Marcelino Champagnat

1) UN HIMNO SURGIRÁ

Poco a poco un himno surgirá, crecerá,
es un canto que inunda de gozo
el corazón del hermano sencillo,
el corazón.

ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.

Marcelino, supiste encontrar
la ilusión que hace caminar
al hambriento y al joven que no ve;
al más pobre diste tu calor.

Marcelino, viviste feliz
con hermanos a tu alrededor.
El Señor te inundó de su luz,
iluminas nuestro corazón.

ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.

 

2) CONSTRÚYENOS LA CASA

CONSTRÚYENOS LA CASA, DANOS TU HERENCIA,
GUARDA NUESTRO PUEBLO, QUE REINE LA PAZ.

Es tan inútil que el hombre construya,
el tan inútil que el guarda vigile,
si el Señor no está en todo presente
no triunfará nuestro plan.

Es tan inútil que al sol te levantes,
y que trasnoches hasta amanecer,
porque el Señor alimenta tu cuerpo,
mientras descansas te ofrece su pan.

Porque la herencia de Dios son los hijos,
y su salario es el fruto del vientre,
las buenas obras que hiciste de joven
son las saetas y el arco el amor.

Feliz el hombre que tiene por norma
los presupuestos que lleva el amor,
no ha de temer a ningún adversario,
su alma es fuerte y no morirá.

 

3) L'HERMITAGE, CASA DEL SEÑOR

Silencio que envuelve el alma
de esperanza y oración.
Caminos que entre aldeas cuentan
el ejemplo de su amor.
El cielo, siervo de la luz
anuncia al mundo un nuevo despertar.
El canto de los hermanitos
la noticia llevará.
La vida amanece limpia
en el valle de la paz.

SÍ, CASA FUERTE, HUELLA DE SU AMOR,
VIDA PERMANENTE, CASA DEL SEÑOR.

Espíritu de un hombre pobre
que vivió por los demás.
Rincón que une cielo y tierra
como don de eternidad.
Hermanos que se reconocen
y en María lo son más.
Hogar que a todos nos reúne
junto al Padre Champagnat.
Testigo que habla al corazón
y lleva el eco firme de fraternidad.

 

4) MAGNIFICAT

Mi alma canta la grandeza del Señor,
mi espíritu se alegra en Dios, mi Salvador,
porque ha mirado en su hija la humildad,
todas las naciones me felicitarán.

CANTAD AL SEÑOR, GRANDE ES SU AMOR,
CANTAD AL SEÑOR, GRANDE ES SU AMOR.

Levanta a los pequeños, les colma de su amor,
al fuerte y orgulloso le cambia el corazón.
Cumple su promesa como prometió;
su amor está presente, por siempre durará.

Gloria al Padre, Gloria a Jesús,
Gloria al Espíritu, bendito seas, Señor.

 

5) DONDE HAYA UN NIÑO

Oh, Señor, quisiera decirte lo que siento en mí,
hoy mi alma quiere pedirte un amor sin fin.
Donde haya un niño quiero hablarle de Ti,
fue mi Padre Marcelino quien me lo enseño así.
Una sonrisa humilde, sincera y de paz,
es tu palabra viva que se hace realidad.

UNA LÁGRIMA, LA DE UN NIÑO,
UN LAMENTO A ESCUCHAR,
UN HERMANO, UN AMIGO,
UNA VIDA QUE SE DA.

Oh, María, mi buena Madre, vives junto a mí,
hoy quisiera agradecerte el haber dicho Sí.
Donde haya un niño quiero hablarle de ti,
fue mi Padre Marcelino quien me lo enseño así.
Una fe inquebrantable, la confianza en el luchar,
fue tu ejemplo su camino, una escuela de verdad.

 

6) PIENSO EN USTED

Quiero decirle que pienso en usted,
recuerdo el camino que hizo en la fe,
veo su ejemplo de fidelidad,
sus pasos caminan a la santidad.

La chasca en la mano, el rosario detrás,
las reglas le dictan su puntualidad.
Cierra los ojos y dice que sí
y siendo obediente se siente feliz.

Quizás vive ahora en la enfermedad,
descanse tranquilo en su ancianidad.
Nos toca a nosotros seguir adelante,
tomar el relevo y llevarlo bien alto.

Las horas que un día pasó en la clase
anima los juegos estando presente.
Hoy siente nostalgia de aquellos muchachos,
de sus travesuras, de sus buenos ratos.

Amó aquél día en que Dios le llamó,
le damos las gracias por su vocación.
Usted con María no puede fallar,
si es su buen hijo perseverará.

Igual que la azada toma el cartabón,
se viste la capa, hace una excursión,
Hermano Marista de quien Champagnat
se siente orgulloso en la eternidad.

La chasca en la mano...

 

7) FAMILIA MARISTA

AMAOS COMO YO OS HE AMADO,
CON EL CORAZÓN ABIERTO,
CONSTRUYENDO ENTRE TODOS
LA FAMILIA DE MARÍA.

No podemos renunciar a lo que otros nos dejaron,
Marcelino vive hoy a través de nuestros brazos.
Debemos continuar lo que ellos comenzaron.

Donde haya un hermano allí tengo yo mi casa,
con el pan y con el vino celebramos el encuentro,
es un signo de familia acoger al que ha llamado.

