La misión de Gabriel era sencilla: sólo tenía que llegar hasta la casa, preguntar por el
joven Diego y pedirle cinco minutos para hablar con él. Le regalaría una Biblia, hablaría un poco
sobre Fe y sobre Dios, y seguramente ganaría otra alma para las legiones
del Bien.
Pero lo estaban esperando. Era de día y había algo de gente, así que no lo atacaron
abiertamente. En cambio, lo esperaron en la esquina, y lo rodearon. Sus poderes le advirtieron de
las intenciones de los tres o cuatro demonios que lo frenaban.
"Mejor desandas el camino, Gabriel." -le dijo uno- "No queremos que le regales
ninguna Biblia al muchacho de la tercera casa..."
"Déjenme pasar o..." -les respondió.
"¿O qué?" preguntó otro, mientras empezaban a desenfundar sus pistolas.
Gabriel no pudo contenerse, y lo inundó la cólera. "¡O los reviento a tiros! ¿Se
creen que sólo ustedes tienen el patrimonio de la violencia?" gritó mientras desenfundaba su
propia pistola.
Y comenzó el tiroteo.
"¡Mátenlo! ¡Que se vaya por unos años! ¡Que no interfiera más!"
"¡Nadie me castigará por acabar con ustedes por un tiempo!" -gritó Gabriel,
mientras descargaba furiosamente su arma contra los demonios.
Bajó a uno, a dos, y fue entonces cuando lo vió.
Toby Nadal tendría seis o siete años, y venía con el walkman, tranquilo en su skate,
totalmente inocente. Para Gabriel, el tiempo se detuvo. Lentamente vió como esa bala que había
disparado se acercaba lenta, muy lenta e inexorablemente, directo a la
frente de Toby.
"¡¡NO!!" -gritó, pero ya era tarde. Ni siquiera atinó a moverse.
Los otros dos demonios, herido uno, huyeron, ante la mirada impávida de Gabriel
y el cuerpo de Toby.
"¿¡Qué hiciste!? ¡¡Este es tu fin Gabriel!!"
Y Gabriel huyó. No había otra cosa que pudiera hacer. Había matado a un niño
inocente, en un enfrentamiento abierto. Seguro que lo castigarían por esto. Debía huir, y tratar de
arreglar las cosas lo mejor posible. Sí, Rafael lo ayudaría, tenía que hablar con él.
La acción transcurre en nuestros días, en la ciudad de Meridiana (para seguir con el homenaje
a Trillo y Meglia).
Los demonios reencarnan. Queda a tu disposición la historia particular de cada uno. Los
reúne algún demonio superior a las órdenes de Némesis, Príncipe de la Venganza. Tendrán que
encontrar a Gabriel, un ángel que en un enfrentamiento liquidó a dos demonios y a un inocente. Las
fuerzas del Mal quieren venganza. Además el tiroteo fue al descubierto, incluso frente a algunas
personas. Por otro lado, algunos espías aseguran que Gabriel desertó de las filas del Bien, y anda en
algo raro.
Su misión es encontrar a Gabriel, averiguar en qué anda, y después, y sólo después, matarlo.
Deben estar alerta, ya que seguramente las fuerzas del Bien también anden tras él. La investigación
puede empezar por Rafael, otro ángel que parece está trabajando con Gabriel, o haciendo
investigaciones para él.
Ante todo se les pide discreción en este asunto, ya que bastante tuvieron con el último
escándalo.
Un par de contactos maléficos les podrán dar la ubicación de Rafael. Podrán dar con la casa
de él, que estará vacía, y un par de contactos más tarde, lo encontrarán parado en una cuadra, de
noche, como esperando a alguien o a algo. Es de noche.
Al rato, de una casa sale un tipo (que no es un demonio), y Rafael lo sigue. Suponemos que
nuestros muchachos irán delicadamente tras él. El tipo entra en un bar y pide un café. Rafael entrará
cinco minutos más tarde. Por la vidriera pueden ver la escena: Rafael se le acerca al chabón, conversa
un instante con él, y el tipo sale corriendo como si lo persiguiera el
Maléfico.
Por supuesto, Rafael corre tras él. Tras unas cuantas cuadras de carrera, el tipo se mete en
una calle sin salida y Rafael lo alcanza. Esperemos que pasen un par de segundos y entrarán en acción
los jugadores, tratando de averiguar qué pasa, y en todo caso, quién es
el tipo este.
