RÓMULO Y REMO
Habiendo escapado a la ruina de su patria, el príncipe troyano
Eneas, después de andar errando largo tiempo por el Mediterráneo,
acaba por desembarcar en la costa del Lacio donde el rey Latino. Concluye
con él un tratado de alianza y se casa con su hija Lavinia.
Ascanio, hijo de Eneas, venido de Troya en su compañía,
funda la ciudad de Alba, donde reinan después de él
una serie de reyes, descendientes suyos. El último, Procas,
deja dos hijos, Numitor y Amulio.
Numitor, el mayor y heredero legítimo, es derribado por Amulio,
que relega a la hija de aquél, Rea Silvia, entre las Vestales.
A pesar de esta precaución, Rea Silvia tiene dos gemelos, Rómulo
y Remo.
Amulio, para desembarazarse de ellos manda abandonarlos en las aguas
del Tíber.
Cuando son mayores, matan a Amulio, devuelven el poder a Numitor,
que les concede, para establecer allí una ciudad, el lugar
mismo en que habían sido recogidos, la colina del Palatino.
La tradición legendaria representa a los primeros romanos como
un pueblo de pastores. La cuna que lleva los gemelos y la fortuna
de roma es descubierta por pastores. Faustulo, un pastor, cría
en su cabaña a Rómulo y Remo. Una disputa de los dos
hermanos con los pastores de Numitor, provoca su reconocimiento ulterior.
El lobo, el gran enemigo de los rebaños, se transforma, gracias
a la leyenda de los gemelos, en loba mutriz y se da para siempre el
emblema del estado romano.
¿En qué medida este relato tradicional responde a la
verdad histórica?
Leyenda e historia, para nuestros espíritus de hombres modernos,
se oponen radicalmente, puesto que la leyenda procede de la imaginación
y la historia de la realidad.
Es privilegio de la antigüedad mezclar las cosas divinas y humanas,
hacer más augustos los orígenes de las ciudades por
la intervención de los dioses. Si hay un pueblo que pueda divinizar
sus orígenes y atribuirlos a Dioses, es tal la gloria militar
del pueblo romano que todas las naciones aceptan tan de buen grado
su pretensión a descender de Marte por Rómulo, como
su denominación.
Grandeza inaudita, desmoronamiento brutal. Un doble fenómeno
de esta envergadura, supone causas tan profundas como variadas. Roma,
forjada por la autoridad, ha muerto por el estatismo. En este contraste
implacable se resume su maravilloso destino. El sentido de la autoridad
lo posee la autoridad del Tíber desde sus orígenes y
parece que un hada bienhechora haya tenido empeñó, desde
el día de su nacimiento, en depositarlo en su cuna. En efecto,
por un acto implacable de autoridad es por lo que, según la
tradición oficial, se abre su única y prestigiosa historia.
Rómulo acaba de fundar la ciudad nueva. Ha trazado su límite
ritual y comienza su fortificación. Su hermano Remo, por irrisión,
pasa de un salto a la muralla naciente. Rómulo lo mata sin
piedad, añadiendo: "así perezca todo el que pase
estas murallas". Y por este asesinato, concluye expresamente
Tito Livio, "queda por único dueño".
LA LEYENDA DE RÓMULO Y REMO
Concluida la guerra de Troya, Eneas, un príncipe troyano, huyó
con sus compañeros y buscó refugio en la zona del Lacio.
Sus descendientes fundaron la ciudad de Alba y allí reinaron.
Uno de sus reyes, Numitor, fue destronado por su hermano Amulio.
Rea Silvia, única hija de Numitor, concibió dos gemelos
del Dios Marte: Rómulo y Remo. Temiendo que algún día
éstos vengaran a su abuelo, Amulio ordenó que se los
arrojara al Tiber. La cuna fue llevada por las aguas hasta las faldas
del monte Palatino.
