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El libro de salmos (=sal) contiene cánticos, poemas y oraciones nacidos de la experiencia de una comunidad que adora. Compilado al regreso del exilio en babilonia sobre la base de antiguas colecciones, reúne 150 salmos agrupados en cinco libros, cada uno de los cuales concluye con una doxología. El pueblo de Israel dio expresión a su fe entonando estos salmos en el templo de Jerusalén. Posteriormente los hizo parte esencial del culto en  la sinagoga. Nuestro señor Jesucristo utilizo los salmos en su ministerio y la iglesia los adopto tal como estaban. Al recibirlos, los incorporo a la fe cristiana dándoles un sentido cristocentrico. Considerada la colección de poesía religiosa mas grandiosa de la literatura universal los salmos pueden clasificarse en grupos de acuerdo con su genero literario: a) himnos, utilizados en la alabanza a Dios. B) lamentos o suplicas tanto individuales como colectivos en petición de auxilio ante alguna aflicción física o moral. c) canto de confianza en los que se expresa la certidumbre de la ayuda inminente de Dios. D) acciones de gracias. e) relatos de historia sagrada que narra las intervenciones redentoras de Dios. F) salmos reales. g)  salmos sapienciales o didácticos. h) salmos de adoración y alabanza i) salmos de peregrinaje que entonaban los israelitas camino de Jerusalén o  a su regreso de la ciudad santa. J) salmos de genero mixto. k) salmos acrósticos que utilizan estructuras poéticas basadas en el alfabeto hebreo. l) imprecaciones. El adorador individual o colectivo  (el pueblo) toma la palabra en los salmos para dirigirse a Dios y compartir las experiencias y las aspiraciones mas profundas del alma: luchas y esperanzas, triunfos y fracasos, gratitud y arrepentimiento, particularmente el clamor que surge de la enfermedad, la pobreza, el exilio, la injusticia y toda suerte de calamidades y miserias que afectan a la humanidad.

Salmos

Libro 1 Salmo 1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado, sino  que en la ley de Jehová esta su delicia y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo y su hoja no cae, y todo lo que hace prospera. No así los malos, que son como el tamo que arrebata el viento. Por tanto, no se levantaran los malos en el juicio ni los pecadores en la congregación de los justos, por que Jehová conoce el camino de los justos, mas la senda de los malos perecerá.

Salmo 2 ¿ Por que se amotinan las gentes y los pueblos piensan cosas vanas?. Se levantaran los reyes de la tierra, y príncipes conspiraran contra Jehová y contra su ungido, diciendo: "Rompamos sus ligaduras y echemos de nosotros sus cuerdas". El que mora  en los Cielos, se reirá; el Señor se burlara de ellos. Luego les hablara en su furor, y los turbara con su ira: "Yo  he puesto mi rey sobre Sión, mi santo monte". Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: "Mi hijo eres tu; yo te engendre hoy. Pídeme, y te daré por herencia las naciones y como posición tuya los confines de la tierra. Los quebrantaras con vara de hierro; como vasija de alfarero los desmenuzaras". Ahora, pues, reyes, sed prudentes; admitid amonestación, jueces de la tierra. Servid a  Jehová con temor y alegraos con temblor. Honrad al hijo, para que no se enoje y perezcáis en el camino, pues se inflama pronto su ira. ¡Bienaventurados todos los que en el confían!.

Salmo 3 Jehová, cuanto se han multiplicado mis adversarios!. Muchos son los que se levantan contra mi; muchos son los que dicen de mi: "No hay para el salvación en Dios". Mas tu, Jehová, eres escudo alrededor de mi; mi gloria, y el que levanta mi cabeza. Con mi voz clame a Jehová y el me respondió desde su monte santo. Yo me acosté y dormí, y desperté, por que Jehová me sustentaba. No temeré ni a una gran multitud que ponga sitio contra mi. ¡ Levántate, Jehová! ¡Sálvame, Dios mío !. Tu heriste a todos mis enemigos en la mejilla; los dientes de los perversos rompiste. La salvación  es de Jehová. ¡Sobre tu pueblo sea tu bendición!.

Salmos 4 ¡Respóndeme cuando  clamo, Dios justicia mía!. Cuando estaba en angustia ,tu me diste alivio. Ten misericordia de mi y oye mi oración. Hijos de los hombres, ¿Hasta cuando volveréis mi honra en infamia, amareis la vanidad y buscareis la mentira?. Sabes, pues, que Jehová ha escogido al piadoso para si; Jehová oirá cuando yo a el clame. ¡Temblad y no y no pequéis!. Meditad en vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad. Ofreced sacrificios de justicia y confiad en Jehová. Muchos son los que dicen: "¿Quien nos mostrara el bien?". Alzad sobre nosotros, Jehová, la luz de tu rostro. Tu diste alegría a mi corazón, mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto. En paz me acostare y así mismo dormiré, porque solo tu, Jehová, me haces vivir confiado.

 

Salmo 5 Escucha, Jehová, mis palabras; considera mi gemir. Atiende a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque a ti orare. Jehová, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentare delante de ti y esperare. Porque tu no eres un Dios que se complace en la maldad, el malo no habitara junto a ti. Los insensatos no estarán delante de tus ojos; aborreces a todos los que hacen iniquidad. Destruirás a los que hablan mentira; al hombre sanguinario y engañador abominara Jehová. Mas yo por la abundancia de tu misericordia entrare en tu casa; adorare con reverencia hacia tu santo templo. Guíame, Jehová, en tu justicia, a causa de mis enemigos; endereza delante de mi tu camino. En la boca de ellos no ha sinceridad; su interior esta lleno de maldad, sepulcro abierto es su garganta, su lengua es mentirosa. ¡Castígalos, Dios!. ¡Caigan por sus mismas intrigas!. Por la multitud de sus transgresiones échalos fuera, porque se rebelaron contra ti. Pero alégrense todos los que en ti confían; den voces de jubilo para siempre, porque tu los defiendes; en ti se regocijen los que aman tu nombre. Tu, Jehová, bendecirás al justo; como con un escudo lo rodearas de tu favor.

Salmo  6 Jehová, no me reprendas en tu enojo ni me castigues con tu ira. Ten misericordia de mi, Jehová, porque estoy enfermo; sáname, Jehová, porque mis huesos se estremecen. Mi alma también esta muy turbada; y tu, Jehová, ¿hasta cuando?. Vuélvete, Jehová, libra mi alma. ¡Sálvame por tu misericordia!, porque en la muerte no ha memoria de ti; en el seol, ¿quien te alabara?. Me he consumido a fuerza de gemir; todas las noches inundo de llanto con mis lagrimas. Mis ojos están gastados de sufrir; se han envejecido a causa de todos mis angustiadores. ¡Apartaos de mi, todos los hacedores de maldad, porque Jehová ha oído la voz de mi lloro!. Jehová ha oído mi ruego; ha recibido Jehová mi oración. Se avergonzaran y se turbaran mucho todos mis enemigos; se volverán y serán avergonzados de repente.

Salmo  7 Jehová, Dios mío, en ti he confiado; sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame, no sea que desgarren mi alma cual león y me destrocen sin que haya quien me libre. Jehová, Dios mío, si de algo soy culpable, si hay en mis manos iniquidad, si he dado mal pago al que estaba en paz conmigo (al contrario, he libertado al que sin causa era mi enemigo), que me persiga el enemigo y me alcance, que pisotee en tierra mi vida y mi honra ponga en el polvo. ¡Levántate, Jehová, en tu ira! ¡Alzate en contra de la furia de mi angustiadores y despierta en favor mío el juicio que mandase!. Te rodeara una congregación de pueblos y sobre ella vuélvete a sentar en alto. Jehová juzgara a los pueblos. Júzgame, Jehová, conforme a mi justicia y conforme a mi integridad. Termine ahora la maldad de los malvados, mas establece tu al justo, porque el Dios justo prueba la mente y el corazón. Mi escudo esta en Dios, que salva a los rectos de corazón. Dios es juez justo; y Dios esta airado contra el impío todos los días. Si no se arrepiente, el afilara su espada; armado tiene ya su arco y lo ha preparado. Así mismo ha preparado armas de muerte y ha hecho saetas ardientes. El impío concebio maldad, se preño de iniquidad y dio a luz engaño. Pozo ha cavado y lo ha ahondado; pero en el hoyo que hizo, caerá. ¡Su iniquidad recaerá sobre su cabeza y su agravio caerá sobre su propia coronilla!. Alabare a Jehová conforme a su justicia y cantare al nombre de Jehová, el Altísimo.

Salmo  8 ¡Jehová, Señor nuestro, cuan grande es tu nombre en toda la tierra!. ¡Has puesto tu gloria sobre los cielos!.De la boca de los niños y de los que aun maman, fundastes la fortaleza a causa de tus enemigos, para hacer callar al enemigo y al vengativo. Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tu formaste, digo:"¿Que es el hombre para que tengas de el memoria, y el hijo del hombre para que lo visites?". Lo has hecho poco menor que los ángeles y lo coronastes de gloria y de honra. Lo hicistes señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies: ovejas y bueyes, todo ello, y asimismo las bestias del campo, las aves del cielo y los peces del mar; ¡Todo cuanto pasa por los senderos del mar!. ¡Jehová, Señor nuestro, cuan grande es tu nombre en toda la tierra!.

Salmo 9 Te alabare, Jehová, con todo mi corazón. Contare todas tus maravillas. Me alegrare y me regocijare en ti; cantare a tu nombre, altísimo. Mis enemigos se volvieron atrás; cayeron y perecieron delante de ti. Has mantenido mi derecho y mi causa; te has sentado en el trono juzgando con justicia. Reprendiste a las naciones, destruiste al malo; ¡borraste el nombre de ellos eternamente y para siempre! Los enemigos han perecido; han quedado desolados para siempre; y las ciudades que derribaste, su memoria pereció con ellas. Pero Jehová permanecerá para siempre; ha dispuesto su trono para juicio. El juzgara al mundo con justicia y a los pueblos con rectitud. Jehová se ha refugio del pobre, refugio para el tiempo de angustia. En ti confiaran los que conocen tu nombre, por cuanto tu, Jehová, no desamparaste a los que te buscaron. Cantad a Jehová, que habita en Sión; publicad entre los pueblos sus obras. El que  demanda la sangre se acordó de ellos; no se olvido del clamor de los afligidos. Ten misericordia de mi, Jehová; mira mi aflicción que padezco a causa de los que me aborrecen,  tu, que me levantas de las puertas de la muerte para que cuente todas tus alabanzas a las puertas de Sión, y me goce en tu salvación. Se hundieron las naciones en el hoyo que hicieron; en la red que escondieron fue atrapado su pie. Jehová se ha hecho conocer en el juicio que ejecuto; en la obra de sus manos fue enlazado el malo. Los malos serán trasladados al seol, todas las naciones que se olvidan de Dios. El menesteroso no para siempre será olvidado, ni la esperanza de los pobres perecerá perpetuamente. Levántate, Jehová; no se fortalezca el hombre; sean juzgados las naciones delante de ti. Infunde, Jehová, tu temor en ellos; ¡ Conozcan las naciones que no son sino hombres!.

Salmo 10 ¿ Por que estas lejos, Jehová, y te escondes en el tiempo de la tribulación? Con arrogancia, el malo persigue al pobre; será  atrapado en las trampas que ha preparado.  El malo se jacta del deseo de su alma, bendice al codicioso y desprecia a Jehová; el malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; no hay Dios en ninguno de sus pensamientos. Sus caminos son torcidos en todo tiempo; tus juicios los tiene muy lejos de su vista; a todos sus adversarios desprecia. Dice en su corazón: “No caeré jamás; nunca me alcanzara la desgracia”. Llena esta su boca de maldición y de engaños y fraude; debajo de su lengua hay insulto y maldad. Se sienta al acecho cerca de las aldeas; en escondrijos mata al inocente. Sus ojos están acechando al desvalido, acecha  en oculto, como el león desde su cueva; acecha para atrapar al pobre; atrapa al pobre trayéndolo a su red. Se encoge, se agacha, y caen en sus fuertes garras y muchos desdichados. Dicen en su corazón: “Dios lo olvida; cubre su rostro, nunca ve nada”. ¡ Levántate, Jehová Dios, alza tu mano! ¡No te olvides de los pobres! ¿por qué desprecia el malo a Dios? En su corazón ha dicho: “Tu no habrás de pedir cuentas”. Tu lo has visto, porque miras el trabajo y la vejación, para dar la recompensa con tu mano; a ti se acoge el desvalido; tu eres el amparo del huérfano. ¡ Rompe el brazo del inicuo y castiga la maldad del malo hasta que no halles ninguna! Jehová es el rey eternamente y para siempre; de su tierra desaparecerán las naciones. El deseo de los humildes oíste, Jehová; tu los animas y les prestas atención. Tu haces justicia al huérfano y al oprimido, a fin de que no vuelva mas a hacer violencia el hombre  de la tierra.

Salmo 11 En Jehová he confiado; ¿cómo decís a mi alma que escape al monte cual ave?, porque los malos tienden el arco, disponen sus saetas sobre la cuerda, para lanzarlas en oculto a los rectos de corazón. Si son destruidos los fundamentos, ¿qué puede hacer el justo? Jehová esta en su santo templo; Jehová tiene en el cielo su trono; sus ojos observan, sus párpados examinan a los hijos de los hombres. Jehová prueba al justo; pero el malo y al que ama la violencia los repudia su alma. Sobre los malos hará llover calamidades; fuego, azufre y viento abrasador serán la porción de su copa. Porque Jehová es justo y ama la justicia, el hombre recto vera su rostro.

Salmo 12 Salva, Jehová, porque se acabaron los piadosos, porque han desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombres. Habla mentira cada cual con su prójimo; adulan con los labios, pero con doblez de corazón. Jehová destruirá todos los labios aduladores, y la lengua que habla con jactancia; a los que han dicho: “porque nuestra lengua prevaleceremos, nuestros labios son nuestros, ¿quién se señor de nosotros?”. “por la opresión de los pobres, por el gemido de los necesitados, ahora me levantare – dice Jehová -, pondré a salvo a que por ello suspira”. Las palabras de Jehová son palabras limpias, como plata refinada en horno de barro, purificada siete veces. Tu, Jehová, los guardaras; de esta generación los preservaras para siempre. Rondando andan los malos cuando la infamia es enaltecida entre los hijos de los hombres.

Salmo 13 ¿hasta cuando, Jehová? ¿me olvidaras para siempre? ¿hasta cuando esconderás tu rostro de mi? ¿hasta cuando tendré conflictos en mi alma, con angustias en mi corazón cada día? ¿hasta cuando será enaltecido mi enemigo sobre mi? mira, respóndeme, Jehová, Dios mío; alumbra mis ojos, para que no duerma de muerte, para que no diga mi enemigo: “lo vencí”. Mis enemigos se alegraran si yo resbalo. Mas yo en tu misericordia he confiado; mi corazón se alegrara en tu salvación. Cantare a Jehová porque me ha hecho bien.

Salmo  14 Dice el necio en su corazón: “no hay Dios”. Se han corrompido, hacen obras despreciables, no hay quien haga lo bueno. Jehová miro desde los cielos sobre los hijos de los hombres, para ver si había algún entendido que buscara a Dios. Todos se desviaron, a una se han corrompido; no hay quien haga lo bueno, no hay siquiera uno. ¿No tienen discernimiento todos los que cometen maldad, que devoran a mi pueblo como si comieran pan y no invocan a Jehová? Ellos temblaran de espanto, porque Dios esta con la generación de los justos. De los planes del pobre se han burlado, pero Jehová es su esperanza. ¡Ah, si de Sión viniera la salvación de Israel! Cuando Jehová haga volver a los cautivos de su pueblo, se gozara Jacob, se alegrara Israel.

Salmo 15 Jehová, quien habitara en tu tabernáculo?, ¿Quién morara en tu monte santo? El que anda en integridad y hace justicia; el que habla verdad en su corazón; el que no calumnia con su lengua ni hace mal a su prójimo ni admite reproche alguno contra su vecino; aquel a cuyos ojos el indigno es menospreciado, pero honra a los que temen a Jehová; el que aun jurando en perjuicio propio, no por eso cambia; quien su dinero no dio a usura ni contra el inocente admitió soborno. El que hace estas cosas, no resbalara jamás.

Salmo  16  Guárdame, Dios, porque en ti he confiado. Alma mía, dijiste a Jehová: “Tu eres mi señor; no a para mi bien fuera de ti”. Para los santos que están en la tierra y para los íntegros es toda mi complacencia. Se multiplicaran los colores de aquellos que sirven diligentes a otro dios. No ofreceré yo sus libaciones de sangre ni en mis labios tomare sus nombres. Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa; tu aseguras mi suerte. Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos y es hermosa la heredad que me ha tocado. Bendeciré a Jehová que me aconseja; aun en las noches me enseña mi  conciencia. A Jehová he puesto siempre delante de mi; porque esta a mi diestra, no seré conmovido. Se alegro por tanto mi corazón y se gozo mi alma; mi carne también descansara confiadamente, porque no dejaras mi alma en el seol, ni permitirás que tu santo vea corrupción. Me mostraras la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo, delicias a tu diestra para siempre.

Salmo 17 Oye, Jehová, una causa justa; atiende a mi clamor. Escucha mi oración hecha de mis labios sin engaño. De tu presencia proceda mi defensa; vean tus ojos la rectitud. Tu has aprobado mi corazón, me has visitado de noche; me has puesto a prueba y nada malo hallaste. He resuelto que mi boca no cometa delito. En cuanto a las obras humanas, por la palabra de labios yo me he guardado de las sendas de los violentos. Afirma mis pasos en tus caminos, para  que mis pies no resbalen. Yo te invocado por cuanto tu, Dios, me oirás; inclina a mi tu oído, escucha mi palabra. Muestra tus maravillosas misericordias, tu que salvas a los que se refugian a tu diestra de los que se levantan contra ellos. Guárdame como a la niña de tus ojos; escóndeme bajo la sombra de tus alas, de la vista de los malos que me oprimen, de mis enemigos que buscan mi vida. Envueltos están en su gordura; con su boca hablan arrogantemente. Han cercado ahora nuestros pasos; tienen puestos  sus ojos para echarnos por tierra. Son como león que ansia agarrar su presa y como leoncillo que esta en su escondite. Levántate, Jehová; sal a su encuentro, derríbalos; libra mi vida de los malos con tu espada, de los hombres, con tu mano, Jehová, de los hombres de este mundo, para quienes lo mejor es esta vida, y cuyo vientre esta lleno de tus bienes. Sacian  a sus hijos y aun les sobra para sus pequeños. En cuanto a mi, veré tu rostro en justicia; estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza.

Salmo 18 Te amo, Jehová, fortaleza mía. Jehová, roca mía y castillo mío, mi libertador; Dios mío, fortaleza mía ,en el confiare; mi escudo y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio. Invocare a Jehová, quien es digno de ser alabado, y será salvo de mis enemigos. Me rodearon los lazos de la muerte y los torrentes de la destrucción me atemorizaron. Los lazos del seol me han rodeado, me tendieron redes de muerte. En mi angustia invoque a Jehová y clame a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo y mi clamor llego hasta sus oídos. La tierra fue conmovida y tembló; se conmovieron los cimientos de los montes y se estremecieron, porque se indigno el. Humo subió de su nariz y de su boca fuego consumidor; carbones fueron por el encendidos. Inclino los cielos y descendió, y había densas tinieblas debajo de sus pies. Cabalgo sobre un querubín  y voló; voló sobre las alas del viento. Puso tinieblas por su escondite, por cortina suya alrededor de si; oscuridad de aguas, nubes de los cielos. Por el resplandor de su presencia, pasaron sus nubes: granizo y carbones ardientes. Trono en los cielos Jehová, el altísimo dio su voz: granizo y carbones de fuego. Envío sus saetas y los disperso; lanzo relámpagos y los destruyo. Entonces aparecieron los abismos de las aguas y quedaron al descubierto los cimientos del mundo: a tu reprensión, Jehová, por el soplo del aliento de tu nariz. Envío desde lo alto y me tomo, me saco de las muchas aguas. Me libro de mi poderoso enemigo y de los  que me aborrecían, pues eran mas fuertes que yo. Me asaltaron en el día de mi desgracia, pero Jehová fue mi apoyo. Me saco a lugar espacioso; me libro, porque se agrado de mi. Jehová me ha premiado conforme a mi justicia; conforme a la limpieza de mis manos me he recompensado, porque yo he guardado los caminos de Jehová, y no me aparte impíamente de mi Dios, pues todos sus juicios estuvieron  delante de mi y no me  he apartado de sus estatutos. Fui recto para con el y me he guardado de hacer lo malo, por lo cual me ha recompensado Jehová conforme a mi justicia, conforme  a la limpieza de mis manos delante de sus ojos. Con el misericordioso te mostraras misericordioso, y recto con el hombre integro. Limpio te mostraras con el limpio y severo serás con el tramposo, porque tu salvaras al pueblo afligido y humillaras los ojos altivos. Tu encenderás mi lámpara; Jehová, mi Dios, alumbrara mis tinieblas. Contigo desbaratare ejércitos y con mi Dios asaltare ciudades amuralladas.  En cuanto a mi Dios, perfecto es su camino y acrisolada la palabra de Jehová; escudo es a todos los que en el esperan. ¿Quién es Dios sino solo Jehová? ¿ y que roca hay fuera de nuestro  Dios? Dios es el que me reviste de poder y quien hace perfecto mi camino; quien hace mis pies como de venados y me hace estar firme sobre mis alturas; quien adiestra mis manos para la batalla, para tensar con mis brazos el arco de bronce. Me diste asimismo el escudo de tu salvación; tu diestra me  sustento y tu benignidad me ha engrandecido. Ensanchaste mis pasos debajo de mi y mis pies no han resbalado. Perseguí a mis enemigos y los alcance; no volví hasta acabarlos. Los herí de modo que no se levantaran; cayeron debajo de mis pies, pues me has revestido de fuerzas para el combate; has humillado a mis enemigos me vuelvan las espaldas, para que yo destruya a los que me odian. Clamaron, y no hubo quien salvara; aun a Jehová, pero no los oyó. Los molí como a polvo delante del viento; los lance afuera como a lodo de las calles. Me has librado de las contiendas del pueblo; me has hecho cabeza de las naciones; pueblo que yo no conocía me sirvió. Al oír de mi, me obedecieron; los hijos de los extraños se sometieron a mi. Los  extraños se debilitaron y salieron temblando de sus encierros. ¡Viva Jehová y bendita sea mi roca! Y enaltecido sea el Dios de mi salvación, el Dios que venga mis agravios y somete pueblos debajo de mi, el que me libra de mis enemigos e incluso me eleva sobre los que se levantaran contra mi. Me libraste de hombre violento. Por tanto yo te confesare entre las naciones, Jehová, y cantare tu nombre. Grandes triunfos da a su rey y hace misericordia a su ungido, a David y a su descendencia para siempre.

Salmo 19 Los cielos cuentan la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día y una noche a otra noche declara sabiduría. No hay lenguaje ni palabras ni es oída su voz. Por toda la tierra salió su voz y hasta el extremo del mundo sus palabras. En ellos puso tabernáculo para el sol; y este, como esposo que sale de su alcoba, se alegra cual gigante para correr el camino. De un extremo de los cielos es su salida y su curso hasta el termino de ellos. Nada hay que se esconda de su calor. La ley de Jehová es perfecta: convierte el alma; el testimonio de Jehová es fiel: hace sabio al sencillo. Los mandamientos de Jehová son rectos: alegran el corazón; el precepto de Jehová es puro: alumbra los ojos. El temor de Jehová es limpio: permanece para siempre; los juicios de Jehová son  verdad: todos justos. Deseables son mas que el oro, mas que mucho oro refinado; y dulces mas que la miel, la que destila del panal. Tu siervo es, además, amonestado con ellos; en guardarlos hay gran recompensa. ¿quién puede discernir sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos. Preserva también a  tu siervo de las soberbias, que no se enseñoreen de mi. entonces seré integro y estaré libre de gran rebelión. ¡Sean  gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Jehová, roca mía y redentor mío!.

Salmo 20 Jehová te escuche en el día de conflicto; el nombre de Dios de Jacob te defienda. Te envíe ayuda desde el santuario y desde Sión te sostenga. Traiga a la memoria todas tus ofrendas y acepte tu holocausto. Te de conforme al deseo de tu corazón y cumpla todos tus planes. Nosotros nos alegraremos en tu salvación y alzaremos bandera en el nombre de nuestro Dios. Conceda Jehová todas tus peticiones. Ahora conozco que Jehová salva a su ungido; lo atenderá desde sus santos cielos con la potencia salvadora de su diestra. Estos confían en carros, y aquellos en caballos; mas nosotros del nombre de Jehová, nuestro Dios, haremos memoria. Ellos flaquean y caen, mas nosotros nos levantamos y resistimos a pie firme. Salva, Jehová; que el rey nos oiga en el día que lo invoquemos.

Salmo 21 El rey se alegra en tu poder, Jehová; y en tu salvación, ¡Como se goza!. Le has concedido el deseo de su corazón y no le negaste la petición de sus labios, porque le has salido al encuentro con bendiciones del bien; corona de oro fino has puesto sobre su cabeza. Vida te demando y se la diste; largura de días eternamente y para siempre. Grande es su gloria por tu salvación; honra y majestad has puesto sobre el. Lo has bendecido para siempre; lo llenaste de alegría con tu presencia, por cuanto al rey confía en Jehová, y por la misericordia del altísimo, no será conmovido. Alcanzara tu mano a todos tus enemigos; tu diestra alcanzara a los que te aborrecen. Los pondrás como horno de fuego en el tiempo de tu ira; Jehová los deshará en su ira y el fuego los consumirá. Su fruto destruirás de la tierra y su descendencia de entre los hijos de los hombres, porque intentaron en mal contra ti, fraguaron maquinaciones, pero no prevalecerán, pues tu los pondrás en fuga; en tus cuerdas dispondrás saetas contra sus rostros. ¡Engrandece, Jehová, en tu poder! ¡Cantaremos y alabaremos tu poderío!.

