
levanto con una de sus manos apretando firmemente el cuello de la criatura.

-Ordena que se retiren- dijo ahora en uun tono aún más calmado y un poco más 
lento. -...sgi...sgi...sgi mig agmo Agagi...gomo ugted ogdegne...- apenas podía 
responder el pequeño demonio mientras sentía la fuerte presión en su cuello que 
apenas lo dejaba respirar.

 Avari lo mira fríamente -y la próxima vez que me des una sugerencia Shizu...- 
dijo mientras apretaba más fuerte haciendo que al ser ya casi se le salieran los 
ojos por la presión -te asesinaré- soltó al pequeño demonio y se fue caminando 
lentamente en dirección contraria a la lucha.

 Shizu se levanta tosiendo y frotándose su adolorido cuello -amo Avari... creo 
que uno de estos días me matará en serio...- decía con gran temor el pequeño 
demonio, luego se levanta y mirando en dirección de la batalla levanta su 
bastón, un intenso brillo se desprende de este. A una orden de Shizu una pequeña 
esfera de energía roja sale disparada hacia el cielo explotando en una gran 
señal luminosa.


	La señal de Shizu ilumina en un instante la oscura noche de Alvheim, todos 
en la batalla quedan asombrados sin entender que ocurre, inmediatamente 
comienzan los gritos entre las fuerzas enemigas y para sorpresa de nuestros 
héroes los monstruos se retiran rápidamente.

 Nadie podía entender que estaba ocurriendo, Ranma termina con un troll que 
intentaba atacarlo y se queda viendo como las bestias retroceden sin pelear.

-¡¿QUÉ DEMONIOS ESTA OCURRIENDO?!- Ranmma agotado y jadeando miraba sorprendido 
la escena, a su lado Rashell ya libre de los molestosos muertos vivientes se 
para al lado de Ranma viendo como corren las huestes de la oscuridad perdiéndose 
entre los restos de la ciudad en el horizonte, aún perseguidos por algunas 
flechas de los diestros arqueros elfos.

-¡GEZZZ!, ¡Que alguien me golpee para ssaber si estoy soñando!- Dijo Rashell, 
Ranma sin dejar de mirar hacia el frente aún sorprendido le da un tremendo golpe 
en el estomago a su amigo con su antebrazo sin pensarlo dos veces, el pobre de 
Rashell se acurruca en el suelo con lagrimas en los ojos y casi sin aire -¡pero 
no exageres...!

 Méril también muy sorprendido, casi en shock mira su arco son su última flecha 
en él -...chicos...- dice el pequeño einjergar casi en un susurro para levantar 
gradualmente la voz, el silencio en las fuerzas aliadas era increíble -...¡¿eso 
quiere decir que nos salvamos?!...- Méril sonríe con lagrimas en sus ojos que 
casi no podía contener -¡¿ESTAMOS VIVOS?!-

 Ranma y Rashell aún quejándose del golpe que recibió se giran y le responden 
con una gran sonrisa al pequeño, también se veían emocionados. Rashell levanta 
su lanza al aire gritando eufórico de alegría, los Dragones Rojos se le unen 
junto con los elfos de Alvheim.


 Desde el interior del castillo también se escuchan las celebraciones de los 
civiles quienes ya están enterados de la retirada del enemigo, desde una de las 
ventanas más altas de castillo una hermosa mujer elfo observa con lágrimas en 
sus ojos agradecida de sobrevivir un día más, una pequeña niña se le abraza a su 
falda -...mamá...¡¿ganamos?!-, la mujer se agacha y abraza emocionada a la 
pequeña -...si mi amor...ganamos...-


 Sergus no dejaba de celebrar con otra botella de quién sabe donde saco, Belenus 
se acerca a Víndalf con una gran sonrisa en sus labios -¡Volverán!, ¿verdad?-, 
el capitán de los elfos con una sonrisa similar le responde -¡Eso es seguro, 
pero por lo menos no será hoy!- luego se queda mirando fijamente en forma muy 
seria a Belenus -Belenus, aún tu y yo tenemos algo pendiente...¿qué es el 
"SAKE"?-. Belenus no aguanta la risa, también se le une Shaka que estaba cerca y 
había escuchado toda la conversación.


 Ranma se veía confundido en medio de las celebraciones a las puertas del 
castillo, Méril se le acerca confundido -Ranma... ¿que sucede?-, Ranma sin mirar 
al chico cambio su cara de confusión por una de completo enojo -¡MALDICIÓN!... 
¡¿y acaso todas esas estupideces que pensé fueron para nada?!...- Méril lo mira 
más que preocupado y luego estalla en sonoras carcajadas, Ranma habiéndose dado 
cuenta de lo que dijo y al ver la cara de Méril no aguanto la risa uniéndosele, 
después de tanto tiempo al fin podía soltar todas sus tensiones. Finalmente el 
chico de Nerima, Ranma Saotome, levanta su katana victorioso en el aire 
uniéndose a los demás gritando como loco de alegría... la alegría de estar vivo. 

-¡estoy vivo!...¡estoy vivo!...¡¡¡estoyy vivo Akane!!!- pensaba Ranma en medio de 
las celebraciones. 

 Y los gritos de victoria se oyeron resonar en todo el valle de Alvheim, las 
montañas de Jotumheim y hasta los confines de Nilfheim, quienes eran testigos de 
la alegría de un grupo de elfos y einjergars que no agradecían nada más que el 
milagro de seguir "vivos".

CRÓNICAS DE ASGARD


FIN DE LA PARTE PRIMERA
 

Gilgamech: ¿Les gustó la batalla?, espero que sí, pero no se pongan así este no 
es el final del capítulo es solo el comienzo. Así que vayan por algo para comer 
y continúen disfrutando del "primer capítulo especial" de Crónicas.

	Después de la batalla los cansados soldados se organizaron rápidamente, 
reconstruían las defensas y retomaban posiciones por turnos para dar algún 
descanso a sus cansados cuerpos. Los dragones rojos al mando de Belenus se 
pusieron a disposición de las fuerzas de Alvheim, y la primera orden que 
recibieron fue de que no debían tomar ningún puesto de guardia por el momento.

 A pesar de las quejas de Belenus el capitán de los elfos, Víndalf, no cedió, el 
se había enterado que él valeroso escuadrón ya llevaba dos batallas en lo que 
iba el día, y ordenó que por lo pronto descansaran y se presentaran en el 
palacio donde serían atendidos de sus heridas además de recibir alguna porción 
de merecidos alimentos.

 Belenus dispuso entonces que sus hombres durmieran en el patio central del 
castillo, que estaba convertido en un verdadero campamento militar y por turnos 
fueran a los salones a ser servidos. Después Víndalf le notifica a Belenus que 
debe presentarse al fin ante la reina, la suprema autoridad de Alvheim. Belenus 
dijo que iría inmediatamente después de resolver algunos asuntos mientras se 
dirigía al provisorio campamento de los Dragones rojos pasando en medio de 
cientos de soldados elfos que corren de un lado a otro organizando las defensas.

 Belenus observa el cielo ya despejado de Nilfheim, las oscuras nubes se 
disiparon junto con la pesadilla que acaban de vivir para dar paso a las 
hermosas y brillantes estrellas que le traen a los soldados gratos recuerdos de 
su vida anterior.
 

**** CRÓNICAS DE ASGARD ****



PARTE 2: "MAMÁ, NO ME DEJES"

	-¡Shaka!- llama Belenus ya en el campamento -¿comiste algo?-, Shaka solo 
asiente con la cabeza mientras vuelve su mirada hacia el gran grupo de soldados, 
algunos dormían mientras otros conversan con tranquilidad.

-Y usted capitán?- pregunta Shaka con ssu acostumbrada tranquilidad.

-no...pero no te preocupes, lo haré de  regreso de ver a la reina- Belenus mira 
detenidamente el campamento, Shaka lo nota -él y sus amigos fueron a servirse 
algo al palacio capitán-

 Belenus lo miró divertido, parece que había adivinado sus pensamientos -bien... 
descansa un poco Shaka, temo decirte que podrían volver antes de lo que se 
piensa- Shaka Ishkoo solo vuelve a asentir con su cabeza para luego caminar 
hacia una de las provisorias tiendas. Belenus se gira y vuelve en dirección del 
palacio.


	Ranma camina por los hermosos pasillos del palacio de los elfos con las 
manos detrás de la cabeza mirando hacia todas direcciones.

-¡Impresionante!- decía el joven Méril  mientras corría de un lado a otro de 
Ranma observando las hermosas pinturas.

 Rashell solo avanza de brazos cruzados -¡Mejores cosas hay en Asgard!-

-¡¿SI?!- pregunta Ranma con su cara de  inocente.

 Méril se adelanta para ver a través de la gran puerta -¡chicos...vean esto!-


	El gran salón se abre ante ellos, los lujosos detalles de este contrastan 
con la gran cantidad de elfos que se encuentran en él, pareciera que todo un 
pueblo estuviese ahí, también se veía a gente en los pasillos y en las distintas 
habitaciones con mantas acostados en el suelo, en el gran salón se junta todo el 
movimiento, se ven guardias poniendo el orden y hermosas doncellas que corren de 
un lado a otro atendiendo a la gente con dedicación. También se puede ver en 
medio grandes mesones en donde se prepara una gran cantidad de comida y se 
reparte a la gente.

 Ranma camina lentamente observando a la gente de los elfos, ancianos, mujeres y 
niños se encuentran en ese lugar, sus facciones finas y cabellos en su mayoría 
largos tanto dorados como negros y brillantes. El joven de Nerima nota como las 
miradas están sobre él, y que no solo lo hacen con curiosidad.

 Aún un anciano de estatura noble y sabiduría en su rostro le mira con respeto 
como si fuese alguien importante, esto hace que él chico se sonroje incómodo.

 Por su parte Rashell no se cansa de mirar a las doncellas que sirven -...¡son 
tan bonitas!...-, Méril lo mira con curiosidad -¿qué miras Rashell?-, -ya lo 
entenderás amigo...¡cuando seas mayor!, jejeje...- respondía Rashell mientras se 
alejaba de Méril para intentar buscar conversación con alguna de esas doncellas.


	Ranma siente el aroma de la comida y su estomago suena recordándole que no 
ha comido nada hace demasiadas horas -¿qué horas serán?- se preguntaba para si 
Ranma -¡de seguro ya es pasada la medianoche!- se quejó.

 Avanza en dirección de los mesones y nota una pequeña fila, Ranma se pone tras 
ella ante la sorpresa de los elfos, Ranma no entiende por que lo miran tan 
extrañados. En eso pasa por su lado un gigantesco tipo que por poco lo pasa a 
llevar, cuando Ranma se iba a quejar se calla al darse cuanta de quien era.

-...¡Garum!, ¡ese imbécil de nuevo!- diice Ranma, mientras ve que el gigantesco 
soldado con su hacha colgando en su espalda se adelanta por el lado de la fila.

 Al llegar al frente ve que se le va a servir una porción de sopa a una anciana, 
Garum le quita el cuenco de muy mala manera a la señora para luego ponerse 
delante de ella en la fila -¡córrase anciana!, ¿que no ve que soy un einjergar?-

 Garum le sonríe a la doncella que le sirve -¡vamos preciosa sírveme!, por si no 
lo sabías soy un héroe...-

 La doncella esta molesta -disculpe pero la señora estaba primero y...-

-¡DEJA DE DECIR ESTUPIDECES!, ¡ustedes  están vivos gracias a nosotros!, ¡como te 
atreves a ser tan insolente niña con un mensajero de los dioses!- Garum mira de 
una manera bastante amenazadora a la pobre chica, esta con impotencia no hace 
más que servirle un plato de sopa, la anciana humildemente se sienta a un lado 
sobre una manta en el suelo.

-¡Discúlpate con la señorita y toma tu  lugar en la fila!- Garum se gira furioso 
dispuesto a golpear al insolente que le llamo la atención, cuando se detiene 
bruscamente al sentir algo frío en su cuello.

 Todos los elfos alrededor miran sorprendidos la escena, Garum con su plato en 
una mano mira con ira y sorpresa como Ranma esta frente a él con su katana 
desenvainada y puesta en su cuello -discúlpate con la señorita...insisto- dice 
el joven Ranma.

 Garum hizo un gesto de atacarlo pero Ranma solo presiona un poco más su katana 
deteniéndolo, un pequeño hilo de sangre se deja ver en el cuello del gigante. El 
silencio era terrible.

-¡¿Y la disculpa?!- Ranma estaba serio,, -...yo...lo siento...- dijo el gigante 
casi en un susurro.

 Ranma con su mano libre retira el plato de la manos de Garum ante la sorpresa 
de todos, luego se gira en dirección de la anciana.

 Garum en un instante desenfunda su gigantesca hacha a espaldas de Ranma, la 
doncella solo alcanza a dar un grito que llama la atención de los presentes.

 Se siente un golpe y el hacha de Garum cae girando varios metros hacia atrás 
mientras que Ranma aún con el plato de sopa intacto en sus manos sostiene su 
katana casi tocando a Garum en medio de sus ojos.

-¡Maldición escúchame bien!- hablaba Raanma con una fría y aburrida mirada en su 
rostro -¡estoy bastante cansado, con hambre y algo de frío!, ¡estoy cansado de 
tener que pelear con bestias tan horribles como para tener que cortarle la 
cabeza a una más ahora!- lo dijo en un tono en el que todos los presentes 
comenzaron a asustarse -¡así que te largas ahora mismo o...! ¡DEMONIOS JURO QUE 
TE MATO!- Garum solo retrocedió lentamente, luego giró y apuro su marcha tomando 
su hacha en el camino para dirigirse a las puertas de entrada murmurando toda 
clase de maldiciones contra el chico.

 Ranma envaina su katana y luego se dirige a la anciana que observaba 
tranquilamente desde el suelo -...señora disculpe...- decía Ranma mientras le 
pasaba en sus manos el plato de sopa caliente -...mi amigo no quiso molestarle-

 La anciana solo le sonríe -gracias joven einjergar, ¿quieres acompañar un 
momento a una solitaria anciana como yo?-

 Ranma un poco avergonzado se rasca la cabeza -disculpe es que tengo que tomar 
mi lugar en la fila...- no alcanza a terminar cuando su estomago suena 
fuertemente haciendo que él se sonroje ante las suaves risas de los presentes.

-Señor einjergar...- Ranma se gira y laa hermosa doncella estaba frente a él con 
un caliente plato de sopa -no es mucho pero...-

 Ranma recibe el plato y da la gracias, para después comer como si no hubiese 
probado bocado en días -¡ESTO ESTA DELICIOSO!- exclama el chico ante las 
divertidas miradas de los presentes -¡en verdad que esta delicioso!- dice Ranma 
con una sonrisa a la joven doncella, esta no puede dejar de sonrojarse por el 
cumplido.

 Méril llega a su lado -¿Ranma por que no nos esperaste?- pregunta el pequeño 
einjergar, pero la doncella ya estaba pasándole un plato antes que pudiese darse 
cuenta. Rashell tampoco tardo en agregarse al grupo, no tuvo mucha suerte con 
sus conquistas.

 Así terminaron los tres chicos hablando amenamente acompañados por la anciana 
que les contaba grandes historias de la vida en Alvheim.


	Garum se dirige rápidamente a las puertas del gran salón -mocoso...¡estas 
muerto!- murmuraba lleno de ira.

-¡¿Por qué tan molesto?!- Garum se detuuvo furioso, hasta que noto que quien le 
hablaba era el mismísimo Belenus, apoyado de brazos cruzados en la entrada.

-supongo que ya comiste- le decía Belennus a un pálido Garum que ni siquiera se 
atrevía a contestar, si el capitán había visto la escena ocurrida...estaba 
muerto -ca...ca...capitán...yo- el valor del gigante desapareció por completo.

 Belenus sonrió -acabo de llegar...- esto tranquilizó a Garum -...y me 
preguntaba si podías tomar la guardia del campamento, por lo que queda de la 
noche- terminó diciendo el capitán. Garum iba a decir algo pero se callo al 
notar la directa mirada de su capitán, no era una propuesta, si no una orden.

-Además no habrá ningún problema, pues  como supongo debiste haber comido muy 
bien...especialmente en compañía de alguna amable anciana que te cedió su puesto 
en la fila...¿o me equivoco?- Belenus riendo entro al salón dejando a un pálido 
Garum a la entrada.


	Ranma que ya había terminado su comida se encontraba cómodamente sentado 
escuchando las historias de la anciana, Ranma había escuchado cosas asombrosas 
sobre dragones y guerreros elfos de antaño, espadas encantadas, maldiciones y 
princesas. Por un momento el chico se sintió como si fuese un niño de nuevo 
escuchando cuentos que lo hacen soñar y lo mejor de todo es que esas historias 
son verdad, teniendo conciencia de si mismo vestido con esa capa y armaduras 
junto con su espléndida katana se sentía orgulloso de ser un guerrero y de estar 
ahí como uno de los héroes que defienden la ciudad del mal, por un momento se 
sintió importante y respetado como nunca en su vida. Hasta pensaba que podría 
algún día llegar a ser un héroe de las historias como las que escuchaba, ya no 
tenía miedo por lo que acaba de ver en este terrible día, hasta soñaba con poder 
ver dragones y cosas maravillosas como las que ahora escucha.

-¡Que tenemos aquí!- dijo Belenus paraddo en frente de los chicos, Méril y 
Rashell se pararon inmediatamente -¡Perdone capitán!, iremos al campamento de 
inmediato- dijeron los dos a la vez.

