hermanos


1) JESÚS ES VERDAD

JESÚS ES LA VERDAD, LA LUZ,
CAMINO Y VIDA, ES NUESTRO SEÑOR.(2)

Tú que triste estás
y en el dolor no hallas respuesta.
Tú que crees tener razón, sin más...
Tú quieres gritar la libertad como propuesta.
Tú, que al dejar de ser tú,
ya no ves dónde vas...

Tú piensas ,quizá,
que es falsedad y nada cuenta...
Tú quieres vivir feliz y en paz.
Tú quieres vender tu corazón por poca cosa.
Tú, que al sentir el amor,
puedes dar mucho más...

 

2) GRACIAS POR TU DON

No fuiste Tú quien me escogió,
fui yo quien te llamé a ti,
para que dieras frutos de verdad,
frutos de gozo y de paz.
Para seguir mis pasos, ven,
renuncia a lo que tienes hoy
dáselo todo a quien nada probó,
deja tu yo y toma la cruz.

SEÑOR JESÚS, QUE CONFÍAS EN MÍ
Y ME ENVÍAS A SER LUZ Y A SER SEÑAL
GRACIAS POR TU DON, GRACIAS SEÑOR.

Vete y predica con tu acción,
con la palabra y con tu ser
la Buena Nueva de servicio y paz,
no tengas miedo te hablaré.
Yo te escogí para ser sal,
para ser luz e iluminar.
Que todos vean a mi Padre en ti,
de los sencillos se hace ver.

No sirve para mi misión
el que comienza a caminar
y aún recuerda aquello que dejó
pues no podrá servir a dos.
Pon tu confianza en Dios y en Mí,
ya que mi gracia bastará.
Serás más fuerte en la debilidad
que yo en tu barro me quedé.

 

3) COMO MARCELINO

Tú, Señor, desde la cruz,
nos das tu amor, tu Buena Madre.
En silencio y sencillez
camina fiel a nuestro lado.
Marcelino encontró
en sus brazos la bondad.
Cómo el que nada posee
le consagra su amor.

YO TAMBIÉN QUIERO SENTIR
TU PRESENCIA JUNTO A MÍ,
TE CONFÍO MI CAMINO,
TOMA TÚ MI CORAZÓN.(2)

Tú me enseñas a rezar,
sentir a Dios en el silencio.
Haz que aprenda de tu Sí
a serle fiel toda la vida.
Marcelino te miró
y con fe te supo amar,
confiando que tu amor
con nosotros estará

 

4) NIÑO

A ti, niño pequeño,
de limpio corazón,
que tienes la esperanza
abierta a un mundo de ilusión.
Comprendo que deseas
y pides sólo amor,
vivir en libertad, crecer en paz,
sin opresión.

SOY TU AMIGO, VEN,
QUIERO HABLARTE AL CORAZÓN.
CONSTRUIREMOS VIDA, LIBRES SIN TEMOR.
TOMA TÚ MIS MANOS,
MI TIEMPO Y MI OCUPACIÓN.
QUIERO SER TU HERMANO,
A TU LADO ESTOY.

A ti pequeño amigo,
que lloras o que ríes,
motivo de mi ser y de vivir
sirviendo a Dios.
Yo junto a ti estaré,
la escuela será hogar,
podremos aprender
a compartir nuestra amistad.

Contigo soy feliz,
me aceptas como soy.
Hermano que transmites
la riqueza que hay en ti.
Descubro la bondad, regalo del Señor.
Te das a los más pobres
y a los niños sin amor.

 

5) HERMANO, CONFÍA EN DIOS

Hermano que conoces el mundo de hoy,
pero crees en la palabra de Jesús,
acoge humildemente este don que es para ti,
camina confiado en el Señor.
Es Dios quien nos reúne a todos para sí,
formando una gran fraternidad,
y nuestra Buena Madre nos ayuda a decir sí,
Marcelino nos enseña a responder.