Allí una loba amamantó a los niños y luego un
pastor los recogió. Ya mayores, Rómulo y Remo fueron
reconocidos como nietos de Numitor, el rey legítimo. Mataron
a Amulio y fueron enviados por su abuelo a fundar una ciudad en el
lugar donde habían sido criados. Rómulo se ubicó
en el monte Palatino, y Remo en el monte Aventino, esperando un signo
de los Dioses. Rómulo vio doce gavilanes y su hermano, sólo
seis: el lugar escogido para fundar Roma fue el Palatino. Luego, Rómulo
mató a Remo y se convirtió en Rey. Para que todos sus
compañeros se casaran raptó varias mujeres del pueblo
sabino y luego convino con su rey la fusión de ambos pueblos:
latinos y sabinos.
La fundación de una ciudad constituía por entonces
un acto religioso, y seguramente Roma fue fundada de acuerdo con el
rito etrusco.
Cuenta la tradición que Rómulo tomó un arado
de bronce y trazó surcos entonando preces mientras sus compañeros
observaban en silencio.
Cada tanto levantó el arado; esta interrupción señalaba
las puertas de la ciudad.
La fecha transmitida suele fijarse el 21 de abril (fiesta de la Diosa
Palas) del 753 AC.
A partir de entonces y según su forma de gobierno, el estudio
de la historia romana antigua se divide en tres períodos clásicos:
- Período de la monarquía que abarca desde la fundación
hasta el año 509 AC; a Rómulo le suceden seis reyes
más.
- Período de la República, que abarca desde el 509 AC
hasta el 30 AC.
- Período del Imperio, que abarca desde el año 30 AC
hasta el 476 de nuestra era, año en que Roma fue ocupada por
los pueblos bárbaros, sobreviviendo la parte oriental del imperio
por espacio de una milenio más, cayendo entonces en manos de
los turcos (1453).
NACIMIENTO DE LA LITERATURA LATINA
Los textos latinos más antiguos conservados son fórmulas
jurídicas. Primero se aprendían de memoria (de ahí
sus aliteraciones, asonancias e incluso rimas) y luego se grababan
en madera o bronce.
Livio Andrónico (esclavo conducido a Roma cuando Tarento cae
en poder de Roma, 272 aC) se dedicó a la enseñanza,
oficio propio de esclavos o libertos, contribuyó a la helenización
de la élite romana y al mismo tiempo, se esforzó en
pulir la lengua latina. En el año 240 aC escribió la
primera tragedia romana que fue representada en los Ludi o Juegos
Romanos. Llamó la atención de lectores y oyentes con
una traducción latina de la Odisea con métrica griega.
En 207 aC ya anciano, se le confió la tarea de componer el
himno en honor a Juno Reina, con ocasión de la victoria de
Metauro Nevio, unos años más joven que Andrónico,
nacido en Campania y educado en griega, representó juegos escénicos
con temas extraídos del repertorio griego. Su principal obra
es una epopeya imitada de la Ilíada de Homero, una crónica
versificada (guerra púnica). Así comenzó a forjase
una lengua latina que podría r con la de los historiadores
griegos.
La obra de Nevio fue continuada por Ennio que se estableció
en Roma, de la que fue poeta oficial, a imitación de Nevio.
En sus "Anales", especie de crónica romana, se remonta
audaz hasta el troyano Eneas y termina en su época, tras exaltar
a su héroe favorito, Escipión el Africano.
Sólo quedan fragmentos dispersos de las obras de Livio Andrónico,
Nevio y Ennio. Más suerte tuvieron Plauto y Terencio, dos jóvenes
contemporáneos de ENA. Planto murió en 184 a la edad
de sesenta años. Terencio murió joven en 159. ambos
autores se consagraron a dar forma romana a las obras de la Comedia
Nueva ática; un estilo peculiar próximo aún a
los primitivos juegos escénicos.
PLAUTO Y EL TEATRO POPULAR
Plauto no era un esteta. Adoptó las comedias griegas a los
gustos sencillos y más bien rudos del público romano.
Debió su éxito a la vivacidad de su lengua y a los chistes,
a seres groseros, con que salpicaba el texto de sus modelos griegos.
