Viaje a
Darjeeling
Por
Maximiliano
Curcio
Sinopsis:
Tres hermanos, que no se han hablado en un año, se embarcan en un
viaje en tren por la India con la intención de encontrarse a sí
mismos y estrechar lazos entre ellos, para volver a ser los hermanos
que siempre fueron. Sin embargo, su “búsqueda espiritual” pronto se
aparta de su curso, y al final se encuentran solos en medio del
desierto con once maletas, una impresora y una máquina de
laminación. En ese momento, de pronto, comienza un nuevo viaje que
no estaba en los planes.
* * * /
BUENA
Lejos de
los tradicionalismos narrativos a la hora de hacer una comedia Wes
Anderson ha plagado su cine tanto de genialidad como de
incomprensión si no sos un fanático seguidor de Anderson y su forma
particular de concebir el humor. Desde “Tres son Multitud”,
pasando por “Los Excéntricos Tenenmbaum” (sus dos mas grandes
logros) hasta llegar a “Vida Acuática” y la reciente “Viaje
a Darjeeling” (dos films donde se vislumbra talento, pero
también reiteración y auto parodia).
Wes
Anderson bien puede ser descripto como un freak con auto control,
aun agotado en su brillantez de otrora rompe los esquemas del género
tradicional, y no esta mal cortar con la rutina con una comedia tan
impredecible como ocurrente, pese a sus continuos excesos. Puede
amársele u odiársele, pero difícilmente Anderson sea esa clase de
cineastas que pasa desapercibido. Sus films se continúan
inconfundiblemente y existe una marca autoral rastreable y más que
concreta. Las disfunciones familiares que plantea en “Los
Excéntricos…” no son muy distintas a las que se ven aquí.
Incluso el cast de actores (Murria, Huston, Wilson) hablan de una
participación en conjunto amistosa, casi de favor hacia el autor.
Tanto en
temática como en personal a su mando, Anderson ha construido su
propio universo, con el talento suficiente como para encontrar en el
trauma del deseo irrealizable la veta cómica, que se repite sobre
las mismas obsesiones y planteos, como ya dicho, plagados de
originalidad. Originalidad que también se manifiesta en lo visual,
con un cuidado diseño de vestuario, movimientos de cámara marca
registrada. Un humor agridulce, cultivado en base a la poca
sensibilidad que despertaban sus personajes. Esa concepción del
humor, algo desencantada, de diálogos cadentes y uniformes es la que
describe a sus personajes y circunstancias y son esos rasgos de
estilo convertidos en auto parodia, como dicho anteriormente los que
privaron a “Vida Acuática” y a “Viaje a Darjeeling” de
ser grandes películas.
Owen
Wilson hace un papel a su medida y demuestra porque es uno de los
mejores cómicos hoy en día logrando hacer reír con solo aparecer en
pantalla., Irónicamente en condiciones similares a su cuestionado
estado de salud unos meses atrás. Adrien Brody y Jason Schwartzman
se complementan eficazmente, logrando química en pantalla tan solo
con miradas o gestos, mientras que Angélica Huston, Natalie Portman
y Bill Murray (sin dialogo alguno se roba la escena) son cameos
especiales, acordes a la locura que reviste a la historia, que le
dan un toque distintivo y placentero al film.
Solo el
tiempo dirá si esta tendencia es una epidemia que poblara los
restantes films de Anderson. Es de esperar que ciertas licencias de
repetición no se tornen en un recurso trivial que genere desinterés,
apatía o aburrimiento. Mientras tanto, el cine de Anderson es desde
el deleite que genero “Tres son Multitud” bienvenido como una
corriente genuina de un cine inequívocamente único. Para muestra
bastan los 15 minutos del corto inicial que antecede a la película y
vislumbra un cineasta con mucho talento, lo que no es novedad
alguna.
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