 Ranma estaba aún sentado en el suelo semidormido -...¿capitán?- en eso 
reacciona y se para con sus compañeros -...este...jejeje....capitán nosotros...-

 Pero Belenus los hizo callar con un movimiento de su mano -¡chicos no se 
preocupen, no hay mucho que hacer a fuera y es una noble misión de un caballero 
acompañar a esta anciana- dijo esto mientras la anciana le hace una leve 
reverencia.

-¡Quédense un momento más!- dijo Belenuus -excepto tu Ranma- terminó diciendo 
antes que Ranma se acomodara de nuevo -¡necesito que me acompañes a un lugar!-

 Ranma hizo un gesto de enojo ante las burlescas miradas de sus compañeros que 
se acomodan nuevamente, pero al mirar a la anciana esta le sonríe de tal manera 
que Ranma le hace una pequeña reverencia de saludo antes de seguir al capitán 
hacia el segundo nivel del castillo por las monumentales escalinatas al centro 
del salón -¡Que señora más amable!- piensa el chico antes de que sus 
pensamientos se concentraran en el camino.


Belenus camina al frente como si conociera perfectamente el camino, Ranma lo 
sigue mirando asombrado todo a su alrededor, los lujosos detalles del palacio 
que contrastan con el gran movimiento de gente a su alrededor, pronto se da 
cuenta que ya no hay tantos civiles, si no por el contrario se encuentran con 
guardias de doradas armaduras que los miran con cierto recelo.

 Finalmente llegan a una gran puerta con dos imponentes guardias en la entrada, 
pero para sorpresa de Ranma estos abren las puertas rápidamente y le hacen una 
reverencia de respeto a Belenus, pero cuando Ranma lo sigue estos cruzan sus 
lanzas por en frente del chico.

-¡HEY!- se queja Ranma ante la acción dde los guardias.

-¡Disculpa! pero solo nos avisaron de lla llegada del capitán Belenus- dijo uno 
de los guardias. -El viene conmigo- dijo tranquilamente Belenus y los guardias 
se miran con duda -además este chico es uno de mis mejores hombres...no conviene 
que lo molesten...- al terminar de decir esto Belenus los guardias dejan pasar a 
Ranma y le ofrecen una disculpa, ya dentro Belenus no puede aguantar una leve 
sonrisa -estos tipos respetan a los einjergars como si fuésemos los mismos 
dioses...¡que estupidez!-

 Ranma sin decir nada piensa en las palabras de Belenus -por eso es que me 
miraban así en el salón...- pensó.

 Se encontraban caminando por un pasillo levemente iluminado, cuando este 
termina Ranma queda sorprendido al ver un hermoso cuarto adornado con telas de 
distintos colores, y una fuente, algunos muebles y un par de puertas de hermosa 
madera con grabados en ellas. En medio del cuarto sentada se encuentra una 
hermosa mujer que según Ranma no tendría más de veintiséis años aproximadamente 
sirviéndose una tasa de té tranquilamente.

 Su sola presencia producía una paz en ese lugar, el chico sentía olvidarse de 
todo lo ocurrido recientemente, se sentía como si estuviera en casa.

-¡Mi reina!- dijo Belenus haciendo una  reverencia, Ranma no tardó en imitarlo 
inclinándose con todo el respeto posible, en verdad que esa mujer lo hacía 
sentirse extraño.

 La reina se levanta rápidamente de su asiento -¡por favor señor Belenus!, no 
sea tan cortés que me hace sentir que no le conociera...-, la voz de la reina es 
suave y melodiosa -además eres el amigo de mi familia desde hace muchos siglos 
...si vuelves a tratarme con tanto respeto me sentiré ofendida...-

 Belenus sonríe -en todo caso es verdad que usted no me conoce, pues la última 
vez que nos vimos su majestad era solo un bebé, y no creo que usted me recuerde 
de ese entonces-

 Ranma que escucha silenciosamente intenta asimilar todo eso -¡¿solo un bebé?!- 
recién el chico se percata de que Belenus en verdad ha estado muchos siglos en 
Asgard -...ahora que recuerdo Belenus me dijo que murió hace...¡ocho siglos 
demonios!- Ranma miró a Belenus con un nuevo respeto hacia él.

-¿Y quien es su acompañante?- pregunto  la reina observando a Ranma fijamente con 
una cálida sonrisa ante la cuál Ranma no pudo dejar de sonrojarse.

-Ran...Ranma Saotome...repre... ¡un Draagón Rojo!- dijo Ranma, por poco y le dice 
su conocido discurso de representante de lucha libre...pero prefirió presentarse 
como einjergar.

 Belenus toma la palabra -lamento que mi visita no sea en un mejor momento su 
majestad...- el capitán de los einjergar se ve triste -y lamento la muerte de su 
esposo...en verdad el fue un gran amigo para mi-

-Lo sé señor Belenus...mi esposo siemprre me contó grandes cosas de usted, y de 
las miles de aventuras que vivieron juntos...- dice la reina con una triste 
sonrisa.

 Después de esto Belenus discute con la reina la situación del país, por lo que 
Ranma escucha ya ha sido casi un mes desde que comenzaron los ataques, y poco a 
poco han ido perdiendo terreno. El peor golpe fue la muerte de su rey y esposo 
al mismo tiempo que perdieron su amada ciudad, por lo visto las fuerzas enemigas 
son notoriamente superiores.

-¡Hemos perdido todo!, muchas vidas de  nuestros soldados...la ciudad y nuestro 
rey...- dijo la reina sin poder esconder su dolor -desde que él no esta no he 
sido una buena líder... soy demasiado joven para ser la reina...-

-¡YA BASTA!- el grito de Belenus hace qque la reina y Ranma salten -Azarel, tu 
has sido una de las mejores reinas que he conocido...temía que cuando llegara ya 
no encontrara nada pero gracias a ti me equivoqué...y los soldados aún se 
mantienen en sus puestos solo por luchar por ti... eso me dice todo lo 
contrario...- termino diciendo Belenus con una amplia sonrisa -ellos confían en 
ti, y creo que tendrán sus razones para hacerlo-

 La reina suspira y luego levanta su rostro sonriendo -creo que tiene razón...no 
me rendiré ahora, mi pueblo me necesita- dijo levantándose en forma decidida.

 La reina ahora se dirige a Belenus -pero necesito tu ayuda, y quiero tu 
sinceridad...¿crees que podamos detenerlos más tiempo-, Belenus solo la miró 
seriamente -ellos son superiores...e incluso ya nos tenían en la última batalla, 
aún no se por que se retiraron pero si vuelven...¡no los detendremos!-

 La reina se sienta con decepción en su rostro, Ranma ya no aguanta más la 
situación al ver a la hermosa dama tan angustiada, un sentimiento de ira aflora 
en su interior -¡Demonios Belenus como que no los detendremos!, ¡esto no puede 
ser así, tiene que haber algo que podamos hacer!...¡yo no pienso quedarme de 
brazos cruzados esperando que me maten!- Belenus mira a Ranma con enojo -Ranma 
recuerda tus modales...-

-¡Al diablo con mis modales!- Ranma conntinua fuera de sí, la reina lo mira 
sorprendida.

 Ranma continua -¡Yo soy Ranma Saotome, representante de la escuela de combate 
libre y jamás he perdido un encuentro!....¡no me importa lo que esos demonios 
sean capaces de hacer pero no pienso dejar que la gente inocente muera!- Ranma 
recuerda la dulce sonrisa de la anciana, y la doncella que le sirvió ese 
reconfortante plato de sopa...y el anciano que lo miraba con respeto -¡toda esa 
gente allá fuera confía en nosotros Belenus... quiero decir capitán y no pienso 
dejar que mueran!-

 Belenus lo mira molesto -muy bien...y dime ¿que harás para salvarlos a todos?-

-Pues yo...- Ranma se calmo ante esa prregunta -yo...-

-¿No lo sabes?- ante la mirada de Belennus, Ranma solo inclino su cabeza 
derrotado -tus impulsos infantiles no salvarán a nadie, por el contrario una
actitud así solo puede causar la muerte de más inocentes...¡¿entendiste?!-

-comprendo que quieras ayudar Ranma, toodos queremos- ahora las palabras de 
Belenus eran más suaves y comprensivas -pero debes entender que si actúas 
dominado por tus impulsos solo causaras más desastres...o dime ¿acaso no tienes 
experiencia en esto?-

 Ranma al escuchar estas palabras su mente se lleno de recuerdos de su vida, un 
verdadero ejemplo de vivir siguiendo sus impulsos -todas esas cosas que le dije 
a Akane sin querer...todas las veces que caí en las trampas de shampoo, todas 
las veces que me escondí de mi madre haciendo caso de las estupideces de 
papá...actuar por mis impulsos...sin pensar- la mente de Ranma se iluminó un 
momento, era tan simple, nunca controlaba lo que hacía, nunca pensaba antes de 
hablar.

 Belenus al notar a Ranma pensativo y triste, y al ver a una joven reina no 
mejor solo sonrió -¡Ranma!...- levantó la voz seriamente haciendo que el chico 
saliera de sus pensamientos y que la reina también tomara atención.

-Escucha bien...tu quieres salvar a la  gente ¿no?- Ranma asiente ante las 
palabras de Belenus, se encontraba demasiado avergonzado como para hablar en ese 
momento -¿pero dime que es lo que harías según tus impulsos?-.

 Ranma iba a hablar pero se callo en el momento -...debo pensar antes de 
hablar...- pensó el chico -pues yo...pelearía a muerte por defenderlos- dijo sin 
titubear, pero ahora calmadamente.

-¡Bien!- dijo Belenus -o sea que defendderás el castillo hasta la muerte...¿y 
cual es el resultado?- miró nuevamente al chico, Ranma no sabía a donde quería 
llegar -¿cuál sería el resultado?...- se pregunto, antes de hablar lo pensó 
detenidamente -...debo pensar antes de hablar...¡demonios es tan difícil!- 
meditó el chico teniendo que aguantarse las ganas de hablar rápidamente.

 Después de un momento Ranma parece haber encontrado la respuesta -entonces...me 
matarán... junto con los que quiero proteger, ¿no es cierto?, mi muerte sería 
...¡inútil!-

 Belenus lo observa satisfecho, finalmente el chico dejo caer sus hombros 
cansadamente -¡me doy!...maldición no se que hacer-

 Belenus se acerco a la reina -no tema su majestad...¡se me ocurre una idea que 
podría funcionar!-, Ranma y la reina miran sorprendidos a Belenus.


	-¡GEEZZZ!...Ranma se demora demasiado- dijo Rashell bastante aburrido 
mientras miraba hacia las escaleras centrales del salón, Méril solo sonríe 
tranquilamente -vamos Rashell, ni siquiera sabemos a que se lo llevó el capitán, 
quizás le toco hacer alguna guardia o algo así-

-de seguro que su amigo...- hablaba la  anciana a su lado -acompaño a su capitán 
a ver a la reina...-

-¡¿A LA REINA?!- ambos chicos dejaron eescapar un grito de la sorpresa, todos los 
elfos alrededor se les quedaron viendo y solo pudieron bajar la voz con algo de 
vergüenza, la dulce anciana reía con aquellos divertidos jovencitos einjergars.

-¿Esta segura señora?- pregunto humildeemente Méril, la anciana asiente con su 
cabeza -pues hacia los aposentos de su majestad se dirigían si no me equivoco-

 Ambos chicos miran hacia las escaleras -¡que suerte tiene Ranma!- dijo Méril, 
Rashell por su parte se cruza de brazos bastante molesto -¡no es justo!... ¿por 
qué Ranma puede conocer a la reina y nosotros no?-


	Belenus termina de narrar su plan ante la atenta mirada de la reina.

-pero Señor Belenus, es demasiado ¿estaa seguro que es la única salida?- dijo la 
reina intentando aún asimilar el planteamiento del capitán einjergar.

 Belenus se le ve confiado -así es su majestad, yo se que es terrible dejar el 
castillo en manos de esas bestias pero... un castillo puede reconstruirse 
mientras estemos con vida-

 La reina asiente -usted tiene razón Señor Belenus, es más importante 
salvaguardar la vida de mi pueblo antes que este castillo, pero encuentro muy 
osado su plan de escape, no tenemos suficientes soldados como para luchar en dos 
frentes-

-No es necesario luchar en dos frentes,, si mal no recuerdo existe una salida de 
escape desde el castillo hacia las montañas...- dijo Belenus.

 El capitán de los einjergars no pierde su firmeza -solo necesita dejar un par 
de escuadrones a mi mando y mis tropas se encargarán del resto- miró a Ranma 
mientras le sonríe -creo que si podrás luchar a muerte después de todo, pero no 
te preocupes, que con este plan tu muerte valdrá la pena-

 Ranma que estaba en silencio a su lado solo se mostró levemente disgustado por 
el comentario, aunque no deja de estar animado por el plan de Belenus -tenemos 
una posibilidad... y no dejare que dañen a estas personas...ese es mi deber- 
pensó el chico.

 De pronto un ruido llama la atención de los presentes, una de las puertas se 
abren y una pequeña niña de unos cinco años entra en el salón. La reina camina 
hacia la pequeña -...Iris mi amor, ¿qué haces despierta a estas horas?-, la niña 
estaba llorando -...mamá...eran los monstruos, tenía miedo y estaba sola...-

 La reina cobija a la pequeña en sus brazos -ya ya, fue solo un mal sueño, ya 
veras que todo saldrá bien...- besaba la frente de la niña con cariño.

 Ranma y Belenus no dejan de sorprenderse ante la pequeña princesita, la reina 
recordando la presencia de sus invitados sonríe presentándoles -capitán Belenus, 
joven Ranma les presento a mi pequeña hija Iris Motvidnir futura reina de 
Alvheim-

 Ranma no deja de mirar a la pequeña princesa, se parece mucho a su madre, 
especialmente en su cabello oscuro y largo, y sus hermosos ojos grises, los 
cuales miraban a los extraños con algo de miedo, la reina noto esto en su 
pequeña hija -Iris, no temas estos hombres son los héroes de Asgard, ellos están 
aquí para defendernos-

 La niña se ve más animada ahora que sabe quienes son los invitados de su madre, 
esta deja los brazos de su madre y corre en dirección de Ranma -¿tu eres un 
eiregar?-, Ranma sonríe y la reina le corrige -se dice einjergar mi amor...-	

 Ranma se siente incomodo con la pequeña mirándolo tan fijamente, -creo que le 
agradaste a la niña- dijo Belenus, -muy gracioso capitán- respondió el chico.

-¿tu vas a defendernos de los monstruoss?- pregunto con inocencia -no te ves muy 
fuerte...- Ranma la miró un poco ofendido, Belenus no soporto las ganas de reír.

-¡Iris...no seas maleducada con el joveen Ranma!- la reina se veía algo apenada 
por como la pequeña trataba a sus invitados. Ranma solo sonrió -pues en verdad 
soy muy fuerte, el más fuerte de todos, yo solo pude con muchos monstruos allá 
afuera- dijo Ranma con su tono presuntuoso de siempre. 

 La pequeña se mostró contenta -¡entonces tu nos vas a cuidar!, ¿si?-

 Ranma sin saber que contestar solo asiente con su cabeza -pues...- miró a 
Belenus, el pobre chico no tiene ninguna experiencia con los niños -¿por qué 
tiene que preguntarme a mi?- pensó.

 Belenus solo le guiño un ojo y le susurro al oído -vamos Ranma, practica para 
cuando seas padre...jejeje- Ranma lo miró en forma asesina.

-¿Tu no nos vas a cuidar?- dijo la pequueña Iris con tristeza, Ranma se sentía 
culpable.

-Este...pues...jejeje- en eso Ranma sonnrió recordando algo, busco debajo de su 
camisa y saco una hermosa joya que brilla en un intenso y hermoso tono púrpura, 
ante la sorpresa de Belenus y la curiosidad de la reina.

 Ranma se inclino hasta estar a la altura de la pequeña mostrándole la hermosa 
piedra que cuelga de su mano en una fina cadena -¡mira!...- le dijo Ranma a la 
pequeña -esta piedra me la regaló una amiga, ¿pero sabes que?, es mágica-

 Iris mira con admiración la piedra -¿mágica?-, Ranma la mira divertido, no 
sabía por que pero disfrutaba el momento -si, esta piedra me ayudo a ganarle a 
un poderoso demonio, te protege de cualquier peligro...- no terminó de hablar 
Ranma cuando le colocó la joya a la niña -y ahora te la voy a prestar para que 
nada malo le pase ni a ti, ni a tu madre, ¿bien?-

 La pequeña toma la joya con sus manos, se sentía atraída por el hermoso brillo 
y feliz por lo que le dijo Ranma, corre al lado de su madre -¡mamá, mamá mira es 
una piedra mágica!- decía la niña con una sonrisa. -Es muy hermosa mi amor, dale 
las gracias al joven Ranma- dijo la reina regalándole una sonrisa al chico 
haciendo que este se ruborice, la pequeña mira a Ranma -¡gracias!- le dice 
haciendo una graciosa reverencia.

-Nada mal- dijo Belenus -creo que si seerás un excelente padre a pesar de 
todo...jejeje-

 Ranma lo miró ofendido -¿qué quieres decir con eso?-

 Todos se callan al escuchar las trompetas de batalla que resuenan en el 
castillo, Víndalf entra corriendo al salón de la reina -¡disculpe su majestad, 
pero tenemos problemas, graves problemas!-

 Belenus lo observa con seriedad -¿ya vienen?-, La reina se abraza a su pequeña 
hija que esta asustada ante el resonar de las trompetas, Ranma acaricia la 
empuñadura de su katana.

