Ranma1/2 & LG
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"ASÍ SOY YO"



Miro el reloj despertador y me doy cuenta que, para variar, quería seguir durmiendo. Despertaba como todas las mañanas de domingo, con mucho sueño. Pero hace tiempo que ya me sentía extraño, no puedo expresarlo... no puedo describirlo.

Miro mi habitación, es un sitio acogedor, un hogar, mi hogar. Claro, no es muy cómodo dormir junto a un panda que se supone que es mi padre, pero no puedo pedir más. Siempre pienso qué sería de mi papá y de mí si no hubiéramos venido a vivir a esta casa... quizás estaríamos vagando como siempre... o quizás hubiéramos vuelto a casa y enfrentar a mi madre, contarle lo de la maldición y esperar su decisión... ¿sería capaz ella de hacernos el arakiri y clavarnos su filosa katana en nuestros vientres?... Quizás nunca lo sepa.

"¡Ranma, el desayuno estará listo, no tardes!".

Escuché fuerte y claro la voz de Kasumi que me llamaba a desayunar junto a mi familia, mi nueva familia. ¿Papá?, no sé si se le puede llamar padre a este tipo que está durmiendo con un letrero que dice "no molestar", pero es mi padre y siempre lo será. ¿Kasumi?, es como mi hermana mayor, siempre cuida que no me falte nada. ¿Nabiki?, bueno, ella es algo fría, pero hay algo en ella que me hace sentir querido. ¿El señor Tendo?, es como mi segundo padre, aunque cuando se junta con mi papá se meten demasiado en mi vida privada, bueno, todos lo hacen. ¿Happousai?, no sé si será parte de mi familia, yo creo que sí, viejo payaso. ¿Y Akane?... ¿Akane?... Akane... ella... no lo sé, quizás por ella me siento así, es por ella que estoy viviendo en esta casa, mi nuevo hogar. Akane es... no lo sé...

Después de ducharme y lavarme los dientes, bajé a desayunar. Mi padre ya estaba allí, es un cochino, ni siquiera se lavó, no importa. Allí estaban todos, no había apuro, era domingo, no había clases... Akane no me apuraría.

Me senté a su lado, todos me dan los buenos días, yo les respondo como todos los días... Pero hoy me siento diferente, hace días que me siento diferente. Miro hacia un lado y ahí estaba ella, me sonrió... Me sentí extraño, aquella chica que no puedo describir me acaba de sonreír y lo único que hago es responderle sonriendo... ¿Cómo puedo ser tan idiota?. ¿Tan vulnerable me siento cuando una chica me sonríe?. ¿Cómo puedo sentirme el mejor luchador de artes marciales de estilo libre si soy un débil cuando una chica me sonríe?... Aún no lo entiendo.

Mi vida ha sido difícil, no es excusa tampoco, pero sí un determinante. Toda una vida entrenando, sin tener muchos amigos, sin tener personas en las cuales poder confiar. Sólo tenía a mi padre, y él no es la persona más confiable del mundo... Quizás por eso tengo temor... ¿Temor?. Creo que esa es la palabra, le temo a la amistad, le temo al amor, le temo a la vida...

"¿Te sucede algo, Ranma?", me pregunta Kasumi. "Te ves cansado", agrega Nabiki. ¿Por qué se preocuparán por mí?. Para ellas, soy un extraño que vive en su casa porque tiene un compromiso para casarse con su hermana menor, un compromiso que nadie nos consultó.

"¿Yo?. No me pasa nada, sólo tengo algo de sueño todavía", les respondo. Kasumi me sonríe y se queda tranquila. Pero Nabiki me queda mirando, a ella nunca la he podido engañar.

Sé que Akane me está mirando, lo sé porque me di cuenta. ¿Por qué me mirará?. ¿Será acaso que le gusto?... No, es imposible, nos la pasamos peleando, siempre la insulto... Es algo que solamente a mí se me ocurre.

Además, ¿para qué querría estar con alguien como yo?. Siempre me las doy de alguien fuerte, valiente y decidido... La verdad es que no soy más que un débil, cobarde y cínico... A ella siempre la trato como alguien inferior a mí... Ja, comparado con ella no soy nadie. Ella es inteligente, tenaz, podría tener al chico que quisiera, todos están enamorados de ella, no importa si fuera bonita o no, es verdadera... Yo sólo muestro una careta, una que deja ver lo que nunca podré ser... un hombre de verdad.

