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Libro de proverbios (=PR) pertenece al grupo de los denominados poéticos y sapienciales. Consta de una serie de colecciones que, en forma de máximas, refranes, dichos y poemas, transmiten la antigua herencia de la sabiduría de Israel, aun cuando también se aprecian reflejos de sabiduría popular no israelita: mesopotámica, egipcia y otros pueblos del  antiguo oriente medio; por ejemplo las dos colecciones de refranes atribuidas respectivamente a agur y a lemuel, o el paralelismo entre PR 22-23 y un texto del escriba egipcio amenemope de alrededor del año 1000 a.C. el libro lleva  el titulo  los proverbios de Salomón hijo de David rey de Israel, razón por la cual la obra completa se ha atribuido a aquel monarca, celebré por su sabiduría y autor de tres mil proverbios y mil cinco cantares. La sabiduría de proverbios se centra todo en los ámbitos de la vida no regulados por ordenanzas culticas ni mandamientos expresos del señor. Por esta razón la mayor parte del libro no se refiere a temas propiamente religiosos, sino de moralidad en general, de buenas costumbres, familiares, educativos o  de negocios. Aun así, el libro posee un profundo sentido piadoso. Prueba de ello es la afirmación que abre la primera de las colecciones de proverbios: el principio de la sabiduría es el temor de Jehová. No se puede olvidar que la religión de Israel marco con su propio sello esa sabiduría que se adquiere por la experiencia. Esto significas que la única verdadera sabiduría es la que entraña una forma de vida basada en la obediencia a Dios y manifestada en el amor  a la bondad y a la justicia. - introducción (cap.1-7) –primera colección de poemas (cap.1-9) –segunda colección: proverbios de Salomón (cap.10-22) –tercera colección: palabras de los sabios (cap.22-24) –cuarta colección: proverbios de Salomón (cap.25-29) –sexta colección: palabras de agur (cap.30) –séptima colección: palabras del rey lemuel (cap.31) –apéndice: elogio de la mujer virtuosa (cap. 31).

 

Proverbios

1 Los proverbios de Salomón hijo de David, rey de Israel, para aprender sabiduría y doctrina, para conocer razones prudentes, para adquirir instrucción y prudencia, justicia, juicio y equidad; para dar sagacidad a los ingenuos, a los jóvenes inteligencia y cordura. El sabio los escucha y aumenta su saber, y el inteligente adquiere capacidad para entender los proverbios y sentencias, las  palabras de los sabios y sus enigmas. El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. "Escucha, hijo mío, la instrucción de tu padre y no abandones la enseñanza de tu madre, porque adorno de gracia serán en tu cabeza, y collares en tu cuello. Hijo mío, si los pecadores intentan engañarte, no lo consientas. Si te dicen:"Ven con nosotros, pongamos asechanzas para derramar sangre, acechemos sin motivo al inocente; los tragaremos vivos, como el seol, y enteros, como los que caen en la fosa; hallaremos toda clase de riquezas, llenaremos nuestras casas con el botín. Ven, únete tu suerte a la nuestra y hagamos una bolsa común entre todos", tu ,hijo mío, no vayas  en el camino con ellos, sino aparta tu pie de sus veredas, porque tus pies corren hacia el mal, se apresuran a derramar sangre. En vano es tender una red ante los ojos del ave, pero  ellos a su propia sangre ponen asechanzas, contra si mismos tienden  la trampa. Así son las sendas de todo  el que es dado  a la codicia, la cual quita la vida sus poseedores. "La sabiduría clama en las calles, alza su voz en las plazas; clama en los principales lugares de reunión ,a la entrada de las puertas de la ciudad dice sus razones: "¿Hasta cuando, ingenios, amareis la ingenuidad? ¿Hasta cuando los burlones desearan burlarse y los insensatos aborrecerán el conocimiento? ¡Volveos a mi reprensión!,pues ciertamente yo derramare mi espíritu sobre vosotros y os haré saber mis palabras. Yo os llame, pero no quisisteis escuchar; tendí mi mano, pero no hubo quien atendiera, sino que desechasteis todos mis consejos y rechazasteis mi reprensión; por eso; yo también me reiré en vuestra calamidad, me burlare cuando os venga lo que teméis, cuando como una destrucción lo que teméis y vuestra calamidad llegue como un torbellino; cuando sobre vosotros venga tribulación y angustia. "Entonces me llamaran, pero no responderé; me buscaran de mañana, pero no me hallaran. Por cuanto aborrecieron la sabiduría y no escogieron el temor de Jehová,  sino que rechazaron mi consejo y menospreciaron todas mis reprensiones, comerán del fruto de su camino y se hastiaran de sus propios consejos. Porque el desvió de los ignorantes los matara, la prosperidad de los necios los echará a perder; pero el que me escuche vivirá confiadamente, estará tranquilo, sin temor del mal".

2 "Hijo mío, si recibes mis palabras y guardas en ti mis mandamientos, haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; si inclinas tu corazón a la prudencia, si invocas a la inteligencia y pides que la prudencia te asista; si la buscas como si fuera plata y la examinas como un tesoro, entonces entenderás el temor de Jehová y hallaras el conocimiento de Dios, porque Jehová da la sabiduría y de su boca proceden el conocimiento y la inteligencia. El provee de sana sabiduría a los rectos: es escudo para los que caminan rectamente. El es quien guarda las veredas del juicio y preserva el camino de sus santos. Entonces comprenderás que es justicia, juicio y equidad, y todo buen camino. Cuando la sabiduría penetre en tu corazón y el conocimiento sea grato a tu alma, la discreción te guardara y te preservara la inteligencia, para librarte del mal camino de los hombres que hablan perversamente, de los que abandonan los caminos rectos para andar por sendas tenebrosas, de los que disfrutan haciendo el mal y se gozan con las perversiones del vicio, las veredas de los cuales son torcidas  y torcidos sus caminos. “Serás así librado de la mujer ajena, que la extraña que halaga con sus palabras, que abandona al compañero de su juventud y se olvida del pacto de su Dios, por lo cual su casa se desliza hacia la muerte, y sus veredas hacia los muertos. De los que a ella se lleguen, ninguno volverá ni seguirá de nuevo los senderos de la vida. “Tu así andarás por el camino de los buenos y seguirás las sendas de los justos; porque los rectos habitaran la tierra y los íntegros permanecerán en ella. En cambio, los malvados serán eliminados de la tierra, y de ella serán arrancados los prevaricadores.

3 “Hijo mío, no te olvides de mi ley, y que tu corazón guarde mis mandamientos, porque muchos días y años de vida y de paz te aumentaran. Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad: átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón y hallaras gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los hombres.  “Confía en Jehová con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos y el hará derechas tus veredas. No seas sabio en tu propia opinión, sino teme a Jehová y apártate del mal porque esto será  medicina para tus músculos y refrigerio para tus huesos. “Honra a Jehová con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos; entonces tus graneros estarán colmados con abundancia  y tus lagares rebosaran de mosto. “no menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová, no te canses de que el te corrija, porque Jehová al que ama castiga, como el padre al hijo a quien quiere. “¡Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría y obtiene la inteligencia, porque su ganancia es mas que la ganancia de la plata, sus beneficios mas que los del oro fino! Mas preciosa es que las piedras preciosas: ¡Nada que puedas desear se puede comparar con ella! Larga vida hay en su mano derecha y en su izquierda, riquezas y honra. Sus caminos son  caminos deleitosos; todas sus veredas, paz. Es árbol de vida para los que de ella echan mano, y bienaventurados son  los que la retienen. “Jehová fundo la tierra con sabiduría, afirmo los cielos con inteligencia. Con su ciencia, los mares fueron divididos y destilan rocío los cielos. “Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos: guarda la ley y el consejo, que serán vida para tu alma y gracia para tu cuello. Entonces andarás por tu camino confiadamente y tu pie no tropezara. Cuando te acuestes, no tendrás temor, sino que te acostaras y tu sueño será grato. No tendrás temor de un pavor repentino ni de la ruina de los impíos, cuando llegue, porque Jehová será tu confianza: el evitara que tu pie quede atrapado. “Si tienes poder para hacer el bien, no te rehúses a hacérselo a quien lo necesite; no digas a tu prójimo: “Vete, vuelve de nuevo, mañana te daré”, cuando tengas contigo que darle. No intentes hacer daño a tu prójimo que vive confiado junto a ti. No pleitees sin razón con nadie, a no ser que te hayan agraviado. No envidies al hombre injusto ni escojas ninguno de sus caminos. Porque Jehová abomina al perverso; su comunión intima es con los justos. La maldición de Jehová esta en la casa del malvado, pero bendice la morada de los justos. Ciertamente el escarnece a los escarnecedores y da gracia a los humildes. Los sabios heredan la honra, pero los necios cargan con su ignominia.

