LOS PIONEROS
1.0 D. FEDERICO G. MACIÑEIRA,
CATEDRÁTICO DE
El Catedrático de
El científico intenta
buscar una explicación a los antiquísimos
orígenes de tan gigantesca obra hidráulica.
Desafortunadamente, en 1.908 todavía
está naciendo
Recurriendo a
Probablemente, el historiador desconoce que a muy
pocos kilómetros de Bar-es hay otro antiquísimo
puerto, que también conserva su nombre ancestral: Bur-ela, el cual
también tiene una escollera
ciclópea prerromana. Nosotros la
encontramos gracias a la fotografía aérea, posibilidad
de la que no dispuso el bueno de D.
Federico G. Maciñeira.
En las
fotografías aéreas que incluimos se pueden ver el estado actual
de la escollera ciclópea prerromana
de Burela, la cual ha generado
Es evidente que el antiquísimo
puerto de Bur-ela
–
Se
infiere que Bur-ela, tal vez mejor dicho Bur-a, como
escribe el filósofo Estrabón, que gusta de escribir los topónimos ibéricos
prerromanos, fue otra famosa ciudad portuaria
gallega prerromana.
No quiere decir
esto que el puerto de Bares no fuese otro puerto importante de
Aunque
pensamos que este estudio histórico de D. Federico G. Maciñeira está superado por nuestra perspectiva histórica actual, lo consideramos sumamente útil, porque proporciona gran cantidad de datos de 1.908 sobre
Esto es lo que
escribió, el mes de Octubre de 1.908, el genial catedrático de
BURUM, por Federico G. Maciñeira.
Almanaque de Ferrol, 1.909
1.1 DETERMINACIÓN
DE
Claudio
Tolomeo, el prestigioso
geógrafo egipciano del siglo II de nuestra era, que, al decir de Hübner,
nos proporcionó los informes más completos sobre
Encontrábase,
por lo tanto, este antiquísimo centro de población a los mismos
grados de longitud y latitud que el promontorio Trilencum,
hoy Ortegal (8º
No hay por ello
razón alguna, en sana crítica, para llevar la ciudad de Burum a lugares harto distantes y completamente
opuestos a las indicaciones de las Tablas Tolemaicas, como lo hacen
varios escritores, sin más fundamento que algunas analogías
fonéticas.
Una vez hallado
el Trilencum (y su reducción al Ortegal
no ofrece hoy duda ninguna), y aún suponiendo que hubiese algún
error en los grados que verdaderamente corresponden a este promontorio mayor
–caso muy frecuente en las graduaciones de las Tablas Tolemaicas–,
siempre resultará, al fin, que Burum
se encontraba asociado al indicado cabo y al Lapa
Ciacoru.
Tenemos,
pues, que buscar la importante
ciudad gallega precisamente
en la costa de la gran prominencia territorial formada por el Ortegal y
Sprunner Menke –tan recomendado por Hübner-, Alberto
van Kampen y Sieglin, en sus respectivos Atlas Antiquus;
Cortés y López en la traducción del alejandrino;
García de
Conforme veremos,
los datos arqueológicos (clave
siempre segura de los estudios de Geografía Antigua) y aún los etimológicos y toponímicos,
vienen en el presente caso a demostrarnos de una manera concluyente cuán
atinada resulta esta localización.
1.2 DESCRIPCIÓN
DEL PUERTO DE BARES.
El Puerto de Bares, que se encuentra en la
punta de una estrecha y montuosa península de siete kilómetros de
largo, muy destacada al Océano, que forma el cabo, constitúyelo
un fondeadero artificial.
[Nota nuestra: En las fotografías
aéreas se pueden ver su estado actual, y una propuesta del aspecto que
tendría en la época de su construcción].
Fundado
aquél en una rada semicircular,
completamente abierta a los vientos del primer cuadrante, tuvieron que resguardarla por ese lado los primeros hombres
que allí se establecieron para dedicarse al tráfico comercial y a
las industrias marítimas, con una gran
escollera que diese condiciones de seguridad al
naciente emporio, y aún hoy podemos admirar esa importante obra
hidráulica de carácter
ciclópeo, a cuyo amparo siguen fondeando las flotillas de
pequeñas embarcaciones pescadoras de la localidad.
Preséntase el rompeolas en
disposición semioctogonal, alcanzando cerca de
Su ruda fábrica consiste en grandes peñascos graníticos (de los
que ofrece en abundancia la ladera donde tienen su origen) naturalmente esféricos, sin labrar ni
concertar, que no han sido unidos con materia alguna
aglutinante (aunque en la parte de
tierra muestran muchos de ellos restos de fuertes morteros);
pero que aparecen distribuidos de muy acertada manera para dar a la obra
condiciones de resistencia permanente contra los fuertes embates de mar abierto
y dejar así el puerto admirablemente abrigado de los temporales del
nordeste, que son allí los predominantes.
