THE SHAGGS: PHILOSOPHY OF THE WORLD
Uno se teme lo peor si imagina a tres niñas sin talento musical introducidas en un estudio para interpretar sus propias composiciones. Sin embargo, aquel día de 1969 la caprichosa magia estaba allí y transformó el desaguisado de las hermanas Wiggins en algo brillante y perdurable. Son cosas que pasan.
El responsable de este inocente intento de aniquilar la Música fue el padre de las criaturas, quien debía estar muy chiflado si pensaba que éstas le sacarían de pobre. Pero miren por donde, en cierto modo triunfaron. El disco, "Philosophy of the World", se mantiene fresco y atemporal, mientras que sus modelos han quedado anclados en una época.
Ellas llegan natural, primitiva e inconscientemente donde otros -Frank Zappa, free jazz, Captain Beefheart- lo han hecho intelectualmente. Su inutilidad les llevó más cerca de la experimentación del primer Ornette Coleman que del pop comercial de sus admirados Herman's Hermits o Monkees. Pocas veces escuchamos música tan pura y libre. No sé si mejores que los Beatles, como rezaba su disco tributo, pero sin duda más lozanas y modernas.
Las jóvenes cantan atonal y malamente, a la vez que aporrean sus instrumentos -dos guitarras y batería, más el apoyo de una cuarta hermana al bajo en un tema- con nula pericia. Sorprendentemente, el resultado no sólo es único por su caótico y disonante sentido del ritmo y la melodía, sino extrañamente armonioso y encantador.
No es, desde luego, una obra para todos los públicos ni para escuchar muy a menudo. La mayoría quedarán espantados tras los primeros compases. Son los entusiastas de Beat Happening o Raincoats, y en general los rastreadores de hermosas anomalías, quienes no deben pasar por alto piezas tan bonitas como "Philosophy of the World", "That Little Sports Car", "Who are Parents", "My Pal Foot Foot" o "It's Halloween".
Como era de esperar, The Shaggs no fueron capaces de repetir la proeza ni de sacar adelante ninguna carrera musical, demostrando que todo fue fruto de la bendita casualidad.
Joselete Pérez