¿No tiene
una fundación sin fines de lucro y con personería jurídica?
¿No?
Entonces usted no está en nada. Hoy un profesional que no disponga de
uno de estos engendros legales del último cuarto de siglo es un desubicado,
una persona sin imaginación, sin sentido de la oportunidad. Olvídese
de su carrera. Póngase a vender lotería, frutas o bolígrafos
en algún semáforo o hágase escritor, tragafuego o mariachi.
Hace veinte años un profesional recién graduado de las ciencias
sociales o humanas tenía algunas opciones de trabajo. Podía palanquearse
un puesto en algún ministerio o aprovechar sus relaciones con el movimiento
estudiantil, para hacer echar un viejo profesor y agenciarse una cátedra
en la universidad. Si su papá lo bancaba, podía montarse un negocio,
como una fábrica de fideos por ejemplo. O si le gustaban las películas
de acción y la disciplina podía hacerse militar, policía
o elaborar un marco teórico para la lucha armada. De última, podría
ir a lavar platos a Los Angeles o Nueva York.
Hoy las cosas son distintas. Las empresas con perspectiva no quieren sociólogos
izquierdosos, sino gente que sepa hacer algo comerciable y que hable bien inglés.
Hoy, poner negocio propio es jugarse los ahorros familiares. Los guerrilleros
quieren ser diputados. Para lavar platos en Los Angeles hay que tener un doctorado
tercermundista y en Europa a los latinoamericanos los tratan peor que a los
palestinos de Arafat.
No se engañe colega. El negocio de los 90 son las OENEGÉS. A los
que perdieron el tiempo estudiando filosofía, ciencias sociales, historia,
relaciones internacionales, letras, pedagogía, economía política,
antropología, periodismo, ecología y esas cosas que no sirven
para vender pollo frito, no les queda otra cosa que una buena OENEGÉ.
¿Usted no sabe lo que es un organismo internacional? ¿No? ¿No
ve lo que le digo? ¿Para qué pasó seis años en la
universidad? ¿Qué le enseñaron? Seguro que le hablaron
de la plusvalía, los movimientos sociales, el subconsciente colectivo
y los derechos humanos. Los organismos internacionales funcionan en edificios
en Washington, París o Roma. Por allí transitan decenas de miles
de burócratas que ganan en un mes lo que un profesional latinoamericano
sueña con ganar en un año.
Cuentos de hadas
Para entender lo que es una OENEGÉ, es esencial entender lo que es un
Proyecto.
Es algo estructuralmente similar a un cuento de hadas. Cenicienta tiene problemas:
se le muere la madre, luego el padre, la adopta una madrastra perversa con hijas
feas e infames. Cenicienta tiene amigos humildes y simpáticos, pajaritos,
ratones. Cenicienta quiere ir al baile del Príncipe y no puede. Viene
el Hada Madrina y le facilita las gestiones y le da recursos. Cenicienta va
al baile. El Príncipe se enamora, surgen nuevos problemas, pero al final
se casan, son felices y los pajaritos cantan y los ratoncitos bailan. Los proyectos
son algo por el estilo. Problemas terribles aquejan a personas lindas, honestas
y humildes. Algunos amigos de estos desposeídos ignorados por el capitalismo
quieren ayudarles pero no pueden, no tienen con qué. Viene el funcionario
internacional y descubre la solución con su magia para conseguir recursos.
Lo soluciona todo. Ese es el cuento.
Bueno, las OENEGÉS son algo así como los ratoncitos y los pajaritos,
son las que tratan de ayudar a los humildes simpáticos a ser felices
y al Hada Madrina a realizar sus nobles objetivos. Está claro, ¿no?
Cuento de Hadas = Proyecto; Cenicienta = Pobres = Beneficiarios; Hada Madrina
= Funcionario de organismo internacional; Ratoncitos = ONGs; Carroza voladora
= Recursos financieros; Casamiento con el Príncipe = Desarrollo sostenible.