Sin esta obra de
defensa (en cuyo amplio recinto o dársena
que forma, existe oculto bajo la gruesa capa de arena un baldosado de granito, con declive hacia el mar, a manera de cala
seca o varadero para carenas) no subsistiría la parte más baja del pueblo, y como
precisamente en esa zona fue donde se hallaron muchas de las ruinas
de construcciones, objetos y monedas, correspondientes a civilizaciones comerciales prerromanas y romanas que en Bares aparecieron y a
cada momento aparecen, según veremos, ello es una conclusa
–aún prescindiendo de otras muchas– del remoto origen que debemos atribuirle a tal construcción
hidráulica.
1.3 D.
FEDERICO G. MACIÑEIRA ESTABLECE, EN BASE A
En efecto; el hecho de haberse formado el fondeadero artificial, a
costa de los grandes esfuerzos que supone la construcción de esa enorme escollera,
en la boca de una amplia ría, en la cual precisamente existen
magníficos abrigos y fondeaderos naturales libres de barra y
resguardados de todos los vientos, sin más que internarse un poco en
ella, nos está acusando, como autores del
mismo, a gentes colonizadoras que tenían por costumbre fundar sus
factorías en promontorios muy salientes, que además reuniesen la
condición de península de fácil defensa contra los
dueños del territorio que tratasen de hostilizarlos.
Si
no fuese por esa causa, es decir, por seguir una práctica o sistema
adoptado por los antiguos nautas colonizadores, que respondía
perfectamente a sus prevenciones y forma de navegar
¿Cómo iba a pensarse siquiera en esa obra tan costosa,
cuando la naturaleza –repito– daba todo el trabajo hecho con sólo penetrar una
milla más adentro de la magnífica ría?.
El atento estudio
de
Y tanto Renán,
en su monumental obra sobre Fenicia, cuantos los demás autores
que se ocuparon en investigar el pasado del gran pueblo navegante de la
antigüedad, dicen asimismo que las mentadas eran las principales
características de emplazamiento de sus emporios marítimos en
aquellos países a donde arribaban con objeto de traficar.
1.4 D.
FEDERICO G. MACIÑEIRA INFORMA DE SUS HALLAZGOS ARQUEOLÓGICOS EN
En el pueblo de
Bares, que se encuentra en la empinada y rocosa ladera que fronteriza la
escollera, se han encontrado:
· Monedas púnicas
del siglo II ó III a.d.C., procedentes de Gades, Abdera y Sex
(algunas de las cuales conseguí adquirir).
· Toscos y pequeños capiteles
prerromanos (para unos micenianos y
protodóricos para otros) con
influencias del arte egipcio (que
también figuran en mi colección).
· Grandes pilos, fabricados con opus signium
y otros restos correspondientes a alguna de aquellas pequeñas
pesquerías que Hübner reputa en
· Profusión de trozos de las
características tégulas romanas, de ladrillos, de ánforas,
de dolium y de otras antiguas piezas de alfarería de marcada
procedencia latina.
· Diversas muelas manuarias para cereales,
idénticas a las que aparecen en los castros locales que ocuparon los
hijos del Tíber.
· Una cocina semejante a alguna de las
pompeyanas.
· Muchísimas monedas romanas del Imperio.
y, en fin, por todas
partes, soterrados bajo una capa de tierra
y arenas:
· Ruinas de edificaciones
demostrativas de que allí hubo un antiquísimo centro de población que
debió sufrir los rigores del fuego, puesto que sus escombros aparecen en
todos los lados revueltos con cenizas y carbones.
· También en la planicie que se extiende por entre
las altas y agrestes cumbres que coronan el puerto y constituyen el cabo o
extremo de la larga península de Bares, se
han encontrado vestigios de arcaicas construcciones y entre ellos
algunas monedas de Caracalla. Además, en el punto conocido por Cancela
da Cova de Arcos, aparecieron los restos, al parecer bien definidos, de un ollarium
o necrópolis romana, por el estilo de los que Rich da a conocer
en su Dictionnaire.
· La frecuencia con que,
en el puerto de Bares y en sus inmediaciones, tienénse descubierto
monedas latinas en gran número (procedente
de un castro de la península baresa poseo un bronce colonial),
tégulas y otros despojos de esa misma
civilización, cual acabamos de ver, fue, sin duda, lo que movió a
algunos escritores que sólo de pasada citaron este pueblo y su gran obra
hidráulica, a considerarlos de origen romano, cuando todo contribuye a demostrar que de más
antiguos tiempos data su fundación.