Nevio y Ennio habían forjado el estilo elevado de la poesía
épica. Plauto creó la lengua familiar de la comedia
escribiendo algunas de carácter que sirvieron de modelo a Shakespeare
o inspiración a Moliere.
Planto ensayó también la "comedia cómica"
Plauto, Tito Maccio. Comediógrafo latino /Sarsino, Umbría,
h. 251 - Roma, 184 aC) Sus temas están inspirados en la comedia
nueva griega y, entre sus obras, se destacan Miles Gloriosus, Las
Báuides, Asinaria o Las tres monedas.
Sus personajes - estereotipo influyeron notablemente en la comedia
dell`arte.
TERENCIO Y LA COMEDIA CORTESANA
Comediógrafo latino de origen africano (Cartago, h. 190 - Grecia,
159 aC) Sus comedias, serias, urbanas y con un toque de reflexión
moral, están dirigidas a un público culto: Andria (165
a C). El verdugo de sí mismo (163), El ennuco (163), Formación
(161) y Los adelfos (160).
Terencio (el africano) durante su niñez pasó de África
a Roma y fue esclavo de un senador que le dio esmerada educación
y luego la libertad. Su exquisito gusto le franqueó los círculos
más cultos de Roma. Ofreció a su público creaciones
más selectas que los personajes burlescos de Planto.
En Terencio la sicología es más importante que la acción.
Sólo vivió 26 años y escribió como mínimo
6 comedias. No se tienen más noticias. Es el segundo autor
de comedia y también el último dramaturgo importante.
Sólo las clases elevadas de la sociedad, pronto helenizadas,
podrán apreciar a Terencio: La masa popular prefería
el circo y los gladiadores (luchador que en Roma combatía,
en los juegos del circo, contra un hombre o fiera), púgiles
(boxeadores), luchadores y acróbatas o se divertían
con las farsas.
El teatro romano tendría muy corta vida. Era un rescoldo de
cultura griega transplantado a un ambiente más árido
y a un clima intelectual menos favorable. Nunca hubo comedia auténticamente
romanas, liberadas de influencias extranjeras. En cuanto a la tragedia,
la divergencia entre griegos y romanos era mayor todavía. El
alma romana carecía de complicaciones, era incapaz de captar
conflictos morales realmente profundos.
En cambio, en un género poético los romanos fueron originales:
la sátira. El creador fue Lucilito, hombre rico e importante
que pertenecía al círculo de Escipión como Terencio.
Lucilio emplea la sátira para combatir la decadencia moral
de Roma. Con Lucilio, la literatura se abre paso vigoroso en la sociedad
romana. Sólo se conservan fragmentos de sus poemas.
EL SIGLO DE PLATA DE LA LITERATURA
Al siglo de oro de la poesía latina, bajo Augusto, siguió
el siglo de plata, que dura hasta la muerte de Trajano, en 117.
Bajo la presión del despotismo, todo el optimismo y la alegría
creadora del siglo de oro transformóse en retórica hueca.
La mayoría de los poetas satíricos sucesores de Horacio
pasan del escepticismo (doctrina filosófica: el Hombre es incapaz
de alcanzar la verdad, duda de todo) a una amarga crítica social
de su tiempo.
La novela latina
La novela, es tal vez de origen griego. En su forma arcaica fue un
cuento amoroso e idealista. Parece que la novela no alcanzó
el realismo hasta la época imperial, cuando Petronio llegó
a un nivel magistral en la descripción psicológica y
en la pintura del medio ambiente.
Nerón, 37-68 (emperador. Tuvo por maestro a Séneca.
Gobernó con crueldad. Hizo matar a su madre, su primera esposa,
su hermanastro, su esposa Pefea. Persiguió a los cristianos.
Murió asesinado).
Satiricón, grandiosa novela costumbrista y de aventuras.
Su libro ofrece al historiador una imagen inapreciable de la vida
en la Roma neroniana. Sus descripciones de costumbres contemporáneas
están sazonadas con ironía y fino humor.