Rafael no está armado, así que se meterá en la primera casa que encuentre, con el chabón
colgado, y correrá escaleras arriba. Nuestros demonios deberían correrlos (suponiendo que actuán
como deberían), pero no alcanzarlos. Cuando lleguen a la terraza, esta
estará desierta.
Si alguno es lo suficientemente piola, podría asomarse y ver que Rafael está escondido en una
saliente, del lado de afuera de la pared que da a la calle. Cuando lo descubran, saltará (son un par de
pisos). Lo baleen o nó, llegará magulladito a la calle, donde nuestros muchachos pueden tratar de
seguirlo, hasta liquidarlo. Tratará de defenderse, pero es aconsejable que ninguno de los PJ muera en
esta etapa: es demasiado temprano.
Si lo atrapan, Rafael no hablará, y morirá pronto. Del chabón, ni noticias. De poco servirá
que den vuelta el edificio. Ya no está.
Nuestros traviesos muchachos deberán volver a ver al superior con las manos casi vacías. El
quía que buscaba Rafael desapareció, y el ángel está muerto.
Su jefe les dirá que hay algo más de información. Parece ser que el tipo este es un profesor de historia del Instituto del Profesorado. Podrían intentar buscarlo allí. No hay más pistas.
Si se les ocurre ir a ver al dueño del bar, y sacarle algo de información (se sutil), el tipo lo único que sabe es que el quía es un vecino, que dos por tres cae con una mina distinta, profesor de historia del Instituto del Profesorado, y que se llama Germain Lazarre.
La única pista que les queda seguir es el Instituto.
Una vez allí, les podrán indicar dónde encontrar al Prof. Germain Lazarre. Estará dando clase, por lo que suponemos que nuestros amigos van a esperar que termine. Si todavía no averiguaron su nombre, bien. Hay sólo tres clases de historia en curso.
Si tenés alguna minita en el grupo, la pista del dueño del bar podría darle la idea de intentar seducir a Lazarre para alejarlo un poco de la muchedumbre, y meterlo en algún telo o algún otro lugar tranquilo en donde puedan interrogarlo.
De hecho, mientras esperan que la clase termine, si alguno se queda cerca o dentro del aula,
verán entrar a una rubia POTRA (con todas las letras), con unos lentes y unos libros en la mano, que
los mirará con mala cara como al pasar, y se irá a sentar en uno de los bancos de adelante, atrayendo
por completo la mirada del profesor.
En cuanto la clase termine, la minita se le acerca a Lazarre, e intentará seducirlo, cosa a la que poco se resistirá. Si alguna PJ intenta lo mismo, deberán discutir un rato (la rubia dice estar interesada en los aspecto ceremoniales de los sacrificios hititas). Nuestra amiga puede no tener un buen argumento, caso en el cual, perderá este intento. Si lo tiene, una tirada de seducción para ambas, y una de voluntad para Lazarre dirán qué pasa: Lazarre falla o acierta ambas tiradas, desempata el RU de las mujeres. Si una de las dos falla su tirada, perderá al hombre.
A partir de aquí hay dos opciones:
1) Michelle se va con Lazarre. A menos que algún PJ esté muy despierto y atento, a la primera de cambio que se descuiden, Michelle y Lazarre desaparecen. Si esperan o se quedan de guardia, se darán cuenta en dónde estaban al verlos salir del cine que queda enfrente del Instituto. Habrán estado adentro quince minutos.
Una tirada de alguno de los demonios en Percepción a nivel 0, con un malus de -3 decidirá si se da cuenta que hay un hombre siguiendo de lejos a la parejita. Atrás irán ellos.
Si la tirada no es acertada, pueden seguir a los tortolitos, pero no sabrán de este tipo. Te recomiendo hacer esta tirada en secreto (por razones obvias).
Michelle y Lazarre van a entrar en al Albergue Transitorio Palo Alto, a unas cuadras del Instituto. Dos minutos más tarde, entra solo el tipo que los seguía. Si no lo habían visto, una tirada dificil de Percepción a nivel cero para alguno te dirá si lo ven ahora (de hecho lo ven entrar, la tirada es para ver si les resulta sospechoso ver entrar a un telo a un hombre solo, justo después de Lazarre).
En caso de que decidan intervenir, alguno debería recordar el tema de la discreción, y que están a pleno día. Sino, los podría frenar algún enviado de Némesis, antes de que cometan la gaffe de entrar al telo a buscar camorra. Si es este enviado el que los frena, tenelo en cuenta al momento de premiar o castigar.