4 Escuchad, hijos, la enseñanza de un padre; estad atentos, para adquirir cordura. Yo os doy buena enseñanza; por eso, no descuidéis mi instrucción. Yo también fui un hijo para mi padre, delicado y único a los ojos de mi padre. El me  enseñaba, diciendo: Reten mis razones en tu corazón, guarda mis mandamientos y vivirás. Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia, no te olvides de ella ni te apartes de las razones de mi boca; no la abandones, y ella te guardara; ámala,  y te protegerá. Sabiduría ante todo, ¡ adquiere sabiduría! Sobre todo lo que posees, ¡ adquiere inteligencia! Engrandécela, y ella te engrandecerá; te honrara, si tu la abrazas. Un adorno de gracia pondrá en tu cabeza; una corona de belleza te entregara. Escucha, hijo mío,  recibe mis razones y se multiplicaran los años de tu vida. Por el camino de la sabiduría te he encaminado, por veredas derechas te he hecho andar.  Cuando andes, no se acortaran tus pasos; si corres, no tropezaras. Aferrate a la instrucción, no la dejes; guárdala, porque ella es tu vida. No entre en la vereda de los impíos ni vayas por el camino de los malos. Déjala, no pases por ella; apártate de ella, pasa de largo. Pues ellos no duermen si no  hacen el mal; pierden el sueño si no hacen caer alguno. Porque su comida es pan de maldad, y su bebida, vino de violencia. La senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto; pero el camino de los malvados es como la oscuridad, y no saben en que tropiezan. Hijo mío, esta atento a mis palabras; inclina tu oído a mis razones. Que no se aparten de tus ojos; guárdalas en lo profundo de tu corazón, porque son vida para los que la hallan y medicina para todo su cuerpo. Sobre toda cosa que guardes, guarda tu corazón, porque de el mana la vida. Aparta de ti la perversidad de la boca, aleja de ti la iniquidad de los labios. Que tus ojos miren lo recto y que tus párpados se habrán a lo que tienes delante. Examina la senda que siguen tus pies y sean rectos todos tus caminos. No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; aparta tu pie del mal.

5 Hijo mío, esta atento a mi sabiduría e inclina tu oído a mi inteligencia, para que guardes discreción y tus labios conserven la ciencia. Los labios de la mujer extraña destilan miel y su paladar es mas suave que el aceite, pero al final es amargo como el ajenjo, agudo como espada de dos filos. Sus pies descienden a la muerte, sus pasos se dirigen al seol. Sus caminos no son firmes: no los conoce, ni considera el camino de la vida. Ahora pues, hijos, escuchadme y no os apartéis de las razones de mi boca. Aleja de ella  tu camino y no te acerques a la puerta de su casa, no sea que des tu honor a extraños, y tus años a alguien cruel; o no sea que los extraños se sacien de tu fuerza, que tus trabajos queden en casa ajena y que gimas al final, cuando se consuma tu carne y todo tu cuerpo, y digas: ¡Como pude aborrecer el consejo! ¿Cómo pudo mi corazón menospreciar la reprensión? ¡No escuche la voz de los que me enseñaban  incline mi oído! Casi en el colmo del mal he estado, en medio de la sociedad y de la congregación.  Bebe el agua de tu propia cisterna, los raudales de tu propio pozo. ¿Acaso han de derramarse tus fuentes por las calles y tus corrientes de aguas por las plazas? Sean ellas para ti solo, no para los extraños que estén contigo. ¡Sean bendito tu manantial y alégrate con la mujer de tu juventud, cierva amada, graciosa gacela! Que  sus caricias te satisfagan en todo tiempo y recréate siempre en su amor. ¿por qué , hijo mío, has de andar ciego con la mujer ajena y abrazar el seno de la extraña? Los caminos del hombre están ante los ojos de Jehová, y el considera todas sus veredas. Apresaran al malvado sus propias iniquidades, retenido será con las ligaduras de su pecado. El morirá por la falta de disciplina y errara por lo inmenso de su locura.

6 Hijo mío, si has salido fiador por tu amigo o le has empeñado tu palabra a un extraño, te has enredado con las palabras de tu boca y has quedado atrapado en los dichos de tus labios. Haz esto ahora, hijo mío, para librarte,  ya que has caído en manos de tu prójimo: ve, humíllate, importuna a tu amigo, no des sueño a tus ojos ni dejes que tus párpados se cierren; escápate como una gacela de manos del cazador, como un ave de manos del que tiende  trampas. Mira la hormiga, perezoso, observa sus caminos  y se sabio: ella, sin tener capitán, gobernador ni señor, prepara en el verano su comida, recoge en el tiempo de la siega su sustento. Perezoso, ¿hasta cuando has de dormir? ¿Cuándo te levantaras del sueño? Un poco de sueño, dormitar otro poco, y otro poco descansar mano sobre mano: así te llegara la miseria como un vagabundo, la pobreza como un hombre armado. El hombre malo, el hombre depravado, es el que anda en perversidad de boca; que guiña los ojos, que habla con los pies, que hacen señas con los dedos. Perversidades hay en su corazón; anda pensando el mal en todo tiempo; siembra las discordias. Por tanto, su calamidad vendrá de repente; súbitamente será quebrantado, y no habrá remedio. Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete le son abominables:  Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos que derraman sangre inocente, el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies que corren presurosos al mal, el testigo falso, que dice mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos. Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre y no abandones la enseñanza de tu madre. Átalos siempre a tu corazón  a tu cuello. Te guiaran cuando camines, te guardaran cuando duermas y hablaran contigo cuando despiertes. Porque el mandamiento es lámpara, la enseñanza es luz, y camino de vida son las reprensiones que te instruyen para guardarte de la mala mujer, de la suave lengua de la mujer extraña. No codicies su hermosura en tu corazón, ni te prenda ella con sus ojos, porque la remera solo pretende del hombre un bocado de pan, pero la adultera busca la vida del hombre. ¿Pondrá el hombre fuego en su seno sin que ardan sus vestidos? ¿andará el hombre sobre brasas sin que se quemen sus pies? Así le sucede al que se llega a la mujer de su prójimo, pues no quedara impune ninguno que la toque. ¿no se desprecia al ladrón, aunque solo robe por comer cuando tiene hambre? Y si es sorprendido, pagara siete veces: tendrá que entregar cuanto tiene en su casa. También el que comete adulterio le falta sensatez; el que hace  corrompe su alma. Heridas y vergüenza  hallara,  y su afrenta nunca será borrada. Porque el hombre enfurecido por los celos no perdonara en el día de la venganza; no aceptara compensación alguna, ni querrá perdonar aunque le aumentes el pago.

