El asesinato en octubre de Politkovskaya, una abierta crítica del presidente Vladimir Putin, provocó una tormenta de condena internacional, con duras críticas al Kremlin de no proteger la libertad de expresión.
Los fiscales notificaron la semana pasada que resolvieron el caso y arrestaron a 11 personas. El hijo de Politkovskaya y sus colegas en el periódico recibieron las detenciones de manera positiva, aunque temen que la interferencia política pueda dañar las posibilidades de una condena.
La oficina del fiscal general dijo en un comunicado que había tomado investigadores extra para trabajar en el caso y que ponía a Sergei Ivanov, titular del directorio para casos graves, a cargo de toda la indagación.
La fiscalía agregó que los cambios son en respuesta a las "grandes cantidades de trabajo" necesarias para asegurar condenas. Pero el editor de Novaya Gazeta, el periódico para el cual trabajaba Politkovskaya, dijo que creía que los cambios estaban diseñados para hacer a un lado al hasta ahora jefe de la investigación, Pyotr Gabriyan, que en adelante reportará a Ivanov.
La familia y colegas de Politkovskaya han elogiado el trabajo de Gabriyan.
El editor en jefe del periódico, Dmitry Muratov, dijo que sospecha interferencia de "siloviki", un término que describe a grupos en el Kremlin que controlan la inteligencia, aplicación de la ley y el Ejército.
"Los 'siloviki' están logrando lo que se propusieron", opinó Muratov en la radio Ekho Moskvy. "Querían arruinar el caso y ahora retirarán a Gabriyan y terminarán ese proceso".