August
27, 2002
Algunos
en Argentina Ven Secesión como la Respuesta al Peligro Económico
By LARRY ROHTER
NEUQUEN,
Argentina - por años esta ciudad de 250,000 ha sido denominada
como "la puerta a Patagonia." Pero hoy en día es
también el centro de un movimiento separatista que busca
la autonomía de esta región del extremo sur de América,
rico en petróleo y minerales, para separarse del desastre
económico que es el resto de Argentina.
A causa
de esta crisis que se profundiza, los servicios públicos
se han recortado agudamente para los patagones aún cuando
su región continúa generando ingresos para el gobierno
central. Como resultado, el antiguo resentimiento hacia Buenos Aires
se ha intensificado, y la autonomía política, la integración
regional e incluso secesión ahora son discutidos abiertamente
como soluciones.
"Lo
que sucede es una búsqueda para opciones," dijo Gerardo
Mario de Jong, el director del programa regional de estudios en
la Universidad de Comahue. "La gente se cuestiona el concepto
de un solo centro nacional del poder que muchos de nosotros culpamos
por nuestros problemas."
Una Patagonia
independiente sería una nación escasamente poblada
pero próspera. Aunque menos que 5 por ciento de 37 millones
de la población de Argentina viven en Patagonia, la región
abarca casi mitad del territorio del país, y proporciona
mucho de su abastecimiento de agua potable, la energía hidroeléctrica
y el 80 por ciento de su gas y petróleo.
Tradicionalmente,
el resentimiento del gobierno central ha sido especialmente fuerte
en la Patagonia, que se considera como un hijastro descuidado del
resto del país. La región se administró como
un territorio federal, sus residentes eran incapaces de elegir sus
propios gobernadores y legisladores, hasta el 1950.
Mucho del ímpetu hacia un cambio en relaciones con el resto
de Argentina ha sido provocado por una propuesta reciente para unir
las dos provincias más septentrionales de la Patagonia, Neuquen
y Río Negro. En una indicación de apenas cuán
severo el desplome económico del país ha llegado a
ser, el condado del extremo sur de la provincia quebrada de Buenos
Aires, Carmen de Patagones, podría participar de esa afiliación
y unirse a la provincia nueva.
Nominalmente
la unión de las dos provincias, que es con sujeción
a un plebiscito, es simplemente una medida económica para
reducir la burocracia y el gasto. Pero como el Parlamentario a notado
recientemente, "hay también sectores que advierten de
la posibilidad que ciertas provincias se agrupen para dar el primer
paso hacia una independencia eventual de Argentina."
Eduardo
Amadeo, un portavoz del Presidente Eduardo Duhalde, desechó
tal especulación calificándola de "una idiotez
completa." Señalando que el unir las provincias es "un
proyecto estratégico e inteligente que da un ejemplo de país
entero que hace el mejor uso de sus recursos." Indicando, a
su vez, que cualquier insinuación de que la crisis económica
de Argentina se solucionaría a costa de la entrega de la
Patagonia no esta basada en datos objetivos. "Si se analiza
la recaudación fiscal, los niveles del desempleo y salario
promedio, usted verá que Patagonia no es la región
que más ha sufrido," él dijo. "De hecho,
está en la mejor posición."
Como en
el resto de Argentina, la mayoría de los residentes de Patagonia
son de origen español o italiano. Sin embargo la Patagonia
tiene un porcentaje alto de gente de otras colectividades europeas
- yugoslava, Galés, alemanes y franceses.. Jorge Sobisch,
el gobernador de Neuquen, es croata.
Si este
es un factor mayor es poco claro, pero la población patagónica
se considera a sí mismo diferente de otros argentinos a causa
de la topografía de la región, su lejanía y
el hecho que la mayoría de las inmigraciones aquí
comenzaron apenas hace un siglo.
En un
sondeo en mayo, el 53 por ciento respondió que querían
una Patagonia independiente. El sentimiento hacia la separación
es más fuerte entre los jóvenes, el grupo con el nivel
más alto del desempleo, el 78 por ciento de ellos se mostró
a favor de la secesión.
"Si
usted compara el norte de área del Río Colorado con
el área al sur, usted verá que ya los países
se encuentran separados," dijo Elfo Kruteler, un maestro de
francés y artista local. "Ellos toman todo de aquí,
nuestro petróleo, el gas, la madera y los minerales, y nos
da nada a cambio salvo problemas."
