PRIMERA PARTE: �POCA PREHISP�NICA. |
La falta de una notaci�n musical por parte de los pue- blos mesoamericanos prehisp�nicos ha hecho imposi- ble conocer con exactitud c�mo era su m�sica; sin em- bargo, gracias a las cr�nicas de los historiadores de la �poca, a los c�dices, las pinturas, los relieves y los ins- trumentos musicales prehisp�nicos que a�n se conser- van, as� como a las muestras vivas de m�sica y danza que prevalecen como costumbre o tradici�n en algu- nas regiones, podemos darnos una idea m�s o menos aproximada del tipo de m�sica que se tocaba, cantaba y bailaba en el antiguo M�xico. Lo que s� puede afirmarse con certeza es que la m�- sica, el canto y la danza precortesianos ten�an un car�c- ter esencialmente ritual y religioso, aunque tambi�n, desde luego, con muchas manifestaciones de recrea- ci�n y entretenimiento. Cabe se�alar que, tanto la m�sica como el canto y la danza, eran interpretados pr�cticamente en todas las ocasiones de importancia para la vida social, cultural y religiosa de la comunidad: en las ceremonias y festivi- dades dedicadas a los dioses, en el juego de pelota -que tambi�n era ritual-, en las ceremonias realizadas en ocasi�n de la siembra y la cosecha, en actos de ca- r�cter social -enlaces matrimoniales, nacimientos y en- tierros-, o simplemente para regocijo de la gente. In- cluso, en el palacio del Tlatoani o emperador azteca, en Tenochtitlan, exist�a un sal�n especial, llamado Mixcoa- calli (literalmente: "Casa de la serpiente de nubes"), donde se reun�an, con sus atav�os e instrumentos, to- dos los m�sicos, cantores y bailarines de la ciudad, y donde hac�an gala de su arte para entretenimiento del propio Tlatoani. |
El dios Macuilx�chitl o Xochipilli, numen de la m�sica, de la poes�a y de la danza, ta�endo un hu�huetl. (C�dice Borb�nico.) (Ilustraci�n tomada del Diccionario de la lengua n�huatl, de C�sar Macazaga Ordo�o.) (Ver: Fuentes Consultadas.) |
M�sicos y cantores aztecas. (C�dice Florentino.) (Ilustraci�n tomada de: La vida cotidiana de los aztecas en v�speras de la conquista, de Jacques Soustelle.) (Ver: Fuentes Consultadas.) |
Asimismo, en M�xico-Tenochtitlan, exist�a una escuela de m�sica, canto y danza, el Cuicacalli (literalmente: "Casa de los cantos"), al cuidado de sacerdotes especiales que ten�an la funci�n de maestros en dichas artes, y donde se preparaban en estas ma- terias los hijos y las hijas de los no- bles, de los sacerdotes y de los gue- rreros. La preparaci�n era tan estric- ta y de tal importancia que, si en las ceremonias rituales alguno de los in- t�rpretes se equivocaba al cantar, bailar o ta�er su instrumento, era cas- tigado severamente, incluso con la muerte. Adem�s de los cantores, m�sicos y danzantes, hab�a tambi�n composito- res, llamados cuyapicque, que com- pon�an los cantos que habr�an de ser interpretados en las fiestas y cere- |
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monias; estos cantos eran verdaderos poemas, �picos y l�ricos, que, acompa�ados de la m�- sica, narraban la historia, los mitos, las leyendas, el sentir y el pensar de los pueblos, de tal manera que m�sica, canto y poes�a se entrelazaban en una mezcla m�gica, manifestaci�n de la forma de ser tan especial del hombre mesoamericano. |
M�sicos y danzantes aztecas. (C�dice Florentino o Sahag�n.) (Ilustraci�n tomada de: El pueblo del Sol, de Alfonso Caso.) (Ver: Fuentes Consultadas.) |
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Finalmente, no podemos dejar de mencionar, aunque sea de forma somera, los instrumentos musicales m�s caracter�sticos del M�xico pre- hisp�nico, algunos de ellos con ciertas variantes: El hu�huetl: tambor vertical de madera (hecho de un tronco de �rbol). El teponaztli: tambor horizontal de madera (hecho tambi�n de un tronco de �rbol). El tlapitzalli: flauta de barro cocido, ca�a o carrizo. El atecocolli: caracol marino. El tzicahuaztli: raspador semejante al g�iro, hecho de f�mur humano o con "palo de Brasil"; se hac�a sonar rasp�ndolo con un pedazo de madera o con un caracol. El ayacachtli: sonaja hecha de una calabaza hueca con piedras en el interior. En fin, no queremos referir m�s aqu� acerca de la m�sica prehisp�nica de M�xico, con el fin de dejar a nuestros amigos lectores la posibilidad de profundizar, a trav�s de las fuentes documenta- les y arqueol�gicas existentes, en el estudio de lo que constituye una de las ra�ces de nuestra entra�able m�sica mexicana. Su amigo: Luis F. Moctezuma. |
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_______________________________________________ FUENTES CONSULTADAS: Carrillo Paz, Gustavo. Temas de cultura musical. Por (...) y Fernando Cata�o M. M�xico, Trillas, 1986. Caso, Alfonso. El pueblo del Sol. M�xico, Fondo de Cultura Econ�mica, 1971. (Figuras de Miguel Covarrubias.) Macazaga Ordo�o, C�sar. Diccionario de la lengua n�huatl. M�xico, Innovaci�n, 1981. (Introducci�n, bibliograf�a e iconograf�a por C�sar Macazaga Ordo�o.) Orta Vel�zquez, Guillermo. Elementos de cultura musical. M�xico, Textos Universitarios, 1970. (15a. edici�n.) Reuter, Jas. La m�sica popular de M�xico: origen e historia de la m�sica que canta y toca el pueblo mexicano. M�xico, Panorama, 1983. Soustelle, Jacques. La vida cotidiana de los aztecas en v�speras de la conquista. M�xico, Fondo de Cultura Econ�mica, 1970. (Versi�n espa�ola de Carlos Villegas.) ALGUNAS FUENTES DOCUMENTALES ORIGINALES: Fray Bernardino de Sahag�n: Historia general de las cosas de Nueva Espa�a. Bernal D�az del Castillo: Historia verdadera de la conquista de la Nueva Espa�a. Fray Toribio de Benavente, "Motolin�a": Libro de las cosas de la Nueva Espa�a y de los naturales de ella. Fray Juan de Torquemada: Monarqu�a indiana. _______________________________________________ |
Teponaztli. |