LECCIÓN 10: LA FE Y LAS OBRAS

 

 

En la Biblia está muy claro que los hombres no pueden ganarse la salvación mediante sus obras. Nuestra salvación la pagó Cristo con su propia sangre, la cual nos es dada gratuitamente. Pero su sangre sólo nos puede salvar si la aceptamos. En otras palabras, la salvación es un don que llega a nosotros por gracia mediante la fe.

¿Qué lugar ocupan, entonces, las obras? ¿Es importante la obediencia? ¿Quiere Dios que le obedezcamos, o su gracia nos exime de obedecer?

La Palabra de Dios señala que Cristo, con su ejemplo, nos demostró la obediencia, a fin de ser el Autor de la salvación a "todos los que le obedecen". Debemos, pues, comprender de qué manera se manifiesta la verdadera obediencia, la que Cristo anhela.

 

1) ¿Qué concluye Pablo con respecto a la justificación? (Rom.3:28)

R = "El hombre es justificado por fe sin las obras de la ley".

 

2) ¿Qué implica esta justificación por la fe? (Hch.26:18)

R = "...perdón de pecados y herencia entre los santificados".

 

3) ¿Qué experimenta el hombre que es justificado por la fe? (Rom.5:1)

R = "Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo".

 

4) Sin embargo, ¿cuál es la evidencia visible de la justificación por la fe en Cristo? (Sant.2:18)

R = La obediencia. "...alguno dirá: tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras". La obediencia es el fruto de la salvación en Cristo, nunca es un requisito para alcanzarla. Aquí está el problema de la obediencia mal comprendida y que lleva a muchos al peligroso terreno del legalismo.

 

5) ¿Cuál es el resultado de la fe sin obras? (Sant.2:20)

R = "¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?.

 

6) ¿Por qué una fe sin obras es una fe muerta o falsa? (Efe.2:10)

R = "Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas".

El resultado inevitable de la fe genuina produce frutos en el corazón del creyente. Por eso nunca las obras están antes que la fe, sino que las obras están determinadas por Dios. A medida que nos entregamos a él, él es quien nos hace conforme a su semejanza, y nuestro obrar está determinado por la voluntad de Dios en nosotros, porque si vivimos con Cristo, el Espíritu Santo es el que produce en nosotros así el querer como el hacer (Fil.2:13), cosa que sin Cristo en nuestro corazón, nos resultaría imposible (Rom.7:18).

 

7) ¿Y cómo es que la fe puede obrar? (Gál.5:6)

R = Por medio del amor. "Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor". Nótese que el texto dice que "la fe obra". La fe genuina no es una fe pasiva. Produce frutos. Esos son los frutos del amor.

 

8) ¿Cuál es entonces la relación entre la fe y las obras de la ley? (Rom.3:31)

R = La fe lo que hace es confirmar la ley. En otras palabras, es un hecho que el que ha sido justificado por la fe está observando la ley.

 

9) En consecuencia, ¿qué es lo más importante? (1 Cor.7:19)

R = Más que la circuncisión (parte de la ley ritual), y más que la incircuncisión (señal del nuevo pacto), son importantes los mandamientos de Dios.

 

CONCLUSION:

La Fe y las Obras van unidas. No las podemos separar. Pero hay que tener claro que las obras están determinadas por la fe, como un resultado y evidencia de ella. Los judíos legalistas estaban en un error cuando veían las obras como un requisito para alcanzar la salvación. La salvación la pagó Cristo, y nuestra fe en los méritos de la cruz es la que nos hace obedecer los requerimientos de la Ley.


Ministerio Sello de Dios (c) 2000-2003.
Para consultas adicionales, escríbenos a nuestro correo: [email protected]

 

 

Regresar

 

Hosted by www.Geocities.ws

1