Elizabeth -
La Edad de Oro
Por
Maximiliano
Curcio
Sinopsis:
La reina Elizabeth I de Inglaterra debe enfrentarse a la traición en
el seno de su familia y a sangrientas tentativas de apoderarse de su
trono. Elizabeth es consciente del cambio religioso iniciado en el
siglo XVI en Europa, y el poderoso rey español Felipe II está
decidido a restaurar el catolicismo en Inglaterra con la ayuda de su
ejército y su invicta armada. Mientras la reina estudia cuál es su
mejor opción en el extranjero, su consejero de confianza, sir
Francis Walsingham, sigue manipulando a la Corte con maestría y
trabajando para consolidar la monarquía absoluta. Gracias a su
complicada red de espías, Walsingham descubre un complot de
asesinato para hacerse con el trono. Al desenmascarar a los
traidores, entre los que parece estar la prima de Elizabeth, María
Estuardo, el fiel consejero no sabe que acaba de dar comienzo al
declive de Inglaterra.
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REGULAR
Que hayan
hecho, diez años después, una nueva película que abarca otra etapa
de una de las reinas más importantes de Inglaterra, la reina
Elizabeth, es un síntoma mas que claro que la mediocre modas de
hacer secuelas también parece haber tomado por asalto al cine
histórico y aun mas, haber aggiornado a la moda de hoy a un cine de
calidad y de época que no abunda en Hollywood y del que un director
independiente como Shekar Kapur es también victima. Cate Blanchett
en la piel de Elizabeth había retratado de forma impecable la
llegada al poder de la “reina virgen”, cabeza de una de las
monarquías más poderosas del mundo, Si la primera entrega de
Elizabeth sobresalía por su rigor histórico, esta segunda se pierde
en una búsqueda estética estéril por endiosar a su reina,
perdiéndose en detalles históricos pocos claros u omitiendo
elementos trascendentales del curso histórico, o peor aun, tomando
decisiones narrativas mas que cuestionables como el hecho de querer
hacer encajar en el relato a un personaje como el de Clive Owen que
parece sacado de otra película. Decisiones equivocadas que hacer
perder peso a un film cuyo rigor histórico no cumple con las
expectativas donde ciertas distorsiones en cuanto a acontecimientos
le quitan fidelidad a la historia.
En cuanto
a la propuesta del director respecto al cáliz que le da a su film,
es notorio que Kapur intenta polarizar la trama en varios rasgos
genéricos. Si las escenas de acción resultan espectaculares y dan al
film un tono épico, el romance que teje la historia de amor
incipiente entre los dos protagonistas sumado al melodrama con el
que se retrata a la figura vulnerable y expuesta de Elizabeth nos
encontramos con marcas establecidas que dan al film una identidad
que no pretende hacer hincapié en los entramados políticos que
pusieron en jaque el reinado de Elizabeth y allí es donde el film
pierde peso y credibilidad histórica. Es decir, el triangulo amoroso
que expone la trama se concentra en la vida sentimental de la reina
y allí es donde falla, porque coloca en este aspecto su acento y
descuida los momentos mas disfrutables que brinda el film que es
cuando se propone retratar la figura de la reina (y sus debilidades,
su presente acosado por fantasmas) y el manejo de poder político que
hace girar a su alrededor (también sujeto a su intrigante
personalidad).
Cate
Blanchett, una de las actrices de mas renombre hoy en dia confirma
una vez mas dicha exigencia y sobresale nuevamente dando un matiz
similar a aquella gran y consagratoria composición de Elizabeth una
década atrás otra vez con la representación de la Reina. Clive Owen
esta mas que apropiado para ese papel de aventurero (no es su culpa
que no resulte apropiado en la historia) y demuestra que a pesar de
haberle llegado el éxito recién a los 40 es uno de los actores mas
gratos para ver. Geoffrey Rush y Samantha Morton por su parte,
cumplen con aceptables roles secundarios que redondean un elenco sin
fisuras.
Más allá,
vale decir, de una impecable técnica en donde se destacan la
fotografía, vestuario, maquillaje, banda sonora y la acertada
ambientación que hace las veces de marco geográfico. Se destaca,
entonces, la opulencia visual por sobre la densitud dramática,
convirtiéndose el film no en un testimonio histórico, pero si en una
valorable obra de época solo por su recreación, aunque claro, se
trata de uno de los personajes mas intrigantes de la historia de la
humanidad, y el mero hecho de recrear un contexto, resulta apenas la
carcaza de una historia por momentos vacía en su contenido, pero
técnicamente incuestionable.
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