8.0
En el Capítulo 7,
7.3,
hemos concluido que los Germanos
han pasado un ejército al sur del Rhin no
demasiados años antes del año
Los
Germanos
se han “instalado”
―terminología de Estrabón― en los territorios conquistados.
Obviamente, los derrotados habitantes belgas han sido desarmados y sometidos a vasallaje o esclavitud. El general
en jefe del ejército invasor germano, Ariovisto, se ha proclamado Rey.
Ha surgido, por lo tanto, un nuevo reino germano en
En
el mapa mostramos una propuesta de la probable extensión territorial del reino de Ariovisto,
basada en los textos de los Comentarios, [I, 1].
Desde
que se produjo la ocupación de los Germanos,
los Belgas
han intentado recuperar militarmente sus territorios ―esa es la razón de
que estén
continuamente en guerra con los Germanos, [I,
1]. Sin embargo, Ariovisto
ha sabido defender bien la posesión de los territorios conquistados hasta este
momento, [I, 44].
Ariovisto también ha
intentado expandir los territorios de su reino hacia el este, haciéndole la
guerra a los Helvetios.
Sin embargo,
contra estos enemigos no le han ido bien las cosas, puesto que sus
tropas han sido rechazadas en varias ocasiones. En otras, han sido los propios Helvetios
los que han invadido territorios de su reino, [I, 1]. En la
mayoría de las ocasiones los Germanos han salido malparados, según Julio César,
[I, 40].
A
lo largo de nuestra lectura del Libro I
de los
Comentarios, veremos que todas nuestras interpretaciones de
Como
ya va siendo habitual en esta web,
AVISO A LOS NAVEGANTES:
letra normal en color
azul Textos
originales de
[Letra negrita itálica en color verde] Interpolaciones de
[...] Amputaciones de
letra normal itálica en color fucsia Nuestros comentarios generales, o intercalados en los textos clásicos..
8.1 LOS TEXTOS
CENSURADOS DE JULIO CÉSAR TODAVÍA NOS CONFIRMAN QUE BÉLGICA FUE INVADIDA Y
OCUPADA PARCIALMENTE POR UN GRAN EJÉRCITO GERMANO COMPUESTO POR UNOS 120.000 EFECTIVOS, DIRIGIDO POR ARIOVISTO, NO MÁS TARDE DEL AÑO
Julio César nos informa sobre la ocupación germana de parte del territorio de Bélgica ―a pesar de la acción de
… Pero que peor había sucedido a los Sequanos vencedores que a los Haeduos
vencidos; porque Ariovisto, Rey
de los Germanos, “se había asentado”
en los territorios “de ellos” y “había ocupado” “la tercera parte” del campo [...] [Sequano], que era el mejor de toda [...] [
…
Que primero quince
millares (15.000)
de éstos [de Germanos], aproximadamente, habían pasado el Rhin. Después que “hombres fieros y bárbaros” “se habían aficionado” “a los campos”, “cultura” y “riqueza” de los [...]
[Galos], habían sido pasados más. Que “ahora” había en [...] [
… Que Ariovisto, por su parte, luego que una
vez “había vencido en combate” a
las tropas de los [...]
[Galos], y que tal combate había sido hecho en Admagetobriga, mandaba soberbia y cruelmente. Pedía
como rehenes los hijos de cada uno el más noble, y aplicaba a ellos todos los
escarmientos y tormentos si alguna cosa no había sido hecha a la indicación o a
la voluntad de él … ,
… Que [
(1)
Hoy leemos en los Comentarios, [I, 31],
que los Germanos
entraron en Bélgica
para apoyar intereses regionales
de los Sequanos frente a los Haeduos. La entrada de los Germanos
en Bélgica
tuvo lugar catorce (14) años antes del
año
En un principio,
no debería parecernos raro esto, puesto que este tipo de conflictos parece que
no era infrecuente entre las satrapías persas, según se lee hoy en
La evolución del conflicto
inicial entre las dos regiones belgas
ha dado como resultado que el general germano Ariovisto, al
frente de un gran ejército de 120.000
hombres, se ha apoderado de la
tercera parte de Bélgica, [I, 31]. Esto es, aproximadamente, lo que también se puede deducir de los
Comentarios, [I, 1],
respecto a la extensión de los territorios belgas ocupados por los Germanos ―ver nuestra propuesta en mapa
de 8.0.
Nótese que Germania
es un poderoso país estructurado europeo del Siglo I a.C.,
puesto que tiene la capacidad
de reclutar,
armar, entrenar, mantener, y gestionar ejércitos tan enormes como el que manda
Ariovisto el año
Que el país germano tenga esta capacidad en el Siglo I a.C., implica que tiene
una gran densidad de población; una agricultura productiva; una buena cabaña
ganadera; unas buenas industrias de minería, siderurgia y metalurgia del hierro
y del bronce; una buena industria armamentística; una buena industria de
servicios, etc.. Nada de esto puede
darse en un país sin un estado suficientemente organizado que aproveche
sus sinergias; sin una buena estructura social; sin acumulaciones de capitales;
sin una estabilidad política suficiente; y sin
el necesario desarrollo cultural, económico y tecnológico.
Señoras y señores,
ustedes mismos pueden hacer estimaciones probables de los gastos que generaría
el ejército de Ariovisto en el Siglo I a.C., si basan sus cálculos tomando de los periódicos los 103.000 millones de dólares presupuestados por los Estados Unidos para mantener operativo su
ejército de Irak durante 2.005, el cual tiene
un número de efectivos parecido al del ejército de Ariovisto.
Estas son las razones que explican
porqué el Imperio Romano nunca pudo subyugar a Germania, ni siquiera en sus
tiempos de mayor auge. Al contrario, fue
Germania el país que libró a Europa de las cadenas del Imperio Romano.
Seguimos.
Nótese también que Julio César considera que
Bélgica es un país de gran cultura y riqueza, con una
agricultura muy productiva, [I,
31], en su opinión
superiores a las germanas. Es
decir, está hablando de otro país
estructurado europeo típico del
Siglo I a.C., cuyos habitantes disfrutan de
una Civilización
no inferior a
El
gobierno belga
ha enviado un ejército, al menos, para la recuperación de los territorios
perdidos, [I, 44];
pero Ariovisto,
tras catorce
años de guerra con los Belgas, [I,
36], ha resultado vencedor, [I, 44]. Parece que la batalla final de
la guerra ha tenido lugar en Admagetobriga, [I,
31] ―lugar
desconocido. Se ha consolidado, pues, la ocupación germana de
los territorios belgas invadidos.
Es ingenuo y absurdo
aceptar que los germanos,
después de vencer “a Sequanos y Haeduos”, no hayan ocupado militarmente la
totalidad de sus territorios; y
solamente se conformen con “la ocupación de la tercera
parte de los territorios de los Sequanos”,
[I, 31].