El gobernador
Sobisch descarto que se este pensando en la secesión sin
embargo señaló que una relación nueva entre
la Patagonia y Buenos Aires es esencial. "¿Por qué
nosotros debemos estar presos en un sistema que es ineficaz y concentra
todo poder en la capital?" Preguntó en una entrevista.
A pesar
de las denegaciones de Sr. Sobisch y otros líderes locales,
las autoridades en Buenos Aires son concientes de un posible desmembramiento
del país y de la pérdida de los ingresos que esto
implicaría. Según un paisano que enseña en
una institución militar, uno de los asuntos que las fuerzas
armadas argentinas han comenzado a examinar es como deberán
reaccionar en el caso que la Patagonia o cualquier otra región
intente separarse.
La situación
puede ser mas agravada ante la debilidad creciente del Presidente
Duhalde, que anunció en julio que planeaba dejar el gobierno
en marzo, nueve meses antes. Desde que asumió en enero, el
Sr. Duhalde se ha visto forzado repetidas veces a hacer concesiones
políticas a los 23 gobernadores provinciales del país,
especialmente a los 14 de su propio Partido Peronista. "Se
imagina si George Bush tuviera que negociar con los gobernadores
de California, Nueva York, Tejas y la Florida cada vez que quisiera
hacer algo," dijo Carlos Escudé, un comentarista político
en Buenos Aires. "Esta es una situación que es totalmente
irregular y nunca fue prevista por nuestra Constitución."
El sr.
Amadeo, portavoz presidencial, reconoció que el Sr. Duhalde
" dirige un gobierno de transición que no fue elegido
por el voto popular, sino por una asamblea especial, y como tal
tiene que negociar con los gobernadores y el Congreso." Pero
él señaló también que Argentina es "un
país con un fuerte arraigó y tradición de federalismo"
y que su Constitución que prevé y alienta la regionalización.
La debilidad
del gobierno central ha dado lugar desafíos abierto por parte
de las provincias. A pesar de la orden de Duhalde de parar de imprimir
monedas nuevas, un paso que él tomó para satisfacer
las demandas del Fondo Monetario Internacional, la Provincia de
Chubut, en la Patagonia, anunciado en junio que imprimiría
bonos que deberán ser usados moneda como paralela.
Los patagones tienden a verse a sí mismos como víctimas
de "una integración incompleta y un subdesarrollo inducido,"
para citar el título de un libro nuevo.
"Somos
siempre los olvidados del sur," se queja Alicia Rosa, 54, cuya
familia estaba entre los pioneros que emigraron aquí hace
un siglo. "Todo es medido por la cantidad de votos, y desde
que nosotros no representamos muchos, cada gobierno en el poder
en Buenos Aires nos ha abandonado y nos ha ignorado."
Al mismo
tiempo, hay una convicción creciente de que el control de
la riqueza de la región se resbala en las manos de intereses
extranjeros, con Buenos Aires que no hacen ningún esfuerzo
para defender la soberanía nacional. La compañía
de ropa Benetton, posee más de dos millones acres de haciendas
de ovejas, se lo considera el hacendado más grande en la
región, otros intrusos, como el billonario americano Ted
Turner, ha comprado haciendas y ski resorts.
Añadiendo
al resentimiento local, las principales compañías
petroleras en la Patagonia son también extranjeras. Una,
un monopolio del gobierno que era el empleador más grande
de la región hasta que se privatizara en el 1990's, esta
en manos españolas; el otro, debilitado por la crisis actual,
ha sido vendido a la compañía brasileña estatal,
Petrobras.
Patagonia
esta inundada con los rumores de que el gobierno federal quebrado
piensa en la venta los parques nacionales para obtener una renta
desesperadamente necesitada. Según tales cuentos, Argentina
abandonaría también su reclamo a partes de Antártida
y permitiría que tropas americanas se estacionen en Tierra
del Fuego a cambio de la deuda pública de $141 mil millones,
que dejaron de pagar en diciembre.
Las autoridades
en Buenos Aires han calificado repetidas veces que tales versiones
son absurdas. Sin embargo los legisladores provinciales de Chubut
rechazaron formalmente "la posibilidad de ceder el territorio
nacional bajo cualquier circunstancia para el propósito de
cancelar deudas públicas."
"Cuando una familia está en deuda, vende el lavarropas
o la televisión, algo se de lo cual se pueda prescindir,"
dijo Rubén Reveco, el redactor de una revista de la historia
de patagónica. "Porque ellos son tan distantes de los
centros del poder, los habitantes de Patagonia se sienten que ellos
están en una posición semejante con relación
al resto del país."
Fuente: Diario
New York Times.
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