La tierra de Tanit

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La tierra de la abundancia, la tierra de Tanit

 

 

 

- Eres un ser maravilloso, eres un imán de la abundancia, eres querido en grado sumo por el universo. - aseveró mi intrigante amiga Tanit, con su cálida y serena voz. Y prosiguió - Debes recuperar en primer lugar tu identidad genuina y primigenia.

Prestaba gran atención a su exultante y encantador discurso. Estaba ya acostumbrado a esa mística y mágica filosofía suya. Acto seguido repuse:

- Hay una gran resistencia de mi mente a aceptar ese tipo de ideas, pues en nuestra sociedad es dificil que alguien inculque o defienda planteamientos tan idealistas. Sin darnos cuenta nos vamos forjando poco a poco conceptos cada vez más limitados de nosotros mismos. 

Tras escucharme en calma, ella prosiguió impertérrita con su disertación intrigante .

- El ser humano es un sueño, vive dentro de un pesado sueño -aseguró reafirmando su hipótesis desconcertante - De todos los seres biológicos tan sólo los humanos poseen la llave del despertar.

De nuevo hablaba del despertar tan manido de tantas filosofías y religiones. Mirándola dije:

- El despertar utópico del que hablas, y que también otros muchos han citado alguna vez, suena como una quimera que se nos escapa siempre entre las brumas de nuestra cotidana vida.

Me contempló en silencio a través de sus profundos ojos y tras una pausa llena de velados secretos explicó:

- La mente humana ha sido desde tiempo inmemorial programada, recurrentemente limitada, genéticamente manipulada ... pero igualmente siempre puede ser  también reprogramada y liberada. Cada individuo es responsable de su propia reprogramación y libertad. Nadie ni nada lo puede hacer por él. 

Tanit escrutó mi rostro y continuó.

- La palabra y el pensamiento son una fuerza inmensa, inconmensurable. Con ellos se puede acceder al poder de los conceptos abstractos y de los símbolos; los cuales son capaces de abrir o cerrar puertas por las que devendrán rios de energía, que a su vez crearán formas y realidades en el fluir del espacio tiempo que se denomina vida.

Escucharla era como navegar impulsado por un viento que te conduce a tierras ignotas. La joven que me hablaba no era igual a nadie que jamás hubiera conocido. 

¿Pero desde cuando en verdad la conocía? En teoría, desde la perspectiva humana ordinaria, Tanit se había cruzado en mi vida apenas hacía unos meses. Sin embargo aseguraba, a veces entre bromas, que estábamos unidos desde un tiempo tan lejano que superaba las barreras de la historia. 

- ¿Piensas que estábamos destinados por la Providencia creadora a estar juntos?-le pregunté un día. 

- No exactamente -repuso- lo que pasa es que ya nos encontramos y caminamos unidos en un tiempo lejano a este.

- ¿Y eso lo recuerdas tú o te lo ha revelado algún ser sobrenatural? -inquirí.

Ella se río con una pizca de picardía.

- ¿Un ser sobrenatural? ¿Te parezco yo poco sobrenatural? 

- Desde luego no eres precisamente muy normal. Y sí ... pensándolo bien si pareces algo sobrenatural -respondí sonriendome a mi vez.

Tanit mantenía la pretensión de poseer la memoria de otros seres que habían vivido en épocas pasada y de los que no era sino la continuadora. Como un collar que engarza muchas cuentas, así ella decía que recordaba otras vidas pretéritas vividas en otro tiempo. Afirmaba que en todas esas existencias era siempre ella misma, individualizada, inmortalizada en una memoria preservada y no perecedera. Un alma libre recorriendo múltiples vidas humanas.

- ¿Y por qué eres diferente, cuando los demás apenas vivimos una sola vida? -la interrogué.

- Todos los humanos viven múltiples vidas, pero las pierden, pues su memoria es un tejido que se deshilacha tras el tránsito de la muerte.

- ¿Y como has hecho tú para conservar íntegra esa memoria inmortal que no se destruye cuando muere el cuerpo? -quise saber.

- Nada especial he hecho -respondió con transparentes ojos- nada que no pueda hacer cualquier otro ser humano.

- No debe ser fácil cuando es algo que todos desconocemos -repliqué.

- Es bastante fácil, pero al mismo tiempo sumamente difícil. -expuso enigmáticamente.

- ¿No es eso una contradicción?

- Precisamente -aseveró- ¿La muerte es la contradicción de la vida o su conclusión?

Me lo pensé unos segundos y dije:

- Ambas cosas.