También es ingenuo y
absurdo aceptar
que la gestión del cobro de tributos al resto de los Sequanos no ocupados y a los Haeduos
sea realizada por los germanos a distancia, [I, 44] ―vamos, ”mediante giro postal”.
Todas
estas aparentes
tonterías que hoy leemos en los Comentarios, son el resultado de las torpes manipulaciones de
Antes de proseguir,
consideramos obligado hacer una reflexión aquí y ahora, porque la información
que manejamos es confusa, en apariencia.
Razonemos,
Por una parte, acabamos de
ver que Julio César no utiliza para nada el etnónimo Celtas, y solamente escribe Germanos, cuando se refiere al ejército invasor
de Ariovisto.
También en estos pasajes, Julio
César parece desconocer
el etnónimo Galos, el cual hoy vemos aplicado en los Comentarios a Germanos,
Belgas, Aquitanos, y Helvetios, de forma indiscriminada.
Y en nuestro Capítulo 7, 7.3, ya hemos reparado en que el filósofo Estrabón también parece desconocer el
etnónimo Galos.
Por otra parte, sabemos
que los Griegos del tiempo de Estrabón, al menos, denominaban Celtas a los habitantes del norte de Europa,
puesto que él lo hace en su Geografía, en numerosas ocasiones.
Y tenemos que el primer
pasaje del Libro I de los comentarios nos ha llegado con el etnónimo Celtas ―etnónimo autóctono germánico, y también
designación griega para los habitantes del norte de Europa― aplicado para designar a los Germanos de Julio César.
¿Qué está pasando
entonces?
En nuestra opinión, los
textos originales de
En la primera ocasión se
habría cambiado con el etnónimo autóctono germánico Celtas, también designación
griega,
el etnónimo Germanos utilizado por Julio César. Esto es confirmado por Estrabón, como ya hemos visto en nuestro
Capítulo 7, 7.3.
Entonces, ¿un griego censurando los Comentarios de
En nuestra opinión, en
algunas de las obras clásicas que han llegado hasta nosotros, hay datos para
poder afirmar que la primera etapa de
Ya hemos tenido un
adelanto en nuestras lecturas del Timeo y el Kritias de Platón, y de
En la segunda censura de
textos, realizada en un tiempo posterior a Estrabón, en los
Comentarios se habría introducido, de forma indiscriminada y muy descuidadamente, el
etnónimo Galos
para todos los habitantes europeos de la región geográfica limitada al norte
por el Rhin, al este por los Alpes, al sur por el Mediterráneo y los Pirineos,
y al oeste por el Océano —incluyendo a los Germanos del ejército de ocupación comandado por
Ariovisto.
Esta segunda manipulación
de los textos sería la principal responsable de las inconsistencias que en la
actualidad encontramos en los textos.
Continuamos con nuestras
interpretaciones de la lectura de los
Comentarios:
Alcanzada la victoria militar sobre
los Belgas,
Ariovisto
trata de consolidar políticamente la
conquista: se proclama Rey de los territorios ocupados, en nuestra
opinión… aunque, ¿cabría la posibilidad
de que ya ostentara ese título en Germania, antes de la invasión?
El
nuevo
y poderoso Rey
europeo Ariovisto
comienza a ser reconocido internacionalmente. El Rey del Nórico, Voccion, quiere
ser su aliado, cosa que Ariovisto acepta encantado. La alianza se hace efectiva por medio del matrimonio de la
hermana de Voccion con Ariovisto, la cual será su segunda
esposa, puesto que Ariovisto se había casado en Germania con una sueva antes de la
invasión de Bélgica,
[I, 53].
Tras
sellar su alianza con el Reino del
Nórico, Ariovisto continúa sus acciones
diplomáticas para ampliar todavía más el
reconocimiento internacional de su “nuevo” reino europeo; y, al parecer, el año
8.2 EL AÑO
… Puesto que alcanzado por tan gran beneficio suyo
[de
… que, siendo él
[Julio César] cónsul,
Ariovisto “había pedido la amistad del pueblo romano con grandísimo deseo”… , Julio César, Comentarios de
…
y llegaba [
…
César, al principio del
discurso, recordó sus
beneficios y del Senado a aquél [Ariovisto]:
Que
había sido llamado Rey por el Senado; que Amigo.
Que
le habían sido enviados regalos muy ampliamente.
Indicaba
que aquello no sólo había acontecido a pocos, sino que había solido concederse
por grandes servicios de hombres [a Roma].
Que
él, no teniendo acceso a ellos, ni motivo justificado de pedirlos, había
conseguido aquellos premios por favor y liberalidad suya
y del Senado… ,
(2)
Por lo que cuenta Julio César en los pasajes seleccionados, el
Senado romano reconoce como Rey a Ariovisto, y lo declara Amigo del Pueblo Romano, sin objeciones.
Sólo un país enemigo a ultranza del Imperio
Atlántico Europeo podría reconocer al “nuevo” reino europeo
implantado en los territorios arrebatados a los Belgas.
A
partir de este momento, el Reino de la “Galia Céltica” es aliado oficial de
Por
lo visto, en el año
En
efecto, Ariovisto
había abierto en
No
obstante, ya hemos visto en el Capítulo 7, 7.3, comentario (1), que, a pesar de haberlo reconocido
como Rey
de la “Galia Céltica”,
y haberle otorgado el título de Amigo del Pueblo Romano, Julio César seguía considerando a Ariovisto
como un ocupante ilegítimo de
los territorios belgas.
Veamos
ahora algunas opiniones que
8.3
… Ariovisto respondió a estas cosas:
Que era derecho de guerra
que los que habían vencido mandaran como quisieran a aquellos a quienes habían
vencido.
Que
igualmente el pueblo romano acostumbraba a mandar a los vencidos no al dictado
de otro, sino a su arbitrio … , Julio César,
Comentarios de
… Que él [Ariovisto] había pasado el Rhin “no
por su voluntad”, sino “rogado y
llamado” por los [...] [Galos].
Que no
había dejado patria y parientes sin gran esperanza y grandes premios.
Que
tenía en [...]
[
Que percibía,
por derecho de guerra, el tributo que los
vencedores acostumbraban a imponer a los vencidos … ,
…
Que no había declarado él la guerra a los [...] [Galos],
sino los [...] [Galos] a
él.
Que
todos los pueblos de [...] [
Que
todas aquellas tropas habían sido rechazadas y vencidas por él
“en un solo combate”.
Si
quieren probar de nuevo, que él está preparado a luchar otra vez. Si quieren
usar de paz, que “es injusto rehusar
acerca del tributo”, el cual habían pagado hasta este tiempo “por su voluntad” … , Julio César,
Comentarios de
… Que él había venido a [...] [
(3) Ariovisto, dueño y señor de los territorios belgas
ocupados, se ha proclamado Rey. Sus vasallos belgas están obligados a obedecerle
y a pagarle tributos, [I, 36],
[I, 44].
