"Parece que quien dijo que *el dinero no hace la felicidad* estaba en lo cierto... No estoy segura de hacer lo que voy a hacer... Quizás haya otra manera para que las cosas funcionen, otra forma de ser feliz...".

- ¡Hey, Nabiki!. Te toca apostar - dicee Akane haciendo que su hermana salga de su profundo ensimismamiento. Mira las cartas que tenía en la manos y ve a todos los presentes en la mesa: Kasumi, Akane y Ranma.
- Ya, tranquila. No te exaltes por unoss cuantos frijoles - responde Nabiki - ... Esto sería más emocionante si apostáramos dinero de verdad.
- Ya sabes que no podemos hacer eso - aagrega Kasumi -. Papá jamás lo aceptaría.
- Es verdad... Además, por mi parte, noo estoy en situación para apostar lo poco y nada de dinero que tengo - dice Ranma.
- Y cómo no, si te gastas todo tu dinerro en comida. Si no es en la escuela, es donde Ukyou o donde Shampoo.
- ¡Ja!. Por lo menos eso me sirve para no tener hambre. En cambio, tú te gastas el dinero en revistas de cocina y eso no sirve para nada... Aunque pensándolo bien, si sirve para algo... para la indigestión.
- ¡¿Qué dijiste, idiota?!.

Mientras Ranma y Akane se ponían a discutir y Kasumi servía el té, Nabiki se dedicó a observar a la "parejita del millón".

"Vaya, vaya. Otra vez se están peleando, parece que lo disfrutaran... No los entiendo, para qué pelean si a los cinco minutos se están reconciliando... Qué par de tontos".

- ¿Quién no va? - pregunta Nabiki, no hhubo respuesta -. Bien... Cuatro ases - sentencia dejando sus cartas sobre la mesa para que todos las vean y se lleva los frijoles que ganó.
- Ganó otra vez. De nuevo me quedé sin nada que apostar. Me retiro - dice Ranma.
- Yo también - musita Akane.
- Ni hablar, Nabiki. Nos volviste a dejjar sin nada... Bueno, aprovecharé para preparar la cena.
- No hagas mucha comida, Kasumi... Hoy no tengo hambre.

Y concluyendo esto, Nabiki Tendou se retira del salón de té algo más fría que de costumbre. Una expresión de tristeza se dibujaba lentamente en su hermoso rostro.

Notó que Ranma la miraba mientras salía de ese lugar. Hace días que él no le despegaba la mirada de encima. Cabizbaja, sube por las escaleras hacia su habitación.

"Buena suerte en el juego, mala suerte en el amor... A veces, me gustaría estar en el otro lado de la situación".


Ranma1/2 & LG presentan: "ANHELO"


- Akane... ¿no crees que Nabiki ha estaado comportándose extrañamente estos últimos días? - pregunta sin desviar la vista del frente.
- ¿Tú crees? - musita muy fría -. Lo quue me parece más extraño es que te estés preocupando por alguien que no seas tú, mi querido Ranma.
- ¡No estoy preocupado por ella!. ¡Sóloo son ideas tuyas! - exclama tomando un poco de té.

Nabiki llega a su habitación y de inmediato se tira en su cama. Coge una revista y se pone a hojearla. Se detiene en una de las páginas, donde una modelo muestra con elegancia una tenida juvenil bastante atrevida, como las que algunas veces ella usa.

"Todos los hombres babosean por estas mujeres... ¿Tanta diferencia hay?".

Se levanta de la cama y se dirige a un espejo que estaba apoyado en una pared de su pieza. Se mira, se modela, se toca.

"Fea no soy. Mi cuerpo tampoco lo es, tengo todo lo que un hombre podría querer en el cuerpo de una mujer... ¿Por qué nadie se ha fijado seriamente en mí?... ¿O seré yo quien no ha aprovechado las oportunidades que se me han dado?".

Se va a sentar en su cama y se cruza de piernas. Empieza a recordar los rostros de hombres que son parte de su diario vivir. Primero: Kunou.

"Jamás tendría algo con Kunou, el sólo hecho que una mujer se le acerque significa que ella debe sentirse orgullosa de poder estar con alguien como él. Además, sus sentimientos no son serios, nunca se ha decidido entre Akane y la pelirroja. Y lo más determinante: si llego a tener algo con él, ¡no podré venderle más fotos!... No, eso nunca".