Si siguen esperando afuera, a los quince minutos saldrán Michelle con el chabón. Lazarre se
quedó adentro. Si deciden no intervenir ahora, como para ponerle un poco de acción, el chabón, a
partir de ahora Gabriel, los detecta y los empieza a cagar a tiros.
En medio del tiroteo, los dos se suben a un Citroen y salen cagando (deberías evitar que Gabriel o Michelle sufran daño en esta etapa). Por su mayor precisión, es posible que Gabriel se tome el trabajo de apuntar antes de disparar (a menos que esté en medio de un tiroteo, por supuesto). Gabriel tiene una pistola 22.
La opción 2 es que sea nuestra amiga demonio la que se quede con Lazarre. Si ese es el caso, Michelle le dirá al profesor que vendrá a su clase de mañana, que la esté esperando, y se irá muy ofendida.
Lazarre, ni lento ni perezoso, invitará a la PJ a un hotelito cercano, el Albergue Transitorio Palo Alto. Una vez allí, procederá como un heterosexual cualquiera, intentando seducir y... ejem. Dejemos las partes fuertes.
Al fin y al cabo, lo importante es lo que hace nuestra amiga.
Si lo interroga, Lazarre no larga prenda. No tiene ni idea de por qué lo buscaba Rafael, aunque sí sabía que era un ángel. Si intentan matarlo, será el momento de la intervención de por lo menos un par de la brigada de investigación de Dominic, como para darle cobertura a Lazarre.
Deberías evitar la muerte de Lazarre, aunque sea metiendo un tiroteo en la habitación, dándole la oportunidad de desaparecer. Los de Dominic en realidad tratarán de no armar mucho escándalo, pero sí intentarán que nuestros PJ dejen ir a Lazarre.
Si lo dejan en paz simplemente, Gabriel y Michelle estarán esperando a nuestros amigos a la salida del hotel para agitarles la tarde. Si huyen o se van gracias a las fuerzas de Dominic, otra vez volverán con las manos vacías.
Si nuestros demonios siguen desorientados (esto es, no salieron a perseguir a Gabriel), algún espía del Malo, enviado de Némesis, puede encararlos un rato más tarde en la calle y darles la información que les falta:
El Prof. Germain Lazarre no es otro que Lázaro, "el eterno olvidado", el hombre al que Jesús le ordenó volver a vivir, pero al que nadie le dijo de volver a morir. Gabriel lo andaría buscando para que le diga cómo fue su resurrección, para poder resucitar a Toby Nadal, enmendando así su error.
A las fuerzas del mal les interesa por un lado esta información, ya que podrían tener servidores sin la consiguiente aura malvada, para despistar al bien. Por otro, por supuesto, quieren liquidar a Gabriel. Si nuestros PJ no se dieron cuenta hasta ahora, a Gabriel también lo sigue una brigada de investigación de Dominic, por lo que hay que andar con cuidado.
Si Gabriel se les escapó y logró hablar con Lazarre, seguramente lo encuentren esta noche en el cementerio, tratando de resucitar a Toby. Sino, la orden es montar guardia cerca de la tumba de Toby (en especial a la noche), esperando que Gabriel aparezca (lo cual, si no es hoy, es mañana).
La verdad es que el cementerio no es un lugar agradable para nadie. Salvo para nuestros amigos.
Si montan guardia, una de estas noches, alrededor de las tres de la mañana, verán llegar a Gabriel y Michelle, con un par de palas, dirigiéndose directo a la tumba de Toby.
Más tarde o más temprano, los demonios atacarán a Gabriel. Si esperan, al poco tiempo de estar cavando, una niñera con un cochecito y un bebé se les acerca (a Gabriel y Michelle), y se ponen a conversar. Si esperan un poco más, verán a Gabriel abandonar su labor y llorar desconsoladamente (ya le avisaron el castigo que le espera). La niñera es una humana hechizada, y el bebé, Dominic en persona, por lo que esperemos que nuestros amigos hayan intervenido antes (por su bien).
Si el tiroteo empieza antes de que llegue Dominic, será el resto de su brigada de investigación, a lo sumo, los que vendrán a inclinar la balanza.
Un final esperable sería que liquiden a Gabriel, Michelle y los giles de la brigada. Si se enfrentan a Dominic..., lo dejo en tus manos. No me haré cargo de semejante carnicería.
Esperemos que hayan terminado bien su misión, con lo que podrías repartir un par de poderes entre los demonios, recordando firmemente si hicieron algún desmán en la vía pública o no (recordá que tenían órdenes explícitas de no hacer demasiado lío).
Ojalá la hayan pasado bien.
En fin, que se haga justicia.