HERMANO MÍO, CONFÍA SIEMPRE EN DIOS,
ÉL TE CONOCE BIEN
Y SIEMPRE TE ACOMPAÑARÁ.
HERMANO MÍO, EN LA DIFICULTAD,
DIOS SIEMPRE SERÁ FIEL,
SU AMOR NUNCA TE DEJARÁ.

Extiende tu las manos y abre el corazón
al joven y al pequeño sin hogar.
De la pobreza, amigo, del amor universal,
abierto a la Palabra y a los demás.
Son muchos los que han dado ejemplo al caminar,
felices de entregar su vida a Dios.
Nos mueve su respuesta de entregar el corazón,
promesa de ser santos para Dios.

Es cómo nos quería nuestro Padre Champagnat,
debemos hacer vida nuestro sí.

 

6) UNA VIDA

Una vida, no busca grandeza,
no alza la voz,
sabe que hay una palabra
que da fortaleza,
y todo lo espera,
y está en ti.

ERES TÚ, HERMANO,
QUE OFRECES CONFIANZA
Y BRINDAS TU AMOR.
ES QUE A TU LADO
SE HACE FUERTE LA ESPERANZA,
NO EXISTE EL TEMOR.
ERES TÚ, HERMANO,
QUE CAMINAS EN POBREZA
Y ACEPTAS EL DON.
ES QUE A TU LADO
SE RESPIRA LA ALEGRÍA
QUE VIENE DE DIOS.

Una vida viene del silencio
que canta al amor,
sabe que hay una llamada
desde el interior,
mueve el corazón
y está en ti.

 

7) EN TORNO AL PAN

LAS FUERZAS SE REHACEN EN LA MESA,
SE OLVIDAN LOS SILENCIOS SIN RAZÓN.
SE ESCUCHA UNA NUEVA PALABRA
CON LA MIRADA EN TORNO AL PAN,
EN TORNO A ÉL.

Una mesa que no tenga horarios,
mesas amplias, con mucho lugar.
Platos llenos de gran confianza,
compartiendo el calor del hogar.
Que la mesa reúna ilusiones
y detalles de un mismo vivir.
El sabor del encuentro y la fiesta
crecerá como masa de pan.

En la mesa vivamos sin prisa,
cada gesto de hermano y su fe.
Que la mesa serene las penas,
fortalezca los cuerpos y el dar.
En la mesa busquemos descanso
y un resquicio de un tiempo y un tú,
de aquel tiempo gratuito que empuja
A llevar a los hombres la paz.

...Vivir en torno a Él

 

8) HERMANO ENTRE LOS HOMBRES

Siento tu llamada, me seduces Tú Señor,
este don lo acepto con amor.
Quieres que sea un hombre sembrador de la verdad
para el que te busca y no es feliz.
Hermano de todos quiero abrir mi corazón
y con todo el mundo compartir.
Llevar esperanza y llevar amor,
ser hombre de paz.

QUIERO ANUNCIARTE A TI, SEÑOR
CON MI MODO DE VIVIR.
SER UN TESTIGO DE TU AMOR
VIVIENDO EN FIDELIDAD.
NO ME DEJES MADRE, EN MI CAMINAR
LLÉVAME A JESÚS
TÚ ME CONOCES, OH SEÑOR,
SABES MI LIMITACIÓN,
PERO MIS MANOS AQUÍ ESTÁN,
DISPONIBLES PARA TI.
SÉ QUE NO ME DEJAS, VIVES JUNTO A MÍ,
YO TE SEGUIRÉ.

Donde haya un joven yo también quiero vivir,
compartir mi vida en sencillez.
Ser un signo alegre de evangelio y amistad
junto a aquel que está en necesidad.
María me inspira el modelo a seguir
y en silencio vive junto a mí.
Sé que su presencia no me faltará
para caminar.

 

9) DIOS EN LA CIUDAD

Andando por la gran ciudad,
envuelto en silencios, luz,
escucha bien, me encontrarás,
Yo estaré ahí.
Viviendo en tu tiempo de grises,
envuelto en publicidad,
hazme un lugar, recuérdame,
Yo estaré ahí.