La sátira
Las sátiras ingenuas de Horacio no encontraron eco alguno en
las siguientes generaciones. Se convirtieron en libros o en predicación
moral de estilo hinchado. Así fueron las sátiras de
Persio.
Persio, su salud delicada le impidió tomar parte en juegos
con otros muchachos, cuanto sabía de la vida lo aprendió
en los libros. Por ello sus poemas no son más que sermones
estoicos en verso, sólo se encuentran en Persio frases rimbombantes
e hinchadas.
El poeta se hace insoportable cuando - es el caso de Persio - su virginal
inocencia ignora en absoluto la vida que fustiga. Persio murió
a los veintiocho años, sin tener experiencia de la vida.
En la Roma de entonces hubo otro poeta satírico, el hispano
Marcial, nacido en Bilbilis. Único escritor verdadero entre
una generación de retóricos. Marcial era la antítesis
de Persio: un libertino y un juerguista, su obra encanta por su psicología
incisiva y su vivísimo humor.
Marcial, su vida: llega a Roma a los veinte años, esperando
ser ayudado por su compatriota Séneca. Pero a poco de llegar
moría Séneca, víctima de Nerón. Busca
otros mecenas, mendigó escribiendo poemas a cambio de comida.
El hambre no le hizo perder su buen humor.
Marcial sobresale en el epigrama, es el único romano al nivel
de sus modelos griegos en tal género. Dejémonos de esos
poemas heroicos, dice, cuya extensión no hay quien soporte;
deberían leerse libros donde palpite la vida misma. Los míos,
por ejemplo, os encontrareis con hombres vivos.
Sin palabras inútiles, pinta Marcial la vida cotidiana.
Marcial no se detiene ante la obscenidad, por simple placer o por
llamar la atención.
Murió a comienzos del siglo II.
Juvenal nació poco después de ocupar Nerón el
trono y vivió setenta años. De carácter agrio
la vida no le ofreció posibilidades de escalar la posición
social a que se creía predestinado. Al principio trató
de crearse fama de orador y viendo su fracaso, se dedicó a
la poesía hacia el año 100. sus versos eran satíricos,
pero a diferencia de Horacio, sus sátiras son amargas y cínicas.
Recuerda la vida ruidosa y agobiante de Roma con admirable precisión.
Juvenal conoció las debilidades de los poderosos, su desprecio
olímpico hacia sus inferiores y su servil sumisión al
autócrata ocupante del trono.
Juvenal no sentía ningún respeto hacia los dioses populares.
Describe en especial los aspectos más sombríos de la
sociedad, su amargura le lleva a veces a la sinrazón. Era descentrado.
Las cartas a Plinio el Joven constituyen el mejor correctivo a las
exageraciones de Juvenal, tan contradictorias son las descripciones
que hacen de sus contemporáneos.
Juvenal decía que "Roma no tiene más hombres honrados
que desembocaduras tiene el Nilo", pero Juvenal sólo describe
lo malo de una época en que bien y mal andas mezclados, como
en todo tiempo y lugar.
En Atenas, los actores que representaban comedias de Aristófanes
descendían a menudo a crudas obscenidades y algunas escenas
sobrepasan mucho los límites de lo conveniente. Sin embargo,
no se lee en ninguna parte que los atenienses se escandalizasen. Aquella
época no se mostraba tan escrupulosa en lenguaje como la nuestra
y aplicaba intuitiva la divisa "lo natural no es malo".
Incluso Persio, escribió versos tan licenciosas que muchos
autores modernos vacilarían en darlos a la imprenta.
Las diferencias entre los tres poetas satíricos latinos más
famosos podríamos formularlos así: "Horacio ridiculiza,
Persio insulta, Juvenal fustiga".
BIBLIOGRAFÍA
- Leon Homo
"Nueva Historia de Roma" - Editorial Iberia, S.A. 1971 (sexta
edición) - 1º edición en 1943.
- A.S. Gonzalez - A.P. Jáuregui - I. M. Rodríguez
"Historia 1" Editorial Santillana - Edición 1998