El
uso de tabaco es considerado la causa de mortalidad prematura sobre la que
más se podría impactar con medidas preventivas.
El hábito de fumar es
reconocido como el mayor factor de riesgo de cáncer de pulmón y de otros
tipos, así como de enfermedad obstructiva crónica (incluyendo enfisema),
enfermedad cardiovascular y una variedad de infecciones respiratorias. Los
efectos de fumar no están necesariamente limitados a los usuarios activos
de los productos de tabaco. En los últimos años se ha incrementado la
preocupación por aquellos que involuntariamente son expuestos a los
efectos del consumo, como los fetos en el útero de madres fumadoras y los
no fumadores que están expuestos al humo de tabaco ambiental (fumadores
pasivos). El humo de tabaco ha sido clasificado, por la Agencia de
Protección Ambiental de EEUU. (EPA) dentro del grupo A de carcinógenos
humanos conocidos (1). Este grupo incluye todas las sustancias sobre las
cuales hay suficiente evidencia de asociación causal entre la exposición
a las mismas y la aparición de cáncer, avalada por estudios epidemiológicos.
Investigaciones realizadas (2), (3) y (4) muestran que los cigarrillos que
se comercializan en los países en vías de desarrollo contienen más
nicotina y alquitranes que los que se expenden en países desarrollados y
que en muchos casos los cigarrillos producidos por grandes compañías
internacionales no cumplen, en los países en vías de desarrollo, los
mismos estándares que respetan en sus países de origen.
Por otro lado, las grandes compañías tabacaleras de las naciones
desarrolladas están enfrentándose a importantes reducciones de sus
mercados en esos países y a una formidable lucha legal, como en el caso
de EEUU, por lo que han puesto sus objetivos de crecimiento en los países
en vías de desarrollo, comenzando a implementar en ellos agresivas
estrategias de ventas. Trabajadores del ámbito de la salud en Asia han
denunciado que el alto perfil legal contra las tabacaleras en Estados
Unidos ha llevado a la producción masiva de cigarrillos americanos hechos
en Filipinas, donde el numero de fumadores se ha casi duplicado en los
pasados 10 años (5). También se ha denunciado, incluso en EEUU, que las
tabacaleras han estado desarrollando estrategias de ventas dirigidas al
grupo de edad de 14-24 años (6).
En todo el mundo, fuman en la actualidad alrededor de 1100 millones de
personas y se prevé que en el año 2025 el número superará los 1600
millones. Se ha estimado que el tabaco es responsable de 1 de cada 10
muertes de personas adultas y se cree que en el año 2030 la cifra llegará
a 1 de cada 6, lo que equivale a 10 millones de defunciones anuales, más
que las producidas por cualquier otra causa. Si las tendencias actuales se
mantienen, alrededor de 500 millones de personas hoy vivas morirán a
causa del tabaco, la mitad de ellas durante su madurez productiva, con una
pérdida de 20 a 25 años por persona (7). Se estima que alrededor de
40000 personas mueren en Argentina anualmente por efecto del tabaco y un
numero mucho mayor sufre problemas de salud relacionados con el consumo.
En febrero de 2003 Argentina recibió el Premio 'Cenicero Sucio' otorgado
por 180 organizaciones no gubernamentales de todo el mundo que la
eligieron, entre 191 países, para esa distinción sarcástica, como
consecuencia de la postura de la delegación argentina en la reunión que,
en Ginebra, procuraba establecer un Convenio Marco para el Control del
Tabaco (8). Esta situación ha sido revertida ya que el gobierno actual
firmó en septiembre de 2003 el Convenio Marco para el Control del Tabaco,
actualmente tratado por el Congreso Nacional. Los puntos básicos de este
convenio son: la prohibición de la publicidad de tabaco, la inclusión de
mensajes más fuertes sobre los daños a la salud en los paquetes de
cigarrillos, la protección del fumador pasivo, la prohibición de las
ventas a los menores de edad y la implementación de medidas sanitarias
para tratar la adicción.
El Convenio Marco para el Control del Tabaco es el primer acuerdo mundial
de salud pública para reducir el consumo de cigarrillos. Fue aprobado por
unanimidad el 21 de mayo de 2003 en Ginebra por los 192 miembros de la
OMS, pero para que entre en vigencia requiere la firma y la ratificación
parlamentaria de 40 países. Ya se superó este número de suscripciones,
entre ellas las de Paraguay, Uruguay, España, Suecia, Inglaterra,
Finlandia, Grecia, Hungría, Países Bajos, Israel, Italia y Noruega. Este
último es el único que ya lo ratificó a nivel legislativo.