Luego, otro personaje se le viene a la mente: Ranma.

"Ranma... No, no podría. Es el prometido de mi hermana y creo que ella realmente está interesada en él... Pero, a veces cuando me mira, algo raro me pasa, algo que nunca antes me había pasado con un hombre... me hace dudar".

En ese instante, tocan la puerta de su habitación. Un frío "pase" de Nabiki hace que la puerta se habra lentamente. Logra ver que una persona entra a su habitación a tiempo que cierra la puerta. Ella no se molesta en levantar la vista.

- Soy yo, Nabiki - era Ranma. Internameente, Nabiki se sorprendió y se sintió algo nerviosa, pero por fuera se muestra fría y distante, como ya nos tiene acostumbrados.
- ¿Qué pasa, Ranma? - le pregunta sin mmirarlo a los ojos.
- Es que... verás - se expresa algo nerrvioso -... No es que yo esté preocupado, pero Kasumi y Akane están muy intranquilas con tu actitud en estos últimos días.
- ¿Ah, sí? - Nabiki se para de su cama y se acerca a Ranma lentamente, ahora sí mirándolo a los ojos -. Conozco muy bien a mis dos hermanas, sé que si les inquieta algo vendrían directamente a preguntármelo. Así que déjate de rodeos y dime qué haces en mi habitación, mira que no estoy de humor para tus niñerías.

La mirada de Nabiki era una mezcla de enojo y sensualidad, situación que a Ranma lo hacía ponerse más nervioso aún. Pero como ya lo conocemos, su coraza de hierro vuelve a salir a flote.

- Bah, si crees que estoy preocupada poor ti, te advierto que estás muy equivocada. Sólo lo hice por amabilidad, no me interesa saber lo que te pasa en realidad. ¡En eso, Akane y tú son igual de malagradecidas!.
- ¡Suficiente, sal de aquí! - exclama ffuriosa abriendo la puerta.
- ¡No hace falta que lo digas, lo iba aa hacer sin que me lo pidieras, neurótica!.

Ranma sale furioso de la habitación. Nabiki tenía los dientes apretados, los puños de sus manos cerrados con fuerza y exhalaba agitadamente. No aguanta las ganas de desahogarse y grita al viento:

- ¡¡¡Y no vuelvas a dirigirme la palabrra, idiota!!!.

Para la sorpresa de la chica, un lágrima caía lentamente por sus mejillas. Con desprecio, se limpia el rostro con una mano y cierra la puerta con violencia.

Ranma bajaba las escaleras muy molesto, cada paso que daba en los escalones era pesado y firme, haciendo mucho ruido al caminar. Por supuesto, Akane, quien todavía permanecía en el comedor, nota esto y levanta su mirada. Ve a Ranma pasar por fuera del salón y le pregunta:

- ¿Qué te pasa, Ranma?.
- ¡Cállate, mira que no estoy de humor para tus niñerías! - responde frío con las mismas expresiones que usó Nabiki.

Ranma pasó fugaz por ese lugar, dirigiéndose a quién sabe dónde. Akane se mostraba, para variar, molesta con la actitud de Ranma hacia ella.

- ¡¿Mis niñerías?!... ¡¡¡¿¿¿Mis niñeríaas???!!!... ¡¡¡¿¿¿Quién se cree que es???!!!. ¡¡¡VEN AQUÍ, RANMA SAOTOME!!!.

La intocable Akane Tendo sale en busca de su presa y encuentra a ésta saliendo de la casa con dirección que a ella no le importaba en lo más mínimo. Akane le cierra la puerta y se para delante de ella, obstruyéndole el paso a Ranma.

- Akane, por favor, no empecemos una peelea que no estoy de humor, ¿quieres? - dice Ranma lo más calmado posible.
- ¡Esta vez la empezaste tú!. ¡¿Por quéé siempre tengo que pagar por tu mal humor?!.
- Déjame salir, Akane, o no respondo - amenaza con voz más grave.
- ¡¿Y qué me vas a hacer, eh?!. ¡¿Acasoo el mujercita me va a pegar?!.
- ¡Suficiente, pobre imitación de mujerr!. ¡Quítate del medio ahora!.
- ¡Y tú eres una linda pelirroja!.
- ¡Por lo menos, a mí se me quita con aagua caliente!.