1.5 ANÁLISIS
DE LOS MOTIVOS QUE HABRÍAN DETERMINADO
Otra
particularidad más, y por cierto bien significativa, concurre en Bares,
para probarnos el remoto origen de su emporio:
Desde la misma
villa de Bares (que está sobre el puerto a la distancia de
Y para que no
falte la esencial, la más expresiva, más
de 80 túmulos dolménicos lo flanquean en toda su longitud,
pregonándonos tan rudos monumentos funerarios con su muda elocuencia,
que en los tiempos neolíticos (última
fase de la edad de piedra) y en los albores de la edad del bronce, se utilizaba
ya este agreste camino (véase sino para la afirmación
de este criterio el compte rendu del Congreso Internacional de
Antropología y Arqueología Prehistóricas celebrado
en Mónaco, en 1.906, pág. 428), acusándonos, por
ende, la existencia de una activa comunicación y tráfico entre la
fértil y bella cuenca alta del Eume y el puerto más
septentrional de España (tan relativamente abundante en vestigios de
las viejas civilizaciones mediterráneas) en los más antiguos
períodos coloniales de Galicia.
La angostura que,
en su cima, ofrece la alta montaña que cierra el itsmo de la
península de Bares, por donde penetraba este camino (y en cuya garganta se yergue precisamente uno de los
dólmenes) se llama aún hoy, en confirmación de
ello, A Portela, lo cual es harto significativo, recordándose el
caso semejante de las famosas Termópilas griegas tan heroicamente
defendidas por el espartano Leónidas y sus trescientos
compañeros.
Todo acusa, pues,
a Bares como importante factoría de los navegantes fenicios y púnicos
en sus largas y pesadas expediciones occidentales en busca, principalmente, del
estaño de Inglaterra y de Galicia (hoy está
fuera de duda que ésta fue una región estannífera y que a
las penínsulas que bordean su litoral debían referirse los
geógrafos clásicos, cuando hablaban de las Cassiterides).
Aparte de los
hechos anteriormente expuestos, el estudio de la náutica prerromana,
especialmente fenicia, el de las derrotas de mar, el de las condiciones
topográficas de estas costas, vientos y corrientes predominantes en el Cantábrico,
etc., –o sea, siguiendo el método preconizado por el profesor
francés M. Berard– nos obligan a llegar a la
conclusión de que, en efecto,
Careciendo
aquellos mareantes de brújula, lo cual obligábales a orientarse
por los astros y por las marcaciones de la costa; siendo el velamen de sus pequeñas naves de muy escaso juego, y
rehuyendo la prolongación innecesaria de las singladuras fuera de la
vista de tierra; imprescindiblemente harían de esta extremidad
más septentrional de España el punto o jalón
obligado para los rumbos en demanda del Cantabricum y del Gallicum
a la ida, y del Atlanticus al regreso, puesto que era el
más cercano a los promontorios del Sur de Inglaterra y del Oeste
de Francia (donde consta por los textos antiguos que traficaron los fenicios)
en la navegación directa.
De todas partes,
cualquiera que fuese la derrota adoptada para la navegación entre el
occidente de la península ibérica y los mares que bañan
las Islas Británicas, el hecho de que, indefectiblemente,
tenían que cruzar las aguas del Ortegal-Estaca, dadas las
condiciones de estas costas y de la náutica antigua; y hallándose
a la vista de estos cabos, a los cuales érales necesario ceñirse
para remontarlos; acortando distancia ¿cómo hemos de suponer que
aquellos marinos pasasen de largo por ante tan salientes promontorios sin
acogerse a ellos, especialmente al retorno, tratándose de un crucero tan
largo y peligroso, máxime cuando tenían por costumbre recalar en
los puntos más avanzados del océano con que tropezaban en sus
derrotas?.
No echemos
tampoco en olvido para apreciar mejor estas afirmaciones, que según Estrabón,
apoyándose en la autoridad de Posidonio, sobre los Ártabros,
es decir, en estas comarcas septentrionales de Galicia, se explotaba el
estaño de los aluviones fluviales y que no faltan por estas
espléndidas tierras, desde Ferrol hasta Luarca, vestigios
perfectamente determinados de aquella minería arcaica
–estaño y cobre– que tanto atrajo al comercio antiguo.
Debido a todo
ello, surgió la necesidad de fundar el puerto de Bares, en la
punta de la gran lengua de tierra montuosa que forma
Por
1.6 D.
FEDERICO G. MACIÑEIRA ANALIZA
El
origen del primitivo nombre de este puerto nos confirma en cierto modo las
condiciones que le distinguían.
Burum, al decir de los vascófilos, significa
cabeza buena (dándose además
el significativo caso de que, según el distinguido académico Sr.