El Ministerio de Salud de la Nación ha estado subsidiando investigaciones
y actividades de promoción de la salud entre ellas las dedicadas al
estudio del hábito de consumo de tabaco en nuestro país. Un grupo de
profesionales del Instituto Nacional de Epidemiología Dr. Juan H. Jara y
del Departamento de Química de la Facultad de Ciencias Exactas y
Naturales de la UNMDP, con la participación de un profesional del
laboratorio de la Policía Federal Argentina trabajaron en un proyecto
subsidiado, dedicado al estudio del problema del consumo en alumnos de la
Universidad de Mar del Plata. Entre los objetivos que se plantearon estuvo
el de conocer la prevalencia de fumadores pasivos o sea conocer la
proporción de personas que no fuman pero que están expuestos al humo de
tabaco ambiental. Se realizaron además tareas de promoción de la salud
como talleres de reflexión y distribución de carteles en aulas indicando
espacios libres de humo (9). Para este fin se realizó una encuesta a una
muestra de 300 alumnos de la Universidad y se determinó, en aquellos que
accedieron a participar, la presencia de cotinina en orina.
En general la condición de fumador activo o pasivo en distintos estudios
ha sido establecida a través de encuestas o entrevistas, o inferida a
partir del análisis de la composición del aire ambiental. Sin embargo,
la tipificación óptima de expuesto o no al tabaco puede ser
complementada a través de la determinación química de un componente del
humo en los fluidos humanos (marcador biológico) detectado en los
individuos expuestos. Hasta el presente la cotinina, el mayor metabolito
de la nicotina, es considerado el mejor biomarcador de exposición al
tabaco tanto en fumadores activos como pasivos (10). La cotinina tiene una
vida media de 18-20 horas, razón que la hace mejor marcador que la
nicotina absorbida, ya que esta última tiene solo una vida media de 1-2
horas, por lo que no es adecuada para monitorear una exposición crónica.
La cotinina puede ser medida en sangre, saliva y orina con buenos
resultados.
Algunos de los resultados observados en el estudio realizado en
estudiantes de la Universidad fueron:
Respecto a fumadores:
o Prevalencia del hábito de fumar: 30.3 % (varones: 24,0% y mujeres
34,3%) o Las Facultades que mostraron las mayores prevalencias de
fumadores fueron: Psicología (43,5%), Ciencias Agrarias (40,0%),
Arquitectura (36,4%), Ciencias de la salud (36,1%), Humanidades (35,9).
o El 14,0% fuma en promedio de 0 a1 cigarrillos diarios, el 51.6% de 2 a
10 , el 20,4% de 11 a 20 y el 14.0% más de 20.
o Fuman más frecuentemente en la Universidad que en su hogar o trabajo.
o La edad promedio de iniciación fue 16 años.
o El 83,9% ha pensado en dejar el hábito, pero sólo el 48,4% tiene
reales intenciones de hacerlo.
Respecto a los no fumadores:
o El 95.7 % de los no fumadores comparte espacios con humo de tabaco.
o El 86.7 % de los no fumadores son expuestos al humo en la Universidad,
el 80.7 % en lugares recreativos, el 38,9% en el hogar.
o Los no fumadores estiman que pasan una mediana de 29,9 horas semanales
en espacios con humo.
o El 80,5% de los no fumadores presentó cotinina detectable en orina, el
18,9% de los mismos presentó concentraciones mayores de 50 ng/ml. Estas
concentraciones son comparables a las que se observan en fumadores activos
y son mayores a las encontradas en adolescentes en estudios
internacionales (11).
o Los no fumadores estiman que pasan una mediana de 29,9 horas semanales
en espacios con humo.
Tanto fumadores como no
fumadores saben que el tabaco provoca problemas pulmonares,
cardiovasculares y adicción. Saben que fumar es perjudicial para la salud
tanto del que fuma cuanto del que no fuma. Más del 90% de los fumadores y
no fumadores coinciden en que el no fumador debe hacer valer sus derechos,
que deben habilitarse áreas para no fumadores y el 75% de los fumadores
está de acuerdo con que no se debe fumar en espacios compartidos (están
de acuerdo con esto el 90% de los no fumadores). El 96% de los fumadores y
no fumadores dicen que todos tienen derecho a respirar aire puro. Ambos
grupos concuerdan en que se fuma especialmente por ser un hábito
socialmente aceptado y por costumbre.
Se realizaron actividades referidas a individualizar aulas y lugares de
reuniones libres de tabaco y se realizaron talleres (12) de reflexión con
la población damnificada, de manera de lograr en ellos un proceso de
transformación en el que pasaran de ser 'fumadores pasivos' a 'personas
activas', al intervenir en la mejora de su calidad de vida en vías de
lograr un mayor bienestar. Entre las problemáticas que aparecían con
mayor frecuencia estuvieron por un lado la legitimidación del fumar por
el docente fumador y por otro el temor a generar situaciones violentas
producto del enfrentamiento entre fumadores y no fumadores. Por tal motivo
se trabajó en buscar estrategias que posibilitaran el diálogo y las
decisiones conjuntas en lugar de la pelea y el enfrentamiento, y de tener
presente que lo que se cuestionaba no era el hábito de fumar sino el de
hacerlo en espacios compartidos.