Son testigos de esperanza los tres puestos que anhelamos,
una cruz en el camino, el sufrir de cada hermano,
el Belén de cada día y el altar de nuestras manos.

 

8) CONFIAD, RECURRID

CONFIAD, RECURRID,
CONFIAD EN NUESTRA MADRE
COMO EL PADRE CHAMPAGNAT.
CONFIAD, RECURRID,
QUE AUNQUE NUESTRO AMOR LE FALTE,
NUNCA DEJA ELLA DE AMAR.

Que sería de las flores
sin el aire y sin el sol,
marchitándose sin agua
y perdiendo su color.
Que sería del hermano
que no sabe qué es amor,
que no descubre en su madre
el camino que va a Dios.

Fíjate en la violeta
que perdida en el verdor,
siendo sencilla y pequeña
exhala un fragante olor.
Tan humilde y tan sencilla
nuestra vida debe ser,
fiel reflejo de María,
nuestro anhelo y nuestro bien.

Nuestra vida es como el trigo
que muriendo forma el pan,
amasado por la entrega,
el amor y la verdad.
Y tú sólo, madre mía
vas conmigo sin cesar,
siendo ejemplo de mi vida
y mi fuerza al caminar.

 

9) HERMANITOS DE MARÍA

Hermanitos de María,
demos gracias a Jesús.
Nuestros padres y mayores
nos animan con su luz.

MADRE, MADRE, MADRE, MADRE

Conocemos la alegría
de vivir en comunidad.
La noticia anunciaremos
como el Padre Champagnat.

Te pedimos la esperanza,
te pedimos la humildad,
haznos pobres, Madre nuestra,
danos siempre la verdad.

Consagramos nuestras vidas
en las manos del Señor,
al servicio de los hombres
entregamos nuestro don.

 

10) CORTÓ LA ROCA

Cortó la roca,
hizo hermanos levantando una casa,
una familia de trabajo y alabanza,
con el esfuerzo construyó fraternidad.
Pero fue Dios el que vivía en el cuerpo de este hombre,
el que escuchaba, sonreía y daba fuerzas para amar.

PORQUE EL HOMBRE SIN DIOS
NO ES DUEÑO DE SI MISMO,
PORQUE EL HOMBRE SIN DIOS
CONOCE LA DERROTA,
Y ES QUE EL HOMBRE SIN DIOS
NO PUEDE CAMINAR.

Le combatían
y discutían su idea de locura,
desanimaban su entusiasmo y se oponían,
el no tenía quien luchase a su favor.
Pero fue Dios, el que apoyaba cada paso de este hombre,
el que velaba y desmentía al orgulloso y charlatán.

Corrió los montes,
probó el cansancio y el sabor de los sudores,
el aldeano recibió sus bendiciones,
le dio su casa y él durmió en el portal.
Pero fue Dios, el que alumbraba el corazón de este hombre
y mantenía su esperanza por el pobre sin hogar.

11) TESTAMENTO ESPIRITUAL

Os encarezco, queridos hermanos,
con todo el cariño de mi corazón,
sabiendo que me amáis,
que la caridad sea vuestro afán,
amaos unos a otros.
Que entre vosotros reine la paz,
que siempre viváis en presencia de Dios,
un sólo corazón,
Jesús y María os ayudarán,
amaos unos a otros.

“Que la humildad y la sencillez
sea la característica de los Hermanitos de María.
Amad a María y hacedla amar,
pues ella es la Primera Superiora y nuestra Madre.
Amad a los niños con respeto y confianza,
sed fieles a vuestra vocación,
amadla y perseverad en ella.
Manteneos en un espíritu de pobreza
y desprendimiento, cuesta vivir como buen religioso,
pero la gracia de Dios lo suaviza todo.
Que nuestra buena Madre os conserve,
os multiplique y os santifique.
La gracia del Señor, el amor de Dios
y la fuerza del Espíritu Santo
estén siempre con vosotros.
Os dejo con Jesús y María
hasta el día en que volvamos a vernos.
Os llevo muy dentro
y mi corazón está con vosotros”.

Ojalá se diga de vosotros:
“Mirad como se aman los hermanos”

Un sólo corazón,
un mismo espíritu.
(Mirad como se aman...)

 

12) NUESTRAS VOCES CANTAN

Desde los pueblos y en las ciudades,
en lo profundo del corazón,
griten los cielos sus maravillas,
acción de gracias al fundador.
Reconocemos que en ti fue grande
la santidad y el amor de Dios.
Nuestras voces cantan, junto con los niños,
oye el canto alegre de la juventud.

OYE SEÑOR
DE TUS HIJOS LA ORACIÓN,
CON SENCILLEZ TE VENIMOS A REZAR.
MADRE DE DIOS,
INTERCEDE ANTE EL SEÑOR,
CONCÉDENOS PROCLAMAR SU SANTIDAD.

Hoy necesitamos tu bondad, tu guía,
por María a Cristo nos conduces tú.
Nuestros labios rompen en alegría,
de nuestra familia eres tú la luz.
Padre, te pedimos para tus hijos
tu carisma vivo que es el don de Dios.
Nuestras voces cantan, junto con los niños,
oye el canto alegre de la juventud.


 
 
 
     
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