Salmo 22 Dios mío, Dios mío,  ¿ por que me has desamparado? ¿por qué estas tan lejos de mi salvación y de las palabras de mi clamor? Dios mío, clamo de día y no respondes; y de noche no hay para mí descanso. Pero tu eres santo, tu que habitas entre las alabanzas de Israel. En ti esperaron nuestros padres; esperaron y tu los libraste. Clamaron a ti y fueron librados; confiaron en ti y no fueron avergonzados. Pero yo soy gusano y no hombre; oprobio de los hombres y despreciado del pueblo. Todos los que me ven se burlar de mi; tuercen la boca y menean la cabeza, diciendo: “Se encomendó a Jehová, líbrelo el; sálvelo, puesto que en el se complacía”. Pero tu eres el que me saco del vientre, el que me hizo estar confiado desde que estaba en el regazo de mi madre. A ti fui encomendado desde antes de nacer; desde el vientre de mi madre, tu eres mi Dios. No te alejes de mi, porque la angustia esta cerca y no hay quien me ayude. Me han rodeado muchos toros; fuertes toros de basan me han cercado. Abrieron contra mi su boca como león rapaz y rugiente. He sido derramado como el agua y todos mis huesos se descoyuntaron. Mi corazón fue como cera, derritiéndose dentro de mi. Como un tiesto se seco mi vigor y mi lengua se pego a mi paladar. ¡Me has puesto en el polvo de la muerte!. Perros de han rodeado; me ha cercado una banda de malignos; desgarraron mis manos y mis pies. ¡Contar puedo todos mis huesos! Entre tanto, ellos me miran y me observan. Repartieron entre si mis vestidos y sobre mi ropa echaron suertes. Mas tu, Jehová, ¡No te alejes! Fortaleza mía, ¡Apresúrate a socorrerme! Libra  de la espada mi alma, del poder del perro  mi vida. Sálvame de la boca del león y líbrame de los cuernos de los toros salvajes. Anunciare  tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te alabare. Los que teméis a Jehová, ¡Alabadlo! ¡Glorificadlo, descendencia toda de Jacob! ¡Temedlo vosotros,  descendencia toda de Israel!, porque no menosprecio ni rechazo el dolor del afligido, ni de el escondió su rostro, sino que cuando clamo a el, lo escucho. De ti será mi alabanza en la gran congregación; mis votos pagare delante de los que lo temen. Comerán los humildes hasta quedar saciados; alabaran a Jehová los que lo buscan; vivirá vuestro corazón para siempre.  Se acordaran y se volverán a Jehová todos los confines de la tierra, y todas las familias de las naciones adoraran delante de ti, porque de Jehová es el reino  y el regirá las naciones. Comerán y adoraran todos los poderosos de la tierra; se postraran delante de el todos los que descienden al polvo, aun el que no puede conservar la vida a su propia alma. La posteridad lo servirá; esto será contado  de Jehová hasta la postrera generación. Vendrán y anunciaran su justicia; a pueblo no nacido aun, anunciaran que el hizo esto.

Salmo 23 Jehová es mi pastor, nada me faltara. En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreara. Confortara mi alma. Me guiara por sendas de justicia por amor de su nombre.  Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tu  estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas  mesa delante de mi en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mí copa esta rebosando. Ciertamente,  el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová morare por largos días.

Salmo 24 De Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo  y los que en el habitan, porque el la fundo sobre los mares y la afirmo sobre los ríos. ¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quien estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas vanas ni ha jurado con engaño. El recibirá bendición de Jehová y justicia del Dios de salvación. Tal es la generación de los que lo buscan, de los que buscan  tu rostro, Dios de Jacob. ¡Alzad, puertas, vuestras cabezas! ¡Alzaos vosotras, puertas eternas,  y entrara el rey de gloria! ¿Quién es  este rey de gloria? ¡Jehová el fuerte y valiente, Jehová el poderoso en batalla! ¡Alazad, puertas, vuestras cabezas! ¡Alzaos vosotras,  puertas eternas, y entrara el rey de gloria! ¿Quién es este rey de gloria? ¡Es Jehová de los ejércitos! ¡El es el rey de gloria!.

Salmo 25  A ti, Jehová, levantare mi alma. Dios mío, en ti confío; no sea yo avergonzado. ¡No se alegren de mi mis enemigos! Ciertamente, ninguno de cuantos esperan en ti será confundido; serán avergonzados los que se rebelan sin causa. Muéstrame, Jehová, tus caminos; enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad y enséñame, porque tu eres el Dios de mi salvación; en ti he esperado todo el día. Acuérdate, Jehová, de tus piedades y de tus misericordias, que son perpetuas. De los pecados de mi juventud y de mi rebeliones no te acuerdes. Conforme a tu misericordia acuérdate, Jehová, de mi por tu bondad. Bueno y recto es Jehová; por tanto, el enseñara a los pecadores el camino. Encaminara a los humildes en la justicia y enseñara a los mansos su carrera. Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad para los que guardan su pacto y sus testimonios. Por amor de tu nombre, Jehová, perdonaras también mi pecado, que es grande. ¿Quién es el hombre que teme a Jehová? El le enseñara el camino que ha de escoger. Gozara el de bienestar y su descendencia heredara la tierra. La comunión intima de Jehová es con los que lo temen, y a ellos hará conocer su pacto. Mis ojos siempre se dirigen hacia Jehová, porque el saca mis pies de la red. Mírame y ten misericordia de mi, porque estoy solo y afligido. Las angustias de mi corazón se han aumentado; sácame de mis congojas. Mira mi aflicción y mi trabajo y perdona todos mis pecados. Mira mis enemigos, como se han multiplicado y con odio violento me aborrecen. ¡Guarda mi alma y líbrame! No sea yo avergonzado, porque en ti he confiado. Integridad y rectitud me guarden, porque en ti he esperado. ¡Redime, Dios, a Israel de todas las angustias!.

Salmo 26 Júzgame, Jehová, porque yo en integridad he andado; he confiado asimismo en Jehová sin titubear. Escudríñame, Jehová, y pruébame; examina mis íntimos pensamientos y mi corazón, porque tu misericordia esta delante de mis ojos y ando en tu verdad. No me he sentado con hombres hipócritas, ni entre con los que andan simuladamente. Aborrecí la reunión de los malignos y con los impíos nunca me senté. Lavare en inocencia mis manos. Y así, Jehová, andaré alrededor de tu altar, para exclamar con voz de acción de gracias y para contar todas tus maravillas. Jehová, la habitación de tu casa he amado, el lugar de la morada de tu gloria. No arrebates con los pecadores mi alma ni mi vida con hombres sanguinarios, en cuyas manos esta el mal y cuya diestra esta llena de sobornos. Pero yo andaré en integridad; redímeme y ten misericordia de mi. Mi pie ha estado en rectitud; en las  congregaciones bendeciré a Jehová.

Salmo 27 Jehová es mi luz y mi salvación, ¿de quien temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida, ¿de quien he de atemorizarme? Cuando se juntaron contra mi los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron. Aunque un ejercito acampe contra mi, no temerá mi corazón; aunque contra mi se levante guerra, yo estaré confiado. Una cosa he demandado a Jehová, esta buscare: que este yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová y para buscarlo en su templo. El me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; me ocultara en lo reservado de su morada; sobre una roca me pondrá en alto. Luego levantara mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean, y yo sacrificare en su tabernáculo sacrificios de jubilo; cantare y entonare alabanzas a Jehová. ¡ Oye, Jehová, mi voz con que a ti clamo! ¡ Ten misericordia de mi y respóndeme! Mi corazón a dicho de ti: “Buscad mi rostro”. Tu rostro buscare, Jehová; ¡ No escondas tu rostro de mi! ¡ No apartes con ira a tu siervo! ¡ Mi ayuda has sido! No me dejes ni me desampares, Dios de mi salvación. Aunque mi padre y mi madre me dejen, con todo, Jehová me recogerá. Enséñame, Jehová, tu camino y guíame por senda de rectitud a causa de mis enemigos. No me entregues a la voluntad de mis enemigos, porque se han levantado contra mi testigos falsos y los que respiran crueldad. Hubiera yo desmayado, si no creyera que he de ver la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes. ¡ Espera en Jehová! ¡ Esfuérzate y aliéntese tu corazón!.

Salmo 28  A ti clamare, Jehová.¡ Roca mía, no te desentiendas de mi, no sea que, dejándome tu, llegue a ser semejante a los que descienden al sepulcro! Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti, cuando alzo mis manos hacia tu santo templo. No me arrebates juntamente con los malos y con los que hacen iniquidad. Ellos hablan paz con sus prójimos, pero la maldad esta en su corazón. Dales conforme a su obra y conforme a la perversidad de sus hechos. Dales su merecido conforme a la obra de sus manos. Por cuanto no atendieron a los hechos de Jehová ni a la obra de sus manos, ¡ El los derribara y no los edificara! ¡ Bendito sea Jehová, que oyó la voz de mis ruegos! Jehová es mi fortaleza y mi escudo; en el confío  mi corazón y fui ayudado, por lo que se gozo mi corazón. Con mi cántico lo alabare. Jehová es la fortaleza de su pueblo y el refugio salvador de su ungido. Salva a tu pueblo y bendice a tu heredad; pastoréalos y susténtalos para siempre.

Salmo 29 Tributad a Jehová, hijos de los poderosos, dad a Jehová la gloria y el poder. Dad a Jehová la gloria debida a su nombre; adorad a Jehová en la hermosura de la santidad. Voz de Jehová sobre las aguas. ¡Truena el Dios de gloria: Jehová sobre las muchas aguas! Voz de Jehová con potencia; voz de Jehová con gloria. Voz de Jehová que quiebra los cedros; ¡Quiebra Jehová los cedros del Líbano! Los hace saltar como becerros; al Líbano y al sirion como hijos de toros salvajes. Voz de Jehová que derrama llamas de fuego; voz de Jehová que hace temblar el desierto; ¡Hace temblar Jehová el desierto de cades! Voz de Jehová que desgaja las encinas y desnuda los bosques. En su templo todo proclama su gloria. Jehová preside en el diluvio y se sienta Jehová como rey para siempre. Jehová dará poder a su pueblo; Jehová bendecirá a su pueblo con paz.

Salmo 30  Te glorificare, Jehová, porque me has exaltado y no has permitido que mis enemigos se alegren de mi. Jehová, Dios mío, a ti clame y me sanaste. Jehová,  hiciste subir mi alma del seol. Me  diste vida, para que no descendiera a la sepultura. ¡Cantad a Jehová, vosotros sus santos, y celebrad la memora de su santidad!,  porque su favor dura toda la vida. Por la noche durara el lloro y a la mañana vendrá la alegría. En mi prosperidad dije yo: no seré jamás conmovido, porque tu, Jehová, con tu favor me afirmaste como a monte fuerte. Escondiste tu rostro , fui turbado. A ti, Jehová, clamare; al señor suplicare. ¿Qué provecho hay en mi muerte cuando descienda a la sepultura? ¿Te alabare el  polvo? ¿Anunciare tu verdad? Oye, Jehová, y ten misericordia de mi; Jehová, ¡ se tu mi ayudador! Has cambiado mi lamento en baile; me quitaste la ropa áspera y me vestiste de alegría. Por tanto, a ti cantare, gloria mía, y no estaré callado. Jehová Dios mío, ¡ te alabare para siempre!.

Salmo 31  En ti, Jehová, he confiado; no sea yo confundido jamás.  ¡Líbrame en tu justicia! Inclina a mi tu oído, líbrame pronto. ¡ Se tu mi roca fuerte y la fortaleza para salvarme! Tu eres mi roca y mi castillo; por tu nombre me guiaras y me encaminaras.  ¡Sácame de la red que me han tendido, pues tu eres mi refugio! En tu mano encomiendo mi espíritu; tu me has redimido, Jehová, Dios de la verdad. Aborrezco a los que esperan en ídolos vanos; mas yo en Jehová  he esperado. Me gozare y alegrare en tu misericordia, porque has visto mi aflicción, has conocido las angustias de mi alma. No me entregaste en manos del enemigo; pusiste en mis pies en lugar espacioso. Ten misericordia de mi, Jehová, porque estoy en angustia; se han consumido de tristeza mis ojos, también mi alma y mi cuerpo. Mi vida se va gastando de dolor y mis años de suspirar; ¡ se agotan mis fuerzas a causa de mi maldad y mis huesos se consumen! De todos mis enemigos soy objeto de oprobio, y de mis vecinos muchos mas; soy el horror de mis conocidos. ¡ Los que me ven  afuera huyen de mi! He sido olvidado de su corazón como un muerto; ha llegado a ser como un vaso quebrado. Oigo la calumnia de muchos; el miedo me asalta por todas partes, mientras conspiran juntos contra mi e idean quitarme la vida.  Mas yo en ti, Jehová, confió; digo: ¡Tu eres mi Dios.  En tu mano están mis tiempos!. Líbrame de manos de mis enemigos y de mis perseguidores. Haz de resplandecer tu rostro sobre tu siervo; ¡Sálvame por tu misericordia! No sea yo avergonzado, Jehová, ya que te he invocado; ¡Sean avergonzados los impío, estén mudos en el seol! Enmudezcan  los labios mentirosos, que hablan contra el justo cosas duras con soberbia y menosprecio. ¡Cuan grande es tu bondad,  que has guardado para los que te temen, que has mostrado a los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres! En lo secreto de tu presencia los esconderás de la conspiración del hombre; los pondrás en tu tabernáculo a cubierto de lenguas contenciosas. Bendito sea Jehová, porque ha hecho maravillosa su misericordia para conmigo en ciudad fortificada. Decía yo en mi apuro: Excluido soy de delante de tus ojos; pero tu oíste la voz de mis ruegos cuando a ti clame. Amad a Jehová, todos vosotros sus santos; a los fieles guarda Jehová y retribuye con creces al que procede con soberbia. Esforzaos todos vosotros, los que esperáis en Jehová, y tome aliento vuestro corazón.

Salmo 32 Bienaventurado aquel cuya trasgresión ha sido perdonada y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad y en cuyo espíritu no hay engaño. Mientras calle, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día, porque de día y de noche se agravo sobre mi tu mano; se volvió mi verdor en sequedades de verano. Mi pecado te declare y no cubrí mi iniquidad. Dije: confesare mis rebeliones a Jehová,  y tu perdonaste la maldad de mi pecado. Por esto orara a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado; ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegaran estas a el. Tu eres mi refugio; me guardaras de la angustia; con cánticos de liberación me rodearas. Te haré entender y te enseñare el camino en que debes andar; sobre ti fijare mis ojos. No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento, que han de ser sujetados con cabestro y con freno, porque si  no, no se acercan a ti. Muchos dolores habrá para el impío; mas al que espera en Jehová, lo rodea la misericordia. Alegraos en Jehová y gozaos, justos; ¡ cantad con jubilo todos vosotros los rectos de corazón!.

Salmo 33 Alegraos, justos, en Jehová; en los íntegros es hermosa la alabanza. Aclamad a Jehová con arpa; cantadle con salterio y decacordio. Cantadle cántico nuevo; ¡ hacedlo bien, tañendo con jubilo!,  porque recta es la palabra de Jehová y toda su obra es hecha con fidelidad. El ama la justicia y el derecho; de la misericordia de Jehová esta llena la tierra. Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos; y todo el ejercito de ellos, por el aliento de su boca. El junta como montón las aguas del mar; el pone en depósitos los abismos. ¡Tema a Jehová  toda la tierra! ¡ tiemblen delante de el todos los habitantes del mundo!,  porque el dijo, y fue hecho; el mando, y existió. Jehová hace nulo el plan de las naciones y frustra las maquinaciones de los pueblos. El plan de Jehová permanecerá para siempre; los pensamientos de su corazón, por todas las generaciones. Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová, el pueblo que el escogió como heredad para si. Desde los cielos miro Jehová; vio a todas los hijos de los hombres; desde el lugar de su morada miro sobre todos los habitantes de la tierra. El formo el corazón de todos ellos; atento esta a todas sus obras. El rey no se salva por la multitud del ejercito ni escapa el valiente por la mucha fuerza. Vano para salvarse es el caballo; la grandeza de su fuerza a nadie podrá librar. El ojo de Jehová esta sobre los que lo temen, sobre los que esperan en su misericordia, para librar sus almas de la muerte y para darles vida en tiempo de hambre. Nuestra alma espera a Jehová; nuestra ayuda y nuestro escudo es el. Por tanto, en el se alegrara nuestro corazón, porque en su santo nombre hemos confiado. ¡ sea tu misericordia, Jehová,  sobre nosotros,  según esperamos en ti!.

Salmo 34 Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará de continuo en mi boca. En Jehová se gloriara mi alma; lo oirán los mansos y se alegraran. Engrandeced a Jehová conmigo y exaltemos a una su nombre. Busque a Jehová, y el me oyó y me libro de todos mis temores. Los que miraron a el fueron alumbrados y sus rostros no fueron avergonzados. Este pobre clamo, y lo oyó Jehová y lo libro de todas  sus angustias. El ángel de Jehová acampa alrededor de los que lo temen y los defiende. Gustad y ved que es bueno Jehová. ¡Bienaventurado el hombre que confía en el!. Temed a Jehová vosotros sus santos, pues nada falta a los que lo temen. Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien. Venid, hijos, oídme; el temor de Jehová os enseñare. ¿Quién es el hombre que desea la vida, que desea muchos días para ver  el bien?. Guarda tu lengua del mal y tus labios de hablar engaño. Apártate del mal y haz el bien; busca la paz y síguela. Los ojos de Jehová están sobre los justos y atentos sus oídos al clamor de ellos. La ira de Jehová esta contra los que hacen mal, para eliminar de la tierra la memoria de ellos. Claman los justos, y Jehová oye y los libra de todas sus angustias. Cercano esta Jehová a los quebrantados de corazón y salva a los contritos de espíritu. Muchas son las aflicciones del justo, pero todas ellas lo librara Jehová. El guarda todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrado. Matara al malo la maldad y los que aborrecen al justo serán condenados. Jehová redime el alma de sus siervos. ¡ no serán condenados cuantos en el confían!.

Salmo 35 Disputa, Jehová, con los que contra mi contienden; pelea contra los que me combaten. Echa mano al escudo y al paves, y levántate en mi ayuda. Saca la danza,  cierra contra mis perseguidores; di a mi alma: ¡Yo soy tu salvación!. Sean avergonzados y confundidos los que buscan mi vida; sean vueltos atrás y avergonzados los que mi mal intentan. Sean como el tamo delante del viento, y el ángel de Jehová los acose. Sea su camino tenebroso y resbaladizo, y el ángel de Jehová los persiga, porque sin causa escondieron para mi su red en un hoyo; sin causa cavaron hoyo para mi alma. ¡Véngale el quebrantamiento inesperado, y la red que el escondió lo atrape!. ¡Caiga en ella con quebranto! Entonces mi alma se alegrara en Jehová; se regocijara en su salvación. Todos mis huesos dirán: Jehová, ¿quién como tu, que libras al afligido del mas fuerte que el, y al pobre y menesteroso del que lo despoja?. Se levantan testigos malvados; de lo que no se me preguntan. Me devuelven mal por bien, para afligir a mi alma. Pero yo, cuando ellos enfermaron, me vestí con ropas ásperas; afligí con ayuno mi alma y mi oración se volvía a mi seno. Como por mi compañero, como por mi hermano andaba; como el que trae luto por madre, enlutado me humillaba. Pero ellos se alegraron en mi adversidad,  y se juntaron; se juntaron contra mi gentes despreciables y yo no lo entendía; me despedazaban sin descanso; como aduladores, escarnecedores y truhanes, crujieron contra mi sus dientes. Señor, ¿ hasta cuando veras esto? Rescata mi alma de sus destrucciones, mi vida de los leones.  Te confesare en la gran congregación; ¡Te alabare en medio de numeroso pueblo! No se alegren de mi los que sin causa son mis enemigos, ni los que me odian sin causa guiñen el ojo, porque no hablan paz y contra los mansos de la tierra piensan palabras engañosas. Ensancharon contra mi su boca; dijeron: ¡con nuestros ojos lo hemos visto!. ¡ tu lo has visto, Jehová! ¡no calles! ¡Señor, no te alejes de mi! ¡ muévete y despierta para hacerme justicia, Dios mío y señor mío, para defender mi causa!. Júzgame conforme a tu justicia, Jehová, Dios mío, ¡Que no se alegren de mi!  No digan en su corazón: ¡ ya es nuestro! No digan: ¡lo hemos devorado!. Sean avergonzados y confundidos a una los que de mi mal se alegran; vístanse de vergüenza  y de confusión  los que se engrandecen contra mi. Canten y alégrense los que están a favor de mi justa causa y digan siempre: sea exaltado Jehová, que ama la paz de su siervo. ¡ mi lengua hablara de tu justicia y de tu alabanza todo el día!.

Salmo 36 La maldad del impío me dice al corazón: No hay temor de Dios delante de sus ojos. Se jacta, por tanto, ante sus propios ojos, de que su maldad no será hallada y aborrecida. Las palabras de su boca son iniquidad y fraude; ha dejado de ser sensato y de hacer el bien. Medita maldad sobre su cama, esta en camino no bueno, el mal no aborrece. Jehová, hasta los cielos llega tu misericordia y tu fidelidad alcanza hasta las nubes. Tu justicia es  como los montes de Dios; tus juicios, abismo grande. Tu, Jehová, al hombre y al animal conservas. ¡Cuan preciosa, Dios, es tu misericordia! ¡Por eso los hijos de los hombres se amparan  bajo la sombra de tus alas! Serán completamente saciados de la grosura de tu casa y tu les darás de beber del torrente de tus delicias, porque contigo esta el manantial de la vida; en tu luz veremos la luz. Extiende tu misericordia a los que te conocen, y tu justicia a los rectos de corazón. No me golpee con su pie el soberbio ni me mueva la mano del impío. Allí cayeron los malhechores; ¡Fueron derribados para no levantarse jamás!.

Salmo 37  No te impacientes a causa de los malignos ni tengas envidia de los malhechores, porque como la hierba serán pronto cortados y como la hierba verde se secaran. Confía en Jehová y haz el bien; habitaras la tierra y te apacentaras de la verdad. Deléitate asimismo en Jehová y el te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, confía en el y el hará. Exhibirá tu justicia como la luz y tu derecho como el mediodía. Guarda silencio ante Jehová y espera en el. No te alteres con motivo  del que prospera en su camino, por el hombre que hace lo malo. Deja la ira y desecha el enojo; no te excites en manera alguna a hacer lo malo, porque los malignos serán destruidos, pero los que esperan en Jehová heredaran la tierra,  pues dentro de poco  no existiera el malo; observaras su lugar,  y ya no estará allí. Pero los mansos heredaran la tierra y se recrearan con abundancia de paz. Maquina el impío contra el justo y rechina contra el sus dientes. El señor se reirá de el,  porque ve que viene su día. Los impíos desenvainan espada y tensan su arco para derribar al pobre y al menesteroso, para matar a los de recto proceder. Su espada entrara en su mismo corazón  y su arco será quebrado. Mejor es lo poco del justo que las riquezas de muchos pecadores, porque los brazos de los impíos serán quebrados; mas el que sostiene a los justos es Jehová. Conoce Jehová los días  de los íntegros  y la heredad de ellos será para siempre. No serán avergonzados en el tiempo de dificultad, y en los días de hambre serán saciados. Mas los impíos perecerán los enemigos de Jehová serán consumidos; como la grasa de los carneros, se disiparan como el humo. El impío toma prestado y no paga; pero el justo tiene misericordia y da. Los benditos  de el heredaran la tierra y los malditos de el serán destruidos. Por Jehová son ordenados los pasos del hombre y el aprueba su camino. Cuando el hombre caiga, no quedara postrado, porque Jehová sostiene su mano. Joven fui y he envejecido, y no he visto justo desamparado ni a su descendencia que mendigue pan. En todo tiempo  tiene misericordia y presta. Su descendencia es para bendición.  Apártate del mal, haz el bien y vivirás para siempre, porque Jehová ama la rectitud y no desampara a sus santos. Para siempre serán avergonzados, mas la descendencia de los impíos será destruida. Los justos heredaran la tierra y vivirán para siempre en ella. La boca del justo habla sabiduría y su lengua habla justicia. La ley de su Dios esta en su corazón; por tanto, sus pies no resbalaran. Espía el impío al justo y procura matarlo. Jehová no lo dejara en sus manos ni lo condenara cuando lo juzguen. Espera en Jehová, guarda su  camino, y el te exaltara para heredar la tierra; cuando sean destruidos los pecadores, lo veras. Vi yo al impío sumamente enaltecido y que se extendía como laurel verde. Pero el paso, y he aquí ya no estaba; lo busque, y no lo halle. Considera al integro y mira al justo, porque hay un final dichoso para el hombre de paz. Mas los transgresores serán todos a una destruidos; la posteridad de los impíos será extinguida. Pero la salvación de los justos es de Jehová y el es su fortaleza en el tiempo de angustia. Jehová los ayudara y los librara; los librara de los impíos y los salvara, por cuanto en el esperaron.

Salmo 38 Jehová, no me reprendas en tu furor ni me castigues en tu ira. Tus saetas cayeron sobre mi, y sobre mi ha descendido tu mano. Nada hay sano en mi carne a causa de tu ira; ni hay paz en mis huesos a causa de mi pecado, porque mis maldades se acumulan sobre mi cabeza; como carga pesada me abruman. Hieden y superan mis llagas a causa de mi locura. Estoy encorvado, estoy humillado en gran manera, ando enlutado todo el día, porque mis lomos están llenos de ardor; nada hay sano en mi carne. Estoy debilitado y molido en gran manera; ¡ gimo a causa de la conmoción de mi corazón! Señor, delante de ti están todos mis deseos y mi suspiro no te es oculto. Mi corazón esta acongojado, me ha dejado  mi vigor, y aun la luz de mis ojos me falta ya. Mis amigos y sin compañeros se mantienen lejos de mi plaga, y mis cercanos se ha alejado. Los que buscan mi vida arman lazos, y los que procuran mi mal me amenazan y traman engaños todo el día. Pero yo, como si fuera sordo, no oigo, y soy como un mudo que no habré la boca. Soy, pues,  como un hombre que no oye y en cuya boca no hay reprensiones. Porque en ti, Jehová, he esperado, tu responderás, Jehová, Dios mío. Dije: no se alegren de mi; cuando mi pie resbale, no se engrandezcan sobre mi. ¡ pero yo estoy a punto de caer y mi dolor esta delante de mi continuamente! Por tanto, confesare mi maldad y me entristeceré por mi pecado. Mis enemigos están vivos y fuertes, y se han aumentado los que me aborrecen sin causa. Los que pagan mal por bien me son contrarios por seguir  yo lo bueno. No me desampares, Jehová; Dios mío, no te de mi. ¡ apresúrate a ayudarme, señor, salvación mía!

