1408
Por
Maximiliano
Curcio
Sinopsis:
El afamado escritor de novelas de terror Mike Enslin sólo cree en lo
que ve con sus ojos. Sin embargo, después de una saga de bestsellers
dedicados a desacreditar los hechos paranormales ambientados en los
más terribles cementerios y casas encantadas de todo el mundo, el
autor no posee una prueba real de la existencia de vida… después de
la vida. Pero la interminable secuencia de largas noches libres de
fantasmas vividas en solitario por Enslin está a punto de cambiar
definitivamente cuando entra en la suite 1408 del famoso hotel
Dolphin para su último proyecto: “Diez noches en habitaciones de
hotel embrujadas”. Despreciando las advertencias del director del
hotel, el autor es la primera persona en varios años que se hospeda
en la habitación conocidamente embrujada. Mike Enslin tendrá que
enfrentarse a sus demonios para llegar al final de la noche.
* * * /
BUENA
El
realizador sueco Mike Hallstrom quien hace un par de años debuto en
Hollywood con la sobre valorada y poco creíble “Descarrillados”
se une a un grupo de producción íntegramente europeo para adaptar al
cine un cuento escrito por Stephen King, un abonado a las
adaptaciones cinematográficas hollywoodense y rey absoluto del
género novelesco del terror y la ficción. Lo logrado de este film de
terror es el factor pensante. Ese andamiaje inteligente y original
que hace avanzar al guión, distanciándolo de las habituales
propuestas híper oxidadas que ofrece el género. Lejos de lo
explícito y sin abusar de litros de sangre, su factor miedo se apoya
en la sugestión, el suspenso y el trabajo sobre la psicología del
protagonista, sostenida de forma brillante por el gran Cusack, quien
el director se sabe seguro de reposar en el destino del film, sin
tener que recurrir a lo sádico y perturbable de la olvidable “El
Juego del Miedo” y sus hermanas menores, productos más que
descartables del Hollywood de hoy. John Cusack en otro unipersonal
brillante es el cínico total que descree de leyendas y
supersticiones, de fantasmas y experiencias paranormales, de esas
que nutren su trabajo y le reditúan una escasa fama. Su escepticismo
y la búsqueda de los desconocido son el punto de partida para que lo
llevara a enfrentarse con los traumas íntimos más hondos (la capa
dramática más visible del film hasta llegar al borde de regodearse
en la propia tragedia de este hombre) lindantes con la paranoia y la
locura que despierta un pasado irresuelto y va uniendo las piezas de
la trama a medida que avanza a manera de rompecabezas, como en un
deja vu, un laberinto sin salida tan escalofriante como medido para
no caer en los excesos que abundan los films de clase b que hoy
(lamentablemente) definen al género del terror.
Es
importante destacar el gran trabajo en la narración del director y
su trío de guionistas, quienes con un presupuesto limitado y sin
acudir a escenas violentas y sangrientas logró un film que asusta
desde lo psicológico (climas y ambientaciones claustrofobias
mediante) aunque recurre a golpes bajos como la referencia al trauma
del personaje principal, por demasía torturante. Quizás a nivel de
balance, otro elemento reprochable puede ser la poca participación
de un gigante actoral como Samuel L. Jackson. Es incomprensible un
rol tan limitado para semejante intérprete y su encabezamiento en el
póster del film solo puede entenderse como un golpe publicitario, ya
que se asemeja más a una participación amistosa (de esas que suele
hacer Jackson tipo cameo, como para Steven Sodervergh en “Un
Romance Peligroso”) que a un rol establecido por contrato. Su
intervención le hubiera dado más calidad al film, pero debemos
conformarnos con una escena brillantemente trabajada a la par de
Cusack donde se elabora la antesala de esta autentica travesía al
infierno.
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