-¡Así es...estos malditos ni siquiera nnos dieron un día de descanso!- respondió 
Víndalf en un tono bastante cansado. Belenus se dirige a la reina -¡no hay 
tiempo que perder, debemos llevarlos a todos a los subterráneos!-

-¡Víndalf!- habla la reina firmemente aaún con su pequeña en brazos -¡el capitán 
Belenus estará a cargo desde ahora, obedécele en todo!-

 Víndalf hace una rápida reverencia a su reina y se dirige a Belenus -¡a sus 
ordenes capitán, los elfos de Alvheim estamos listos para la lucha!-


	El estruendo de las mareas de la oscuridad se escuchan avanzar en el 
oscuro horizonte, las negras nubes vuelven a cubrir el cielo de Nilfheim 
mientras una fría ventisca trae augurios de muerte y destrucción. Todos corren a 
tomar sus puestos, para sorpresa de los elfos Belenus ordena que solo los 
dragones rojos y un par de tropas de arqueros y espadachines elfos se quedarán 
en los muros, el resto se encargará de que los civiles escapen por las cavernas 
subterráneas, al mismo tiempo que deben protegerlos, nunca se saben que podría 
haber del otro lado.

 Ranma corre por en medio del salón uniéndose a sus amigos que le esperan, los 
civiles se mueven rápidamente hacia los interiores del castillo en dirección de 
los niveles inferiores dirigidos por soldados, mientras algunas doncellas ayudan 
a la gente.

-¡Ranma!, ya vienen- le dice Rashell seeriamente, -¡lo sé amigo!- responde 
nuestro einjergar de Nerima -y no te preocupes Méril, el capitán tiene un plan- 
agregó para calmar al nervioso y pálido pequeño einjergar.

 Antes de irse los chicos ayudan a levantarse a la anciana, en eso llega la 
conocida doncella para ayudarles -yo me encargaré señores einjergars, muchas 
gracias por todo y cuídense por favor-

-No te preocupes- responde Ranma -nosottros solo ganaremos tiempo para que 
ustedes escapen-

 Rashell y Méril que ahora entendieron el plan del capitán por las palabras de 
Ranma se quedaron mudos -¿una misión suicida?- preguntaron ambos a la vez.

 Ranma solo asintió con un poco de tristeza, después de todo parece que aún no 
escapan de la muerte -¡GENIAL!- gritó Rashell escondiendo su propia angustia y 
temor -GEEEZZZ...¡siempre quise morir como un héroe!-

 Méril a su lado también sonrió -si es por estas personas yo también estoy de 
acuerdo...¡además es hora de demostrar quien es Méril Llewelin!- dijo el pequeño 
con un valor desconocido hasta ahora.

 Ranma sonrió -¡y apuesto una ración a que yo derroto a más monstruos que 
ustedes dos juntos!- , los otros dos le miran con la misma sonrisa -!HECHO!- le 
responden a la vez.

 Antes de irse pudieron escuchar la despedida de la anciana -¡que los dioses les 
bendigan, mis jóvenes einjergars!...y muchas gracias por todo, yo sé que los 
volveré a ver-


	Akane baja lentamente por las escaleras, se dirige a la cocina intentando 
no despertar a nadie.

-Deberías dormir Akane- la chica da un  salto para ver a la señora Saotome detrás 
de ella, -¡tía Nodoka!... vaya susto que me dio- sonríe intentando ocultar su 
nerviosismo.

-¿Pero Akane que haces levantada a estaas horas?, debe ser de madrugada...- 
pregunta la señora Nodoka.

 Akane aún se veía nerviosa -este...tía yo...no podía dormir y pensé en tomarme 
un vaso de leche o algo-

-¡Creo que pensamos lo mismo!...- dijo  Nodoka sonriendo.

 Al rato ambas mujeres están sentadas en la mesa de la cocina conversando.

-Tía, ¿usted tampoco podía dormir?- preegunta Akane.

-No, estaba preocupada por mi hijo, tenngo un mal presentimiento esta noche...- 
Nodoka se muestra triste, Akane no sabiendo que hacer trata de animarla -pero 
tía, usted sabe que Ranma sabe cuidarse solo, donde quiera que esté-

-Lo sé Akane, pero desde que me separé  de mi hijo todas las noches sentía como 
me llamaba, lo escuchaba en sueños quejarse por el frío o el calor, por que no 
tuviera que comer, o si se sentía solo...yo podía...- Nodoka no pudo continuar, 
sus lágrimas se dejaron caer por su rostro -soy una mala madre... deje que lo 
separarán de mi lado por su entrenamiento...-

-Tía por favor- Akane abraza a la señorra Nodoka -¡no es su culpa lo que el tío 
Genma hiciera!- Akane no sabía que hacer, había visto antes triste a Nodoka pero 
nunca así, siempre creyó que estaba conforme y de acuerdo con el entrenamiento 
de Ranma -¡tía por favor!...-

 Nodoka se calmo un poco -gracias Akane, creo que me voy a dormir, ya me siento 
mucho mejor ahora...- cuando la señora Saotome se levanta se queda mirando 
fijamente a Akane, esta se siente incomoda -¿tía?...-

-No es nada Akane...es algo mío, por unn momento creí que tu también estabas 
preocupada por Ranma...- dijo lentamente Nodoka ante la mirada sorprendida de 
Akane, pero antes de que la chica dijera algo continuó -pero no te molestes 
Akane, se que no es verdad... después de todo a ti no te interesa mi hijo 
¿verdad?-

 Nodoka se levanta y camina hacia la entrada -es una lástima, por que de todas 
esas chicas que dicen ser su prometida, la verdad es que ninguna me da 
confianza, solo piensan en mi hijo como un objeto, como un premio a su orgullo y 
vanidad, solo lo ven por su fama de arte marcialista o por un simple capricho... 
en cambio tu mi querida Akane eres la única que se preocupa por Ranma en forma 
honesta, pensando siempre en su bienestar- Nodoka le sonrió a Akane, la chica no 
se esperaba eso, no sabe que decir, pero cuando mira hacia la puerta la señora 
Saotome ya se había ido.

-Tía Nodoka...- se escucha murmurar -yoo...si estoy preocupada por Ranma, el me 
preocupa mucho más de lo que quisiera...Ranma...- dijo suavemente Akane sabiendo 
que estaba sola.

-¡Me alegra escuchar eso mi querida Akaane!- Akane salta de la impresión al ver a 
la señora Saotome asomada a la puerta -Ti...ti...¡Tía Nodoka!- Akane esta 
completamente roja.

-Ahora estoy segura que mi hijo regresaará, tiene que hacerlo con tan buenas 
razones esperándolo...además yo se que a él le importas tanto como él a ti, 
buenas noches Akane y no te quedes hasta muy tarde- terminó diciendo Nodoka 
antes de retirarse definitivamente de la cocina.

 Akane sin decir nada y aún con su rostro rojo se va lentamente a su habitación, 
se acuesta y sin dejar de mirar el techo sigue pensando en lo ocurrido esta 
noche -¿será verdad?...¿será verdad que le importo a ese tonto?- se pregunta la 
chica ruborizándose -¡En que estoy pensando, a ese egoísta no le importa nadie 
más que él mismo!...aunque si fuera verdad...-



	Las antorchas de los demonios iluminan el oscuro horizonte, las tropas de 
Alvheim en conjunto con los Dragones rojos corren de un lado a otro de los muros 
deteniendo los ataques de los monstruos que logran subir al muro, cientos de 
cuerdas son arrojadas enganchándose en las frías piedras del castillo, los 
arqueros disparan rápidamente intentando detener la masa de enemigos que trepan 
mientras se cubren de la lluvia de flechas encendidas que arrojan las huestes de 
Hel.

 Ranma corre por un lado del muro para detener a un gigantesco troll que esta 
apunto atacar a los arqueros -¡te tengo!- dando un certero golpe lo derriba al 
vacío esparciendo su negra sangre al caer. Otro esta apunto de llegar al borde 
cuando cae con una flecha ensartada en su cabeza -¡esto es por el pueblo de 
Alvheim!-gritó un muy enfurecido Méril.

 Rashell derriba a un troll traspasándolo con su lanza, para después patear su 
cuerpo hacia el vacío llevándose a otros monstruos que querían escalar detrás de 
él -¡Ranma!- alzo la voz -¡ya van seis! jejeje-

 Ranma se cruza en medio de dos trolls que escalaron, antes de que estos 
pudieran darse cuenta ya caían uno sin su mano y el otro sangrando por el 
terrible corte en su abdomen -¡ocho Rashell!- responde levantando su katana en 
señal de victoria. Rashell no se ve nada contento -¡GEEEEZZZZ!..... eso no es 
justo, por tu lado suben más-

 Méril continúa disparando con su arco -¡doce amigos!-, Ranma y Rashell lo miran 
incrédulos -¡creo que vamos a perder!- dijo para sí Ranma con una sonrisa 
mientras continúa corriendo y atacando con todo, por un troll que derriban otros 
dos se aparecen en su lugar.


	dentro del castillo aún los civiles no terminan de bajar para entrar en el 
ya abierto pasaje secreto, en si la entrada da abertura a una gran caverna 
artificial construida hace cientos de siglos.

 La reina aún en su habitación observa la lucha desde su ventana, si antes la 
pelea era desigual no mejora ahora que no están todos sus soldados en los muros, 
aún así no deja de sorprenderse por el valor que muestran los einjergars.

-su majestad ya casi pasan todos los ciiviles, también se nos informa que han 
salido los primeros del otro lado y el camino al valle de Svartalfaheim esta 
libre de peligro- dijo una doncella que entra repentinamente en la habitación.

-Gracias...¿ahora que esperas que no enntras tu?- pregunto la reina.

-Esperamos por usted su majestad- dijo  con humildad la doncella -usted su 
majestad y los sirvientes seríamos los últimos que estaríamos quedando antes de 
que pasen los soldados-

-¡Bien!, ha sido más rápido de lo esperrado, la idea de que los soldados 
dirigieran la evacuación fue excelente, ahora démonos prisa mientras más pronto 
nos vallamos, más rápido los que defienden el muro podrán seguirnos- la reina se 
prepara con sus pocas cosas de importancia que lleva para seguir a la doncella.

-y por favor trae a mi hija que debe esstar descansando en su cuarto- la mirada 
de sorpresa de la doncella ante esta orden desconcierta a la reina.

 La doncella respira profundamente -¿la princesa no esta con su majestad?-

-¡Oh dioses!- exclama la reina dejando  caer sus pertenencias.


	Ranma jadea ante la terrible lucha, era la tercera batalla desesperada del 
día, no había dormido nada y ese frío que cala sus huesos sigue aumentando.

 Para su sorpresa la ver hacia el cielo nota algo extraño, demasiado extraño, 
cuando se da cuenta que es su rostro muestra pánico -¡que diablos es eso!- Ranma 
baja la vista mirando hacia el interior del castillo -¡DEMONIOS!- grita el chico 
y termina rápidamente con un esqueleto para salir corriendo en dirección del 
castillo.

-¡GEEEZZZ! ¡RANMA!, ¡¿donde crees que vvas?!- le grita Rashell al ver a su amigo 
correr en dirección del castillo.

 Ranma apenas alcanza a responderle -¡avísale al capitán tenemos problemas en el 
castillo!- gritó indicando con su mano hacia el cielo para seguir corriendo.

 Méril que estaba cerca de Rashell corre siguiendo a Ranma -¡AVÍSALE AL CAPITÁN 
RASHELL!-

 Rashell no entendía nada, miró hacia el cielo y vio algo que le helo la sangre.

 Un barco, un barco volador que surca los cielos oscuros de Nilfheim casi 
imperceptible por la altura que lleva, y por el fervor de la batalla, cruza 
silenciosamente por encima de los muros en dirección del centro del castillo.

-¡GEEEZZZZ! ....¡CAPITAAAAN!- Rashell ccorre deshaciéndose de un solo golpe a 
algunos enemigos para ir con Belenus


	Ranma entra corriendo al salón del palacio, aún queda bastante gente sin 
salir, la mayoría guardias y sirvientes, Ranma da la voz de alarma que invadían 
el palacio, todos los sirvientes corrieron hacia los niveles inferiores 
provocándose desorden y pánico.

 Los guardias se acercan a Ranma pidiéndole instrucciones, Ranma se vio 
confundido -¡¿yo?!-

-¡Señor!- volvieron a insistir los elfoos -¡¿que hacemos?!-

 Ranma no siente su cuerpo de los nervios, un barco volador se acerca al 
palacio, los civiles entran en pánico queriendo escapar en forma desordenada y 
el único grupo de soldados que hay le piden instrucciones a él -¡MALDICIÓN!- 
pensó Ranma -¡hoy no es mi día!-


	Desde los cielos la sombría nave voladora, que parecía un galeón de 
mediano porte, con sus negras velas se encumbra mágicamente por los cielos, con 
una horrible tripulación de muertos vivientes dirigidos por su capitán, un joven 
de cabellos oscuros, con ropas negras y una capa del mismo color que flamea al 
viento, lo único que brilla es su cimitarra que cuelga a su espalda y sus ojos 
con un extraño brillo. La mirada de un asesino.

-Amo Avari- dice el pequeño Shizu -ya ccasi estamos sobre el palacio...¿cuáles 
son sus ordenes amo?-

 Avari no dice nada, -¿amo?- repite Shizu un poco desconcertado.

 El joven einjergar sirviente de la oscuridad camina hacia el centro de la nave, 
con una señal de su mano se reúnen ante él un considerable número de muertes 
vivientes -¡Shizu!- ordena Avari fríamente -preparen las cuerdas...-, luego se 
dirige hacia los monstruos que le sirven -¡quiero que los maten a todos!, 
excepto a la reina... tengo asuntos que trataré personalmente con ella- su tono 
de voz helaría la sangre de cualquiera.


	Ranma aún esta mudo delante de los soldados, -¿qué haremos?- se preguntaba 
en su mente Ranma -es lógico ¡lucharemos hasta el fin!- pensó el chico. Estaba 
apunto de abrir su boca ordenando a los soldados que se prepararán para luchar, 
cuando de reojo observo a los civiles que corrían en pánico derribándose unos a 
otros en dirección de la escalera, algo lo incomodo en ese momento...

"Tus impulsos infantiles no salvarán a nadie"

 Ranma miró fijamente a los soldados -si demoramos en salir todos moriremos, no 
podremos detenerlos...a menos que...-

"Piensa antes de actuar"

 El chico respiró profundamente y miró a los soldados elfos -¿cuántos quedan 
aún?- pregunto seriamente Ranma, los elfos se miraron entre sí ante la ahora 
segura mirada y firmes palabras del joven einjergar, -solo los civiles de aquí 
en la sala, más la reina y sus sirvientes en la planta alta...-

-¡¿Aún la reina no baja?!, ¡COMO ES POSSIBLE QUE ESPERARAN TANTO TIEMPO!- Ranma 
se veía enfurecido, los soldados de Alvheim se notaban nerviosos, -¡escuchen 
bien, quiero que organicen a esta gente para que salgan lo más rápidamente 
posible!- luego Ranma se dirige a otros dos -¡ustedes infórmenle al capitán 
Belenus de los einjergars que retroceda lo más rápido posible hacia el castillo, 
de lo contrario les cortarán la vía de escape- dijo Ranma pensando en que 
cantidad de monstruos podrían entrar por el barco volador.

-¡Y TU!- indico a un soldado -quiero quue bajes y le avises al capitán Víndalf 
que se prepare para sellar la entrada!-

 Los elfos se miraron preocupados -¿Y la reina?-

-Yo me encargo de eso- dijo -¡y no se ppreocupen, si me apresuro llegaré a tiempo 
antes de que ataquen el palacio!- respondió firmemente ante la mirada de temor 
de los elfos -¡¿QUE ESPERAN?!- todos corrieron cumpliendo las ordenes del 
einjergar, Ranma no pudo evitar sonreír para sí -estos tipos en verdad nos 
respetan-

 Ranma se apresura para subir corriendo por las escaleras del gran salón por en 
medio de los agitados civiles -es mejor así, si peleamos nos matarán, debemos 
salir antes de que lleguen por el tejado...¿el tejado?....¡la reina esta en los 
niveles superiores!...¡MALDICIÓN!-

 El chico apura su carrera al pensar en el peligro que corre la reina...y la 
pequeña princesa -¡debo llegar a tiempo!-


	-¡Mi amor!...¡IRIS!...¿estas aquí?- la reina se veía más que nerviosa 
buscando a su pequeña por las distintas habitaciones de los aposentos reales.