Vaya, sin querer y sin darme cuenta, la describí y, para mi pobre ego, es totalmente recíproca a como soy yo... Qué ironía, era tan fácil y, sin embargo, nunca lo vi de esa forma.

Los miro desayunar a todos, creo que no merezco a esta familia que tengo, creo que no me merezco su cariño. Qué pesimista se escucha, si alguien me escuchara decir esto me preguntaría "¿eres Ranma Saotome o no?". Esa es la verdad, mi triste verdad, nadie me conoce... nadie se ha dado el trabajo de conocerme... así soy yo.

Después de haber terminado mi desayuno, salgo a dar un largo paseo. Afuera hay sol, desde muy temprano está pegando fuerte. Es un hermoso día, no hay duda.

"¿Adónde vas, Ranma?. Recuerda que hoy íbamos a ensayar esa canción. Mañana nos toca la presentación", me grita Akane desde la entrada de la casa.

"No te preocupes, volveré cuando pueda", le respondo sin voltearme. En realidad, no sé si "cuando pueda" sean las palabras indicadas... hoy debo salir de casa, tengo mucho en qué pensar. Por el bien de ella y el mío, ojalá no me espere.

"Bueno, no me culpes a mí después", concluye algo enojada... Akane, será para mejor, necesito salir. Necesito estar lejos de ustedes aunque sea por un día.

Caminaba por las calles de este pequeño barrio, Nerima. Tantas cosas guardan estos pasajes, tantos recuerdos hay en el ambiente, son imborrables... algunos son gratos... algunos no. Si ellos hablaran, nadie quedaría libre, eso lo aseguro.

No me di cuenta cuando pasé por fuera del restaurante de Ukyou, el Uchan's... Está abierto, sonreí... entraré a visitarla.

Para mi desgracia, no recordaba que mi amiga Ukyou había recontratado a Konatsu Tsubasa, el travesti, como mesero... o mesera. Hizo un escándalo cuando me vio, estaba feliz de verme, como siempre... Pero, de todas formas, me cae bien... Yo sé que la vida no ha sido fácil para él también.

"¡Hola, Ranma cariño!", me saluda Ukyou con una hermosa sonrisa... Realmente, ella es una preciosidad, siempre feliz de recibirme en su local. "¿Qué quieres servirte?. Yo invito", me dice invitándome a sentarme junto a ella... La voy a dejar en la ruina, siempre me invita, casi nunca le pago porque nunca me niego... así soy yo.

"Muchas gracias, Ukyou. Ya desayuné, sólo quise venir a visitarte... ¿Cómo estás?", le pregunté sonriente.

"Oh, muy bien. Y me va mejor cuando estás tú aquí, me pongo más contenta...".

Mientras me conversa, siento el gran cariño que siente por mí... Ella me quiere, siento que me quiere de verdad... Pero ella está confundida, cree que me ama... Algún día abrirá los ojos y se dará cuenta... Pero mientras eso pasa, yo seguiré siendo su mejor amigo y ella mi mejor amiga... Pero no me gusta nada cuando anda diciendo esa tonterita de "Ranma es mi prometido"... Quizás eso sea lo único que nos pueda separar.

Pasé una hora y media agradable. Me despedí de ella y le dije que la vería mañana en la escuela. Salí del local y seguí con mi camino... Qué camino ni que 8/4, no sé adónde me dirijo, no tengo rumbo fijo... Hoy me dejaré llevar.

Estuve pensando en el parque lo que quedaba de mañana... ¿Pensar?. No pensé en nada, mi mente estaba en blanco. El sol estaba pegando fuerte, estaba justo arriba. No necesitaba reloj para darme cuenta que era un poco pasado el mediodía, tengo uno interno... mi estómago.

"¿En dónde almorzaré?. Estoy más que hambriento... Cómo me arrepiento no haberle hacepado a Ukyou uno de sus panes", me dije mientras me tocaba el abdomen tratando de tranquilizar mis inquietas tripas.

En eso, diviso el "Nekohanten", el restaurante de comida china de la abuela o bisabuela de Shampoo... en realidad no importa, sea abuela o bisabuela es una vieja... Creo que almorzaré allí.

Al entrar, me sorprendo con la cantidad de gente que había almorzando en ese lugar. Claro, cómo no si es domingo. Shampoo, al verme, le dejó unos platos con comida a Mousse y vino a abrazarme, como siempre... Esto es algo que aborrezco... Pero qué estoy diciendo, Shampoo es la chica más hermosa y sexy que he conocido en mi vida y no siento nada profundo cuando me abraza de esta forma.