Fernández González, el primer y principal elemento de ese nombre
es de manifiesta procedencia semítica), cuya
etimología viene, pues, a responder muy bien al emplazamiento de la
mentada ciudad, en el extremo o cabeza de todo el litoral norte de Galicia, y a
las buenas condiciones del cabo y puerto para ser reconocidos (dado lo que
aquél avanza, lo alto de la cordillera que lo forma y lo visible de sus
blancos crestones de cuarzo) y tomados con toda clase de tiempos, tanto que el Derrotero
oficial considera hoy esta ría como la primera de refugio del Cantábrico,
a donde deben acogerse los barcos con mal tiempo de fuera.
Por último
y como demostración de que en Bares existió un importante foco de actividad fenicia, tenemos
–aún aparte de los mencionados datos arqueológicos–
los rastros que tras de
sí ha dejado la toponimia local.
· El río que
desagua en la bahía de Bares, se llamó siempre Sor (y digo
siempre, porque así lo hallamos ya en la
diplomática del siglo VIII), que
fue el nombre primitivo de Tiro, la gran metrópoli fenicia.
· Un lugar de las Riberas del Sor cercano a
la ría se denomina Sion, que también
tiene un homónimo en la onomástica fenicia.
· Jove se
llama una cercana feligresía marítima de Viveiro, frente
por frente al cabo de Bares, que era el nombre de uno de los dioses al
que aquél pueblo rendía culto.
· Y, en fin, Maañón,
parroquia marginal del Sor hacia el interior (cabeza del Ayuntamiento a
que Bares corresponde), por donde cruza la vía flanqueada de
túmulos dolménicos a
Sabido es que Tolomeo
utilizó para su obra geográfica los materiales reunidos por Marino
de Tiro, y como quiera que éste los había recogido en Fenicia,
en los dos primeros siglos de nuestra era –"en muchas fuentes fidedignas"– con el
propósito de hacer una corrección al mapa geográfico del
mundo, he aquí otra razón más
para suponer que Burum figuraba ya como
ciudad o centro principal cuando aún los navegantes fenicios visitaban
nuestras costas, y que por medio de
éstos llegó indirectamente la noticia de su existencia y exacta
situación al matemático alejandrino.
Y más me
afirma en esta idea, el que por muchas y poderosas
razones que en otra ocasión y lugar expondré con toda la
extensión que el estudio requiere, para mí es un hecho fuera de toda duda que el cabo de Bares, con
sus islas de
Llega en este
punto el ilustre arqueólogo lusitano Martins Sarmento (cuya
interpretación de
La mención
de un promontorio en el periplo griego de que principalmente se sirvió Avieno
para hacer su famoso poema geográfico (escrito aquél,
según parece entre el 530 y
Al
romanizarse el país, y por
efecto de la mayor preferencia que el elemento latino daba a la agricultura
sobre todo otro orden de industrias, la vida del
puerto se estacionó y fue derivándose la actividad local hacia
las fértiles tierras de la cumbre, fundándose allí la
villa. Y, por más que a esta denominación no puede
dársele toda la extensión del significado que hoy alcanza, sin
embargo, nos acusa ya un verdadero núcleo de población, de
carácter agrario, que, como dice Alberto Sampaio (As Villas
do Norte de Portugal), dieron algunas veces origen a poblaciones
urbanas, siendo en ellas donde se conservó posteriormente la palabra
VILLA, en el sentido de la villa urbana latina, como en el caso presente.
1.7
Al fin
consiguió este nuevo centro urbano adquirir la hegemonía local,
anulando casi en absoluto al primero, o sea el marítimo, cual nos lo
confirma una cédula expedida por Ordoño II, en el
Aún hoy
ocurre casi lo propio; la feligresía de Bares divídese en
villa y puerto, distantes entre sí un kilómetro; en la villa
residen de preferencia cuantos consagran su actividad a la agricultura, y
abajo, en el puerto, los que se dedican más especialmente a los negocios
y faenas del siempre fecundo mar.
1.8 D. FEDERICO G. MACIÑEIRA EXTRAE CONCLUSIONES DE
URGENCIA TRAS SU ESTUDIO DEL PUERTO DE BARES.
Tal es,
así expuesto sumariamente, a manera de esbozo –porque pienso consagrar mayor espacio a
este estudio– el origen de Bares, y tales son los fundamentos
principales en que me apoyo para afirmar que los escombros sobre los que se asienta corresponden a la un día próspera ciudad de
Burum, que Tolomeo nos da a conocer y que yo califico como la verdadera Gades del Norte de la península ibérica.
Federico G. Maciñeira
Catedrático de
Ortigueira, Octubre de 1.908