 En eso la reina entra a un cuarto y ve a su pequeña asomada a la ventana, la 
reina llega a su lado y le abraza -¡IRIS!...¡por los dioses no sabes el miedo 
que tenía!, ¿qué haces aquí?-, la pequeña la mira con una tierna cara de 
arrepentimiento -Mamá perdona, yo solo quería ver a Ranma pelear con los 
monstruos...¡pero no se ve nada!- dijo la niña indicando con su mano hacia la 
ventana, la joven madre y reina dejo escapar una alegre risa -pero mi amor, 
estas mirando del otro lado del castillo...- y abraza nuevamente a su pequeña 
con ternura -¡no vuelvas a hacerme esto, para otra vez me avisas...y ahora 
apresúrate que debemos irnos- 

-¡SU MAJESAD!- se escucha el grito de lla doncella mientras entra corriendo con 
un pálido rostro. La reina la mira asustada -¡¿qué sucede?!-

 La doncella toma aire -¡ESTAN AQUÍ!-, la reina solo la mira sin poder 
comprender, la doncella vuelve a gritar -¡LOS MONSTRUOS ESTAN AQUÍ EN EL 
PALACIO!-


	Del tétrico barco que se suspende mágicamente en el aire bajan una gran 
cantidad de muertos vivientes fuertemente armados con espadas y armaduras negras 
a través de cuerdas, rompiendo los grandes ventanales del palacio. Los dragones 
rojos y las tropas de Alvheim en los muros comienzan a tener bastantes problemas 
para detener a las hordas de Hel, lentamente se encuentran retrocediendo y 
apenas resisten su posición en los muros. Rashell llega donde su capitán y le 
informa a gritos de lo que esta sucediendo, Belenus mira hacia atrás y ve el 
barco sobre el palacio y como las abominaciones de Hel descienden entrando por 
las ventanas.

-¡RETROCEDAN!...¡LOS CONTENDREMOS EN ELL PALACIO!- las tropas aliadas retroceden 
lentamente por el jardín abandonando así los muros a las mareas de oscuridad que 
avanzan destruyéndolo todo a su paso, -¡el palacio, los civiles!- piensa 
rápidamente Belenus recordando que nadie se encuentra en el palacio organizando 
las defensas, pensó que lo peor podía ocurrir. 

 Se deshace de un molestoso troll cuando ve llegar dos elfos a su lado gritando 
su nombre -¡Capitán Belenus!, ¡debe retroceder atacan el palacio!- Belenus los 
mira molesto por la "oportuna" noticia -¡deben organizar el escape de los 
civiles!... ¡infórmenle a Víndalf antes que sea demasiado tarde!-

-¡Ya lo hicimos, esta todo listo solo eesperamos por ustedes!- respondieron los 
elfos ante la sorprendida mirada de Belenus.


	La reina con su pequeña en brazos corre por los pasillos del palacio 
seguida por su doncella, en eso un horrible demonio se aparece frente a ellas 
por la ventana amenazándolas con su espada -¡por aquí!- grita la doncella 
yéndose por otra puerta que la cierran justo a tiempo detrás de ellas. Otros 
horribles seres se cruzan por enfrente de ellas cortándole la ruta de escape, 
pero por detrás se escuchan los gritos de uno de los guardias reales que acaba 
con los monstruos con certeros golpes -¡su majestad sígame!-

 Corren por un pasillo donde se topan con otros esqueletos listos para atacarle, 
el valiente soldado se arroja sobre ellos -¡ADELANTE SU MAJESTAD!- la doncella 
tira de la reina arrastrándole, a pocos metros se escucha como el valiente 
soldado ya no lucha solo contra dos, finalmente se sienten los gritos de dolor 
del elfo al ser masacrado. La pequeña princesa se acurruca en los brazos de su 
madre asustada.

 Finalmente se encuentran en un largo pasillo con ventanales en ambos lados, lo 
cruzan corriendo pero antes de salir las vidrios saltan en pedazos y varios 
monstruos entran colgando de cuerdas para quedar frente a las asustadas mujeres.

 La doncella sin dudarlo toma una espada que cuelga de adorno en la pared y la 
empuña torpemente -¡corra su majestad!-, la reina la mira casi sin poder hablar 
-¡pero...!-

-¡CORRA!- ante las palabras de la donceella la reina continua su escape con su 
niña en brazos.

 La reina no teniendo ahora donde huir entra en un salón con una gran balcón en 
el, la reina desesperada mira por el balcón pero no se ve el fondo en la 
oscuridad -¡que hago ahora!- pensaba mientras abraza con más fuerza a su 
pequeña.

-¡Mamá!- la reina mira a la niña, la peequeña esta sonriendo -¡no tengas miedo 
mamá!, ¡toma!- la niña levanta en sus manos la hermosa piedra púrpura que cuelga 
sobre su pecho.

-¡mi pequeña!...- la joven reina vuelvee a abrazar con fuerza a su hija -no te 
preocupes mi amor, además esa joya te la prestó el joven Ranma, debes cuidarla 
bien...- dijo mientras besa a su niña.

-¡lamento interrumpir este tierno momennto!- la reina y su pequeña se sobresaltan 
para ver en la entrada del salón un joven einjergar vestido completamente de 
negro...


	Ranma corre desesperado por los pasillos de los aposentos reales, ve con 
horror los cuerpos de la guardia de su majestad destrozados en el suelo, cuando 
llega a un largo pasillo se encuentra con un gran número de monstruos. Estos ven 
al chico y se preparan para atacar.

-¡Maldición no tengo tiempo que perder  con ustedes!- Ranma corre por en medio de 
ellos dando rápidos cortes derribándoles sin compasión. al final se encuentra 
con un esqueleto bastante más grande de lo normal con una gigantesca espada que 
empuña con ambas huesudas manos, este arremete con un fuerte corte vertical que 
el chico esquiva para golpearlo con una fuerte patada que lo arrastra varios 
metros hacia atrás.

-¡Este es duro!- Ranma ve con horror deetrás del esqueleto que otro muerto 
viviente esta a punto de atravesar con su espada a una chica que esta 
inconsciente en el suelo con una espada en sus manos -¡NOOOOO!- Ranma quiere 
correr a detenerlo pero el gran esqueleto le detiene.

-¡LLUVIA DE LUZ!- Ranma se agacha y unaa gran cantidad de poderosos rayos que 
aparecen desde atrás destrozan el cuerpo del gigante y continúan para destrozar 
también al muerto viviente que quería acabar con la chica.

 Ranma mira hacia su espalda para ver al joven Méril sosteniendo su arco con una 
sonrisa -¡llegué justo a tiempo!-

 Ambos corren hacia la doncella, está aún con vida -...la reina...salven a la 
reina...- murmura la chica.

-¡Méril llévala hacia la salida con loss demás!- dijo Ranma ya preparándose para 
seguir por el pasillo, -¡NI LO SUEÑES RANMA!, ¡esto esta lleno de enemigos, es 
un suicidio...- Ranma detiene las palabras del pequeño einjergar con su seria 
mirada -Méril no podemos dejar a esta chica aquí, por favor hazme caso, te 
prometo que volveré pronto antes de que lleguen totalmente a este sector!-

 Méril iba a quejarse pero al mirar a la inconsciente doncella solo asiente con 
su cabeza -¡pero si algo te pasa recuerda que te lo advertí!...¡además tienes 
que pagarme la apuesta Ranma!- dijo el pequeño einjergar mientras se retira 
corriendo cargando a la doncella en su espalda.

-Méril...gracias amigo...- Ranma alcanzza a pensar antes de seguir su desesperada 
carrera.


	-Un einjergar...¡estamos salvadas!- pero cuando la reina iba a avanzar 
hacia el joven este desenfunda la cimitarra de su espalda y la amenaza.

 La reina queda sorprendida, pero su rostro cambia para mostrar ira -¡TU!... tu 
fuiste el que mató a mi esposo... ¡ERES UN MALDITO!-

 Avari se acerca lentamente a la reina sin dejar de apuntarla con su cimitarra, 
la pequeña princesa solo se resguarda en un lado del salón -siento lo de su 
esposo reina Azarel, pero el era un estorbo a mis planes- dijo fríamente Avari.

-Tu... eres un asesino, tu dirigiste esste ejercito de monstruos...¿por qué haces 
esto?- la reina solo observa de reojo a su pequeña hija, no sabe que hacer.

 Avari se encoge de hombros sin cambiar su fría mirada -¡son ordenes!-, después 
mira fijamente a la reina -y me ordenaron que tomara algo de ti...-, él se 
acerca más a la asustada reina, mientras ella solo intenta retroceder -quiero 
que me des la llave...¡ahora!-

 La reina Azarel solo lo observa asustada -...no se de que me hablas-, -si lo 
sabes, y me la darás...- responde el joven.

 En eso el joven Avari pone su cimitarra frente a su rostro para bloquear un 
pequeño florero que le arrojaron.

-¡DEJA A MI MAMÁ- gritó la pequeña Iriss, Avari miró a la pequeña -tu no eres 
necesaria para mis planes, tu eres solo un pequeño estorbo- dijo fríamente 
Avari, la reina abrió sus ojos en pánico.

 Avari levantó su palma apuntando a la ahora asustada niña -¡OSCURIDAD DEL 
ALMA!- grito y una onda de oscura energía broto de su mano en dirección de...

 La reina estaba en frente del ataque de Avari protegiendo con su cuerpo a la 
pequeña niña, -¡no puede ser!- exclama molesto el joven Avari.

-¡mi amor... mi hija!- dice la reina anntes de caer abrazando a su pequeña bajo 
ella, -¡Mamá!- la niña llora, pero su madre ya no la escucha, estaba 
inconsciente con una terrible herida en su espalda, -¡MAMAAAA!- la niña que ya 
salió de debajo de su madre solo llora a su lado abrazándola.

 Avari se acerca a ella, cuando Iris levanta su vista solo ve como Avari se 
prepara para usar su cimitarra en ella.

 La pequeña Iris cierra sus ojos y una intensa luz proviene de ella, -¡¿QUE?!- 
Avari ve como de la pequeña irradia esta luz, y una tremenda fuerza lo empuja 
saliendo disparado contra un muro quedando enterrado entre escombros.

 Iris mira su pecho para ver como la piedra que le diera Ranma brilla con una 
hermosa luz púrpura -¡la piedra mágica!- dice la niña con alegría, la que duro 
muy poco al ver como Avari se levanta de los escombros y se acerca a ella con 
una mirada que muestra un leve signo de molestia -tu eres más molestosa de lo 
que pensé...-

 La niña toma la piedra en sus manos y al lado del cuerpo inerte de su madre 
cierra los ojos -...¡Ranma ven!...- deseo la pequeña en su corazón.

 Avari se disponía a matar a la niña con su cimitarra.

-¡¡¡DETENTE!!!- Ranma aparece con su kaatana dragón dispuesto a dar un rápido 
golpe a Avari, este se gira y lo bloquea quedando ambos frente a frente 
mirándose a los ojos.
 
-¡TU!- exclama Avari -entonces terminarre lo que comencé en Jotumheim-

 Ranma mira hacia su lado y ve a la pequeña Iris con su rostro bañado en 
lágrimas y al lado... el inerte cuerpo de la reina.

-¡MALDITO BASTARDO COMO PUDISTE!- Ranmaa comienza a dar varios golpes rápidos y 
fuertes descargando toda su furia, pero Avari los detiene sin mayor esfuerzo. 
Finalmente Ranma da un salto hacia atrás -¡HURACÁN DEL TIGRE!- y de su mano 
libre brota una esfera de energía en dirección de Avari.

 Pero este pone su cimitarra en forma horizontal delante de él y detiene el 
ataque de Ranma, nada le sucede  -¡DEMONIOS!... este tipo es un monstruo, si lo 
sigo atacando así solo gastaré mis energías...- pensó Ranma, volvió a ver de 
reojo a la niña y la reina -no tengo mucho tiempo...- recordando lo que ocurría 
a su alrededor -¡debo pensar en algo!-

 Ranma empuño su katana con ambas manos, y cerró sus ojos adoptando su posición 
de combate con movimientos pausados y suaves.

 Avari lo miró con indiferencia y se arrojo ahora dispuesto a matarlo -¡¿Qué?!-, 
todos los poderosos y rápidos golpes de Avari eran detenidos por Ranma, quién 
ahora mostraba una gran tranquilidad en su mirada, sus movimientos eran 
precisos, había calmado su espíritu y su estilo con la espada era el mismo que 
utiliza Belenus, detenía los golpes en forma precisa, como si leyera todos los 
movimientos de Avari.

 Ambos combatientes intercambian golpes, pero ahora las cosas se veían más 
parejas, finalmente se mueven hacia el balcón.

 Nuevamente sus espadas se juntan quedando sus rostros uno frente a otro, 
mientras los filos de las espadas suenan por la presión que ejercen una contra 
la otra -¡maldito!... te acabaré...¡LO JURÓ!- dijo Ranma con decisión en su 
rostro.

 Avari continúa mirándolo en forma indiferente -eres bueno einjergar...¡pero no 
lo suficiente!- Avari terminó de decir esto y con una fuerza que Ranma considero 
sobrehumana empujo su cimitarra junto con Ranma y este salió disparado hacia 
atrás, hacia el vacío.

 Con un rápido giro de su cuerpo logró afirmarse con su mano libre del borde del 
balcón, Ranma miró hacia abajo y lo único que vio fue la oscuridad por la gran 
altura y las antorchas de la batalla que se lleva en esos momentos bajo sus 
pies.

-¡No puede ser!- Ranma mira con impotenncia como Avari le mira, en él no se ve 
ningún signo de cansancio, al contrario de Ranma que se encuentra jadeando, 
detener cada golpe de Avari y mantener esa velocidad durante la lucha requiere 
de todo su esfuerzo.

 Finalmente Avari levanta su cimitarra dispuesto a cortar la mano de Ranma para 
que este caiga al vació -¡aún no!- grita Ranma -¡aún no estoy derrotado!-

 Avari finalmente ejecuta su golpe, pero Ranma en un instante dobla su cuerpo y 
apoyando sus pies se da impulso levantándose por encima de un sorprendido Avari 
evitando el corte de su cimitarra, para dar un giro en el aire en posición 
invertida a la vez que golpea con su katana por detrás del hombro de Avari, el 
golpe fue tan fuerte, preciso e inesperado que Avari solo pudo sentir el dolor 
mientras su cuerpo cae al vacío junto con su sangre esparcida por los cielos de 
Nilfheim. Ranma solo ve caer a Avari y perderse en la oscuridad mirándolo con 
sorpresa y furia.


	Ranma corre y se inclina al lado de la reina, esta comienza a recobrar el 
sentido, pero se ve en su rostro el dolor que esta sintiendo -...gracias- dijo 
la reina casi en un susurro al ver a Ranma y al lado su hija llorando -por favor 
mi joven Ranma, llévate a mi hija de ...-

-Todos nos iremos su majestad... todos-- dijo Ranma, al querer levantar a la 
reina siente algo mojado en su mano, y al verla la nota manchada de sangre, la 
sangre de la reina.

-¡no!... debes llevarte a mi pequeña....yo ya no...- la reina cada vez se 
esforzaba más por hablar -...tengo mucho frío-

 Ranma se levantó -¡no la dejaré aquí, todos saldremos vivos del palacio...¡se 
lo prometo!- decía el chico, en eso se saca su capa blanca y con ella envuelve 
delicadamente a la reina mientras la carga en sus brazos -todos nos iremos...- 
volvió a repetirle suavemente a la reina -solo resista un poco más por 
favor...hágalo por su hija-

 La reina asiente suavemente cerrando sus ojos mientras apoya su cabeza en el 
pecho del chico, Iris aún llora asustada a su lado -Iris...¡IRIS!- al grito de 
Ranma la niña toma atención -¡escúchame bien quiero que me sigas... 
¿entendiste?, no te vayas a separar de mi-

 La niña asiente secándose las lágrimas con sus pequeñas manos. Ranma con la 
reina en sus brazos, y seguido por Iris salen corriendo del salón.

-¡Cuidado!- le susurra Ranma a la pequeeña, y ambos se esconden detrás de unas 
cortinas, mientras un grupo de muertes vivientes pasa por enfrente de ellos sin 
notarlo -¡ahora Iris!- pero la niña se queda sin moverse -¿Iris...que sucede?-

-¡Tengo miedo!- dijo la niña a punto dee llorar de nuevo. Ranma no sabía que 
hacer -¡IRIS!...¡escucha pequeña tu mamá necesita rápido un doctor...tenemos que 
sacarla de aquí, pero necesito tu ayuda...¿entiendes?- la niña lo queda mirando 
no muy segura -Iris, además tienes la piedra mágica....¿y sabes?, ¡esa piedra 
hace que se le quite el miedo a quien la usa!-, Ranma pensó que lo que dijo era 
estúpido, pero no se le ocurrió nada mejor, por suerte para él la pequeña 
sonrío.

 Ambos continuaron hasta llegar a un pasillo, era el tramo final antes de las 
escaleras del gran salón, -¡lo logramos!- pensó Ranma emocionado.

 Pero en ese momento aparecen frente a él dejándose caer del techo tres 
esqueletos armados con espadas, y detrás entran por el pasillo otros dos. Ranma 
estaba en medio con la reina inconsciente en sus brazos y una pequeña niña 
abrazada a su pierna -¡MALDICIÓN!- pensó el chico.

 En eso los tres enemigos en frente de él caen derrotados ante la flamante lanza 
de Rashell -¡Al fin llegué!-

 Méril salta cayendo al lado de Ranma, pone dos flechas en su arco las que 
dispara a la vez atravesando las cabezas de los monstruos que estaban detrás de 
Ranma -Eso fue fácil, ¡que tal Ranma! ¿nos extrañaste?- pregunta el chico ante 
la sorprendida mirada de Ranma -¡como no se imaginan amigos!- responde ya más 
tranquilo. -¿Y quienes son ellas?- preguntó Rashell al ver a la reina y a Iris.

 Ranma les explico en pocas palabras lo ocurrido -¡¿ESE MALDITO DE NUEVO?!- 
saltó Rashell, -¿la reina?- pregunto asustado Méril al ver a la inconsciente 
dama e los brazos de Ranma.