La diferencia es que en el mundo de la realidad verdadera que no miente, los
Ratoncitos y los Pajaritos son los únicos que se casan con el Príncipe
y las OENEGÉS son las que alcanzan su propio Auto Desarrollo Autosostenible.
Para triunfar en los 90 hay que entender el sutil encanto de los Proyectos y
sus sensuales relaciones con las OENEGÉS. Esta es la clave del asunto,
así que preste mucha atención.
Todo proyecto de un organismo internacional necesita de una Contraparte, es
decir de alguien suficientemente motivado por el lucro, o la ingenuidad, como
para hacerse cargo de los planes mentalizados por los expertos, consultores
y funcionarios. Hasta hace algunos años, las Financieras se entroncaban
exclusivamente con los burócratas del Reino donde vivía Cenicienta:
con el Ministro, el Subsecretario o el Director del Aparato Estatal. Estos eran
los únicos autorizados a repartirse el mágico pastel de recursos
que hacían aparecer las Hadas Madrinas de las financieras. Así
funcionaron las cosas durante algún tiempo. Pero como siempre existieron
más funcionarios que ministerios y subsecretarías, hubo que institucionalizar
las elecciones. Esto es algo que ningún politólogo se ha arriesgado
a afirmar en sus disertaciones y monografías. Las elecciones son un mecanismo
que, a través de la rotación de partidos en el gobierno y el parlamento,
permiten que más "Señores Perfumados" puedan entrenarse
de tanto en tanto, con las Hadas Madrinas. Esto funcionó por un tiempo,
pero los "Señores Perfumados" fueron perdiendo su agudo sentido
de la discreción y la compostura. Todos los Pueblos de todos los Reinos
terminaron sabiendo lo que hacían con las Hadas Madrinas en sus despachos
privados sobre los tapetes aterciopelados. Tan desfachatado se volvió
el festín que los que mandan a las Hadas Madrinas -suerte de semidioses
financieros que habitan los laberintos del Norte de donde fluyen los recursos-,
amenazaron quitarles sus varitas mágicas.
Primer paso: como crear una OENEGÉ
Usted quiere alcanzar su propio desarrolló sostenible. Usted quiere tener
su OENEGÉ propia, personal y hacerse rico antes de fin de siglo y usted
quiere saber cómo se hace. Está bien. Usted tiene que cumplir
con la formalidad de conseguirse una personería jurídica. Esto
es indispensable. Además, tiene sus ventajas. Por ejemplo, si un mal
día uno de los Perfumados de Siempre o la competencia, resentidos porque
usted se enroscó con el Hada Madrina que él estaba coqueteando,
decidiera denunciarlo a la prensa o la policía por alguno de los deslices
inevitables que se cometen en el tortuoso camino hacia el Auto Desarrollo Sostenible,
usted puede cobijarse detrás o debajo de la persona jurídica de
su OENEGÉ. Esto puede evitar que lo encierren en el penal por desfalco,
fraude o por la reiterada sodomización de la Cenicienta = Beneficiarios.
Para obtener la personería jurídica, usted sólo necesita
unos estatutos que se consiguen ya redactados en cualquier parte, necesita un
secretario, un tesorero y algunos vocales, y algún Perfumado de Siempre,
que le facilite las gestiones en el ministerio.
Cualquier persona desinformada pensaría que los fundadores de la OENEGÉ,
debiera gozar de cierto respeto profesional y tener destreza, s que atraigan
el interés de las Hadas Madrinas. Esto es un error. El único personaje
de importancia en la creación de la OENEGÉ es usted. Evítese
problemas futuros. No se le ocurra incorporar compañeros de la universidad
o colegas profesionales con necesidades y aspiraciones similares a las suyas.
Si lo hace no podrá dormir tranquilo. Es preferible que los demás
sean analfabetos, eunucos, ancianos, ancianos seniles o votantes fallecidos.