"¡Ailen haber venido a visitar a Shampoo!", me dice Shampoo muy contenta... Sé que no me escuchará si me niego a sus caricias, así me limité a decirle:

"Sólo vengo a almorzar, Shampoo. ¿Tienes una mesa?".

"Claro, Shampoo tiene una mesa para Ranma".

Me doy cuenta que en una esquina había una mesa libre. Ella me deja allí y me toma el pedido. Le dije que me trajera unos tallarines... Me fascinan... en realidad, ¿qué comida no me gusta?... Ya sé, la de Akane... Me río solo, soy un tonto.

Con sorpresa, veo que Mousse se sienta en mi mesa, a mi lado... ¿Qué pasará?. ¿Vendrá a reclamarme como siempre?. ¿Vendrá a preguntarme qué tengo yo para que Shampoo se fije en mí y no en él?... La verdad, ni yo lo sé.

"¿A qué has venido, Ranma Saotome?", me pregunta sacándose sus anteojos que parecen pequeños telescopios.

"A almorzar, ¿a qué otra cosa vendría a un restaurante?", le respondo.

"A acosar a mi Shampoo, qué otra cosa", me responde.

"Estás loco, ya te he dicho que no estoy interesado en ella", le respondo... esto parece ping-pong.

"¡Mousse, ve a atender a los clientes y deja de estar comadreando!", le ordena la abuela desde la cocina. "Te estaré vigilando, Ranma Saotome", concluye yéndose de la mesa.

Me río al verlo tropezar con la gente y, más aún, cuando le pide disculpas a las sillas... De verdad no ve nada.

Pasó una hora. Ya terminé mis tallarines, estaban deliciosos. Al irme del restaurante, Shampoo me dice que ojalá nos veamos luego... Le sonrío y respondo "quizás".

Estaba reposando tirado en el pasto bajo la copa de un árbol de cerezos. Estaba en flor, era hermoso... Pero mi tranquilidad no duró mucho, escuché una risa muy particular que se acercaba hacia mí.

"Jojojojojojojo...", era Kodachi, la rosa negra.

"Hola, Kodachi... ¿Qué haces por aquí?", pregunto con temor.

"Oh, Ranma querido. Vengo a invitarte a pasar la tarde conmigo".

"No, gracias... Aquí estoy bien", respondo deseando que se vaya luego. Quizás qué cosa me haga ahora.

"No te estoy preguntando", musita tirándome una especie de somnífero paralizante.

Por suerte, paso una brisa y cambió el rumbo del somnífero hacia ella... Quedó paralizada. Aproveché para irme de ahí... Está loca, no la culpo... es de familia.

Estoy algo cansado de vagar por las calles, me gustaría hacer algo divertido... Caminaba por una calle cuando divisé una dulcería... Me fascinan los dulces, junto con los helados son mi debilidad, pero sólo Akane lo sabe, me moriría de vergüenza si alguien se llega a enterar... ¡Ya sé!. Me transformaré en mujer y compraré unos dulces de postre... Pero ya hay mucha gente que sabe que la chica pelirroja soy yo, daría lo mismo si me vieran comprando dulces como hombre o como mujer... Sin embargo, las demás personas que no saben no me reconocerán... Sí, eso haré, iré como mujer... así no me dará pena... creo.

Me mojé con agua fría que salía de una manguera, sin que nadie lo notara por supuesto, y me dirigí a la dulcería.

Gasté, por lo menos, 500 yens en golosinas (alrededor de 5 dólares norteamericanos) y aproveché de comprarme un helado de chocolate y vainilla en la heladería de la esquina... Me siento mal, no me gusta engañar a la gente, pero me da mucha pena y vergüenza mostrarme como soy, y lo peor es que no sé por qué... A veces me pregunto qué tiene de malo que me gusten las golosinas y los helados de esta forma... Ridículo orgullo.

De pronto, siento que algo malo me pasará... un presentimiento... Sorpresivamente, un tipo se había colgado de mis pechos por la espalda... era Kuno, Tatewaki Kuno.

"Oh, mi querida cabellos de fuego. Kuno Tatewaki está aquí para que lo disfrutes. Cuánto tiempo sin vernos, pero ahora estoy aquí, amada mía...", me decía con su manera de hablar tan pulida y pulcra.

De un sólo golpe lo mandé a volar por los aires... Tenía razón, la locura es de familia.

Ya era hombre otra vez... Se me había acabado las golosinas y el helado, estaba más que satisfecho. Tenía algo de frío, creo que son como las cinco de la tarde... Cómo ha cambiado el día, recuerdo que en la mañana me quejaba del sol, ahora pareciera que ni calentara... Qué no daría por tener una buena pelea de artes marciales ahora mismo...