	Los Dragones Rojos apenas pueden mantener una línea defensiva en el patio 
a la entrada del palacio, los civiles ya estaban casi todos atravesando el túnel 
secreto, solo quedaban algunos guardias que se unieron a la lucha a apoyarles, y 
otros arqueros que defienden el sitio desde algunos puntos del palacio.

-¡Retirada!, ¡nos defenderemos desde ell interior!- gritó Belenus, pensando que 
ya era hora de retirarse hacía el túnel. Las puertas del muro cedieron 
finalmente dejando libre entrada a las huestes de Hel.

 Belenus lucha fieramente mientras su mente repasa todas las posibilidades, no 
podía cometer errores -¡a llegado la hora de la verdad!- pensó mientras 
retroceden hacia el interior del edificio bloqueando las entradas.


Ranma y los demás estaban a punto de seguir su camino cuando detrás de 
ellos se siente un ruido, al girar ven como en la pared se forma una gran línea 
brillante con forma circular, se produce una gran explosión y al ver nuevamente 
se quedan sorprendidos.

 En la pared había un gran circulo que daba al cielo de Nilfheim, y de esta 
aparece Avari caminando con su cimitarra en su mano, su mirada fría ahora 
expresaba una incontenible furia, su hombro estaba bañado en sangre pero eso no 
parecía importarle en lo más mínimo. Ranma y sus amigos tragaron saliva -¡¿DE 
QUE DIABLOS ESTA HECHO ESTE TIPO?!- preguntó Ranma y sus amigos solo pensaban 
que ahora si que estaban en serios problemas...

-¡ESTAS MUERTO!- bramo Avari dejando suu postura fría de siempre por una de 
completa ira.

 Ranma lo miró cansado -insisto... ¡hoy no es mi día!-
 

CRÓNICAS DE ASGARD


FIN DE LA PARTE SEGUNDA
 

Gilgamech: ¡Y SE ACABO!....¡ES BROMA!, jejeje yo se que quizás esta parte estuvo 
algo densa, demasiadas cosas que intentamos comprimir en lo más mínimo para no 
tener que irnos a otra parte pero...ya ven , aún así espero que les haya gustado 
y no se preocupen...ESTE NO ES EL FIN DEL CAPÍTULO....POR QUE ESTE ES EL PRIMER 
CAPÍTULO ESPECIAL...¡¡¡SORPRESA ES DE TRES PARTES!!! ^^, y ahora (si ya no se 
aburrieron de leer -_-) el desenlace de la gran batalla de Nilfheim y por 
supuesto una pequeña sorpresita más para ustedes... ^_~!

 
	Ranma observa directamente a los enfurecidos ojos de Avari. Después se 
acerca a Rashell y le pasa la reina para que este la tome ahora en sus brazos.

-¿Ranma?- Rashell recibe a la reina en  sus brazos aún no entendiendo que planea 
su amigo, -ve que la atiendan lo más rápido que puedan- dijo el chico de Nerima 
a su amigo.

 Después Ranma toma a la pequeña princesa en sus brazos -cuida bien esa piedra 
por mi ¿quieres?, es muy importante...- y se la pasa en los brazos al joven 
Méril -ten mucho cuidado con ella Méril, es una princesa- le dijo mientras le 
sonríe, -¿Ranma?- fue lo único que respondió el pequeño Méril.

-Escúchenme bien, ¡yo Ranma Saotome, orrgullosos miembro de los Dragones Rojos 
dejo en ustedes mis amigos y compañeros la responsabilidad de llevar a la reina 
y su querida hija a salvó fuera de aquí- Ranma los mira con una sonrisa -¡por 
favor... deben hacerlo, solo uno debe quedarse para detener a este tipo- agregó 
ante las quejas de sus amigos.

-¡GEEEZ! ¡NO LO PERMITIRÉ!- grito Rasheell -¡no tienes ningún derecho a decidir 
quien se queda!-, Ranma solo lo miró con impaciencia -ese tipo tiene algo 
personal conmigo, si yo no me quedo me seguirá y sería demasiado peligroso para 
su majestad... ¿no crees?- Rashell no sabía que responder, aunque su mirada 
decía que no estaba de acuerdo.

-¡MALDICIÓN QUE ESPERAN!, ¡si no se aprresuran la reina morirá!, ¡es nuestro 
deber protegerla!....¡MUCHOS MURIERON POR SALVARLA!- el grito de Ranma asustó a 
sus amigos.

 Los chicos se miraron entre sí, -no se preocupen, ahora se que no le puedo 
ganar, ¡es más fuerte que yo!...lo acepto, pero lo detendré el tiempo 
suficiente- dijo Ranma lentamente -¡ahora váyanse por favor amigos... y gracias 
por todo...-

 Ranma avanza en dirección de Avari caminando lentamente.

-¡No podemos dejarlo aquí!- grito Mérill, Rashell que pensó fríamente la 
situación se dio cuenta de la verdad de las palabras de Ranma -¡apresúrate 
Méril, una vez que dejemos a la reina a salvo regresaremos por Ranma!- dijo 
mientras corre en dirección del salón, Méril sin saber que hacer lo sigue con 
Iris en sus brazos -¡SUERTE RANMA!- es lo único que escucha Ranma de su buen 
amigo antes de que sus pasos dejen de sentirse a sus espaldas.

 Avari se acerca con su cimitarra extendida en dirección del joven einjergar de 
Nerima, Ranma avanza desenfundando su espléndida katana, lo único que tiene en 
mente en ese momento es no dejarlo pasar a como de lugar.

-¡Perdóname Akane!... pero este es mi ddeber, el verdadero deber de proteger a 
los que uno ama, aunque no conozca este país ni a esta gente, muchos dieron sus 
vidas por defender a la reina y su pequeña princesa... debo hacerlo por ellos. 
Nunca quise ser un Dragón Rojo, ni menos ser llamado einjergar...pero ahora te 
confieso que me siento orgulloso de serlo, es la primera vez que hago algo 
importante en mi vida y lo hago por ayudar a otras personas. Siempre me dijiste 
que era un egoísta ¿qué pensarías de mi si me vieras ahora?, no lo sé... 
recuerdo cuando pelee con Belenus, te vi preocupada por mi, te vi llorando por 
mi, dijiste que... ¿me amabas?, si solo fue un sueño no me importa, por que 
moriré con ese recuerdo en mi mente... ¿sabes?, fui un verdadero imbécil por 
negar lo que te dije en Jusenkyo... por que es verdad... ¡te amo!... ¡te amo 
Akane!-
 

**** CRÓNICAS DE ASGARD ****



PARTE 3: "HOGAR, DULCE HOGAR"
 
	Ranma y Avari se miran de frente -¡solo me gustaría saber una cosa!- dice 
Ranma con su típico tono confiado en su voz -¿cuál es tu nombre?-

 Avari no se veía con muchos deseos de responder preguntas en ese momento. Ranma 
lo mira con curiosidad -¡vaya pero que carácter!- se burla el chico.

 En eso corre en dirección de Avari y este se dispone a atacarlo cuando ve que 
Ranma desaparece. Avari mira hacia todos lados intentando encontrarlo, 
finalmente una sonrisa se dibujo en su rostro y ataco con su cimitarra hacia su 
derecha, Ranma aparece evitando el corte, pero no fue lo suficientemente rápido 
por que recibió un corte en su abdomen  -¡maldición!, ¡tu no sabes cuanto me 
gustaba esta camisa!- dijo con una estúpida sonrisa ignorando el dolor de la 
herida, aunque no era profunda fue lo suficientemente fuerte como para que 
sangrara manchando su blanco uniforme.

-Veo que el umisen ken no es útil contiigo...jejeje- Ranma se veía más relajado 
de lo normal, esto contrarió un poco a Avari.

 Ranma adoptó su posición de combate empuñando su katana con ambas manos -¿ahora 
si estas de animo para decirme tu nombre?- sonrió con confianza, por fin siente 
que hace lo correcto en su vida, y es su propia elección y de nadie más, esta 
luchando por que él desea y lo hace por los demás.

 Avari recupera su fría expresión calmando su ira, mira fijamente a Ranma y una 
leve y siniestra sonrisa de dibuja en su rostro -eres muy valiente...- dice 
lentamente -y estúpido, sabes que vas a morir pero no te importa-

-Mi nombre es Avari, podrás morir sabieendo eso si lo deseas...- Avari empuña su 
cimitarra con una mano apuntándola hacia el chico -eres estúpido como todos los 
einjergars...- 

 Ranma mantiene su sonrisa -¿acaso crees que perderé tan fácilmente?- el joven 
einjergar mira a su oponente con desdén -mi nombre es Ranma Saotome de Nerima... 
y jamás he perdido un combate antes...- en eso Ranma recordó todas las veces que 
Akane lo golpeó cuando la hizo enojar -bueno casi...- terminó diciendo con una 
cara de extrañeza mientras se rasca la cabeza.


	Belenus y sus hombres son los últimos en retroceder por las gigantescas 
puertas del palacio, da la orden para que las cierren y las obstruyan con lo que 
encuentren formando una gran barricada. Detrás se escuchan los golpes de los 
monstruos intentando derribarla, otros intentan escalar por las lisas piedras 
para llegar a las ventanas donde los hábiles arqueros elfos los siguen atacando. 
El capitán de los einjergars dirige a sus hombres para que comiencen a evacuar 
por el túnel de la planta baja mientras se queda con los suficientes si llegarán 
a romper las puertas y delega a otros que defiendan las entradas a los niveles 
superiores.

-¡¿ESTÁN TODOS?!- preguntó Belenus, loss guardias elfos le informaron -¡la reina 
no alcanzó a bajar y no sabemos nada de ella!...-

 Belenus mostró tal rostro de ira que los elfos temieron de él -¡COMO ES POSIBLE 
QUE NO SE HAYAN PREOCUPADO DE LA REINA!-

-¡El einjergar que nos advirtió del ataaque al palacio nos dio instrucciones de 
que esperáramos por ella, que él iría- respondió uno de los elfos -pero temo que 
no regresará...- dijo mientras Víndalf el capitán de los elfos escucha habiendo 
llegado a informar que todos los civiles ya pasaron seguros por el túnel.

 En eso se escuchan los gritos de los soldados que defienden las escaleras, 
cuando levantan su vista ven como corren dos jóvenes einjergars con la reina y 
la pequeña princesa en brazos -¡CAPITÁN!- gritan Rashell y Méril corriendo por 
las escaleras.


	Ranma corre hacia Avari -¡TECNICA DE LAS CASTAÑAS CALIENTES!- y comienza a 
atacar con una mano empuñando su katana dando cientos de estocadas, pero para 
frustración de Ranma todas son esquivadas fácilmente por Avari.

 Avari salta hacia atrás y extiende su mano -¡OSCURIDAD DEL ALMA!- la onda de 
energía oscura que desprende está a punto de golpear a Ranma, el chico solo 
alcanza a poner su katana por delante de su cuerpo dispuesto a detener la fuerza 
de su energía -¡puedo hacerlo!- pensó Ranma recibiendo la gran cantidad de 
energía con su espada, por un momento parece detenerla pero finalmente el poder 
era demasiado y cede produciendo una terrible explosión que envía a Ranma a 
través del agujero por el que había entrado el mismo Avari.

-¡AAAHHHH!- Ranma cae al vació, pero paara su sorpresa había caído en uno de los 
tejados del palacio, el cual estaba levemente inclinado a unos cuanto metros 
bajó el agujero de la pared, por el borde del tejado solo se ve la oscuridad por 
la gran altura.

 Ranma se levanta con dificultad, siente un gran dolor en su cuerpo, mientras se 
prepara empuñando su katana, pues Avari de un salto baja del agujero para estar 
frente a él .

-¡Ahora morirás- dijo corriendo en direección del chico, Ranma a pesar del dolor 
y el cansancio bloquea todos los golpes de Avari, este se molesta y aumenta la 
velocidad de sus golpes. Finalmente Ranma no puede detenerlo y entra un corte en 
su costado que lo envía nuevamente contra el suelo con un aterrador grito de 
dolor.

 Ranma se vuelve a levantar con bastante dificultad, esta jadeando y ve en el 
suelo una gran mancha de sangre, su sangre. Al ver a Avari siente que su visión 
comienza a nublarse mientras nota que su terrible oponente se acerca lentamente 
hacia él -¡se acabó!...- pensó Ranma -ya no puedo más...¡este tipo es un 
monstruo!...-

 Aún así el chico empuño nuevamente su katana y se arroja con todo hacia su 
oponente, pero Avari empuña su mano libre y con un rápido movimiento evita la 
estocada de Ranma poniendo su palma abierta en el pecho del chico.

-oscuridad del alma- dijo suavemente Avvari y de su palma se dispara otra 
poderosa onda de oscura energía que envía a volar a Ranma para quedar enterrado 
en las tejas del palacio. Ese ataque dejo destrozado por dentro el cuerpo del 
pobre chico.

-¡NO!- gime Ranma mientras escupe un pooco de sangre intentando nuevamente 
ponerse de pie, pero sus fuerzas le fallan y no puede moverse, todo se ve 
nubloso -¡ahora si que ya no puedo más!- 


-¡LEVANTATE RANMA!- se escucha una voz  en su corazón.


 Ranma se quedó mudo al escuchar esa voz -¿señora...Tendo?- pensó el chico al 
escuchar esa conocida voz que ya le había salvado la vida antes.

-¿Qué haces dándote por vencido tan proonto?- la voz de la madre de Akane le 
habla como lo hiciera antes.

-Lo siento...- responde Ranma casi en uun susurro -no siento mi cuerpo... ya no 
puedo más... ahora si que no puedo más...- Ranma escucha los pasos de Avari 
acercándose a él -lo siento señora Tendo... espero que Akane me perdone algún 
día... creo que no volveré...-

 Ranma hace un último esfuerzo para levantarse, apenas consigue apoyarse en una 
rodilla y ve frente a él a Avari mirándolo fríamente -¡maldición!- pensó Ranma.

 Avari lo levanta del cuello de su blanca camisa, ahora manchada por su sangre, 
sosteniéndolo en el aire con una sola mano -me debes algo...- dijo Avari y 
arrojó a Ranma hacia arriba, después salta detrás de él dando un corte vertical 
con su cimitarra al cruzarse en el aire.

-¡AAAHHHHHHH!- Salta la sangre de Ranmaa y este cae violentamente al suelo, tenía 
una herida en su hombro izquierdo, igual como la que le hizo a Avari.

-¡Eres resistente einjergar!, deberías  estar muerto- dice Avari burlándose del 
acabado Ranma.

 Pero el chico vuelve a levantarse lentamente, a pesar de sus heridas se pone de 
pie empuñando su katana, es tanto el esfuerzo que hace que la espada tiembla en 
sus manos, sus ojos estaban cerrados, se veía como si su conciencia estuviera 
ausente. 

-¡No te rindas ahora!- escuchó nuevamennte la voz de la madre de Akane -has hecho 
muchas cosas imposibles antes... no le hagas esto a mi hija-

-¡Su hija estará mejor sin mi!, habrá aalguien que la trate mejor... como ella se 
merece...- pensó Ranma respondiéndole.

-¡Ranma eres un tonto!- Ranma se quedo  de una pieza al escuchar la voz de la 
señora Tendo hablándole como si lo hiciera su Akane -¡¿que no te das cuenta que 
mi hija no quiere a nadie más?!- la voz de la señora Tendo mostraba su enojo, en 
verdad se parecía ahora más a Akane -¡escucha bien!, vas a ganar este combate y 
regresar con mi hija... ¡o cuando llegues aquí te golpearé por una eternidad!-

 Ranma se sobresaltó y reaccionó saliendo de su estado semiconsciente. Avari se 
acerca nuevamente hacia él caminando lentamente -después de ti, me encargaré de 
la reina y de tus estúpidos amigos einjergars que me han dado más problemas de 
los que deberían-

 El chico de Nerima se enfurece al escuchar estas palabras, recuerda lo que 
Avari le hizo a la reina y que estuvo apunto de asesinar a la pequeña niña sin 
ninguna compasión. De pronto siente como si algo dentro de si reventara.

 Ranma le mira con tal decisión que hace que Avari se detenga -¿aún quieres 
pelear?- le pregunta el malvado Avari.

-¡NO!- gritó Ranma -¡no perderé jamás ccon alguien tan bajo como tu!-

 Ranma siente como si sus fuerzas volvieran -¡ahora veras quien es Ranma 
Saotome!-, Ranma aprieta la empuñadura de su katana y esta comienza a 
resplandecer. Avari corre hacia él blandiendo su cimitarra.

 Pero Ranma también corre a recibirle, ambos chocan sus espadas soltando 
chispas, y comienzan a intercambiar golpes que ambos bloquean y evitan con gran 
rapidez. Avari se ve sorprendido de que aquel moribundo chico ahora se muestre 
tan o más fuerte que en un principio.

 Ranma pelea fuera de sí, su ira lo a dominado completamente, ya no piensa ni 
siente, su único propósito es vencer a su oponente. Avari dando un fuerte golpe 
hace que Ranma se separe de él arrastrándose varios metros hacia atrás 
bloqueándolo.

 Avari apunta con su palma extendida hacia Ranma -¡no caeré de nuevo!- pensó 
Ranma, -¡OSCURIDAD DEL ALMA!- la gran onda de energía oscura se dirige hacia el 
chico, pero esta vez Ranma se ve decidido y de su katana se desprende un brillo 
aún mayor que antes.

