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Esta pequeña joya de la literatura Biblia y universal lleva al lector a la convulsa época de los  jueces de Israel, pero en contraste con el clima inquieto que caracteriza la historia de aquellos héroes guerreros se presenta como un delicioso canto a la serenidad de la vida campesina. Rut una muchacha de moab es el personaje principal de la historia. Su suegra Noemí había emigrado con su esposo y sus dos hijos a tierras moabitas, donde murieron ellos tres. Al quedar desamparada sin  sus dos hijos  y sin su marido, Noemí emprendió el regreso a Belén acompañada de su nuera Rut que en un gesto de lealtad le había declarado: tu pueblo será mi pueblo y ti Dios mi Dios. El encanto personal de la joven viuda, afectuosa y trabajadora, atrajo en Belén a un pariente del marido de Noemí un tal booz quien la tomo por esposa. Con el nacimiento de obed su primer hijo quedo asegurada la supervivencia del nombre familiar. Unos últimos apuntes en el texto de Rut (=Rt) revelan que obed fue el abuelo paterno de David, de modo que Rut una extranjera no solo quedo incorporada al pueblo de Dios sino mas sorprendentemente aun, a la estirpe misma de la monarquía davídica. Frente al rigor de las concepciones étnicas sustentadas por el pueblo de Israel recién implantado en canaan – entre ellas la oposición a la unión de judío y extranjera-, Rut  ofrece un panorama abierto a la amistad y a la relación pacifica con el forastero. Muy lejos del punto de vista de este relato queda cualquier forma de racismo o de nacionalismo cerrado. La narración es como un puente tendido en el AT hacia el mensaje del NT hacia la predicación cristiana de la igualdad de todos los seres humanos ante los ojos de Dios. -la familia de elimelec en moab (cap.1) –Noemí regresa con Rut a Belén (cap.1) –Rut en el campo de booz (cap. 2) –booz se fija en Rut y la toma por esposa (cap.3-4) –los antepasados del rey David (cap.4).

Rut

1 Aconteció en los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra, y un hombre de Belén de juda fue a vivir en los campos de moab con su mujer y sus dos hijos. Aquel hombre se llamaba elimelec, y su mujer Noemí; los nombres de sus hijos eran mahlon, quelion, efrateos de Belén de juda. Llegaron pues a los campos de moab y se quedaron a allí. Murió elimelec marido de Noemí y quedo ella con sus dos hijos, los cuales se casaron con mujeres moabitas; una se llamaba orfa y la otra Rut. Y habitaron allí unos diez años. Murieron también los dos, mahlon, y quelion, quedando así la mujer desamparada, sin sus dos hijos  y sin marido. Entonces se puso en marcha con sus nueras y regreso de los campos de moab, porque oyó en el campo de moab que Jehová había visitado a su pueblo para darle pan. Salió, pues, del lugar donde había estado, y con ella sus dos nueras y comenzaron a caminar para regresar a la tierra de juda. Y Noemí dijo a sus dos nueras: - andad volveos cada una a la casa de su madre. Que Jehová tenga de vosotras misericordia, como la habéis tenido vosotras con los que murieron y  conmigo. Os conceda Jehová que halléis descanso, cada una en casa de su marido. Luego las beso; pero ellas, alzando su voz y llorando,  le dijeron: - ciertamente nosotras iremos contigo a tu pueblo. Noemí insistió: - regresad hijas mías; ¿para que vendríais conmigo? ¿acaso tengo yo mas hijos en el vientre que puedan ser vuestros maridos? Regresad hijas mías, marchaos, porque ya soy demasiado vieja para tener marido. Y aunque dijera: todavía tengo esperanzas, y esta misma noche estuviera con algún marido, y aun diera a luz hijos, ¿los esperaríais vosotras hasta que fueran grandes? ¿os quedarías sin casar por amor a ellos? No, hijas mías; mayor amargura tengo yo que vosotras, pues la mano de Jehová se ha levantado contra mi. Alzaron ellas otra vez su voz y lloraron; orfa beso a su suegra pero Rut se quedo con ella. Noemí dijo: - mira tu cuñada ha regresado a su pueblo y a sus dioses; ve tus tras ella. Rut respondió:  - no me ruegues que te deje y me aparte de ti, porque a dondequiera que tu vayas, iré yo, y dondequiera que vivas, viviré. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios, mi Dios. Donde tu mueras, moriré yo y allí seré sepultada. Traiga Jehová sobre mi el peor de los castigos, si no es solo la muerte lo que hará separación entre nosotras dos. Al ver Noemí que Rut estaba tan resuelta a ir con ella, no insistió. Anduvieron pues, ellas dos hasta llegar a Belén. Cuando entraron en Belén, toda la ciudad se conmovió por su causa y exclamaban:  -¿no es esta Noemí? Pero ella les respondía: - ¡ no me llames Noemí sino llamadme mara; porque el todopoderoso me ha llenado de amargura! Me fui llena, con las manos vacías me devuelve Jehová. ¿por qué aun me llamáis Noemí, si Jehová ha dado testimonio contra mi y el todopoderoso me ha afligido? Así regreso Noemí y con ella su nuera, Rut, la moabita. Salieron  de los campos de moab y llegaron a Belén al comienzo de la cosecha de la cebada.