7 Hijo mío, guarda mis razones y atesora para ti mis mandamientos. Guarda mis mandamientos y vivirás, y guarda mi enseñanza como a la niña de tus ojos. Átalos a tus  dedos, escríbelos en la tabla de tu corazón. Di a la sabiduría: tu eres mi hermana, y llama parienta a la inteligencia, para que te guarden de la mujer ajena, de la extraña que suaviza sus palabras. Miraba yo por la ventana de mi casa, a través de mi celosía, cuando vi entre los ingenuos, observe entre los jóvenes, a un joven falto de sensatez. Pasaba el por la calle, junto a la esquina, e iba camino de la casa de ella, al atardecer, cuando ya oscurecía y caía la oscuridad y las tinieblas de la noche. En esto,  una mujer le sale al encuentro, con atavió de remera y astucia en el corazón. Alborotadora y pendenciera, sus pies no  pueden estar en casa. Unas veces esta en la calle, otras veces en las plazas,  al acecho en todas las esquinas. Se asió de el y lo beso. Con semblante descarado le dijo: sacrificios de paz había prometido, y hoy he cumplido mis votos; por eso he salido a encontrarte, buscando con ansia tu rostro, y te he hallado. He adornado mi cama con colchas recamadas con lino de Egipto; he perfumado mi lecho con mirra, áloes y canela. Ven, embriaguémonos de amor hasta la mañana;  disfrutemos de amores. Porque mi marido no esta en casa; se ha ido a un largo viaje. La bolsa del dinero se llevo en la mano, y no volverá a su casa hasta la luna llena. Así lo rindió, con la suavidad de sus muchas palabras,  y lo sedujo con la zalamería de sus labios. Al punto se marcho tras ella, como va el buey al degolladero o  como va el necio a prisión  para ser castigado; como el ave que se arroja contra la red, sin saber que va a perder la vida hasta que la saeta traspasa su corazón. Ahora pues, hijos, escuchadme; estad atentos a las razones de mi boca: no se desvié tu corazón a los caminos de ella; no yerres en sus veredas, porque a muchos ha hecho caer heridos, y aun los mas fuertes han sido muertos por ella. Camino del seol es su casa, que conduce a las cámaras de la muerte.

8 ¿Acaso no clama la sabiduría y alza su voz la inteligencia? Apostada en las alturas junto al camino, en las encrucijadas de las veredas, junto a las puertas, a la entrada de la ciudad, a la entrada de las puertas da voces: ¡Ay vosotros, hombres, llamo; mi voz dirijo a los hijos de los hombres! Ingenuos, aprended discreción; y vosotros, necios, entrad en cordura. Escuchad, porque voy a decir cosas excelentes, voy abrir mis labios para cosas rectas. Porque mi boca dice la verdad, y mis labios abominan la impiedad. Justas son todas las razones de mi boca: nada hay en ellas perverso ni torcido; todas son claras para el que entiende y rectas para los que han hallado sabiduría.  Recibid mi enseñanza antes que la plata, y ciencia antes que el oro puro; porque mejor es la sabiduría que las perlas, y no hay cosa deseable que se le pueda comparar. Yo, la sabiduría, habito con la cordura y tengo la ciencia de los consejos. El temor de Jehová es aborrecer el mal: yo aborrezco la soberbia, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa. Conmigo están el consejo y el buen juicio. Yo soy la inteligencia, y mío es el poder. Por mi reinan los reyes, y los príncipes  ejercen la justicia. Por mi dominan los príncipes, y gobernadores juzgan la tierra. Yo amo a los que me aman,  y me hallan los que temprano me buscan. Las riquezas y el honor me acompañan; los bienes permanentes y la justicia. Mejor es mi fruto que el oro, que el oro refinado; y mis beneficios mejores que la plata pura. Por vereda de justicia guiare, por en medio de sendas de juicio, para hacer que los que aman tenga su heredad y que yo llene sus tesoros. Jehová me poseía en el principio, ya de antiguo, antes de sus obras. Eternamente tuve la primacía, desde el principio, antes de la tierra. Fui engendrada antes que los abismos, antes que existieran las fuentes de las muchas aguas. Antes que los montes fueran formados, antes que los collados, ya había sido yo engendrada, cuando el aun no había hecho la tierra, ni los campos, ni el principio del polvo del mundo. Cuando formaba los cielos, allí estaba yo; cuando trazaba el circulo sobre la faz del abismo, cuando afirmaba los cielos arriba, cuando afirmaba las fuentes del abismo, cuando fijaba los limites al mar para que las aguas no transgredieran su mandato, cuando establecía los fundamentos de la tierra, con el estaba yo ordenándolo todo. Yo era su delicia cada día y me recreaba delante de el en todo tiempo. Me regocijaba con la parte habitada de su tierra, pues mis delicias están con los hijos de los hombres. Ahora pues, hijos, escuchadme: ¡Bienaventurados los que guardan mis caminos! Atended el consejo, sed sabios y no lo despreciéis. Bienaventurado el hombre que me escucha, velando a mis puertas cada día, guardando los postes de mis puertas, porque el que me halle, hallara la vida y alcanzara el favor de Jehová; pero el que peca contra mi, se defrauda a si mismo, pues todos los que me aborrecen aman la muerte.

9 La sabiduría edifico su casa, labro sus siete columnas, mato sus victimas, mezclo  su vino y puso su mesa. Envió a sus criadas, y sobre lo mas alto de la ciudad clamo, diciendo a todo ingenuo: ven acá,  y a los insensatos: Venid, comed de mi pan y bebed del vino que he mezclado. Dejad vuestras ingenuidades y viereis; y andad por el camino de la inteligencia. El que corrige al escarnecedor, se acarrea afrenta; el que reprende al malvado, atrae mancha sobre si. No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca; corrige al sabio, y te amara. Da al sabio, y será mas sabio; enseña al justo, y  aumentara su saber. El temor de Jehová es el principio de la sabiduría; el conocimiento del santísimo es la inteligencia. Porque por mi se aumentaran tus días, años de vida se te añadirán. Si eres sabio, para ti lo eres; si eres escarnecedor, solo tu lo pagaras. La mujer necia es alborotadora, ingenua e ignorante. Se sienta en una silla a la puerta de su casa, en los lugares altos de la ciudad, para llamar a los que pasan por el camino, a los que van derechos por sus sendas, y dice a cualquier ingenuo: Ven acá;  y a los faltos de cordura dice: las aguas robadas son dulces, y el pan comido a escondidas es sabroso. Pero ellos no saben que allí están los muertos, que sus convidados están en lo profundo del seol.

10 El hijo sabio alegra al padre, pero el hijo necio es la tristeza de su madre. Los tesoros de maldad no serán de provecho, mas la justicia libra de la muerte. Jehová no dejara que el justo padezca hambre, mas rechazara la codicia de los malvados. La mano negligente empobrece, pero la mano de los diligentes enriquece. El que recoge en verano es hombre sensato, pero el que duerme en tiempo de siega, avergüenza. Hay bendiciones sobre la cabeza del justo, pero la boca de los malvados oculta violencia. La memoria del justo es bendecida, mas el hombre de los malvados se pudrirá. El de corazón sabio recibe los mandamientos, mas el de labios necios va a su ruina. El que camina en integridad anda confiado, pero el que  pervierte sus caminos sufrirá quebranto. El que guiña el ojo acarrea tristeza; el de labios necios será derribado. Manantial de vida es la boca del justo,  pero la boca de los malvados oculta violencia. El odio despierta rencillas, pero el amor cubre todas las faltas. En los labios del prudente hay sabiduría, mas la vara es para las espaldas del insensato. Los sabios atesoran sabiduría, mas la  boca del necio es una  calamidad cercana. Las riquezas del rico son su ciudad fortificada; la debilidad de los pobres es su pobreza. La obra del justo es para la vida; el fruto del malvado es para pecado. Guardar la instrucción es camino que lleva a la vida; el que rechaza la reprensión, yerra. El de labios mentirosos encubre el odio; el que propaga la calumnia es un necio. En las muchas palabras no falta pecado; el que refrena sus labios es prudente. Plata pura es la lengua del justo, mas es nada el corazón de los malvados. Los labios del justo sustentan a muchos, pero los necios mueren por falta de entendimiento. La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella. Cometer maldad es una diversión para el insensato, mas la sabiduría recrea al hombre inteligente. Lo que el malvado teme, eso le sobrevendrá, pero los justos recibirán lo que desean. Como pasa el torbellino, así el malo no permanece para siempre. Como el vinagre para los dientes y el humo para los ojos, así es el perezoso para quienes lo envían. El temor de Jehová aumenta los días, mas los años de los malvados serán acortados. La esperanza de los justos es alegría, mas la esperanza de los malvados perecerá. El camino de Jehová es fortaleza para el perfecto, pero destrucción para los que cometen maldad. El justo  jamás será removido, pero los malvados no habitaran la tierra. De la boca del justo brota la sabiduría, mas la lengua perversa será cortada. Los labios del justo saben decir lo que agrada, mas la boca de los malvados habla perversidades.

