KABABELAN BLOG

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Kababelan dijo:

Querido amigo Christian:

Respecto al tema del origen de la tradición tántrica desde luego no tengo pruebas materiales para aseverar que su origen fuera Occidente y no India. Se trata sólo de una hipótesis, cuyo fundamento es el siguiente:

En un principio, miles de años antes de que invadieran el mundo los credos patriarcalistas, hubo una gran civilización matriarcal, de carácter marítimo, que se extendía desde el Mediterráneo suroccidental (Vesperia) hasta la costa occidental de India (concretamente el valle del rio Indo) y cuyos ambos distantes extremos se comunicaban a través de rutas marinas por el Mediterráneo, el mar Rojo y el lndico. Esta extensa civilización marítima, que veneraba a una gran diosa, era más bien una cultura y no un reino ni un Estado unificado. Mantenían una cosmovisión y una tealogía similar: la Gran Madre, diosa del mar, de las estrellas y de las serpientes. Es decir la diosa del tantra, que recibió innumerables nombres.

Este argumento aparece en la novela del Círculo de las Guardianas del Grial o en el Ciclo de la Sacerdotisa. Tanit lo explica en los primeros capítulos cuando revela que en vidas anteriores había sido devota sacerdotisa de una cultura que existió hace más de 7000 años y que luego fue sustituida por otras religiones hasta desembocar en el patriarcalismo. Mencionará al antiguo pueblo del  mar (un pueblo anterior a los registros históricos), del que en occidente serán  herederos los tartéssicos y en India los dravinianos. Y en Grecia los minóicos y en Egipto una ignota civilización predinástica que existió en el Delta del Nilo.

Fue esta antigua cultura, que se propagó y comunicó a través del mar, la que difundió los principios civilizatorios que posibilitaron la creación de las primeras antiquísimas ciudades, tanto en el valle del Indo, como en el Tigris, Eufrates, Guadalquivir, norte de Africa, Creta, Egipto predinástico, Grecia preaquea, etc.

En torno al año 1500-1000 a.C. aproximadamente se producen las invasiones indoeuropeas procedentes del interior de Eurasia, las cuales arrasan totalmente esta ancestral cultura. Las hordas arias (indoeuropeas) se extienden en oleadas por gran parte de Europa y también llegan por el Este hasta el valle del Indo, acabando con la civilización allí existente y con su primigenia religión: ese tantrismo milenario ancestral. Los tántricos, perseguidos a muerte, huyen a las montañas más inaccesibles o a zonas deshabitadas de los bosques. Allí supuestamente sobrevivirán algunos maestros, en condiciones penosas, durante más de mil años. Después , misteriosamente, a partir del siglo IV de la era cristiana, el tantra renace en un lugar llamado Cachemira.

La hipótesis consiste en pensar que en occidente no se produjo de forma tan drástica esa tiranía aria y el tantrismo sobrevivió hasta la llegada del imperio romano, es decir unos siglos más. Tanit posiblemente fue una deidad tántrica, así como también lo fueron algunas deidades celtas y otras de Oriente Próximo (Inanna, Ishtar, etc). Cuando Roma vence a Cartago destruye todas las bibliotecas y el saber de la civilización púnica, la cual había reunido cuidadosamente el conocimiento de todas las civilizaciones pasadas. Por el contrario Roma parte de cero, lo borra todo y crea una nueva historia, la que a ellos les interesaba. 

Tanto griegos como latinos fueron pueblos indoeuropeos, invasores cuyos antepasados procedían de las estepas rusas y ucranianas, que trajeron sus dioses patriarcales y se fusionaron con los supervivientes de las milenarias culturas matriarcales preexistentes imponiendoles su nueva religión.

Los supuestos tántricos de la zona oriental del Imperio romano debieron huir lógicamente hacia oriente, pues tenían vastas tierras por las que emigrar, hasta llegar al norte de India. En cambio la presión hacia occidente era un callejón sin salida. Los celtas (indoeuropeos también pero que habían absorvido y heredado el matriarcalismo preexistente) nunca pudieron huir y sus sacerdotisas y sacerdotes tántricos fueron exterminadas. Los que en el otro extremo del Imperio migraron hacia oriente (especialmente cuando el cristianismo asumió al poder a principios del siglo IV) llegaron a Cachemira y al reunirse con los dravinianos que habían sobrevivido huyendo del fértil valle del Indo refundaron un nuevo tantrismo, precisamente en el siglo IV en ese lugar. Desde allí se extendió un poco  hacia algunas regiones de India, , Nepal, Tibet o China. Y este tantrismo, a veces perseguido y a veces tolerado, es el que ha logrado sobrevivir hasta nuestros días. Normalmente los verdaderos  maestros y maestras tántricas siguen viviendo en lugares muy apartados y no en las ciudades. Hay mucho fraude y tergiversación en esto. Te recomiendo leas el libro TANTRA, de Daniel Odier, que yo he conseguido en la editorial Neo Person aquí en España. Odier marchó a la India hace 40 años en busca de un verdadero y genuino maestro tántrico de la línea shivaíta y tuvo la suerte al final de encontrarlo en un remoto paraje. Es interesante su experiencia y sus conceptos.

