Enfermedades parasitarias
Dr. Pedro Villavicencio Bellolio

Son las producidas por seres del reino animal, que van desde los microscópicos, protozoarios, hasta gusanos de gran tamaño, como las llamadas tenias. Algunos protozoarios son causantes de enfermedades más o menos severas en el niño y el hombre en general, aunque a veces con síntomas diferentes. En nuestro país, y sobre todo en la zona tropical, algunos de ellos son causantes de graves trastornos e Inclusive de elevado número de muertes.

Paludismo. - El paludismo o malaria, es una de las enfermedades más frecuentes de nuestra región, lo cual lleva al retraso del crecimiento y desarrollo del niño, cuando no es diagnosticado, siendo confundido con otras enfermedades.
En los lactantes y niños pequeños, se manifiesta por frialdad y cianosis a más del temblor que impresiona a los padres quienes solicitan -con urgencia- la atención-pediátrica. Como el parásito ataca a los glóbulos rojos la anemia es una complicación habitual. La enfermedad en si es ocasionada por un protozoario denominado plasmodium.

Toxoplasmosls.- Se puede trasmitir de la madre al feto, y también se la puede adquirir, de dos maneras: ya sea por ingestión de carne de res cruda o por contaminación de utensilios llevados a la boca con materias fecales del "gato". Esta forma de la afección se caracteriza por fiebre, inflamación de ganglios y color amarillo de los tegumentos (ictericia). Algunos de estos niños son llevados al médico en la suposición de que padecen Hepatitis epidémica; el tratamiento es largo y requiere de la paciencia y buena cooperación de los familiares.

Parasitismo intestinal.- Amebas, giardias y tricomonas, son tres tipos de parásito extremadamente frecuentes en nuestro país, sobre todo la giardia, a tal extremo que puede decirse que se encuentra en los niños a partir del segundo año de edad.

Giardia.- Es un parásito microscópico que entra en el organismo al igual que la ameba y la trichomona, por la ingestión de quistes en los alimentos contaminados por moscas, etc. o cuando el niño se lleva las manos a la boca, desencadenando la parasitosis intestinal, la cual puede en algunos casos provocar hasta un síndrome de mala absorción intestinal, lo cual lleva a un retraso del crecimiento ponderal del niño.

 
 
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