Romina
siempre sufrió con el mismo problema: su cuerpo.
Algunas veces más, otras menos, pero siempre fue
un motivo para llorar. “Veía la televisión,
con las publicidades que mostraban a una mujer con
un cuerpo espectacular, y sabía que yo no era así.
Siempre supe que era diferente”, recuerda esta
joven de 24 años que rara vez habla de su
obesidad.
Es que ya la tiene incorporada aunque le siga
doliendo. Además de las burlas que tuvo que
sufrir durante sus años de estudiante primaria y
secundaria, tuvo que enfrentarse a una sociedad
que no está acostumbrada a los gordos, que los
rechaza y que, lamentablemente, muchas veces los
humilla.
Desde las pasarelas y desde la pantalla del
televisor se expone a hombres y mujeres que nada
tienen que envidiarles a las imágenes y al
concepto de los dioses griegos: flacos, altos, atléticos,
esbeltos. Estos, quienes desde hace tiempo son el
concepto de belleza, aparecen en publicidades
promocionando desde un paquete de papas fritas con
alto contenido graso pero también luego
representan la marca cuyas prendas son prácticamente
para personas por debajo de la talla normal. Esta
dualidad genera un mensaje que al final de cuentas
descuida una parte irrecuperable: la salud.
Las
grasas de hoy y de mañana
El problema parece menor pero no lo es. Según un
informe reciente de la Fuerza Internacional de
Tareas de la Obesidad (Internacional Obesity Task
Force, IOFT), una de cuatro personas en el mundo
está excedida de peso y la obesidad se está
convirtiendo en una causa principal de muertes ya
que tiene una fuerte relación con la diabetes
tipo 2. A su vez, esta afección suele desembocar
en fallos cardíacos e insuficiencia renal, y se
atribuye más de tres millones de muertes por año.
Para entender la magnitud del tema bastaría decir
que afecta por año a 154 millones de personas, en
otras palabras, casi cuatro veces más que los
enfermos de HIV. El panorama parece no ser
prometedor: según la OMS, más del doble de
personas contraerá diabetes en los próximos 25 años.
El informe también señala que 321 millones de
personas son obesas, éstos tienen como mínimo 14
kilogramos por encima del límite máximo del peso
recomendado para su contextura y edad.
“El mundo en desarrollo va a sentir
particularmente el peso enorme de este aumento de
kilos. Incluso estamos viendo casos de obesidad
adolescente en la India actualmente. Es universal.
Se ha convertido en una epidemia verdaderamente
mundial, de hecho una pandemia”, afirmó Neville
Rigby, director de políticas de la IOFT.
Comida
chatarra, panza llena
¿Qué come habitualmente? ¿Verduras? ¿Carne
bien cocida? ¿Frutas? ¿Lácteos?
La mayoría de quienes viven en el mundo llamado
en desarrollo tienen muchas cosas menos tiempo. Y
el tiempo es la riqueza más preciada, incluso
mucho más que la propia salud.
Por eso el apetito, si es que aún no se ha
perdido, se cubre con una hamburguesa y una
gaseosa; con comida precalentada y mientras más
económica mejor. ¿Quién puede competir con una
hamburguesa de 75 centavos?
La comida hecha en casa solo se reserva para
ocasiones especiales. ¿Lo sano? Cada vez más
lejano. Esta característica se ve
fundamentalmente en los más jóvenes cuyos
changuitos de supermercados están cargados de
comida rápida congelada, paquetes de galletitas y
papás fritas; para completar la dieta están
todas las comidas chatarras que anden dando
vueltas por ahí. De esto saben los
estadounidenses; en las calles de su país abundan
los puestos de comida rápida y hamburguesas. No
por nada se encuentran también en el primer
puesto al hablar de problemas de gordura, dos
tercios de sus habitantes están excedidos de
peso.
Por
las calles de Argentina
Romina se viste con colores oscuros para no llamar
la atención, “para intentar pasar
desapercibida”. Es que para ella, durante muchos
años fue una tortura salir a la calle y que la
miraran, se fue convirtiendo con el tiempo en una
chica solitaria, no muy salidora y con muy pocos
amigos.
“No es fácil, a muchos les puede parecer una
tontería pero vos vas limitando tus actividades
de acuerdo a tu peso, a tu estructura”,
sentencia esta joven que carga con un problema de
glándulas.
Si bien no existen cifras exactas con respecto a
la obesidad en el país, se estipula que entre el
55 y el 60 por ciento de la población adulta
padece algún grado significativo de exceso de
peso. Según el especialista en Obesidad y
Trastornos Alimentarios, doctor Max Tafur, el
porcentaje preocupa porque no existe una legislación
relacionada y por lo tanto la obesidad “no es
reconocida como una enfermedad” y quien la
padece no goza en consecuencia de los beneficios
de una cobertura social, de los cuales se
desprende que un obeso carece de derecho a
internarse, recibir descuentos en los medicamentos
y hacerse estudios clínicos bajo el diagnóstico
de obesidad.
El obeso no solo tiene problemas con su salud sino
también en el modo de enfrentar la enfermedad con
la carga. No solamente porque aún no se la cuenta
como un tema preocupante, sino por el ritmo y las
condiciones sociales en las que se encuentra. El
sedentarismo y el hecho de que los alimentos más
baratos y al alcance de la mano, son los que más
contenido graso tienen, esto hace que las personas
se vayan acostumbrando a vivir y a comer de una
forma muy nociva para la salud. Hoy, ya se
comienzan a ver ciertos casos. Según los
especialistas e investigadores empeorará en los
próximos años.
¿A dónde
concurrir por obesidad o gordura?
¿Existe
un lugar dónde uno será comprendido o incluso dónde
uno aprenda a ayudar a quienes cargan con esta
enfermedad? ARGOS es una dinámica grupal que
brinda apoyo y busca la reflexión psicológica de
personas con sobrepeso.
En los grupos ARGOS los participantes contribuyen
con sus vivencias a plantear la múltiple problemática
psicológica que subyace a la ganancia de peso y a
los trastornos alimentarios. Algunos de los temas
tratados en las reuniones ARGOS son:
* Alimentación y Emociones
* El Codependiente y la familia.
* Imagen Corporal y Autoestima
* Manejo de estresores y situaciones gatillo.
Según la problemática de cada paciente, los
grupos ARGOS se organizan en los siguientes
subgrupos: para padres, para niños obesos (8 a 12
años), para adolescentes obesos (15 a 20 años),
de sobrepeso estético, para adultos obesos, para
Hiper obesos (pre y post cirugía).
Para más información sobre ARGOS y demás
consultas sobre el Programa Médico de Descenso de
Peso (Diet 22, Obesidad, Sobrepeso y Celulitis),
se pueden comunicar a los teléfonos: 4293-4908
(Congreso), 452-7718 (La Plata), 452-7708 (Bahía
Blanca).