2 Tenia Noemí un pariente de su marido hombre rico de la familia de elimelec el cual se llamaba booz. Un día Rut, la moabita, dijo Noemí: - te ruego que me dejes ir al campo a escoger espigas en pos de aquel a cuyos ojos halle gracia. – ve hija mía – le respondió ella.  Fue, pues, y al llegar, se puso a espigar en el campo tras los segadores. Y aconteció que aquella parte del campo era de booz, el pariente de elimelec. Llegaba entonces booz de Belén y dijo a los segadores: - Jehová sea c con vosotros. – Jehová te bendiga – le respondieron ellos. Luego booz le pregunto a su criado, el encargado de los segadores:  - ¿de quien es esta joven?  El criado encargado de los segadores respondió: - es la joven moabita que volvió con Noemí de los campos de moab. Me ha dicho:  te ruego que me dejes espigar y recoger tras los segadores entre las gavillas. Entro, pues, y ha estado trabajando desde la mañana hasta ahora, sin descansar ni un solo momento. Entonces booz dijo a Rut: - oye hija mía no te vayas, ni recojas espigas en otro campo; te quedaras aquí junto a mis criadas. Mira bien el campo que sieguen y síguelas;  pues he mandado a los criados que no te molesten. Y cuando tengas sed, ve a las vasijas, y bebe del agua que sacan los criados. Entonces ella, bajando su rostro, se postro en tierra y dijo: - ¿por qué he hallado gracia a tus ojos para que me favorezcas siendo yo extranjera? Booz le respondió: - he sabido todo lo que has hecho con tu suegra después de la muerte de tu marido, y como has dejado a tu padre y  a tu madre, y la tierra donde naciste, para venir a un pueblo que no conocías. Que Jehová te recompense por ello, y que recibas tu premio de parte de Jehová Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte. Ella le dijo: - señor mío, me has mostrado tu favor y me has consolado; has hablado al corazón de tu sierva, aunque no soy ni siquiera como  una de tus  criadas.  A la hora de comer booz le dijo: ven aquí, come del pan, y moja tu bocado en le vinagre. Se sentó ella junto a los segadores, y el le dio del guiso; comió hasta quedar satisfecha y aun sobro. Cuando se levanto para seguir espigando, booz ordeno a sus criados:  que recoja también espigas entre las gavillas y no la avergoncéis; dejareis también caer para ella algo de los manojos; dejadlo para que lo recoja y no lo reprendáis. Espigo pues en el campo hasta la noche, y cuando desgrano lo que había recogido, era como un EFA de cebada. Lo tomo  y se fue a la ciudad  y su suegra vio lo que había espigado. Luego saco también lo que había sobrado después de haber quedado satisfecha,  y se lo dio. Su suegra le pregunto: - ¿dónde has espigado hoy? ¿dónde has trabajado? ¡ bendito sea el que te ha favorecido! Ella contó a su suegra con quien había trabajado y añadió:  - el hombre con quien he trabajado hoy se llama booz. Dijo entonces Noemí a su nuera: - ¡ bendito de Jehová, pues que no ha negado a los vivos la benevolencia que tuvo para con los que han muerto! – ese hombre es pariente nuestro, uno de los que pueden redimirnos – añadió. Rut la moabita siguió diciendo: - además de esto me pidió: quédate con mis criadas, hasta que hayan acabado toda mi cosecha. Respondió Noemí a su nuera Rut: - mejor es, hija mía, que salgas con sus criadas, y que no te encuentren en otro campo. Estuvo espigando, pues, junto  con  las criadas de booz hasta que se acabo la cosecha de la cebada y la del trigo.  Y mientras seguía viviendo con su suegra.