El golpe que Akane le ejecutó a Ranma en la cara en ese momento fue el más fuerte que ha realizado en contra de su prometido. Éste cae al suelo semi inconsciente.

- ¡A ver si ahora aprendes a tratar a uuna dama!. ¡Nuestro compromiso termina aquí, ¿me oíste?!... Idiota.

Murmurando lo último, se marchó de la entrada de la casa dejando a Ranma tirado ahí en el suelo. Casi agonizando, alcanza a murmurar "qué dama..." antes de desmayarse.

Atardeciendo, Ranma estaba con su padre, Genma, en el dojo de la familia Tendou. Estaban sentados uno frente al otro. Ranma tenía una mejilla marcada con un puño.

- ¡¿Cómo que te vas?! - se sorprende Geenma.
- Así como lo oyes, papá. Me di cuenta que no tengo nada más que hacer aquí.
- ¡¿Cómo que no tienes nada que hacer aaquí?!. ¡Tienes que casarte con Akane y hacerte cargo del dojo Tendo!.
- ¡Eso es lo que tú quieres que yo hagaa!. Yo no pedí venir a vivir aquí, fue tu decisión, ¿recuerdas?. Además, Akane acaba de romper el compromiso.
- ¡¿Cómo puedes ser tan vulnerable?!. ¡¡Eso no lo decide ella! - suspira tratando de tranquilizarse -. Pero, ¿en dónde vas a vivir?. Ni se te ocurra pensar en irte a vivir donde tu madre. No sería un lugar seguro.
- No te preocupes, viejo. Me sobran luggares donde quedarme. Y por último, me quedo bajo un puente o en una banca en el parque. No sería la primera vez que viviría en esas condiciones de vida, ¿o me equivoco, papá?.
- Por favor, hijo, reconsidéralo - supllica Genma con una actitud más sumisa -. Tienes un compromiso con la familia Tendou. Además, aquí hay personas que te quieren, somos todos una familia.
- ¡No me vengas con sermones, papá!. Ell compromiso es entre el señor Tendou y tú, yo no tengo nada que ver... Y respondiendo a tu otra petición, la única que podría considerar como parte de mi familia es a Kasumi, porque Akane y Nabiki son unas malagradecidas y el señor Tendou me quiere únicamente para que el dojo quede en manos de alguien fuerte. Te aseguro que si existiera alguien más fuerte que yo y que practique el mismo estilo de pelea no dudaría en cambiarme para que se case con una de sus hijas, y eso no me lo puedes negar. Y ni hablar del libidinoso ese del maestro Happousai.
- ¡Aquí el único malagradecido eres tú!!. ¡La familia Tendou ha hecho muchos esfuerzos para tenernos bien alimentados y bajo un techo caliente, y tú le pagas de esta manera! - exclama Genma furioso poniéndose de pie y adoptando una posición de pelea -. ¡¡¡No dejaré que te marches de esta casa, te detendré!!!.

No pasaron ni cinco segundos y ya Genma estaba tirado en la duela del dojo adolorido por los golpes que le había propinado su rebelde hijo.

- Cómo si tú pudieras detenerme - dijo Ranma al aire mientras salía del dojo con dirección a la casa para comunicarle a la familia Tendou su decisión.

Ya estaba toda la familia Tendou reunida en el comedor, junto con Happousai y Genma, siendo curado por Kasumi. Ranma se mantenía sereno y con los ojos cerrados, estaba impenetrable. Nabiki y Akane miraban en direcciones opuesta, evitando mirarlo.
- ¿Se puede saber, Ranma, para qué nos citaste a todos antes de cenar? - pregunta Tendou.
- Creo que se merecen saberlo y no desccubrirlo cuando ya todo sea tarde.
- ¿De qué rayos está hablando este muchhacho, Genma? - le pregunta Happousai, pero Genma no responde la interrogante de su maestro.
- Me voy de esta casa - dice sin titubeear.

El silencio se apoderó del lugar por unos instantes. Akane y Nabiki voltearon sorprendidas para ver la expresión de Ranma que estaba llena de seguridad.

