MEDITACIONES

    Porque la meditación es importante y este mundo no consiste solo en lo "material", de hecho es lo que menos importancia tiene, surge esta sección; la cual tratare de actualizar mensualmente para que siempre tengamos presente lo esencial.
    Y que mejor para empezar sino que la gran pregunta que todos nos hacemos ¿para que hemos sido creados, porque estamos acá?. Guarde esta pagina y releala varias veces... o días y piense, medite porque es obvio que este tema es importante, sea de la religión que sea y como dice la página principal es imposible que no exista Dios, es como decir que esta página no existe y usted no ve nada.

Treinta, cuarenta, cien años atrás, ¿dónde estabas?... No había memoria de ti... y hubieras estado eternamente en la nada, si Dios entre millones de criaturas posibles no te hubiese mirado con amorosos ojos, y , apiadándose de ti, no te hubiese llamado por tu nombre...
¡Que fineza da amor ha usado contigo Dios! ¿Se la has agradecido como debes?
 Mas, ¿para qué te ha puesto en este mundo?. ¿Crees que será tan sólo para comer, dormir, trabajar, regalarte o divertirte?... en eso sólo te asemejarías a los animales... y tú vales infinitamente mas que todo lo creado...
 Pondera la excelencia de tu entendimiento, capaz de conocer la verdad... y la nobleza de tu voluntad, creada para amar el bien... y lo portentoso de tu memoria, para recordar los beneficios... y comprenderás que tú has sido creado para fin más alto; así lo dice la razón, así lo enseña la fe; tú has sido creado para conocer a Dios, amarle, adorarle y servirle... y mediante esto salvarte.
 Dios, suma verdad; he ahí el objeto de tu entendimiento... Dios, infinita bondad; he ahí el objeto que sólo puede llenar tu voluntad, saciar tu corazón.

 Admira la alteza de tu fin. Conocer a Dios... amar a Dios... alabar a Dios... gozar de Dios...
 Capaz de todo un Dios eres, y ¡ay de ti si te conformas con menos que Dios!... serás infeliz en el tiempo y por toda la eternidad.

 Pondera más aún la alteza de este fin. Quiere ser el mismo Dios tu recompensa eterna... Quiere admitirte a su reino, sentarte a su mesa, hacerte partícipe de su misma felicidad...
 Sí, en el cielo serás rico con las riquezas de Dios, participante de su naturaleza... conversarás con Él cara a cara, como acostumbra un amigo con otro amigo... ¿Puede darse un fin más sublime? No puede Dios señalarte otro mejor...
 ¿Cómo, pues, no aprecias en mucho tu dignidad?... Exclama con el profeta: ¿Qué tengo que ver yo en el cielo, y para mí qué cosas puede haber en la tierra dignas de mi atención y amor, fuera de Ti, Dios de mi corazón, mi herencia y mi último fin?.

 ¿Qué has hecho para conseguir tu último fin?. Quizá todo ha ocupado tu espíritu y tu atención menos Dios y las cosas que a Él conducen.
 Examina tu vida... Así no puedes vivir feliz, porque nadie ha habido que resistiese a Dios y gozase de paz. Nuestro corazón está hecho expresamente para amar a Dios... y sólo en Él halla descanso. Si no por gratitud... a lo menos por interés propio debes resolverte a servir a Dios y buscar en Él solo tu último fin. De otro modo no tendrás en esta vida paz ni en la otra gozo y felicidad eterna...
 ¡Dios de mi corazón, mi gozo, mi descanso y mi último fin! ¡En qué ceguedad he vivido! En la satisfacción de mis caprichos he constituido mi último fin... ¡Qué locura! ¡Qué ingratitud!
 Huía de Ti, en busca de la felicidad, y cuanto más creía hallarla lejos de Ti, más tormentos encontraba mi corazón... ¡Perdón, Dios mío! Propongo con tu gracia no olvidarme jamás de mi último fin, que eres tú.
 ¡Soy de Dios! A Dios tan sólo debo adorar y servir. Húndase todo antes que olvidarme de mi último fin.