Segundo paso: Los Discursos
Los discursos son esenciales, son el afrodisíaco que enloquece a las
Hadas Madrinas. Con esta cuestión hay que estar al día y tener
siempre varios discursos bien ensayados para toda eventualidad. Por ejemplo,
sería fatal soltar un discurso sobre Desarrollo Rural Integral, cuando
todos saben que hoy se habla de Manejo Sostenible de Recursos Naturales. Usted
estaría condenado si se le ocurre sugerir un proyecto de Educación
Materno Infantil, cuando la onda es Participación de la Mujer Campesina.
Es como hablarle del Trío Los Panchos a un fan de Heavy Metal. En los
discursos hay que ser flexible. El primer error que cometen los novatos es creer
que el discurso de una OENEGÉ debe reflejar de algún modo la experiencia
y los conocimientos del Director o Presidente que es usted Equivocación
garrafal. El Director de una OENEGÉ debe manejar todos los discursos
de una demanda real o potencial en el mercado de las Hadas Madrinas. Si un día
se le presenta un Hada Madrina interesada en la protección de una especie
amenazada del Macaco Tropical de Anteojos Rayban, usted tiene que estar en condiciones
de responder que ha estado angustiado desde la infancia por el cruel destino
de esta maravillosa especie de monitos perseguidos.
Tercer paso: relaciones públicas
Una vez que maneje una docena de discursos con sus respectivas líneas
de Acción, Marcos Teóricos, Experiencias y Antecedentes, Objetivos
y Metas, Recursos Humanos Disponibles, usted estará listo para la Tercera
Etapa. Esta es la de las Relaciones Públicas, una de las más importantes
en su esforzado camino hacia el éxito del fin de siglo.
Esta es un etapa delicada. Algunos directores de ONGs son tímidos y esto
no es bueno. Las Relaciones Públicas no tienen nada que ver con la realidad.
Su objetivo es convencer a los demás de cosas que no son ciertas. Si
fueran ciertas no se necesitaría un Programa de Relaciones Públicas.
Esto es obvio y sin embargo la gente se olvida.
Objetivos del Director. Su primer objetivo como flamante Director de una desconocida
OENEGÉ, es ubicarse en el circuito obligado de visitas de todas las Hadas
Madrinas que pasan cerca de su territorio. Lograrlo, es una de las tareas más
complejas de su nueva profesión en el seno del Nuevo Orden de la Sociedad
Civil. Tendrá que rebuscárselas para ir a todos los cócteles
que se den para iniciar o cerrar todos los seminarios, congresos y reuniones
internacionales, sobre los siguientes temas claves: l) Pobreza Crítica;
2) Protección del Medio Ambiente; 3) Protección de la Infancia
y otras Especies Amenazadas; 4) Reforma Educativa; 5) Nuevo Orden Informativo,
Nuevo Orden Económico y cualquier otro Nuevo Orden que descubra; 6) Defensa
de las Culturas Indígenas; 7) La Economía Informal y la Microempresa;
8) Educación Popular y Campañas de Alfabetización; 9) Informática
y Desarrollo Rural Comunitario, y 10) Todo lo que tenga que ver con "Retos
del siglo X~" y "el 500 aniversario".
Tendrá que meterse como pueda al mayor número de recepciones diplomáticas
de las embajadas clave para el asunto Hadas Madrinas y OENEGÉS, y todas
las recepciones y cócteles que auspicien las organizaciones- y bancos
intergubernamentales, entre otros.
Recomendaciones básicas. No es cuestión de tomar traguitos y comer
canapés y sonreír en un rincón. Descanse antes del evento,
durmiendo aunque sea una hora para estar fresco y entrador. Vista bien. Lleve
siempre muchas tarjetas personales y una docena de folletos discretos sobre
su institución. Cuide su lucidez y energía. Aprenda a identificar
con precisión y rapidez a las Hadas Madrinas. Son generalmente rubios
o rubias, altas, visten con un toque de informalidad que están siempre
a la moda en los laberintos del Norte. Casi siempre está rodeadas de
nacionales que hacen una de tres cosas: l) Escuchan, sonriendo beatíficamente
en trance de admiración, las palabras sibilinas del Hada Madrina; 2)
con iluminada vehemencia y mirada intensa, recitan uno de sus ensayados discursos;
3) miran y escuchan lo anterior con cara de mendigo.
