La Bicicleta de Frances


RAMONES: ARTE MONGOL



RAMONES (1976)

Uno de los discos más importantes e influyentes de los años setenta. Nacimiento oficial del punk-rock. Aunque poco importa que esto sea punk, pop clásico americano, surf, rock and roll, primitivismo, minimalismo o lo que quieran (probablemente sea todo eso a la vez); lo decisivo es que tenían un sonido original, unas canciones fenomenales y una imagen graciosa.
La formación histórica de los tres primeros discos era, ya en el 76, una maquinaria perfectamente engrasada. Llevaban años trabajando juntos y habían formado un repertorio tremendo que les serviría para esos tres primeros elepés. El cantante, Joey, les daba mucha clase y personalidad, distinguiéndoles claramente del pelotón de pelmazos ingleses encabezado por Pistols y Clash. Tenía una voz muy adecuada para el pop, con el punto justo de dulzura y cierta (sana) malicia. Johnny se bastaba él solo para levantar un "muro de sonido" rascando su guitarra a toda velocidad. Muchos no consiguen todo ese ruido ni con tres guitarras. Ni el menor amago de un solo o una salida del raca-raca. Dee Dee (bajo) era el principal compositor en la sombra y Tommy (batería) aportaba bastante más de lo que parecía.
Stooges, New York Dolls y Alice Cooper eran su principal nexo de unión. Sin embargo, su música no habría sido posible sin la querencia de algunos de ellos por el pop de los sesenta, el surf, los grupos de chicas y el rock & roll clásico. Beach Boys, Chuck Berry, Beatles, Ronettes...
Es increíble lo simples y brillantes que son las canciones. Parecen una tontería al alcance de cualquiera, pero se les ocurrieron a ellos y no a otros listillos que circulaban y circulan por ahí. La historia de siempre: Los hay que pasan años estudiando composición y todo tipo de técnicas sin conseguir hacer la O con un canuto; luego llegan cuatro idiotas, les pasa Dios unos apuntes mentales y ¡zás!, la forman bien gorda. Y qué mal les sabe esto a algunos, y qué bien nos sienta a otros y cómo lo disfrutamos.
"Blitzkrieg Bop", "Beat on the Brat", "Judy is a Punk", "I Wanna Be Your Boyfrined", "I Don't Wanna Go Down to the Basement", "Chain Saw", "53rd & 3rd"... Casi todas de similar apariencia -rápidas y cortas- y todas buenísimas. Más que un debut parece un grandes éxitos. De hecho, es mejor que sus propios recopilatorios.
Las letras serán tan mongolonas como quieran, pero muestran ese negro sentido del humor, que era otro elemento de fusión entre los distintos miembros; y de vez en cuando aciertan con sus terribles bromas y sucesivas chorradas. Todo dentro de la Serie Z más juvenil y descerebrada.
Verdaderamente, convirtieron la basura y el mongolismo en un arte admirable.


LEAVE HOME (1977)

Otra ración de lo mismo e igualmente sabrosa y fundamental. Algo más pop y comercial, pero en el mejor de los sentidos.
"Glad to See You Go", "Gimme Gimme Shock Treatmen", "Suzy is a Headbanger", "Pinhead", "Your Gonna Kill that Girl", "California Sun" (original de The Rivieras), "Babysitter"... absolutamente todas.


ROCKET TO RUSIA (1977)

"Rocket to Rusia" cierra la cretina trilogía esencial. Es una continuación menos ruidosa y más pulida de "Leave Home". Se puede argumentar que eso sea o no positivo, pero no es cuestión de ponernos a pelear y perdernos tantos buenos temas. Además, básicamente sigue siendo lo mismo. "Rockaway Beach" y "Sheena is a Punk Rocker" son clásicas absolutas. Y quién va a poner peros a "Cretin Hop", "I Don't Care", "Teenage Lobotomy", "Locket Love" o "We're a Happy Family". También brillan de nuevo en las versiones -"Do You Wanna Dance" de Bobby Freeman y "Surfin' Bird" de The Trashmen- y al pisar el freno melódico en "Here Today, Gone Tomorrow" (una debilidad personal) y "Ramona".
Da igual que empieces por cualquiera de los tres, al día siguiente irás a la tienda a por los otros dos. Y si no, entonces mejor que te olvides ya de los Ramones.
Por si les interesa, mi orden de preferencia es igual al de publicación.