11 Jehová abomina el peso falso, pero la pesa cabal le agrada. Cuando llega la soberbia, llega también la deshonra;  pero con los humildes esta la sabiduría. La integridad guía a los rectos, pero a los pecadores los destruye su propia perversidad. De nada servirán las riquezas en el día de la ira, pero la justicia librara de muerte. La justicia del perfecto endereza su camino,  pero el malvado caerá por su propia impiedad. La justicia libra a los rectos, pero los pecadores son atrapados en su pecado. Cuando muere el hombre malvado, perece su esperanza; la expectación de los malos perecerá. El justo es librado de la tribulación, pero su lugar lo ocupa el malvado. El hipócrita, con la boca daña a su prójimo, pero los justos se libran con la sabiduría. Con el bien de los justos se alegra la ciudad, pero cuando los malvados perecen, se hace fiesta.  Por la bendición de los rectos la ciudad es engrandecida, pero por la boca de los malvados es trastornada. El que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo, pero el hombre prudente calla. El que anda con chismes revela el secreto; el de espíritu fiel lo guarda integro. Donde no hay dirección sabia el pueblo cae; la seguridad esta en los muchos consejeros. La ansiedad aflige al que sale fiador de un extraño; el que aborrece las fianzas vive seguro.  La mujer agraciada obtienen riquezas. A su alma hace bien el hombre misericordioso, pero el cruel se atormenta a si mismo. El malvado obra con falsedad; el que siembra justicia obtendrá firme galardón. Como la justicia conduce a la vida, así el que sigue el mal lo hace para su muerte. Abominables son para Jehová los perversos de corazón, pero los perfectos de camino le son agradables. Tarde o temprano, el malo será castigado, pero la descendencia de los justos se librara. Como zarcillo de oro en el hocico de un cerdo es la mujer hermosa pero falta de sentido. El deseo de los justos es solamente el bien; la esperanza de los malvados, el enojo. Hay quienes reparten  y les es añadido mas, y hay quienes retienen mas de lo justo y acaban en la miseria. El alma generosa será prosperada: el que sacie a otros, también el será saciado. Al que acapara el grano, el pueblo lo maldice, pero bendición cubre la cabeza del que lo vende. El que provoca el bien obtendrá favor, pero el que busca el mal, el mal le sobrevendrá. El que confía en sus riquezas caerá, pero los justos reverdecerán como el follaje. El que perturba su casa heredara viento, y el necio será siervo del sabio de corazón. El fruto del justo es árbol de vida; el que gana almas es sabio. Ciertamente el justo recibe su paga  en la tierra, ¡Cuánto mas el malvado y el pecador!.

12 El que ama la instrucción ama la sabiduría; el que aborrece la reprensión es un ignorante. El bueno alcanza el favor de Jehová, pero Jehová condena al hombre de malos pensamientos. El hombre no se afirma por medio de la maldad, pero la raíz de los justos no será  removida. La mujer virtuosa es corona de su marido, pero la mala es como carcoma de sus huesos. Los pensamientos de los justos son rectitud; los consejos de los malvados, engaño. Las palabras de los malvados son como emboscadas para derramar sangre, pero a los rectos los libra su propia boca. Dios trastorna a los malvados y dejan de existir, pero la casa de los justos permanece firme. Por su sabiduría es alabado el hombre,  pero el perverso de corazón es menospreciado. Mas vale el despreciado que tiene quien lo sirva, que el jactancioso que carece de pan. El justo cuida de la vida de su ganado, pero el corazón de los malvados es cruel. El que labra sus tierras se saciara de pan, pero el que se une a vagabundos carece de entendimiento. Codicia el malvado la red de los malvados, pero la raíz de los justos da fruto. El malvado se enreda en la prevaricación de sus labios, pero el justo sale con bien de la tribulación.  El hombre se sacia con el bien del fruto de su boca, y recibe el pago que merece la obra de sus manos. Opina el necio que su camino es derecho,  pero el sabio obedece el consejo. El necio, al punto da a conocer su ira, pero el prudente no hace caso de la injuria. El que dice la verdad proclama justicia, pero el testigo falso, engaño: hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada, pero la lengua de los sabios es medicina. El labio veraz permanece para siempre; la lengua mentirosa, solo por un momento. Engaño hay en el corazón de los que maquinan el mal, pero la alegría en el de quienes aconsejan el bien. Ninguna adversidad le acontecerá al justo, pero los malvados serán colmados de males. Los labios mentirosos son abominables para Jehová, pero le complacen quienes actúan con verdad. El hombre cuerdo encubre su saber, pero el corazón de los necios pregona su necedad. La mano  de los diligentes dominara, pero la negligencia será tributaria. La congoja abate el corazón del hombre; la buena palabra lo alegra. El justo es guía para su prójimo, pero el camino de los malvados los hace errar. El indolente ni aun asara lo que ha cazado; ¡ precioso bien del hombre es la diligencia! En el camino de la justicia esta la vida; es sus sendas no hay muerte.

13 El hijo sabio recibe el consejo del padre, pero el insolente no escucha las reprensiones. Del fruto de su boca el hombre comerá el bien, pero el alma de los prevaricadores hallara el mal. El que guarda su boca guarda su vida, pero el que mucho abre sus labios acaba en desastre. El perezoso desea y nada alcanza, mas los diligentes serán prosperados. El justo aborrece la palabra mentirosa; el malvado se hace odioso e infame. La justicia protege al perfecto de camino, pero la impiedad trastorna al pecador. Hay quienes presumen de ricos y no tienen nada, y hay quienes pasan por pobres y tienen muchas riquezas. Las riquezas de un hombre pueden ser el rescate de su vida, pero el pobre no escucha amenazas. La luz de los justos brilla alegremente, pero se  apagara la lámpara de los malvados. Ciertamente la soberbia produce discordia, pero con los prudentes esta la sabiduría. Las riquezas de vanidad disminuyen; el que recoge con mano laboriosa las aumenta. La esperanza que se demora es tormento del corazón; árbol de vida es el deseo cumplido. El que menosprecia el precepto se perderá; el que teme el mandamiento será recompensado. La instrucción del sabio es manantial de vida para librar de los lazos de la muerte. El buen juicio da gracia; el camino de los transgresores es duro. Todo hombre prudente procede  con sabiduría; el necio manifiesta su necedad. El mal mensajero acarrea desgracia; el mensajero fiel acarrea salud. Pobreza y vergüenza  tendrá el que menosprecia el consejo, pero el que acepta la corrección recibirá honra. El deseo cumplido regocija el alma; apartarse del mal es  abominable para los necios. El que anda entre sabios será sabio, pero el que se junta con necios saldrá mal parado. El mal persigue a los pecadores, pero los justos serán premiados con el bien. La herencia del bueno alcanzara a los hijos de sus hijos, pero la riqueza del pecador esta guardada para el justo. En el barbecho de los pobres hay mucho pan, pero se pierde por falta de justicia. El que no aplica el castigo aborrece a su hijo; el que lo ama, lo corrige a tiempo. El justo come hasta saciarse, pero el vientre de los malvados quedara vació.