El tantrismo es una palabra y una filosofía muy  manida y de controvertido significado. Se usa como pretexto para mantener relaciones sexuales libertinas o experimentales. Eso sería simplemente  un juego pero no la verdadera filosofía del tantra. El tantra es una religión primigenia, tal como he argumentado antes, perteneciente a una civilización milenaria ya perdida. Su antigüedad es superior a los 7000 años y su origen podría tener tal vez diez, doce o incluso quince mil años. Se basa en la filosofía de la no dualidad, aunque a primera vista pueda parecer lo contrario. Nosotros entendemos el mundo como dividido, una dualidad de divisiones opuestas: noche día, masculino femenino, vida  muerte, espíritu materia, etc. Las religiones patriarcales sólo tienen un dios, que es masculino (por ejemplo la Trinidad cristiana o el Javhé judío), las religiones politeístas patriarcales pueden tener dioses o diosas (como En Grecia o Roma) pero son deidades separadas, duales, los dioses y diosas se hallan separados con intereses contrapuestos, etc. En cambio en el Tantrismo la dualidad de dios-diosa es una dualidad no separada, es decir una aparente dualidad que en realidad es una unidad. Shiva y Shakti en realidad son Uno. El mundo para los tántricos no está dividido. El tantrismo es una religión no dual, no hay separación entre la luz y las tinieblas (observa que este es un detalle fundamental del judeocristianismo: dios separó ….), ni entre los hombres y Dios. La naturaleza del espíritu es fundamentalmente iluminada y encierra la totalidad de lo divino (Odier). Es el ego el que crea las obnubilaciones ilusorias. Para el tantrika Dios no está fuera de nosotros. En la búsqueda mística del tantrika, una búsqueda no dual, la energía mística se dirige hacia el interior.

Cuando Roma arrincona a los celtas en los confines de las tierras occidentales, ya frente al océano Atlántico, estos no tienen escapatoria y todos sus templos sagrados, islas sagradas y escuelas sacerdotales sagradas son arrasadas.  Aquí no había grandes montañas donde esconderse y refugiarse. Por ejemplo, cuando los romanos llegan al último santuario occidental de los celtas británicos, la isla de Mona, matan a todos los druidas y a las sacerdotisas mayores, destruyen el santuario y violan hasta la saciedad a las jóvenes para que incluso su linaje de sangre fuera a partir de entonces también romano. Bajo el férreo dominio romano no hubo ya posibilidad alguna de continuar practicando los antiguos y ancestrales ritos. Las iniciaciones que realizaban las sacerdotisas sagradas tántricas se perdieron tanto en el Próximo Oriente como en las verdes tierras celtas.

Conquistas de Cayo Suetonio Paulino        Isla de Anglesey o Mona

Esas mujeres guerreras, educadoras y brujas, eran también iniciadoras sexuales. Ello nos recuerda una vez más que la libertad sexual entre los celtas era muy grande, no existían tabúes sexuales ni noción de pecado vinculada al sexo. La fragilidad del matrimonio es una prueba de ello así como la práctica del concubinato, en el que la concubina estaba tan bien considerada socialmente como la esposa.

Estuviera casada o no la mujer tenía acceso a funciones muy diversas. No hay rastros históricos de mujeres druidesas; aunque sí de magas y profetisas. Es muy importantes recordar que en la iglesia celta cristiana las mujeres podían celebrar misa hasta que la iglesia de Roma lo prohibió.

Históricamente se conoce la existencia de monasterios de sacerdotisas. Los más famosos fueron el de Kildare en Irlanda, el de la diosa Sul en Bath (Isla de Bretaña), y la Isla de Mona donde vivían muchas sacerdotisas. La Isla de Mona fue arrasada por los romanos, que asesinaron a las mayores, y violaron repetidamente a las jóvenes para dejarlas embarazadas y obligarlas a mezclar su linaje celta con el romano.

