La Bicicleta de Frances


MARINE GIRLS: LAZY WAYS/BEACH PARTY

Para algunos seguidores de Everything but the Girl, las Marine Girls sólo son el grupo en el que Tracey Thorn dio sus primeros pasos musicales. Por otro lado, a los fans de las chicas marinas no suele gustarles nada más allá del disco de Tracey en solitario, "A distant shore" (1982), o "Eden" (1984), su debut como EBTG junto a Ben Watt. Yo me encontraba entre estos segundos aunque con el tiempo he ido apreciando otros discos de EBTG, sobre todo "Idlewild" (1988), que es fantástico a pesar de su sonido.
Conocí a las Marine Girls a través de la canción “On my mind”. La encontré en "Ambition", irregular recopilatorio de Cherry Red que contiene, entre otras gemas, las versiones que hicieron EBTG de “Night and Day” de Cole Porter y “English Rose” de los Jam. Se trata de un single publicado entre sus dos discos y no incluido en ninguno de ellos. Me causó un gran impacto y me lo sigue causando; me emociona cada vez que la escucho. Poco tiempo después tuve la suerte de encontrarme con este CD que recopila sus dos álbumes y que se ha convertido en una pieza fundamental para mí, a la que recurro cada cierto tiempo y cuya escucha me sigue produciendo la misma sensación refrescante del primer día. Me hace pensar en un verano perezoso y relajado en una localidad marítima de clima no demasiado caluroso.
Tracey (guitarra y voz) ya había estado en otras bandas (sin grabaciones, creo) antes de decidirse a crear la suya propia junto a su compañera de escuela Gina (voz y percusión). Poco después se les unió Jane Fox (bajo) y enseguida su hermana Alice Fox (voz y percusión) para suplir a Gina, que cada vez tenía menos tiempo para el grupo y que en el segundo disco ya no participaría.
"Beach Party" (1981) sería el primero de sus discos. Tenían 17 años, salvo Alice que tenía 15, y éso se refleja en sus letras. No son los 17 del típico zoquete ni los de un precoz superdotado, sino los alegres 17 de una persona de clase media con la suficiente inteligencia para ir descubriendo detalles de las relaciones humanas, fundamentalmente las amorosas, que son las que más les interesan. Y lo describen con cierta gracia aunque no sean las palabras lo más sobresaliente del grupo.
Musicalmente toman el minimalismo de los Young Marble Giants (Stuart Moxham fue el productor de su segundo disco) como clara referencia -llevándolo a un terreno más cálido y emocional- y, al igual que ellos, reducen la música a su mínima esencia, tanto en composición como en interpretación; no limitándose a fotocopiar sino creando algo original. Canciones muy sencillas y cortas, de juguete, interpretadas con un bajo y una guitarra minimales, y ocasionales percusiones que parecen objetos golpeados uno contra otro. Estaban muy limitadas técnicamente pero utilizan sus instrumentos con ingenio; lejos de ser canciones tontas, son realmente inteligentes y están bien hechas y arregladas.
Tracey y Jane se reparten las labores compositivas con predominio de la primera. Para mí cada una de estas 16 canciones es una joya. Las entusiastas “In love”, “Marine Girls” y “Tonight”, la inocencia de “All dressed up”, las más nocturnas “Fridays” y “Tutti lo sanno”. Por no terminar citándolas todas me limitaré a algunas de mis favoritas: “He got the girl”, “Promises”, “Dishonesty” o “Flying over Russia”.
"Lazy Ways" (1983) fue su segundo y último disco. Partiendo de los mismos elementos, es más maduro y sofisticado en todos los sentidos. Es más sombrío, las canciones son menos inmediatas y la sensación de tranquilidad y relajo es mayor. Tracey mira en las suyas hacia lo que serán los primeros EBTG, sobre todo en las preciosas “Love to Know” y “Second sight”. Entre éstas y el pasado sirven de puente otras también muy buenas como “A place in the sun” y “Don’t come back”. Jane compone una canción más que Tracey en esta ocasión, destacando las divertidas “That Fink, Jazz-Me-Blues Boy” y “You must be mad”, y la bonita “Shell island” (aunque todas lo son). De nuevo estamos ante un trabajo sin fisuras ni canciones malas; incluso salen airosas en la versión de “Fever”. Pero, aun pareciéndome buenísimo, yo sigo prefiriendo "Beach Party", aunque "Lazy Ways" siempre haya recibido más alabanzas.
Sin ser un grupo demasiado famoso ni del que se hable mucho, al menos en Estados Unidos han tenido cierta influencia. Pensamos en algunos de los grupos que giran en la órbita de Calvin Johnson; e incluso en él mismo, ya que fueron importantes en los inicios de Beat Happening. Supongo que en Japón tendrán muchos seguidores. En España se puede ver su influencia en los comienzos de Teresa Iturrioz, Ibon Errazkin y compañía (siempre que escucho “Pez luna” de Aventuras de Kirlian me vienen a la cabeza las Marine Girls), y también en Nosoträsh (Popemas). Y es que la localidad marítima antes aludida bien pudiera ser San Sebastián, o Gijón.
Manolo Barrero


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