Letras Salvajes                     Número 9                                        2005

 

 

ariadna vÁsquez

 

 

1

 

Perejil pedejil

ayer

me comía unos spaghettis

cuando mi amigo

de bigotes rubios

despeinados

diente amarillo

hediondo

lindo lindo

me pregunta

que qué fijación tengo con las mucosidades, lo escatológico, lo sucio, dirty dirty-EST

 

ninguna

nada

dije

 

y mi amigo

de ojos marigüanos, marihuanos

me pregunta

no, no me pregunta

me pide

que no empiece a dar vueltas maromas con las palabras

que lo mareeeo

 

y otra vez

me pregunta

ése

mi amigo de hongos en los pies

con su catarro cortado

él mismo

que qué obsesión tengo con los vómitos, los bajo a boca, los grajos, lo asqueroso, nasty nasty-EST

 

no jodas, ombe

dije

y me puse un perejil entre los dientes

 

 

 

2

 

Ojos

tus ojos dicen figuras raras

cansancio, dicen

flashes, dicen

lluvia, columpios, piratas

vasos de aluminio

hilo

tranquilo

ajeno

aquí

POTE SUCIO

 

no tengo nada para mirarlos

los miro

y como los reptiles quieren que me bañe con ellos

que me bañe

que te mire los ojos

me baño

me baño

y te exprimo dibujos y muñequitos japoneses

te miro

y te grito vampiros, voces, venas grangenadas

vacío velas

vanderabandera

manteles

y una taza arriba

pero mi juego se frisa con otro juego

y aplaude

y cuando hay que saltar

no salta

no hace

échame los ojos en la fundita verde que dice aqui es, vuelva, gracias por su compra

 

 

 

3

 

Yo soy la poeta con el mejor culo de Santo Domingo

Yo soy la poeta con el mejor culo de Santo Domingo

y si crees que puedes escribir un poema

leer un poema

hablar un poema

oler poema

blablar poema

entonces tienes que sentarte en el parque Colón

sobarte las manos

y esperar a que yo pase silbando, pitando, hip-hopeando

cabalgando en mi culo

y tienes que ponerle números a los adoquines

uno uno, tres, cuarenta y cinco, q u i n c e

y gritarlo alto LA POETA CON EL MEJOR CULO DE SANTO DOMINGO

vocearlo por pedazos

santo culo poeta

domingo poeta culo

domingo con el culo de poeta

y cuando veas mi culazo flotando en todos los poemas

en todas las cervezas

en todas las sillas blancas de plástico

y encima de la casa de las brujas

entonces llamarás a todos tus tios en Nueva York

y les contarás que ya no puedes escribir poemas

y te pondrás a llorar con hipios

porque se acabaron los conejos y los espejos

porque se perdieron todos conmigo

 

Porque a las doce en punto del mediodía

mi culo sonará en todos los radios de Santo Domingo

y la gente se detendrá en los semáforos

pecho en mano

frente en alto

y lo gritarán y lo dirán hasta que pasen veinte minutos de las doce en punto

LA POETA CON EL MEJOR CULO DE SANTO DOMINGO

y los muchachos que venden pajaritos en la 27

se agarrarán las nalgas

y las skimice se esconderán bajo el techo más cercano

y los policías se sobarán las manoplas

y te dirán que grites

que tienes que vocear LA POETA CON EL MEJOR CULO DE SANTO DOMINGO

y al loco de la Kennedy se le caerán los peñones

y todos los poemarios estarán vacíos

y la gente hará fila para comprar una postal de mi culo

cagando poemas

tirando poemas

traqueteando poemas

 

Y entonces sabrás que nadie puede escribir más poemas

si no está mi culo

si no lo ves

si no se mueve

ni redondea nada

 

Yo soy la poeta con el mejor culo de Santo Domingo

Ajá

 

 

 

4

 

Pedacitos

Cuando me tocaba los talones de los pies

Cuando era pequeña

O sea

Más niña y menos maniática

A mi me daba por metérmelos a la boca

Y chuparlos y lamerlos

y era medio contorsionista

y ni siquiera me reía tanto

es decir

que me lo tomaba más en serio

 

Cuando eso

yo no me comía las uñas

ni me chupaba los dedos de las manos

ni me jalaba los cabellos

haciéndome piruetas

ni me chirriaba las muelas como los cocainómanos

o sea

que me lamentaba mucho

y que era yo más grande

y más pensante

 

Ahora me siento demasiado a verme en las paredes

Y me paso mucho tiempo sin decirme nada

O sea

Que ya no me hago la actriz frente a los espejos

Y que entonces me sonrío mucho y sin razones

Y me siento menos sabia cada día

Porque todo lo que me rodea es poquito

Tan pequeñito, tan diminuto

Y aún así yo quepo completita en todas las cosas

Y me salgo de todas ellas cuando me hastío

Y ni siquiera me llamo por mi nombre

Sino que tiro silbidos al aire

O sea

Que me salgo a volar muy lejos de mi cuerpo

Y no me da tanta nostalgia

Como cuando me tocaba los talones

 