El gobierno belga le ha declarado la guerra, como era de
esperar, y ha enviado un ejército contra él. Las tropas de Ariovisto han rechazado este
ejército, que “ha
sido vencido en un solo combate”, fanfarronea Ariovisto, [I, 44]. Sin embargo, en [I,36] se ha puesto en su boca que los
Germanos
ya llevaban catorce (14) años de guerra
continuada con los Belgas en
el año
Los territorios belgas ocupados por los Germanos no han podido ser
liberados, pues, y sus habitantes deberán seguir soportando el dominio germano,
y continuar pagando los tributos establecidos por Ariovisto.
Ariovisto,
cuando reafirma sus
derechos de conquistador ante
8.4 ES MUY EXTRAÑO, Y
ABSURDO, QUE
… todos los enemigos [los Germanos] volvieron las espaldas, y no cesaron de huir hasta que llegaron al río Rhin,
aproximadamente a cinco millares de
pasos [7,4 km] de aquél lugar [en que tuvo lugar la batalla final entre Romanos y
Germanos] … , Julio César,
Comentarios de
(4) Una de las cosas que más llama la atención del Libro I
de los
Comentarios, es el lugar donde se libra la batalla final entre Romanos
y Germanos.
Esta batalla se libra casi a orillas del Rhin;
más exactamente, a
De esta información se infiere que las tropas romanas
han pasado el río Ródano; han tenido
tiempo de perseguir y derrotar a los Helvetios; han pasado frente a la plaza fuerte de Bibracte [hoy Beziers]; han continuado
camino y pasado frente a la
plaza fuerte de Vesontio [hoy Besançon];
y han
tenido que llegar a
En otras palabras, según se lee hoy en los Comentarios, las
tropas romanas han cruzado TODO El REINO
de Ariovisto… ¡¡¡sin avistar a uno solo de los 120.000 soldados de su ejército!!!
Nadie podrá negar que todo esto es muy extraño. Absolutamente
extraño y absurdo.
No obstante, como estamos avisados por Cayo Suetonio, este absurdo nos hace pensar que es altamente probable que ya en el
Libro I de los Comentarios pueda haber milongas de Julio César.
En efecto, nos encontraremos unas cuantas durante nuestra lectura de los
textos.
8.5
ABSURDOS
Y MILONGAS DE JULIO CÉSAR EN
… Preparadas todas las cosas para la marcha, señalan un día en
el cual “todos” [los Helvetios] se
reúnan a la orilla del Ródano. Éste era el día antes del quinto día de las Kalendas de Abril
[28 de Marzo], siendo cónsules L. Pisone y A. Gabinio … ,
… Sin embargo, para que pudiera mediar espacio hasta que los
soldados que había pedido se reunieran, [
… Mientras tanto, con
aquella legión que tenía consigo y
con los soldados que se habían reunido
de
(5) Pues vaya, empezamos a comprobar que Cayo Suetonio
tiene toda la razón cuando
sugiere que
Veamos,
Según nos cuenta
Que a nadie se le ocurra pensar que la concentración genera un tumulto caótico, porque la operación es ejecutada
por el estado helvetio de forma sumamente organizada, y sin dejar
nada al azar; pues se lleva una registro minucioso y ordenado de las
368.000 personas concentradas… “en tablas escritas
con letras griegas”, [I, 29].
Como “parece”
que los Sequanos no los dejan hacer
camino por sus tierras de la ribera norte del Ródano ―a pesar de que los pobres
Sequanos están férreamente dominados e inmovilizados por los soldados
germanos del Rey Ariovisto, al igual que los Haeduos―,
los Helvetios
envían una delegación a Genua [hoy Ginebra]
donde está Julio
César ojo avizor controlando sus movimientos, para pedirle que los
deje pasar, rumbo hacia la “Galia
Céltica”,
por los territorios de la ribera sur del Ródano “recientemente conquistados” por
Julio César, que no tiene un pelo de tonto, calculando que le causarían
problemas de orden público si los dejase pasar, les dice que se lo pensará
y que vuelvan por la respuesta el 13 de abril ―quince (15) días después―,
con el fin de tener tiempo de prepararse para hacerles
frente, [I, 7].
Y,
mientras que las 368.000
personas ―de las cuales forma
parte un ejército de 92.000
hombres―, esperan a que llegue el día fijado por Julio
César tomándose un relax de
dos semanas en las riberas norte del Ródano y del lago Lemán,
éste
pasa todas las escasas tropas de que
dispone a la ribera norte del lago Lemán
―una legión y los soldados que se habían reunido de
―¡Qué
gran estratega Julio César! Ha ordenado una audaz y habilísima
maniobra con la cual… ¡¡¡deja expedita a los Helvetios la ribera sur del Ródano!!!
―Que venga, que sí,
que les deja pasar. Que se aparta para que no lo arrollen.
―Y los 92.000 soldados
Helvetios, junto con su Plana Mayor, sus señoras, sus hijos, y sus
novias, venga a disfrutar del relax. Que no se dan por enterados, oye.
―Por cierto, ¿sabe
alguien por dónde andan las tropas de los Sequanos?
Por si
todo lo anterior no se nos antojase lo suficientemente absurdo,
Dice que en esos quince (15) días, con
aquella legión que tenía y los soldados que se habían reunido de
Julio César nos está diciendo que, en sólo quince (15) días, además
de cavar un foso defensivo del tipo estándar romano ―se
supone―, de
Dicho de
otro modo: que Julio
César afirma que sus soldados han fabricado, en
sólo quince (15) días, un muro de las
dimensiones citadas; para cuya construcción, si ponemos como peso específico medio de los
materiales utilizados unas 2,3 Ton/m3, han
empleado… ¡¡¡unas 450.000 toneladas de piedras!!!
―Mira que dejar escrito que construyó en sólo quince (15) días una obra con un peso de materiales equivalente al de tres (3) escolleras como la del Puerto Prerromano
de Bares…
Hace falta ser exagerado…
No puede haber, pues,
quien niegue que esta tremenda milonga de Julio César es de Juzgado de
Guardia.
Tras la lectura de toda esta sarta
de chorradas, empieza a parecer altamente probable que toda
Vamos a seguir los pasos de estos rarísimos
y excéntricos Helvetios, a ver qué nos encontramos…
8.6
MÁS ABSURDOS Y MILONGAS DE JULIO CÉSAR EN
… Había en total
dos caminos, por los cuales caminos
pudieran [los Helvetios] salir de la patria:
Uno por los Sequanos, angosto
y difícil, entre el monte Jura y
el río Ródano, por donde apenas los
carros podían ser conducidos de uno en uno. Además un monte altísimo dominaba,
de forma que muy pocos podían fácilmente impedir el paso.