14 La mujer sabia edifica su casa, pero la necia con sus manos la derriba. El que camina rectamente teme a Jehová, pero el de caminos pervertidos lo menosprecia. En la boca del necio esta la vara de su soberbia;  a los sabios, sus labios los protegen. Sin bueyes, el granero esta vació; por la fuerza del buey hay abundancia de pan. El testigo verdadero no miente; el testigo falso dice mentiras. Busca el escarnecedor la sabiduría y no la halla, pero para el hombre sensato la sabiduría es cosa fácil. Quítate de delante del hombre necio, porque no hallaras ciencia en sus labios. La ciencia del prudente esta en  comprender su camino; la indiscreción de los necios es engaño. Los necios se burlan del pecado, pero entre los rectos hay buena voluntad. El corazón conoce sus intimas amarguras, y ningún extraño se mezclara en su alegría. La casa de los malvados será asolada, pero florecerá la  morada de los rectos. Hay camino que al hombre le parece derecho, pero es camino  que lleva a la muerte. Aun en medio de la risa se duele el corazón, y el termino de la alegría es la congoja. De sus caminos se hastía el necio de corazón, pero el hombre de bien estará contento con el suyo. El ingenuo todo lo cree; el prudente mide bien sus pasos. El sabio teme y se aparta del mal; el insensato es insolente y confiado. El que fácilmente se enoja comete locuras; y el hombre perverso es aborrecido. Los ingenuos heredaran necedad mas los prudentes se coronaran de sabiduría. Los malos se inclinaran delante de los buenos, y los malvados, ante las puertas del justo. El pobre resulta odioso aun a su amigo, pero muchos son  los que aman al rico. Peca el que menosprecia a su prójimo, pero el que tiene misericordia de los pobres es bienaventurado. ¿no yerran los que traman el mal? Pero misericordia y verdad alcanzaran a los que planean el bien. Toda labor da su fruto; mas las vanas palabras empobrecen. Las riquezas de los sabios son su corona; la insensatez de los necios es locura. El testigo veraz salva las vidas; el falso dice mentiras. En el temor de Jehová esta la firme  confianza, la esperanza para sus hijos. El temor de Jehová es manantial de vida que aparta de los lazos de la muerte. En el pueblo numeroso esta la gloria del rey; en la falta de pueblo, la debilidad del príncipe. El que tarda en airarse es grande de entendimiento; el impaciente de espíritu pone de manifiesto su necedad. El corazón apacible es vida para la carne; la envidia es carcoma de los huesos. El que oprime al pobre afrenta a su hacedor, pero lo honra el que tiene misericordia del pobre. Por su maldad es derribado el malvado, pero el justo, en su propia muerte halla refugio. En el corazón del prudente reposa la sabiduría, pero no es conocida en medio de los necios. La justicia engrandece a la nación; el pecado es afrenta de las naciones. El favor del rey es para  con el servidor prudente; se enojo, para el que lo avergüenza.

15 La respuesta suave aplaca la ira, pero la palabra áspera hace subir el furor. La lengua de los sabios adorna la sabiduría, pero la boca de los necios dice sandeces. Los ojos de  Jehová están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos. La lengua apacible es árbol de vida, pero la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu. El necio menosprecia el consejo de su padre; el prudente acepta la corrección. En la casa del justo hay gran provisión, pero turbación hay en las ganancias del malvado. La boca de los sabios siembra sabiduría; no así el corazón de los necios. El sacrificio que ofrecen los malvados es abominable para Jehová; la oración de los rectos es su gozo. Abominable es para Jehová el camino del malvado; el ama al que sigue la justicia. La reconvención es molesta al que deja el camino; el que aborrece la corrección morirá. El seol y el abadon esta delante de Jehová, ¡ cuanto mas los corazones de los hombres! El escarnecedor no ama al que lo reprende ni se junta con los sabios. El corazón alegre embellece el rostro, pero el dolor del corazón abate el espíritu. El corazón inteligente busca la sabiduría, pero la boca de los necios se alimenta de necedades. Todos los días del desdichado son difíciles, pero el corazón alegre tiene banquete continuo. Mejor es lo poco con el temor de Jehová, que un gran tesoro donde hay turbación. Mejor es comida de legumbres donde hay amor,  que de buey engordado donde hay odio. El hombre iracundo promueve contiendas; el que tarda en airarse apacigua la rencilla. El camino del perezoso es como  un seto de espinos; la vereda de los rectos, como una calzada. El hijo sabio alegra al padre; el hombre necio menosprecia a su padre. La necedad es alegría al falto de inteligencia; el hombre inteligente endereza sus pasos. Los pensamientos se frustran donde faltan el consejo, pero se afirman con los muchos consejeros. El hombre se alegra con la respuesta de su boca; la palabra a su tiempo, ¡cuan buena es! El camino de la vida es hacia arriba para el prudente; así se aparta del seol abajo. Jehová derriba la casa de los soberbios, pero afirma la heredad de la viuda. Abominables son para Jehová los pensamientos de los puros son limpias. Alborota su casa el codicioso, pero el que aborrece el soborno vivirá. El corazón del justo piensa antes de responder; la boca de los malvados derrama maldad. Jehová esta lejos de los malvados, pero escucha la oración de los justos. La luz de los ojos alegra el corazón; la buena noticia conforta los huesos. El oído que escucha las amonestaciones de la vida, morara entre los sabios. El que desprecia la disciplina  se menosprecia a si mismo; el que escucha la corrección adquiere inteligencia. El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría, y a la honra precede la humildad.

16 Del hombre es hacer planes en el corazón; de Jehová es poner la respuesta en la lengua. Todos los caminos del hombre son limpios es su propia opinión, pero Jehová es quien pesa los espíritus. Encomienda a Jehová tus obras y tus pensamientos serán afirmados. Todas las cosas ha hecho Jehová para sus propios fines, incluso al malvado, para el día malo. Abominable es para Jehová todo altivo de corazón; ciertamente no quedara impune. Con misericordia y verdad se corrige el pecado: con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal. Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová, aun  a sus enemigos los pone en paz con el. Mejor es lo poco con justicia que las muchas ganancias sin derecho. El corazón del hombre se propone un camino pero Jehová endereza sus pasos. Oráculo hay en los sabios del rey y su boca no prevarica en el juicio. Las balanzas y el peso justos son de Jehová; obra suya son todas las pesas de la bolsa. Abominable es que los reyes comentan maldad, pero con la justicia se afirma el trono. Los labios justos complacen a los reyes; estos aman al que habla con rectitud.  La ira del rey es mensajero de muerte, pero el hombre sabio la evita. En la alegría del rostro del rey esta la vida, y su favor es como la nube de lluvia tardía. Mejor es adquirir sabiduría que oro fino, y adquirir inteligencia vale mas que la plata. El camino de los rectos se aparta del mal; su vida protege el que guarda su camino. Antes del quebranto esta la soberbia, y antes de la caída, la altivez de espíritu. Mejor es humillar  el espíritu que los humildes que repartir el botín con los soberbios. El entendido en la palabra hallara el bien; el que confía en Jehová es bienaventurado. El sabio de corazón es llamado prudente, y la dulzura de labios aumenta el saber. Manantial de vida es el entendimiento para el que lo posee, pero la erudición de los necios es pura necedad. El corazón del sabio hace prudente su boca y añade gracia a sus labios. Panal de miel son los dichos suaves, suavidad para el alma y medicina para los huesos. Hay camino que el hombre le parece derecho, pero es camino que lleva a la muerte. El ansia del que trabaja, trabaja para el: su boca lo estimula. El hombre perverso cava en busca del mal; en sus labios hay como una llama de fuego. El hombre perverso promueve contienda, y el chismosos separa a los mejores amigos. El hombre malo lisonjea a su prójimo y lo hace andar por el mal camino; cierra los ojos para pensar perversidades, mueve los labios, comete el mal. Corona de honra es la vejez que se encuentra en el camino de la justicia. Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte, el que domina su espíritu que el conquistador de una ciudad. Las suertes se echan en el regazo, pero la decisión es de Jehová.