-¡DRAGON CELESTIAL!- gritó Ranma mientrras corre en dirección del ataque de Avari 
para sorpresa de este, y con su katana intercepta la gran cantidad de energía, 
se produce una terrible explosión y de en medio de esta aparece el chico rodeado 
de una dorada y resplandeciente aura como su katana.

 Avari se ve sorprendido al mirar al chico, parado frente a él intacto después 
de haber recibido su ataque.

-¡Jejeje... ahora lo entiendo!- murmuróó Ranma observando su katana y así mismo 
al verse rodeado de esa energía -la katana dragón... al fin se como usarla-

 Ranma también adopta su posición de combate -Belenus...eres un maldito por no 
decírmelo antes... ¡es tan sencillo!- el joven einjergar se ve fuera de sí, 
Avari se enfurece y se prepara para luchar arrojándose hacia Ranma.

 Ranma lo ve y se concentra, su dorada aura aumenta produciéndose una ventisca a 
su alrededor -¡el dragón celestial que uso Belenus, no es un ataque, sino es la 
invocación del poder del dragón que duerme en esta espada!- Ranma sonríe en 
forma siniestra -¡Y AHORA SE COMO USARLA!-

 Avari salta en el aire para atacar a Ranma, el chico lo observa y salta para 
recibirlo con un rápido golpe de su katana.

 El choque de fuerzas en el aire produce un estruendo, Avari sale disparado 
hacia atrás girando en el aire para caer de pie, mira sorprendido la fuerza de 
Ranma -..¡¿como ese einjergar obtuvo tanto poder?!...- no alcanzo a terminar 
cuando ve que en el aire Ranma viene sobre él, Avari extiende nuevamente su mano 
haciendo su técnica de energía, la que Ranma atraviesa como si nada continuando 
su descenso hacia Avari.

 Avari salta hacia atrás y Ranma golpea el suelo, el golpe de su katana produce 
una gran zanja en el suelo, el chico se vuelve a enderezar mirando a Avari con 
ira -¿qué pasa?- se burla Ranma -¡¿DÓNDE ESTA LA FUERZA DE LA QUE TANTO 
PRESUMES?!- Ranma adopta su posición de combate empuñando su brillante katana, 
al igual que el aura que rodea su cuerpo -¡¿DONDE ESTA EL PODER QUE PRESUMES 
FRENTE A LAS MUJERES Y NIÑOS INOCENTES?!-

 Ranma se ve fuera de sí, su aura comienza a elevarse. Avari también esta 
enfurecido -¡insolente einjergar!- corre nuevamente hacia Ranma, ambos saltan 
produciéndose un nuevo combate aéreo, Avari golpea con una tremenda fuerza y 
Ranma lo bloquea separándose en el aire. Ranma se encuentra en ese momento 
algunos metros debajo de Avari en el aire.

-¡ya me canse de ti!- Ranma concentra eesa tremenda aura que le rodea, en un 
instante empuña su katana con ambas manos -¡prueba mi nuevo...!- y da un golpe 
hacia arriba con todas sus fuerzas -...¡DRAGON VOLADOR!- el golpe produce un 
increíble remolino de brillante energía dorada en dirección de Avari.

-¡NOOOOO!- Avari no puede creer lo que  ve, en un instante se ve envuelto en ese 
remolino de energía, el poder es tanto que su capa se desintegra al igual que su 
armadura -esto es... ridículo...- es lo último que piensa Avari.

 Ranma cae al suelo observando como los restos de un inconsciente Avari caen a 
varios metros de él al oscuro vacío, el aura dorada desapareció junto con ese 
ataque pues Ranma había liberado toda su energía en un solo instante.

-¡Sorprendente!- decía para sí mismo Raanma, aún no entendía como es que había 
utilizado ese tremendo poder, observa su katana ahora sin ningún resplandor o 
algo especial en ella, se ve como cualquier espada ordinaria.

-¡HEY... MUCHACHO!- Ranma mira en direccción del agujero y ve a Víndalf 
llamándole. Ranma se dispone a correr recordando recién todo lo que sucede a su 
alrededor, pero cuando quiere avanzar siente un tremendo dolor que recorre su 
cuerpo, su vista se desvanece -¡demonios!- exclama el chico antes de caer 
inconsciente al suelo.


	La puerta del palacio esta a punto de ceder, Belenus solo mantiene su 
posición -¡no podemos esperar más!, ¡todos al túnel!- Belenus y sus hombres 
descienden al subterráneo del palacio, donde se encuentran al final de las 
escaleras con otro salón y unas grandes puertas de acero abiertas que dan hacia 
unas oscuras cavernas levemente iluminadas con antorchas.

 Todos los Dragones Rojos corren hacia el túnel, Belenus se queda de los últimos 
esperando a Ranma y Víndalf que se ofreció para buscarle. En eso se escucha el 
ruido de los trolls gritando dentro del palacio -¡han entrado!- pensó Belenus.

-¡Cierren las puertas!- ordenó el capittán, Rashell y Méril llegan al lado de su 
capitán reclamando la orden -¡capitán... Ranma volverá se lo aseguró!- gritaba 
Rashell.

 Belenus lo mira seriamente -¡no tenemos tiempo!-

 Para sorpresa de todos se escucha el grito de Víndalf el capitán de los elfos 
que baja corriendo las escaleras llevando en una mano la katana dragón 
envainada, y sobre su hombro cargando a un inconsciente Ranma -¡CIERREN LAS 
PUERTAS!- grita el capitán elfo, todos se sorprenden pues detrás de él aparecen 
una gran cantidad de monstruos siguiéndolo con no muy buenas intenciones.

 Belenus da una orden y las puertas comienzan a cerrarse lentamente, mientras 
algunos elfos disparan sus flechas intentando cubrir el escape de su capitán.

 Finalmente Víndalf entra corriendo por las puertas justo a tiempo para 
cerrarlas, rápidamente los soldados bloquean la entrada y se sienten los golpes 
de los monstruos intentando derribarla.

-¡AHORA SERGUS!- ordenó Belenus mientraas todos corren por el túnel alejándose de 
las pesadas puertas. Varios metros más adentro del túnel Sergus sonríe -¡ahora 
verán mi poder!- dijo mientras se bebía otro trago de su licor, Sergus jala de 
una gran palanca en el muro -y ahora...¡A CORRER!-


	Todo comienza a temblar, los monstruos en el palacio se quedan mirando 
unos a otros, el temblor se transformo en un terrible terremoto, las paredes se 
trizan, las columnas se rompen y caen, pedazos de roca caen aplastando a varios 
monstruos. Los engendros de Hel junto con los trolls intentan huir gritando de 
terror.

 El castillo de Alvheim se derrumba por completo sepultando junto con él a una 
gran cantidad de monstruos que no pudieron huir del palacio a tiempo, los demás 
miran desde los alrededores, los trolls se ven asustados, el castillo de Alvheim 
o lo que queda de él, solo un gran montón de escombros hundidos en la tierra.

 Amanece en Nilfheim, desde los cielos en un oscuro galeón que se mantiene por 
magia en el aire, un testigo esta horrorizado por lo que ve -¡malditos elfos!- 
dice Shizu -¡han sacrificado su propio castillo!- en eso siente un ruido, detrás 
de él, en la cubierta se encuentra un inconsciente Avari -¡amo Avari!- habla 
mientras Avari recupera su conciencia -...Ranma... Saotome...- es lo único que 
pronuncia ante la sorpresa de Shizu.


	Los Dragones Rojos juntos a las tropas de Alvheim observan en silencio el 
ahora sepultado extremo del túnel.

-¡Nunca pensé que usaríamos esa trampa!!- dijo con tristeza Víndalf, Belenus se 
para a su lado -¡pero ya regresarán Víndalf!... ya verás, y reconstruirán todo 
mejor que antes- terminó diciendo con optimismo el capitán de los einjergars.

 La fila de soldados camina tristemente por los túneles, los Dragones Rojos 
están en silencio para compartir el dolor de sus camaradas elfos, han perdido su 
hogar... pero no sus vidas.

 Ranma comienza a despertar, cuando abre los ojos se da cuenta que esta siendo 
llevado en una camilla -¿estas bien Ranma?- pregunta a su lado Méril, Ranma mira 
un poco confundido, ve como la camilla esta siendo cargada por Rashell y Shaka.

-¿dónde estoy?- pregunta con algo de diificultad, -¡vivo amigo, estas vivo!- 
responde con alegría Méril. -¡Demonios!- es lo único que dice Ranma al sentir su 
adolorido cuerpo, sus amigos sonríen al ver que Ranma esta bien, finalmente la 
caverna termina dando una espléndida vista de un blanco valle a la luz del 
amanecer, y al final un castillo que se ve en el horizonte.

 Y así la batalla de Nilfheim a terminado para nuestros cansados héroes.



	Frei camina apresuradamente por las escaleras que dan al gran consejo de 
los Aesirs, en eso siente que alguien lo llama y se detiene.

-¡Hermano!, debo hablar contigo- era laa hermosa Freiya con sus dorados cabellos 
al viento. -Ahora no querida, Odin necesita nuestra presencia urgente- dice 
mientras continúa su camino hacia el salón.


	Odin sentado en su imponente trono observa a su alto consejo reunido ante 
él, dos cuervos negros están parados sobre su trono, Los dioses comentan entre 
sí el por que de la urgente llamada de su supremo gobernante.

-Acabo de enterarme del estado de la siituación de Alvheim- habló Odin, todos los 
dioses ahora toman atención en suspenso.

 Odin se ve molesto -Alvheim... ha sido atacada y destruida por las fuerzas de 
Hel...-. Los dioses comienzan a hablar, no podían creer lo que escuchaban, 
Alvheim destruida. Todos estaban impactados por esta noticia, excepto un dios de 
apariencia joven que sonreía con disimulo.

-¡SILENCIO!- Odin se veía demasiado traanquilo por la situación, cosa que 
sorprendió a muchos -¡Frei ven aquí!-

 a la orden de Odin, Frei se acerco al trono estando al frente de todos los 
demás dioses sin saber por que. Desde atrás Freiya mira preocupada a su hermano.

-¡Frei!- repitió Odin -a pesar de la caaída de Alvheim, les anuncio que su pueblo 
a sido salvado por la valerosa y sabía acción de los einjergars que enviaste en 
su apoyo.. estoy muy orgulloso de ti, y muy orgulloso de estos einjergars, 
espero que sean recibidos con honores al volver a Asgard-

 El rostro de Loki se descompuso, al mismo tiempo que Freiya se alegro por los 
honores que recibe su hermano -fue un placer servirle lord Odin, aunque también 
lamento la caída de Alvheim, debo decir que todo el crédito lo tienen los 
valientes einjergars a mi servicio- Frei se veía radiante de alegría -Belenus... 
lo lograste- pensó el dios mientras continúan escuchando los detalles de parte 
de Lord Odin y los dioses siguen comentando las hazañas de un simple escuadrón 
de einjergars.



	Ranma se encuentra en un impresionante jardín entrenando con su katana, de 
vez en cuanto se queda observando el hermoso filo de su arma.

-Aún deberías estar en cama- se escuchoo a sus espaldas.

 Ranma se gira para ver a Belenus apoyado en un gran árbol, al igual que Ranma 
la vestimenta de Belenus esta compuesta por una camisa azul brillante con 
pantalones del mismo color, botas café y una túnica corta de color verde 
esmeralda encima de su camisa afirmada por un dorado cinturón.

 Ranma no dijo nada, -vamos Ranma, no fue tu culpa... al contrario eres 
considerado un héroe entre la gente de Alvheim y la de aquí-

 Ranma, Belenus y el resto de los Dragones Rojos además de los elfos de Alvheim 
están refugiados en la ciudad élfica de Svartalfaheim, una hermosa ciudad 
edificada en una montaña. Su castillo esta edificado en la cumbre y por las 
laderas se encuentra su ciudad siendo así una hermosa ciudad de escaleras y 
caídas de agua. Sus muros se encuentran en lo más bajo de sus laderas 
protegiendo así tanto a la ciudad como el castillo. A pesar de estar rodeada de 
nieve la ciudad de Svartalfaheim posee un agradable y cálido clima primaveral 
siendo famosa por su paradisíaca vegetación siendo sus jardines comparables a 
los mismísimos jardines de Asgard, un oasis de vegetación en medio de Nilfheim.

 Han pasado cinco días desde los terribles acontecimientos vividos en Alvheim, 
Ranma se encontraba en cama desde entonces no pudiendo contradecir a las 
doncellas aunque insistía en que estaba bien. Rashell se la pasaba haciéndole 
bromas de su suerte por ser atendido por tan lindas doncellas. Finalmente hace 
dos días que lo dejan levantarse de vez en cuando, y ahí es donde lo encontramos 
ahora en uno de los hermosos jardines que pertenecen al hospital de la ciudad.

-¡No soy ningún héroe!- Ranma envaina ssu katana -¡maldición si no me hubiese 
demorado tanto!-

 Belenus se acerca a Ranma -hiciste más de lo que podías hacer, la muerte de la 
reina ha sido lamentable, sus heridas fueron demasiado graves y perdió mucho 
sangre... pero no debes culparte por eso, además tu salvaste a su hija-

 Ranma solo mira por el balcón desde donde se puede ver todo el valle hasta 
perderse en las montañas de Jotumheim a una gran altura, el rostro del chico se 
ve bastante triste, ya no es el Ranma que Belenus conoce desde un principio. En 
cierto modo esto no le parece tan mal, el dolor de la batalla y la perdida de la 
reina han obrado en su ciego orgullo y su infantil concepto de la vida. Su 
egoísmo es cosa del pasado, ahora se le ve más pensativo y menos dado a la ira 
que antes, también a estado actuando con más madurez siempre pensando primero lo 
que va a decir. Pero lo que Belenus le preocupa es ese sentimiento de culpa que 
lo tiene tan deprimido, recuerda que cuando él sufrió la perdida de sus amigos 
en la batalla que lo convirtió en un hombre tardó demasiado tiempo en reponerse, 
hasta que conoció a su esposa la única que sano las heridas de su corazón.

-Ranma... si sigues culpándote lo únicoo que lograras es que te maten en vez de 
esforzarte por reparar tu error- Ranma se quedo viendo fijamente a Belenus sin 
entender lo que quería decir -recuerda tu promesa-

 Ranma recordó que la reina poco después de llegar a esa ciudad se despidió de 
su hija, y antes de morir fue a él a quien le encargo el cuidado de Iris a pesar 
de las protestas de Ranma, quien finalmente le prometió a la reina hacer su 
voluntad -no soy nadie para proteger a la pequeña... le fallé a su madre, no 
puedo arriesgarme a que le suceda algo a ella- dijo dejando caer sus hombros.

 Belenus estaba harto del estado del chico -¡YA BASTA!, ¡ese no es el Ranma 
Saotome que conozco!- Ranma solo se encogió de hombros. Belenus no lo soportó 
más tomo el brazo de Ranma y lo arrastró a la fuerza, -¡HEY!- Ranma se quejó de 
la actitud de Belenus pero este ni se inmutó y siguió arrastrándolo ante la 
mirada incrédula de las doncellas del hospital y de los elfos que miraban 
extrañados la escena por las calles.


Llegaron a una plaza donde Ranma, ya callado por la curiosidad de saber donde 
iban se fija en la gran cantidad de guardias reales y doncellas que se 
encuentran ahí. En eso Ranma ve a un par de doncellas hablando animadamente a 
una pequeña niña -¡Iris!- dice para si Ranma.

-¡Si Iris!- repite cansado Belenus -y llo que más necesita ahora es alguien que 
le de un poco de felicidad, pero tu en ese estado no ayudarías mucho...-

-¡pero por que yo!- Ranma levantó la vooz llamando la atención de las doncellas, 
estas al ver quien era le dicen a la princesa para que esta le vea, la niña se 
veía triste y sola, la chispa de sus ojos se había apagado totalmente.

 Cuando Ranma la vio se quedo callado, no sabía que hacer, Belenus le empujo 
hasta que estuvo a pocos pasos de la niña.

 Belenus le hizo una seña a las doncellas y los guardias para que se fueran del 
lugar -estas a cargo de la niña Ranma, diviértanse y preocúpate de traerla a la 
hora de la cena- terminó diciendo mientas se iba con los demás.

 Ranma no alcanzo a decir nada, se inclino frente a la niña que le miraba 
fijamente -...Hola Iris...- dijo suavemente Ranma, pero la niña no hablaba desde 
el día en que murió su madre. Después de un rato de silencio Ranma se atrevió a 
hablar de nuevo -Iris... discúlpame, todo es mi culpa... te fallé- la pequeña se 
le queda viendo fijamente.

 Para sorpresa de Ranma la pequeña se le abraza llorando -¿Por qué se fue?... 
¿por que me dejaron sola?- Ranma abraza a la pequeña con cariño, jamás nadie le 
había enseñado a expresar cariño, pero esa niña lo necesitaba y a Ranma ya no le 
importo verse poco hombre ni nada, solo pensaba en la pequeña.