Salmo 39 Yo dije: Atenderé a mis caminos para no pecar con mi lengua; guardare mi boca con freno en tanto que el impío este delante de mi. Enmudecí con silencio , me calle aun respecto de lo bueno; pero se agravo mi dolor. Se enardeció mi corazón dentro de mi; en mi meditación se encendió un fuego y así proferí con mi lengua: Hazme saber, Jehová, mi fin y cuanta sea la medida de mis días; sepa yo cuan frágil soy. Diste a mis días termino corto y mi edad es como nada delante de ti; ciertamente, es apenas un soplo todo ser humano que vive. Ciertamente, como una sombra es el hombre; ciertamente, en vano se afana; amontona riquezas y no sabe quien las recogerá. Y ahora, señor, ¿qué esperare? Mi esperanza esta en ti. Líbrame de todas mis transgresiones; no me conviertas en la burla del insensato. Enmudecí, no abrí la boca, porque tu lo hiciste. Quita de sobre mi tu plaga; estoy consumido bajo los golpes de tu mano. Con castigos por el pecado corriges al hombre y deshaces como polilla lo mas estimado de el; ¡ciertamente, es apenas un soplo todo ser humano! Oye mi oración, Jehová, y escucha mi clamor. No calles ante mis lagrimas, porque forastero soy para ti y advenedizo, como todos mis padres. Déjame, y tomare fuerzas antes que vaya y perezca.

Salmo 40  Pacientemente espere a Jehová,  y se inclino a mi y oyó su clamor, y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña y enderezo mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán estos muchos y temerán, y confiaran en Jehová. ¡ Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza y no mira a los soberbios ni a los que se desvían tras la mentira! Has aumentado, Jehová, Dios mío, tus maravillas y tus pensamientos para con nosotros. No es posible contarlos ante ti. Aunque yo los anunciara y hablara de ellos, no podrían ser enumerados. Sacrificio y ofrenda no te agradan; has abierto mis oídos; holocausto y expiación no has demandado. Entonces dije: he aquí, vengo; en el rollo del libro esta escrito de mi; el hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley esta en medio de mi corazón. He anunciado justicia en la congregación; he aquí, no refrene mis labios, Jehová, tu los sabes. No encubrí tu justicia dentro de mi corazón; he publicado ti fidelidad y tu salvación; no oculte tu misericordia  y tu verdad en la gran congregación. Jehová, no apartes de mi tu misericordia; tu misericordia y tu verdad me guarden siempre, porque me han rodeado males sin numero; me han alcanzado mis maldades y no puedo levantar la vista. Se han aumentado mas que los cabellos de mi cabeza y mi corazón me falla. Quieras, Jehová, librarme; Jehová, apresúrate a socorrerme. Sean avergonzados y confundidos a una los que buscan mi vida para destruirla. Vuelvan atrás y avergüéncense los que mi mal desean. Sean asolados en pago de su afrenta los que se burlan de mi. Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan, y digan siempre los que aman tu salvación: ¡Jehová sea enaltecido!. Aunque yo este afligido y necesitado, Jehová pensara en mi. Mi ayuda y mi libertador eres tu. ¡Dios mío, no te tardes!.

Salmo 41 Bienaventurado el que piensa en el pobre; en el día malo lo librara Jehová. Jehová lo guardara, le dará vida y será bienaventurado en la tierra. No lo entregaras a la voluntad de sus enemigos. Jehová lo sostendrá en el lecho del dolor; ablandara su cama en la enfermedad. Yo dije: Jehová, ten misericordia de mi, san mi alma, porque contra ti he pecado. Mis enemigos hablan mal de mi, preguntando: ¿cuándo morirá y perecerá su nombre?. Y si vienen a verme, hablan mentira; recogen malas noticias y al salir afuera las divulgan. Reunidos murmuran contra mi todos los que me aborrecen; contra mi piensan mal, diciendo: Cosa maligna se ha apoderado de el; el que cayo en cama no volverá a levantarse. Aun el hombre de mí paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, alzo el pie contra mi. Mas tu, Jehová, ten misericordia de mi y hazme levantar, y les daré el pago. En esto conoceré que te he agradado: en que mi enemigo no se alegre de mi. En cuanto a mi, en mi integridad me has sustentado y me has hecho estar delante de ti para siempre. ¡Bendito sea Jehová, el Dios de Israel por los siglos de los siglos! ¡ amen y amen!

Libro 2 Salmo 42 Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo. ¿Cuándo vendré y me presentare delante de Dios? Fueron mis lagrimas mi pan de día y de noche, mientras me dicen todos los días: ¿Dónde esta tu Dios?. Me acuerdo de estas cosas y derramo mi alma dentro de mi, de cómo yo iba con la multitud y la conducía hasta la casa de Dios, entre voces de alegría y de alabanza del pueblo en fiesta. ¿por qué te abates, alma mía, y te turbas dentro de mi? Espera en Dios, porque aun he de alabarlo, ¡salvación mía Dios mío!. Dios mío, mi alma esta abatida en mi. Me acordare, por tanto, de ti desde la tierra del jordán y de los hermonitas, desde el monte mizar. Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas; todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mi. Pero el día mandara Jehová su misericordia y de noche su cántico estará conmigo, y mi oración al Dios de mi vida. Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mi? ¿por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?. Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan diciendo cada día: ¿Dónde esta tu Dios?. ¿ por que te abates, alma mía, y por que te turbas dentro de mi? Espera en Dios, porque aun a he de alabarlo, ¡ Salvación mía y Dios mío!.

Salmo 43 Júzgame, Dios, y defiende mi causa; líbrame de gente impía y del hombre engañador e inicuo. Tu que eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado? ¿por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo? Envía tu luz y tu verdad; estas me guiaran, me conducirán a tu santo monte y a tus moradas. Me acercare al altar de Dios, al Dios de mi alegría y de mi gozo. Y te alabare con el arpa, Dios, Dios mío. ¿por qué te abates, alma mía, y por que te turbas dentro de mi? Espera en Dios, porque aun he de alabarlo, ¡ salvación mía y Dios mío!.

Salmo 44 Con nuestros oídos, Dios, hemos oído, nuestro padres nos han contado la obra que hiciste en sus días, en los tiempos antiguos. Tu con tu mano echaste las naciones y los plantaste a ellos; afligiste a los pueblos y los arrojaste, pues no se apoderaron de la tierra por su espada, ni su brazo los libro; sino tu diestra, tu brazo, y la luz de tu rostro, porque te complaciste en ellos. Tu, Dios, eres mí rey; ¡ manda salvación a Jacob! Por medio de ti sacudiremos a nuestros enemigos; en tu nombre hollaremos a nuestros adversarios, porque no confiare en mi arco ni mi espada me salvara, pues tu nos has  guardado de nuestros enemigos, has avergonzado a los que nos aborrecían. ¡ En Dios nos gloriaremos todo el tiempo y por siempre alabaremos tu nombre!. Pero nos ha desechado, nos has hecho avergonzar, y ya no sales con nuestros ejércitos. Nos hiciste retroceder delante del enemigo y nos saquean para si los que nos aborrecen. Nos entregas como ovejas al matadero y nos has esparcido entre las naciones. Has vendido a tu pueblo de balde; ¡ no exigiste ningún precio!. Nos has hecho objeto de afrenta de nuestros vecinos; nos pones por escarnio y por burla de los que nos rodean. Nos pusiste por proverbio entre las naciones; todos al verlos menean la cabeza. Cada día mi vergüenza  esta delante de mi y la confusión cubre mi rostro por la voz del que me vitupera y me deshonra, por razón del enemigo y del vengativo. Todo esto nos ha venido, y no nos hemos olvidado de ti ni hemos faltado a tu pacto. No se ha vuelto a tras nuestro corazón ni se han apartado de tus caminos nuestros pasos, para que nos arrojaras al lugar de los chacales y nos cubrieras con la sombra de la muerte. Si nos hubiéramos olvidado del nombre de nuestro Dios o alzado nuestras manos hacia un dios ajeno, ¿ no lo descubrirá Dios?, pues el conoce los secretos del corazón. Pero por causa de ti nos matan cada día; somos contados como ovejas para el matadero. ¡Despierta! ¿Por qué duermes, Señor? ¡Despierta! No te alejes para siempre. ¿Por qué escondes tu rostro, y te olvidas de nuestra aflicción y de la opresión nuestra? Porque nuestra alma esta agobiada hasta el polvo y nuestro cuerpo esta postrado hasta la tierra, ¡ levántate para ayudarnos y redímenos por causa de tu misericordia!.

Salmo 45 Rebosa mi corazón palabra buena; dirijo al rey mi canto; mi lengua es pluma de escribiente muy diestro. Eres el mas hermoso de los hijos de los hombres;  la gracia sea derramado en tus labios; por tanto, Dios te ha bendecido para siempre. Ciñe tu espada sobre el muslo, valiente, con tu gloria y majestad. En tu gloria se prosperado; cabalga sobre la palabra de verdad, de humildad y de justicia. Tu diestra te enseñara cosas que asombran; tus saetas agudas, con que caerán pueblos debajo de ti, penetraran en el corazón de los enemigos del rey. Tu trono, Dios, es eterno y para siempre; cetro de justicia es el cetro de tu reino. Has amado la justicia y aborrecido la maldad; por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría mas que a tus compañeros. Mirra, aloe y casia exhalan todos tus vestidos; desde palacios de marfil te recrean. Hijas de reyes están entre tus ilustres; esta la reina a tu diestra con oro de ofir. ¡Oye, hija, mira e inclina tu oído! Olvida tu pueblo y la casa de tu padre, y deseara el rey tu hermosura. Inclínate delante de el, porque el es tu señor. Y las hijas de tiro vendrán con presentes; imploraran tu favor los ricos del pueblo. Toda gloriosa es la hija del rey en su morada; de brocado de oro es su vestido. Con vestidos bordados será llevada al rey; vírgenes Irán en pos de ella, sus compañeras serán traídas a ti. Serán traídas con alegría y gozo; entraran en el palacio del rey. En lugar de tus padres serán tus hijos, a quienes harás príncipes en toda la tierra. Haré perpetua la memoria de tu nombre en todas las generaciones, por lo cual te alabaran los pueblos enteramente y para siempre.

Salmo 46  Dios nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida y se traspasen los montes al corazón del mar; aunque bramen y se  turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza. Del rió sus corrientes alegran la ciudad de Dios, el santuario de las moradas del Altísimo. Dios esta en medio de ella; no será conmovida. Dios la ayudara al clarear la mañana. Bramaron las naciones, titubearon los reinos; dio el su voz y se derritió la tierra. ¡Jehová de los ejércitos esta con nosotros! ¡ nuestro refugio es el Dios de Jacob! Venid, ved las obras de Jehová, que ha hecho portentos en la tierra, que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra, que quiebra el arco, corta la lanza y quema los carros en el fuego. Estad quietos y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra. ¡ Jehová de los ejércitos esta con nosotros! ¡ nuestro refugio es el Dios de Jacob!.

Salmo 47 ¡ Pueblos todos, batid las manos! ¡ Aclamad a Dios con voz de jubilo! Porque Jehová, el altísimo, es temible,  rey grande sobre toda la tierra. El someterá a los pueblos debajo de nosotros y a las naciones debajo de nuestros pies. El nos elegirá nuestras heredades, la hermosura de Jacob, a quien amo. ¡ subió Dios con jubilo, Jehová con el sonido de trompeta! ¡cantad a Dios, cantad!  ¡ cantad a nuestro rey, cantad!,  porque Dios es el rey de toda la tierra. ¡ cantad con inteligencia! Dios reina sobre las naciones; Dios se sienta sobre su santo trono. Los príncipes de los pueblos se reunieron como pueblo del Dios de Abraham, porque de Dios son los escudos de la tierra. ¡ El es muy enaltecido!.

Salmo 48 Grande es Jehová y digno de ser en gran manera alabado en la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo. ¡ hermosa provincia, el gozo de toda la tierra es el monte Sión, a los lados del norte! ¡ la ciudad del gran rey! En sus palacios Dios es conocido por refugio. Ciertamente los reyes de la tierra se reunieron; pasaron todos. Y viéndola ellos así, se maravillaron, se turbaron, se apresuraron a huir. Les tomo allí temblor; dolor como de mujer que da a luz. Como viento solano quiebras tu las naves de tarsis. Como los oímos, así lo hemos visto en la ciudad de Jehová de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios. ¡ la afirmara Dios para siempre!. Nos acordamos  de tu misericordia, Dios, en medio de tu templo. Conforme a tu nombre, Dios, así es tu loor hasta los fines de la tierra. De justicia esta llena tu diestra. Se alegrara el monte Sión, se gozaran las hijas de juda por tus juicios. Andad alrededor de Sión y  rodeadla; contad sus torres. Considerad atentamente su antemuro, mirad sus palacios, para que lo contéis a la generación venidera, porque este Dios es Dios nuestro enteramente y para siempre; el nos guiara aun mas allá de la muerte.

Salmo 49  Oíd esto, pueblos todos; escuchad, todos los habitantes del mundo, tanto plebeyos como nobles; el rico y el pobre juntamente. Mi boca hablara sabiduría, y el pensamiento de mi corazón inteligencia. Inclinare al proverbio mi oído; declarare con el arpa mi enigma. ¿ por que he de temer en los días de adversidad, cuando la iniquidad de mis opresores me rodee? Los que confían en sus bienes y de muchas riquezas se jactan, ninguno de ellos podrá, en manera alguna, redimir al hermano ni pagar a Dios su rescate ( pues la redención de su vida es de tan alto precio que no se lograra jamás),  para que viva en adelante para siempre, sin jamás ver corrupción, pues se ve que aun los labios mueren; que perecen del mismo modo que el insensato y el necio, y dejan a otros sus riquezas. Su intimo pensamiento es que sus casas serán eternas, y sus habitaciones para generación y generación. ¡ Dan sus nombres a sus tierras! Pero el hombre no gozara de honores para siempre. ¡ es semejante a las bestias que perecen! Este es su camino es locura; con todo, sus descendientes se complacen en el dicho de ellos. Como a rebaños que son conducidos al seol, la muerte los pastoreara. Los rectos se enseñorearan de ellos por la mañana, se consumirá su buen parecer y el seol será su morada. Pero Dios redimirá mi vida del poder del seol, porque el me tomara consigo. No temas cuando se enriquece alguno,  cuando aumenta la gloria de su casa, porque cuando muera no llevara nada ni descenderá tras el su gloria. Aunque, mientras viva, llame dichosa a su alma y sea alabado porque prospera,  entrara en la generación de sus padres, y nunca mas vera la luz. El hombre que goza de honores y no entiende, semejante es a las bestias que perecen.

Salmo 50 El Dios de dioses, Jehová, ha hablado y ha convocado la tierra desde el nacimiento del sol hasta donde se pone. Desde Sión, perfección de hermosura, Dios ha resplandecido. Vendrá nuestro Dios y no callara; fuego consumirá delante de el y tempestad poderosa lo rodeara. Convocara a los cielos de arriba y a la tierra, para juzgar a su pueblo. Juntadme mis santos, los que hicieron conmigo pacto con sacrificio. ¡ los cielos declararan su justicia, porque Dios es el juez! Oye, pueblo mío, y hablare; escucha, Israel, y testificare contra ti: Yo soy Dios, el Dios tuyo. No te reprenderé por tus sacrificios ni por tus holocaustos, que están continuamente delante de mi. No tomare en tu casa becerros ni machos cabrios de tus apriscos, porque mía es toda bestia del bosque y los millares de animales en los collados. Conozco todas las aves de los montes, y todo lo que se mueve en los campos me pertenece. Si yo tuviera hambre, no te lo diría a ti, porque mío es el mundo y su plenitud. ¿he de comer yo carne de toros o beber sangre de machos cabrios? Sacrifica a Dios alabanza y paca tus votos al altísimo. Invócame en el día de la angustia; te librare y tu me honraras. Pero al malo dijo Dios: ¿qué tienes tu que hablar de mis leyes y tomar mi pacto en tu boca?, pues tu aborreces la corrección y echas a tu espalda mis palabras. Si veáis al ladrón, tu corrías con el, y con los adúlteros era  tu parte. Tu boca metías en mal y tu lengua componía engaño. Tomabas asiento y hablabas contra tu hermano; contra el hijo de tu madre ponías infamia. Estas cosas  hiciste y  yo he callado; pensabas que de cierto seria yo como tu; ¡ pero te reprenderé y las pondré delante de tus ojos! Entended ahora esto, los que os olvidáis de Dios, no sea que os despedace y no haya quien os libre. El que ofrece sacrificios de alabanza me honrara, y al que ordene su camino, le mostraré la salvación de Dios.

Salmo 51  Ten piedad de mi, Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. ¡ lávame mas y mas de mi maldad y límpiame de mi pecado!, porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado esta siempre delante de mi. Contra ti, contra ti solo he pecado; he hecho lo malo delante de tus ojos, para que sea reconocido justo en tu palabra y tenido por puro en tu juicio. En maldad he sido formado y en pecado me concebio mi madre. Tu amas la verdad en lo intimo y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría. Purifícame con hisopo y seré limpio; lávame y seré mas blanco que la nieve. Hazme oír gozo y alegría, y se recrearan los huesos que has abatido. Esconde tu rostro de mis pecados y borra todas mis maldades. ¡Crea en mi, Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mi! No me eches de delante de ti y no quites de mi tu santo espíritu. Devuélveme el gozo de tu salvación y espíritu noble me sustente. Entonces enseñare a los transgresores tus caminos y los pecadores se convertirán a ti. Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación; cantara mi lengua tu justicia. Señor, abre mis labios y publicara mi boca tu alabanza, porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; no quieres holocausto. Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciaras tu, oh Dios. Haz bien con tu benevolencia a Sión. Edifica los muros de Jerusalén. Entonces te agradaran los sacrificios de justicia, el holocausto u ofrenda del todo quemada; entonces se ofrecerán becerros sobre tu altar.

Salmo 52 ¿Por qué tu, poderoso,  te jactas de la maldad? ¡ la misericordia de Dios es continua! Agravios maquina tu lengua; engaña como navaja afilada. Amaste el mal mas que el bien, la mentira mas que la verdad. Has amado toda suerte de palabras perversas, engañosa lengua. Por tanto, Dios te destruirá para siempre, te arruinara y te echara de tu casa, te desarraigara de la tierra de los vivientes.  Verán los justos y temerán; se reirán de el, diciendo: Este es hombre que no considero a Dios como su fortaleza, sino que confió en sus muchas riquezas y se mantuvo en su maldad. Pero yo estoy como olivo verde en la casa de Dios; ¡ en la misericordia de Dios confió eternamente y para siempre! Te alabare para siempre, porque lo has hecho así. Esperare en tu nombre, porque es bueno, delante de tus santos.

Salmo 53 Dice el necio en su corazón: No ha Dios. Se han corrompido e hicieron abominable maldad; ¡ no hay quien haga el bien! Dios, desde los cielos, miro sobre los hijos de los hombres, para ver si había algún entendido que buscara a Dios. Cada uno se había vuelto atrás; todos se habían corrompido; no hay quien haga el bien, no hay ni aun uno. ¿ no tienen conocimiento todos los que hacen lo malo, que devoran a mi pueblo como si comieran pan y a Dios no invocan? Allí se sobresaltaron de pavor donde no había miedo, porque Dios esparció los huesos del que puso asedio contra ti. Las avergonzaste porque Dios los desecho. ¡ Ah, si saliera de Sión la salvación de Israel! Cuando Dios haga volver de la cautividad a su pueblo, se gozara Jacob, se alegrara Israel.

Salmo 54  Dios, sálvame por tu nombre y con tu poder defiéndeme. Dios, oye mi oración; escucha las razones de mi boca, porque extraños se han levantado contra mi y hombres violentos buscan mi vida; no han puesto a Dios delante de si. Dios es el que me ayuda; el señor esta con los que sostienen mi vida. El devolverá el mal a mis enemigos. ¡ Córtalos, por tu verdad! Voluntariamente sacrificare a ti; alabare tu nombre, Jehová, porque es bueno, porque el  me ha librado de toda angustia y mis ojos han visto la ruina de mis enemigos.

Salmo 55 Escucha, Dios,  mi oración y no te escondas de mi suplica; atiéndeme y respóndeme. Clamo en mi oración y me conmuevo a causa de la voz del enemigo, por la opresión del impío, porque sobre mi echaron iniquidad y con furor me persiguen. Mi corazón esta dolorido dentro de mi y terrores de muerte sobre mi han caído. Temor y temblor vinieron sobre mi y me envuelve el espanto. Y dije: ¡Quien me diera alas como paloma! Volaría yo, y descansaría. Ciertamente huiría lejos; moraría en el desierto. Me apresuraría a escapar del viento borrascoso, de la tempestad. Destrúyelos, señor; confunde la lengua de ellos, porque he visto violencia y rencilla en la ciudad. Día y noche la rodean sobre los muros, e iniquidad y trabajo hay en medio de ella. La maldad esta en medio de ella, y el fraude y el engaño no se apartan de sus plazas. No me afrento un enemigo, lo cual yo habría soportado, ni se alzo contra mi el que me aborrecía, pues me habría ocultado de el; sino tu, hombre, al parecer intimo mío, ¡ mi guía y mi familiar!,  que juntos comunicábamos dulcemente los secretos y andábamos en amistad en la casa de Dios. Que la muerte los sorprenda; desciendan vivos al seol, porque hay maldades en sus casas, en medio de ellos. En cuanto a mi, a Dios clamare, y Jehová me salvara. En la tarde, al amanecer y al mediodía orare y clamare, y el oirá  mi voz. El redimirá en paz mi alma de la guerra contra mi, aunque  muchos estén contra mi. Dios oirá, y los quebrantara pronto el que permanece desde la antigüedad, por cuanto no cambian ni temen a Dios.  Extendió el perverso sus manos contra los que estaban en paz con el; violo su pacto. Los dichos de su boca son mas blandos que mantequilla, pero guerra hay en su corazón; suaviza sus palabras mas que el aceite, mas ellas son espadas desnudas. Echa sobre Jehová tu carga y el te sostendrá; no dejara para siempre caído al justo. Mas tu, Dios, harás que ellos desciendan al pozo de perdición. Los hombres sanguinarios y engañadores no llegaran a la mitad de sus días. Pero yo en ti confiare.

Salmo 56 Dios, ten misericordia de mi, porque me devoraría el hombre; me oprime combatiéndome cada día. Todo el día mis enemigos me pisotean, porque muchos son los que pelean contra mi con soberbia. En el día que temo, yo en ti confió. En Dios, cuya palabra alabo, en Dios he confiado. No temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre? Todos los días ellos pervierten mi causa; contra mi son todos sus pensamientos para mal.  Se reúnen, se esconden, miran atentamente mis pasos, como quienes acechan mi alma. ¡ págales conforme a su iniquidad, Dios, y derriba en tu furor a los pueblos! Mis huidas tu has contado; pon mis lagrimas en tu redoma; ¿no están ellas en tu libro? Serán luego vueltos atrás mis enemigos, el día en que yo clame. Esto se: Dios esta a mi favor. En Dios, cuya palabra alabo, en Jehová, cuya palabra alabo, en Dios he confiado. No temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre?. Sobre mi, Dios están los votos que te hice; te ofreceré sacrificio de alabanza, porque has librado mi alma de la muerte y mis pies de caída, para que ande delante de Dios en la luz de los que viven.

Salmo 57 Ten misericordia de mi, Dios, ten misericordia de mi, porque en ti ha confiado mi alma y en la sombra de tus alas me amparare hasta que pasen los quebrantos. Clamare al Dios altísimo, al Dios que me favorece. El enviara desde los cielos y me salvara de la infamia del que me acosa. Dios enviara su misericordia y su verdad. Mi vida esta entre leones; estoy echado entre hijos de hombres que vomitan llamas; sus dientes son lanzas y saetas, y su lengua espada aguda. ¡exaltado sea, Dios, sobre los  cielos! ¡ Sobre toda la tierra sea tu gloria!. Red  han armado a mis pasos; se ha abatido mi alma; hoyo han cavado delante de mi; en medio de el han caído ellos mismos. Listo esta mi corazón, Dios, mi corazón esta dispuesto; cantare y entonare salmos. ¡Despierta, alma mía! ¡Despertad, salterio y arpa! ¡me levantare de mañana! Te alabare entre los pueblos, señor; cantare de ti entre las naciones, porque grande es hasta los cielos tu misericordia y hasta las nubes tu verdad. ¡ exaltado seas, Dios, sobre los cielos! ¡ sobre la tierra sea tu gloria!.

Salmo 58 Poderosos, ¿pronunciáis en verdad justicia? ¿juzgáis rectamente, hijos de los hombres? Antes bien, en el corazón maquináis la maldad; hacéis pesar la violencia de  vuestras manos en la tierra. Se apartaron los impíos desde la matriz; se descarriaron hablando mentira desde que nacieron. Veneno tienen, como veneno de serpiente;  son como la víbora sorda que cierra su oído, que no oye la voz de los que encantan, por mas hábil que sea el encantador. Quiebra, Dios, sus dientes en sus bocas; quiebra, Jehová, las muelas de los leoncillos. Sean disipados como aguas que corren; cuando disparen sus saetas, que se rompan en pedazos. Pasen ellos como con el caracol que se deshace; como el que nace muerto, no vean el sol. Antes que sus ollas sientan la llama de los espinos, así vivos, así airados, los arrebatara el con tempestad. Se alegrara el justo cuando vea la venganza; sus pies lavara en la sangre del impío. Entonces dirá el hombre: ciertamente hay galardón para el justo; ciertamente hay Dios que juzga en la tierra.

Salmo 59 Líbrame de mis enemigos, Dios mío, ponme a salvo de los que se levantan contra mi. Líbrame de los que cometen maldad y sálvame de hombres sanguinarios, porque están acechando mi vida; se han juntado contra mi poderosos, no por falta mía, ni pecado mío, Jehová;  sin delito mío corren y se preparan. Despierta para venir a mi encuentro, y mira. Y tu, Jehová, Dios de los ejércitos, Dios de Israel, despierta para castigar a todas las naciones; no tengas misericordia de todos los que se rebelan con maldad. Volverán a la tarde, ladraran como perros y rodearan la ciudad. Declaran con su boca; espadas hay en sus labios, pues dicen: ¿quién oye?. Mas tu, Jehová, te reirás de ellos; te burlaras de todas las naciones. A causa del poder del enemigo esperare en ti, porque Dios es mi defensa. El Dios de mi misericordia ira delante de mi; Dios hará que vea en mis enemigos mi deseo. No los mates, para que mi pueblo no olvide; dispérsalos con tu poder y abátelos, Jehová, escudo nuestro. Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios, sean ellos presos en soberbia, y por la maldición y mentira que profieren. ¡Acábalos con furor, acábalos, para que no existan mas! ¡ Sépase que Dios gobierna en Jacob hasta los confines de la tierra! Vuelvan, pues, a la tarde, y ladren como perros y rodeen la ciudad. Anden ellos errantes para hallar que comer; y al no saciarse, que pasen la noche quejándose. Pero yo cantare de tu poder, alabare de mañana tu misericordia, porque has sido mi amparo y refugio en el día de mi angustia. Fortaleza mía, a ti cantare, porque eres, Dios, mi refugio, el Dios de mi misericordia.

