Por: Anelio Merry L.
10 de Enero (Yornii) 2007
Los diarios de La Editora Panamá
América el 9 de enero, amanecieron con más enredos. Además de la dosis
de sensacionalismo que le imprimen a la hora de publicar noticias
relacionadas, especialmente, del pueblo Kuna. Esto no es una apreciación
que se motiva a raíz de los últimos acontecimientos relacionados con los
incendios, sino que hemos sido testigo muchas veces cuando hacen alusión
a nuestros pueblos. Sus líneas editoriales son muy conocidas.
¿”Narcofuego” en Kuna Yala? así lo
tituló en ese día. Los cinco primeros párrafos de la noticia de la
primera plana en ninguna parte se relacionan con el título. Es decir, la
noticia habla de Wala de la Comarca de Wargandi, provincia de Darién,
pero el título menciona a Kuna Yala, que geográficamente están
distantes. No obstante, con estas informaciones están haciendo ver a la
opinión pública nacional que son del mismo lugar.
En la Sección: Nación en su página A3,
siguen con más enredos: “Balbina Herrera frente al tercer incendio
en la Comarca Kuna Yala después de visitar la zona de Uala”. La
periodista Grisel Bethancourt, quien firma la noticia, asume desde su
mesa de redacción que los tres incendios han ocurrido en la Comarca Kuna
Yala. Hecho que es totalmente falso. Es poco responsable estar
difundiendo informaciones no verificadas, ni mucho menos es responsable
de parte del medio jugar con la buena fe de los lectores con noticias y
titulares sensacionalistas lo que produce crear malicias en la opinión
pública.
El diario DIA a DÍA de la misma
editora, las periodistas Evidelia Velásquez y Gloria Leiva, inicia la
noticia: “¡Alerta! La devastación por incendios en menos de un mes, de
tres comunidades indígenas en la Provincia de Darién..” Contrario
al anterior, en este caso, asumen que las tres comunidades son de la
Provincia de Darién. En las líneas subsiguientes de la misma noticia,
donde se asume que es una declaración de Juana López, Gobernadora de
Darién dice: “…manifestó que los dos incendios anteriores se dieron
en la Comarca Kuna Yala, y el que se dio en Wala si pertenece a
Darién”.
Las imprecisiones, las suposiciones y
el conocido sensacionalismo no es exclusividad sólo de estos periódicos.
Casi todos los noticieros de las emisoras y televisoras que hemos
monitoreado repitieron el
mismo error.
Una
reportera de RPC Televisión al medio día del 8 de enero decía: “Wala de
Kuna Yala”, Telemetro Canal 13 decía: “otra comunidad de Kuna Yala,
haciendo alusión a Wala. Y otro decía que el incendió ocurrió en el
oeste del país.
Por otro lado, hasta ahora no hay una
investigación concluyente sobre ninguno de los tres incendios, no
obstante, para los medios el tema central es el narcotráfico, tema con
que es mejor llamar la atención que el propio evento del incendio y las
desgracias de sus pobladores que hoy viven en la intemperie. Todos
corrieron a buscar sus “fuentes”, y no importó a uno agarrar a un “pobre
indio” en la calle que con su limitado español no sabía realmente lo
que estaba diciendo. Dirán -hay que consultar cualquier fuente- no importa
si es creíble o no porque hay que llevar noticias al medio donde se
pueda captar la atención del público.
“No tenemos ninguna información de que
este hecho se haya dado a través del narcotráfico, pero sí queremos las
autoridades investiguen si hay mano criminal”, decía la gobernadora de
Darién. “Ahora no hay informes oficiales que se trate de narcos”, dice
el otro. Por su lado, el vice-ministro de Gobierno y Justicia, Severino
mejía fue más moderado “no es responsable dar opiniones sobre el tema
sin tener concluidas las investigaciones, pero es sospechoso que se haya
dado tres incendios”. En las últimas horas, aunque las autoridades ya no
se atrevieron hacer señalamientos directos, los medios por su lado, ya
dan por hecho que estos tienen que ver con el narcotráfico.
