Haga como si estuviera en su casa
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Una esperanza se
hizo una casa y le puso una baldosa que decía: Bienvenidos
los que llegan a este hogar.
Un fama se hizo una casa y no le puso
mayormente baldosas.
Un cronopio se hizo una casa y
siguiendo la costumbre puso en el porche diversas
baldosas que compró o hizo fabricar. Las baldosas
estaban colocadas de manera que se las pudiera leer en
orden. La primera decía: Bienvenidos los que llegan
a este hogar. La segunda decía: La casa es
chica, pero el corazón es grande. La tercera decía:
La presencia del huésped es suave como el césped.
La cuarta decía: Somos pobres de verdad, pero no de
voluntad. La quinta decía: Este cartel anula
todos los anteriores. Rajá, perro.
Cortázar, Julio; Historias
de cronopios y de famas, Buenos Aires, Sudamericana, 1994
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