Fenómenos Extraños e "Inexplicables"

John A. Keel escribió un libro en los años 70s acerca del Hombre Polilla. El avistamiento de dicho ser coincidió con avistamientos de OVNIS y los “Hombres de Negro”. Laura Knight-Jadczyck nos relata un poco de sus impresiones:

En los años 1980s leí Las Profecías del Hombre Polilla de John Keel. Tengo que decir que este libro realmente extraño de hecho me mantuvo despierta durante la noche con las implicaciones de las cosas extrañas que de hecho PODRÍAN estar “allá afuera” y acerca de las cuales sabemos muy poco.

Hace poco leí una calcomanía en un automóvil que decía: “Si no estás indignado, no estás poniendo atención”. Bueno, yo quisiera cambiar eso a “¡Si no estás IMPRESIONADO, no estás poniendo atención!” ¡Hay cosas que están ocurriendo aquí en la Gran Esfera Azul que son perfectamente impactantes! Charles Fort era un gran coleccionador de estas cosas, y hay montones y montones de referencias y de casos bien atestiguados para cualquier persona interesada en el estudio. Pero cuando comienzas a revisarlo todos, con una mente abierta, además de la impresión, tus dudas incrementarán a tal nivel que ya no serás capaz de aferrarte a tus antiguos puntos de vista sobre la realidad.

En Fenómenos Extraños e Inexplicables, (Clark y Pear, 1997) encontramos una discusión concisa del Hombre Polilla, un fenómeno más reciente, que apareció en Virginia en 1966. Se reportó que había sido visto por primera vez, aparentemente, por dos jóvenes parejas de casados que estaban conduciendo junto a una fábrica abandonada de dinamita en Point Pleasant tarde en la noche. Lo que vieron fue dos grandes ojos, (brillando en rojo, según entiendo) dos pulgadas de ancho y a seis pulgadas de distancia uno de otro, pegados a algo que tenía más o menos la forma de un hombre, sólo que más grande, ¡y que tenía enormes alas dobladas contra su espalda!

Los cuatro jóvenes entraron en pánico y huyeron a toda velocidad ¡pero vieron a la criatura otra vez sobre una colina junto al camino! Luego extendió sus alas “como de murciélago”, se elevó en el aire y siguió el auto. Parecía seguirlos sin dificultad a pesar de que aceleraron a 100 millas por hora en un esfuerzo por “perder” a la criatura. Uno de los testigos dijo que los estaba alcanzando ¡sin siquiera batir las alas!
Esa misma noche, sin embargo, parece que alguien más había visto al Hombre Polilla incluso antes. Un tal Sr. Newell Partridge, que vivía a las afueras de Salem, West Virginia (a 90 millas de Point Pleasant), estaba viendo la televisión cuando la pantalla súbitamente perdió la imagen y un “fino patrón de espina de pescado apareció en ella, y… el aparato hizo un chillante ruido fuerte, que aumentó a un tono agudo, llegando a un máximo y luego callándose… Sonó como un generador en marcha.”
El perro del Sr. Partridge comenzó a aullar y continuó haciéndolo incluso después de que la ruidosa televisión fue apagada. Partridge salió de la casa y vio a su perro mirando al granero a unas 150 yardas de distancia, así que encendió una lámpara de mano en esa dirección y vio “dos círculos rojos, u ojos, que parecían reflectores de bicicleta”.

El perro se lanzó tras la criatura pero Partridge trató de llamarlo de vuelta sin éxito. El Sr. Partridge fue por su rifle, ¡pero estaba tan perturbado por los “ojos” que había visto que decidió que la mejor parte del valor era la discreción de quedarse en casa! Pasó la noche con el rifle al lado.
En la mañana, el perro aún estaba desaparecido y no fue sino hasta dos días más tarde que Partridge leyó el reporte acerca de las dos parejas que vieron al Hombre Polilla en la fábrica de dinamita. Uno de los detalles de su relato era que uno de los testigos decía que, a medida que entraban a los límites de la ciudad de Point Pleasant habían visto el cuerpo de un perro grande junto al camino y, unos minutos después, mientras se iban, el perro ya no estaba.
El Sr. Partridge conectó inmediatamente a este perro muerto con su animal extraviado que, de hecho, ¡nunca más fue visto!