En caso de Miria Ubgigandup de la
Comarca Kuna Yala, los señalamientos de las autoridades de Cuerpo de
Bomberos, entre esta mareada de informaciones sensacionalistas que
producen los medios, quedaban en tercer plano. “El jefe bomberil dijo
que el incendio de la isla Soledad Miria, el 26 de diciembre, se produjo
por la explotación de un tanque de gas, pero el tercero, acaecido el
domingo 7, no tiene lógica”. En el momento de la explotación había
personas en la casa dónde se originó el accidente. A quienes, por la
misma negligencia de las autoridades al parecer no fueron entrevistadas
en su momento, ni mucho menos por los periodistas. Ahora resulta que la
Comarca Kuna Yala es el centro de atención por todo lo que sigue
generando en las últimas horas.
Finalmente, las declaraciones de la
señora Ministra de Gobierno y Justicia, haciendo un llamado a la
población kuna que “no se estén metiendo en cosas que no deben para que
no tengan que enfrentarse” son poco responsables. Al igual como muchos
han pretendido ver que toda la población nos dedicamos al narcotráfico,
tenemos nexos y otras bajezas. Lo que es totalmente falso, al igual que
otros sectores, o cualquiera sociedad habrá personas que rompan normas,
elementos de mal vivir, pero no es cierto que la totalidad de nuestros
pueblos avalan estas actividades, sino todo lo contrario la condenamos.
Asimismo, esperamos que las autoridades, especialmente, del Ministerio
de Gobierno y Justicia, instancia que corresponde atender como se debe
los problemas que enfrenta Kuna Yala. ¿Dónde están sus fuerzas de
seguridad en nuestras comarcas? Debería realizar una vuelta a Kuna Yala
para luego hacer sus propias evaluaciones. Si los estamentos de
seguridad saben de las movilizaciones de estos grupos irregulares,
entonces cuando piensan actuar. O esperar, que aparezcan en los medios y
nos demos el gusto de sensacionalizar estos hechos?. Y aparezcan las
autoridades, toda seria indicando que estamos haciendo algo o
simplemente haciendo llamados, cuando debería estar procurando dar
respuestas a la seguridad o la inseguridad que no sólo viven nuestras
comunidades, sino toda la república.***
A
propósito de los incendios
LOS
KUNAS Y LOS MEDIOS
Por: Anelio Merry L.
8 de enero, 2007
Los tres últimos incendios registrados
en nuestras comunidades kunas hacen saltar a la vista una vez más, por
un lado, la ignorancia de algunos periodistas y por el otro, sus
prejuicios conocidos. En esto por supuesto no se escapan las autoridades
nacionales, ni que decir de la población nacional.
La Comarca Kuna Yala, Madungandi,
Wargandi y la región de Dagarkunyala, son pueblos geográfica y
administrativamente distintas pero culturalmente iguales. No obstante,
algunos periodistas a la hora de reportar informaciones que se genera en
estas regiones cometen el error de señalar como todas fueran de Kuna
Yala o simplemente se confunden entre si. Lo que produce mayores
confusiones entre la opinión pública nacional.
La Ministra de Vivienda Balbina Herrera,
en las últimas entrevistas concedida a los medios insistía que todas son
de Kuna Yala. Una reportera de RPC Televisión al medio día de hoy (8 de
enero) decía “Wala de Kuna Yala”, Telemetro Canal 13 decía “otra
comunidad de Kuna Yala, haciendo alusión a Wala. Y una información más
despistada indicaba hoy, que el incendió ocurrió en el oeste del país.
Lo peor del caso se registra cuando entre las autoridades insinúan que
estos incendios podrían estar ligados con el “tumbe de drogas”. Que a
pocos minutos se convierte en tema de comentarios en los medios
televisivos y radiales, destacando finalmente los prejuicios, las
suposiciones con respecto al tema. No importa, si es una información no
verificada, sino que es más interesante crear sensacionalismo.
