El Corazón de la Vía Láctea

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Hay una generalizada y equivocada creencia entre los nuevos credos espiritualistas de corte patriarcal o solar. Sostienen erróneamente que los soles o estrellas son las sedes de espíritus superiores.  Y por tanto fabulan que en el corazón de toda galaxia existe un sol central en el que reside una supuesta jerarquía divina, o en versión actual, un gran consejo galáctico. Este sol central sería algo así como el padre de toda luz y por tanto representaría el gobierno supremo de la galaxia.

 

 

Esta fantasiosa creencia es totalmente falsa, y especialmente en lo que se refiere a la existencia de ese supuesto sol central, que es de lo que trata este post del Blog de la Serpiente. Es un fraude conceptual más de los muchos que suman los credos seudoespirituales de línea cósmica que han surgido como hongos durante la segunda mitad del siglo XX.

 

 

Para tratar de paliar este frecuente error de estas sectas milenaristas y normalmente mesiánicas hay que explicar que es precisamente lo opuesto a un sol lo que gobierna el centro de la galaxia. Toda la Vía Láctea gira en realidad en torno a un super-agujero negro, un agujero negro supermasivo. Este es el verdadero corazón y motor de la galaxia. Los agujeros negros poseen una masa millones de veces superior a la de un sol  y constituyen por ello un centro de atracción gravitacional hipermasivo, que absorve no sólo toda la materia sino también toda luz. Nada puede escapar al poder de un agujero negro, no sólo cualquier tipo de materia, sino también ni siquiera la misma luz, tal es su fuerza de atracción, pues se tragan incluso el espacio y el tiempo. 

 

 

En esta imagen vemos un agujero negro secundario de la Galaxia, pues se sabe que son frecuentes, de tamaños variables, y su número resulta aún desconocido. En torno a él se amontonan y giran miles de estrellas.

 

 

 

 

 

 

 

 

El gran agujero negro central de la Vía Láctea es la sede de la energía galáctica y funciona de forma similar a un auténtico corazón. Por una parte absorve la materia vieja, la desintegra y la emite de nuevo en forma de radiación, gas molecular y polvo estelar, que constituirá la materia prima de las futuras protoestrellas. Esa destrucción-gestación produce unas corrientes magnéticas descomunales y unas sumamente violentas mareas gravitacionales. 

(A la derecha pintura artística de un agujero negro)

 

 

En realidad el agujero negro central (cuatro millones de veces la masa de nuestro sol) es el núcleo de un inmenso caldero estelar, caldero que es la matriz de la energía y la matería de la galaxia. Por supuesto que todo esto es de unas dimensiones descomunales, difíciles de imaginar para la razón humana. Los agujeros negros están en un orden jerárquico superior a los soles o estrellas, que no son sino sus diminutas hijas. 

 

 

El agujero negro del centro de la Vía Láctea no es visible directamente para los instrumentos humanos (radiotelescopios) pues se halla rodeado de una nube de gas ionizado en forma de espiral brillante, pero ya se ha medido su tamaño que ronda los 300 años luz. Y en torno a este núcleo o corazón se halla el caldero estelar donde se amontonan los gérmenes de los que luego nacen las estrellas.

(A la derecha recreación artística

 

 

Podemos también comparar al agujero masivo central galáctico con una megamatriz cósmica, que absorve gravitacionalmente la materia vieja y la luz carente de fuerza y las transmuta en nueva energía estelar. Después la nueva materia creada se irá alejando del borde del agujero negro matriz (mater destructora y generadora) y de su caldero magnético para ir enfriándose y condensándose hasta formar una estrella. Después impulsada por corrientes gravitacionales y vientos estelares migrará junto a millones más de hermanas, formando cúmulos y nubes de astros que poblarán todas las áreas de la galaxia. Nuestro sol local habita actualmente una zona media de uno de los cuatro brazos espirales de la galaxia.

 

 

El agujero negro masivo central de la Vía Láctea, una matriz hipergravitacional cósmica, absorve la materia, la energía y la luz de las cuales se alimenta; para simultáneamente expulsar gigantescas nubes de gas y radiación estelar que constiruirá las simientes de nuevas estrellas. Así el agujero negro del centro galáctico es una boca que traga y una vagina que expulsa nueva energía y materia. 

(Esta ilustración es una creación artística)

 

 

La Tierra, que se halla a unos 28.000 años luz de distancia del agujero negro central,  gira alrededor de él a una velocidad de 960.000 km/hora, según datos actualizados recientemente, y da una vuelta alrededor de la galaxia cada 225 millones de años.

 

 

Los agujeros negros son como madres en el universo galáctico. Producen la protomateria de las estrellas, las crían juntas en guarderías estelares, y luego cuando han crecido lo suficiente las expulsan a espacios más amplios, pacíficos y distantes donde estas pueden madurar con tranquilidad. Para que posteriormente, en una nueva fase millones de años después, estas jóvenes estrellas puedan servir de campo y modulador energético a planetas orbitales que a su vez serán la sede o geoplacenta de la vida biológica.

(A la derecha ilustración artística)

 

 

 

 

En esta fantástica y reciente fotografía real de alta calidad de la NASA (tomada bajo luz infrarroja para atravesar la barrera del polvo estelar) se ve el caldero de estrellas galáctico (donde predomina el color rojo), el corazón de la la Vía Láctea. En medio de la imagen podemos apreciar un punto luminoso que es la espiral de gas ionizado que oculta al agujero negro central super masivo. La fotografía abarca un diámetro de unos 900 años luz.

 

 

Espero que esta aclaración sirva para despejar tanta confusión que existe en el mundillo de la neoespiritualidad sobre la prominencia de los soles. Se trata tan sólo de agentes menores, meras centrales de radiaciones cósmicas, que sirven de enlace modulador entre la Madre Galáctica (el agujero negro central) y las Geo Madres o planetas-placenta donde se dan las condiciones electromagnéticas moduladas para la fructificación de especies biológicas. 

 

 

Author: Kababelan

5 de enero de 2009

 

Author: Kababelan

Diciembre 2008.

 

 

 

 

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Author: Kababelan

 

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