Ver a Jesús, manso y humilde de corazón,
que te dice:
"Ven y sígueme, y hallará paz tu alma".
Jesús, dame la gracia de conocerte y amarte;
y que prefiera morir antes que abandonarte.
Nadie puede servir a dos señores
y nadie puede vivir sin servir a un amo. Jesucristo y Satanás se
disputan el reino de tu corazón...
¿A cuál prefieres?...
Aquél sin duda, cuya voluntad cumples.
Mira la condición de estos
dos señores... Jesús es el mejor de los reyes... Satanás
el más despótico de todos los tiranos... Jesús nos
ama con infinito amor... Satanás nos odia con odio infinito.
Jesús, rey manso y humilde
de corazón, reina en la paz, habita en lugar apacible... Satanás,
rey de los orgullosos e iracundos, reina en la perturbación, y mora
en lugar de tinieblas, de horror y desorden...
Jesús hace felices a sus servidores
en este mundo y en la eternidad... Satanás los hace desgraciados
eternamente, después de haberlos hecho vivir vida infeliz.
¿A cuál de estos señores
quieres servir?... ¿No es verdad que a Jesús?...
Si escoges, como debes, servir a Jesús,
que es tu Dios y Redentor, es necesario que observes todos sus mandamientos...
Jesús ha de reinar en tu entendimiento
por la fe: ¿crees todo lo que cree la Iglesia, esposa de Jesús?...
Jesús ha de reinar en tu corazón
por la caridad: ¿le amas sobre todas las cosas, y éstas las
amas por Jesús?
Jesús quiere mandar en tu alma
por la paz: ¿vives en paz con Dios... con el prójimo, contigo
mismo?...
Jesús quiere reinar en tu cuerpo
por la mortificación: ¿sujetas tus pasiones a la razón?...
En esto conoceras a qué amo
sirves, y si Jesús es el dueño de tu corazón.
¡Señor mío Jesucristo!
Satanás dice que es mi señor, el mundo se alaba de que soy
esclavo suyo, el orgullo pretende que soy su secuaz, mi carne que soy suyo.
Pero yo digo en alta voz, y protesto ante el cielo y la tierra, que soy
y quiero ser siempre única y exclusivamente de Cristo Jesús,
que Jesús es mi Señor, mi Dios y Redentor, y que Jesús
será mi glorificador...
Jesús, si me asistes con tu
gracia, ¿quién será capaz de separarme de tu amor?
Nada ni nadie. En prueba de mi fidelidad mi grito será siempre:
¡Viva Jesús, mi amor, mi Dios y Salvador! ¡Húndase
el mundo antes que desagradar a mi Señor!.
A.M.G.D.
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