Mientras
el Teniente Juan De Arco, del Cuerpo de Bomberos de Panamá, informaba
que el incendio de Miria Ubgigandup, Kuna Yala, “fue causado por una
fuga en un tanque de gas de 25 libras”. “No hay indicios de mano
criminal, reveló De Arco”. Pero nadie de los comentaristas detuvo hacer
la salvedad, sino que todos se concentraron en el tema del narcotráfico,
olvidando de la desgracia del mismo pueblo, porque aquí lo que vale es
el sensacionalismo.
En este
último caso, del incendio de la comunidad de Wala, los comentaristas y
los reporteros de los noticieros hablaban de las costas, y mencionan el
mar, señalan que los kunas son expertos nadadores. Lo que hace entender
a la opinión pública que Wala está en la costa, cerca del mar. ¡Que
barbaridad!.
Otros de
los aspectos que particularmente nos llamó la atención, es lo que
señalaba el Director de SINAPROC, y los funcionarios de MIVI, que en vez
de las casas tradicionales las comunidades deberían tener casas
combinadas de bloque y palos y de techo que tenga zinc. Me acordé de la
visita que recientemente realizó el Presidente Martín Torrijos a
Yandup-Nargana, Kuna Yala, cuando en medio del discurso el mandatario no
aguantó el calor, optó por cambiar de lugar. Ahora imaginemos casas con
techo de zinc, para ver si ellos lo aguantan esta situación, máxime
cuando el sol llega a toda su plenitud.
La casa
kuna, no es un simple lugar de dormir, es un hogar, es una
representación simbólica de los tres elementos fundamentales que
descansa la cultura kuna: bulagwagwad (unidos), Kwenadigualed
(hermandad), gwamakaled (lo compacto). En ese sentido, debe mediar una
alternativa viable que no contravenga con estos valores, así como
tampoco sean verdaderos hornos.
Regresando a los medios no es la primera que los medios de comunicación
social incurran en estos errores, a pesar de las aclaraciones que se
procuran por los pueblos kunas, siguen asegurando como si estos hechos
fueran verídicos.***
ANTE
MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Por:
Anelio Merry López
Conocemos
la postura de algunos medios de comunicación social sobre los
pueblos indígenas. Asimismo conocemos la lucha que dicen tener
en favor de la libertad de expresión, por lo que ellos desde su
empresa periodística, escrita, radial y televisiva tienen la
libertad de expresar lo que le parezca, no importa si se ajusta
a la realidad o no, especialmente, cuando aluden a los pueblos
indígenas.
Cuántos
espacios, columnas han sido usadas para ello, y nosotros los
hemos leído y escuchado. La última publicación de un medio
escrito ha llegado a un nivel intolerante, cuando hacen
afirmaciones sobre hechos que no se ajustan nada a la realidad,
con eso no sólo se irrespeta al pueblo kuna, sino que falta a
los lectores. Pero allí no radica tanto el problema, sino
quienes promueven éstas libertades parecen que son los primeros
que atentan contra ellas. Son los mismos que también insisten
en decir "somos la voz de los sin voces" reduciendo a
otros a simples convidados de piedra, que no hablan, sino que
ellos lo hacen por ellos.
El
derecho a la réplica que los ciudadanos tenemos ante una
publicación parece no tener cabida en ocasiones, se elude ese
derecho. No es la primera vez que ese derecho ciudadano es
obviado por aquel medio, y por aquellos que como particulares
escriben, hablan cuestionando a los pueblos indígenas a través
de los medios a su alcance.
Entendemos
que la libertad de expresión no es un derecho exclusivo de las
empresas de medios de comunicación social, es un derecho de
todos. Los ciudadanos, cualquiera que sea su condición debe
tener la misma condición para responder a quienes lo mencionen.