17 Mejor es un bocado seco y en paz que una casa de contiendas llena de provisiones. El siervo prudente se impondrá al hijo indigno, y con los hermanos compartirá la herencia. El crisol es para la plata y el horno para el oro, pero Jehová es quien prueba los corazones. El malo presta atención al labio inicuo y el mentiroso escucha la lengua detractora. El que escarnece al pobre afrenta a su hacedor, pero no quedara sin castigo el que se alegra de la desgracia. Corona de los viejos son los nietos y honra de los hijos son sus padres. Si no conviene al necio el lenguaje elocuente, ¡ Cuanto menos al príncipe el labio mentiroso! Como un talismán es el soborno para el que lo practica: dondequiera que va, halla prosperidad. el que encubre la falta busca la amistad; el que la divulga, aparta al amigo. La reprensión aprovecha al inteligente mas que cien azotes al necio. El rebelde no busca sino el mal: un mensajero cruel será enviado contra el. Mejor es toparse con una osa privada de sus cachorros que con un fatuo en su necedad. Al que da mal por bien, el mal no se apartara de su casa. El que inicia la discordia es como quien suelta las aguas,  ¡ abandona, pues, la contienda, antes que se complique! El que justifica al malvado  y el que condena al justo, ambos son igualmente abominables para Jehová. ¿De que sirve el dinero en la mano del necio para comprar sabiduría, si no tiene entendimiento? En todo tiempo ama el amigo y es como un hermano en tiempo de angustia. El hombre falto de entendimiento estrecha la mano para salir fiador en presencia de su amigo. El que ama la disputa ama la trasgresión; y el que abre demasiado la puerta busca su ruina. El perverso de corazón nunca hallara el bien; el que intriga con su lengua caerá en el mal. El que engendra a un insensato, para su tristeza lo engendra; el padre del necio no tiene alegría. El corazón alegre es una buena medicina, pero el espíritu triste seca los huesos. El malvado acepta en secreto el soborno para pervertir las sendas de la justicia. En el rostro del inteligente aparece la sabiduría, pero los ojos del necio vagan hasta el extremo de la tierra. El hijo necio es pesadumbre para su padre y amargura para la que lo dio a luz. Ciertamente no es bueno condenar al justo ni herir a hombres nobles que actúan rectamente. El que horra palabras tiene sabiduría; prudente de espíritu es el hombre inteligente. Aun el necio, cuando calla, es tenido por sabio; el que cierra sus labios es inteligente.

18 Su propio deseo busca el que se aparta y se entremete en todo negocio. No se complace el necio en la inteligencia, sino en manifestar su propia opinión. Con el malvado viene también el menosprecio, y con el que deshonra, la afrenta. Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre; y arroyo que rebosa es la fuente de la sabiduría. Tener respeto a la persona del malvado para pervertir el derecho del justo, no es bueno. Los labios del necio provocan contienda; su boca, a los azotes llama. La boca del necio le acarrea quebranto; sus labios son las trampas para su propia vida. Las palabras del chismoso son como bocados suaves    que penetran hasta las entrañas. El que es negligente en su trabajo es hermano del hombre destructor. Fuerte torre es el hombre de Jehová; a ella corre el justo y se siente seguro. Las riquezas del rico son su ciudad fortificada; como un muro defensivo se las imagina. Antes del quebranto se engríe el corazón del hombre, pero antes de los honores esta la humildad. Al que responde sin haber escuchado, la palabra le es fatuidad y vergüenza. El animo del hombre  le sostendrá en su enfermedad, pero ¿quién sostendrá a un animo angustiado? El corazón del inteligente adquiere sabiduría, y el oído de los sabios busca la ciencia. Los regalos de un hombre le abren el camino que lleva a la presencia de los grandes. Justo parece el primero que aboga por su causa, pero viene su adversario y le rebate. Las suertes ponen fin a los pleitos y deciden entre los poderosos. El hermano ofendido es mas tenaz que una ciudad fuerte, y las contiendas entre hermanos son como cerrojos de alcázar. Del fruto de la boca del hombre se llena su vientre; se sacia del producto de sus labios. La muerte y la vida están en poder de la lengua; el que la ama, comerá de sus frutos. El que encuentra esposa encuentra el bien y alcanza la benevolencia de Jehová. El pobre habla con ruegos; el rico responde con dureza. El hombre que tiene amigos debe ser amistoso, y amigos hay mas unidos que un hermano.

19 Mejor es el pobre que camina en integridad que el fatuo de labios perversos. El alma sin ciencia no es buena, y aquel  que se precipita, peca. La insensatez del hombre tuerce su camino y luego se irrita su corazón contra Jehová. Las riquezas atraen muchos amigos, pero el pobre, hasta de su amigo es apartado. El testigo falso no quedara sin testigo, y el que dice mentiras no escapara. Muchos buscan el favor del generoso, y todos son amigos del hombre que da. Si todos los hermanos del pobre lo aborrecen, ¡ cuanto mas sus amigos se alejaran de el!. Buscara una palabra y no la hallara. El que posee entendimiento ama su alma; el que cuida la inteligencia hallara el bien. El testigo falso no quedara sin castigo, y el que dice mentiras perecerá. No es propio de un necio vivir entre lujos, ¡ cuanto menos que un esclavo sea señor de los príncipes! La cordura del hombre aplaca su furor, y un honor le es pasar por alto la ofensa. Como el rugido de un cachorro de león es la ira del rey, y su favor, como el roció sobre la hierba. Dolor es para el padre un hijo necio y gotera continua las contiendas de la mujer. Las casa y las riquezas son herencia de los padres, pero don de Jehová es la mujer prudente. La pereza hace caer en profundo sueño y la persona negligente padecerá hambre. El que guarda el mandamiento guarda su vida, pero el que menosprecia los caminos de Jehová morirá. A Jehová presta el que da al pobre; el bien que ha hecho se lo devolverá. Castiga a tu hijo mientras halla esperanza, pero no se excite tu animo hasta destruirlo. El que se deja arrebatar por la ira llevara el castigo, y si usa de violencias, añadirá nuevos males. Escucha el consejo y acepta la corrección: así serás sabio en tu vejez. Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre, pero el consejo de Jehová es el que permanece. Una satisfacción es para el hombre hacer misericordia, y mejor es un pobre que un mentiroso. El temor de Jehová lleva a la vida: con el vive del todo tranquilo el hombre y no es visitado por el mal. El perezoso mete su mano en el plato, pero ni aun es capaz de llevársela a la boca. Hiere al escarnecedor y el ingenuo se hará precavido; corrige al inteligente y aumentara su conocimiento. El que roba a su padre y ahuyenta a su madre es un hijo que causa vergüenza  y acarrea oprobio. Cesa, hijo mío, de prestar oído a enseñanzas  que te hacen divagar de la sabiduría. El testigo perverso se burla del juicio; la boca de los malvados encubre la iniquidad. Preparados hay juicios para los encarecedores y azotes para las espaldas de los necios.

20 El vino es escarnecedor,  la sidra alborotadora; ninguno que por causa yerre  es sabio. Como rugido de cachorro de león es la ira del rey; el que lo enfurece peca contra si mismo. Honra es del hombre abandonar la contienda, pero cualquier insensato se enreda en ella. El perezoso no ara a causa del invierno; luego , cuando llegue la siega, pedirá y no hallara. Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre, pero el inteligente sabe alcanzarlo. Muchos hay que proclaman su  propia bondad, pero un hombre de verdad, ¿Quién lo hallara? Camina en su integridad el justo y sus hijos son dichosos después de el. El rey, al sentarse en el trono para juzgar, con su mirada descubre todo mal. ¿Quién puede decir: Yo  he limpiado mi corazón, limpio estoy de mi pecado? Pesa falsa y medida falsa, ambas cosas son abominables para Jehová. Aun el muchacho es conocido por sus hechos, si su conducta es limpia y recta. El oído que oye y el ojo que ve, ambos igualmente ha hecho Jehová. No ames el sueño, para no empobrecerte; abre tus ojos y te saciaras de pan. El comprador dice: ¡Malo, malo!, pero cuando se va, se jacta por la compra. Hay oro y multitud de piedras preciosas, pero joya mas preciosa son los labios prudentes. Quítale su  ropa al que salió fiador de un extraño; tómale prenda al que se fió de desconocidos. Sabroso le es al hombre el pan de mentira, pero después se le llena la boca de cascajo. Los pensamientos se ordenan con el consejo, y con dirección sabia se hace la guerra. El que anda con chismes descubre los secretos: no te entremetas, pues, con suelto de lengua. Al que maldice a su padre o a su madre se le apagara su lámpara en la mas profunda oscuridad. Los bienes que al principio se adquieren de prisa, no serán al final bendecidos. No digas: Yo me vengare; espera en Jehová y el te salvara. Abominables son para Jehová las pesas falsas, y la alabanza falsa no es buena. De Jehová son los pasos del hombre, ¿cómo, pues, entenderá el hombre su camino? Una trampa es para el hombre hacer apresuradamente voto de consagración y reflexionar después de haberlo hecho. El rey sabio dispersa a los malvados y sobre ellos hace rodar la rueda. Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre, la cual escudriña lo mas profundo del corazón. La misericordia y la verdad guardan al rey, y con clemencia se sustenta su trono. La gloria de los jóvenes es su fuerza; la belleza de los ancianos, su vejez. Los azotes que hieren son medicina para el malo; el castigo purifica el corazón.