-Iris... no te dejaron sola...- Ranma hhablaba suavemente -tu mamá siempre va a 
estar contigo- la niña deja de llorar un poco y se le queda viendo -¿en serio?-

 Ranma asiente con su cabeza -aunque tu no la veas tu mamá esta siempre contigo, 
y ahora te esta viendo triste... ¿quieres que tu mamá te vea triste?-

 La niña limpiándose las lágrimas con sus pequeñas manos negó con su cabeza, 
para mirar a Ranma con curiosidad -¿dónde está mi mamá?-

 Ranma no sabía que decir, pero después se fijo en que la niña aún para su 
sorpresa lleva la piedra mágica colgada sobre su pecho -pues... ¿ves esta piedra 
mágica?- la niña asiente con su cabeza -... tu mamá puede verte a través de 
ella, así que no debes estar triste o tu mamá también se pondrá triste... 
¿entendiste?- Ranma levanta a la niña en sus brazos -¡vamos sonríe para que tu 
mamá te vea!- paso un momento de silencio en que Ranma pensó en como pudo haber 
dicho el tantas estupideces, que era un tonto diciéndole esas cosas a una niña, 
que era un inútil y hasta que todo era su culpa.

 Iris rió alegremente -¿así?- pregunto la niña, volviendo a ser la misma niña 
alegre que Ranma conociera en el palacio de Alvheim -¡perfecto!- respondió Ranma 
y ambos rieron alegremente. Belenus mira escondido detrás de un árbol -mucho 
mejor- cuando se disponía a retirarse del parque un guardia le da alcance 
deteniéndolo -capitán Belenus, tiene un mensaje de Lord Frei- Belenus 
sorprendido sigue al guardia hasta el palacio.


	Por las calles de Svartalfaheim todos sus habitantes se sorprender de ver 
a un joven einjergar llevando sobre sus hombros a una feliz niña mientras corren 
recorriendo toda la ciudad.


	Ya en la cena todos se sorprendieron en el palacio como Ranma llegó con la 
niña riendo, la pequeña le contaba a todas las sirvientas que le atendían las 
grandes aventuras que vivió con Ranma en la ciudad. Ranma dejándola al cuidado 
de las doncellas del palacio se retira, estaba en la salida de este cuando 
Belenus lo detuvo -¡Ranma sígueme!-

 Ranma lo sigue de regreso al palacio, la pequeña Iris se encontraba a punto de 
servirse su sopa, pero no quería por que había comido muchas golosinas con Ranma 
en la ciudad.

-Pero princesa tomate tu sopa- insistíaa el cocinero, a pesar de que las 
doncellas pensaban que si no quería mejor no darle, finalmente la niña tan 
obediente que era estaba apunto de servirse una cuchara cuando Ranma y Belenus 
entran rápidamente a la habitación -¡Ranma!- grita la niña de felicidad yendo a 
saludar al joven con un abrazo, Ranma la levanta en el aire -¡que pasa iris!, 
¿aún despierta?... será mejor que te vayas a la cama- Iris se quejo -esta bien 
si te vas a la cama te contaré una historia, así que apúrate que yo te alcanzo 
luego...- la niña celebro y se fue corriendo ante la mirada molesta del 
cocinero, las doncellas siguen a la niña.

 El cocinero iba a retirarse cuando Belenus lo detiene poniéndole la mano 
bruscamente en el hombro -¿que...que...que desea señor?-, -¡siéntate!- ordenó 
Belenus mientras lo obliga a sentarse en donde antes estaba la pequeña.

 Ranma lo mira confundido -¡tomate la sopa!- ordena Belenus, el cocinero pone 
cara de no entender que quiere decir, pero cuando Belenus desenvaina su espada, 
el cocinero toma rápidamente la cuchara... y se detiene a centímetros de sus 
labios.

-¿Que sucede?- ante la pregunta de Beleenus el cocinero se quiebra en llanto 
delante de ambos einjergars -¡por favor señor... perdóneme la vida, es que me 
amenazaron de muerte!- Ranma lo entendió todo, el elfo envenenó la comida de la 
pequeña, sintió una terrible furia que lo consumía -Ranma, no te preocupes más 
por este hombre, solo ve a contarle esa historia que le prometiste a Iris... y 
sería bueno que te quedaras vigilando a la pequeña toda la noche-

 Ranma en ese momento lo único que deseaba era partirle la cara al cocinero, 
pero obedeció a Belenus y subió bastante apurado a la habitación de la pequeña.

-Ahora será mejor que te termines la soopa antes de que se enfríe- dijo Belenus 
mientras el cocinero se pone pálido. -Pero Señor... piedad- suplica el cocinero.

-En primer lugar me mentiste, nadie te  amenazó lo haces por dinero... y en 
segundo lugar no puedo perdonar a quién pretenda matar fríamente a una inocente 
criatura que ningún mal te ha hecho... tu eliges la sopa o tendré que molestarme 
en lavar tu sucia sangre de la alfombra- dijo fríamente Belenus mientras ponía 
su espada cerca del cuello del cocinero, este lo único que hace es levantar 
lentamente la cuchara.

 Belenus observa el cuerpo inerte del asesino cocinero muerto por su propio 
veneno -creo que Lord Frei tiene razón, la niña tiene que irse, pero es muy 
peligroso enviar a Ranma solo... ya se lo que debo hacer...-

 Mientras en la habitación Ranma y la pequeña tenían un combate de almohadas 
ante las doncellas, que al principio se vieron nerviosas y molestas pero ahora 
están felices de ver como la alegría a regresado al rostro de la pequeña.



	Antes del amanecer Ranma prepara su bolso junto al de la pequeña Iris con 
la ayuda mientras evita despertar a las doncellas, ve como aún la niña duerme 
tranquilamente en su cama. Fuera le esperan listos Méril y Rashell con sus 
equipajes para acompañarle en esta nueva misión.

-¡Iris despierta!- la pequeña despiertaa lentamente -¿Ranma?- responde con 
bastante sueño.

 Ya fuera los tres amigos einjergars, y una pequeña niña envuelta en una manta 
en los brazos de Ranma caminan rápidamente por las desiertas calles de 
Svartalfaheim, los tres chicos corren por distintos callejones evitando la 
vigilancia de los elfos, finalmente llegan a una pequeña plaza de la ciudad.

 Dos figuras les estén esperando -¡¿FREI?!- preguntó sorprendido Ranma, -¡vaya 
te dejo al cuidado de Belenus un tiempo y ya se te olvidaron los buenos 
modales!- respondió con su ironía de siempre el dios de Asgard -hace tiempo que 
no nos vemos mi joven mortal-, Ranma no dejo de alegrarse al ver al conocido 
dios, a pesar de no tener muy buenos recuerdos de él no deja de sentirse más 
seguro en su presencia.

-¡¿MORTAL?!- Rashell y Méril saltaron dde la impresión al escuchar la verdadera 
naturaleza de su amigo -¡¿LORD FREI?!- aún más sorprendidos por que están en 
presencia del mismísimo Lord Frei, el dios al que le sirven los Dragones Rojos, 
después de la impresión se inclinan cortésmente a diferencia de Ranma.

-¡Mucho mejor!- sonríe Frei -¿Belenus lles explicaste el plan?-

 La otra silueta era de Belenus -así es Lord Frei, se llevarán la niña a Midgar 
en secreto, mientras nosotros descubriremos quien desea su muerte-

-Pero recuerda Ranma, el que regreses aa tu hogar no quiere decir que termine tu 
servicio conmigo, además irán tus compañeros para asegurar la protección de la 
princesa, nunca se sabe lo que puede suceder...- dijo Frei seriamente.

 Los chicos recibieron instrucciones de Lord Frei y Belenus, también recibieron 
algunos implementos mágicos que le serían de utilidad en el futuro.

 Finalmente se despiden, Ranma carga a la pequeña durmiendo en sus brazos, 
Belenus se le acerca mientras los chicos hablan entre ellos -Ranma, si no te 
vuelvo a ver, debes saber que me siento orgulloso de lo que has aprendido, sigue 
practicando y serás el mejor con la espada, aún mejor que yo...-

 Ranma no entiende el por que de las palabras de Belenus -seguiré entrenando... 
pero sabes que soy representante de la escuela de combate libre... además no 
creo tener el talento que tu dices con la espada como tú- Ranma se veía 
extrañamente humilde, después de todo fue uno de los cambios que ha obrado en su 
persona el dolor.

-Ranma... el talento en la espada lo lllevas en tu sangre, más que el combate 
libre...- Belenus habla seriamente para sorpresa de Ranma -¿que crees que es más 
importante?... ¿unas cuantas generaciones de tradición en el combate libre 
enseñado por ese maestro del que me hablaste llamado Happosai?... ¿o los más de 
ocho siglos de la tradición de la esgrima y la lucha de la Dinastía Saotome?-

 Ranma estaba confundido -¿Dinastía Saotome?... ¿esgrima?... ¿ocho siglos?-

 Belenus le sonrió de una forma paternal, Ranma al fin comprendió el sentimiento 
de confianza que siempre le da esa mirada, era la mirada de un padre... como el 
que siempre debió haber tenido -¿Ranma... nunca te dije que el apellido de la 
familia de mi esposa era... SAOTOME?- Ranma se sobresaltó con la noticia -o sea 
que tu...-

-Así es... soy Belenus Saotome, ese es  el único apellido que recuerdo y que me 
enorgullece, no se como mis descendientes pudieron olvidar algo tan importante 
como sus antiguas tradiciones, pero espero haberlas recuperado con lo que te 
enseñe...- Belenus nota como Ranma mira su katana en su cintura -así es, esta es 
la espada de la Dinastía Saotome, espero que seas digno de ella... ¡ahora vete!-

 Ranma no pudo responderle, Frei mandó rápidamente que se juntaran al centro 
mientras extendía sus manos -¡nos volveremos a ver mi joven mortal, y no te 
preocupes que enviaré a alguien muy pronto para que mantengan el contacto con 
nosotros-

 Frei alzo sus manos y recitando un desconocido conjuro los tres chicos y la 
pequeña niña desaparecieron.

-¿Estarán bien?- se preguntó Belenus -nno lo sé, tu los entrenaste ahora depende 
de que ellos hagan su parte y cuiden bien de la llave... o toda la vida de la 
creación podría peligrar- respondió Frei seriamente -ahora Belenus hagamos 
nuestra parte, no tenemos tiempo que perder- Belenus asiente y se marchan de la 
plaza.



	Akane sale corriendo de su casa en dirección de la escuela seguida por su 
hermana Nabiki, ya han pasado dos meses desde que Ranma desapareció, y todo 
parece volver a la normalidad como antes de que Ranma llegara por primera vez a 
Nerima. Aún la familia espera angustiada noticias del joven Ranma, también sus 
"prometidas" que no se cansan de visitar el dojo preguntando por él, para el 
disgusto de Akane. La escuela Furinkan a reabierto sus puertas hace algunos días 
y todo parece estar en paz, pero como se dice por ahí, nada dura para siempre.

 Tres jóvenes caminan por las calles de Nerima, uno de ellos lleva a una pequeña 
niña en sus hombros.

-¡GEEEZZZZ!- dice uno -¡esto parece unaa locura, jamás pensé que Midgar cambiaría 
tanto en un par siglos!-

 El más pequeño de los jóvenes se ve un poco nervioso -amigos... creo que 
llamamos demasiado la atención- dice al ver como los habitantes de Nerima 
acostumbrados a ver de todo, no pueden dejar de observar a los tres jóvenes y la 
niña.

-Debe ser por estos uniformes, ¡demonioos no se como fue que acepte venir con 
ellos!- dice el que camina al frente cargando a la niña.

-¡A mi me gustan!- dijo la pequeña niñaa de unos cinco o seis años que no deja de 
mirar sorprendida todo lo que le rodea.

 Los tres jóvenes llaman la atención de las personas por el extraño vestuario 
que usan, los tres visten unas brillantes camisas rojas con bordados dorados 
abotonadas a un lado del torso, sus pantalones eran negros con botas del mismo 
color. Pero lo que más llama la atención son sus armas, uno porta una espléndida 
katana envainada que cuelga de un dorado cinturón, el chico de cabello rubio 
porta una hermosa lanza de dorados extremos que cuelga de su espalda, y el más 
pequeño también colgando de su espalda lleva un hermoso carcaj de cuero labrado 
lleno de flechas y un arco de exquisita madera junto con una pequeña espada en 
su cintura. Por último los tres usan capas negras y relucientes con un llamativo 
bordado rojo en sus espaldas con forma de un dragón oriental y los bolsos que 
también cuelgan de sus espaldas. La pequeña niña también es observada por los 
transeúntes, de cabellos oscuros y hermosos ojos grises, vistiendo un llamativo 
vestido celeste y una hermosa joya púrpura que cuelga sobre su pecho. 



	Kasumi barre alegremente la entrada de la casa, se queda un momento 
pensativa mientras mira el cielo -espero que Ranma este bien...-

-¡Gracias por preocuparte Kasumi!- se eescuchó una voz.

 Kasumi se fija en tres extraños jóvenes y una hermosa niña en frente de ella, 
vestidos con extraños atuendos y capas negras.

-¡OH MI!...- exclama Kasumi llevándose  las manos al rostro al mismo tiempo que 
deja caer su escoba.

 Ranma baja la niña de sus hombros lentamente, en sus ojos se ve la emoción de 
estar nuevamente en su hogar, después mira alegremente a Kasumi -¡hola Kasumi!-

-¿Ranma?...- Kasumi reacciona y corre hhacia el interior de la casa llamándolos a 
todos.

-¡GEEEZZZ!- dice Rashell -¡esa chica ess muy hermosa!-, -¡ni lo sueñes amigo!, no 
te atrevas a molestarla- le responde Ranma.

-¿Ella es tu novia?- pregunta Méril, -¡¡PUES CLARO QUE NO!- le grita Ranma 
haciendo que el pequeño Méril se cubra con sus manos -¡ella es la hermana de!... 
mi prometida...- dijo Ranma casi en un susurro -¡¿PROMETIDA?!- gritan ambos 
chicos a la vez.

-¡Por eso te moleta que Rashell le hagaa algo a esa señorita... es por que ella 
es tu cuñada...- respondió con una sonrisa Méril, -¡GEEEZZZ!, así que nuestro 
amigo Ranma se nos casa... ¡vaya que eres precoz!- Ranma lo mira en forma 
asesina pero prefiere no golpearle, después de todo esta de nuevo en su casa y 
no quiere volver a las viejas costumbres, aunque piensa que valdría la pena al 
ver la maliciosa mirada de Rashell.

-¿Esta es tu casa?- pregunta la niña -ssi Iris, y si te gusta también será tu 
casa por ahora- responde Ranma con una sonrisa, la niña mira desde la entrada la 
casa de la familia Tendo -¡es muy bonita!- exclama la niña.

 En eso aparece de nuevo Kasumi, junto con la señora Nodoka, Soun y muy atrás 
caminando con recelo Genma. El maestro Happosai también se hace presente y mira 
detenidamente el nuevo aspecto de Ranma. Su madre le abraza, Ranma no puede 
dejar de avergonzarse al estar frente a sus amigos einjergars, le llueven las 
preguntas al pobre chico, pero finalmente se calman y pasan al interior.

 Ahora los tres chicos y la niña están sentados a la mesa, mientras continúa el 
interrogatorio.

-¿Dónde estuviste hijo?-, -¿qué fue lo  que te pasó?-, -¿y esa ropa?-, -¿quiénes 
son tus amigos?-, -que niña más preciosa ¿quien es?- Ranma se siente un poco 
mareado ante tanta pregunta...

-¡¡¡SILENCIO!!!- grita Ranma y todos see quedan callados -¡bien mucho mejor!, 
para empezar estos son Rashell y Méril mis compañeros einjergars sirvientes de 
los dioses de Asgard, y la pequeña niña es la princesa Iris Motvidnir del reino 
de Alvheim...- ahora son los miembros de la familia Tendo y Saotome los que 
están mareados ante semejante respuesta mientras los chicos solo ríen al ver la 
cara de ellos -en verdad debe ser difícil para un mortal creer todo esto- dice 
Méril amablemente.

 Rashell se levanta -¡GEEEZZZ! ¡Ranma deja que yo les explique todo!- Ranma lo 
mira un poco preocupado mientras su amigo comienza a contar una gran historia en 
que entran dioses, demonios, einjergars, un escuadrón llamado los Dragones 
rojos, Asgard, el Valhala, las planicies de Nilfheim, la gran batalla de 
Alvheim, el reino de Svartalfaheim, espadas, hechizos, muertos vivientes, más 
batallas, por supuesto aunque sin decir mentiras exageró levemente su 
participación y la de sus amigos en estas.

 La familia pasó su cara de no comprender nada a una de completo asombro, hasta 
Ranma se sintió incómodo por el orgullo con que lo mira su madre y la sorpresa 
de los demás cuando Rashell cuenta las aventuras que ellos vivieron como su 
enfrentamiento con los trolls, por supuesto que siempre exagerando un poco como 
cuando dijo que eran héroes reconocidos en el otro mundo y expertos cazadores de 
demonios muy poderosos, casi las autoridades máximas de los einjergars en 
Asgard. También Méril se sentía algo de vergüenza por los "pequeños condimentos" 
que su amigo agregaba para hacerse el importante.

 Finalmente Rashell se sienta satisfecho de la gran forma en que le miran todos, 
habiendo contado una muy resumida historia de sus aventuras desde que Ranma esta 
con ellos, Ranma le agradeció en sus pensamientos el que no haya nombrado las 
veces que él estuvo en peligro ni las heridas que sufrió de las cuales aún no se 
recupera del todo, ya que no quería preocupar más a su familia de lo que ya su 
amigo los había dejado. 