- ¿Qué has dicho? - balbucea Tendou.
- ¿Pero por qué, Ranma?. ¿Acaso es la ccomida, no duermes bien en las noches? - pregunta Kasumi sintiéndose culpable.
- No es nada que tenga que ver contigo,, Kasumi. Lo único que me ligaba a ustedes y a esta casa era el compromiso que tenía con Akane, pero ella lo acaba de romper. No tengo nada más que hacer aquí. Y es mi última palabra, señor Tendou.
- ¡No, por favor, hijo!. ¡No puedes irtte, Akane lo dijo de broma! - dice Tendou llorando y arrodillándose a los pies de Ranma.
- ¡Papá, por favor! - exclama Akane muyy serie e indiferente -. ¡Lo que yo diga o haga es asunto mío!. ¡Si Ranma se quiere ir que lo haga, no tienes para qué rogarle!.
- Si, Sound, deja que el muchacho se vaaya - dice Happousai de la misma manera que Akane -. Así no habrá nadie que limite mi diario vivir - prosigue el maestro frotando su pequeño cuerpo con el de Akane.

No tardó el viejo en salir volando por los cielos, cortesía de aerolíneas Akane.

- Lo que me trajo a esta casa fue un coompromiso de matrimonio, señor Tendou, y eso ahora ya no existe.
- ¡Te encuentro toda la razón!. ¡Ya no hay nada que te ligue a esta casa!. ¡Vete de una vez y déjanos a todos en paz! - exclama Akane sin titubear.
- No hace falta que lo digas, pero en ttodo caso, me alegro de no tener que casarme contigo. Me hubiera arruinado la vida - responde calmado mirándola a los ojos.
- ¡Lo mismo digo! - responde, pero ahorra con algo de duda.
- Akane, hija, esa no puede ser tu últiima palabra, ¿verdad?.
- ¡Claro que lo es!.

Escuchar esto, ayudó a Nabiki a tomar una decisión.

- Ranma, por favor. Si lo que te preocuupa es el dojo, no importa. Puedes elegir a otra de mis hijas para casarte.
- ¡¿Qué?! - se escuchó a todos los inteegrantes de la casa.
- No puede seguir jugando así con sus vvidas, señor Tendou. Yo no puedo estar con alguien que no me quiera.
- No insistas, Tendou - le dice Genma mmuy triste -. Por más que lo intentes, no podrás convencerlo que se quede. Es un cabeza dura, igual que su padre.
- Buaaaaaa... ¡Esto es por su culpa, Saaotome, por haber educado de manera irresponsable a su hijo!.
- ¡¿Mi culpa, cómo te atreves?!.

Mientras Sound y Genma intercambiaban frases algo fuertes, Ranma se pone de pie para luego ir a buscar sus cosas a su habitación. Pasa por el lado de Akane y ésta le hace el quite con la mirada. Se pone muy triste.

"Esperaba que te arrepintieras, Akane, pero veo que me equivoqué contigo de nuevo... Ahora sí sé que no tengo nada más que hacer aquí".

"Maldito idiota, si te vas ahora me perderás para siempre porque nunca te lo perdonaré... ¡Nunca!".

Ranma estaba a punto de salir del comedor cuando una voz lo hizo detenerse.

- ¡Ranma, espera! - era la voz de Nabikki. Se veía muy apenada.

Todos dejaron de hacer lo que estaban haciendo, incluso hasta el maestro se dejó de quejar después de su caída por el fuerte golpe de Akane.

- Nabiki... - murmura sorprendido Ranmaa, casi en un suspiro.
- Ranma... Tú dijiste que no querías esstar con una chica que no te quisiera, ¿verdad?.
- Sí... eso dije... ¿por qué? - preguntta extrañado.
- Entonces... no tienes por qué marcharrte... porque - todos miraban asombrados a Nabiki, nunca antes la habían visto tan nerviosa como ahora -... porque... te amo.

Lo dijo casi en un susurro pero lo suficientemente alto y claro para que todos pudieran entenderle.

- Nabiki... - murmuró Kasumi sin alientto, como todos los presentes.
- No, no te creo. Ya lo hiciste una vezz y no volveré a caer en tus juegos, Nabiki - se defendió Ranma.

