La Bicicleta de Frances


THE MAN COMES AROUND (2002): el penúúltimo combate artístico de John R. Cash




Pocos discos tan hondos como éste debe de contener la obra de Johnny Cash. Las canciones tocan asuntos varios pero la sombra de la muerte se barrunta desde la primera hasta la última sílaba. También en composiciones que no hablan de ella.
Hay que decir que la fe cristiana del viejo cantante ilumina los sombríos paisajes sonoros que contemplamos al escuchar el disco. Su esperanza religiosa en la vida eterna es elemento "clave" en la obra de Johnny Cash y particularmente en Man Comes Around.
Man Comes Around es para escucharlo con tranquilidad. Impresiona el esfuerzo tan perceptible del artista al cantar. Casi cada sílaba que emite parece costarle trabajo. La voz de Cash, resquebrajada, está lejos de la voz firme del Cash de antaño aun siendo tan reconocible como de costumbre. Pero en este disco todo suena a lucha, todo es un ir cuesta arriba.
Casi todas las canciones son de otros autores o bien piezas tradicionales.

El disco arranca con la intensa y alarmante "The Man Comes Around", compuesta por Cash, donde hay un hombre que va por ahí tomando nombres y decide a quién liberar y a quién culpar. No se los tratará a todos por igual y se verá una escalera de oro, descendente, "cuando llegue ese hombre". En lo musical, la canción es vigorosa y transmite gran urgencia. La letra es un revoltillo de imágenes bíblicas y el oyente quizá no saque mucho en claro. Con la exhortación "escucha las palabras escritas hace mucho tiempo", el autor resume todo lo anterior. Al principio y al final de la canción Cash cita del capítulo 6 del Apocalipsis.

"Hurt" (Daño) es una canción extraña y oscura.
"Give My Love To Rose" (Dale recuerdos a Rose), vieja composición del autor y una de las varias regrabadas para este álbum, es sencilla y eficaz. Es seguramente una de las mejores piezas escritas por Johnny Cash en toda su carrera. La historia del paseante que se tropieza con el moribundo está referida sin despilfarrar una palabra. El moribundo encarga al narrador que visite a su mujer e hijo y les lleve su dinero.
"Puente sobre aguas turbulentas" está arreglada y ejecutada con una especie de ligereza, en comparación con la original de Simon y Garfunkel, que la beneficia. Además la voz cansada del viejo Cash atenúa el sabor empalagoso que caracteriza a la grabación del dúo.
"I Hung My Head"(Agaché la cabeza) de Sting es acerca de un crimen y acerca del arrepentimiento.
"The First Time Ever I Saw Your Face" (La primera vez que vi tu cara) es una evocación de índole sentimental en que un hombre rememora a su esposa, presumiblemente fallecida.
"Personal Jesus" de Depeche Mode es una canción religiosa un poco extravagante. Pienso que no pasará a la historia como tema góspel destacado pero no carece de certa "garra".
En "In My Life" de los Beatles el nostálgico volver con la memoria a lugares y gentes del pasado queda más natural cantado por un viejo que por unos muchachos sesenteros. Pienso que suena un poco mejor que la desangelada grabación original.
El protagonista de "Sam Hall", a punto de ser ahorcado, odia a todo el mundo; incluida su mujer. Y nos cita a todos en el infierno. Hay una especie de humor enfermo y aun enloquecido en esta historia que, en sí misma, es terrible. Pero en lo musical la canción es muy animada y se oye a gusto.

"Danny Boy" es una canción tradicional, suponemos que irlandesa. Como la anterior, no fue ésta la primera vez que Johnny Cash la grabó. El severo órgano del arreglo sugiere imágenes luctuosas, quizá de funeral, desde el principio; y crea una atmósfera como de campo de batalla después de la batalla, por decirlo de alguna manera. Impresión íntimamente ligada a otra, ésta como de tímida esperanza en que amanecerá el día sin ocaso de las "aleluyas eternas". A mí esta grabación me impresiona poderosamente. Una joven ve partir a su novio a la guerra y presiente que no volverán a verse en este mundo. En "Danny Boy" se respira, inequívoca, la esperanza religiosa cristiana ante la muerte. Ello se percibe en otros lugares del disco pero, en este caso, es abiertamente declarado.

"Desperado" es otra canción llena de urgencia, esta vez en la letra, aunque musicalmente la versión que oímos es agradablemente pausada. Es una exhortación dirigida a alguien que la necesita grandemente, para que cambie de vida. Se puede entender como una llamada a la conversión, si bien la letra no incluye referencias directamente religiosas. "El cielo no quiere nevar, el sol no quiere alumbrar. Es difícil distinguir la noche del día". Lo que importa es no perder nunca la esperanza de la Salvación.
La versión de "I'm So Lonesome I Could Cry" de Hank Williams me parece demasiado lenta. Es mejor la original, la del autor.
"Tear-Stained Letter" (Carta manchada de lágrimas) es la última composición de Cash en Man Comes Around. Aunque se deja oír, me parece de lo menos interesante del disco. La letra es una parrafada de un hombre a una mujer y sólo sabemos que la carta comunicará la más oscura noticia que jamás se recibió en el pueblo de ella, la cosa más triste que jamás le haya entregado el cartero. La historia no queda clara y quizá mejor así.