-¡MI HIJO!- su madre le vuelve a abrazaar haciendo que Ranma se sonroje por la 
vergüenza -¡no sabía que te habías vuelto todo un hombre, el orgullo de la 
familia!-

 Ranma mira enfurecido a Rashell aún en los brazos de su madre -podrías a ver 
sido un poco más puntual en tu historia...- murmuró lo suficientemente fuerte 
como para que su amigo le escuchara.

-¡No me lo agradezcas amigo Ranma!- ríee maliciosamente Rashell, mientras Méril 
solo inclina su cabeza en silencio intentando ocultar las miradas de curiosidad 
de los miembros de esa "alborotada" familia.

 Soun también hizo de lo suyo llorando sin cesar -¡RANMA ERES TODO UN DIGNO 
HÉROE, AHORA SI MI PEQUEÑA AKANE ESTARÁ ORGULLOSA DE TI!-

-¿Dónde esta Akane?- pregunto Ranma inmmediatamente al escuchar su nombre. -En la 
escuela con Nabiki, pero ya no tardarán en llegar... se pondrá tan feliz no 
sabes lo preocupada que estaba por ti Ranma- dijo con una hermosa sonrisa 
Kasumi, Ranma no pudo dejar de sonrojarse al pensar que Akane estaba preocupada 
por él, quizás todo lo que escucho y vio en Asgard no fue tan irreal como él 
creía, no sabía que decir o pensar, ni siquiera podía saber como reaccionaría 
cuando la viera, han pasado demasiadas cosas desde que se fue, ya no se siente 
el mismo de antes, por que ahora ve su vida y lo que le rodea en forma distinta, 
todo tiene un nuevo valor para él.

 También su familia nota el cambio en el chico, ya no se ve inseguro, ni 
siquiera se molesto en ocultar su interés en saber donde estaba Akane como lo 
hacía antes, sus ojos mostraban no solo madurez, si no algo más que Nodoka no 
podía reconocer en su hijo.

 Genma se encuentra en un rincón de la mesa sin siquiera atreverse a hablar, 
piensa que su hijo no ha notado en lo más mínimo su presencia, o quizás se ha 
olvidado de lo que le hizo -veo que ahora tu hijo es mucho más fuerte que antes 
Genma... si es que aún es tu hijo jejeje- ríe a su lado el maestro Happosai 
mientras Genma se pone pálido.



	Akane camina lentamente al lado de su hermana Nabiki, la cual no deja de 
mirar con preocupación el triste rostro de ella, su pequeña hermana a estado muy 
cambiada últimamente. Ya ni siquiera sale a correr, y sus prácticas no son tan 
seguidas como antes, esta totalmente desanimada.

 Las hermanas Tendo llegan a su casa, pero al acercarse a la puerta escuchan un 
incesante ajetreo dentro de esta, en verdad las cosas han estado demasiado 
tranquilas últimamente y ya no acostumbran esta clase de ruidos.

-¿qué será ese ruido?- se pregunta Akanne, -quizás tengamos visitas- respondió 
Nabiki.

 Las dos avanzan por el pasillo y notan que Kasumi no les recibe como siempre, a 
medida que continúan hacia a la sala se sienten los ruidos de conversaciones y 
risas, parece que en verdad hay una fiesta -vaya, ¿que estará sucediendo?- se 
pregunta Nabiki.

 Akane abre la puerta que da a la sala y se encuentra con su familia reunida en 
la mesa junto a tres extraños invitados vestidos con impresionantes uniformes y 
capas, Nabiki detrás deja escapar un silbido al reconocer a uno de los 
jóvenes.

 La chica de cabellos cortos y oscuros mira directamente al joven einjergar 
sentado al centro de sus amigos con un plato de tallarines a la mitad de su boca 
que le mira de la misma forma que ella.

-¿Ranma?...- es lo único que se le escuucha murmurar a Akane, después rápidamente 
ella camina como si nada al otro lado de la sala y continúa hacia las escaleras 
para dirigirse a su habitación. Todos están en silencio, Ranma termina de tragar 
su porción de tallarines, luego les susurra algo al oído de sus compañeros 
mientras estos sonríen.

 Ranma se levanta para sorpresa de todos que aún se encuentran en silencio, con 
su mano saluda a Nabiki que ni siquiera puede responderle y solo imita el gesto 
del chico y se retira tranquilamente siguiendo a Akane a su cuarto. 



	La hermosa chica entra a su habitación -era... ¿Ranma?...- se pregunta 
suavemente -... pero... ¿por qué no pude decirle nada?- Akane se acerca a su 
cama y nota para su sorpresa que una pequeña niña esta durmiendo en ella.

 La puerta de su habitación se abre lentamente, Ranma entra en silencio y la 
cierra detrás de él -¿Akane?- pregunta el chico.

 Akane le da la espalda a Ranma, no se atreve a mirarle a los ojos, son tantas 
cosas que se le pasan por su mente ahora, cada día que esperó su regreso, cada 
vez que recordó su rostro, su voz, sus estupideces que la hacen enojar... pero 
que no dejan de ser parte de él.

 Ranma observa detenidamente a Akane, esta tan cerca, ya no es una ilusión, un 
sueño que desaparece en un instante, es real y esta frente a él. Cada vez le 
cuesta más contenerse para abrazarla, cada vez es más difícil estar ahí sin 
escuchar su voz, y sin poder decir nada... es tan angustiante.

 Akane es la primera en hablar -Ranma...- dijo suavemente -yo...- pero no pudo 
más, inclinó su rostro mirando el suelo -¿qué pensará de mi ahora?- piensa la 
chica.

-Akane...- Ranma esta mirando el suelo  -¡MALDICION!... por que es tan 
difícil...- pensó el chico, en ese momento recordó todo lo que pasó desde que 
dejó Nerima, todas las veces que le hizo falta su compañía, todas las veces que 
temió morir sin verla de nuevo, que temió morir sin poder decirle lo que en ese 
momento se atraviesa en su corazón y no puede salir por sus labios...

 En eso Ranma recuerda sus propias palabras cuando estaba en Nilfheim, si 
volviera algún día todo sería distinto... 

-Akane... yo...- Ranma se acerca a Akanne y pone una mano en su hombro 
obligándola suavemente a que le miré -¿Akane?-

 La chica esta ahora frente a Ranma, Ranma puede ver su rostro inclinado-...esta 
¿llorando?...- pensó Ranma -¡¿qué hice ahora?!-

-Akane por favor... no llores- dice suaavemente Ranma -no me gusta verte 
llorar...-

 Akane se limpia el rostro rápidamente intentando mantener el poco orgullo que 
le queda y levantó su rostro observando al confundido chico -...¿y que quieres 
que haga?... te apareces de repente después de todo lo que sucedió, ¿y ahora 
preguntas por que lloró?... ¡¿se puede saber donde estuviste todo este tiempo?!- 
Akane se cubre su rostro intentando detener las lágrimas que no obedecen a su 
voluntad -Ranma... ¡ERES UN TONTO!- y lo abofeteó.


	En el primer piso toda la familia estaba de pie bastante asustada a la 
salida del salón, dos jóvenes einjergars uno con su lanza y el otro con su corta 
espada están de guardia impidiendo que cualquiera de ellos pase por la puerta 
hacia las escaleras -¡lo siento pero son órdenes de nuestro comandante a cargo 
Ranma Saotome!- dijo Méril un poco divertido con la situación.

-¡Así es, el nos ordenó que mientras noo nos dijera lo contrario nadie puede 
pasar de esta sala!- dijo Rashell con una gran sonrisa -además ¡¿cómo es posible 
que ellos lleven una vida de pareja normal si ustedes quieren interrumpirles 
cada vez que están juntos?!- toda la familia se miran entre sí con cara de 
culpa, estaban todos decididos a ir a espiar a los chicos.

-¡GEEEZZZ!, ahora veo que lo que Ranma  decía de su familia era cierto...- le dijo 
Rashell a Méril, el pequeño solo asiente.



	Akane estaba en shock, no lo podía creer había golpeado a Ranma, después 
de tanto tiempo esperándolo no pudo contra sus viejas costumbres  -¿qué hice?-
se preguntaba en su mente la chica, su miedo había podido más y reaccionó en
forma automática golpeándolo.

-...Akane...- dijo Ranma lentamente incclinando su cabeza.

 Akane cerró los ojos esperando lo peor -me va a ofender... me va a insultar- 
decía con miedo para sí -...ahora yo fui quien lo arruinó todo...-

 Ranma se acaricio su roja mejilla, en eso una idea pasó por su mente -y si 
yo...- luego sonrió -¡QUE DIABLOS TOTAL SOLO SE VIVE UNA VEZ!- pensó y rió 
alegremente dejando sorprendida a la chica.

-¡Akane eres la misma chica violenta.... que tanto extrañe!...- y para sorpresa 
de Akane, Ranma la abraza aún riendo.

-¡Akane!... no sabes cuanto te extrañe,, y si tanto me odias y deseas golpearme 
será mejor que me golpees por algo que valga la pena...- decía Ranma mientras 
sigue riendo alegremente, no puede creer lo que esta haciendo, ni mucho menos lo 
que piensa hacer.

 Akane sintiendo el cariñoso abrazo de su prometido aún no entiende lo que esta 
pasando -...lo golpee ¿y ahora me abraza?...-, aún así la chica comienza a reír 
junto con su prometido y responde el abrazo de este, no lo entiende pero lo 
disfruta bastante.

 Finalmente Ranma se separa un poco de Akane y se ven directamente a los ojos, 
Ranma continuó hablando suavemente -si vas a golpearme, hazlo por algo que valga 
la pena...- sonríe con malicia -...¡como esto!- 

 En ese instante Ranma acerca sus labios besando tiernamente a Akane, la chica 
no puede creer lo que esta sucediendo, sus ojos están abiertos impresionada, 
intenta soltarse por la sorpresa pero Ranma la tiene firmemente afirmada al 
pasar sus brazos por detrás de su cintura, pero cuando al fin se da cuenta de lo 
que ocurre cierra sus ojos y responde el beso de Ranma para ahora sorpresa del 
chico.

 Después de un rato ambos se separan lentamente, se produce un intenso silencio 
en el que solo se sienten los latidos apresurados de los jóvenes -¿creo que 
ahora debo correr antes de que me mates no?- agregó con una maliciosa sonrisa 
Ranma.

 El chico suelta a Akane y sale rápidamente de la habitación, Akane se queda 
parada aún en las nubes, siente su corazón latir deprisa -...Ranma... ¿me beso?- 
piensa mientras se pasa los dedos por sus labios -Ranma....¡ERES UN PERVERTIDO!- 
Akane pone una cara de enojo fingido -ya verás Ranma...- ríe alegremente.

 Akane esta feliz, jamás pensó que ocurriría esto, siempre soñó con un momento 
así pero nunca de esta forma tan inesperada. Después de un momento sale de su
estado de ensoñación -bienvenido a casa Ranma- murmura Akane con una sonrisa
en sus labios.


	Ranma ya fuera de la habitación también esta en shock mirando la 
puerta con el nombre de su prometida -¡MALDICIÓN!- pensó el chico -¡¿YO LA 
BESÉ?!- aún incrédulo por sus propios actos -¿y no me golpeó?-

 Ranma se rasca la cabeza con su mano mientras intenta pensar en todo lo 
ocurrido en este día, en verdad al ver a Akane no pudo controlar todas sus 
emociones y sentimientos que vivió desde que se fue.
 
 -Bueno.. quizas... - dijo para sí completamente ruborizado y aún sintiendo los
latidos de su corazón -pero valió la pena, en verdad que valió la pena- pensó
al recordar como Akane contestó su beso -jejeje y yo que pensé que me
mataría...-

 Dedica un último pensamiento a la chica que para bien o para mal nunca lo ha 
dejado indiferente, mientras regresa al salón donde aún estaban sus 
guardaespaldas.



	-¡Rashell, Méril ya es suficiente, gracias amigos!- los chicos se vuelven 
a sentar en la mesa riendo -¿y como te fue con tu prometida?- pregunta Rashell.

 Ranma solo se sonrojó, toda la familia lo miró sospechosamente -¡Hey! ¡yo solo 
la estaba saludando eso es todo!-

-¿A si?- preguntó Nabiki -¿y por que loos guardaespaldas?- mientras lo mira con 
una maliciosa sonrisa.

 En eso Akane baja lentamente las escaleras, con una pequeña niña afirmada de su 
mano -¡Bienvenido a casa Ranma!- le dice con una tierna sonrisa que calentó el 
corazón de Ranma, el chico le miró de la misma forma haciendo que ambos se 
sonrojaran, no pudiendo olvidar la escena ocurrida hace algunos minutos.

 En eso notan ambos chicos que todos están en silencio mirándoles -¡¿como que 
bienvenido?!, ¿acaso no se habían saludado ya arriba?- Nabiki estaba muy 
divertida con la situación -¿o que hicieron entonces?-

-Ya Nabiki no los molestes, además teneemos invitados- salió en defensa de ellos 
la sonriente Kasumi.

 Ranma y Akane no sabían que decir, -...Ranma no me has presentado a tus amigos- 
dice finalmente para salir al pasó, mientras observa a la preciosa niña que se 
afirma de su mano.

 La pequeña que estaba en silencio sin entender lo  que ocurría a su alrededor 
ya se sentía más segura -¡Ranma!- se soltó de la mano de Akane y corrió a los 
brazos del chico, Ranma la levanta cariñosamente sorprendiéndolos a todos, 
especialmente a Akane.

-¿Dormiste bien?- preguntó el chico, Irris alegremente afirma con su cabeza pero 
después se queda un poco pensativa -¿me puedo quedar con el pijama?-

 Akane sonrió -claro que puedes, ese era mi viejo pijama cuando tenía tu 
edad...-

-¡Gracias Akane!- responde la niña bajaando de los brazos de Ranma, -¿y desde 
cuando se conocen?- preguntó Ranma.

-Pues...- Akane rió con Iris en forma ccómplice -poco después que bajaste 
despertó y pudimos conversar un rato ¿verdad Iris?- la niña solo sonreía mientras 
come unas galletas que le ofreció Kasumi.

 Esa tarde en la mesa se escucharon historias de monstruos y espadas, lugares 
maravillosos que Ranma contaba. Iris se divertía mucho juntó con Akane que no se 
dejaba de sorprender con las fantásticas aventuras de Ranma. Por supuesto 
que el chico fue mucho más prudente que su amigo Rashell, pues no quería asustar 
a Akane y su familia ni mucho menos traerle algún recuerdo triste a la pequeña 
Iris.


	Y así fue como Ranma Saotome regresó a Nerima, ahora su vida regresaría a 
su antigua "paz", o eso creía, pero ya las cosas no eran iguales aún muchas 
aventuras le quedan por vivir pero tiene nuevos amigos que estarán a su lado, y 
también nuevos enemigos...



	Desde las alturas de la escuela Furinkan una misteriosa silueta se deja 
ver a gran altura, mientras su capa flamea al frío viento de Nerima.

-¡al fin... al fin siento la esencia deel maldito mortal que me quitó a mi 
hermano!...- se escucha su fría voz.
 

CRÓNICAS DE ASGARD


FIN DE LA PARTE TERCERA


Y FIN DEL CAPÍTULO QUINTO

Gilgamech: Al fin acabe el capítulo cinco, la verdad es que este si ha sido el 
más difícil, quizás quedo largo por la inclusión de una parte extra, pero 
nuestra filosofía fue que Ranma tenía que regresar en esta entrega de Crónicas, 
por eso se le llamo a este capítulo especial por la transición en la historia 
desde Asgard a Nerima... además que muchos no nos hubiesen perdonado el que no 
estuviera el prometido reencuentro entre Ranma y Akane en esta parte...

 Ya se muchos pensarán que como fue que Ranma hizo lo que hizo, pero piensen 
durante todas esas veces en que ya se creyó muerto pensó en todo lo que debió 
haber hecho, pues es lógico que su encuentro con Akane haya sido tan... ¿ustedes 
se hubiesen controlado?... jejeje.

 A todo esto el próximo capítulo tendremos las nuevas aventuras de un einjergar 
en Nerima, ya saben, ¿qué sucederá con Ranma y compañía ahora?, ¿y las demás 
prometidas?, ¿un par de locos einjergars dando vuelta por ahí?, ¿y quien diablos 
es ese tipo que se apareció hablando al final?

 Por supuesto más aventuras y combates a muerte en el próximo Crónicas de 
Asgard.

 comentarios, críticas destructivas, cartas de apoyo, consejos, ideas, y lo que 
se les ocurra envíalo a [email protected], o visita la página oficial de 
Crónicas de Asgard en http://www.geocities.com/cdasgard/index.html, te 
esperamos.

NOTA: Mi amigo Arlequín por problemas personales no pudo estar en este capítulo, 
esperamos que vuelvas pronto amigo ^_^!.
 


 Términos usados en Crónicas de Asgard (Hoy no tenemos mucho por ausencia de 
nuestro amigo Arlequín, pero ya verán en el próximo)


Einjergar: Almas de los guerreros mortales muertos en la batallas, quienes son 
escogidos para luchar por los dioses por una eternidad.

Svartalfaheim: Ciudad qué en la mitología nórdica se conoce como la ciudad de 
los elfos oscuros, parientes de los elfos de Alvheim.

Alvheim: La ciudad de los elfos.

Nilfheim: Tierras exteriores a Asgard y Midgar

Jotumheim: Montañas en el país de Nilfheim.

 Eso es todo por ahora, no hay mucho nuevo en esta parte pero ya verán en el 
próximo. ¡NOS VEMOS!.

Al próximo capítulo
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