ROAD TO RUIN (1978)

Terrible bajón. Claro, tanto disco bueno en tan poco tiempo no era normal. A pesar de perder urgencia y frescura y de introducir algunas -ligeras- variaciones instrumentales (una guitarra acústica por aquí, unos pequeños solos por allá), aún conservan la fuerza; lo que ocurre es que cuesta encontrar buenas canciones más allá de "I Wanna Be Sedated". "I Just Want to Have Something To Do" está bien; "Don't Come Close", "Questioningly" y "She's the One" son cancioncillas bien simpáticas y agradables; "I'm Against It" tiene su gracia; y ahí está la versión de "Needles and Pins". No, si tampoco es que esté tan mal, pero es demasiado evidente la inferioridad respecto a sus predecesores. Marky sustituye en los tambores a Tommy, quien pasa a labores de productor.


IT'S ALIVE (1978)

Apabullante directo grabado en el 77 en Londres. 28 canciones de los tres primeros discos en menos de una hora. Más rápidas, cortas y energéticas que las tomas de estudio. Como apunta el señor Jil, el impacto es mucho mayor escuchándolo todo entero que canciones sueltas. Transmite la sensación de una bola de nieve que va pendiente abajo y cada vez es más grande y poderosa. Uno acaba exhausto y gritando: "Gabba Gabba Hey, Gabba Gabba Hey".


END OF THE CENTURY (1980)

No se debe echar la culpa de este nuevo fracaso a la discutida producción de Spector. Tiene menos fuerza, sí, pero el problema siguen siendo las composiciones. Diría que no hay ninguna realmente buena. Yo me quedo con "I'm Affected", "Danny Says", "The Return of Jackie and Judy", "I Can't Make It On Time", "Rock n' Roll High School" y "All the Way". En cuanto a la versiones, mejor pasar de ellas y acudir directamente a las Ronettes y a los Heartbreakers de Johnny Thunders.
¿Qué cara les quedaría a los fans más punkis al escuchar esos arreglos de saxo, cuerdas, piano y demás? Pues pensarían que a sus queridos brutos los habían domesticado totalmente.


PLEASANT DREAMS (1981)

Vuelven a intentar infructuosamente el asalto a las listas de éxitos de la mano de otro hombre de los sesenta. En este caso se trata de Graham Gouldman, autor de las históricas "Bus Stop" (The Hollies) y "No Milk Today" (Herman's Hermits). Encuentro su labor correcta aunque algo gris y falta de pegada. De lo que no tengo duda es de que el resultado es un estupendo disco pop -mucho más de Joey que de Dee Dee y Johnny- rebosante de buenas canciones. "We Want the Airwaves", "KKK Took My Baby Away", "She's a Sensation", "7-11", "Come On Now"... ¿Su último gran elepé?


SUBTERRANEAN JUNGLE (1983)

Disco majo y aprovechable, necesitado de paciencia y comprensión. Por el sonido -más colorido y poderoso que el de "Pleasant Dreams" pero peor por caer en los defectos de la "nueva ola" comercial norteamericana- y por la inclusión de tres innecesarias -los temas desechados eran mejores- y desacertadas versiones que ensucian el conjunto.
Afortunadamente quien persevera obtiene premio. El material propio es bueno en general, destacando "My-My Kind of Girl" y "Everytime I Eat Vegetables It Makes Me Think of You" (fantástica) de Joey, además de las famosas "Outsider" y "Psycho Therapy" de Dee Dee.


TOO TOUGH TO DIE (1984)

Johnny, apoyado por un reaparecido Tommy en los controles, comanda un giro hacia terrenos más duros. Esto no es necesariamente positivo ya que es al "hard rock" e incluso al "hardcore" donde los encamina.
Cierto, desde "Road to Ruin" no sonaban tan compactos. Pero a mí estos Ramones serios y agresivos (observen cómo le hacen cantar a Joey) no terminan de convencerme; y aún peor, el nivel compositivo baja respecto a los dos anteriores. Además, ya puestos habría sido mejor renunciar del todo a la comercialidad, no estropeando con sintetizadores "Chasing the Night" y "Howling at the Moon", dos temas pop que no están nada mal. Con todo, reconozco que es un trabajo bastante bueno y consistente.
Las que más me gustan son "Mama's Boy" y "No Go", la primera y la última, ambas influenciadas por el rockabilly de los 50.
Richie es el nuevo batería. Dee Dee deja claro ser un cantante malo y vulgar.