El otro por nuestra Provincia, mucho más fácil y expedito porque entre
las fronteras de los Helvetios y de los Alóbroges, “que
habían sido pacificados recientemente”, fluye el Ródano, y éste por algunos lugares se pasa por vado … , Julio
César, Comentarios de
(6) En efecto, el paso desde el sur de Helvetia a la “Galia
Céltica” solamente puede hacerse por la cuenca del Ródano, bien
por su ribera norte, o por su ribera sur.
… Los Helvetios, destituidos de esta esperanza [de que Julio César
les permitiese el paso por la ribera sur del Ródano], habiendo intentado
si pudiesen forzar el paso algunas veces de día, y con más frecuencia
de noche, juntadas naves y hechas muchas balsas; otros por vados del Ródano, por donde la
profundidad del río era la más pequeña, rechazados por la fortificación de la obra y por la concurrencia y los
dardos de los soldados, desistieron de
este intento … , Julio
César, Comentarios de
(7) Una vez que Julio César “les ha negado el
paso” a la orilla sur del Ródano, los Helvetios intentan cruzar el río por
la fuerza; pero, debido a la existencia de fortificaciones y a la resistencia
opuesta por las tropas romanas, fracasan
y deciden retirarse, [I, 8].
O sea, que aquí somos informados de que lo que Julio César
ha realmente fortificado con sus
soldados es… ¡¡¡la ribera
sur del Ródano!!!
Así que, nunca antes de este ataque de los Helvetios
han cruzado las tropas romanas a la ribera norte del lago Lemán. Este pasaje confirma la milonga de la construcción del muro de
… Un solo camino quedaba, a través de los Sequanos, por el cual no podían ir no queriendo los Sequanos, a causa de las angosturas …
, Julio César, Comentarios de
(8) Efectivamente, el otro camino disponible para pasar a la
“Galia Céltica” es por la ribera norte del
Ródano, tal y como nos dijo Julio César en [I, 6].
Y acabamos de ver que no hay muro romano de
… y [Dumnorix] consigue de los Sequanos que permitan que los Helvetios
vayan por sus territorios … , Julio
César, Comentarios de
(9) He aquí la mayor
milonga de Julio César que hemos encontrado hasta ahora.
Ya estamos cansados de saber
que el territorio de los Belgas Sequanos está dominado por el ejército germano
del Rey
Ariovisto,
tal y como se nos dice en [I, 31],
[I, 36] y [I, 44]. O sea, que los Sequanos
no están en
condiciones de poder permitir nada en la “Galia Céltica”,
en el año
Por lo tanto, debemos
tener la absoluta certeza de que, tras su rendición, los Belgas Sequanos y Haeduos han sido desarmados
por el ejército del Rey Ariovisto; y, si no han sido esclavizados en su
mayoría, en cualquier caso están obligados a emplear todas sus energías
trabajando duramente para conseguir el incremento anual del Producto Interior Bruto del reino
de la “Galia Céltica”, con el fin de
financiar los gastos de
También debemos
tener la absoluta certeza de que Ariovisto tiene
exquisito cuidado en mantener bien vigiladas las fronteras de su reino
con Romanos,
Belgas
y Helvetios;
tal y como hace Julio
César con las de
¿Acaso permite el Estado español la entrada masiva de
subsaharianos a España en el año 2.004?
Pues no, y eso que lo intentan pacíficamente.
Entonces ¿quién se puede creer que Ariovisto permitiría que entrase en
su reino
un ejército de 92.000 hombres,
acompañado de una muchedumbre de 276.000
personas, aunque fuesen de paso? Es seguro que, si se diera el caso, el
ejército de Ariovisto
entraría inmediatamente en acción para impedir el paso de los Helvetios.
Estamos, pues, ante un ABSURDO TOTAL,
y es
imposible que alguien pueda aceptar que
haya sucedido alguna vez la marcha de los 368.000
Helvetios
por los territorios de la “Galia Céltica”
de Ariovisto, sin que sus tropas hayan
intervenido. Por lo tanto,
¡¡¡TODA
Sigamos leyendo, a ver a donde nos lleva Julio César
con tantas mentiras…
Ah, y, a partir de ahora, a los Helvetios
de esta “marcha verde” también los
escribiremos con color verde, porque son una milonga de Don Julio.
… Se anuncia a César
que estaba en el ánimo de los Helvetios hacer camino por el territorio de los Sequanos y de los Haeduos hasta las fronteras de los Santonos, que distan no mucho de las fronteras de los Tolosates, el cual pueblo está en
Si
sucedía esto, comprendía que sería con gran peligro de
(10)
Pues vaya, ahora resulta que la invisible muchedumbre fantasma de Helvetios
que ha entrado en el reino de Ariovisto, ya no tiene intención de conquistar el
Imperio de la “Galia”, [I, 2]; sino que pretende bordear la cordillera de los Cevennes por el norte y, después de
cruzar el río Loira, bajar hacia el
sur a través de los territorios de Aquitania, nación diferente a la “Galia”, para establecerse en sus fronteras
con los Tolosates, pueblo de
En el mapa de al lado se muestra la ruta que “habrían reprogramado sobre la marcha” los invisibles
Helvetios, según “se
anunció” a Julio César, [I, 9].
Entonces, toda la historia de los planes de la invasión del
Imperio de la […]
[Galia] trazados por el helvetio Orgetorix, [I, 2], es otra milonga… porque ya sabemos que la “Galia” es Bélgica,
no Aquitania… no se puede negar
que el amigo Julio César ha escrito una
novela malísima, y llena de incoherencias, como decían Cicerón y Asinio Polión(4)(5) …
A
ver… sigamos leyendo…
… [Julio
César] manda delante toda la caballería que tenía reunida de toda
… Él mismo [Julio César] entre tanto dispuso a media colina una triple línea de cuatro legiones veteranas, de
modo que colocase las dos
legiones que había alistado recientemente en
(11) Ante “el peligro que
podrían correr” los Tolosates
teniendo por vecinos a la “Santa Compaña” de Helvetios, Julio César
decide marchar tras ellos para interponerse en su camino.
Así que, sin
solicitar previamente la autorización del Rey
Ariovisto, Amigo del
Pueblo Romano, Julio César invade su reino
al frente de un ejército formado por seis
(6) legiones romanas y un número no especificado de “tropas aliadas”, [I, 24], que
estimamos en otras seis
(6) legiones, según el ratio proporcionado por Polibio.
En caballería dice que lleva un total de 4.000 jinetes romanos y aliados, [I, 15] ―oye, un momento, que si dividimos estos 4.000
jinetes por los reglamentarios 300
jinetes/legión, salen 13 legiones… mmm…
venga, hala, vamos a dejar el número de legiones que estimamos
inicialmente para favorecer los méritos de Don Julio―, con lo cual tenemos que, para 12 legiones, a unos 4.800
hombres/legión, nos sale un ejército de invasión romano del orden de 57.600 infantes y 4.000 jinetes.