La prevalencia de fumadores entre los estudiantes de la Universidad de Mar
del Plata está en los valores generalmente encontrados en distintos
grupos poblacionales de Argentina. La exposición al humo del tabaco
ambiental en los jóvenes se da principalmente en la propia Universidad y
en los lugares reacreacionales. Debido a que la encuesta fue voluntaria es
posible que se haya producido sesgo de selección por lo que la
prevalencia de fumadores pudiera ser mayor a la observada, dado que muchas
veces los fumadores no están interesados en participar en la encuesta. El
80,5% de los estudiantes mostró concentraciones detectables de cotinina
en orina, el 18,9% de los mismos presentó concentraciones mayores de 50
ng/ml. Estas concentraciones se observan en fumadores y son mayores a las
encontradas en adolescentes en estudios internacionales.
En los talleres se repetía permanentemente la visualización de la
problemática relacionada con el hábito de fumar en el aula como una
conducta legalizada por los docentes que fumaban en el mismo ámbito. Una
conducta difícil de cuestionar por los alumnos que no compartían el
hecho de fumar en espacios compartidos, por lo que los derechos a respirar
aire libre de humo de tabaco se transformaban en una utopía. También el
hecho de no confrontar con sus compañeros fumadores y crear algún tipo
de violencia en el aula.
Se vio la necesidad de profundizar la tarea, de manera que las actividades
incluyeran a no docentes y docentes de la Universidad a fin de acercar
posiciones, y en los últimos meses de la intervención se produjeron
algunas definiciones de parte de algunas cátedras, acerca de la prohibición
efectiva de fumar durante las clases.
Como aspectos positivos se observó el respeto a no fumar en aulas donde
se colocaron carteles, así como la permanencia de afiches en pro de
ambientes saludables en carteleras.
Como consecuencia del trabajo realizado surgieron dos nuevos proyectos,
uno de ellos en el que interviene el Instituto Nacional de Epidemiología
Dr. Juan H. Jara, la Universidad de Mar del Plata ( PUES Programa
Universitario de Educación Sanitaria) y La Liga de Lucha Contra el cáncer,
filial Mar del Plata (LALCEC) destinado al logro de una 'Universidad libre
de Humo'. Este proyecto está en evaluación y pretende trabajar con la
población de docentes y no docentes de la UNMdP de manera de profundizar
la problemática relacionada con el derecho a respirar aire libre de humo
de tabaco así como la continuidad de intervenciones preventivas
destinadas a toda la población universitaria.
El otro proyecto del Departamento de Química de la Facultad de Ciencias
Exactas y Naturales de nuestra Universidad dirigido al estudio de
'Biomarcadores de exposición ambiental', busca el desarrollo de técnicas
adecuadas que permitan evaluar la exposición poblacional y que puedan ser
utilizadas en la vigilancia de los productos que se comercializan en
nuestro país.
La amenaza que supone el tabaco para la salud mundial no tiene
precedentes, pero tampoco lo tiene el potencial de reducir la mortalidad y
morbilidad con él relacionadas mediante la educación y la implementación
de políticas eficaces.
Bibliografía:
(1) Environmental Protection Agency.Respiratory Health Effects of Passive
Smoking: Lung Cancer and Other Disorders, EPA/600/6-90/006F.
(2) Firat D. (1996). Tobacco y cáncer en Turquía. J Environ Pathol
Toxicol Oncol.; 15 (2-4): 155-60. (3) Awoteddu AA, Higenbottan TW, Onadeko
BO. (1983). Tar, nicotine, and carbon monoxide yields of some Nigerian
cigarettes. J Epidemiol Community Health Sep; 37(3): 218-20.
(4) Mitacek EJ, Brunnemann KD, Polednak AP, Hoffman D, Suttajit M. (1991).
Composition of popular tobacco products in Thailand, and its relevance to
disease prevention. Prev Med , Nov; 20(6): 764-73.
(5) Wallerstein C. (1997). US tobacco firms target Asia. BMJ; 315:205-210
(26 July).
(6) Josefson D. (1998). Tobacco company targeted marketing campaign at
teenagers. BMJ; 316:327 (31 de January).
(7) Organización Panamericana de la Salud. La epidemia del tabaco.
Publicación Científica N° 577. 2000.
(8) 'Antipremio para la Argentina en la reunión mundial antitabaco'. Página
12. 2003 febrero 23.
www.pagina12web.com.ar/diario/sociedad/3-16782-2003-2-20.html
(9) Galeano G, Vacchino M, Colino C, Molinas M, Batista C, Salinas P,
Velurtas S. (2003). Tabaquismo en Espacios Compartidos (Informe final al
Proyecto Vigi+a). Mar del Plata; 47 pp.
(10) Benowitz N (1996). Cotinine as a biomarker of Environmental Tobacco
Smoke Exposure. Epidemiologic Review, Vol 18 Nro. 2: 188-203. (11) Bono R,
Russo R, Scursatone E, Gilli G (1996). Involuntary Exposure to Tabacco
Smoke in Adolescents: Urinary Cotinine and Environmental Factors. Archives
of Environmental Health. March/April, Vol 51, Nro 2. 127-131.
(12) Loew V y Figueira G (1988). Juegos en dinámica de grupo, Edit. Club
de Estudio.
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