Como no ha quedado texto alguno no es posible saber tampoco los detalles de lo que fue el tantrismo occidental, sólo sabemos que rendían culto a diosas del amor, que había templos especiales para iniciaciones, que tenían secretos serpentinos, que creían en una Divinidad Femenina y Masculina que era una unidad (amantes o esposos tal como Shakti y Shiva), etc.

Respecto a las monjas ursulinas no tengo ningún libro donde documentar esto.  Si encontré una vez un libro de Petra van Cronnenburg, titulado El misterio del monte de Odilia, (libros Cúpula, de Grupo Editorial Ceac, S.A.) , que menciona algo similar referido al antiguo chamanismo europeo. Había órdenes de chamanas que procedían de la antigua religión de la Osa, que habían sobrevivido hasta la misma Edad Media (Alta Edad Media). Algunas de ellas se cristianizaron (no tuvieron más opción) y de ahí surgió lo de ursulinas (ver el libro antes mencionado del monte de Odilia). Muchas santas cristianas en realidad son referencias chamánicas personificadas como un santo para integrarlas en el culto cristiano (sincretismo religioso). Así tenemos a Santa Brígida, santa Lucía, etc. Son puras deidades paganas. También santa Úrsula, es decir santa Osa. Pero igual pasa con muchos chamanes que habitaban el camino de Santiago y luego fueron transformados en santos cristianos tan famosos. Muchos santos de la Alta Edad Media tienen esta característica (San Millán, el santo-chamán), pues pertenecen a una época donde el cristianismo está fagocitando el chamanismo y el paganismo y transformándolos en una nueva religión. El cristianismo se alimentó desde su origen de religiones previas, empezando por el mismísimo Jesucristo, que también fue un personaje transformado para convertirlo en esa figura manipulada de dios-hombre que los cristianos adoran. El paradigma de Cristo fue forjándose con el paso de los siglos y sus raíces son anteriores a la misma fecha que se dice nació  la religión cristiana. Todo resulta de una evolución, fusión y transformación de lo anterior.

Es obvio que una vez desaparecida aquella primera civilización del mar, de la Diosa, que unía el Mediterráneo con las tierras del Indo, la comunicación ya nunca más fue posible. Por un lado las razas que la crearon fueron conquistadas, diezmadas y dominadas por los invasores. Por otro lado la civilización se fragmentó en grupos separados y enfrentados. Además las nuevas religiones patriarcales se enzarzaban en luchas excluyentes entre ellas mismas. De esta manera durante siglos y milenios desapareció la cultura pacífica unitaria para ser sustituida por culturas guerreras fragmentadas, consecuencias que duran hasta nuestros días.

No obstante el verdadero tantrismo (simplemente es una palabra local pero no la única) es una filosofía abstracta y al mismo tiempo tan en contacto con la realidad que podría renacer por una tercera vez en nuestros tiempos actuales, como un camino esencial de redención vital y de integración del ser humano con la realidad espiritual y material durante tanto tiempo escindidas.

En cuanto al tema  del antiguo culto likantrópico en realidad pervivió hasta tiempos muy recientes. Los celtas participaban de él. Lug era el alter ego del Lobo Divino. Al igual que Apolo y otros dioses de diversas culturas clásicas. (Pervivió el likantropismo chamánico de forma difusa hasta bien entrada la Edad Media en rincones de Europa, sobre todo al  norte ) Claro que esto no nos ha llegado debido a la filtración de los textos literarios e historiográficos que hizo el cristianismo durante todos esos siglos que monopolizaron totalmente la cultura. El Lobo fue un poderoso tótem de la senda del espíritu. Representó el arquetipo cósmico del espíritu humano que transita en su migración de retorno a los valores luminosos del espíritu. El Lobo representó la luz espiritual que guiaba a las almas en su viaje entre los mundos y en su búsqueda del Espíritu. El likantropismo fue una religión que perduró y sobrevivió al paso de distintas religiones convencionales. Incluso al principio del cristianismo el lobo siguió teniendo valores positivos, para luego ser mutado en un ente diabólico y maléfico durante la etapa ominosa de la fase final de la Baja Edad Media. En realidad Cristo en un principio representó también en cierta forma una figuración del Lobo Divino. También en algunos lugares Cristo fue la figuración del Ciervo Divino (otro tótem chamánico espiritual antiguo). Durante parte de la Edad Media, Cristo compartió estos viejos arquetipos. No fue hasta más tarde que el Cristo histórico evolucionó al personaje que en los tiempos más recientes hemos conocido (exclusivamente pastor, pescador o cordero). Se le apartó definitivamente de la naturaleza salvaje y pura para transformarse en un ente exclusivamente celeste a imagen de los sacerdotes célibes de aquella época. El Buen Lobo realmente era esa figuración divina que transitaba desde el cielo hasta las profundidades de la Tierra y viceversa. Era un ente dual unificado (tal como el tantrismo), un señor de la luz al igual que de la oscuridad, es decir que rompía la dualidad. Era la luz y las tinieblas al mismo tiempo, unificadas por el espíritu.