"Streets Of Laredo" es una canción tradicional y muy simpática, aunque tiene un fondo serio (incluso se insinúa la aceptación de la muerte como expiación por los propios pecados) pero hay además cierta comicidad que se percibe más en la elaboración de los versos que en los incidentes narrados, que no siempre son risibles. La verdad es que la mezcla de gravedad y de "guasa" que se da en "Calles de Laredo" es indefinible.
Una vez más, nos las vemos con el crimen y con la muerte. Mientras el narrador pasea un día por las calles de Laredo, ve a un joven vaquero, frío como la arcilla, envuelto en lienzo blanco: "Veo por tu ropa que eres vaquero" (dice el joven al narrador). "Ven a sentarte conmigo y oye mi triste historia. Me han disparado en el pecho y sé que debo morir". El joven moribundo evoca sus cabalgadas: "Antes, yo iba garboso en la silla. Antes, en la silla, yo iba feliz". Y da al narrador instrucciones para su cercano entierro: "Tráete seis alegres vaqueros que lleven mi ataúd, seis bailarinas que lo acompañen... Arrojad ramos de rosas sobre mi ataúd, rosas que amortigüen los terrones al caer". (Supongo que se refiere al momento en que, con la caja mortuoria en la fosa, el enterrador empiece a usar la pala).
"Y tocad el tambor despacito, tocad el pífano bajito, tocad la marcha fúnebre mientras me lleváis. Llevadme al verde valle y ponedme la tierra por encima. Soy un joven vaquero y sé que he hecho mal".
El joven "cowboy" moribundo, que es un gran tipo, piensa también en el prójimo:"Escribid luego una carta a mi canosa madre y decidle que el vaquero que ella quería ya no está". Más aún, muere perdonando al que le disparó:"Pero ni una palabra, os ruego, del hombre que me mató: no mencionen su nombre... y su nombre se olvidará".
El final es acaso la cima de esa mezcla de humor y seriedad propia de "Calles de Laredo": "Llevamos al joven vaquero al verde valle y ahí sigue, hasta hoy, la piedra que le pusimos. Tocamos el tambor despacito, tocamos el pífano bajito, tocamos la marcha fúnebre mientras lo llevábamos hasta el verde valle y le pusimos la tierra por encima."
"Era un joven vaquero y decía que había hecho mal", reflexiona el narrador en la última línea.
Man Comes Around se cierra con "We'll Meet Again" (Nos volveremos a ver o, literalmente, "nos encontraremos otra vez"). Es un tema ligero, amable, en que alguien se despide de alguien. Pero, al ser incluido en este disco y en último lugar, casi suena a la despedida de Johnny Cash de este "viejo mundo": "Nos volveremos a ver. No sé dónde, no sé cuándo. Pero sé que nos volveremos a ver, algún día de sol. Tú sigue sonriendo, como siempre haces, hasta que los cielos azules se lleven lejos las nubes negras. ¿Me harás el favor de saludar a la gente que conozco? Diles que no tardaré mucho. Y les alegrará saber que, mientras tú me despedías, yo cantaba esta canción".
Así es, nos alegra oírle cantar esa canción. Es como si el viejo cantante nos hubiera adivinado el pensamiento. Es bonito pensar que -en cierta manera- concluyó su viaje por la tierra con esta despedida serena, llena de aceptación, casi festiva.
Pienso, en fin, que "El hombre que llega" es un disco que nos haría bien escuchar, siquiera parcialmente, de cuando en cuando. Un digno testamento artístico de Johnny Cash, que en paz descanse.
"Rest his soul"

Josefo Sefo

(Primavera 2006. Revisión: abril 2007).


PS: Las letras originales pueden verse en, por ejemplo, Cowboylyrics.com/lyrics/cash-johnny etc. Mi traducción es un poco 'libre' a veces y está abierta a correcciones de algún hipotético lector del texto. Por ejemplo, la frase de Calles de Laredo 'and lay the sod o'er me' la trasladé 'y ponedme la tierra por encima'. Pero 'sod' significa o significaba 'capa de tierra con hierba encima', no tierra a secas. Podría corresponder al español 'tepe' pero sería incomprensible y por eso prefiero 'tierra' .
PS-2: Man Comes Around no es propiamente el "testamento artístico" de su autor. Hay algún disco posterior a él.


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