―Por
cierto, ¿sabe alguien dónde está el aguerrido e
invicto ejército de los 120.000 germanos
de Ariovisto, que los quiero avisar?
―Pues, ni idea, oye…
¿se habrán ido de permiso?
… El Arar [hoy
Saona] es un río que
desemboca en el Ródano por las
tierras de los Haeduos y de los Sequanos con increíble lentitud, de tal
modo que no puede juzgarse con los ojos hacia qué parte fluye. Los Helvetios lo cruzaban con lanchas y balsas juntas.
Cuando
César fue hecho sabedor por exploradores que los Helvetios
ya habían pasado este río tres partes “de
tropas”, y que “casi la cuarta parte” era restante a este lado del río Arar [hoy
Saona], saliendo del
campamento después de la tercera
vigilia con tres
legiones, llega a aquella parte que aún no había pasado el río.
Atacándoles
embarazados y desprevenidos, mató gran parte de ellos. Los restantes se dieron
a la fuga y se escondieron en los bosques próximos … , Julio César, Comentarios de
(12) En los manuales de las Escuelas de Guerra Romanas se enseñaban a los cadetes las lecciones
aprendidas por las armas romanas a lo largo de su Historia. Y en uno de sus
capítulos estaba incluido el modo en que los kalaikos derrotaron a Décimo Junio Bruto cuando intentó invadir su país
el año
El ejército romano ha seguido a los Helvetios
sin que se hayan dado cuenta. Estos marchan confiados, ignorantes de que tienen
el enemigo a su espalda. Una vez que han llegado al río Saona, construyen uno o varios puentes de barcas y comienzan a
cruzarlo. Cuando ya han pasado el río casi las tres cuartas partes del ejército,
los Romanos
hacen un ataque nocturno con gran superioridad numérica contra casi la cuarta
parte que resta por pasar. Parece que prácticamente la aniquilan; y, muy
probablemente, se
apoderan de todo el bagaje del ejército helvetio, [I,
12].
Este pasaje nos permite hacer una estimación probable del
tamaño del ejército que está cruzando el río Arar, el hoy Saona.
Julio César dice que envía tres (3) legiones romanas para atacar de noche a esa cuarta parte del ejército helvetio que todavía no ha cruzado el río,
pero nosotros debemos
entender que cuando habla de tres (3)
legiones romanas,
está hablando de seis (6) legiones reales: tres (3) romanas
y otras tres (3) aliadas. Es decir, que, calculando a 4.800 hombres/legión, han
entrado en acción unos 28.800 hombres
del ejército romano.
Para
asegurar la victoria, el número de efectivos romanos debería ser superior en número a
esa “casi cuarta parte” del
ejército helvetio. Si suponemos que es un 100% superior en número, para que Julio César no corra riesgos excesivos, tenemos que el ejército que está
cruzando el río Arar tiene del orden de 60.000
hombres, así que Julio César lo está persiguiendo con un ejército
del mismo tamaño ―pero
cuenta con el factor sorpresa.
―Aquí
Julio
César solamente
habla del ejército helvetio. Pero, ¿y qué fue de las 278.000
personas restantes, que eran mujeres, niños y ancianos?
… Entonces finalmente Lisco [magistrado
Haeduo], inducido por el discurso de César,
expone lo que antes había callado:
Que
hay algunos [Haeduos] cuya
autoridad vale muchísimo ante la plebe, los cuales particularmente pueden más
que los mismos magistrados.
Que
éstos con lenguaje sedicioso y malvado disuaden a la multitud para que no
lleven el trigo que deben.
Si [los Haeduos] ya no
pueden obtener la hegemonía de
Y que
no dudan que, si los Romanos vencieran a los Helvetios, arrebatarán la libertad a los Haeduos juntamente con la restante Galia …
, Julio César, Comentarios de
(13) Por fin hemos cazado inequívocamente
a Julio César, y a la torpe Censura romana.
En este pasaje todavía
se nos confirma que los Haeduos NO SON
Galos. Y que los que dominan a los Haeduos son los Galos, [I,
17]. Sin embargo, ya sabemos de sobra a estas alturas, ―[I, 31], [I, 36], [I, 44]― que los que dominan a
los Belgas Haeduos
son los Germanos
del ejército de Ariovisto.
O sea, que en
este pasaje se confirman dos cosas importantísimas para los que quieran historiar las
Guerras de las Galias, como decía Cicerón(4)(5):
●
Que los verdaderos Galos son
los Germanos.
● Que el ejército de Helvetios
que ha sido atacado por sorpresa
por Julio César,
después de internarse en los territorios
del reino de Ariovisto,
Amigo del Pueblo Romano, es en realidad… ¡¡¡UN EJÉRCITO GERMANO!!!
Ahora comprendemos la razón por la que se inventó Julio César
Lo hizo para ocultar al pueblo romano y a sus estados aliados que,
muy probablemente actuando por su
cuenta, y sin autorización del Senado de
8.7
EL AÑO
(14) A pesar de que hemos descubierto que
Lo primero que hay que hacer es intentar explicar cuáles son
las circunstancias que han hecho posible que el ejército romano de 58.000 hombres que manda Julio César
haya podido coger por sorpresa
al ejército del Rey
Ariovisto.
Así que, utilizando el
sentido común, vamos intentar una hipótesis con todos los datos que hemos compilado hasta ahora, para
después tratar de verificarla con más datos contenidos en los pasajes de los
Comentarios.
Nos
remontamos de nuevo a los años previos al año
Para afianzar la estabilidad de su reino, Ariovisto
ha tenido que desplegar necesariamente una parte de su gran ejército por los
territorios del Reino de la “Galia Céltica”, para tener bien sujetos a los Belgas ocupados. Naturalmente, ha reservado el núcleo
más duro del ejército germano ―pongamos la cifra
que hemos estimado en nuestro comentario (12), unos 60.000 hombres― como
fuerza de interposición o disuasión contra las tropas de
El Rey Ariovisto ha sido aceptado como aliado
por
En esta guerra, las tropas germanas marcharán por los
territorios de la ribera norte del Ródano contra los Helvetios, en tanto que las tropas romanas
marcharán simultáneamente por los de la ribera sur contra los Alóbroges. Así
evitarán que unos puedan enviar tropas de auxilio a los otros, lo cual
sucedería si
Visto todo esto desde nuestra
perspectiva actual, hasta se podría decir que
Su ejército, aunque es potente y experimentado ―tras
catorce años de guerra ininterrumpida con los Belgas―, es mucho menos
poderoso que el ejército de
Además, esta guerra difícil con los Helvetios se llevará a cabo en
terrenos desfavorables para las tropas germanas. El ejército de Ariovisto, aún en el caso de que
consiga resultados positivos, sufrirá previsiblemente un fuerte desgaste en hombres. En consecuencia, después de que los Helvetios
“lo ablanden”,
será más asequible para los Belgas… pero también para
los Romanos.
