Admira la bondad de Jesús encerrado por tu
amor día y noche en el sagrario.
Jesús, que yo te ame y te adore con todo mi corazón.
¿Qué hace Jesús
en la Eucaristía? Ora... te llama... te espera...
Ora Jesús en la Eucaristía
a su Eterno Padre por ti continuamente... ¡Qué pensamiento!
Mientras tú vives distraído, mientras estás atareado
y olvidado de Jesús, Él desde el sagrario, ora por ti...
piensa en ti... te ama con infinito amor.
Estás durmiendo, y Jesús
vela en el sagrario por ti... estas divirtiendote... ¡y Jesús
está solo en el sagrario, horas, días y noche, y todo esto
por tí!
¿Qué hace Jesús
en el sagrario? Te llama... te envía inspiraciones... Él
no puede moverse si no es llevado, pues se ha constituido prisionero voluntario
por tu amor... Pero aunque encerrado en el sagrario por amor, continuamente
te llama... Yo estoy a la puerta, y llamo.
Envía las inspiraciones, para
que despierten tu dormido espíritu... ¿No has notado muchas
veces que cuando más distraído te hayas en las cosas del
mundo, han resonado en tu corazón palabras que te han conmovido
fuertemente?...
Jesús te espera... ¡Cuántos
años hace que te espera Jesús a que seas todo suyo, como
Él es en este Sacramento todo tuyo!...
Espera Jesús que vuelvas a
su corazón y te conviertas a Él...
Espera que, desengañado de
las criaturas, vayas a Él para recibirte con amor...
Espera Jesús que vayas a recibirle
a menudo... cada mes, cada semana, todos los días...
¿Por qué retardas tanto
el recibir a Jesús?... ¡Si conocieses las ansias que tiene
de que le recibas!...
¿Por qué no quieres
calmar estas ansias? Por ello te encuentras débil en el camino de
la virtud, sin fervor, sin entusiasmo.
¡Maestra de la acción
de gracias después de la Comunión, Santa Teresa de Jesús!
enseñame a ser agradecido. Propongo no pasar día sin recibir
espiritualmente muchas veces a Jesús, y todas las semanas, y más
a menudo aún, sacramentalmente... pues quiero salir de mi vida tibia,
y unir muy a menudo mi corazón con el suyo, a fin de que lo perfeccione.
Cerrando los ojos del cuerpo y abriendo los del alma lo contemplaré como Rey en el trono de mi corazón. |
A.M.G.D.
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