Malnutrición
Dr. Pedro Villavicencio Bellolio
La malnutrición está por desgracia extendida en todo el mundo, particularmente en los países como el nuestro, constituyendo en verdad una de las tragedias de la humanidad. Hay dos tipos de malnutrición; uno de ellos es el resultado del aporte inadecuado o insuficiente de alimentos proveedores de energía, ya sea por falta de recursos para adquirirlos, por supresión, o por absorción inadecuada en el intestino debido a diarrea crónica.
Estos niños son muy delgados y en los casos extremos se aprecia su piel pegada al esqueleto; lo cual no le permite crecer y se puede observar su vientre muy distendido; y en los peores de los casos, al contrario, el abdomen es completamente plano y al niño se lo ve muy inactivo e indiferente. En los casos moderados, como sucede en aquellos de clase más o menos acomodada que padecen trastornos intestinales crónicos, los síntomas que se destacan son la falla de crecimiento y aumento nulo o insignificante de peso.

Pero cuando es solamente proteínas lo que no se proporciona al niño en cantidad adecuada o nula, debido a que los alimentos que la contienen son los de mayor precio; entonces se produce una detención del crecimiento y pérdida de peso iniciales. Estos niños son los que se alimentan a base de carbohidratos, especialmente cereales o harinas. Como las llamadas coladas o cocimientos a base de arroz y harinas de maíz, en reemplazo del alimento básico y en proteínas como es la leche.

Se observa este trastorno con más frecuencia del primero al tercer año de edad, fundamentalmente en las familias pobres. En los casos severos son niños de muy escaso desarrollo, muy hinchados, con abdomen enormemente distendido, cabello escaso, y la piel muestra manchas con diverso grado de irritación y zonas infectadas.
Por último, algunos niños, sin razón aparente, el aumento de peso y talla es muy poco; pudiera ser que en algunos de ellos existe un cierto grado de malnutrición debido a un mal aprovechamiento o mala absorción, o quizás una mala alimentación. Pero en otros casos será posible determinar algún tipo de trastorno orgánico y en algunos pocos no es posible hallar causa alguna que justifique, tratándose posiblemente de la llamada falla de crecimiento; todos estos casos deben ser seguidos muy de cerca por el pediatra.
Además de estos alimentos el niño necesita de ciertos minerales, como el cloro y sodio contenidos en la sal, hierro y calcio y muchos otros que se requieren en cantidades mínimas.

 
 
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