Sin embargo, una vez más los llamados defensores de las
libertades, especialmente, la libertad de expresión se ha
quedado en una expresión caricaturizada.
Tomado
de Koskun: Boletín Informativo de IIKK - Edición Nº14 Sept.
2005
Edición: 11 de Marzo /2004
"CUESTIÓN
CULTURAL O CUESTIÓN DE COMUNICACIÓN"
No
es la primera vez que la gente no indígena, entre ellas las
autoridades llegan con apreciaciones alejadas de la realidad,
tergiversadas, cuando se trata de los indígenas. Por
ejemplo, veía la conclusión de una comunicadora en televisión
hace algunos años: "que por cuestiones culturales en
pueblos indígenas es permitido el incesto". ¡Qué
barbaridad! En otra oportunidad decían que por prácticas
culturales se aplicaba la ortiga como castigo a la gente. Igual.
Ahora, a propósito de la malaria en Madungandi las mismas
autoridades del Ministerio de Salud, como por ejemplo el Dr.
Pimentel dijo que la negativa de los kunas "era un problema
cultural, es más señaló: "creen que fumando una pipa
alejan a los malos espíritus y curan a sus enfermos".
El problema no es la cultura, sino la falta de una cultura de
comunicación, y de conocimiento, entre ambas direcciones. Pero,
generalmente la actitud de los "no indígenas" es impositiva y de
menosprecio. Porque, hasta estos días no había
una coordinación real entre las autoridades tradicionales
frente este tipo de situaciones, sino que sólo se apuran cuando
ocurren estos casos.
Para
nosotros, los discursos y los mecanismos deben cambiar de parte
de las autoridades nacionales para enfrentar estos casos. Por
ejemplo, en caso de Kuna Yala, la situación ha variado cuando
las autoridades de salud han involucrado a las autoridades
tradicionales, las estructuras ya existentes para enfrentar esta
crisis, eso gracias a la insistencia de las mismas autoridades
comarcales.
En
caso de Madungandi la información no se ha manejado en su justa
dimensión. La simple apreciación: "por cuestiones
culturales los kunas
no quieren atenderse", demuestra la ignorancia y de mala fe
de las autoridades. Porqué no destacaron que unos días antes el
personal de salud estuvo asistiendo a la comunidad, pero como
tenían programado una ceremonia donde no se permite entrar y
salir a ninguna persona, no entraron y coincidió con situaciones
difíciles. No obstante, destacaron a grandes titulares "Sáhilas
obstaculizan control de malaria", "Las comarca no son
otra república","jefes indígenas panameños
boicotean campaña contra malaria", entre otros. ¡Qué
poca seriedad!
Hay
que tener en cuenta, sin excepción de nadie, por naturaleza
humana somos recelosos frente a lo desconocido. Peor cuando no
le comunican como es debido, usando los códigos adecuados.
Para
entender mejor lo que estamos indicando, tomamos una experiencia
de un amigo. Ocurrió en esas campañas de vacunación en Kuna
Yala, hubo momentos en que algunas madres ocultaban a sus hijos.
Cuando se le preguntó después a una de ellas, porqué actuaba
así, comentó: "es que éste Dr. maltrata a los niños, el
anterior no era así". Hecho que se comunicó al Doctor y
explicó después que la vacunación anterior era subcutánea,
ahora siendo vacuna contra el tétano era intramuscular, que se
aplica de forma distinta. Ante los ojos de una madre era
maltratar a su hijo. No era problema de cultura, era una cuestión
de comunicación, lo que hizo falta.
Si
un renombrado inaduled (botánico) kuna invitara al ministro de
salud tomar una pócima para limpieza de la sangre que
acostumbran tomar los kunas; ¿creen que el ministro tomaría?
Estoy casi seguro que no lo haría. Primero, porque desconoce,
segundo, puede que conozca otro remedio.
Entonces rectifiquemos.
Anelio
Merry L.
Tomado del Boletín Koskun Nº10 / Febrero, 2004
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