Salmo 60  Tu, Dios, tu nos has desechado, nos quebrantaste; te has airado. ¡Vuélvete a nosotros! Hiciste temblar la tierra, la has hendido; ¡ sana sus fracturas, porque titubea! Has hecho ver a tu pueblo cosas duras; nos hiciste beber vino de aturdimiento. Has dado a los que te temen bandera que alcen por causa de la verdad. ¡ para que se libren tus amados, salva con tu diestra y óyeme! Dios ha dicho en su santuario: Yo me alegrare; repartiré a siquem y mediré el valle de sucot. Mío es galaad y mío es manases; Efraín es la fortaleza de mí cabeza; juda es mi legislador. Moab, vasija para lavarme; sobre edom echare mi calzado; me regocijare sobre filistea. ¿Quién me llevara a la ciudad fortificada? ¿quién me llevara hasta edom? ¿no serás tu, Dios, que nos habías desechado y no salías, Dios, con nuestros ejércitos? Danos socorro contra el enemigo, porque vana es la ayuda de los hombres. Con Dios haremos proezas y el aplastara a nuestros enemigos.

Salmo 61 Oye, Dios, mi clamor; atiende a mi oración. Desde el extremo de la tierra clamare a ti cuando mi corazón desmaye. Llévame  a la roca que es mas alta que yo, porque tu has sido mi refugio y torre fuerte delante del enemigo. Yo habitare en tu tabernáculo para siempre; estaré seguro bajo la cubierta de tus alas, porque tu, Dios, has oído mis votos; me has dado la heredad de los que temen tu nombre. Días sobre días añadirás al rey; sus años como generación y generación. Estará para siempre delante de Dios; prepara misericordia y verdad para que lo conserven. Así cantare tu nombre para siempre, pagando mis votos cada día.

Salmo 62 En Dios solamente descansa mi alma; de el viene mi salvación. Solamente el es mi roca y mi salvación; es mi refugio, no resbalare mucho. ¿hasta cuando conspirareis contra un hombre, tratando todos vosotros de aplastarlo como a pared desplomada y como a cerca derribada? Solamente conspiran para arrojarlo de su grandeza. Aman la mentira; con su boca bendicen, pero maldicen en su corazón. En Dios solamente reposa mi alma, porque de el viene mi esperanza. Solamente el es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalare. En Dios esta mi salvación y mi gloria; en Dios esta mi roca fuerte y mi refugio.  Pueblos, ¡ esperad en el en todo tiempo! ¡ derramad delante de el vuestro corazón! ¡ Dios es nuestro refugio!. Por cierto, solo un soplo son los hijos de los hombres, una mentira son los hijos de los poderosos; pesándolos a todos por igual en la balanza, serán menos que nada. No confiéis en la violencia ni en la rapiña os envanezcáis. Si se aumentan las riquezas, no pongáis el corazón en ellas. Una vez hablo Dios; dos veces he oído esto: que de Dios es el poder, y tuya, señor, es la misericordia, pues tu pagas a cada uno conforme a su obra.

Salmo 63 ¡Dios, Dios mío eres tu! ¡ de madrugada te buscare! Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela en tierra seca y árida donde no hay aguas, para ver tu poder y tu gloria, así como te he mirado en el santuario. Porque mejor es tu misericordia que la vida, mis labios te alabaran. Así te bendicere en mi vida; en tu nombre alzare mis manos. Como de medula y de grosura será saciada mi alma, y con los labios de jubilo te alabara mi boca, cuando me acuerde de ti en mi lecho, cuando medite en ti en las vigilias de la noche, porque has sido mi socorro y así en la sombra de tus alas me regocijare. Esta mi alma apegada a ti; tu diestra me ha sostenido. Pero los que para destrucción buscaron mi alma caerán en los  sitios bajos de la tierra. Los destruirán a filo de espada; serán presa de los chacales. Pero el rey se alegrara en Dios; será alabado cualquiera que jura por el, porque la boca de los que hablan mentira será cerrada.

Salmo 64 Escucha, Dios, la voz de mi queja;  guarda mi vida del miedo al enemigo. Escóndeme del plan secreto de los malignos, de la conspiración de los malvados que afilan como espada su lengua; lanzan como una saeta suya la palabra amarga, para disparar a escondidas contra el integro; de repente le disparan, y no temen. Obstinados en su perverso designio, tratan de esconder los lazos, y dicen: ¿quién los ha de ver?. Planean maldades, hacen una investigación exacta; el intimo pensamiento de cada uno  de ellos, así como su corazón, es profundo. Pero Dios los herirá con saeta; de repente llegaran sus plagas. Sus propias lenguas los harán caer. Se espantaran todos los que los vean. Temerán entonces todos los hombres, y anunciaran la obra de Dios, y entenderán sus hechos. Se alegrara el justo en Jehová y confiara en el; ¡ se gloriaran todos los rectos de corazón!.

Salmo 65  Tuya, Dios, es la alabanza en Sión,  y a ti se pagaran los votos. Tu oyes la oración; a ti vendrá toda carne. Las iniquidades prevalecen contra mi pero tu perdonas nuestras rebeliones. Bienaventurado el que tu escojas y atraigas a ti para que habite en tus atrios. Seremos saciados del bien de tu casa, de tu santo templo. Con tremendas cosas nos responderás tu en justicia, Dios de nuestra salvación, esperanza de todos los términos de la tierra y de los mas remotos confines del mar. Tu, el que afirma los montes con su poder,  ceñido de valentía; el que sosiega el estruendo de los mares, el estruendo de sus olas,  y el alboroto de las naciones. Por tanto, los habitantes de los confines de la tierra temen ante tus maravillas. Tu haces alegrar las salidas de la mañana y de la tarde. Visitas la tierra y la riegas; en gran manera la enriqueces. Con el rió de Dios, lleno de aguas, preparas el grano de ellos cuando así la dispones. Haces que se empapen sus surcos, haces correr el agua por sus canales, la ablandas con lluvias, bendices sus renuevos. Tu coronas el año con tus bienes y tus bienes destilan abundancia,  destilan sobre los pastizales del desierto y los collados se ciñen de alegría. Se visten de manadas los llanos y los valles se cubren de grano; ¡ dan voces de jubilo y aun cantan!

Salmo 66 Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra. Cantad la gloria de su nombre; dadle gloria con alabanza. Decid a Dios: ¡ Cuan asombrosas son tus obras! Por la grandeza de tu poder se someterán a ti tus enemigos. Toda la tierra te adorara y cantara a ti; cantaran a tu nombre. ¡ Venid y ved las obras de Dios, las cosas admirables que ha hecho por los hijos de los hombres! Volvió el mar en tierra seca; por el rió pasaron a pie. Allí en el nos alegramos. El señorea con su poder para siempre; sus ojos atalayan sobre las naciones; los rebeldes no serán enaltecidos. ¡ Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, y a haced oír la voz de su alabanza! El es quien preservo la vida a nuestra alma y no permitió  que nuestros pies resbalaran porque tu, Dios, nos probaste; nos purificaste como se purifica la plata. Nos metiste en la red;  pusiste sobre nuestros lomos pesada carga. Hiciste cabalgar hombres sobre nuestra cabeza. ¡ pasamos por el fuego y por el agua, pero nos sacaste a la abundancia! Entrare en tu casa con holocaustos;  te pagare mis votos, que pronunciaron mis labios y hablo mi boca cuando estaba angustiado. Holocaustos de animales engordados te ofreceré, te inmolare carneros; te ofreceré en sacrificio toros y machos cabrios. ¡Venid, oíd todos los que teméis a Dios y contare lo que ha hecho en mi vida! A el clame con mí boca y fue exaltado con mi lengua. Si en mi corazón hubiera yo mirado a la maldad, el señor no me habría escuchado. Mas ciertamente me escucho Dios; atendió a la voz de mi suplica. ¡Bendito sea Dios, que no hecho de si mí oración ni de mi su misericordia!.

Salmo 67  Dios tenga misericordia de nosotros y nos bendiga; haga resplandecer su rostro sobre nosotros; para que sea conocido en la tierra tu camino, en todas las naciones tu salvación. ¡ Alabente, Dios, los pueblos, todos los pueblos te alaben!. Alégrense y gócense las naciones, porque juzgaras los pueblos con equidad y pastorearas las naciones en la tierra. ¡ Alabente, Dios, los pueblos; todos los pueblos te alaben!. La tierra dará su fruto; nos bendecirá Dios, el Dios nuestro. Bendigamos Dios y témanlo todos los términos de la tierra.

Salmo 68 Levántese Dios, sean esparcidos sus enemigos y huyan de su presencia los que lo aborrecen. como es lanzado el humo, los disiparas; como se derrite la cera ante el fuego, así perecerán los impíos delante de Dios. Mas los justos se alegraran; se gozaran delante de Dios y saltaran de alegría. Cantad a Dios,  cantad salmos a su nombre; exaltad al que cabalga sobre los cielos. Jah es su nombre:  ¡ alegraos delante de el!  Padre de huérfanos y defensor de viudas es Dios en su santa morada. Dios hace habitar en familia a los desamparados; saca a los cautivos a prosperidad; mas los rebeldes habitan en tierra árida. Cuando tu, Dios,  saliste delante de tu pueblo, cuando anduviste por el desierto, la tierra tembló y destilaron los cielos; ante la presencia de Dios, aquel sinai tembló, delante de Dios, del Dios de Israel. Abundante lluvia esparciste,  oh Dios; a tu heredad exhausta tu la reanimaste. Los que son de tu grey han morado en ella; por tu bondad, Dios,  has provisto para el pobre. El señor daba la palabra,  multitud de mujeres de mujeres anunciaba las buenas nuevas: ¡ Huyeron, huyeron reyes de ejércitos!,  y las mujeres que se quedaban en casa repartían los despojos. Bien que quedasteis echados entre los tiestos, seréis como alas de paloma cubiertas de plata, y sus plumas de amarillez de oro. Cuando esparció el omnipotente los reyes allí, fue como si hubiera nevado en el monte salmón. Muy altos son los montes de  basan, altas son sus cimas. ¿por qué  miráis con hostilidad montes altos, al monte que deseo Dios para su morada? Ciertamente Jehová habitara en el para siempre. Los carros de Dios se cuentan por veintenas de millares de millares; el señor viene del sinai a su santuario. Subiste a lo alto, tomaste cautivos. Tomaste dones de los hombre, también de los rebeldes, para que habite entre ellos jah Dios. ¡Bendito sea el Señor! ¡Cada día nos colma de beneficios el Dios de nuestra salvación! Dios, nuestro Dios, ha de salvarnos; de Jehová el señor es el librar de la muerte. Ciertamente Dios herirá la cabeza de sus enemigos, la testa cabelluda del que camina en sus pecados. El señor dijo: De  basan te haré volver; te haré volver de las profundidades del mar, porque tu pie se enrojecerá con la sangre de tus enemigos, y con  ella la lengua de tus perros. ¡ vieron tus caminos, oh Dios; los caminos de mi Dios, de mi rey, en el santuario! Los cantores van delante, los músicos atrás; en medio, las doncellas con panderos. ¡Bendecid a Dios en las congregaciones; al señor, vosotros de la estirpe de Israel! Allí estaba el joven benjamín, a la cabeza de ellos, los príncipes de juda, en su congregación, los príncipes de zabulon, los príncipes de neftali. Tu Dios ha ordenado tu fuerza; confirma, Dios,  lo que has hecho para nosotros. Por causa de tu templo, en Jerusalén, los reyes te ofrecerán dones. Reprime la reunión de gentes armadas, la multitud de toros con los becerros de los pueblos, hasta que todos se sometan con sus piezas de plata.  ¡Esparce a los pueblos  que se complacen en la guerra! Vendrán príncipes de Egipto; Etiopía se apresurara a extender sus manos hacia Dios. ¡Reinos de la tierra, cantad a Dios, cantad al señor, al que cabalga sobre los cielos de los cielos, que son desde la antigüedad! El hará oír su voz, su poderosa voz. Atribuid  el poder de Dios; sobre Israel en su magnificencia y su poder esta en los cielos. Temible eres, Dios, desde tus santuarios. El Dios de Israel, el da fuerza y vigor a su pueblo. Bendito sea Dios.

Salmo 69 ¡ Sálvame, Dios, porque las aguas han entrado hasta el alma! Estoy hundido en cieno profundo, donde no puede hacer pie; he llegado hasta lo profundo de las aguas y la corriente me arrastra. Cansado estoy de llamar; mi garganta se ha enronquecido; han desfallecido mis ojos esperando a mí Dios. Se han aumentado mas que los cabellos de mi cabeza los que me odian sin causa; se han hecho poderosos mi enemigos, los que me destruyen sin tener por que. ¿Y he de pagar lo que no robe? Dios, tu conoces mi insensatez y mis pecados no te son ocultos. No sean avergonzados por causa mía los que en ti confían, señor, Jehová de los ejércitos; no sean confundidos por causa mía los que te buscan, Dios de Israel, porque por amor de ti he sufrido afrenta; confusión ha cubierto mi rostro. Extraño he sido para mis hermanos y desconocido para los hijos de mi madre. Me consumió el celo de tu casa y los insultos de los que te vituperaban cayeron sobre mi. Llore, afligiendo con ayuno mi alma, y esto me ha sido por afrenta. Me vestí, además, con ropas ásperas y vine a series por proverbio. Hablaban contra mi los que se sentaban a la puerta, y se burlaban de mi en sus canciones los bebedores. Pero yo a ti oraba, Jehová, en el tiempo de tu buena voluntad; Dios, por la abundancia de tu misericordia, por la verdad de tu salvación, escúchame. Sácame del lodo y no sea yo sumergido; sea yo libertado de los que me aborrecen y de lo profundo  de las aguas. No me arrastre la corriente de las aguas, ni me trague el abismo, ni el pozo cierre sobre mi su boca. Respóndeme, Jehová, porque benigna es tu misericordia; mírame conforme a la multitud de tus piedades. No escondas de tu siervo tu rostro, porque estoy angustiado. ¡Apresúrate, óyeme! ¡Acércate a mi alma, redímela! ¡Líbrame por causa de mis enemigos! Tu sabes mi afrenta, mi confusión y mi oprobio. Delante de ti están todos mis adversarios. El escarnio ha quebrantado mi  corazón y estoy acongojado. Espere a quien se compadeciera de mi, y no lo hubo; busque consoladores, y ninguno halle. Me pusieron además hiel por comida y en mi sed me dieron a beber vinagre. Sea su banquete delante de ellos por lazo y lo que es para bien, por tropiezo. Sean oscurecidos sus ojos para que no vean, y haz temblar continuamente sus lomos. Derrama sobre ellos tu ira y el furor de tu enojo los alcance. Sea su palacio desolado; en sus tiendas no haya morador, porque persiguieron al que tu heriste y cuentan del dolor de los que tu llagaste. ¡Por maldad sobre maldad y no entren en tu justicia! ¡Sean borrados del libro de los vivientes y no sean escritos con los justos! Pero a mi, afligido y miserable, tu salvación, Dios, me ponga en alto. Alabare yo el hombre de Dios con cántico, lo exaltare con alabanza. Y agradara a Jehová mas que sacrificio de buey o becerro que tiene cuernos y pezuñas. Lo verán los oprimidos y se gozaran. Buscad a Dios y vivirá vuestro corazón,  porque Jehová oye a los menesterosos y no menosprecia a sus prisioneros. ¡ Alábenlo los cielos y la tierra, los mares y todo lo que se mueve en ellos!,  porque Dios salvara a Sión y reedificara las ciudades de juda; habitaran allí y la poseerán. La descendencia de sus siervos la heredara y los que aman su nombre habitaran en ella. (Al músico principal. Salmo de David, para conmemorar.)

Salmo 70  Acude, Dios, a librarme; apresúrate, Dios, a socorrerme. Sean avergonzados y confundidos los que buscan mi vida; sean vueltos atrás y avergonzados los que mi mal desean. Sean vueltos atrás, en pago de su afrenta, los que se burlan de mi. ¡Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan! Y digan siempre los que aman tu salvación: ¡Engrandecido sea Dios!. Yo estoy afligido y menesteroso; apresúrate a mi, oh Dios. Ayuda mía y mi libertador eres tu; ¡Jehová, no te detengas!.

Salmo 71 En ti, Jehová, me he refugiado; no sea yo avergonzado jamás. Socórreme y líbrame en tu justicia; inclina tu oído y sálvame. Se para mi una roca de refugio adonde recurra yo continuamente. Tu has dado mandamiento para salvarme, porque tu eres mi roca y mi fortaleza. Dios mío, líbrame de manos del impío, de manos del perverso y violento, porque tu, señor Jehová, eres mi esperanza, seguridad mía desde mi juventud. En ti he sido sustentado desde el vientre. Del vientre de mi madre tu fuiste el que me saco; para ti será siempre mi alabanza. Como prodigio he sido a muchos,  y tu mi refugio fuerte. Sea llena mi boca de tu alabanza, de tu gloria todo el día. No me deseches en el tiempo de la vejez; cuando mi fuerza se acabe, no me desampares, porque mis enemigos hablan de mi y los que acechan mi alma se consultan entre si, diciendo: Dios lo ha desamparado; perseguidlo y tomadlo, porque no hay quien lo libre. ¡No te alejes, Dios, de mi;  Dios mío, acude pronto en mi socorro!. Sean avergonzados, perezcan los adversarios de mi alma; sean cubiertos de vergüenza  y de confusión los que mi mal buscan. Mas yo esperare siempre y te alabare mas y mas. Mi boca publicara tu justicia y tus hechos de salvación todo el día, aunque no se su numero. Volveré a los hechos poderosos de Jehová el señor; haré memoria de tu justicia, de la tuya sola. Me enseñaste, Dios, desde mi juventud, y hasta ahora he manifestado tus maravillas. Aun en la vejez y las canas, Dios, no me desampares, hasta que anuncie tu poder a la posteridad, tu potencia a todos los que han de venir, y tu justicia, Dios, que llega hasta lo excelso. ¡Tu has hecho grandes cosas! Dios, ¿Quién como tu? Tu, que me has hecho ver muchas angustias y males, volverás a darme vida y de nuevo me levantaras desde los abismos de la tierra. Aumentaras mi grandeza y  volverás a consolarme. Asimismo yo te alabare con instrumento de salterio, Dios mío; tu lealtad cantare a ti en el arpa, santo de Israel. Mis labios se alegraran cuando cante para ti; y mi alma hablara también de tu justicia todo el día; por cuanto han sido avergonzados, porque han sido confundidos  los que mi mal procuraban.

Salmo 72 Dios, da tus juicios al rey y tu justicia al hijo del rey. El juzgara a tu pueblo con justicia y a tus afligidos con rectitud. Los montes llevaran paz al pueblo, y los collados justicia. Juzgara a los afligidos del pueblo, salvara a los hijos del menesteroso y aplastara al opresor. Te temerán mientras duren el sol y la luna, de generación en generación. Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada; como el roció que destila sobre la tierra. Florecerá en sus días justicia y abundancia de paz, hasta que no haya luna. ¡Dominara de mar a mar, y desde el rió hasta los confines de la tierra! Ante el se postraran los moradores del desierto, y sus enemigos lamerán el polvo. Los reyes de tarsis y de las costas traerán presentes; los reyes de saba y de seba ofrecerán dones. Todos los reyes se postraran delante de el; todas las naciones lo servirán. El librara al menesteroso que clame y al afligido que no tenga quien lo socorra. Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso; salvara la vida de los pobres. De engaño y de violencia redimirá sus almas, y la sangre de ellos será preciosa antes sus ojos. Vivirá, y se alejara del oro de saba, y se orara por el continuamente; todo el día se le bendecirá. Será echado un puñado de grano en la tierra, en las cumbres de los montes; su fruto hará ruido como el Líbano; los de la ciudad florecerán como la hierba de la tierra. Será su nombre para siempre; se perpetuara su nombre mientras dure el sol. Benditas serán en el todas las naciones; lo llamaran bienaventurado. Bendito Jehová Dios, el Dios de Israel, el único que hace maravillas. ¡Bendito su nombre glorioso para siempre! ¡Toda la tierra sea llena de su gloria! ¡Amen y amen!. (Aquí terminan las oraciones de David, hijo de isai.)

Libro 3 Salmo 73  Ciertamente es bueno Dios para con Israel, para con los limpios de corazón. En cuanto a mi, casi se deslizaron mis pies, ¡ por poco resbalaron mis pasos!, porque tuve envidia de los arrogantes, viendo la prosperidad de los impíos. No se atribulan por su muerte, pues su vigor esta entero. No pasan trabajos como los otros animales, ni son azotados como los demás hombres. Por tanto, la soberbia los corona; se  cubren con vestido de violencia. Los ojos se les saltan de gordura; logran con creces  los antojos  del corazón. Se mofan y hablan 

con maldad de hacer violencia; hablan con altanería. Ponen su boca contra el cielo y su lengua pasea la tierra. Por eso Dios hará volver a su pueblo aquí, y aguas en abundancia son extraídas para  ellos. Y dicen: ¿Cómo sabe Dios? ¿Acaso hay  conocimiento en el altísimo?. Estos impíos, sin ser turbados del mundo, aumentaron  sus riquezas. ¡ Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón y he lavado mis manos en inocencia!, pues he sido azotado todo el día y castigado todas las mañanas. Si dijera yo: ¡Hablare como ellos!, engañaría a la generación de tus hijos. Cuando pensé para saber esto, fue duro trabajo para mi, hasta que, entrando en el santuario de Dios, comprendí el fin de ellos. Ciertamente, los ha puesto en deslizaderos, en asolamiento los harás caer. ¡Como han sido asolados de repente! ¡Perecieron, se consumieron de terrores!. Como sueño del que despierta, así, señor, cuando despiertes, menospreciaras su apariencia. Se lleno de amargura mi alma y en mi corazón sentía punzadas. Tan torpe era yo, que no entendía; ¡Era como una bestia delante de ti! Con todo, yo siempre estuve contigo; me tomaste de la mano derecha. Me has guiado según tu consejo,  y después me recibirás en gloria. ¿A quien tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazón desfallecen; mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre. Ciertamente los que se alejan de ti perecerán; tu destruirás a todo aquel que de ti se aparta. Pero en cuanto a mi,  el acercarme a Dios es el bien. He puesto en Jehová el señor mi esperanza, para contar todas tus obras.

Salmo 74 ¿Por qué, Dios, nos has desechado para siempre? ¿por qué se ha encendido tu furor contra las ovejas de tu prado? Acuérdate de tu congregación, la que adquiriste desde los tiempos antiguos, la que redimiste para hacerla la tribu de tu herencia; este monte Sión, donde has habitado. Dirige tus pasos a las ruinas eternas, a todo el mal que el enemigo ha hecho en el santuario. Tus enemigos vociferan en medio de tus asambleas; han puesto sus estandartes por señal.  Son como los que levantan el hacha en medio de tupido bosque, y ahora con hachas y martillos han quebrado todas sus entalladuras. Han puesto a fuego tu santuario, han profanado el tabernáculo de tu nombre, echándolo a tierra. Dijeron en su corazón: ¡Destruyámoslos de una vez!. ¡Han quemado todas las moradas de Dios en la tierra! No vemos ya nuestras señales; no hay mas profeta, ni entre nosotros hay quien sepa hasta cuando. ¿Hasta cuando, Dios, nos insultara el angustiador? ¿Has de blasfemar el enemigo perpetuamente contra su nombre? ¿Por qué retraes tu mano? ¿Por qué escondes tu diestra en tu seno? Pero Dios es mi rey desde tiempo antiguo; el que obra salvación en medio de la tierra. Dividiste el mar con tu poder; quebraste cabezas de monstruos en las aguas. Aplastaste las cabezas de Leviatán y lo diste por comida a los habitantes del desierto. Abriste la fuente y el rió; sacaste ríos  impetuosos. Tuyo es el día, tuya también es la noche; tu estableciste la luna y el sol. Tu fijaste todos los términos de la tierra; el verano  y el invierno tu lo formaste. Acuérdate de esto: Que el enemigo ha afrentado a Jehová y un pueblo insensato ha blasfemado contra su nombre. ¡No entregues a las fieras el alma de tu tórtola! ¡No olvides para siempre  la vida de tus pobres! ¡ Mira al pacto, porque los lugares tenebrosos de la tierra están llenos de habitaciones de violencia!  No vuelva avergonzado el abatido; ¡El afligido y el menesteroso alabaran tu nombre! ¡Levántate, Dios! ¡Aboga tu causa! ¡Acuérdate de cómo el insensato te insulta cada día! No olvides los gritos de tus enemigos; el alboroto de los que se levantan contra ti sube sin cesar.

Salmo 75 Gracias te damos, Dios, Gracias te damos,  pues cercano esta tu nombre; los hombres cuentan tus maravillas. En el tiempo que yo decida, juzgare rectamente. Se arruinaban la tierra y sus moradores;  yo sostengo sus columnas. Dije a los insensatos: ¡No os jactéis!; y a los impíos: ¡No os enorgullezcáis; no hagáis alarde de vuestro poder; no habléis con cerviz erguida!, porque ni de oriente ni de occidente ni del desierto viene el enaltecimiento, pues Dios es el juez; a esta humilla, y aquel enaltece. La copa esta en la mano de Jehová; el vino esta fermentado, lleno de mixtura, y el lo derrama; ¡ hasta el fondo lo apuraran y lo beberán todos los impíos de la tierra! Pero yo siempre anunciare y cantare alabanzas al Dios de Jacob. Quebrantare todo el poderío de los pecadores, pero el poder del justo será exaltado.

Salmo 76 Dios es conocido en juda; en Israel es grande su nombre. En salem esta su tabernáculo y su habitación en Sión. Allí quebró las saetas del arco, el escudo, la espada y las armas de guerra. Glorioso eres tu, poderoso mas que los montes de caza. Los fuertes de corazón fueron despojados, durmieron su sueño; no hizo uso de sus manos ninguno de los varones fuertes. A tu reprensión, Dios de Jacob, el carro y el  caballo fueron entorpecidos. ¡Temible eres tu! ¿Quién podrá estar en pie delante de ti cuando se encienda tu ira? Desde los cielos hiciste oír tu juicio; la tierra tuvo temor y quedo en suspenso cuando te levantaste, Dios, para juzgar, para salvar a todos los mansos de la tierra. Ciertamente la ira del hombre te alabara; tu reprimirás el resto de las iras. Prometed y pagad a Jehová vuestro Dios; todos los que están alrededor de el traigan ofrendas al temible. El cortara el aliento de los príncipes; temible es para los reyes de la tierra.