Otra extraña anomalía fue que cuando el ayudante del sheriff que investigaba el reporte de las dos parejas fue a la planta de dinamita, experimentó interferencia en su radio de policía. Dijo que era fuerte y que sonaba como un disco o una cinta reproduciéndose a alta velocidad. Era tan fuerte que tuvo que apagar su radio.
A partir de ese momento hasta noviembre de 1967, otros numerosos avistamientos del “Hombre Polilla” fueron reportados. Uno de ellos reportaba al Hombre Polilla como algo que se elevaba lentamente del piso, que era una “grande cosa gris, más grande que un hombre”, ¡y que no tenía cabeza! SÍ tenía los dos grandes y brillantes círculos rojos en la parte de arriba de su torso.

De acuerdo a John Keel, al menos unas cien personas vieron a la criatura y recolectó los reportes para llegar a una descripción general como la siguiente: parado tenía una altura de entre 5 y 7 pies de alto, era más ancho que un hombre, y caminaba de un modo torpe y arrastrando piernas como de humano. Hacía un sonido de gemido y los ojos estaban puestos cerca de la parte superior de los hombros. Sus alas eran como de murciélago pero no las batía cuando volaba. Cuando despegaba del suelo, iba “directo hacia arriba, como un helicóptero”. El color de la piel era gris o café, y dos testigos dijeron que escucharon un tono grave mecánico mientras volaba sobre ellos.
Después de 1967, los avistamientos cesaron.

Casi todos los que investigaron este asunto del Hombre Polilla están de acuerdo en que NO fue una farsa. Por supuesto, un “experto” declaró que debió haber sido una grúa de arena. Sin embargo, hubo gran cantidad de avistamientos de testigos múltiples que los investigadores y la policía consideraban como muy confiables.
Curiosamente, hubo un avistamiento de una criatura similar por una mujer en 1961 (otra vez en West Virginia), y el testigo le dijo a John Keel “Era mucho más grande que un hombre. Una gran figura gris. Estaba parado a la mitad del camino. Luego un par de alas se desenvolvieron de su espalda, y prácticamente llenaron todo el camino. Casi parecía un avión pequeño. Luego se elevó hacia arriba… perdiéndose de vista en segundos”.

John A. Keel tenía un punto de vista muy peculiar acerca de dichos fenómenos:

Durante la locura de brujas de hace algunos cientos de anos, la gente realmente pensaba que veía brujas volar por los aires... con linternas que colgaban de frente de sus escobas. La leyenda de vampiros de Europa es casi idéntica al conocimiento moderno de OVNIs. En el siglo 19 el demonio existía como un personaje físico para muchas personas.

Si tu veías una luz extraña en 1475 tu sabias que era una bruja en una escoba porque tu escuchaste a otros hablar de brujas en escobas volando por los parajes. Ahora en 1975 [nota: el libro fue escrito en 1975] tu podrías decidir que podría ser una nave de otro planeta.

Esta conclusión no es una deducción calificada de tu parte. Es el resultado de años de propaganda y de lavado de cerebro.

Si tienes menos de 30 anos, creciste con libros comics, películas, y programas de televisión que te educaron en creer en la hipótesis extraterrestre.[nota: John Keel escribía en los 70s...]

Te han hablado año tras año en programas de entrevistas, diciéndote que están ocultando la verdad acerca de los platillos voladores del publico, que la verdad acerca de los OVNIs es que son producto de una inteligencia superior con una tecnología avanzada, y que los platillos voladores han venido a salvarnos. Los Dioses de la Grecia antigua están entre nosotros otra vez, con un nuevo modo pero siempre manejando la vieja línea. Creer. Creer es el enemigo. [John A. Keel, The Mothman Prophecies]

Y bueno, que esta creencia enemigo es producto de la programación mental cultural. Para más información de estos fenómenos “inexplicables” ver este link.