Dirección: Ang Lee.

Guión: Guillermo Martinez (novela). Jorge Guerricaechevarría y Álex de la Iglesia (guión).
País: Francia y España
Año: 2008.
Duración: 107 min.

Genero: Thriller.

Titulo Original: The Oxford Murders.
Elenco: Elijah Wood (Martin), John Hurt (Arthur Seldom), Leonor Watling (Lorna), Julie Cox (Beth), Anna Massey (Sra. Eagleton), Alex Cox (Kalman), Dominique Pinon (Frank), Jim Carter (inspector Petersen).

Producción: Álvaro Augustín, Mariela Besuievski, Gerardo Herrero, Álex de la Iglesia y Elena Manrique.

Música: Roque Baños.

Los Crímenes de Oxford

Por Maximiliano Curcio

      Sinopsis: Una anciana aparece asesinada en el salón de su casa a las afueras de Oxford. Su cuerpo es descubierto por dos hombres que en ese momento se encuentran por primera vez: Arthur Seldom, prestigioso profesor de Lógica; y Martin, un joven estudiante americano recién llegado a la universidad con la intención de que el famoso profesor dirija su tesis doctoral. La muerte de la anciana no es sino el primero de una serie de asesinatos con inquietantes puntos en común.

* * * / BUENA

“Los Crímenes de Oxford” es la nueva película del director español Álex de la Iglesia, un nombre que suena cada vez más fuerte en el firmamento cinematográfico y que gracias a títulos como “Perdita Durango”, “Crimen Ferpecto”, “La Habitación del Niño” y “El Día de la Bestia” se ha ganado por derecho propio la suerte de que cada año sus más fieles seguidores esperen “…la próxima película de De la Iglesia…” quien como de costumbre dota a sus films de innumerables giros, constantes sorpresas, miradas ácidas y desprejuiciadas y un toque bizarro, casi demencial y surrealista que lo hace distinto, único en su clase.

Adaptado de la popular novela “Crímenes Imperceptibles”, del argentino Guillermo Martínez, el nuevo film de De la Iglesia es su desembarco en el cine de habla inglesa y una base de sustento para asentarse en el género del suspenso clásico, donde el realizador ibérico demuestra que sabe moverse, dosificar el misterio, jugar con los nervios del espectador, perfeccionar su lenguaje y dar mano a recursos consabidos. Aquí, en medio de un clima de misterio, crimen e investigación que remite nostálgica a las novelas de Agatha Christie y atrapa al espectador con una historia que si bien de haberse limitado a su cantidad excesiva de subtramas hubiese atrapado mas, tiene su gran fuerte en el abanico de sorpresas y giros que nos presenta.

Con el inconfundible aura de misterio que reviste a la historias que nos tiene acostumbrado De la Iglesia, este traza con acierto a sus personajes (donde en un atípico duelo actoral John Hurt y Elijah Wood dan vida a los dos polos más atrayentes de la historia), protagonistas del conflicto central y ejes del misterio por resolver, donde hipótesis varias se tejen en pos de desentrañar la intriga donde el espectador será invitado y fiel cómplice en esta intrincada red de mentiras y suposiciones que De la Iglesia se ingenia para desarrollar y develar una historia correcta, austera y rendidora así como el género lo requiere y sus pergaminos de cineasta que no defrauda lo avalan.