Acomódese y escuche con atención. Al poco tiempo verá que
sólo se maneja un número limitado de intercambios. Apréndalos
y analícelos. Identifique los puntos débiles que se prestan a
una intervención inteligente y practique. La clave está en que
su inesperada intervención socave y devalúe el discurso del Perfumado
(competencia) de turno que está coqueteando con el Hada. Si lo hace bien,
ella le dará a entender que se interesa en su punto de vista y usted
habrá ganado su primera victoria en la larga guerra por agenciarse un
proyecto.
Algunos riesgos. Esta es una etapa difícil y delicada. Algunos peligros
son obvios: alcoholismo, divorcio, enajenación parcial o total. Otros
son más serios. Hay un error que no le perdonarán, un error capital
que puede costarle su flamante carrera en el mundo de las OENEGÉS. Los
principiantes tienen absolutamente prohibidas las ironías y el cinismo
en referencia a las nobles cruzadas desarrollistas de las Hadas Madrinas y las
loables instituciones que representan. Las bromas, bien o mal intencionadas,
están rigurosamente reservadas a los veteranos. No las intente hasta
no tener los pies muy firmes en las puntas del desarrollo y unos cuantos proyectos
aprobados y firmados en los archivos de su OENEGÉ.
Si al principio, las cosas no le salen bien, no se desaliente. Las largas veladas
escuchando a prudente distancia las conversaciones ajenas con el mismo trago
intocado en la mano, son pequeños sacrificios que hay que afrontar con
humildad, valor y perseverancia, en la larga lucha contra la pobreza y en busca
del auto desarrollo sostenible.
Cuarto paso: Propuesta de Financiamiento
El Director de la OENEGÉ teje con paciencia la fina alfombra por la cual
trascenderá del brazo del Hada Madrina hacia la elaboración de
la Propuesta de Financiamiento. Es aquí donde el destino y la vida separan
a las OENEGÉS en dos grupos, el de los triunfadores y el de los derrotados.
Y usted quiere ser un triunfador. No lo olvide. Para hacerlo debe hacer dos
cosas: primero, debe demostrarse al Hada Madrina que se lleva bien con Cenicienta
y que Cenicienta lo respeta y lo apoya, y segundo, usted tiene que lograr pasear
el Hada Madrina, por lo que en el enrarecido medio del desarrollo sostenible
se llama campo.
Las visitas de campo. Ahora bien, "Campo" es una palabra internacional
que los anglófonos pronuncian como el cáempou; los franceses como
leu campó. Es un sonido de armonías tántricas en los sentidos
de las Hadas Madrinas. Una experiencia exitosa durante una visita de campo con
un Hada Madrina es prácticamente una garantía, un convenio firmado,
un tiquete de ida y sin retorno hacia el Auto Desarrollo Sostenible.
Cuando usted detecte que el Hada Madrina está lista para una visita de
campo, usted tiene que tener preparada a la Cenicienta y sus amiguitos. Tiene
que tener bien adiestrados a un par de grupos "Pobres Beneficiarios".
Lo importante es que estén presentes cuando usted llegue y que sepan
lo que tienen que decir y hacer en presencia del admirado visitante y su huésped
del Norte Omnipotente. Usted no puede dejar ningún detalle desatendido,
empezando por cómo estarán vestidos. La Cenicienta y sus amiguitos
deberán estar vestidos como Pobres Beneficiarios, de acuerdo a las costumbres
de la zona. Los hará ensayar las canciones folklóricas oportunamente
popularizadas por los que exilaron alguna vez en el país de origen del
Hada Madrina. Los hará trabajar, llorar y reír. Organizará
un parto, bautismo, aborto o un entierro, si así lo creyera oportuno
en su meticulosa planificación del camino hacia el proyecto. Haga de
cuenta que usted está debutando en una obra de teatro, que los Pobres
Beneficiarios son sus actores y que el Hada Madrina es su público, que
está dispuesto a pagar para ver su obra en el escenario máximo
de la vida cotidiana del Campo. Dígale a sus actores lo que está
en juego. Cuénteles cómo, si no lograran emocionar y convencer
al Hada Madrina, usted no podrá pagar su computadora Macintosh y tampoco
podrá comprar su nuevo vehículo Toyota Land Crusier cuatro por
cuatro, tan importante para afirmar su imagen de defensor del Desarrollo Rural
Sostenible. No sea tímido, explíqueles que ellos comprenderán
y los apoyarán. Es probable en estos tiempos en que los Beneficiarios
ya se están avispando, que quieran negociar algo antes de prestarse para
su gloriosa puesta en escena. Dígales cualquier cosa. Total, ya están
acostumbrados a las promesas incumplidas y, de todos modos, después,
con un poco de aguardiente se olvidan de todo y a otra cosa. Lo importante en
esta etapa es que el Hada Madrina presencie y constate sus buenas relaciones
con Cenicienta y sus amiguitos.