En cambio, para
●
Si sale vencedora, habrá cercado a
● Si
sale derrotada, solamente habrá perdido varios miles de hombres, y volverá a
intentarlo de nuevo en otra ocasión más favorable.
●
Pero, si sale vencedora y acaba dominando a los Alóbroges; y, sin embargo, el
ejército de Ariovisto
es derrotado por los Helvetios, tendrá, además, la posibilidad de
conquistar la “Galia Céltica” con cierta
facilidad.
Como veremos a continuación, en el Libro I de los
Comentarios hay materiales suficientes para apoyar nuestro análisis:
… El otro [camino] por nuestra provincia, mucho más fácil y expedito porque
entre las fronteras de los Helvetios
y de los Alóbroges, que habían sido
pacificados recientemente, … , Julio César,
Comentarios de
… Genua [hoy Ginebra] es la última plaza fuerte de los Alóbroges, y la más cercana a las fronteras de los Helvetios. Desde esta plaza fuerte, un
puente llega hasta los Helvetios.
Juzgaban que ellos o persuadirían a los Alóbroges,
porque
aún no parecían con buen ánimo hacia el pueblo romano … , Julio
César, Comentarios de
… En cuanto a que [Julio César]
dijese que los Haeduos
habían sido llamados hermanos [por el pueblo romano],
que él [Ariovisto]
no era tan bárbaro ni tan desconocedor de las cosas,
que no supiera que ni los Haeduos habían
llevado ayuda a los Romanos en la reciente guerra de los Alóbroges, ni ellos mismos habían usado de la ayuda del pueblo romano
en estas contiendas que los Haeduos habían tenido con él [y con los Sequanos] … , Julio
César, Comentarios de
… Que él había venido a [...] [
(15) El año
Cuando Julio César le dice a Ariovisto que los Belgas Haeduos siempre fueron aliados de
¿Cómo podrían haber auxiliado los Belgas Haeduos a las tropas Julio César, si estaban desarmados y dominados
por los Germanos?
… Que, siendo él [Julio César] cónsul, Ariovisto
había pedido la amistad del pueblo romano con grandísimo deseo
¿Por
qué había de pensar alguien que éste [Ariovisto] tan temerariamente “se apartaría del
deber”? … , Julio César, Comentarios de
(16) Por su parte, Ariovisto no
ha tenido la misma fortuna en la guerra. Los Helvetios se han mostrado
intratables, y han derrotado a su ejército.
Después de que hemos descubierto que el ejército invisible
de Helvetios que marchan hacia la “Galia Céltica” desde Helvetia es un ejército de soldados
Germanos,
[I, 17] ―ver
también comentario (13)―,
se infiere que los Helvetios derrotaron a las tropas de Ariovisto
y éste decidió retirarse hacia sus territorios tras sufrir fuertes pérdidas.
Por eso dice Julio
César, [I, 40],
que Ariovisto
se “apartó temerariamente del deber”, al dejar solos a los romanos en el teatro
de operaciones.
… Mandó que los Helvetios
Tulingos y Latobicos se volvieran a sus territorios de donde habían salido. Y, porque, perdidos todos los frutos,
nada había en patria con que acallaran el hambre, ordenó a los Alóbroges que les hicieran provisión de
trigo. Mandó que ellos mismos
reedificaran las plazas fuertes y aldeas que habían incendiado.
Hizo
esto principalmente por esta razón, porque no quiso que estuviera vacante aquel
lugar de donde los Helvetios se habían marchado; y que, “por
la bondad de los campos”, los Germanos
que habitan tras el Rhin pasaran de sus términos a los términos de los Helvetios, y fueran vecinos a
(17) Después de vapulear
al ejército de Ariovisto,
los Helvetios,
enardecidos por la victoria, deciden atacar a las tropas romanas
que han ocupado los territorios de los Alóbroges, e intentan cruzar el Ródano; pero Julio César organiza bien la
resistencia y consigue rechazarlos… y es que los tradicionalmente duros Helvetios
también han quedado “ablandados” de la guerra con los Germanos.
Rechazados por las tropas de Julio César, y sintiendo los Helvetios
que ya han tenido suficiente con dos guerras seguidas en el año
Por esta razón, es una milonga
de Julio César
eso de que “dejó regresar a los territorios que habían
despoblado” a los fantasmales Helvetios
supervivientes “que habían invadido
Lo que verdaderamente ha pasado es que, a la hora de
redactar sus Comentarios, Julio César se ha visto obligado a escribir esta infantil chorrada para poder justificar ante sus lectores que Helvetia
nunca haya dejado de ser un país libre del yugo de
Una vez rechazados los Helvetios que vencieron a Ariovisto, y viendo que éste se
marcha hacia la “Galia Céltica” con su ejército
diezmado y
descalabrado; estimando que es pan comido
para el ejército romano, Julio César
decide salir en su persecución tras incorporar tropas de refresco, [I, 10]:
… él mismo [Julio César] se dirige a Italia a grandes marchas y alista allí dos legiones y saca de los
cuarteles de invierno las tres
que invernaban alrededor de Aquileia; y se apresura a marchar con estas cinco legiones, por donde el
camino a
(18) Sin embargo, la cosa no está fácil, porque tanto su
Estado Mayor como el resto de los cuadros del ejército sienten miedo ―o
incluso repugnancia―
a transgredir las duras leyes de
… de pronto tan gran temor
ocupó a todo el ejército, que perturbó no medianamente las mentes y ánimos de
todos.
Este comenzó primero por los tribunos de
los soldados, prefectos y demás que, habiendo seguido a César desde la capital a causa de amistad,
no tenían gran práctica en
la cosa militar.
De los
cuales otro, alegada otra causa, que decía serle necesaria para marchar, pedía
que fuese lícito partir con su consentimiento de él [de Julio César].
Algunos inducidos por la vergüenza, permanecían, para que evitaran las sospecha
del miedo.
Éstos
ni podían componer el rostro ni a veces detener las lágrimas. Ocultos en las
tiendas, o maldecían su hado o lamentaban con sus amigos el peligro común.
… Algunos incluso habían
anunciado a César que los soldados no serían oyentes a la orden, cuando
mandara que fuera movido el campamento y que se llevaran las banderas; ni
llevarían las banderas a causa del miedo … , Julio César,
Comentarios de
(19) Transgredir las duras leyes de
Todos los cuadros del ejército saben que si fallan en el
intento, previsiblemente Ariovisto declarará la guerra a Roma. En ese caso, sus carreras quedarán arruinadas,
y serán condenados a muerte cuando se les apliquen las leyes de
Sin embargo, también
quedan aquí patentes tanto la disciplina del ejército romano, como el gran liderazgo que ejerce
Julio César
sobre sus hombres, porque los
convence de que no deben desperdiciar la oportunidad que se les ha presentado y
consigue su adhesión inquebrantable en la empresa que les propone, aún siendo ilegal,
[I, 41].