Salmo 77 Con mi voz clame a Dios, a Dios clame porque el me escucha. Al señor busque en el día de mi angustia; alzaba a el mis manos de noche, sin descanso; mi alma rehusaba el consuelo. Me acordaba de Dios, me conmovía; me dejaba y desmayaba mi espíritu. No me dejabas pegar los ojos; estaba yo quebrantado y no hablaba. Consideraba los días desde el principio, los años pasados.  Me acordaba de mis cánticos de noche; meditaba en mi corazón y mi espíritu inquiría: ¿Desechara el señor para siempre y no volverá mas a sernos propicio? ¿Se ha acabado perpetuamente su promesa? ¿Ha olvidado Dios el tener misericordia? ¿Ha encerrado con ira sus piedades?. Entonces dije: Enfermedad mía es esta; traeré, pues,  a la memoria los años de la diestra del altísimo. Me acordare de las obras de jah; si, haré yo memoria de tus maravillas antiguas. Meditare en todas tus obras y hablare de tus hechos. Dios, santo es tu camino; ¿qué dios es grande como nuestro Dios? Tu eres el Dios que hace maravillas; hiciste notorio en los pueblos tu poder. Con tu brazo redimiste a tu pueblo,  a los hijos de Jacob y de José. Dios, te vieron las aguas; las aguas  te vieron y temieron; los abismos también se estremecieron. Las nubes echaron inundaciones de aguas: tronaron los cielos y se precipitaron tus rayos. La voz de tu trueno estaba en el torbellino; tus relámpagos alumbraron el mundo; se estremeció y tembló la tierra. En el mar fue tu camino y tus sendas en las muchas aguas; tus pisadas no fueron halladas. Condujiste a tu pueblo como a ovejas por mano de moisés y de Aarón.

Salmo 78 Escucha, pueblo mío, mi ley; inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca. Abriré mi boca en proverbios; hablare cosas escondidas desde tiempos antiguos, las cuales hemos oído y entendido, las que nuestros padres nos contaron. No las encubriremos a sus hijos, contaremos a la generación venidera las alabanzas de Jehová, su potencia y las maravillas  que hizo. El estableció testimonio en Jacob y puso ley en Israel, la cual mando a nuestros padres  que la notificaran a sus hijos; para que lo sepa la generación venidera, los hijos que nazcan; y los que se levanten lo cuenten a sus hijos, a fin de pongan en Dios su confianza y no se olviden de las obras de Dios; que guarden sus mandamientos y no sean como sus padres, generación terca y rebelde; generación que no dispuso su corazón, ni cuyo espíritu fue fiel para con Dios. Los hijos de Efraín, arqueros muy diestros, volvieron las espaldas en el día de la batalla. No guardaron el pacto de Dios ni quisieron andar en su ley; al contrario, se olvidaron de sus obras y de sus maravillas que les había mostrado. Delante de sus padres hizo maravillas en la tierra de Egipto, en el campo de zoan. Dividió el mar y los hizo pasar. Detuvo las aguas como  en un montón. Los guió de día con nube y toda la noche con resplandor de fuego. Hendió las peñas en el desierto y les dio de beber como de grandes abismos, pues saco de la peña corrientes e hizo descender aguas como ríos. Pero aun así, volvieron a pecar contra el, rebelándose contra el altísimo en el desierto, pues tentaron a Dios en su corazón, pidiendo comida a su gusto. Y hablaron contra Dios, diciendo: ¿podrá poner mesa en el desierto? El ha herido la peña, y brotaron aguas y torrentes inundaron la tierra. ¿podrá dar también pan? ¿dispondrá carne para su pueblo?. Y lo oyó Jehová  y se indigno; se encendió el fuego contra Jacob  y el furor subió  contra Israel, por cuanto no le habían creído en su salvación. Sin embargo, mando a las nubes de arriba, abrió las puertas de los cielos e hizo llover sobre ellos mana para que comieran, y les dio trigo de los cielos. Pan de nobles comió el hombre; les envió comida hasta saciarlos. Movió el viento solano en el cielo, y trajo con su poder al viento del sur, e hizo llover sobre ellos carne como polvo, como la arena del mar, aves que vuelan. Las hizo caer en medio del campamento, alrededor de sus tiendas. Comieron y se saciaron; les cumplió, pues, su deseo. No habían saciado aun su apetito, aun estaba la comida en su boca, cuando vino sobre ellos el furor de Dios, he hizo morir a los mas robustos de ellos y derribo a los escogidos de Israel. Con todo esto, volvieron a pecar y no dieron crédito a sus maravillas. Por tanto, hizo acabar sus días como un soplo y sus años en tribulación. Si los hacia morir, entonces buscaban a Dios; entonces se volvían solícitos en busca suya, y se acordaban de que Dios era su refugio, que el Dios altísimo era su redentor. Pero lo halagaban con su boca, y con su lengua le mentían, pues sus corazones no eran rectos con el ni permanecieron firmes en su pacto. Pero el, misericordioso, perdonaba la maldad y no los destruía; aparto muchas veces su ira y no despertó todo su enojo.  Se acordó de que eran carne, soplo que va  y no vuelve. ¡Cuantas veces se rebelaron contra el en el desierto,  y lo enojaron en el yermo! Y volvían, y tentaban a Dios, y provocaban al santo de Israel. No se acordaban de su mano, del día que los redimió de la angustia; cuando manifestó en Egipto sus señales y sus maravillas en el campo de zoan.  Y volvió sus ríos en sangre, y sus corrientes, para que no bebieran. Envió entre ellos enjambres de moscas que los devoraban y ranas que los destruían. Dio también a la oruga sus frutos y sus labores a la langosta. Sus viñas destruyo con granizo y sus higuerales con escarcha. Entrego al granizo sus bestias y sus ganados a los rayos. Envió sobre ellos el ardor de su ira; enojo, indignación y angustia, ¡ un ejercito de ángeles destructores!  Dispuso camino a su furor; no eximio la vida de ellos de la muerte, sino que los entrego a mortandad. Hizo morir a todo primogénito en Egipto, las primicias de su fuerza en las tiendas de cam. Hizo salir a su pueblo como a ovejas y los llevo por el desierto como a un rebaño. Los guió con seguridad, de modo que no tuvieron temor; y el mar cubrió a sus enemigos. Los trajo después a las  fronteras de su tierra santa, a esta monte que gano con su mano derecha. Echo las naciones de delante de ellos; con cuerdas repartió sus tierras en heredad e hizo habitar su sus tiendas a las tribus de Israel. Pero ellos tentaron y enojaron al

Dios altísimo y no guardaron sus testimonios; mas bien, le dieron la espalda, rebelándose  como sus padres; se torcieron como arco engañoso. Lo enojaron con sus lugares altos y lo provocaron a celo con sus imagines  de talla. Lo oyó Dios y se enojo, y en gran manera aborreció a Israel. Dejo, por tanto, el tabernáculo de silo, la tienda en que habito entre los hombres. Entrego a cautiverio su poderío; su gloria, en manos del enemigo. Entrego también su pueblo a la espada y se irrito contra su heredad. El fuego devoro a sus jóvenes y sus vírgenes un fueron loadas en cantos nupciales. Sus sacerdotes cayeron a espada y sus viudas no hicieron lamentación. Entonces despertó el señor como quien duerme, como un valiente que grita excitado por el vino, e hirió a sus enemigos por detrás; les dio perpetua afrenta. Desecho la casa de José y no escogió la tribu de Efraín, sino que escogió la tribu de juda, el monte Sión, al cual amo. Edifico su santuario a manera de eminencia, como la tierra que cimentó para siempre.  Eligio a David su siervo y lo tomo de los rebaños de ovejas; de detrás de las paridas lo trajo, para que apacentara a Jacob su pueblo,  a Israel su heredad. Y los apacentó conforme a la integridad de su corazón; los pastoreo con la pericia de sus manos.

Salmo 79 ¡Vinieron, Dios,  las naciones a tu heredad! ¡ Han probado tu santo templo! ¡ han reducido Jerusalén a escombros! ¡ Han dado los cuerpos de tus siervos por comida a las aves de los cielos, la carne de tus santos a las bestias de la tierra! Derramaron su sangre como agua en los alrededores de Jerusalén y no hubo quien los enterrara. Somos afrentados por nuestros vecinos escarnecidos y ofendidos por los que están en nuestros alrededores. ¿Hasta cuando, Jehová? ¿Estarás airado para siempre? ¿Arderá como fuego tu celo? ¡Derrama tu ira sobre las naciones que no te conocen  sobre los reinos que no invocan tu nombre!, porque han consumido a Jacob y su morada han  destruido. No recuerdes contra nosotros las maldades de nuestros antepasados.  ¡Vengan pronto tus misericordias a encontrarnos, porque estamos muy abatidos! ¡Ayúdanos, Dios de nuestra salvación, por la gloria de tu nombre!,  ¡Líbranos y perdona nuestros pecados por amor de tu nombre!, porque dirán los gentiles: ¿Dónde esta su Dios?. ¡ Sea notoria en las naciones, delante de nuestros ojos, la venganza de la sangre de tus siervos que ha sido derramada! Llegue delante de ti el gemido de los presos; conforme a la grandeza de tu brazo preserva a los sentenciados a muerte, y devuelve a nuestros  vecinos en su seno siete tantos de su infamia con que te han  deshonrado, Jehová. Y nosotros, pueblo tuyo y ovejas de tu prado, te alabaremos para siempre. ¡De generación en generación cantaremos tus alabanzas!.

Salmo 80  Pastor de Israel, escucha; tu que pastoreas como a ovejas a José, tu que estas entre querubines, resplandece. ¡Despierta tu poder delante de Efraín, de benjamín y de manases, y ven a salvarnos!. ¡Dios, restáuranos! ¡Haz resplandecer tu rostro y seremos salvos!  Jehová, Dios de los ejércitos, ¿hasta cuando mostraras tu indignación contra la oración de tu pueblo? Les diste a comer pan de lagrimas y a beber lagrimas en abundancia. Nos pusiste por escarnio de nuestros vecinos y nuestros enemigos se burlan de nosotros. ¡Dios de los ejércitos, restáuranos! ¡Haz resplandecer tu rostro y seremos salvos! Hiciste venir una vid de Egipto; echaste las naciones y la plantaste. Limpiaste el terreno sus raíces y lleno la tierra. Los montes fueron cubiertos con su sombra y con sus sarmientos los cedros de Dios. Extendió sus vástagos hasta el mar y hasta el rió sus renuevos. ¿por qué rompiste sus ceras y la vendimian todos los que pasan por el camino? La destroza el puerco montes y la bestia del campo la devora. Dios de los ejércitos, vuelve ahora; mira desde el cielo, considera y visita esta viña, la planta que planto tu diestra y el renuevo que para ti afirmaste. ¡Quemada a fuego esta, asolada! ¡perezcan por la reprensión de tu rostro! Sea tu mano sobre el varón de tu diestra, sobre el hijo de hombre que para ti afirmaste. Así nos apartaremos de ti; vida nos darás e invocaremos tu nombre. ¡Jehová, Dios de los ejércitos, restáuranos! ¡Haz resplandecer tu rostro y seremos salvos!.

Salmo 81 ¡Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra! ¡Al Dios de Jacob aclamad con jubilo! Entonad canción y tocad el pandero, el arpa que deleita  y el salterio. Tocad la trompeta en la nueva luna, en el día señalado, en el día de nuestra fiesta solemne, porque estatuto es de Israel, ordenanza del Dios de Jacob. Lo constituyo como testimonio en José cuando salió por la tierra de Egipto. Oí un lenguaje que no entendía: Aparte su hombro y de debajo de la carga; sus manos fueron descargadas de los cestos. En la calamidad clamaste y yo te libre; te respondí en lo secreto del trueno; te probé junto a las aguas de meriba. Oye, pueblo mío, y te amonestare. ¡Si me oyeras, Israel! No habrá en ti dios ajeno ni te inclinaras a dios extraño. Yo soy Jehová tu Dios, que te hice subir de la tierra de Egipto; abre tu boca y yo la llenare. Pero mi pueblo no oyó mi voz; Israel no me quiso a mi. Los deje, por tanto, a la dureza de su corazón; caminaron en sus propios consejos. ¡Si me hubiera oído mi pueblo! ¡Si en mis caminos hubiera andado Israel! En un momento habría yo derribado a sus enemigos y habría vuelto mi mano contra sus adversarios. Los que aborrecen a Jehová se le habrían sometido y el tiempo de ellos seria para siempre. Los sustentaría Dios con lo mejor del trigo,  y con la miel de la peña los saciaría.

Salmo 82 Dios se levanta en la reunión de los dioses; en medio de los dioses juzga. ¿hasta cuando juzgareis injustamente y haréis acepción de personas con los impíos? Defended al débil y al huérfano; haced justicia al afligido y al menesteroso, librad al afligido y al necesitado; ¡ libradlo de manos de los impíos! No saben, no entienden, andan en tinieblas; tiemblan todos los cimientos de la tierra. Yo dije: Vosotros sois dioses  y todos vosotros hijos del altísimo; pero como hombres moriréis, y como cualquiera de los príncipes caeréis. ¡Levántate, Dios, juzga la tierra, porque tu heredaras todas las naciones!.

Salmo 83 ¡Dios, no guardes silencio! ¡ No calles, Dios, ni te estés quieto!, porque rugen tus enemigos y los que te aborrecen alzan la cabeza. Contra tu pueblo han consultado astuta y secretamente, y han estrado en consejo contra tus protegidos. Han dicho: Venid y destruyámoslos, para que no sean nación y no haya mas memoria del nombre de Israel. A una se confabulan de corazón. Contra ti han hecho alianza las tiendas de los edomitas y de los israelitas, moab y los agarenos, gebal, Amón y amalec, los filisteos y los habitantes de tiro. También el asirio se ha juntado con ellos; sirven de brazo a los hijos de LOT. Hazles como a madian, como a sisara, como a jabin en el arroyo cison, que perecieron en Endor: fueron convertidos en estiércol para la tierra. Pon a sus capitanes como a oreb y a zeeb; como a zeba y a zalmuna a todos sus príncipes, que han dicho: ¡Hagamos nuestras las moradas de Dios!. Dios mío, ponlos como torbellinos como hojarascas delante del viento, como fuego que quema el monte, como llama que abrasa el bosque. Persíguelos así como tu tempestad y atérralos con tu huracán. Llena sus rostros de vergüenza, y busquen tu nombre, Jehová. Sean confundidos y turbados para siempre; sean deshonrados y perezcan. Y conozcan que tu nombre es Jehová; ¡Tu solo el altísimo sobre toda la tierra!.

Salmo 84 ¡Cuan amables son tus moradas, Jehová de los ejércitos! ¡Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová!. ¡Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo!. Aun el gorrión halla casa, y la golondrina nido para si, donde poner sus polluelos, cerca de tus altares, Jehová de los ejércitos, rey mío y Dios mío. ¡Bienaventurado los que habitan en tu casa;  perpetuamente te alabaran!. ¡Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, en cuyo corazón están tus caminos! Atravesando el valle de lagrimas, lo cambian en fuente cuando la lluvia llena los estanques. Irán de poder en poder; verán a Dios en Sión. Jehová, Dios de los ejércitos, oye mi oración; ¡escucha, Dios de Jacob!. Mira, Dios, escudo nuestro, y pon los ojos en el rostro de tu elegido. Mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios que habitar donde reside la maldad, porque sol y escudo es Jehová Dios; gracia y gloria dará Jehová. No quitara el bien a los que andan en integridad. ¡Jehová de los ejércitos, bienaventurado el hombre que en ti confía!.

Salmo 85 Fuiste propicio a tu tierra, Jehová; volviste la cautividad de Jacob. Perdonaste la maldad de tu pueblo; todos los pecados de ellos cubriste. Reprimiste todo tu enojo; te apartaste  del ardor de tu ira. Restáuranos, Dios de nuestra salvación, y haz cesar tu ira contra nosotros. ¿estarás enojado contra nosotros para siempre? ¿Extenderás tu ira de generación  en generación? ¿no volverás a darnos vida, para que tu pueblo se regocije en ti?  ¡ muéstranos, Jehová, tu misericordia y danos  tu salvación! Escuchare lo que hablara Jehová Dios, porque hablara paz a su pueblo  y  a sus santos, para que no se vuelvan a la locura. Ciertamente cercana esta su salvación a los que lo temen, para que habite la gloria en nuestra tierra. La misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron. La verdad brotara de la tierra y la justicia mirara desde los cielos. Jehová dará también el bien y nuestra  tierra dará su fruto. La justicia ira delante de el y sus pasos nos pondrá por camino.

Salmo 86 Inclina, Jehová, tu oído,  y escúchame, porque estoy afligido y menesteroso. Guarda mi alma, porque soy piadoso; ¡Salva tu, Dios mío, a tu siervo que en ti confía!. Ten misericordia de mi, Jehová, porque a ti clamo todo el día. Alegra el alma de tu siervo, porque a ti, señor, levanto mi alma, porque tu, señor, eres bueno y perdonador, y grande en misericordia para con todos los que te invocan. Escucha, Jehová, mi oración y esta atento a la voz de mis ruegos. En el día de mi angustia te llamare, porque tu me respondes. Señor, ninguno hay como tu entre los dioses ni obras que igualen tus obras. Todas las naciones que hiciste vendrán y adoraran delante de ti, señor, y glorificaran tu nombre, porque tu eres grande y hacedor de maravillas; ¡Solo tu eres Dios! Enséñame, Jehová, tu camino, y caminare yo en tu verdad; afirma mi corazón para que tema tu nombre. Te alabare, Jehová, Dios mío, con todo mi corazón y glorificare tu nombre para siempre, porque tu misericordia es grande para conmigo y has librado mi alma de las profundidades del seol. Dios, los soberbios se levantaron contra mi, conspiración de violentos ha buscado mi  vida y no te han tomado en cuenta. Mas tu, señor, Dios misericordioso y clemente, lento para la ira y grande en misericordia y verdad, mírame y ten misericordia de mi; da tu poder a tu siervo y guarda al hijo de tu sierva. Haz conmigo señal para bien, y véanla los que me aborrecen y sean avergonzados, porque tu, Jehová, me ayudaste y me consolaste.

Salmo 87 Su cimiento esta en el monte santo. Ama  Jehová las puertas de Sión mas que todas las moradas de Jacob. ¡Cosas gloriosas se han dicho de ti, ciudad de Dios!. Yo me acordare de rahab y de Babilonia entre los que me conocen, aquí esta filistea y tiro, con Etiopía; estos nacieron allá. Y de Sión se dirá: Este y aquel han nacido en ella. Y el altísimo mismo la establecerá. Jehová contara al inscribir a los pueblos: Este nació allí. Y cantores y músicos dirán de ella: Todas mis fuentes están en ti.

Salmo 88 Jehová, Dios de mi salvación, día y noche clamo delante de ti. ¡Llegue mi oración a tu presencia! ¡ Inclina tu oído hacia mi clamor!, porque mi alma esta hastiada de males y mi vida cercana al seol. Soy contado entre los que descienden al sepulcro; soy como un hombre sin fuerza, abandonado entre los muertos, como los pasados a espada que yacen en el sepulcro, de quienes no te acuerdas ya y que fueron arrebatados de tu mano. Me has puesto en el hoyo profundo, en tinieblas, en lugares profundos. Sobre mi reposa tu ira y me sumerges en todas tus olas. Has alejado de mi a mis conocidos; me has hecho repugnante para ellos; encerrado estoy sin poder escapar. Mis ojos enfermaron a causa de mi aflicción. Te he llamado, Jehová, cada día; he extendido a ti mis manos. ¿Manifestaras tus maravillas a los muertos? ¿Se levantaran los muertos para alabarte? ¿será proclamada en el sepulcro tu misericordia o tu verdad en el abadon? ¿Serán reconocidas en las tinieblas tus maravillas y tu justicia en la tierra del olvido? Mas yo a ti he clamado, Jehová, y de mañana  mi oración se presenta delante de ti. ¿Por qué, Jehová, desechas mi alma? ¿Por qué escondes de mi  tu rostro? Yo estoy afligido y menesteroso; desde la juventud he llevado tus terrores, he estado lleno de miedo. Sobre mi han pasado tus iras y me oprimen tus terrores. Me ha rodeado como aguas continuamente; a una me han cercado. Has alejado de mi al amado y al compañero, y a mis conocidos has puesto en tinieblas.

Salmo 89 Las misericordias de Jehová cantare perpetuamente; de generación en generación haré notoria tu fidelidad con mi boca. Dije: Para siempre será edificada la misericordia; en los cielos mismos afirmaras tu fidelidad. Hice pacto con mi escogido; jure a David mi siervo, diciendo: Para siempre confirmare tu descendencia y edificare tu trono por todas las generaciones. Celebran los cielos tus maravillas. Jehová, tu fidelidad también en la congregación de los santos, porque ¿quién en los cielos se igualara a Jehová? ¿quién será semejante a Jehová entre los hijos de los poderosos? Dios temible en la gran congregación de los santos y formidable sobre todos cuantos están a su alrededor. Jehová, Dios de los ejércitos, ¿Quién como tu? Poderoso eres, Jehová, y tu fidelidad te rodea. Tu tienes dominio sobre la braveza del mar;  cuando se levantan sus olas, tu las sosiegas. Tu quebrantaste  a rahab como a un herido de muerte; con tu brazo poderoso esparciste a tus enemigos. Tuyos son los cielos, tuya también es la tierra; el mundo y su plenitud, tu lo fundaste. El norte  y el sur, tu los creaste; el tabor  y el hermon cantaran en tu nombre. Tuyo es el brazo potente; fuerte es tu mano, exaltada tu diestra. Justicia y derecho son el cimiento de tu trono; misericordia y verdad van delante de tu rostro. Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte; andará, Jehová, a luz de tu rostro. En tu nombre se alegrara todo el día y en tu justicia será enaltecido, porque tu eres la gloria de su potencia. Y por tu buena voluntad acrecentaras nuestro poder. Jehová es nuestro escudo; nuestro rey es el santo de Israel. Entonces hablaste en visión a tu santo y dijiste: He puesto el socorro sobre uno que es poderoso; he exaltado a un escogido de mi pueblo. Halle a David mi siervo; lo ungí con mi santa unción. Mi mano estará siempre con el, mi brazo también lo fortalecerá. No lo sorprenderá el enemigo ni hijo perverso lo quebrantara; sino que quebrantare delante de el a sus enemigos y heriré a los que lo aborrecen. Mi fidelidad y mi misericordia estarán con el y en mi nombre será exaltado su poder. Asimismo pondré su mano sobre el mar y sobre los ríos su diestra. El clamara a mi. Diciendo: Mi padre eres tu, mi Dios, y la roca de mi salvación. Yo también lo pondré por primogénito, el mas excelso de los reyes de la tierra. Para  siempre le asegurare mi misericordia y mi pacto será firme con el. estableceré su descendencia para siempre  y su trono como los días de los cielos. Si dejaran sus hijos mi ley y no anduvieran en mis juicios, si profanaran mis estatutos y no guardaran mis mandamientos, entonces castigare con vara su rebelión y con azotes sus maldades. Pero no quitare de el mi misericordia ni faltare a mi fidelidad. No olvidare mi pacto ni mudare lo que ha salido de mis labios. Una vez he jurado por mi santidad y no mentiré a David. Su descendencia será para siempre  y su trono como el sol delante de mi. Como la luna será firme para siempre y como testigo fiel en el cielo. Mas tu desechaste y menospreciaste a tu ungido, y te has airado con el. Rompiste el pacto de tu siervo; has profanado su corona hasta la tierra. Abriste brecha en todos sus muros; has destruido sus fortalezas. Lo saquean todos los que pasan por el camino; es la deshonra de sus vecinos. Has exaltado la diestra de sus enemigos; has alegrado a todos sus adversarios. Embotaste asimismo el filo de su espada, y no lo levantaste en la batalla. Hiciste cesar su gloria y echaste su trono por tierra. Has cortado los días de su juventud; ¡ Lo  has cubierto de vergüenza! ¿hasta cuando, Jehová? ¿Te esconderás para siempre? ¿Arderá tu ira como el fuego? ¡ Recuerda cuan breve es mi tiempo! ¿ por que habrás creado en vano a todo hijo de hombre? ¿qué hombre vivirá y no vera muerte? ¿ librara su vida del poder del seol? Señor, ¿Dónde están tus antiguas misericordias, que juraste a David según tu fidelidad? Señor, acuérdate del oprobio de tus siervos; oprobio de muchos pueblos, que llevo en mi seno, porque tus enemigos, Jehová, han deshonrado, porque tus enemigos han deshonrado los pasos de tu ungido. ¡Bendito sea Jehová para siempre! ¡ Amen y amen!.

Libro 4 Salmo 90 Señor, tu nos has sido refugio de generación en generación. Antes que nacieran  los montes y formaras la tierra y el mundo,  desde el siglo y hasta el siglo, tu eres Dios. Vuelves a convertir en polvo al hombre y dices: ¡ Convertios, hijos de los hombres!. Ciertamente mil años delante de tus ojos son como el día de ayer, que paso, y como una de las vigilias de la noche. Los arrebatas como un torrente de aguas; son como un sueño. Como la hierba que crece en la mañana: en la mañana florece y crece; a la tarde es cortada y se seca. Ciertamente con tu furor somos consumidos y con tu ira somos turbados. Pusiste nuestras maldades delante de ti, nuestros yerros a la luz de tu rostro. Ciertamente todos nuestros días declinan  a causa de tu ira; acabamos nuestros años como un pensamiento. Los días de nuestra edad son setenta años. Si en los mas robustos son ochenta años, con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, porque pronto pasan y volamos. ¿Quién conoce el poder de tu ira, y tu indignación según el temor que te es debido? Enséñanos de tal modo a contar nuestro días que traigamos al corazón sabiduría. ¡Vuélvete, Jehová! ¿hasta cuando? ¡Ten compasión de tus siervos! De mañana sácianos de tu misericordia, y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días. Alégranos  conforme a los días que nos afligiste y los años en que vimos el mal. Aparezca en tus siervos tu obra y tu gloria sobre sus hijos. Sea la luz de Jehová, nuestro Dios, sobre nosotros. La obra de nuestras manos confirma sobre nosotros; si, la obra de nuestras manos confirma.