Redacción de propuestas y operatividad
Tiene que redactar la propuesta, inventarse un plan de acción, un cronograma
y, por supuesto, lo más importante, el presupuesto. Hay directores de
OENEGÉS que se toman muy en serio esta etapa. Trabajan día y noche
duramente semanas elaborando la propuesta, ajustando plazos, razonando la coherencia
del proyecto, en fin, todas esas cosas. Para esto, contrate a un par de especialistas
desempleados, al salario más bajo que pueda imponer. Dígales que
si el proyecto sale, los contratará a tiempo completo y con salarios
internacionales. Si lo creen, y en su desesperación le creerán,
trabajarán gratis. Acerca de esto, nunca le diga al consultor con quién
está negociando el proyecto, miéntale respecto a la institución
financiera y el nombre del Hada Madrina. Haga que su consultor elabore un presupuesto
por no más de la mitad de lo que usted tiene intención de pedirle
al Hada Madrina. El presupuesto final lo deberá conocer usted y nadie
más que usted.
Manejos de presupuesto
Quizá usted crea que no es importante porque ya negoció informalmente
con el Hada Madrina las dos cosas que considera importantes: su salario como
coordinador del Proyecto y el porcentaje de overhead, que le quedará
a su OENEGÉ como contraparte ejecutora. Y usted tiene razón, esos
son punto importantes, pero no hay que descuidar otros detalles. Por ejemplo,
los viajes de capacitación al exterior; los viáticos para usted
y el personal que usted puede presupuestar hoy y no pagar jamás; los
costos de producción de materiales didácticos; no descuidar el
rubro de consultores para poder pagar favores recibidos con cierta flexibilidad;
y no "pichulear" con los costos de las obras de infraestructura del
campo porque éste también es un rubro jugoso. Porque no olvide
que los detalles suman y que su vertiginoso avance hacia la meta del Auto Desarrollo
Sostenible, será tanto más rápido, si usted cuida sigilosamente
los detalles.
Conclusiones: Desarrollo es negocio
Ya sabe que el desarrollo es un negocio y no necesita que se lo repita. Pero
lo que mucha gente olvida es que, como en cualquier otro negocio en las economías
de libre mercado, el empresario pequeño o grande tiene que tener el ojo
puesto en la competencia. Lo que usted no puede olvidar como director de OENEGÉ,
es la importancia permanente de dedicar no menos de la mitad de su tiempo a
socavar los esfuerzos de otras instituciones similares a la suya. Esto es esencial
y requiere cierto talento para hacerse con efectividad. En este negocio la competencia
no es entre gentlemen, la competencia es entre gente como usted y personas a
quienes la vida y la experiencia enseñaron a ayudarse a sí mismos
ayudando a los Pobres Beneficiarios. No se puede confiar en la gente. Por eso
hay que trabajar duro para desprestigiar a la competencia. Y por si acaso persisten
las dudas, de los que más hay que cuidarse es de los que se consideran
honestos y arriesgan el futuro de todos, haciendo realidad lo que alguna vez
dijeron en sus discursos.
(Chasqui nº 39 Argentina - Viento Sur nº 23)