TRADUCCIONES COMO
NOMBRES, UNA MALA
PRÁCTICA
Por: Anelio Merry López
Hay una mala práctica
que persiste en el
tiempo de parte de la
Contraloría General y
Tommy Guardia,
instituciones del Estado
panameño que trabajan
con la cartografía o los
mapas oficiales de la
república. Es una vieja
práctica que forma parte
del coloniaje, sobre
todo, para nombres de
comunidades, islas,
montañas, ríos u otros
lugares que forman parte
de la herencia de los
pueblos indígenas. Poner
nombres con sus
traducciones en español
que, a simple vista
parece fabuloso e
inofensivo. Pero el
tiempo ha demostrado que
esto va en detrimento de
los nombres originales.
Que amenaza anular
totalmente los nombres
originales, conforme que
pase el tiempo.
Ya es una práctica
cotidiana que los
visitantes nacionales,
turistas extranjeros e
incluso los propios
gunadule digan: voy a
Perro Chico, Aroma,
Anzuelo, Playón Chico,
Pelícano, tortuga y
muchos otros que se han
convertido en nombres.
Las redes sociales u
otros medios de
comunicación social
están inundadas de
promociones no con
nombres, si no, con las
traducciones de estos,
con la excusa que se
busca facilitar al
turista. Para nosotros
no es una práctica sana;
si fuese así, en los
mapas oficiales de la
República, entonces
todos los nombres deben
estar con sus
traducciones en otros
idiomas. Lo cual no es
posible ni correcto.
Esta mala práctica solo
contribuye a desmeritar
el idioma guna, en
nuestro caso.
Con respecto a las
traducciones muchos de
los nombres están mal
traducidos, o son
traducciones literales
que distorsionan
totalmente la
originalidad de los
nombres con que la
cultura gunadule ha
hecho conocer a lo largo
de su historia. Pero, si
es para que turistas
conozcan sus
significados, entonces,
no le estamos
proporcionando las
traducciones correctas.
Hemos encontrado
traducciones de los
nombres totalmente
distorsionados y fuera
de orden lo que dice
mucho cuando vienen de
las instituciones serias
u oficiales de Panamá.
Veamos solo algunos
ejemplos: “Carti Icotupu”
con la traducción que
dice “Isla Hueso
Aguja”(¿?), otra dice,
Cagandub, traduce
“Arena”, esta traducción
no es correcta porque no
refiere a la arena, si
no, a plantas o maleza.
Con esta traducción se
desvirtúa el significado
del nombre. Otro que
aparece, Panedub,
que está con dos
traducciones, en una
dice Isla Albatros y en
otro dice Isla Pato;
otro,
Yansagladub,
traduce Isla Cacique
Saino, así muchos otros
nombres que no
contribuyen en nada más
bien van en detrimento
de nuestro idioma.
Panamá forma parte de
la Organización de las
Nacionales Unidas (ONU),
que este año inició el
Decenio Internacional de
las Lenguas Indígenas y
en el marco de este
llamado internacional
nuestras instituciones
deben hace un alto. Para
que no sigan incurriendo
en estos errores y es
una mala práctica de
imponer traducciones a
los nombres de los
pueblos indígenas. Solo
contribuye a perpetuar
aquellos que no son
nombres, sino, son
traducciones y mal
traducidos. La
Contraloría General, de
la unidad de Cartografía
y Tommy Guardia deben
atender el llamado para
que contribuyan a la
revitalización y
promoción de nuestros
idiomas en su justa
medida, corrijan esa
mala práctica que solo
contribuye a
distorsionar nombres
originales en detrimento
de la cultura de
nuestros pueblos
indígenas.
Finalmente, queremos
hacer llamado a nuestra
gente, nuestra población
gunadule, sobre todo, a
los guías, a los
diferentes operadores
turísticos que trabajan
con turistas nacionales
y extranjeros que, no
sean parte de esta
práctica que lesiona
nuestro idioma. No
seamos verdugos de
nuestra cultura que, es
rica, diversa, colorido
y está lleno de
significados. Y
recuerde, no es San
Blas, es Gunayala. ***
23 de octubre, 2022
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Punto de Vista
Un espacio particular
para reflexionar sobre
diversas temas de la
realidad de Gunayala,
entre otros temas.
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