21 Como aguas que se reparten es el corazón del rey en la mano de Jehová: el lo inclina hacia todo lo que quiere. Todo camino del hombre es recto en su propia opinión, pero Jehová pesa los corazones. Hacer justicia y juicio es para Jehová mas agradable que el sacrificio. Los ojos altivos, el corazón orgulloso y el pensamiento de los malvados, todo es pecado. Los planes del diligente ciertamente tienden a la abundancia, pero todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza. Amontonar tesoros por medio de la mentira es fugaz ilusión de aquellos que buscan la muerte. La rapiña de los malvados los destruirá, por cuanto no quisieron actuar conforme a derecho. El camino del hombre perverso es torcido y extraño, pero los hechos del que es puro son rectos. Mejor es vivir en un rincón del terrado que con mujer pendenciera en casa preciosa. El alma del malvado desea el mal; su prójimo no halla favor en sus ojos. Cuando el escarnecedor es castigado, el simple se hace sabio; cuando se amonesta al sabio, aprende ciencia. Observa el justo la casa del malvado, como los malvados son trastornados por el mal. El que cierra su oído al clamor del pobre tampoco será oído cuando clame. La dadiva en  secreto calma el enojo; el regalo discreto, la fuerte ira. Alegría es para el justo practicar la justicia, pero un desastre para los que cometen iniquidad. El hombre que se aparta del camino de la sabiduría vendrá a parar en la compañía de los muertos. Caerá en la pobreza el hombre que ama los placeres; y el que ama el vino y los perfumes no se enriquecerá. Rescate por el justo será el malvado, y por los rectos, el prevaricador. Mejor es vivir en tierra desierta que con la mujer pendenciera e irascible. Tesoro preciado y aceite hay en la casa del sabio, pero el hombre insensato todo lo disipa. El que sigue la justicia y la misericordia hallara vida, la justicia y el honor. Tomo el sabio la ciudad de los fuertes y derribo la fuerza en que ella confiaba. El que guarda su boca y su lengua, su vida guarda de angustias. Escarnecedor es el hombre del soberbio y presuntuoso que actúa  con la insolencia de su presunción. El deseo del perezoso lo mata, porque sus manos no quieren trabajar. El codicioso codicia todo el día; el justo da sin retener su mano. El sacrificio de los malvados es abominable, ¡tanto mas ofreciéndolo con maldad! El testigo falso perecerá, pero el hombre que escucha, siempre podrá responder. El hombre malvado endurece su rostro, pero el resto ordena sus caminos. No hay sabiduría ni inteligencia ni consejo contra Jehová. El caballo se apareja para el día de la batalla, pero Jehová es quien da la victoria.

22 Mas vale el buen hombre que las muchas riquezas, y la buena fama vale mas que la plata  y el oro. El rico y el pobre tienen en común que a ambos los hizo Jehová. El prudente ve  el mal y se esconde, pero los ingenuos pasan y reciben el daño. Riquezas, honor y vida son el premio de la humildad y del temor de Jehová. Espinos y trampas hay  en el camino del perverso; el que a si mismo se guarda se alejara de ellos. Instruye al niño en su camino, y ni aun de viejo se apartara de el. El rico se hace dueño de los pobres y el que toma prestado se hace siervo del que presta. El que siembra iniquidad, iniquidad segara, y la vara de su insolencia será quebrada. El que mira con misericordia será bendito, porque dio de su pan al indigente. Echa fuera al escarnecedor y se terminara la contienda, y cesara el pleito y la afrenta. El que ama la pureza del corazón, con la gracia de sus labios se ganara la amistad del rey. Los ojos de Jehová velan por la ciencia, pero el trastorna las cosas de los prevaricadores. Dice el perezoso: Ahí fuera hay un león: me matara en la calle. Fosa profunda es la boca de la mujer extraña; el que provoque la ira de Jehová, caerá en ella. La necedad esta ligada al corazón del muchacho, pero la vara de la corrección la alejara de el. El que por aumentar sus ganancias oprime al pobre o da al rico, ciertamente se empobrecerá. Inclina tu oído, escucha las palabras de los sabios y aplica tu corazón a mi sabiduría, porque es cosa deliciosa que las guardes dentro de ti y que, a la vez, se afirmen en tus labios. Porque tu confianza este puesta en Jehová te las he hecho saber hoy a ti también. ¿ Acaso no te he escrito tres veces, con consejos y ciencia, para hacerte saber con  certidumbre las palabras de verdad, a fin de que vuelvas a llevar palabras de verdad a los que te enviaron? -1- No robes al pobre, porque es pobre, ni oprimas al desdichado en las puertas de la ciudad, porque Jehová juzgara la causa de ellos y despojara de la vida a quienes los despojen. –2- No te unas al iracundo ni te acompañes del irascible, no seas que aprendas sus costumbres y pongas trampa a tu propia vida. –3- No seas de aquellos que se comprometen, de los que salen fiadores de deudas ajenas. Si luego no tienes con que pagar, ¿por qué habrán de quitar tu cama de debajo de ti? –4- No remuevas los linderos antiguos que pusieron tus padres. -5- ¿Has visto un hombre cuidadoso en su trabajo? Delante de los reyes estará, no delante de gente de baja condición.

23 –6- Cuando te sientes a comer con algún señor, considera el bien  lo que esta delante de ti. Pon un cuchillo a tu garganta, si tienes mucho apetito. No codicies sus manjares delicados, porque es pan engañoso. –7- No te afanes por hacerte rico: se prudente y desiste. ¿has de poner tus ojos en las riquezas, que son nada? De cierto  se hacen alas como de águila, y vuelan al cielo. –8- No comas pan con el  avaro ni codicies sus manjares, porque cuales son sus pensamientos íntimos, tal es el. Come y bebe, te dirá, pero su corazón no esta contigo. Vomitaras el bocado que comiste y habrás malgastado tus suaves palabras. –9- No hables a oídos del necio, porque menospreciara la prudencia de tus razones. –10- No remuevas el lindero antiguo ni entres en la heredad de los huérfanos, porque su defensor es el fuerte: el abogara por la causa de ellos contra ti. –11- Aplica tu corazón a la enseñanza y tus oídos a las razones sabias. –12- No rehúses corregir al muchacho, porque si lo castigas con vara, no morirá. Castígalo con la vara y libraras su alma del seol. –13- Hijo mío, si tu corazón es sabio, también a mi se me alegrara el corazón, y mis entrañas también se alegraran cuando tus labios hablen con rectitud. –14- No tenga tu corazón envidia de los pecadores, antes persevera en el temor en Jehová en todo tiempo. Porque ciertamente hay un porvenir y tu esperanza no será frustrada. –15- Escucha, hijo mío, y se sabio: endereza tu corazón al buen camino. No te juntes con los bebedores de vino ni con los comilones de carne, porque el bebedor y el comilón se empobrecerán, y el mucho dormir los hará vestir de harapos. –16- Escucha a tu padre, que te engendro; y cuando tu madre envejezca, no la menosprecies. Compra la verdad y no la  vendas; y la sabiduría, la enseñanza y la inteligencia. Mucho se alegrara el padre del justo, y el que engendra a un sabio se gozara con el. ¡ Alégrense tu padre y tu madre! ¡ gócese la que te dio  a luz!. –17-  Dame, hijo mío, tu corazón y miren tus ojos mis caminos. Porque abismo profundo es la remera, pozo profundo  la extraña. También ella, como un ladrón, acecha, y multiplica entre los hombres los prevaricadores. –18- ¿para quién serán los ayes? ¿para quién el dolor? ¿para quién las rencillas? ¿para quién las quejas? ¿para quién las heridas sin razón? ¿para quién los ojos enrojecidos? Para los que no dejan el vino, para los que van probando  mixturas. ¡ no mires el vino cuando rojea, cuando resplandece su color en la copa! Se entra suavemente, pero  al fin muerde como una serpiente, causa dolor como un áspid. Tus ojos vera cosas extrañas y tu corazón dirá cosas perversas. Será como si yacieras en medio del mar o como si yacieras en la punta de un mástil. Y dirás: Me hirieron, mas no me dolió; me azotaron, pero no lo sentí; cuando despierte, volveré en busca de mas.