Pero, para seguir sorprendiendo, Nabiki se pone de pie y se acerca a Ranma. Sus ojos estaban humedecidos, mirando fijamente al muchacho, quien no sabía qué hacer. Acto seguido, lo besa en los labios.

Fue algo breve, pero lo suficiente para que el corazón de Ranma se le saliera por la boca y su cara se llenara de color rojo. Akane se mordía la lengua y sus manos apretaban fuertemente su vestido para no hacer un escándalo. Sus ganas de llorar eran evidentes.

A contraparte, ambos padres se ponen a celebrar.

- !Viva, Saotome!. ¡Su hijo es todo un galán!.
- ¡Y su hija es toda una ganadora, no ppierde tiempo bacilando!.
- ¡Kasumi, trae la champaña, esto hay qque celebrarlo!.
- Sí, papá. En seguida - contesta la hiija mayor, pero su atención estaba en su pequeña hermana, que hacía esfuerzos sobre humanos para no llorar.

Nabiki estaba cabizbaja, muy sonrojada y tenía sus manos juntas. Al lado de ella, Ranma estaba muy confundido, ahora este hecho cambió la situación en absoluto.

"Y ahora qué hago".

Pasó un buen rato. Ranma y Nabiki se habían ido a conversar a la habitación de la chica, mientras toda la demás parentela se quedó conversando en el comedor.

- Nunca creí que todo esto seguiría de esta forma, ¿y usted, Saotome? - dice Tendou entrando en los tragos.
- Yo tampoco puedo creerlo. ¿Quién iba a pensar que de sus hijas la que se enamoró de Ranma fue Nabiki y no Akane? - responde Genma igual de mareado que su amigo.
- Vaya, cómo se les ocurrió pensar que me iba a enamorar de ese fenómeno - comentó Akane friamente, mientras bebía una taza de té -. Ahora Nabiki va a tener que soportar a ese pendejo. La compadezco.
- Akane, por favor. Qué vocabulario - ddice Kasumi mientras alistaba la mesa para la cena -. Papá, tío Genma, basta de tomar. Les hará mal.

Sound y Genma se miran. Ambos estaban colorados por el alcohol. Se mantuvieron mirando fijamente a los ojos durante más de veinte segundos, hasta que ambos dijeron:

- ¡Parpadeó primero!.

Akane no podía evitar pensar en lo ocurrido hace unos minutos, recordar el instante en que su hermana Nabiki besa sin pudor a Ranma, a su Ranma... por lo menos, eso es lo que ella creía hasta ese momento. "Aunque yo tampoco imaginé que todo esto pasaría".

En otro lado de la casa, específicamente en la habitación de Nabiki... Ranma y la chica no se miraban. Ella estaba sentada en su cama cabizbaja y él estaba apoyado en la puerta también cabizbajo.

"Bien hecho, tonta. Hasta que al fin te decidiste... ¿Y ahora qué le digo?. Quizás este fue el peor error de mi vida", pensaba Nabiki.

"¿Cómo saber si Nabiki está jugando conmigo de nuevo?... ¿Qué hago, qué hago?", se repetía en sus pensamientos el chico de la trenza.

De pronto, Ranma decide hablar y rompe el silencio que reinaba en ese lugar.

- ¿Con cúanto te vas a consolar ahora, Nabiki?. ¿Quinientos, mil, o tal vez dos mil yens?. Porque si esa es tu intención, te juro que no te pagaré nada, ¿me escuchaste?.

Nabiki no responde, se mantenía cabizbaja. Ranma se dio cuenta, bastante tarde por cierto, que la pregunta fue bastante desubicada, pero aún no se podía convencer.

- ¿Aún no me crees, verdad? - pregunta Nabiki mirándolo a los ojos.
- ¿Y cómo te voy a creer si no es la prrimera vez que haces esto?. ¿Por qué lo hiciste, qué ganas con que yo me quede?.
- ¡¿Cómo puedes ser tan idiota?!. ¡Ya tte dije por qué y lo hice delante de todos!. ¡¿O acaso ya se te olvido?!.

En ese instante, Ranma recordó lo que pasó hace unos minutos en el comedor: Nabiki, con ojos vidriosos lo miraba fijamente, estaba muy nerviosa, "entonces... no tienes por qué marcharte... porque... porque... te amo".