Parece que alguien allá arriba me escuchó... Ryouga acaba de aparecer ante mis ojos... ¿Estará perdido?. Eso parece, pues aún no me ha visto y eso que mira hacia a todos lados.

"¡Hey, Ryouga!. Mira hacia acá", le grité para que me mirara.

"¿Ranma?. ¿Acaso andas de viaje también?. ¿Qué haces aquí en Nagasaki?".

Me caigo al estilo anime... ¿Tan desorientado es este tipo?. Me da mucha risa, a veces me da hasta pena... Pero qué cínico soy, siempre me estoy burlando de él y siento que me da pena... así soy yo.

"Ryouga, nunca saliste de Tokyo", le aclaré.

"¿En serio?", me pregunta sorprendido.

"Vamos, deja tu enorme mochila a un lado. Tengo algo que proponerte".

Fue una buena pelea. Me sirvió para no seguir sintiendo frío. No fue fácil, pero siempre que peleo con Ryouga me da la sensación que él nunca pelea con su verdadero poder... No, no creo eso de él. Su mayor anhelo desde que lo conozco es ganarme en una pelea, sin contar su deseo de tener a Akane como su novia... Qué ingenuo es.

Me despido de él, se va de viaje otra vez... Mejor dicho, se va a perder otra vez... Me río solo de nuevo.

"¿De qué te ríes, Saotome?", me pregunta ingenuamente.

"De nada, Ryouga. Ve con cuidado".

Y Ryouga desaparece en el horizonte... Ya estaba atardeciendo, la puesta de sol se veía hermosa... Qué cursi, yo mirando la puesta de sol... quién lo diría.

Miré uno de esos relojes que están en las esquinas de las calles, eran más de las seis de la tarde... Con razón tenía algo de hambre, Kasumi debe tener la cena casi lista... Debo encontrar un lugar donde comer algo, aún me queda dinero... Pero primero iré a un baño público, debo apestar.

Ahhhhh, esto es increíblemente relajante. Estoy en un baño público, descansando en la bañera. A mi lado hay otros hombres mayores que yo y también algunos niños... Parece que se están divirtiendo mucho. Ahora recuerdo que yo también me divertía con mi papá en los baños públicos cuando era un niño, es uno de los pocos buenos recuerdos de mi niñez.

Ahora que estoy así de relajado, no me había puesto a pensar qué estarán pensando en la casa porque no fui a almorzar ni me he aparecido para cenar. ¿Estarán preocupados?... No, lo dudo... Creo que todos necesitábamos un domingo de relajación como éste, yo supongo que al no estar en la casa ellos estarán más relajados, lo único que hago es crear problemas... así soy yo.

Salí del baño público y me pilló la noche. Cómo no si eran las siete y media, estaba muerto de hambre, por suerte me queda el dinero suficiente. No fue buena idea gastar tanto dinero en dulces, no podré comer mucho ahora.

Estoy en un local, comiendo un plato de arroz con verduras y pescado. No lo puedo creer, me gasté todo mi dinero en un sólo día, pero valió la pena... este día me sirvió para conocerme mejor, para darme cuenta qué tipo de persona soy... me desilucioné a mi mismo... Aunque tan malo no soy, no puedo echarme a morir por esto. Aún me falta mucho por crecer, tanto física como mentalmente... Ya cambiaré.

Mi cena estuvo deliciosa... Estoy caminando cerca de la orilla del río que pasa por el medio de la ciudad... Este vecindario se ve distinto de noche, las luces del alumbrado le dan un aspecto algo lúcubre... No me importa.

Bajé a la orilla del río, me senté un rato a pensar... Seré tarado, he estado todo el día pensando.

Llevo largo rato en este lugar, tengo algo de frío... Aquí discutimos una vez con Akane. Se fue tan enojada conmigo que olvidó su mochila y se la tuve que llevar a casa... Ni las gracias me dio... Qué esperaba, ¿acaso un premio o un pastelito?.

También recuerdo que entrené un tiempo aquí, debía mejorar mi estilo de pelea como mujer... Fue difícil, muy difícil.

Bueno, basta de recuerdos. Tengo que mirar hacia el futuro y superarme... Pero cómo... Es una respuesta que aún no he podido encontrar, como tantas... ¿Me faltará algo?. ¿Podré encontrar ese algo... ¡Claro que sí!. Tengo que pensar positivo, si yo no lo hago, ¿quién lo hará por mí?... Nadie, esto es algo que debo resolver solo...