3 Un día le dijo su suegra Noemí: - hija mía, ¿no debo buscarte un hogar para que te vaya bien? ¿no es booz nuestro pariente, con cuyas criadas has estado? Esta  noche el avienta la parva de las cebadas. Te lavaras, pues, te perfumaras, te pondrás tu mejor vestido, e iras a la era; pero no te presentaras al hombre hasta que el haya acabado de comer y beber. Cuando se acueste, fíjate en que lugar se acuesta, ve,  descubre sus pies, y  acuéstate allí; el mismo te dirá lo que debas hacer. Rut respondió: -  haré todo lo que tu me mandes. Descendió, pues, al campo, e hizo todo lo que su suegra le había mandado. Cuando booz hubo comido y bebido y su corazón estaba contento ,se retiro a dormir a un lado del montón. Un rato mas tarde vino  ella calladamente , le descubrió los pies y se acostó. A la medianoche se estremeció aquel hombre, se dio vuelta, y descubrió que una mujer estaba acostada a sus pies. Entonces dijo: -¿quién eres? Ella respondió: - soy Rut  tu sierva; extiende el borde de tu capa sobre tu sierva por cuanto eres pariente cercano. Dijo booz: - Jehová te bendiga hija mía; tu segunda bondad ha sido mayor que la primera, pues no has ido en busca de algún joven, pobre o rico. Ahora, pues, no temas, hija mía, haré contigo como tu digas, pues toda la gente de mi pueblo sabe que eres muy virtuosa. Aunque es cierto que soy pariente cercano, hay pariente mas cercano que yo. Pasa aquí la noche y cuando sea de día, si el te redime, bien, que te redima; pero si no quiere redimirte, yo te redimiré. Jehová es testigo. Descansa, pues hasta la mañana. Después durmió a sus pies hasta la mañana se levanto Rut  antes que los hombres pudieran reconocerse unos a otros; porque booz había dicho: que no sepa que una mujer ha venido al campo. Después el le pidió: quítate el manto con que te cubres y sujétalo bien. Mientras ella lo sujetaba, midió booz seis medidas de cebada y se las puso encima. Entonces ella se fue a la ciudad. Cuando llego a casa de su suegra, esta le pregunto: -¿qué hay hija mía? Rut le contó todo cuanto le había ocurrido con aquel hombre y añadió: - me dio estas seis medidas de cebada y me dijo: para que no vuelvas a la casa de tu suegra con las manos vacías. Entonces Noemí dijo: - espérate hija mía, hasta que sepas como se resuelve esto; porque aquel hombre no descansara hasta que concluya el asunto hoy.

4 Mas tarde, booz subió a la entrada del pueblo  y se sentó allí; en ese momento pasaba aquel pariente de quien booz había hablado. – eh , fulano, - le dijo booz-,  ven acá y siéntate. Y este fue y se sentó. Entonces booz llamo a diez varones de los ancianos de la ciudad y les dijo: - sentaos aquí. Cuando ellos se sentaron, dijo al pariente: - Noemí, que ha  vuelto del campo de moab vende una parte de las tierras que tuvo nuestro hermano elimelec. Y yo decidí hacértelo saber y decirte que la compres en presencia de los que están aquí sentados, y de los ancianos de mi pueblo. Si quieres redimir la tierra, redímela; y si no quieres redimirla, decláramelo para que yo lo sepa, pues no hay otro que redima sino tu,  y yo después de ti. – yo la redimiré – respondió el pariente. Entonces replico booz: - el mismo día que compres las tierras de manos de Noemí debes tomar también a Rut la moabita, mujer del difunto, para que restaures el nombre del muerto sobre su posesión. El pariente respondió: - no puedo redimir para mi,  no sea que perjudique mi herencia. Redime tu usando de mí derecho, porque yo no podré hacerlo. Desde hacia tiempo existía esta costumbre en Israel, referente a la redención y al contrato, que para la confirmación de cualquier negocio, uno se quitaba el calzado y lo daba a su compañero; y esto servia de testimonio en Israel. Entonces el pariente dijo a booz: - tómalo tu. Y se quito el calzado. Dirigiéndose a los ancianos y a todo el pueblo, booz dijo: -  vosotros sois testigos hoy de que he adquirido de manos de Noemí todo lo que fue de elimelec y todo lo que fue de quelion y de mahlon. Y que también tomo por mi mujer a Rut la moabita, mujer de mahlon, para restaurar el nombre del difunto sobre su heredad, para que el nombre del muerto no se borre de entre sus hermanos, ni entre su pueblo. Vosotros sois testigos hoy. Todos los que estaban a la puerta del pueblo y los ancianos respondieron: -  testigos somos. Jehová haga  a la mujer que entra en tu casa como a Raquel y a lea, las cuales edificaron la casa de Israel; y tu seas distinguido en efrata y renombrado en Belén. Sea tu casa como la casa de fares, el hijo de Tamar y juda, gracias a la descendencia que de esa joven te de Jehová. así fue como booz tomo a Rut y se caso con ella. Se unió a ella y Jehová permitió que concibiera y diera a luz un hijo. y las mujeres decían a Noemí: alabado sea Jehová, que hizo que no te faltara hoy pariente, cuyo nombre  será celebrado en Israel; el cual será restaurador de tu alma y te sostendrá en tu vejez; pues tu nuera que te ama lo ha dado a luz; y ella es de mas valor para ti que siete hijos. Tomando Noemí al niño, lo puso en su regazo y lo crió. Y le dieron nombre las vecinas, diciendo:  ¡ le ha nacido un hijo a Noemí!. Y le pusieron por nombre obed. Este fue el padre de isai, padre de David. Estas son las generaciones de fares: fares engendro a hezron, hezron engendró a ram, y ram engendro a arminadab, arminadab engendro a naason y naason engendro a salmón, salmón engendro a booz y booz engendro a obed, obed engendro a isai e isai engendro a David.

 

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