YO SERÉ EL DIOS POR SIEMPRE FIEL,
DIOS DE JUSTICIA Y DE VERDAD,
ENTRE LOS HOMBRES VIVIRÉ, VIVIRÉ.
YO SERÉ EL DIOS EN LA CIUDAD,
DISIMULADO ENTRE EL NEÓN,
BÚSCAME ALLÍ Y ME ENCONTRARÁS,
YO ESTARÉ, YO ESTARÉ.

Los ojos abiertos al mundo,
la vida que busca el sol,
despiértate, oye el rumor,
Yo estaré ahí.
Atento al trabajo del día,
noticia sin un valor,
no pierdas pie, no pierdas voz,
Yo estaré ahí.

 

10) BUENA MADRE

Buena Madre, estoy aquí,
quiero rezar, te quiero hablar.
Buena Madre, has sido tú,
con sencillez, creyente fiel.
En tu regazo quiero estar,
cerca de ti.
Como un pequeño te daré
todo mi ser, acéptalo.

BUENA MADRE, NUESTRA BUENA MADRE,
BUENA MADRE, NUESTRA BUENA MADRE.

Buena Madre veo en ti
a la mujer llena de Dios.
Buena Madre, por la fe
sabes vivir la oscuridad.
Mira a tus hijos caminar,
buscando luz.
Mira la angustia y el dolor,
danos tu fe, acógenos

 

11) SOMOS UNA FAMILIA

(Recitado)
“Los inicios fueron realmente pobres.
Nuestro pan del color de la tierra;
pero nunca nos faltó lo necesario para vivir.
Nuestro superior se preocupaba de nosotros
como lo hubiese hecho el mas tierno de los padres.
Recuerdo su interés por mí cuando estuve enfermo en La Valla.
Vino a verme todos los días y jamás se le olvidó
traerme alguna cosa para hacerme feliz.
A menudo nos hablaba de la solicitud que Dios manifiesta
a todos aquellos que se le confían.
Tenía una gran devoción a María,
y sabia transmitirla por todas partes.
De hecho, quería que comunicásemos
a los niños esta confianza y devoción.
Recuerdo que muchas veces nos repetía:
“Si algún bien hemos hecho, Lorenzo,
ha sido gracias a María.
Sin ella no hubiésemos hecho nada”.
Ni siquiera la ternura de las madres
en el trato con sus hijos es superior
a la del Padre Champagnat
en su relación con nosotros.
Y no es, la verdad, una comparación demasiado justa,
porque las madres aman a sus hijos con un amor humano,
y él, en cambio, nos amó verdaderamente en Dios”.

Si, él nos hablaba de la bondad de Dios,
y su amor por nosotros.
Un fuego se encendía en nuestro corazón,
su espíritu de amor.

Un fuego que, ni el trabajo ni las miserias,
ni ninguna dificultad podían apagar.

COMO UNA MADRE AMA ASÍ ÉL NOS AMÓ
(Padre de ternura en Dios)

 

12) HERMANO, ADIÓS

ADIÓS, CUANDO NOS DEJAS,
ADIÓS, CUANDO NOS QUEDA DE TI
UN GESTO Y UNA CANCIÓN.
SERÁS HERMANO POR SIEMPRE, DE CORAZÓN,
SERÁS HERMANO EN JESÚS.

Te desataste del peso de esta tierra,
fuiste persona, cristiano entre cristianos,
y lo serás por siempre con Aquel
que dio sentido y luz a tu existencia.
Son tus palabras: tened la fe despierta.
Sed hombres libres, abrid el corazón.
Que la esperanza os muestre su camino
viviendo el hoy, aquí y ahora.

Desde el silencio del límite y el fin
tú nos recuerdas, vivir vale la pena,
vale la pena amar sin renunciar,
buscar a Dios, como María.
Ya con la Madre, desde un lugar de paz,
nos mantendrás gozosos en el llanto.
Pues fuiste hermano, lo fuiste y lo serás,
deja que estalle nuestra alegría.

 


 
 
 
     
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