"Eso fue dramático", murmuré sonriendo ante mis maduros pensamientos.

Sin embargo, no esperaba estornudar tan fuerte que todo mi cuerpo se impulsó hacia adelante y me pegué con una piedra en la cabeza.

"Eso fue patético", murmuré adolorido.

Eran casi las once de la noche, camino de regreso a casa. De seguro, pesqué un resfriado, aunque no he vuelto a estorundar. Creo que ese esturnudo fue casualidad, alguien debió haber hablado de mí... De seguro fue una conversación entre Kodachi y Kuno. Hablan de la misma persona sin darse cuenta, Ranma y la pelirroja... Eso debió haber pasado.

Llegué a la casa, deben estar enfadados conmigo. Veo luces en el comedor, deben estar esperándome para retarme... No, no perderían su tiempo en eso. Se les debió haber quedado prendida la luz.

Me asomo y miro que sí había alguien esperándome... Era Akane... ¿pero por qué, por qué me está esperando?... Ah, ya recuerdo, la canción. Se quedó esperándome porque no practicamos la canción... Debe estar furiosa, me acercaré con cuidado.

Uf, me salvé. Está durmiendo, se quedó dormida... Qué tonta es, se resfriará. La subo a mi espalda y me inclino para que no se me caiga de espaldas. La llevaré a su habitación, ojalá que no se despierte.

Mientras salía del comedor sentí que se movió, estaba despertando... Rodeó mi cuello con sus brazos, seguramente para no caerse... Aún no me dice nada, debe estar dormitando.

Trato de recordar como era esa canción... Creo que empezaba así:

"Cuando tu sonríes... ¿lista estás?... ¿Por qué tu orgullo se fue?".

No soy muy afinado que digamos, pero puedo cantar.

"Cuando terco tú actúas... Es verdad, ambos pretendemos serlo", cantó Akane. Estaba despierta. Bueno, creo que toca la parte que cantamos juntos.

"Tú y yo comprometidos porque sí, al principio quizás fue así... Sin querer nuestro amor fue creciendo, ¿cómo pude saberlo?".

Subimos las escaleras. Ahora, primero canto yo y luego ella.

"Yo no soy muy bueno en el amor".

"No sólo tú, también yo en el amor".

"Ya no dejo de mirarte a ti".

"Nunca me he sentido antes así".

Ahora, los dos, mientras entramos a su habitación.

"En mi corazón mi secreto vivirá".

Luego, yo. Me mira a los ojos.

"Si tomas mi mano bastará".

Y terminando, ella.

"Si tomas mi mano bastará".

Instintivamente, le tomé la mano. Me sonrojé... Creo que a ella le pasó lo mismo.

"¿Ves que no necesitábamos ensayar, Akane?".

"Tienes razón. Mañana hablamos, ahora tengo sueño... Gracias por traerme".

"Gracias a ti", respondí y me fue de la habitación.

Akane no supo por qué le dije eso... Yo sí... gracias por esperarme, Akane.

Después de lavarme los dientes, entré a mi habitación. Mi papá, o mejor dicho, el panda estaba roncando... Me acosté de inmediato.

Mientras trataba de dormir, me di cuenta de qué clase de día fue hoy: la mujer que quiera estar conmigo deberá tener mucha paciencia para aguantarme, me di cuenta que ni yo me soportaba; critico a todo el mundo, me burlo de lo más insignificante.

Pero de lo que realmente me di cuenta es que de las tres chicas con las que me encontré hoy, ninguna de ellas me aguantará... Tuve que llegar a casa para darme cuanta que sólo una persona me espera de vuelta... Tardé años en darme cuenta.

Akane, la chica que hoy en la mañana no podía describir, es la única que conoce mi secreto de los dulces y sabe cosas que otras personas nunca sabrán... Sólo a ella le contaría las cosas más importantes en mi vida; algún día sólo a ella le diría "te quiero", "te amo"; sólo ella me importa de verdad; sólo ella se ha dado el trabajo de conocerme de verdad...

Y no lo había descubierto hasta ahora, qué tonto he sido... así soy yo.




FIN

Un fanfic de LG
(c)2001 Felipe Torres


Hola lectores, soy LG. Sólo quise mostrar el lado que nadie conoce de este personaje, el lado sensible de Ranma Saotome. Ojalá les haya gustado.

Ya saben, si quieren matarme, crucificarme o alabarme, envíenme un emilio.


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