 

 

5

 

La muchacha sabe mirar para arriba

 

La muchacha sabe mirar para arriba

y para abajo también

Sabe quedarse quietecita

como esperando que el cielo se harte, baje y se la coma

pero el cielo no hace nada

y después se harta ella de mirar esa masa azul, blanca, rara

y se sienta a descansar en el asfalto

siempre caliente, siempre temblando

como sólo ella sabe

con las manos abrazando sus piernas

con el culo en la calle

con la cara en las rodillas, toda junta, sola

frunciendo el ceño por nada

porque sí

o porque entonces le da risa

y después se ríe por estar ahí sentada sin hacer nada

mirando para abajo en Santo Domingo

 

 

 

6

 

Otra vez

Tenía los brazos bien abiertos

Como abrazando cosas, abarcándolas

Y ya habíamos dejado de mirarnos un tiempo

Pero los ojos se nos alargaron demasiado y otra vez nos vimos,

Como viéndolo y viéndome, y mirándonos entonces

 

Otra vez extraño el caos,

La raya que se desmiembra

Y pienso Matar

y digo muerte, y no muero,

ni muere

 

Otra vez el sin sentido

Y me pellizco los pechos

Y entonces nada se cierra, ni se pudre

Y pienso Volar

y digo vuela, y no vuelo

Sino que me revuelco buscando aire

Respirando agitada

 

Ahora tengo los puños al punto

Chocándose cada uno a mi cabeza

Siempre queriendo ligereza

Pero entonces buscando

Entonces abarcando

Como mis brazos

Y eso que los sigue y que señalo,

Eso que son ojos, que no son míos,

Y que me miran y miro

Y se miran y se ven

 

 

 

7

 

a Carlos

 

Si hubiese venido en micro desde Pachuca

se habría sentado a hablar un rato con la muchachita de la falda roja

de vuelos

le habría dicho que lo acompañara a su casa

y ella

muy cortésmente

le habría dicho que se fuera al diablo

y él se hubiese reído por pena

de lo que se perdió la carajita ésa

un polvo lingüístico

un polvo en movimiento

un polvo redactado en movimiento

un polvo con letras latinoamericanas

un polvo con mayonesa y Pizarnik y y y Isidore

un polvo con vodka y agua quina

y polvo

y teléfono inalámbrico nuevecito

sacadito de la caja

 

Pero se fue en su Mercedes

en su Mercedes virgen

lo peor: sin estrenarlo como dios manda

¿cómo va a ser?

ajá

sin una buena cogida

una mamada francesa, apenas

la mueca de un culo grande y rollizo, apenas

un Mercedes virgen

y suicida

además

 

65 mil pesos

0 polvo

1 bronquitis

1 mamada

0 polvo

1 maardito choque

 

Despúes de hacerle una paja a la muerte

que dizque pensó en ser santo

san carlos

san profe

pero dice que es muy aburrido

mejor borracho consagrado

 

Si hubiese venido en micro desde Pachuca

se habría tomado el trago de la casa en la cantina ésa

y hubiese llegado al taller tranquilo

borracho

y bien

y cero polvo

pero bien

 

 

 

8

 

La señora se tira en el piso

La señora se tira en el piso

Suda y el hombre la mira

No se rompe ni un hueso

Y se para

Y se tira en el piso otra vez a gritar

Como una carajita

 

El hombre la mira

El hombre dice loca, aguajera

La vecina la mira y se va

Dice jummm y se sigue yendo

 

Ella se queda en el piso rabiando

Vocea ¡coño, que Dio’ me trague, carajo!

Y Dio’ no se la traga

Ni dice nada

Y la doña se encojona y se revoltea

Y dice ¡me vua a mata!

Y la gente empieza a llegar

¿Qué e’ lo que pasa?

 

El hombre espera parado

La sigue mirando

La vieja patalea y tira coños por un tubo

Y los coños se van por el tubo

Y salen del tubo

Y se riegan en el piso

Junto a la señora

Y entonces ella se come los coños

Y el tubo explota

Y la vecina vuelve

¿Qué pasó?

 

La señora se para

Se seca el agua de la cara

Se pone tiesa en una esquina

Y mira a la vecina

¿A ute que le impolta?

 

El hombre se rasca la nariz

La gente empieza a irse

La vecina se frickea y dice bueeeno

La vecina se va

Todos se van

 

Entonces el viejo se acomoda en un sillón

Dice ¿Cuándo tú ha vi’to que a Dio’ le da hambre?

Y ahora la doña lo mira

Y se faja a llorar

No te apure’, dice

 

 

Ariadna Vásquez.  Nacida en Santo Domingo en 1977. Estudió periodismo en la Universidad Autonóma de Santo Domingo y vive actualmente en México. Ha publicado el poemario Una Casa Azul (2005). Durante un año publicó la columna “Cabeza de Ratón” en el Listín Diario.  Sa página blog es  http://pedacitosdehuellas.blogspot.com/.

 

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