Según “entiende”
Julio César, el Rey Ariovisto se
ha retirado de la guerra; por lo tanto, “ha incumplido sus obligaciones de Amigo del Pueblo Romano,
apartándose del deber de aliado”, y dejando a los Romanos solos ante los Helvetios,
[I, 40].
Por otra parte, si tienen éxito, el pueblo romano los
considerará unos héroes; y el éxito
parece estar asegurado: los Germanos se retiran porque
han recibido una soberana paliza de los Helvetios… y, además, para Don
Julio, el Rey Ariovisto
es un borde insoportable, [I,
33] …
… Por otra
parte el mismo Ariovisto se había
tomado tan grandes aires y tan grande
arrogancia, que parecía no debía ser soportado … , Julio César, Comentarios de
… Habiendo advertido estas cosas, convocado consejo y llamados
los centuriones de todos los órdenes a este consejo, los reprendió vivamente:
Primero,
porque creían que debía ser inquirido o
pensado por ellos a qué parte o con qué plan eran conducidos.
Que, siendo él [Julio César] cónsul, Ariovisto había pedido la amistad
del pueblo romano con grandísimo deseo:
¿Por qué había de pensar alguien que éste [Ariovisto] tan temerariamente “se apartaría del
deber”?
Ciertamente
se persuadía para sí de que él [si fuera
Ariovisto] ni repudiaría su favor [el que le hizo
Julio César, apoyándole para que el Senado lo considerase como aliado]
ni el del pueblo romano,
conocidas sus demandas y vista la equidad de las condiciones.
Que
si [Ariovisto], impulsado
por el furor y la locura declaraba la
guerra [a
¿Qué,
en fin, temían? o,
¿Por
qué desesperaban de su valor, o de la diligencia de él mismo? …
… En fin, que éstos [los
Germanos] eran los mismos con los que los Helvetios luchando muchas
veces, no sólo en su término, sino también en el
de aquéllos, vencieron generalmente; los cuales sin embargo no pudieron ser iguales a nuestro
ejército…
…Que él nada se inquietaba por este hecho: que se dijera que no obedecerían a la orden ni llevarían las
banderas; pues sabía que, a
cualquiera que el ejército no había obedecido a la orden, o la fortuna
había faltado, llevada la cosa mal; o, descubierto algún delito, había quedado
demostrada avaricia… , Julio César,
Comentarios de
…Que si, por lo demás, nadie le seguía, sin embargo él iría con la décima
legión sola, de la cual no dudaba, y que ésta sería para él la cohorte pretoria… , Julio
César, Comentarios de
… Pronunciado
este discurso, las mentes de todos se cambiaron de modo admirable, y grandísimo
denuedo y deseo de hacer la guerra surgió …
, Julio César, Comentarios de
(20) Una vez conseguida la lealtad incondicional de sus
tropas, Julio
César penetra en la “Galia Céltica”
con un ejército de unos 57.600 infantes
y 4.000 jinetes, formados en doce
(12) legiones, de las cuales seis
(6) son romanas y seis (6) son aliadas, para atacar
por sorpresa al maltrecho
ejército de Ariovisto.
Tenemos que reconocer que el oportunista Julio César
tiene la suerte de cara, puesto que, en un ataque nocturno, coge desprevenida a
una retaguardia germana
―casi
la cuarta parte del ejército― que no se espera un ataque a traición del “amigo” romano, y prácticamente la aniquila, [I, 12] ―ver comentario (12).
Además, es seguro que en esta acción captura la mayor parte del bagaje del ejército germano.
Conseguida esta
importantísima ventaja inicial, en adelante se dedicará a seguir muy de
cerca con sus tropas al resto del ejército germano, acosándolo con la caballería y teniendo
pequeñas escaramuzas para impedirle aprovisionarse, a la espera de una buena
oportunidad para trabar combate, [I, 15]… porque sabe que los germanos pronto estarán desesperados
por falta de repuestos y provisiones al haber perdido su bagaje:
… César contenía a los suyos del
combate y tenía bastante de momento con impedir al enemigo las rapiñas,
los forrajeamientos y las devastaciones … , Julio César,
Comentarios de
(21) La estrategia de Julio César pronto comenzará a dar resultado. Los
Germanos
intentarán marchar hacia la plaza fuerte de Bibracte [hoy Beziers] para avituallarse, pero el ejército
romano
se interpondrá en su camino. Los Germanos, desesperados, acabarán aceptando el
combate en un lugar favorable para las tropas romanas:
… Con la primera luz, como estuviera ocupado lo más alto monte
por T. Labieno, y él mismo [Julio César] distara
del campamento de los enemigos no más de mil y quinientos pasos [2,2 km]; y no hubiera sido
conocida o la llegada de él mismo o la de Labieno, según
después averiguó de los cautivos, Considio
corre a él con el caballo lanzado:
Dice
que el monte que había querido que fuera ocupado por Labieno era tenido por los enemigos. Que él había conocido esto por
las armas y enseñas Galas
… , Julio César,
Comentarios de
(22) El pobre Considio debió de ser uno de los que se enfrentó
con Julio César
cuando se discutió acerca de la transgresión de la legalidad vigente en
Observemos de nuevo la
torpeza de
… Al día siguiente de aquél día, porque sólo quedaban dos días
cuando era preciso distribuir el trigo al ejército, y porque distaba de Bibracte ―plaza fuerte con mucho
la mayor y más rica de los Haeduos―
no más de diez y ocho millares de pasos [26,6 km], juzgó que debía
atenderse a la provisión de trigo. Apartó camino de los Helvetios y se puso
a marchar a Bibracte.
Esta
cosa es anunciada a los enemigos por fugitivos de L. Emilio, decurión de los
jinetes Galos … , Julio César,
Comentarios de
(23) Vaya, parece que los Romanos llevan entre sus tropas caballería
germana,
[I, 23]… Deben de ser efectivos
cedidos por Ariovisto
para la guerra con los Alóbroges, a los cuales no les ha quedado más
remedio que acoplarse al plan de Don Julio…
… Los Helvetios, ya porque pensasen que los Romanos aterrados por el temor se
apartaban de ellos; o, más bien, porque el día anterior, ocupados lugares
ventajosos, no habían trabado combate; o
por esto: porque confiasen que podían ser privados
del aprovisionamiento de trigo; mudado el plan y cambiada la dirección,
comenzaron a seguir y hostigar a los nuestros por el último cuerpo … , Julio
César, Comentarios de
… Después que dirige el ánimo a esto, César retiró sus tropas a una colina próxima y envió
la caballería, para que sostuviera el ímpetu de los enemigos.
