Concierto en el cráter de un volcán (XII Festival Internacional de Música Visual de Lanzarote, 2001) por Juan Carlos García
Lanzarote, la más oriental de las Islas Canarias, ha sido desde 1989 el escenario natural
para este especial evento que atrae la atención de no sólo músicos y artistas en
general de diversos lugares del mundo, sino de todos aquellos amantes de la naturaleza
que, al igual que el artista lanzaroteño César Marrique, saben captar y apreciar el arte
que resume de cada centímetro de tierra sabiamente diseñado por las fuerzas elementales.
Movimiento, quietud,
fuerza y delicadeza conviven armoniosamente en esta tierra volcánica, plataforma natural
perfecta para un evento donde la Luz y el sonido quedan libres en el espacio
confundiéndose con el propio sonido de la Creación. Aquí, el director del evento, el
músico y artista Ildefonso Aguilar, ha sabido localizar un plexo natural, un centro, por
donde fluye el sonido desde las mismas entrañas del planeta.
Si hay una palabra que
pueda describir todo el entorno esa es "Ígnea". Aquí el Fuego de la Creación
ha modelado palpablemente el ambiente a tal punto que todavía se puede ver y sentir el
calor que emana de la misma epidermis de la tierra. La música es Fuego, y la música
electrónica todavía se acerca más a ese Fuego que está presente en todo lo que nos
rodea.
Es precisamente en este
ámbito, llamado con toda propiedad "Montañas de Fuego" dentro del Parque
Nacional de Timanfaya, donde se encuentra el Volcán del Cuervo; gigante natural que se
eleva sobre una extensa planicie quemada, y cuyo cráter es lo suficientemente grande y
está dispuesto de tan especial manera como para albergar cómodamente a casi 4.000
personas.
Esta vez el concierto
estaba a cargo del famoso músico inglés Brian Eno, acompañado por el alemán J. Peter
Schwalm, con la plena intención, según el propio Eno, de "iluminar lo que nos
rodea". La música y los sonidos que se escucharían serían totalmente
experimentales e improvisados. Al llegar a la zona, uno no puede evitar sentirse
arrastrado hasta las secuencias finales del film "Encuentros en la Tercera
Fase". Unos autobuses especiales, poco a poco, van llevando a las multitudes, a
través de mares de piroplasto, hasta la entrada del volcán, en un recorrido sinuoso y a
veces hasta vertiginoso.
El escenario y todo a
su alrededor estaban preparados para darle una especial preponderancia al volcán en sí,
aunque éste ha sido y sigue siendo un espectáculo por sí mismo; casi se podría decir
que posee una personalidad propia. El cráter tiene una forma prácticamente circular,
excepto por un extremo que se ensancha un poco. Al llegar al borde, una rampa nos
introduce en su seno otrora lleno de lava y fuego. Justo en el centro, y discretamente
sobresaliendo, se hallaba el control neurálgico, el escenario, preparado especialmente de
forma que simulara un pequeño volcán. Los altavoces, todos dispuestos en una línea
circular alrededor del cráter, se confundían por su color negro con las paredes del
volcán. El sonido cuadrafónico y el concepto de "escenario cambiante" que se
probarían aquí serían un verdadero éxito. El público se fue sentando sobre cojines y
disponiéndose de forma radial desde el escenario hacia las paredes del cráter. Brian
Eno, dijo en un muy buen español que podían moverse como quisieran durante el concierto.
Los sonidos de voces con efectos de eco y delay comenzaron a fluir desde puntos diversos
dando la sensación de provenir de entre el público. Era como si la persona de al lado te
susurrara en el oído. Todo estaba muy bien integrado al entorno. Las estrellas del cielo
comenzaron a hacerse notar a medida que transcurría el evento.
Tenderse en el suelo,
descansando sobre un colchón de música electrónica, y mirar a ese círculo de
brillantes estrellas
encuadrado por los bordes zigzagueantes del cráter es una experiencia única en la vida.
Casi no se puede creer que uno esté en el centro de un volcán. A veces el juego de luces
formaba nuevas imágenes ante nuestros ojos asombrados, y otras veces la
completa oscuridad daba protagonismo a la luz celestial sobre nuestras cabezas. Realmente
una experiencia inolvidable.
Volcán del Cuervo, donde se realizan los conciertos. |
Juan Carlos García
Desde las Islas Canarias.
Website: http://www.juancarlosgarciaweb.com