Así el Ciervo con sus cuernos derivó en una representación del Maligno (según la Iglesia), al igual que el Lobo y otros seres convertidos en monstruos. En una reciente entrada del blog menciono a los vampiros y su controvertido origen. También estos monstruos fueron creados por las mentalidades religiosas convencionales. Todo dios desterrado era convertido en un vampiro u otro monstruo. Es curioso como los tántrikos que se refugiaron durante siglos en recónditos bosques y montañas de India, Cachemira o Nepal, recibieran por las gentes del pueblo el calificativo igualmente de vampiros. Para muchos los tántrikos que vivían como ermitaños eran vampiros. De ahí nació  la leyenda.  Y por eso tanta relación entre el vampiro y el sexo o la sangre y el semen, símbolos alquímicos y de las raíces de la tierra.  La literatura y la cinematografía modernas han ampliado y ornamentado el mito con todo tipo de fantasías y terrores (Por cierto el conde Drácula nunca fue un vampiro, eso es un error literario continuado en el cine, sólo fue un príncipe guerrero sádico y asesino). Es curioso no obstante que el mito vampírico nunca muera (y el likantrópico tampoco) e incluso en nuestros días renace reconvertido y mutado de mil maneras, con mil disfraces y facetas. 

Una escritora apellidada Meyer ha escrito una exitosa saga literaria sobre el tema bajo un prisma romántico adolescente que ha causado furor y ha sido llevada al cine (Crepúsculo) y allí los monstruos principales y protagonistas son precisamente vampiros y hombres lobo. Por supuesto que esa literatura de fácil consumo carece de contenido esencial e historiográfico alguno, pero resulta sorprendente que el mito permanezca irreductible en el inconsciente de la humanidad y de alguna manera sea un atractivo misterio incluso en la sofisticada y tecnológica sociedad moderna. Pero tras esa máscara deformada existen siglos de persecución, mentiras y misterio que pocos se aventuran a atisbar.

El mago Merlín de  las leyendas, por ejemplo, representa al chamán likántropo. Como tal, Merlín se internaba en los bosques y accedía a los secretos de la tierra así como al dominio de sus poderes mágicos o hechizos del dragón (serpiente de la tierra).  Como likántropo el mago humano traslada su conciencia a un estado primigenio no humano, que le permite el acceso a secretos sellados para la conciencia humana. El likántropo penetra en realidades paralelas de las que obtiene información y poderes prohibidos. Como likántropo el chamán puede acceder tanto a los planos celestes como a los inframundos. No tiene nada que ver con el monstruo o bestia destructora que aparece en la literatura fantástica o en las leyendas cristianas. Likos=Luz. Likántropo=Chamán luminoso. El hombre lobo es en realidad el hombre que se fusiona con la naturaleza y va más allá de los límites de la conciencia  humana. El dios lobo es la conciencia divina viajando por las dimensiones del universo y de la conciencia. La senda del lobo era una estrategia de la conciencia para lograr liberarse de la forma humana y alcanzar la conciencia libre o conciencia sin forma. El lobo fue elegido como tótem de este arquetipo de viaje conciencial.  El dios lobo de los celtas fue el famoso dios Lug.

Es difícil recuperar rituales y prácticas likantrópicas cuando tantos siglos nos separan de esa tradición perdida y cuando la naturaleza salvaje es ya tan exigua. Las últimas fraternidades de hombres lobo desaparecieron en Europa a finales de la Edad Media, al igual que casi fueron totalmente exterminados y se extinguieron los mismos lobos.  

Desde hace siglos hemos ido segando (o cegando) uno a uno todos los caminos luminosos que nos permitían acceder a otras realidades. El ser humano se ha ido encerrando en estériles religiones dogmáticas o en visiones materialistas del mundo.

El tantrika, el likántropo o el vampiro (los verdaderos y no los sucedáneos) son alienígenas de la sociedad y la conciencia convencional, que buscan despertar la esencia espiritual eterna que yace dentro de nosotros y unirse a la realidad total que existe oculta tras la dualidad espíritu-materia.

Gracias por los libros on-line que me has enviado. Espero tener tiempo para leerlos.

Un abrazo

Kababelan

Author: Kababelan