ANIMAL BOY (1986)

Encontramos en “Animal Boy” a un grupo cansado y desorientado, a la deriva entre el rock duro y la radiofórmula ochentera. Suenan peor que nunca y el repertorio no pasa de lo mediocre, en los mejores momentos. Recurrir a un sencillo escrito por Richie (“Somebody Put Something in My Drink”) y a la dudosa ayuda melódica del productor Jean Beauvoir son señales de grave crisis creativa. Salvamos el punk-pop de “Love Kills”, la bruta “Animal Boy”, “Mental Hell” y la resultona “My Brain is Hanging Upside Down (Bonzo Goes to Bitburg)”, todas perfectamente prescindibles.


HALFWAY TO SANITY (1987)

Al menos vuelven a parecer una banda de rock, convencida y contundente, aunque sea en la línea dura iniciada en “Too Tough To Die”. Lástima que las canciones sean tan poca cosa. Sobresalen “I Wanna Live” y las dos que recuerdan a los Ramones más clásicos y desenfadados ya casi olvidados, “Go Lil’ Camaro Go” y “A Real Cool Time”.
Produce Daniel Rey, quien repetirá en “Adiós Amigos”, realizando una buena labor en ambos casos. Ocasional colaborador de la banda desde “Too Tough To Die”, compondrá junto a Dee Dee y Joey numerosas canciones de la última etapa, incluyendo varias de las más famosas.


BRAIN DRAIN (1989)

Un poco lo mismo que “Halfway To Sanity” pero con producción algo desajustada: bajas las guitarras y demasiado alta la batería. Aquí destacan tres temas alejados de su estilo típico: “I Believe In Miracles”, “Pet Sematary” y “Merry Christmas (I Don’t Want To Fight Tonight)”. Sumamos a las rescatables “Can’t Get You Outta My Mind”, también de Joey, como la navideña.
Tras superar su adicción alcohólica, Marky regresa para quedarse ya hasta el final. Buena noticia tanto en lo humano como en lo musical. Por su parte, Dee Dee abandona la tribu aunque continuará haciéndoles canciones.
“Animal Boy”, “Halfway To Sanity” y “Brain Drain” constituyen a mi entender el punto más bajo de su discografía. Seleccionado lo mejor de los tres obtendríamos un álbum interesante.


MONDO BIZARRO (1992)

“Mondo Bizarro” supuso el retorno al pop, además de una ligera, pero aún insuficiente, mejoría. Posee la engañosa energía característica de muchos trabajos de los noventa. Y en lo relativo a composiciones, casi ninguna supera el aprobado justito. Quizá “Poison Heart” sea la única notable.
CJ es el nuevo bajista. Al igual que Dee Dee, el entusiasta chaval también hace sus pinitos como vocalista. No obstante, sus cantes, como los de aquél, sólo sirven para recordarnos lo bueno y versátil que era Joey. Interpretaba igual de bien temas agresivos y dulces; era capaz de darle vidilla a las más insulsas canciones. ¿Quién aguantaría álbumes como éste si CJ fuera el cantante titular? Sospecho que ni los más acérrimos hinchas.


¡ADIÓS AMIGOS! (1995)

Justo a tiempo para la despedida, los Ramones recuperan inspiración y sentido del humor, algo ya apuntado en “Mondo Bizarro”. Sin ser ninguna maravilla, “Adiós Amigos” sí es un buen disco, el mejor que cabría esperar a esas alturas. Un digno punto final.
Joey nos regala dos joyitas, “Life’s A Gas” y “She Talks To Rainbows”, de esas que tantísimo echábamos de menos. Dee Dee se muestra acertado en las suyas: “Makin’ Monsters For My Friends”, “It’s Not For Me To Know”, “The Crusher”, “Take The Pain Away”, “Cretin Family” y “Born To Die In Berlin”. Las versiones de Tom Waits (“I Don’t Want To Grow Up”) y Johnny Thunders (“I Love You”) pueden resultar obvias pero funcionan estupendamente. Y hasta las más flojas, las de Marky y CJ, tienen su gracia y no molestan demasiado.
Alegre sorpresa. Es un alivio el acabar elogiando a estos caballeros a los que profesamos auténtico cariño. Menudo disgusto si nos dejan de malas maneras. Adiós Dee Dee. Adiós Johnny. Adiós Joey. Espero que estéis todos bien.
Joselete Pérez


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