El club de los parricidas
Desternillantes cuentos macabros en torno al parricidio. Humor negro, cinismo y brutalidad extremas.
Bierce presenta una sociedad deforme y grotesca que engendra unos hijos capaces, con todo su (aparente) amor filial, no sólo de matar a sus padres sin pestañear, sino de cometer cualquier otra atrocidad sin el menor cargo de conciencia y con el convencimiento de actuar recta y virtuosamente. En realidad los padres no hacen más que recoger lo sembrado.
Una de las pocas lecturas con las que me he partido de risa, sobre todo la primera vez que lo leí. Otra de ellas son los cuentos humorísticos de Poe, con los que guardan cierta relación. Riza el rizo cuando un abogado defiende a su cliente alegando que el crimen por el que se le juzga es una trivialidad comparado con otro que cometió anteriormente. Una vez que el asesino narra aquél, sale inmediatamente absuelto y casi entre la admiración del respetable ante tanta humanidad.
No apto para mojigatos y pusilánimes. Pero que nadie dude del alto contenido moral de estas historietas. Todos podemos terminar así; es cuestión de pensar como vivimos e ir degradándonos poco a poco.