Sintió escalofríos. También se sintió muy apenado, su mirada buscó refugio en cualquier rincón de la habitación de la chica; paredes, estantes, muebles, libros, el ambiente en sí, todo estaba en tal estado de paz, así como la muchacha que estaba a unos metros de él.

- ¿Qué harás ahora, Ranma? - preguntó NNabiki súbitamente -... ¿No te irás, verdad?.

Ranma casi pega un brinco del susto, estaba todo tan silencioso que la voz de la chica le retumbó en los tímpanos por unos pequeños instantes.

Baja el perfil. No sabe cómo comportarse. Claro, ahora todo había cambiado entre ellos, de ser casi cuñados a una relación que podría cambiar sus vidas para siempre.

- No lo sé, Nabiki - suspira profundameente -... No sé en qué pensar, estoy muy confundido con todo esto.
- ¿Por qué?.
- No es por ti... Bueno, sí es por ti.... en parte.
- No te estoy entendiendo. ¿Es por mí, sí o no?.

Ranma se muerde los labios, agita su cabeza seguramente para liberar tensiones y levanta su mirada para verla fijamente a los ojos.

- Es por todo... Ahora todo ha cambiadoo, lo quiera o no.
- Pero, ¿quieres marcharte o no?.
- No quiero irme de esta casa - contestta al instante, ella ve que los ojos del muchacho estaban vidriosos -... Pero debo hacerlo.
- Pero dijiste que te ibas porque ya noo estabas comprometido. Además, no querías que tu prometida estuviera obligada a estar contigo.
- Eso dije, ¿y?.
- Que yo no me sentiría obligada si nueestros padres deciden comprometernos en matrimonio. Te aseguro que con lo que pasó, eso es lo más seguro.

Para Ranma, cada palabra de Nabiki era una estocada punzante que golpeaba su cuerpo, no sabía cómo actuar, qué responderle.

- Por favor, Nabiki. Es como si yo te ddijera que te amo sin sentirlo - su expresión se torna seria -... No puedo negar que eres muy bonita, me gustas mucho, y quizás yo también te guste de la misma forma - ahora trata de esbozar una sonrisa agradable -... A lo mejor, estás confundida.
- Hasta cuando vas a dudar de mí - una lágrima cayó por su mejilla -. Escúchame bien: yo te quiero, te quiero como nunca te quiso Akane. ¡Métete eso en la cabeza!.

Todo este último comentario le retumbó en la cabeza a Ranma un par de veces antes que él saliera corriendo de la habitación con rumbo incierto.

- ¡Tú no puedes saber eso! - alcanzó a decir antes de desaparecer.

Nabiki trató de detenerlo pero le fue imposible alcanzarlo, sólo pudo ver su silueta bajar las escaleras.

- Mierda, ya la hice de nuevo... ¿Por qqué se lo habré dicho así? - se lamentaba la chica.

Ranma estaba apoyado en una pared, en un rincón del dojo Tendou. Se le veía muy triste, las palabras de Nabiki aún reboloteaban en su mente: "Hasta cuando vas a dudar de mí. Escúchame bien: yo te quiero, te quiero como nunca te quiso Akane. ¡Métete eso en la cabeza!".

- ¡Rayos!. ¡¿Por qué no puedo pensar enn otra cosa?! - exclama al aire.

Lentamente se deja deslizar por la pared hasta quedar sentado en la duela del dojo. Con sus manos, toma su cabeza y se la lleva a las rodillas. Se queda así un rato.

No notó que alguien se sentó a su lado.

- Ranma - él levanta el rostro, reconocciendo esa voz, era Akane -... yo... sólo quiero que sepas que...
- Akane... ¿Qué haces aquí? - pregunta sorprendido con la presencia y la actitud sumisa de la chica.
- Quiero decirte que - sus ojos empiezaan a humedecerse rápidamente -... lo siento mucho... Siento haberte golpeado y perdóname por no entender que tú también tienes problemas y que querías estar solo en ese momento...

Y Akane rompe en llanto en ese momento, llevándose ambas manos al rostro para que el muchacho no pudiera ver su sufrimiento.