- Sí, es la conclusión de la vida, inevitable según se percibe a través de la conciencia ordinaria. -explicó como si ella fuera algún tipo de viejo sabio- Pero también es su contradicción. El no existir es la contradicción del existir. 

- Efectivamente -intervine interrumpiendola - la vida es un fluir de existencia y no existencia que se alternan y se relevan en el continuo del tiempo. 

- ¿Ves como hay contradicción? También yo he recorrido un camino fácil y difícil a la vez para lograr una memoria inmortal.

- ¿Como  los vampiros?

- No. Los vampiros son prisioneros del tiempo, de un único y frágil cuerpo biológico que intentan preservar frente al acecho permanente de la descomposición.

- Ya. Y tú has nacido muchas veces, recordando las otras vidas. ¿No es así?

- Al principio sí. Pero después ... ni siquiera he necesitado nacer más. 

- ¿Que quieres insinuar?

- Insinuo ... querido mio ... que el espacio-tiempo en el que vives y conoces ... no es la realidad absoluta, sino sólo una realidad convencional, que se autoperpetua mediante un programa codificado en la materia.

- ¿Y tú, puedes manipular ese programa ? -pregunté sorprendido y a la vez excéptico.

- En teoría toda mente humana -repuso tranquilamente- está preparada para su manipulación.

- Pero nadie sabe hacer eso ... 

- Unos pocos sí. Pero hay que liberarse de programas mentales obstructivos para iniciar ese camino.

- ¿Como cuales?

- La mayor parte de las ideologías religiosas son programas obstructivos. También algunas ideologías científicas. Así como muchas tradiciones culturales milenarias. 

- ¿Y que se puede hacer? 

- Pues nada, hasta que un día descubres que la realidad espacio-temporal es un metajuego.

- ¿Y cual es su verdadero sentido?

- Desarrollar todas tus capacidades. Múltiples capacidades latentes que duermen en los seres humanos.

- Las religiones hablan de un premio o un castigo tras la vida.

- Falso. 

- ¿Y entonces ...?

- La vida es en sí misma el propósito, el medio y el fin. 

- ¿Pero que ocurre con el alma, si como dices sobrevive a la muerte?

- No hay premio. Hay una interfase en otra realidad de espacio-tiempo, distinta a esta realidad biológica convencional. Pero premio no hay, ni castigo, salvo el que cada alma atormentada o satisfecha se imponga a sí misma. 

- ¿Y cual es el fin? 

- ¿El fin? -repuso exagerando un gesto de sorpresa- Que manía con el fin. No hay fin alguno. La infinita y permanente expresión de la vida es el mismo fin. La vida en esencia es plena. 

- ¿Y cual es el sentido de la vida humana?

- El sentido es un sin sentido - aseguró y mantuvo un instante de silencio - La vida humana es una posibilidad de autorreconocerse de la vida plena. Sin embargo la vida es plena ya en su esencia atemporal.

- Pero aún no me has explicado como consigues tener la memoria de tiempos pretéritos ni que significa eso de no nacer más.

- No nacer más es no necesitar unos padres biológicos para entrar otra vez en este programa de metajuego.

- ¿Y como puede habitarse entonces de nuevo en un cuerpo biológico?

- Preservándo el que posees, transformándolo en materia prima biológica liberada de las limitaciones espacio-temporales que rigen la realidad convencional ordinaria.

- Suena fácil -dije con marcada ironía.

- Es algo que se aprende -repuso en tono consolador. 

- Vaya. ¿Y en que escuela?

- Puedes nacer de nuevo de un vientre materno y aprender a recordar las existencias pasadas. Pero también se puede ir más allá de esta necesidad de ser gestado otra vez. Ambas cosas son posibles y aprendibles. Aunque ahora eso te parezca una fantasiosa quimera.

-¿Como sé que me dices la verdad, que eres lo que dices ser?.

- No tengo necesidad de demostrarlo.

- Me gustaría tener alguna prueba de lo que dices.

- Las encontrarás. Si persistes las encontrarás.

- ¿Me ayudarás?

- Mi mayor deseo es ese.

- ¿Por donde empezar?

- Por tí mismo.

- ¿Como?

- Descubriendo el poder maravilloso que hay en tu mente.

Navegaba a través de la voz de Tanit escuchando sus asombrosas palabras. Me hablaba de un viaje y de un puerto por el que se arribaba a una tierra mágica, una tierra extraordinaria de ilimitada abundancia. 

 

 

 

 

Author: Kababelan

28 de febrero de 2009

 

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