Salmo 91 El que habita al abrigo del altísimo morara bajo la sombra del omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía y castillo mío; mi Dios, en quien confiare. El te librara del lazo del cazador, de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y protección es su verdad. No temerás al terror nocturno ni a la saeta que vuele de día, ni a la pestilencia que ande en la oscuridad, ni a mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegaran. Ciertamente con tus ojos miraras y veras la recompensa de los impíos. Porque has puesto en Jehová, que es mi esperanza, al altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá mal ni plaga tocara tu morada, pues a sus ángeles mandara acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. En las manos  te llevaran para que tu pie no tropiece en piedra. Sobre león y la víbora pisaras; herirás al cachorro del león y al dragón. Por cuanto en mi ha puesto su amor, yo también lo librare; lo pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocara y yo le responderé; con el estaré yo en la angustia; lo librare y lo glorificare. Lo saciare de  larga vida y le mostrare mi salvación.

Salmo 92 Bueno es alabarte, Jehová, y cantar salmos a tu nombre, oh altísimo; anunciar por la mañana tu misericordia y tu fidelidad cada noche, con el decacordio y el salterio, en tono suave, con el arpa. Por cuanto me has alegrado, Jehová, con tus obras; en las obras de tus manos me gozo. ¡ Cuan grandes son tus obras, Jehová! ¡Muy profundos son tus pensamientos! El hombre necio sabe y el insensato no entiende esto: cuando brotan los impíos como la hierba y florecen todos los que hacen maldad, es para ser destruidos eternamente. Mas tu, Jehová, para siempre eres altísimo. Aquí están tus enemigos, Jehová, ciertamente perecerán tus enemigos; serán esparcidos todos los que hacen maldad. Pero tu aumentaras mis fuerzas como las del toro salvaje;  seré ungido con aceite fresco. Y miraran mis ojos sobre mis  enemigos; oirán mis oídos acerca de los que se levantaron contra mi, de los malignos. El justo florecerá como la palmera; crecerá como cedro en el Líbano. Plantados en la casa de Jehová, en los atrios de nuestro Dios florecerán. Aun en la vejez fructificaran; estarán vigorosos  y verdes, para anunciar que Jehová, mi fortaleza, es recto y que en el no hay injusticia.

Salmo 93 ¡Jehová reina! ¡Se ha vestido de majestad! ¡Jehová se ha vestido, se ha ceñido de poder! Afirmo también el mundo y no será removido. Firme es tu trono desde siempre; tu eres eternamente. Alzaron los ríos, Jehová, los ríos  alzaron sus voces; alzaron los ríos sus olas. Jehová en las alturas es mas poderoso que el estruendo de las muchas aguas, mas que las recias olas del mar. Tus testimonios son muy firmes; la santidad conviene a tu casa, Jehová, por los siglos y para siempre.

Salmo 94 ¡Jehová, Dios de las venganzas, Dios de las venganzas, muéstrate!. ¡Engrandécete, juez de la tierra; da el pago a los soberbios! ¿hasta cuando los impíos, hasta cuando, Jehová, se gozaran los impíos? ¿hasta cuando pronunciaran, hablaran cosas duras y se vanagloriaran todos los que hacen maldad? A tu pueblo, Jehová, quebrantan y a tu heredad afligen. A la viuda y al extranjero matan y a los huérfanos quitan la vida.  Y dijeron: no vera jah,  no lo sabrá el Dios de Jacob. ¡Entended, necios del pueblo! Y vosotros, insensatos, ¿cuándo seréis sabios?  El que hizo el oído, ¿no oirá? El que formo el ojo, ¿no vera? El que castiga a las naciones, ¿no reprenderá? ¿no sabrá el que enseña al hombre la ciencia? Jehová conoce los pensamientos de los hombres, que son vanidad. Bienaventurado el hombre a quien tu, jah, corriges,  y en tu ley lo instruyes para hacerlo descansar en los días de aflicción, en tanto para el impío se cava el hoyo. No abandonara Jehová a su pueblo ni desamparara su heredad, sino que el juicio será vuelto a la justicia y en pos de ella Irán todos los rectos de corazón. ¿Quién se levantara por mi contra los malignos? ¿Quién estará por mi contra los que hacen maldad? Si no me ayudara Jehová, pronto moriría mi alma en el silencio. Cuando yo decía: Mi pie resbala, tu misericordia, Jehová, me sostenía. En la multitud de mis pensamientos íntimos, tus consolaciones alegraban mi alma. ¿Se juntara contigo el trono de la maldad que hace el agravio en forma de ley? Se juntan contra la vida del justo y condenan la sangre inocente. Pero Jehová me ha sido por refugio y mi Dios por roca de mi confianza. El hará volver sobre ellos su maldad y los destruirá en su propia malicia. Los destruirá Jehová, nuestro Dios.

Salmo 95 ¡Venid, aclamemos alegremente a Jehová! ¡Cantemos con jubilo a la roca de nuestra salvación! ¡Lleguemos ante su presencia con alabanza! ¡Aclamémoslo con cánticos!,  porque Jehová es Dios grande, el gran rey sobre todos los dioses. En su mano están las profundidades de la tierra y las alturas de los montes son suyas. Suyo también el mar, pues el lo hizo, y sus manos formaron la tierra seca. Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová, nuestro hacedor, porque el es nuestro Dios; nosotros, el pueblo de su prado y ovejas de su mano. Si oís hoy su voz, No endurezcáis vuestro corazón, como en meriba, como en el día de masah en el desierto, donde me tentaron vuestros padres, me probaron y vieron mis obras. Cuarenta años estuve disgustado con la nación, y dije: Es pueblo que divaga de corazón y no han conocido mis caminos. Por tanto, jure en mi furor que no entrarían en mi reposo.

Salmo 96 Cantad a Jehová cántico nuevo; cantad a Jehová toda la tierra. Cantad a Jehová, bendecid su nombre. Anunciad de día en día su salvación; proclamad entre las naciones su gloria, en todos los pueblos sus maravillas, porque grande es Jehová y digno de suprema alabanza; temible sobre todos los dioses. Todos los dioses de los pueblos son ídolos; pero Jehová hizo los cielos. ¡Alabanza y magnificencia delante de el! ¡Poder y hermosura en su santuario! Tributad a Jehová, familias de los pueblos, dad a Jehová la gloria y el poder. Dad a Jehová la honra debida a su nombre; traed ofrendas y venid a sus atrios. Adorad a Jehová en  la hermosura de la santidad; temed delante de el, toda la tierra. Decid entre las naciones: ¡Jehová reina! También afirmo el mundo, no será conmovido; juzgara a los pueblos con justicia. Alégrense los cielos y gócese la tierra; brame el mar y su plenitud. Regocíjese el campo y todo lo que hay en el; entonces todos los árboles del bosque rebosaran de contento delante de Jehová, que vino, porque ha venido a juzgar la tierra. ¡Juzgara al mundo con justicia y a los pueblos con su verdad!.

Salmo 97 ¡Jehová reina! ¡Regocíjese la tierra! ¡Alégrense las muchas costas! Nubes y oscuridad alrededor de el; justicia y juicio son el cimiento de su trono. Fuego ira delante de el y abrasara a sus enemigos alrededor. Sus relámpagos alumbraron el mundo; la tierra vio y se estremeció. Los montes se derritieron como cera delante de Jehová, delante del señor de toda la tierra. Los cielos anunciaron sus justicia y todos los pueblos vieron su gloria. Avergüéncense todos los que sirven a las imagines de talla, los que se glorían en los ídolos. Póstrense ante el todos los dioses. Oyó Sión y se alegro; y las hijas de juda se gozaron, Jehová, por tus juicios, porque tu, Jehová, eres el altísimo sobre toda la tierra; eres muy exaltado sobre todos los dioses. Los que amáis a Jehová, aborreced el mal; el guarda las almas de sus santos; de manos de los impíos los libra. Luz esta sembrada para el justo y alegría para los rectos de corazón. ¡Alegraos, justos, en Jehová, y alabad la memoria de su santidad!

Salmo 98  Cantad a Jehová cántico nuevo, porque ha hecho maravillas; su diestra lo ha salvado y su santo brazo. Jehová ha hecho notoria su salvación; a vista de las naciones ha descubierto su justicia. Se ha acordado de su misericordia y de su verdad para con la casa de Israel; todos los términos de la tierra han visto la salvación de nuestro Dios. Cantad alegres a Jehová, toda la tierra. Levantad la voz, aplaudid y cantad salmos. Cantad salmos a Jehová con arpa; con arpa y voz de cántico. Aclamad con trompetas y sonidos de bocina, delante del rey, Jehová. Brame el mar y su plenitud, el mundo y los que en el habitan; los ríos batan las manos, regocíjense todos los montes delante de Jehová, porque vino a juzgar la tierra. Juzgara el mundo con justicia y a los pueblos con rectitud.

Salmo 99 ¡Jehová reina! Temblaran los pueblos. El esta sentado sobre los querubines; se conmoverá la tierra. Jehová en Sión es grande y exaltado sobre todos los pueblos. ¡Alaben tu nombre grande y temible! ¡El es santo!  La gloria del rey es amar la justicia; tu confirmas la rectitud; tu ejerces en Jacob la justicia  y el derecho. Exaltad a Jehová, nuestro Dios, y postraos ante el estrado de sus pies. ¡El es santo! Moisés y Aarón entre sus sacerdotes, y Samuel entre los que invocaron su nombre; invocan a Jehová y el les respondía. En columna de nube hablaba con ellos; guardaban sus testimonios y el estatuto que les había dado. Jehová Dios nuestro, tu les respondías; fuiste para ellos un Dios perdonador y retribuidor de sus obras. Exaltad a Jehová, nuestro Dios. Y postraos ante su santo monte, porque Jehová, nuestro Dios es santo.

Salmo 100 Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Servid a Jehová con alegría; venid ante su presencia con regocijo. Reconoced que Jehová es Dios; el nos hizo y no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos y ovejas de su prado. Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza. ¡Alabadlo, bendecid su nombre!, porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su fidelidad por todas las generaciones.

Salmo 101  Misericordia y justicia cantare; a ti,  Jehová, cantare. Entenderé el camino de la perfección cuando venga a mi. En la integridad de mi corazón andaré en medio de mi casa. No pondré delante de mis ojos cosa injusta aborrezco la obra de los que se desvían; ninguno de ellos se acercara a mi.  Corazón perverso se apartara de mi; no conoceré al malvado. Al que solapadamente difama a su prójimo, yo lo destruiré; no sufriré al de ojos altaneros y de corazón vanidoso. Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo; el que ande en el camino de la perfección, este me servirá. No habitara dentro de mi casa el que hace fraude; el que habla mentiras no se afirmara delante de mis ojos. Por las mañanas destruiré a todos los impíos de la tierra, para exterminar de la ciudad de Jehová a todos los que hagan maldad.

Salmo 102  Jehová, escucha mi oración y llegue a ti mi clamor. No escondas de mi tu rostro. En el día de mi angustia; inclina a mi tu oído; apresúrate a responderme el día que te invoque, porque mis días se desvanecen como el humo y mis huesos cual tizón están quemados. Mi corazón esta herido y seco como la hierba, por lo cual me olvido de comer mi pan. Por la voz de mi gemido mis huesos se han pegado a mi carne. Soy semejante al pelicano del desierto; soy como el búho de las soledades; Me desvelo y soy como un pájaro solitario sobre el tejado. Cada día me deshonran mis enemigos. Los que se burlan de mi ya se han conjurado en mi contra. Por lo cual yo como ceniza a manera de pan y mi bebida mezclo con lagrimas, a causa de tu enojo y de tu ira, pues me alzaste y me has arrojado. Mis días son como una sombra que se va y me he secado como la hierba. Mas tu, Jehová, permanecerás para siempre y tu memoria de generación en generación. Te levantaras y tendrás misericordia de Sión, porque es tiempo de tener misericordia de ella, porque el plazo ha llegado, porque tus siervos aman sus piedras y del polvo de ella tienen compasión. Entonces las naciones temerán el nombre de Jehová y todos los reyes de la tierra tu gloria, por cuanto Jehová habrá edificado a Sión y en su gloria será visto. Habrá considerado la oración de los desvalidos y no habrá desechado el ruego de ellos. Se escribirá esto para generación venidera y el pueblo que esta por nacer alabara a jah, porque miro desde lo alto de su santuario; miro Jehová desde los cielos a la tierra para oír el gemido de los presos, para soltar a los sentenciados a muerte, para que se publique en Sión  el nombre de Jehová y su alabanza en Jerusalén, cuando los pueblos y los reinos se congreguen en uno para servir a Jehová. El debilito mi fuerza en el camino; acertó mis días. Dije: ¡Dios mío, no me acortes en la mitad de mis días! ¡ por generación y generación son tus años!. Desde el principio tu fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos, Ellos perecerán, mas tu permanecerás; y todos ellos con una vestidura se envejecerán, con un vestido los mudaras y serán mudados; pero tu eres el mismo y tus años no se acabaran. Los hijos de tus siervos habitaran seguros y su descendencia será establecida delante de ti.

Salmo 103  Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. El es quien perdona todas tus maldades, el que sana todas tus dolencias, el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordias, el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila. Jehová es el que hace justicia y derecho a todos los que  padecen violencia. Sus caminos notifico a moisés, y a los hijos de Israel sus obras. Misericordioso y clemente es Jehová; lento para la ira y grande en misericordia. No contenderá para siempre ni para siempre guardara enojo. No ha hecho con nosotros conforme a nuestras maldades ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados, porque, como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que lo temen. Cuando esta lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. Como el padre se compadece de los hijos, se compadecerá Jehová de los que lo temen, porque el conoce nuestra condición; se acuerda que somos polvo. El hombre, como la hierba son sus días; florece como la flor del campo, que paso el viento por ella, y pereció, y su lugar ya no la conocerá mas. Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que lo temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos, sobre los que guardan su pacto y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra. Jehová estableció en los cielos su trono  y su reino domina sobre todos. ¡Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles, poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra obedeciendo a la voz de su precepto! ¡Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos, ministros suyos que hacéis su voluntad! ¡Bendecid a Jehová, vosotras todas sus obras, en todos los lugares de su señorío! ¡Bendice, alma mía, a Jehová!.

Salmo 104 ¡Bendice, alma mía, a Jehová! Jehová, Dios mío, mucho te has engrandecido; te has vestido de gloria y de magnificencia: el que se cubre de luz como vestidura, que extiende los cielos como una cortina, que establece sus aposentos entre las aguas, el que pone las nubes por su carroza, el que anda sobre las alas del  viento, el que hace a los vientos sus mensajeros y a las llamas de fuego sus ministros. El fundo la tierra sobre sus cimientos; no será jamás removida. Con el abismo, como con vestido, la cubriste; sobre los montes estaban las aguas.  A tu reprensión huyeron; al sonido de tu trueno se apresuraron; subieron los montes, descendieron los valles al lugar que tu les fijaste.  Les pusiste un limite, el cual no traspasaran, ni volverán a cubrir la tierra. Tu eres el que viertes los manantiales en los arroyos; van entre los montes, dan de beber a todas las bestias del campo, mitigan su sed los asnos monteses. En sus orillas habitan las aves del cielo; ¡Cantan entre las ramas! El riega los montes desde sus aposentos; del fruto de sus obras se sacia la tierra. El hace brotar el heno para las bestias y la hierba para el servicio del hombre, para sacar pan de la tierra, el vino que alegra el corazón del hombre, el aceite que hace brillar el rostro y el pan que sustenta la vida del hombre. Se llenan de savia los árboles de Jehová, los cedros del Líbano que el  planto. Allí anidan las aves;  en las hayas hace su  casa la cigüeña. Los montes altos son para las cabras monteses; las peñas, para madrigueras de los conejos. Hizo la luna para los tiempos; el sol conoce su ocaso. Pones las tinieblas, y es de noche; en ella  corretean todas las bestias de la selva. Los leoncillos rugen tras la presa y reclaman de Dios su comida. Sale el sol, se recogen y se echan en sus cuevas. Sale el hombre a su labor y a su labranza hasta la tarde. ¡Cuan innumerables son tus obras Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría; ¡ la tierra esta llena  de tus beneficios! He allí el grande y ancho mar, en donde se mueven seres innumerables, seres pequeños y grandes. Allí lo surcan las naves; allí este Leviatán que hiciste para que jugara en el. Todos ellos esperan en ti, para que les des la comida a su tiempo. Tu les das y ellos recogen; abres tu mano y se sacian de bien. Escondes tu rostro, se turban; les quitas el halito, dejan de ser y vuelven al polvo. Envías tu espíritu, son creados y renuevas la faz de la tierra . ¡Sea la gloria de Jehová para siempre! ¡Alégrese Jehová en sus obras! El mira a la tierra y ella tiembla; toca los montes y humean. A Jehová cantare en mi vida; a mi Dios cantare salmos mientras viva. Dulce será mi meditación en el; yo me regocijare en Jehová. ¡Sean consumidos de la tierra los pecadores y los impíos dejen de ser! ¡Bendice, alma mía, a Jehová! ¡Aleluya!.

Salmo 105 ¡Alabad a Jehová, invocad su nombre, dad a conocer sus obras entre los pueblos!. ¡Cantadle, cantadle salmos! Hablad de todas sus maravillas. Gloriaos en su santo nombre; alégrese el corazón de los que buscan a Jehová. ¡Buscad a Jehová y su poder; buscad siempre su rostro! Acordaos de las maravillas que el ha hecho, de sus prodigios y de los juicios de su boca, vosotros, descendencia de Abraham su siervo, hijos de Jacob, sus escogidos. El es Jehová, nuestro Dios; en toda la tierra están sus juicios. Se acordó para siempre de su pacto; de la palabra que mando para mil generaciones, la cual concertó con Abraham, y de su juramento a Isaac. La estableció a Jacob por decreto, a Israel por pacto sempiterno, diciendo: A ti te daré la tierra de canaan como porción de vuestra heredad. Cuando ellos eran pocos en  numero y forasteros en ella, y andaban de nación en nación, de un reino a otro pueblo, no consintió que nadie los agraviara, y por causa de ellos castigo a los reyes. No toquéis –dijo- a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas. Trajo hambre sobre la tierra y corto todo sustento de pan. Envió a un hombre delante de ellos; a José, que fue enviado como esclavo. Afligieron sus pies con grillos; en cárcel fue puesta su persona. Hasta la hora en que se cumplió su palabra, el dicho de Jehová lo probo. Envió el rey y lo soltó; el señor de los pueblos lo dejo ir libre. Lo puso por señor de su casa, y por gobernador de todas sus posesiones, para regir a sus grandes como el quisiera y enseñar a sus ancianos sabiduría. Después entro Israel en Egipto. Jacob moro en la tierra de cam. Y multiplico su pueblo en gran manera y lo hizo mas fuerte que sus enemigos. Cambio el corazón de ellos para que aborrecieran a su pueblo, para que contra sus siervos pensaran mal. Envió a su siervo moisés y a Aarón, al cual escogió. Puso en ellos las palabras de sus señales, y sus prodigios en la tierra de cam. Envió tinieblas que lo oscurecieron todo; no fueron rebeldes a su palabra. Volvió sus aguas en sangre y mato sus peces. Su tierra produjo ranas hasta en las cámaras de sus reyes. Hablo, y vinieron enjambres de moscas y piojos en todo su territorio. Les dio granizo por lluvia y llamas de fuego en su tierra. Destrozo sus viñas y sus higueras, y quebró los árboles de su territorio. Hablo, y vinieron langostas y pulgón sin numero; y se comieron toda la hierba de su país, devoraron el fruto de su tierra. Hirió de muerte a todos los primogénitos de su tierra, las primicias de toda su fuerza. Los saco con plata y oro y no hubo en sus tribus enfermo. Egipto se alegro de que salieran porque su terror había caído sobre ellos. Extendió una nube por cubierta y fuego para alumbrar la noche. Pidieron, e hizo venir codornices; y los sacio con pan del cielo. Abrió la peña y fluyeron aguas; corrieron por los sequedales como un rió, porque se acordó de su santa palabra dada a Abraham su siervo. Saco a su pueblo con gozo; con jubilo a sus escogidos. Les dio las tierras de las naciones y las labores de los pueblos heredaron, para que guardaran sus estatutos y cumplieran sus leyes. ¡Aleluya!.

Salmo 106 ¡Aleluya! ¡Alabad a Jehová, porque el es bueno, porque para siempre es su misericordia! ¿Quién expresara las poderosas obras de Jehová! ¿Quién contara sus alabanzas? ¡Bienaventurados los que guardan el derecho, los que hacen justicia en todo tiempo! Acuérdate de mi, Jehová, según tu benevolencia para con tu pueblo; visítame con tu salvación, para que yo vea el bien de tus escogidos, para que goce en la alegría de tu nación y me glorié con tu heredad.  Pecamos nosotros, como nuestros padres; hicimos maldad, cometimos impiedad. Nuestros padres, en Egipto, no entendieron tus maravillas; no se acordaron de la muchedumbre de tus misericordias, sino que se rebelaron junto al mar, el mar rojo. Pero el los salvo por amor de su nombre, para hacer notorio su poder. Reprendió al mar rojo y lo seco, y los hizo ir por el abismo como por un desierto. Los salvo de manos del enemigo, y los rescato de manos del adversario. Cubrieron las aguas a sus enemigos; ¡No quedo  ni uno de ellos! Entonces creyeron a sus palabras y cantaron su alabanza. Bien pronto olvidaron sus obras; no esperaron su consejo. Se entregaron a un deseo desordenado en el desierto y tentaron a Dios en la soledad. El les dio lo que pidieron, pero envió mortandad sobre ellos. Tuvieron envidia de moisés en el campamento, y contra Aarón, el santo de Jehová. Entonces se abrió la puerta y trago a datan, y cubrió la compañía de abiram. Y se encendió fuego contra su grupo; ¡ la llama quemo a los impíos! Hicieron un becerro en horeb, se postraron ante una imagen de fundición. Así cambiaron su gloria por la imagen de un buey que como hierba. Olvidaron al Dios de su salvación, que había hecho grandezas en Egipto, maravillas en la tierra de cam, cosas formidables en el mar rojo. Y los habría destruido de no haberse interpuesto moisés, su escogido, delante de el, a fin de apartar su indignación  para que no los destruyera. Pero aborrecieron la tierra deseable, no creyeron a su palabra, antes murmuraron en sus tiendas y no oyeron la voz de Jehová. Por tanto, alzo su mano contra ellos para abatirlos en el desierto, y humillar a su pueblo entre las naciones y esparcirlos por las tierras. Se unieron asimismo a baal-peor y comieron los sacrificios a los dioses muertos. Provocaron la ira de Dios con sus obras y se desarrollo la mortandad entre ellos. Entonces se levanto finees e hizo juicio, y se detuvo la plaga. Y le fue contado por justicia de generación en generación y para siempre.  También lo irritaron en las aguas de meriba; le fue mal a moisés por causa de ellos, porque hicieron rebelar a su espíritu y hablo precipitadamente con sus labios. No destruyeron a los pueblos que Jehová les dijo; al contrario, se mezclaron con las naciones, aprendieron sus obras y sirvieron a sus ídolos, los cuales fueron causa de su ruina. Sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios, y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, a quienes ofrecieron en sacrificio a los ídolos de canaan;  y la tierra fue contaminada con sangre. Se contaminaron así con sus obras y se prostituyeron con sus hechos. Se encendió, por tanto, el furor de Jehová contra su pueblo y abomino su heredad; los entrego en poder de las naciones y se enseñorearon de ellos los que los detestaban. Sus enemigos los oprimieron y fueron quebrantados debajo de su mano. Muchas veces los libro, pero ellos se rebelaron contra su consejo y fueron humillados por su maldad. Con todo, el miraba cuando estaban en angustia, y oía su clamor; se acordaba de su pacto con ellos y se compadecía conforme a la muchedumbre de su misericordia. Hizo asimismo que tuvieran de ellos misericordia todos los que tenían cautivos. Sálvanos, Jehová, Dios nuestro, y recógenos de entre las naciones, para que alabemos tu santo nombre, para que nos gloriemos en tus alabanzas. ¡Bendito Jehová, Dios de Israel, desde la eternidad y hasta la eternidad! Diga todo el pueblo: ¡Amen!. ¡Aleluya!.

Libro 5 Salmo 107 Alabad a Jehová, porque el es bueno, porque para siempre es su misericordia. Díganlo los redimidos de Jehová, los que ha redimido del poder del enemigo y los ha congregado de las tierras, del oriente y del occidente, del norte y del sur. Anduvieron perdidos por el desierto, por soledad sin camino, sin hallar ciudad en donde vivir. Hambrientos y sedientos, su alma desfallecía en ellos. Entonces clamaron a Jehová en su angustia y los libro de sus aflicciones. Los dirigió por camino derecho, para que llegaran a ciudad habitable. ¡ Alaben la misericordia de Jehová y sus maravillas para con los hijos de los hombres! Porque sacia el alma menesterosa, y llena de bien  alma hambrienta. Algunos moraban en tinieblas y en sobra de muerte, aprisionados  en aflicción y en hierros, por cuanto fueron rebeldes a las palabras de Jehová, y aborrecieron el consejo del altísimo. Por eso quebranto con el trabajo sus corazones; cayeron, y no hubo quien los ayudara. Luego que clamaron a Jehová en su angustia, los libro de sus aflicciones; los saco de las tinieblas y de la sombra de muerte, y rompió  sus prisiones. ¡Alaben la misericordia de Jehová y sus maravillas para con los hijos de los hombres!, porque quebranto las puertas de bronce y desmenuzo los cerrojos de hierro. Fueron afligidos los insensatos a causa del camino de su rebelión y a causa de sus maldades; su alma rechazo todo su alimento y llegaron hasta las puertas de la muerte. Pero clamaron a Jehová en su angustia y los libro de sus aflicciones. Envió su palabra y los sano; los libro de su ruina. ¡ Alaben la misericordia de Jehová  y sus maravillas para con los hijos de los hombres! ¡Ofrezcan sacrificios de alabanza y publiquen sus obras  con jubilo!  Los que descienden al mar en naves y hacen negocio en las muchas aguas, ellos han visto las obras de Jehová y sus maravillas en las profundidades, porque hablo, e hizo levantar un viento tempestuoso que encrespa sus olas. Suben  a los cielos, descienden a los abismos; sus almas se derriten con el mal. Tiemblan y titubean como ebrios, y toda su ciencia es inútil. Entonces claman a Jehová en su angustia y los libra de sus aflicciones. Cambia la tempestad en sosiego y se apaciguan sus olas. Luego se alegran, porque se apaciguaron, y así los guía al puerto que deseaban. ¡Alaben la misericordia de Jehová y sus maravillas con los hijos de los hombres! ¡Exáltenlo en la asamblea del pueblo, y en la reunión de ancianos lo alaben! El convierte  los ríos en desierto y los manantiales de las aguas en sequedales; la tierra fructífera en estéril, por la maldad de los que la habitan. Vuelve el desierto en estanques de aguas y la tierra seca en manantiales. Allí establece a los hambrientos y funda ciudad donde vivir. Siembran campos y plantan viñas; rinden abundante fruto. Los bendice, y se multiplican en gran manera; y no disminuye su ganado. Luego son menoscabados y abatidos a causa de tiranía, de males  y congojas. El esparce menosprecio sobre los príncipes y los hace andar perdidos, vagabundos y sin camino. Levanta de la miseria al pobre y hace multiplicar las familias como a rebaños de ovejas. Véanlo los rectos y alégrense, y todos los malos cierren su boca. Quien sea sabio y guarde estas cosas, entenderá las misericordias de Jehová.