Ranma no sabía qué hacer nuevamente. Por un lado, sentía que debía dejar que se desahogara, pero por otro lado le partía el corazón verla llorar. Se inclina por esto.

- Akane, por favor, no llores - le dicee lo más dulcemente posible, cosa que era bastante difícil para él -. Ya tranquila, ya pasó.

Sutilmente, la trae a sus brazos y Akane se apoya en su pecho para llorar, abrazándolo. Ranma no evita ponerse nervioso, pero éste no era el momento para arrugar. Sin embargo, aún no puede creer la situación.

"Ahora sí que no entiendo... ¿Alguna vez Akane se ha disculpado de esta forma, llorando, abrazándome y dejando que yo la consuele?... Yo creía que su orgullo era más fuerte que su lado femenino... Bueno, quién sabe, quizás después de esto me de una buena paliza por estar tan cerca de ella", pensaba Ranma mientras acariciaba suavemente el cabello de Akane.

Lentamente, Akane se va tranquilizando. Deja de abrazar a Ranma y se separa a una distancia prudente de él.

- No es bueno que estemos tan juntos - le dice mirando hacia un costado, secándose las lágrimas -. Nabiki podría entrar y no quiero que tengas problemas con ella por mis tontas niñerías.
- Yo no tengo nada con Nabiki.
- Entonces, ¿te irás? - pregunta con peesar.
- Tampoco he dicho eso.
- ¿Entonces? - vuelve a preguntar, peroo en esta oportunidad sus miradas se encontraron.

El corazón de Akane latía muy rápido y fuerte, tanto que ella misma lo podía escuchar y temía que Ranma también lo hiciera. Él estaba igual, temeroso que Akane descubriera que por dentro los nervios se lo comían vivo.

- Hay algo que pueda hacer que me quedee, pero no estoy seguro de que pase.

Akane vuelve a desviar su mirada a otro punto.

- Si yo puedo ayudar en algo, haré lo pposible en...

No alcanzó a terminar de hablar ya que los labios de Ranma no la dejaron. Al principio, no sabía si separarse de él, pero lentamente fue cediendo, respondiendo al beso y abrazándolo.

Al separarse, se quedan abrazados.

- ¿Te irás?.

Ranma niega con la cabeza y sonríe. "Ahora sé que nadie me quiere tanto como Akane", pensó el muchacho. Akane, al sentir que Ranma negó con la cabeza, vuelve a soltar lágrimas, pero esta vez de felicidad.

Sin que ellos se dieran cuenta, Genma, Tendou y sus otras dos hijas observaron todo lo ocurrido. Por supuesto, Sound estaba llorando de felicidad abrazado a Saotome, Kasumi sonreía y Nabiki, pues... sólo observaba, algo triste.

- Todo salió como lo planeamos, Saotomee - dijo Tendou.
- Así es, Sound. Qué buena idea la suyaa de que Nabiki interviniera para que esos dos por fin se unieran.

Kasumi mira a Nabiki y le sonríe dulcemente.

- Muchas gracias, Nabiki. Fue muy noblee de tu parte ayudar a Ranma y a Akane.
- Sí, ya - responde fríamente -. No le pongas tanto, sólo fue un pequeño beso y listo. Nada del otro mundo. Cualquiera pudo haberlo hecho.

La chica deja que los demás sigan presenciando tan conmovedora reconciliación.

Llega a su habitación y se sienta al lado de la ventana para ver el hermoso paisaje primaveral. Podía ver un árbol de cerezos que estaba en flor, hermosas flores "sakura" de color rosado adornaban tan hermoso paisaje.

- Por lo menos, alcancé a robarle un beeso - baja la cabeza y sonríe -... Dejaré que todos piensen que fue una buena actuación... Ahhh, anhelo poder olvidarme de todo esto... Pero anhelo mucho más no olvidarlo jamás...




FIN

Un fanfic de LG
(c)2001 Felipe Torres


Hola lectores, soy LG... ¡¡¡GUAAAAAAAAAA!!!. ¡Mucha cebolla!. De todas formas, me gustó como quedó. Se preguntarán por qué me gusta que Nabiki sea el centro del problema... Simple respuesta: ME GUSTA.

Ya saben, si quieren matarme, crucificarme o alabarme, envíenme un emilio.


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