Otros, ejemplo de lo variada que es la especie humana, tragar�n como limas y no engordar�n ni a tiros. Cosas del metabolismo �se. Todos, al fin y al cabo, nos reiremos (los duelos, con pan son menos, como pensaba el Pira�a con disimulo en el velatorio de Chanquete) de esas dietas para popstars y eurotriunfadores de ef�mera fama, como se r�e la Caball�, que canta lo suyo, es famosa y no flaca precisamente... A esta buena mujer nadie la ha visto en un g�ichi, salvo moyatosos de los que antes ve�an elefantes rosas y ahora les da por la �pera. Pero la risa no esta re�ida con el conocimiento, y como el saber no ocupa el lugar que s� ocupa la grasa, he aqu� unas breves recomendaciones para despedir la temporada estival recibiendo con los brazos sobre la barra del bar un oto�o no menos rumboso y plagado de acogedores bares...
Punto 2�: GOLF. El golf tiene que ver con las tascas lo que el culo con las t�mporas... eso s�, aquellos que visiten un campo de golf en Chiclana y ante el espect�culo prefieran meterse en un bar para olvidar lo visto, tendr�n la enorme suerte de toparse con la sin par butifarra de Chiclana. Chiclana es una bella localidad gaditana de notoria prosperidad y crecimiento; Catalu�a es la autonom�a espa�ola m�s pr�spera... �estar� el secreto en la butifarra? �qu� le echaran para que est� tan rematadamente buena? J.J. Ben�tez, que vive no lejos de esta ciudad, podr�a descifrar tan trascendental enigma... y hasta invitarnos a una tapita butifarra, claro.
Dejo de dar puntos porque parece que a los lectores les ha empitonado un miura por el muslo derecho... Con estos tres son suficientes para remediar esa melancol�a post estival tan boba (los ni�atos de Verano Azul s�lo engordaban con bocatas maternos, polos y paellas para turistas en el chiringuito del due�o de la yegua blanca que...) teniendo a mano la Ruta de los G�ichis, verdadero territorio comanche para adictos a la fasf�d: tascas con solera y trap�o (con o sin televisor) como las de la tierra. El racial Frasco, que se liaba a tiros con las inmobiliarias de la Costa del Sol, y otros amigos de Chanquete, lo ten�an muy claro.