Salmo 108 Mi corazón, Dios, esta dispuesto; cantare y entonare salmos; esta es mi gloria. ¡Despiértate, salterio y arpa; despertare al alba! Te alabare, Jehová, entre los pueblos; a ti cantare salmos entre las naciones, porque mas grande que los cielos es tu misericordia y hasta los cielos tu fidelidad. Exaltado seas, Dios, sobre los cielos, y sobre toda la tierra sea enaltecida tu gloria. Para que sean librados tus amados, salva con tu diestra y respóndeme. Dios ha dicho en su santuario: ¡Yo me alegrare; repartiré a siquem y mediré el valle de sucot! Mío es galaad, mío es manases y Efraín es la fortaleza de mi cabeza; juda es mi legislador. Moab, la vasija para lavarme; sobre edom  echare mi calzado; me regocijare sobre filistea. ¿Quién me guiara a la ciudad fortificada? ¿Quién me guiara hasta edom? ¿ No serás tu, Dios, que nos habías desechado y no salías, Dios, con nuestros ejércitos? Danos socorro contra el adversario, porque vana es al ayuda del hombre. En Dios haremos proezas y el hollara a nuestros enemigos.

Salmo 109 Dios de mi alabanza, no calles porque boca del impío y boca del engañador se han abierto contra mi; han hablado de mi con lengua mentirosa. Con palabras de odio me han rodeado y pelearon contra mi sin causa. En pago de mi amor me han sido adversarios; pero yo oraba. Me devuelven mal por bien y odio por amor. Pon sobre el al impío y Satanás este a su diestra. Cuando sea juzgado, salga culpable, y su oración sea para pecado. Sean pocos sus días, tome otro su oficio. Queden sus hijos huérfanos y su mujer viuda. Anden sus hijos vagabundos y mendiguen; procuren su pan muy lejos de sus desolados hogares. Que el acreedor se apodere de todo lo que tiene y extraños saqueen su trabajo. No tengan quien le haga misericordia ni haya quien tenga compasión de sus huérfanos. ¡ su posteridad sea destruida; en la segunda generación sea borrado su nombre! Venga en memoria ante Jehová la maldad de sus padres y el pecado de su madre no sea borrado. Estén siempre delante de Jehová y el corte de la tierra su memoria, por cuanto no se acordó de hacer misericordia, y persiguió al hombre afligido y menesteroso, al quebrantado de corazón, para darle muerte. Amo la maldición, y esta le sobrevino; no quiso la bendición, ¡ y ella se alejo de el! se vistió de maldición como de su vestido; entro como agua en su interior y como aceite en sus huesos. Séale como vestido con que cubra y en lugar de cinto con que se ciña siempre. Sea este el pago de parte de Jehová a los que me calumnian y a los que hablan mal contra mi alma. Y tu, Jehová, señor mío, favoréceme por amor de tu nombre; líbrame, porque tu misericordia es buena, porque yo estoy afligido y necesitado, y mi corazón esta herido dentro de mi. Me  voy con la sombra cuando declina; ¡Soy sacudido como una langosta! Mis rodillas están debilitadas a causa del ayuno y mi carne desfallece por falta de gordura. Yo he sido para ellos objeto de oprobio; me miraban y, burlándose, meneaban su cabeza. ¡Ayúdame, Jehová, Dios mío! ¡Sálvame conforme a tu misericordia! Y entiendan que esta es tu mano; que tu, Jehová, has hecho esto. Maldigan ellos, ¡ pero bendice tu! Levántense, pero sean avergonzados, y que se regocije tu siervo. Sean vestidos de ignominia los  que me calumnian; ¡ sean cubiertos de confusión como con mano! Yo alabare a Jehová en gran  manera con mi boca; en medio de la muchedumbre lo alabare, porque el se pondrá a la diestra del pobre, para librar su alma de los que lo juzgan.

Salmo 110 Jehová dijo a mi señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. Jehová enviara desde Sión la vara de tu poder: ¡Domina en medio de tus enemigos! Tu pueblo se te ofrecerá voluntariamente en el día de tu mando, en la hermosura de la santidad. Desde el seno de la aurora tienes tu el roció de tu juventud. Juro Jehová y no se arrepentirá: tu eres sacerdote para siempre según el orden de melquisedec.  El señor esta a tu diestra; quebrantara a los reyes en el día de su ira. Juzgara entre las naciones, las llenara de cadáveres; quebrantara las cabezas en muchas tierras. Del arroyo beberá en el camino, por lo cual levantara la cabeza.

Salmo 111  Alabare a Jehová con todo el corazón en la compañía y congregación de los rectos. Grandes son las obras de Jehová, buscadas de todos los que las quieren. Gloria y hermosura es su obra, y su justicia permanece para siempre. Ha hecho memorables sus maravillas; clemente y misericordioso es Jehová. Ha dado alimento a los que lo temen; para siempre se acordara de su pacto. El poder de sus obras manifestó a su pueblo dándole la heredad de las naciones. Las obras de sus manos son verdad y juicio; fieles son todos sus mandamientos, afirmados eternamente y para siempre, hechos en verdad y rectitud. Redención ha enviado a su pueblo; para siempre ha ordenado su pacto. ¡ santo y temible es su nombre! El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; ¡ Su loor permanece para siempre!.

Salmo 112 Bienaventurado el hombre que teme a Jehová y en sus mandamientos se deleita en gran manera. Su descendencia será poderosa en la tierra; la generación de los rectos será bendita. Bienes y riquezas hay en su casa, y su justicia permanece para siempre. Resplandeció en las tinieblas luz a los rectos; es clemente, misericordioso y justo. El hombre de bien tiene misericordia y presta; gobierna sus asuntos con justicia. Por lo cual no resbalara jamás; en memoria eterna será el justo. No tendrá temor de malas noticias; su corazón esta firme, confiado en Jehová. Asegurado esta su corazón; no temerá, hasta que vea en sus enemigos su deseo. Reparte, da a los pobres; su justicia permanece para siempre; su poder será exaltado con gloria. Lo vera el impío y se irritara; crujirá los dientes y se consumirá. El deseo de los impíos perecerá.

Salmo 113 Alabad, siervos de Jehová, alabad el nombre de Jehová. Sea el nombre de Jehová bendito desde ahora y para siempre. Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, sea alabado el nombre de Jehová. Excelso sobre todas las naciones es Jehová, sobre los cielos su gloria. ¿Quién como Jehová, nuestro Dios, que se sienta en las alturas, que se humilla a mirar en el cielo y en la tierra? El levanta del polvo al pobre y al menesteroso alza de su miseria, para hacerlos sentar con los príncipes, con los príncipes de su pueblo. El hace habitar en familia a la estéril que se goza en ser madre de hijos. ¡ Aleluya!.

Salmo 114 Cuando salió Israel de Egipto, la casa de Jacob, de un pueblo extranjero, juda vino a ser su santuario, e Israel su señorío. El mar lo vio, y huyo; el jordán se volvió atrás. Los montes saltaron como carneros, los collados como corderitos. ¿Qué sucedió, mar, que huiste? ¿ y tu, jordán, que te volviste atrás? Montes, ¿por qué saltasteis como carneros, y vuestros, collados, como corderitos? A la presencia de Jehová tiembla la tierra, a la presencia del Dios de Jacob, el cual cambio la peña en estanque de aguas en fuente de aguas la roca.

Salmo 115  No a nosotros, Jehová, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria, por tu misericordia, por tu verdad. ¿ por que han de decir las gentes: ¿Dónde esta ahora su Dios?. ¡ Nuestro Dios esta en los cielos; todo lo que quiso ha hecho! Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres. Tienen boca, pero no hablan; tienen ojos, pero no ven; tienen narices, pero no huelen; manos tienen, pero no palpan; tienen pies, pero no andan, ni hablan con su garganta. Semejante a ellos  son los que los hacen y cualquiera que confía  en ellos. Israel, ¡ Confía en Jehová! El es tu ayuda y tu escudo. Casa de Aarón, ¡Confiad en Jehová! El es vuestra ayuda y vuestro escudo. Los que teméis a Jehová, ¡ Confiad en Jehová! El es vuestra ayuda y vuestro escudo. Jehová se ha acordado de nosotros y nos bendecirá. Bendecirá a la casa de Israel; Bendecirá a la casa de Aarón. Bendecirá a los que temen a Jehová, a pequeños y a grandes. Aumentara Jehová bendición sobre vosotros; sobre vosotros y sobre vuestros hijos. ¡Benditos vosotros de Jehová, que hizo los cielos y la tierra! Los cielos son los cielos de Jehová, y ha dado la tierra a los hijos de los hombres. No alabaran los muertos a jah, ni cuantos descienden al silencio; pero nosotros bendeciremos a jah desde ahora y para siempre. ¡Aleluya!.  

Salmo 116 Amo a Jehová, pues ha oído mi voz y mis suplicas, porque ha inclinado a mi su oído; por tanto, lo invocare en todos mis días. Me rodearon ligaduras de muerte, me encontraron las angustias del seol; angustia y dolor había yo hallado. Entonces invoque el nombre de Jehová, diciendo: ¡Jehová, libra ahora mi alma!. Clemente es Jehová, y justo; si, misericordioso es nuestro Dios. Jehová guarda a los sencillos; estaba yo postrado, y me salvo. ¡Vuelve, alma mía, a tu reposo, porque Jehová te ha hecho bien!,  pues tu has librado mi alma de la muerte, mi ojos de lagrimas y mis pies de resbalar. Andaré delante de Jehová en la tierra de los vivientes. Creí; por tanto hable, estando afligido en gran manera. Y dije en mi apresuramiento: Todo hombre es mentiroso. ¿Qué pagare a Jehová por todos sus beneficios para conmigo? Tomare la copa de la salvación e invocare el nombre de Jehová. Ahora pagare mis votos a Jehová delante de todo su pueblo. Estimada es a los ojos de Jehová la muerte de sus santos. Jehová, ciertamente yo soy tu siervo, siervo tuyo soy, hijo de tu sierva. Tu has roto mis prisiones. Te ofreceré sacrificio de alabanza e invocare el nombre de Jehová. A Jehová pagare ahora mis votos delante de todo su pueblo, en los atrios de la casa de Jehová, en medio de ti, Jerusalén. ¡Aleluya!.

Salmo 117  Alabad a Jehová, naciones todas; pueblos todos, alabadlo, porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia, y la fidelidad de Jehová es para siempre. ¡Aleluya!.

Salmo 118  Alabad a Jehová porque el es bueno, porque para siempre es su misericordia. Diga ahora Israel que para siempre es su misericordia. Diga ahora la casa de Aarón que para siempre es su misericordia. Diga ahora los que temen a Jehová que para siempre es su misericordia. Desde la angustia invoque a jah, y me respondió jah, poniéndome en lugar espacioso. Jehová esta conmigo; no temeré lo que me pueda hacer el hombre. Jehová esta conmigo entre los que me ayudan; por tanto, yo veré mi deseo en los que me aborrecen. Mejor es confiar en Jehová que confiar en príncipes. Todas las naciones me rodean; mas en el nombre de Jehová yo las destruiré. Me rodean y me asedian; mas en el nombre de Jehová yo las destruiré. Me rodean como abejas; se enardecen contra mi como fuego entre espinos; mas en el nombre de Jehová yo las destruiré. Me empujaste con violencia para que cayera, pero me ayudo Jehová. Mi fortaleza y mi cántico es jah, y el me ha sido por salvación. Voz de jubilo y de salvación hay en las tiendas de los justos; la diestra de Jehová hace proezas. La diestra de Jehová es sublime; la diestra de Jehová hace valentías. ¡No moriré, sino que viviré y contare las obras de jah! Pero no me entrego a la  muerte. ¡Abridme las puertas de la justicia; entrare por ellas, alabare a jah; esta es la puerta de Jehová; por ella entraran los justos! Te alabare  porque me has oído y me fuiste por salvación. La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser la cabeza del Angulo. De parte de Jehová es esto  y es cosa maravillosa a nuestros ojos. Este es el día que hizo Jehová; ¡ nos gozaremos y alegraremos en el! Jehová, sálvanos ahora, te ruego; te ruego, Jehová, que nos hagas prosperar ahora. ¡Bendito el que viene en el nombre de Jehová! Desde la casa de Jehová os bendecimos. Jehová es Dios y nos ha dado luz; atad victimas con cuerdas a los cuernos del altar. Mi Dios eres tu y te alabare; Dios mío, te exaltare. Alabad a Jehová, porque el es bueno, porque para siempre  es su misericordia.

Salmo 119 Bienaventurados los íntegros de camino, los que andan en la ley de Jehová, bienaventurados los que guardan sus testimonios y con todo el corazón lo buscan, pues no hacen maldad los que andan en sus caminos. Tu encargaste que tus mandamientos sean guardados con esmero. ¡  ojala fueran estables mis caminos para guardar  tus estatutos! Entonces no seria yo avergonzado, cuando atendiera a todos tus mandamientos te alabare con rectitud de corazón cuando aprenda tus justos juicios. ¡ tus estatutos guardare! ¡ no me abandones enteramente!  –Bet- ¿Con que limpiara el joven su camino? ¡ con guardar tu palabra!  Con todo mi corazón te he buscado; no me dejes desviar de tus mandamientos. En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti. ¡Bendito tu, Jehová! ¡ enséñame tus estatutos! Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca. Me he gozado en el camino de tus testimonios mas que de toda  riqueza. En tus mandamientos meditare; considerare tus caminos. Me regocijare en tus estatutos; no me olvidare de tus palabras. –Guimel- Haz bien a tu siervo; que viva y guarde tu palabra. Abre mis ojos y mirare las maravillas de tu ley. Forastero soy yo en la tierra; no encubras de mi tus mandamientos. Quebrantada esta mi alma de desear tus juicios en todo tiempo. Reprendiste a los soberbios, los malditos, que se desvían de tus mandamientos. Aparta de mi la deshonra y el menosprecio, porque he guardado tus testimonios. Príncipes también se sentaron y hablaron contra mi;  mas tu siervo meditaba en tus estatutos, pues tus testimonios son mis delicias y mis consejeros. –Dalet-  Abatida hasta el polvo esta mi alma; ¡ vivifícame según tu palabra! Te he manifestado mis caminos y me has respondido; enséñame tus estatutos; hazme entender el camino de tus mandamientos, para que medite en tus maravillas. ¡ se deshace mi alma de ansiedad; susténtame según tu palabra! Aparta de mí el camino de la mentira y en tu misericordia concédeme tu ley. Escogí el camino de la verdad; he puesto tus juicios delante de mi. Me he apegado a tus testimonios; Jehová, no me avergüences. Por el camino de tus mandamientos correré cuando alegres mi corazón. –he- Enséñame, Jehová, el camino de tus estatutos y lo guardare hasta el fin. Dame entendimiento, guardare tu ley y la cumpliré de todo corazón. Guíame por la senda de tus mandamientos, porque en ella tengo mi voluntad. Inclina mi corazón a tus testimonios y no a la avaricia. Aparta mis ojos para que no se fijen en cosas vanas; avívame en tu camino. Confirma  tu palabra a tu siervo, que te teme. Quita de mi oprobio que he temido, porque buenos son tus juicios. Puesto que he anhelado tus mandamientos; vivifícame en tus justicia. –vau-  Venga a mi tu misericordia, Jehová; tu salvación, conforme a tu dicho. Y daré por respuesta a quien me avergüenza que en tu palabra he confiado. No quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad, porque en tus juicios espero. Guardare tu ley siempre, para siempre y eternamente. Y andaré en libertad, porque busque tus mandamientos. Hablare de tus testimonios delante de los reyes y no me avergonzare. Me regocijare en tus testimonios, los cuales he amado. Alzare asimismo mis manos a tus mandamientos que amo y meditare en tus estatutos. –zain-  Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, en la cual me has hecho esperar. Ella es mi consuelo en  mi aflicción, porque tu dicho me ha vivificado. Los soberbios se han burlado mucho de mi, pero no me he apartado de tu ley. Me acorde, Jehová, de tus juicios antiguos, y me consolé. Horror se apodero de mi a causa de los inicuos que abandonan tu ley. Cánticos fueron para mi tus estatutos en la casa en donde fui extranjero. Me acorde en la noche de tu nombre, Jehová, y guarde tu ley. Estas bendiciones tuve porque guarde tus mandamientos. – Chet- Mi porción es Jehová; he dicho que guardare tus palabras. Tu presencia he suplicado de todo corazón; ten misericordia de mi según tu palabra. Considere mis caminos y volví mis pies a tus testimonios. Me apresure y no me retarde en guardar tus mandamientos. Compañías de impíos me han rodeado, mas no me he olvidado de tu ley. A medianoche me levanto para alabarte por tus justos juicios. Compañero soy yo de todos los que te temen y guardan tus mandamientos. De tu misericordia, Jehová, esta llena la tierra. ¡Enséñame tus estatutos!.  –Tet-  Bien has hecho con tu siervo, Jehová, conforme a tu palabra. Enséñame buen sentido y sabiduría, porque tus mandamientos he creído. Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; pero ahora guardo tu palabra. Bueno eres tu, y bienhechor; ¡Enséñame tus estatutos! Contra mi forjaron mentira los soberbios, pero yo guardare de todo corazón tus mandamientos. Se engrosó el corazón de ellos como sebo, mas yo en tu ley me he regocijado. Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos. Mejor mes es la ley de tu boca que millares de oro y plata. –Yod-  tus manos me hicieron y me formaron; hazme entender y aprenderé tus mandamientos. Los que te temen me verán y se alegraran, porque en tu palabra he esperado. Conozco, Jehová, que tus juicios son justos y que conforme a tu fidelidad me afligiste. Sea ahora tu misericordia para consolarme, conforme a lo que has dicho a tu siervo. Vengan  a mi tus misericordias para que viva, porque tu ley es mi delicia. Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado; pero yo meditare en tus mandamientos. Vuélvanse a mi los que te temen y conocen tus testimonios. Sea mí corazón integro en tus estatutos, para que no sea yo avergonzado. –Caf-  Desfallece mi alma por tu salvación, mas espero en tu palabra. Desfallecen mis ojos por tu palabra, diciendo: ¿cuándo me consolaras?. Aunque estoy como un odre expuesto al humo, no he olvidado tus estatutos. ¿cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás justicia contra los que me persiguen? Los soberbios me han cavado hoyos, mas no proceden según tu ley. Todos tus mandamientos son verdad. Sin  causa me persiguen: ¡Ayúdame! Casi me han echado por tierra, pero no he dejado tus mandamientos. Vivifícame conforme a tu misericordia y guardare los testimonios de tu boca. – Lamed- Para siempre, Jehová, permanece tu palabra en los cielos. De generación  en generación es tu fidelidad; tu afirmaste la tierra, y subsiste. Por tu ordenación subsisten todas las cosas hasta hoy, pues todas ellas te sirven. Si tu ley no hubiera sido mi delicia, ya en mi aflicción hubiera perecido. Nunca mas me olvidare de tus mandamientos, porque con ellos me has vivificado. ¡ Tuyo soy yo, sálvame porque he buscado tus mandamientos!.Los impíos me han aguardado para destruirme; mas yo considerare tus testimonios. A toda perfección he visto fin; amplio sobremanera es tu mandamiento. – men - ¡ cuanto amo yo tu ley! ¡ todo el día es ella mi meditación! Me has hecho mas sabio que mis enemigos con tus mandamientos, porque siempre están conmigo. Mas que todos mis enseñadores he entendido, porque tus testimonios son mi meditación. Mas que los viejos he entendido, porque he guardado tus mandamientos. De todo mal camino contuve mis pies para guardar tu palabra. No me aparte de tus juicios, porque tu me enseñaste. ¡ Cuan dulces son a mi paladar tus palabras! ¡ mas  que la miel a mi boca! De tus mandamientos he adquirido inteligencia; por tanto, he aborrecido todo camino de mentira. – Nun -  Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino. Jure y ratifique que guardare tus justos juicios. ¡Afligido estoy en gran manera! ¡Vivifícame, Jehová,  conforme a tu palabra! Te ruego, Jehová, que te sean agradables los sacrificios voluntarios de mí boca y que me enseñes tus juicios. Mi vida esta de continuo en peligro,  pero no me he olvidado de tu ley. Me pusieron lazo los  impíos, pero yo no me desvié de tus mandamientos. Por heredad he tomado tus testimonios para siempre, porque son el gozo de mi corazón. Mi corazón incline a cumplir tus estatutos de continuo, hasta el fin. – Samec – Aborrezco a los hombres hipócritas, pero amo tu ley. Mi escondero y mi escudo eres tu. En tu palabra he esperado. ¡Apartaos de mi, malignos, pues yo guardare los mandamientos de mi Dios! Susténtame conforme a tu palabra y vivere; no quede yo avergonzado de mi esperanza. Sostenme y seré salvo, y me regocijare siempre en tus estatutos. Hollaste a todos los que se desvían de tus estatutos, porque su astucia es falsedad. Como escorias hiciste consumir a todos los impíos de la tierra; por tanto, yo he amado tus testimonios. Mi carne se estremece por temor a ti, y de tus juicios tengo miedo. – Ayin – Juicio y justicia he hecho; ¡ no me abandones a mis opresores! Afianza a tu siervo para bien; no permitas que los soberbios me opriman. Mis ojos desfallecen por tu salvación y por la palabra de tu justicia. Haz con tu siervo según tu misericordia y enséñame tus estatutos. Tu siervo soy yo, dame entendimiento para conocer tus testimonios. Tiempo es de actuar, Jehová, porque han invalidado tu ley. Por eso he amado tus mandamientos mas que el oro, y mas que oro muy puro. Por eso he estimado rectos todos tus mandamientos sobre todas las cosas y he aborrecido todo camino de mentira. – Pe -  Maravillosos son tus testimonios; por eso los ha guardado mi alma. La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los sencillos. Mi boca abrí y suspire, porque deseaba tus mandamientos. Mírame y ten misericordia de mi, como acostumbras con los que aman tu nombre. Ordena mis pasos con tu palabra y ninguna maldad se enseñoree de mi. Líbrame de la violencia de los hombres y guardare tus mandamientos. Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo y enséñame tus estatutos. Ríos de agua descendieron de mí ojos, porque no guardaban tu ley. – Tsade -  Justo eres tu, Jehová,  y rectos son tus juicios. Tus testimonios, que has recomendado, son rectos y muy fieles. Mi celo me ha consumido, porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras. Sumamente pura es tu palabra y la ama tu siervo. Pequeño soy yo y desechado, pero no me he olvidado de tus mandamientos. Tu justicia es justicia eterna, y tu ley, la verdad. Aflicción y angustia se han apoderado de mi, pero tus mandamientos han sido mi delicia. Justicia eterna son tus testimonios; ¡ dame entendimiento y viviré!. – COF -  Clame con todo mi corazón; respóndeme, Jehová, y guardare tus estatutos. A ti clame: ¡Sálvame!,  y guardare tus testimonios. Me anticipe al alba y clame; espere en tu palabra. Se anticiparon mi ojos a las vigilias de la noche, para meditar en tus  mandatos. Oye mi voz conforme a tu misericordia; Jehová, vivifícame conforme a tu justicia. Se acercaron a la maldad los que me persiguen; se alejaron  de tu ley. Cercano estas tu, Jehová, y todos tus mandamientos son verdad. Hace ya mucho que he entendido tus testimonios, que para siempre los ha establecido. – Resh -  Mira mi aflicción y líbrame, porque de tu ley no me he olvidado. Defiende mi causa y redímeme; vivifícame con tu palabra. Lejos esta de los impíos la salvación, porque no buscan tus estatutos. Muchas son tus misericordias, Jehová; vivifícame conforme a tus juicios. Muchos son mis perseguidores y mis enemigos, pero de tus testimonios no me ha apartado. Veía a los traidores y me disgustaba, porque no guardaban tus palabras. ¡ mira, Jehová, que amo tus mandamientos! ¡ vivifícame conforme a tu misericordia! La suma de tu palabra es verdad, y eterno es todo juicio de tu justicia. – Sin – Príncipes me han perseguido sin causa, pero mi corazón tuvo temor de tus palabras. Me regocijo en tu palabra como el que halla muchos despojos. La mentira aborrezco y abomino; tu ley amo. ¡Siete veces al día te alabo a causa de tus justos juicios! Mucha paz tienen los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo. Tu salvación he esperado, Jehová, y tus mandamientos he puesto por obra. Mi alma ha guardado tus testimonios y los he amado en gran manera. He guardado tus mandamientos y tus testimonios, porque todos mis caminos están delante de ti. – Tau – Llegue mi clamor delante de ti, Jehová; dame entendimiento conforme a tu palabra. Llegue mi oración delante de ti; líbrame conforme a tu dicho. Mis labios rebosaran de alabanza cuando enseñes tus estatutos. Hablara mi lengua tus dichos, porque todos tus mandamientos son justicia. Este tu mano pronta para socorrerme, porque tus mandamientos he escogido. He deseado tu salvación, Jehová,  y tu ley es mi delicia. ¡Viva mi alma y te alabe, y tus juicios me ayuden!  Yo anduve errante como una oveja extraviada; ¡ busca a tu siervo, porque no me he olvidado de tus mandamientos!.

Salmo 120 A Jehová clame estando en angustia y el me respondió. ¡ libra mi alma, Jehová,  del labio mentiroso y de la lengua fraudulenta! ¿Qué te hará o que te aprovechara, lengua engañosa? Agudas saetas de valiente con brasas de enebro. ¡ ay  de mi, que moro en mesec y habito entre las tiendas de cedar!  Mucho tiempo ha morado mi alma con los que aborrecen la paz. Yo soy pacifico, pero ellos, apenas hablo, me hacen guerra.

Salmo 121 Alzare mis ojos a los montes. ¿De donde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra. No dará tu pie al resbaladero ni se dormirá el que te guarda. Por cierto, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel. Jehová es tu guardador, Jehová es tu sombra a tu mano derecha. El sol no te fatigara de día ni la luna de noche. Jehová guardara de todo mal, el guardara tu alma. Jehová guardara tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre.