Él
mismo entre tanto dispuso a media colina una triple línea de cuatro legiones veteranas, de modo que
colocase las dos legiones que había
alistado recientemente en
Los Helvetios, siguiendo con todos sus carros, reunieron
la
impedimenta en un solo lugar. Ellos mismos, rechazada nuestra caballería en formación muy compacta,
formada la falange, se acercaron a nuestra primera línea … , Julio César, Comentarios de
(24) Los Helvetios
Germanos,
desesperados, traban combate en un terreno desventajoso, ya que los Romanos
están colocados en una posición más elevada, [I, 24].
Nótese cómo luchan los Germanos, según Julio César:
Al contrario de lo que tradicionalmente hemos visto en las
películas “peplum” españolas
y americanas ―gracias al asesoramiento de sesudos historiadores n.p.i., como sucede en el caso de la
reciente “Gladiator”―, las tropas germanas no
luchan en plan horda. Maniobran muy disciplinadamente en compactas formaciones de falanges, [I,
24], contra las
cuales nada puede hacer la caballería romana. Y, sin lugar a dudas, la panoplia militar de los soldados germanos es absolutamente equivalente a
la de los soldados romanos.
La
técnica militar y el armamento del ejército germano son típicos en todos los países europeos y
mediterráneos del Siglo I a.C.. Esto quiere decir que, en esa época, hay
mucha más difusión de las ideas y del conocimiento de la que tradicionalmente
ha sido admitida por
Observemos también que la aguerrida caballería germana
ha desaparecido del relato, aunque reaparecerá en la batalla final a orillas
del Rhin…
… César, alejados de la vista los caballos, primero el suyo, y
después los
de todos, para que,
igualado el peligro de todos, quitara la esperanza de fuga, habiendo exhortado
a los suyos, trabó batalla.
Los
soldados lanzados los pilum desde un
lugar más alto rompieron fácilmente la falange de los enemigos. Desbaratada ésta,
hicieron irrupción contra ellos con las espadas desenvainadas.
Era de
gran impedimento a los Galos
para el combate que,
atravesados y trabados varios escudos de ellos por un solo golpe de los pilum,
como se hubiese doblado el hierro, ni podían arrancar ni, impedida la
izquierda, luchar bastante cómodamente. Así que muchos, habiendo agitado brazo largo
tiempo, preferían arrojar el escudo de la mano y luchar a cuerpo descubierto.
Finalmente,
agotados por las heridas, comenzaron
a echar atrás el pie, y porque estaba a cerca de un millar de pasos un monte (
(25) En este pasaje podemos comprobar que aceptar la lucha
en terreno desfavorable trae fatales consecuencias para las falanges Germanas.
Observemos otra vez más la
torpeza de
La guerra no se acaba en esta batalla. El Rey Ariovisto
trata de salvar los muebles que todavía le quedan, e intenta retirarse
ordenadamente a Germania.
Como necesita aprovisionamiento urgente, intentará hacerlo en Vesontio [hoy Besançon], donde hay todo lo
que necesita. Pero Julio César continúa con su acoso implacable, y
de nuevo le impide avituallarse, [I, 38]:
… Como hubiese avanzado camino de tres días, le fue anunciado
que Ariovisto con todas sus tropas
se dirigía a ocupar Vesontio [hoy Besançon], que es
la mayor plaza fuerte de los Sequanos;
y que había avanzado un camino de tres
días desde sus términos.
César
juzgaba que debía ser procurado por él con gran empeño que no sucediera esto,
pues grandísima abundancia de todas
las cosas que eran de uso para la guerra había en aquella plaza fuerte …
…
César se dirige aquí a grandes marchas nocturnas y diurnas, y, ocupada la
ciudad, coloca allí una guarnición … , Julio César,
Comentarios de
(26) Julio César miente diciendo que Ariovisto
se dirige hacia él. En la realidad, se está retirando ordenadamente e intentará
pasar a Germania
las tropas que le quedan. La batalla final se acaba dando en las
proximidades del Rhin, después de que los Romanos, dando un rodeo, han cortado el paso a los
Germanos,
[I, 41]:
… Aceptada su satisfacción y elegido el camino por medio de Diviciaco, porque tenía para él la
mayor confianza de los Galos, para que condujera el ejército por
lugares abiertos, con un rodeo de más
de cincuenta millas [74,0 km], partió después
de la cuarta vigilia, como había dicho.
Al
séptimo día, como no interrumpiese la marcha, fue hecho sabedor por los
exploradores de que las tropas de Ariovisto
distaban de las nuestras veinte y cuatro millares de pasos (
(27) De nuevo vemos la torpeza de
Cansados y hambrientos los Germanos,
a Julio César
sólo le queda rematar la faena. Sin embargo, en la batalla final, que se da a
Finalmente, los restos del
ejército germano
son destrozados y la mayoría de sus soldados perecen o son hechos
prisioneros. Muy pocos logran cruzar el Rhin, entre ellos el Rey Ariovisto,
[I, 53]…
… Dada la señal, los nuestros hicieron irrupción contra los
enemigos tan fieramente, y los enemigos
avanzaron corriendo tan súbita y rápidamente, que no se dio espacio de
arrojar los pilum contra los enemigos.
Dejados
los pilum, se luchó de cerca con las
espadas; pero los Germanos, formada la falange según su costumbre rápidamente, aguantaron los golpes de las espadas … , Julio
César, Comentarios de
… Así se
restableció la batalla y todos los enemigos volvieron las espaldas, y no
cesaron de huir antes que llegaron al río Rhin, aproximadamente a cinco
millares de pasos (
Allí muy pocos, confiados
en sus fuerzas,
trataron de pasar a nado; o, encontradas barcas, hallaron salvación para sí.
Entre éstos estuvo Ariovisto, que,
habiendo encontrado una pequeña barca amarrada a la orilla, huyó con ella. Los
nuestros, habiendo alcanzado a todos los restantes con la caballería, mataron … , Julio
César, Comentarios de
(28) Con gran fortuna para el cuello de Julio César, su personal iniciativa finalizó con un gran
éxito militar. Gracias a ella, los territorios del efímero reino germano de la “Galia Céltica” quedaron bajo el dominio de
Tan rico botín terminó apagando el grandísimo escándalo político
que se había levantado en el Estado de
Como
los éxitos siempre fueron amores y buenas razones,
… César, acabadas dos guerras grandísimas en un solo verano, llevó el ejército a los cuarteles de
invierno, a los Sequanos, algo más pronto de que pedía el tiempo del
año; puso al frente para los cuarteles de invierno a Labieno. Él mismo marchó a
(1) CAESAR’S
COMMENTARIES, W. A. McDevitte y W. S. Bohn, Nueva York, 1.869.
(2) Guerra
de las Galias, V.García Yebra y H. Escolar Sobrino, Editorial Gredos,
1.996.
(3) Guerra
de las Galias, H. J. Edwards, Loeb,
1.913.
(4) SUETONIUS,
J.C. Rolfe, Nueva York, 1.914.
(5) Vidas de los Doce Césares, Mariano Bassols de Climent, Madrid, 1.990.