Salmo 122 Yo me alegrare con los que me decían: ¡A la casa de Jehová iremos!. Nuestros pies estuvieron dentro de tus puertas, Jerusalén. Jerusalén, que ha sido edificada como una ciudad que esta bien unida entre si. Allá subieron las tribus, las tribus de jah, conforme al testimonio dado a Israel, para alabar el nombre de Jehová, porque allí están las sillas del juicio, los tronos de la casa de David. Pedid por la paz de Jerusalén; ¡ sean prosperados los que te aman! ¡ sea la paz dentro de tus muros y el descanso dentro de tus palacios! Por amor de mis hermanos y mis compañeros diré yo: ¡ la paz sea contigo!. Por amor a la casa de Jehová, nuestro Dios, buscare tu bien.

Salmo 123  A ti alce mis ojos, a ti que habitas en los cielos. Como los ojos de los siervos miran la mano de sus señores, y como los ojos de la sierva, la mano de su señora, así nuestros ojos miran a Jehová, nuestro Dios, hasta que tenga misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros, Jehová, ten misericordia de nosotros, porque estamos muy hastiados del menosprecio. Hastiada esta nuestra alma de la burla de los que están satisfechos, y del menosprecio de los soberbios.

Salmo 124 De no haber estado Jehová por nosotros, diga ahora Israel, de no haber estado Jehová por nosotros, cuando se levantaron contra nosotros los hombres, vivos nos habrían tragado entonces, cuando se encendió su furor contra nosotros. Entonces  nos habrían inundado las aguas; sobre nuestra alma hubiera pasado el torrente; hubieran entonces pasado sobre nuestra alma las aguas impetuosas. ¡Bendito sea Jehová, que no nos dio por presa a los dientes de ellos! Nuestra alma escapo cual ave del lazo de los cazadores; se rompió el lazo  y escapamos nosotros. Nuestro socorro esta en  el nombre de Jehová, que hizo el cielo y la tierra.

Salmo 125  Los que confían en Jehová son como el monte sion, que no se mueve, sino que permanece para siempre. Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella, así Jehová esta alrededor de su pueblo desde ahora y para siempre. No reposara la vara de la impiedad sobre la heredad de los justos; no sea que extiendan los justos sus manos a la maldad. Haz bien, Jehová, a los buenos y a los que son rectos en su corazón. Mas a los que se apartan tras sus perversidades, Jehová los llevara con los que hacen maldad. ¡ la paz sea sobre Israel!

Salmo 126 Cuando Jehová hizo volver de la cautividad a sion, fuimos como los que sueñan. Entonces nuestra boca se lleno de risa y nuestra lengua de alabanza. Entonces decían entre las naciones: ¡ Grandes cosas ha hecho Jehová con estos!. ¡ grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros! ¡ estamos alegres! ¡ haz volver nuestra cautividad, Jehová, como los arroyos del neguev! Los que sembraron con lagrimas, como regocijo segaran. Ira andando y llorando el que lleva la preciosa semilla, pero al volver vendrá con regocijo trayendo sus gavillas.

Salmo 127  Si Jehová no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guarda la ciudad, en vano vela la guardia. Por demás es que os levantéis de madrugada y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan de dolores, pues que a su amado dará Dios el sueño. Herencia de Jehová son los hijos; cosa estima el fruto del vientre. Como saetas en manos del valiente, así son los hijos tenidos en la juventud. ¡ Bienaventurado el hombre que lleno su aljaba de ellos! No será avergonzado cuando hable con los enemigos en la puerta.

Salmo 128  Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, que anda en sus caminos. Cuando comas el trabajo de tus manos, bienaventurado serás y te ira bien. Tu mujer será como la vid que lleva fruto a los lados de tu casa; tus hijos, como plantas de olivo alrededor de tu mesa. Así será bendecido el hombre que teme a Jehová.  ¡ Bendigate Jehová desde sion, y que veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida, y que veas a los hijos de tus hijos!. ¡ la paz sea sobre Israel!

Salmo 129  Mucho me han angustiado desde mi juventud, puede decir ahora Israel; mucho me han angustiado desde mi juventud, pero no prevalecieron contra mi. Sobre mis espaldas araron los aradores, hicieron largos surcos. ¡ Jehová es justo, corto las coyundas de los impíos! Serán avergonzados y vueltos atrás todos los que aborrecen a sion. Serán como la hierba de los tejados, que se seca antes de crecer, de la cual no lleno el segador su mano ni sus brazos el que hace gavillas; ni dijeron los que pasaban: la bendición de Jehová sea sobre vosotros. ¡ os bendecimos en el nombre de Jehová!.

Salmo 130 De lo profundo, Jehová, a ti  clamo. Señor, oye mi voz; este atentos tus oídos a la voz de mi suplica. Jah, si miras los pecados, ¿quién, señor, podrá mantenerse? Pero en ti hay perdón, para que seas reverenciado. Espere yo en Jehová; espero mi alma, en su palabra he esperado. Mi alma espera en Jehová mas que los centinelas la mañana, mas que los vigilantes la mañana. Espere Israel en Jehová, porque en Jehová hay misericordia y abundante redención con el. el redimirá a Israel de todos sus pecados.

Salmo 131  Jehová, no se ha envanecido mi corazón ni mis ojos se enaltecieron; ni anduve en grandezas ni en cosas demasiado sublimes para mi. En verdad me he comportado y he acallado mi alma como un niño destetado de su madre. ¡ como un niño destetado esta mi alma!. Espera, Israel, en Jehová, desde ahora y para siempre.

Salmo 132 Acuérdate, Jehová, de David  y de toda su aflicción. De cómo juro a Jehová y prometió al fuerte de Jacob: no entrare en el aposento de mi casa ni subiré al lecho de mi descanso; no daré el sueño a mis ojos ni a mis párpados adormecimiento, hasta que halle lugar para Jehová, morada para el fuerte de Jacob. En efrata lo oímos; lo hallamos en los campos del bosque. ¡ entraremos en su tabernáculo! ¡ nos postraremos ante el estrado de sus pies!. Levántate, Jehová, al lugar de tu reposo, tu y el arca de tu poder. Tus sacerdotes se vistan de justicia y se regocijen tus santos. Por amor de David tu siervo no vuelvas de tu ungido el rostro. En verdad juro Jehová a David y no se retractara de ello: De tu descendencia pondré sobre tu trono. Su tus hijos guardan mi pacto y mi testimonio, que yo les enseño, sus hijos también se sentaran sobre tu trono para siempre, porque Jehová ha elegido a sion; la quiso por morada suya. Este es para siempre el lugar de mi reposo. Aquí habitare,  porque la he querido. Bendeciré abundantemente su provisión; a sus pobres saciare de pan. Asimismo vestiré de salvación a sus sacerdotes y sus santos darán voces de jubilo. Allí haré retoñar el poder de David; he dispuesto lámpara para mi ungido. A sus enemigos vestiré de confusión, pero sobre el florecerá su corona.

Salmo 133  ¡Mirad cuan bueno y cuan delicioso es que habiten los hermanos juntos en armonía! Es como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, y baja hasta el borde de sus vestiduras; como el roció del hermon, que desciende sobre los montes de sion, porque allí envía Jehová bendición y vida eterna.

Salmo 134  Mirad, bendecid a Jehová, vosotros todos los siervos de Jehová, los que  en la casa de Jehová estáis por las noches. Alzad vuestras manos al santuario y bendecid a Jehová. ¡ desde sion te bendiga Jehová, el cual ha hecho los cielos y la tierra!

Salmo 135 ¡Alabad el nombre de Jehová! Alabadlo, siervos de Jehová, los que estáis en la casa de Jehová, en los atrios de la casa de nuestro Dios. Alabad a jah, porque el es bueno; cantad salmos a su nombre, porque el es benigno, porque jah ha escogido a Jacob para si, a Israel por posesión suya. Yo se, ciertamente, que Jehová es grande, y el señor nuestro, mayor que todos los dioses. Todo lo que Jehová quiere, lo hace,  en los cielos  y en la tierra, en los mares y en todos los abismos. Hace subir las nubes de los extremos de la tierra; hace los relámpagos para la lluvia; saca de sus depósitos los vientos. El  es quien hizo morir a los primogénitos de Egipto, desde el hombre hasta la bestia. Envió señales y prodigios en medio de ti, Egipto, contra el faraón y contra todos sus siervos. Destruyo a muchas naciones y mato a reyes poderosos: a sehon, rey amorreo. A og, rey de basan, y a todos los reyes de canaan.  Y dio la tierra de ellos en heredad, en heredad a Israel su pueblo. ¡ Jehová, eterno es tu nombre; tu memoria, Jehová, de generación en generación! Jehová juzgara a su pueblo y se compadecerá de sus siervos. Los ídolos de las naciones son plata y oro, obra de manos de hombres. Tienen boca y no hablan; tienen ojos y no ven;  tienen orejas y no oyen; tampoco hay aliento en sus bocas.  Semejante a ellos son los que los hacen y todos los que en ellos confían. Casa de Israel, ¡ bendecid a Jehová! Casa de Aarón, ¡ bendecid a Jehová! Casa de levi, ¡ bendecid a Jehová! Los que teméis a Jehová, ¡ bendecid a Jehová! Desde sion sea bendecido Jehová, que mora en Jerusalén. ¡ Aleluya!.

Salmo 136 Alabad a Jehová, porque el es bueno, porque para siempre es su misericordia. Alabad a Dios de los dioses, porque para siempre es su misericordia. Alabad al señor de los señores, porque para siempre es su misericordia: al único que hace grandes maravillas, porque para siempre es su misericordia; al que hizo los cielos con entendimiento, porque para siempre es su misericordia; al que extendió la tierra sobre las aguas, porque para siempre es su misericordia; al que hizo las grandes lumbreras, porque para siempre es su misericordia: el sol para que señoree en el día, porque para siempre es su misericordia; la luna y las estrellas para que señoreen en la noche, porque para siempre es su misericordia. Al que hirió a Egipto en sus primogénitos, porque para siempre es su misericordia. Al que saco a Israel de en medio de ellos, porque para siempre es su misericordia, con mano fuerte y brazo extendido, porque para siempre es su misericordia. Al que dividió el mar rojo en partes, porque para siempre es su misericordia; e hizo para Israel por en medio de el, porque para siempre es su misericordia;  y arrojo al faraón  y a su ejercito en el mar rojo, porque para siempre es su misericordia. Al que pastoreo a su pueblo por el desierto, porque para siempre es su misericordia. Al que hirió a grandes reyes, porque para siempre es su misericordia; y mato a reyes poderosos, porque para siempre es su misericordia; a sehon, rey amorreo, porque para siempre es su misericordia: y a og, rey de basan, porque para siempre es su misericordia. Y dio la tierra de ellos en  heredad, porque para siempre es su misericordia.  En heredad a Israel su siervo, porque para siempre es su misericordia. Al que en nuestro abatimiento se acordó de nosotros, porque para siempre es su misericordia; y nos rescato de nuestros enemigos, porque para siempre es su misericordia. Al que da alimento a todo ser viviente, porque para siempre es su misericordia. ¡ Alabad al Dios de los cielos, porque para siempre es su misericordia!.

Salmo 137  Junto a los ríos de Babilonia, allí nos sentábamos y llorábamos acordándonos de sion. Sobre los sauces, en medio de ella,  colgamos nuestras arpas. Y los que nos habían llevado cautivos nos pedían cánticos, los que nos habían desolado nos pedían alegría, diciendo: Cantadnos algunos de los cánticos de sion. ¿cómo cantaremos un cántico de Jehová en tierra de extraños?  Si me olvido de ti, Jerusalén, pierda mi diestra su destreza. Mi lengua se pegue a mi paladar, si de ti no me acuerdo; si no enaltezco a Jerusalén como preferente asunto de mi alegría. Jehová, recuerda a los hijos de edom cuando el día de Jerusalén decían: ¡ arrasadla, arrasadla hasta los cimientos!. Hija de Babilonia, la desolada, bienaventurado el que te de el pago de lo que tu nos hiciste. ¡Dichoso el que tome tus niños y los estrelle contra la peña!.

Salmo 138 Te alabare con todo mi corazón; delante de los dioses te cantare salmos. Me postrare hacia tu santo templo y alabare tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad, porque has engrandecido tu nombre y tu palabra sobre todas las cosas. El día que clame, me respondiste; fortaleciste el vigor de mi alma. Te alabaran, Jehová, todos los reyes de la tierra, porque han oído los dichos de tu boca. Cantaran de los caminos de Jehová, porque la gloria de Jehová es grande, porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, pero al altivo mira de lejos. Cuando ando en medio de la angustia, tu me vivificas; contra la ira de mis enemigos extiendes tu mano y me salva tu diestra. Jehová cumplirá su propósito en mi. Tu misericordia, Jehová, es para siempre; ¡ no desampares la obra de tus manos!

Salmo 139 Jehová, tu me has examinado y conocido. Tu has conocido mí sentarme y mi levantarme. Has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos, pues aun no esta la palabra en mi lengua y ya tu, Jehová, la sabes toda. Detrás y delante me rodeaste, y sobre mi pusiste tu mano. Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mi; ¡ alto es, no lo puedo comprender! ¿a dónde me iré  de tu espíritu? ¿y a donde huiré de tu presencia? Si subiera a los cielos, allí estas tu; y si en el seol hiciera mi estrado, allí tu estas. Si tomara las alas del alba y habitara en el extremo del mar, aun allí me guiara tu mano y me asirá tu diestra. Si dijera: ciertamente las tinieblas me encubrirán,  aun la noche resplandecerá alrededor de mi. Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; ¡ lo mismo te son las tinieblas que la luz! Tu formaste mis entrañas; me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabare, porque formidables y maravillosas son tus obras; estoy maravillado y mi alma lo sabe muy bien. No fue encubierto en ti mi cuerpo, aunque en oculto fui formado y entretejido en lo mas profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar ni una de ellas. ¡ Cuan preciosos, Dios, me son tus pensamientos! ¡ cuan grande es la suma de ellos! Si lo enumero, se multiplican mas que la arena. Yo despierto y aun estoy contigo. De cierto, Dios, harás morir al impío. ¡ apartaos, pues, de mi, hombres sanguinarios! Blasfemias dicen ellos contra ti; tus enemigos toman en vano tu nombre. ¿ no odio, Jehová, a los que te aborrecen, y me enardezco contra tus enemigos? Los aborrezco por completo, los tengo por enemigos. Examíname, Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos. Ve si hay en mi camino de perversidad y guíame en el camino eterno.

Salmo 140 Líbrame, Jehová, del hombre malo; guárdame de hombres violentos, los cuales maquinan males en el corazón y cada día provocan contiendas. Aguzan su lengua como una serpiente; veneno de víbora hay debajo de sus labios. Guárdame, Jehová, de manos del impío; líbrame de hombres injuriosos, que han planeado trastornar mis pasos. Me han tendido lazo y cuerdas los soberbios; han tendido red junto a la senda; me han puesto lazos. He dicho ha Jehová:  Dios mío eres tu; escucha, Jehová,  la voz de mis ruegos. Jehová, señor, potente salvador mío, tu pusiste  a cubierto mi cabeza en el día de batalla. No concedas, Jehová,  al impío sus deseos; no saques adelante sus pensamientos, para que no se ensoberbezca. En cuanto a los que por todas partes me rodean, la maldad de sus propios labios cubrirá sus cabezas. Caerán sobre ellos brasas, serán echados en el fuego, en abismos profundos de donde no escaparan. El hombre deslenguado no será firme en la tierra; el mal cazara al hombre injusto para derribarlo. Yo se que Jehová tomara a su cargo la causa del afligido y el derecho de los necesitado. Ciertamente los justos alabaran tu nombre; ¡ los rectos moraran en tu presencia!.

Salmo 141 Jehová, a ti he clamado; apresúrate a venir a mi; escucha mi voz cuando te invoque. Suba mi oración delante de ti como el incienso, el don de mis manos como la ofrenda de la tarde. Pon guarda a mi boca, Jehová; guarda la puerta de mis labios. No dejes que se incline mi corazón a cosa mala, para hacer obras impías con los que hacen maldad; y no coma yo de sus deleites. Que el justo me castigue y me reprenda será un favor; pero que bálsamo de impíos no unja mi cabeza, pues mi oración será continuamente contra sus maldades. Serán despeñados sus jueces, y oirán mis palabras, que son verdaderas. Como quien hiende y rompe la tierra, son esparcidos nuestros huesos a la boca del seol. Por tanto, a ti, Jehová, señor, miran mis ojos. En ti he confiado: no desampares mi alma. Guárdame de los lazos que me han tendido y de las trampas de los que hacen maldad. Caigan los impíos a una en sus redes, mientras yo paso adelante.

Salmo 142 Con mi voz clamare a Jehová; con mi voz pediré a Jehová misericordia. Delante de el expondré mi queja; delante de el manifestare mi angustia. Cuando mi espíritu se angustiaba dentro de mi, tu conocías mi senda. En el camino en que andaba, me escondieron lazo. Mira a mi diestra y observa, pues no hay quien quiera conocer. ¡ no tengo refugio ni hay quien cuide de mi vida! Clame a ti, Jehová; dije: ¡ tu eres mi esperanza y mi porción en la tierra de los vivientes!. Escucha mi clamor, porque estoy muy afligido. Líbrame de los que me persiguen,  porque son mas fuertes que yo. Saca mi alma de la cárcel, para que alabe tu nombre. Me rodearan los justos, porque tu me serás propicio.

Salmo 143 Jehová, oye mí oración, escucha mis ruegos. ¡Respóndeme por tu verdad, por tu justicia! No entres en juicio con tu siervo, porque no se justificara delante de ti ningún ser humano. El enemigo ha perseguido mi alma, ha postrado en tierra mi vida, me ha hecho habitar en tinieblas como los que han muerto. Mi espíritu se angustio dentro de mi; esta desolado mi corazón. Me acorde de los días antiguos; meditaba en todas tus obras; reflexionaba en las obras de tus manos. Extendí mis manos hacia ti, mi alma te anhela como la tierra sedienta. Respóndeme pronto, Jehová, porque desmaya mi espíritu; no escondas de mi tu rostro, no venga yo a ser semejante a los que descienden a la sepultura. Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado. Hazme saber el camino por donde ande, porque hacia ti he elevado mi alma. Líbrame de mis enemigos, Jehová; en ti me refugio. Enséñame a hacer tu voluntad, porque tu eres mi Dios; tu buen espíritu me guié a tierra de rectitud. Por tu nombre, Jehová, me vivificaras; por tu justicia sacaras mi alma de la angustia. Por tu misericordia disiparas a mis enemigos y destruirás  a todos los adversarios de mi alma, porque yo soy tu siervo.

Salmo 144 ¡Bendito sea Jehová, mi roca, quien adiestra mis manos para la batalla y mis dedos para la guerra! Misericordia mía y mi castillo, fortaleza mía y mi libertador, escudo mío, en quien he confiado; el que sujeta a mi pueblo debajo de mi. Jehová, ¿qué es el hombre para que en el pienses, o el hijo de hombre para que lo estimes? El hombre es como un soplo; sus días son como la sombra que pasa. Jehová, inclina tus  cielos y desciende; toca los montes, y humeen. Despide relámpagos y disípalos; envía tus saetas y túrbalos. Extiende tu mano desde lo alto; redímeme y sácame de las muchas aguas de manos de los hombres extraños, cuya boca habla falsedad y cuya diestra es diestra de mentira. A ti, Dios, cantare un cántico nuevo; con salterio, con decacordio cantare a ti. Tu, el que da victoria a los reyes, el que rescata de maligna espada a David tu siervo. Rescátame, y líbrame de manos de los hombres extraños, cuya boca habla falsedad y cuya diestra es diestra de mentira. Sean nuestros hijos como plantas crecidas en su juventud, nuestras hijas como esquinas labradas cual las de un palacio; nuestros graneros llenos, provistos de toda suerte de grano; nuestros ganados, que se multipliquen a millares y decenas de millares en nuestros campos; nuestros bueyes estén fuertes para el trabajo; no tengamos asalto, ni que hacer salida, ni grito de alarma en nuestras plazas.  ¡Bienaventurado el pueblo que tiene todo esto! ¡ Bienaventurado el pueblo cuyo Dios es Jehová!.

Salmo 145 Te exaltare, mí Dios, mí rey, y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre. Cada día te bendeciré y alabare tu nombre eternamente y para siempre. Grande es Jehová y digno de suprema alabanza; su grandeza es insondable. Generación a generación celebrara tus obras y anunciara tus poderosos hechos. En la hermosura de la gloria de tu magnificencia  y en tus hechos maravillosos meditare. Del poder de tus hechos estupendos hablaran los hombres, y yo publicare tu grandeza. Proclamaran la memoria de tu inmensa  bondad y cantaran tu justicia. Clemente y misericordioso es Jehová, lento para la ira y grande en misericordia. Bueno es Jehová para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras. ¡ te alaben, Jehová, todas tus obras, y tus santos te bendigan! La gloria de tu reino digan y hablen de tu poder, para hacer saber a los hijos de los hombres  sus poderosos hechos y la gloria de  la magnificencia de su reino. Tu reino es reino de todos los siglos y tu señorío por todas las generaciones. Sostiene Jehová a todos los que caen y levanta a todos los oprimidos. Los ojos de todos esperan en ti y tu les das su comida a su tiempo. Abres tu mano y colmas de bendición a todo ser viviente. Justo es Jehová en todos sus caminos y misericordioso en todas sus obras. Cercano esta Jehová a todos los que lo invocan, a todos los que lo invocan de veras. Cumplirá el deseo de los que lo temen; oirá asimismo el clamor de ellos y los salvara. Jehová guarda a todos los que lo aman, pero destruirá a todos los impíos. La alabanza de Jehová proclamara mi boca. ¡ todos bendigan su santo nombre eternamente y para siempre!.

Salmo 146  ¡Alaba, alma mía, a Jehová! Alabare  a Jehová en mi vida; cantare salmos a mi Dios mientras viva. No confiéis en los príncipes ni el hijo de hombre, porque no hay en el salvación, pues sale su aliento y vuelve a la tierra; en ese mismo día perecen sus pensamientos. Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob, cuya esperanza esta en Jehová su Dios, el cual hizo los cielos y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay; que guarda la verdad para siempre, que hace justicia a los agraviados, que da pan a los hambrientos. Jehová liberta a los cautivos; Jehová abre  los ojos a los ciegos; Jehová levanta a los caídos; Jehová ama a los justos. Jehová guarda a los extranjeros; al huérfano y a la viuda sostiene, y el camino de los impíos trastorna.  Reinara Jehová para siempre; tu Dios, Sion, de generación en generación. ¡Aleluya!.

Salmo 147   Alabad a jah,  porque es bueno cantar salmos a nuestro Dios, porque suave y hermosa es la alabanza. Jehová edifica a Jerusalén; a los desterrados de Israel recogerá. El sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas. El cuenta el numero de las estrellas: a todas ellas llama por sus nombres. Grande es el señor nuestro y mucho su poder, y su entendimiento es infinito. Jehová exalta a los humildes y humilla a los impíos hasta la tierra. Cantad a Jehová con alabanza, cantad con arpa a nuestro Dios. El es quien cubre de nubes los cielos, el que prepara la lluvia para la tierra, el que hace a los montes producir hierba. El da a la bestia su mantenimiento y a los hijos de los cuervos que claman. No se deleita en la fuerza del caballo ni se complace Jehová en los que lo temen y en los que esperan en su misericordia. ¡ Alaba a Jehová, Jerusalén; sion, alaba a tu Dios!,  porque fortifico los cerrojos de tus puertas; bendijo a tus hijos dentro de ti. El da en tus territorios la paz; te hará saciar con lo mejor del trigo. El envía su palabra a la tierra; velozmente corre su palabra. Da la nieve como lana y derrama la escarcha como ceniza. Echa su hielo como pedazos; ante su frió,  ¿quién resistirá? Enviara su palabra y los derretirá; soplara su viento y fluirán las aguas. Ha manifestado sus palabras a Jacob, sus estatutos y sus juicios  a Israel. No ha hecho así con ninguna otra de las naciones; y en cuanto a sus juicios, no los conocieron. ¡Aleluya!.

Salmo 148  Alabad a Jehová desde los cielos; alabadlo en las alturas. Alabadlo, vosotros todos sus ángeles; alabadlo , vosotros todos sus ejércitos. Alabadlo, sol y luna; alabadlo, todas vosotras, lucientes estrellas. Alabadlo, cielos de los cielos y las aguas que están sobre los cielos. Alaben  el nombre de Jehová, porque el mando, y fueron creados. Los hizo ser eternamente y para siempre; les puso ley que no será quebrantada. Alabad a Jehová desde la tierra, los monstruos marinos y todos los abismos, el fuego y el granizo, la nieve y el vapor, y el viento de tempestad que ejecuta su palabra; los montes y todos los collados, el árbol de fruto y todos los cedros; la bestia y todo animal, reptiles y volátiles. Los reyes de la tierra y todos los pueblos, los príncipes y todos los jueces de la tierra; los jóvenes y también las doncellas, los ancianos y los niños. Alaben el nombre de Jehová, porque solo su nombre es enaltecido. Su gloria es sobre tierra y cielos. El ha exaltado el poderío de su pueblo; ¡ Alábenlo todos sus santos, los hijos de Israel, el pueblo a el cercano! ¡Aleluya!.

Salmo 149  Cantad a Jehová un cántico nuevo; su alabanza sea en la congregación de los santos. Alégrese Israel en su hacedor; los hijos de sion se gocen en su rey. Alaben su nombre con danza; con pandero y arpa a el canten, porque Jehová tiene contentamiento en su pueblo; hermoseara a los humildes con la salvación. Regocíjense los santos por su gloria y canten aun sobre sus camas. Exalten  a Dios con sus gargantas y con espadas de dos filos en sus manos,  para ejecutar venganza entre las naciones, castigo entre los pueblos; para aprisionar a sus reyes con grillos y a sus nobles con cadenas de hierro; para ejecutar en ellos el juicio decretado. Gloria será esto para todos sus santos. ¡ Aleluya!.

Salmo 150  Alabad a Dios en su santuario; alabadlo en la magnificencia de su firmamento. Alabadlo por sus proezas; alabadlo conforme a la muchedumbre de su grandeza. Alabadlo a son de bocina;  alabadlo con salterio y arpa. Alabadlo con pandero y danza; alabadlo con cuerdas y flautas. Alabadlos con cimbalos resonantes; alabadlo cimbalos de jubilo. ¡¡ Todo lo que respira alabe a jah! ¡ Aleluya!.

 

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