24 -19-&nbssp; No tengas envidia de los hombres malos ni desees juntarte con ellos, porque su corazón trama violencias e iniquidad hablan sus labios. –20- Con sabiduría se edifica la casa, con prudencia se afirma y con ciencia se llenan las cámaras de todo bien preciado y agradable. –21- El hombre sabio es fuerte, y de pujante vigor el que tiene ciencia.  Porque con ingenuo harás la guerra, y en los muchos consejeros esta la victoria. –22- Alta esta para el insensato la sabiduría; en la puerta no abrirá el su boca. –23- Al que piensa hacer el mal lo llaman Hombre de malos pensamientos. El pensamiento del necio es pecado, y abominable para los hombres es escarnecedor. –24- Si flaqueas en día de adversidad, tu fuerza quedara reducida. –25-  Libra a los que son llevados a la muerte, salva a los que tienen su vida en peligro. Porque si dices: Lo cierto es que no lo supimos, ¿Acaso no lo considerara el que pesa los corazones? El que mira por tu alma, el lo conocerá, y el pagara al hombre según sus obras. –26- Come, hijo mío, de la miel, porque es buena; el panal es dulce a tu paladar. Así será para ti el conocimiento de la sabiduría: si la hallas tendrás recompensa y al fin tu esperanza no será frustrada. –27- Tu, malvado, no aceches la morada del justo, no saquees el lugar de su descanso; porque aunque siete veces caiga el justo, volverá a levantarse, pero los malvados caerán en el mal. –28- No te regocijes cuando caiga tu enemigo,  ni cuando el tropiece se alegre tu corazón, no sea que Jehová lo vea y le desagrade, y aparte de sobre el su enojo. –29- No te juntes con los malignos ni envidies a los malvados, porque para el malo no habrá buen fin: ¡  la lámpara de los malvados se apagara!. –30- Teme a Jehová, hijo mío, y al rey,  y no te juntes con los veleidosos; porque su desgracia llegara de repente; y el quebranto que viene de ambos, ¿quién  puede saberlo? También estos son dichos de los sabios: hacer distinción de personas en el juicio no es bueno. A quien diga al malo: tu eres justo,  los pueblos lo maldecirán y lo detestaran las naciones; pero quienes lo reprendan tendrán felicidad y sobre ellos vendrá gran bendición. ¡ Besados sean los labios del que responde con palabras correctas! Prepara tus labores fuera, disponlas en tus campos y edifica después tu casa. No seas sin causa  testigo contra tu prójimo ni digas falsedades con tus labios. No digas: haré con el como el hizo conmigo; pagare a ese hombre según merece su obra.  Pase junto al campo del hombre perezoso junto a la viña del hombre falto de entendimiento; y vi que por toda ella habían crecido los espinos, ortigas habían cubierto la tierra y la cerca de piedra ya estaba derribada. Mire, y lo medite en mi corazón; lo vi, y aprendí la lección: Un poco de sueño, dormitar otro poco y otro poco descansar mano sobre mano: así te llegara la miseria como un vagabundo, la pobreza como un hombre armado.

25 También estos son proverbios de Salomón, los cuales copiaron los varones de ezequias, rey de juda: Gloria de Dios es encubrir un asunto, pero honra del rey es investigarlo. Para la altura de los cielos, para la profundidad de la tierra  y para el corazón de los reyes, no hay investigación. Quita la escoria de la plata y saldrá una alhaja para el fundidor. Aparta al malvado de la presencia del rey, y su trono se afirmara en justicia. No te alabes delante del rey ni te pongas en el lugar de los grandes, porque mejor es que se te diga: Sube acá,  y no seas humillado delante del príncipe a quienes tus ojos han visto. No entres apresuradamente en pleito, no seas que no sepas que hacer luego, cuando tu prójimo te haya avergonzado. Trata tu causa con tu compañero y no descubras el secreto a otro, no sea que te deshonre el que lo oiga y tu infamia no pueda repararse. Manzana de oro con figuras de plata es la palabra dicha como conviene. Como zarcillo de oro y joyel de oro fino es el que reprende al sabio que tiene oído dócil. Como frió de nieve en tiempo de siega, así es el mensajero fiel a quienes lo envían, pues reconforta el alma de su señor. Como nubes y vientos sin lluvia, así es el tacaño que se jacta de su generosidad. Con mucha paciencia se aplaca el príncipe, pues la lengua suave hasta los huesos quebranta. ¿hallaste miel? Come solo lo necesario, no sea que harto de ella la vomites. No pongas con exceso tu pie en la casa de tu vecino, no sea que, harto de ti, te aborrezca. Martillo, cuchillo y saeta aguda es el hombre que dice contra su prójimo falso testimonio. Como diente roto y pie descoyuntado es confiar en un  prevaricador en momentos de angustia. El que canta canciones al corazón afligido es como el que se quita la ropa en tiempo de frió o el que sobre el jabón echa vinagre. Si el que te aborrece tiene hambre, dale de comer pan, y si tiene sed, dale de beber agua; pues, haciendo esto, harás que le arda la cara de vergüenza, y Jehová te recompensara. El viento del norte trae la lluvia, y el rostro airado,  la lengua detractora. Mejor es estar en un rincón del terrado que con mujer  pendenciera en casa  espaciosa. Como el agua fría para el sediento, así son las buenas noticias de lejanas tierras. Como fuente turbia y manantial sucio es el justo que vacila ante el malvado. Comer mucha miel no es bueno, ni el  buscar la propia gloria es gloria. Como ciudad destruida y sin murallas es el hombre que no pone freno a su espíritu.

26 Como no lo sienta la nieve al verano ni la lluvia a la siega, tampoco le sientan los honores al necio. Como gorrión que vaga o golondrina en vuelo, así la maldición nunca viene sin causa. El látigo para el caballo, el cabestro para el asno y la vara para la espalda del necio. Nunca respondas al necio de acuerdo con su necedad, para que no seas tu también como el; responde al necio como merece su necedad, para que no se tenga por sabio en su propia opinión. Como cortarse los pies o beber algo en daño propio es enviar recado por mano de un necio. Como las piernas del cojo, que cuelgan inútiles, es el proverbio en la boca del necio. Como atar la piedra a la honda es rendir honores al necio. Como espina clavada en la mano de un borracho es el proverbio en la boca de los necios. Como arquero que a todos hiere es el que contrata a insensatos y vagabundos. Como perro que vuelve a su vomito es el necio que repite su necedad. ¿ has visto a un hombre que se tiene por sabio? ¡ pues mas puede esperarse de un necio que de el!. Dice el perezoso:  ¡ hay un león en el camino!. ¡ un león esta en las calles!. Como la puerta gira sobre sus quicios, así el perezoso se vuelve en su cama. Mete el perezoso su mano en el plato, pero le cansa llevársela a la boca. En su propia opinión, el perezoso es mas sabio que siete que sepan aconsejar. Como tomar por las orejas a un perro que pasa a entrometerse en pleito ajeno. Como el que enloquecido arroja llamas, saetas y muerte, tal es hombre que engaña a su amigo y luego dice: ¡ solo ha sido una broma!. Sin leña se apaga el fuego, y donde no hay chismoso cesa la contienda. Como el carbón para las brasas y la leña para el fuego es el hombre pendenciero para encender contienda. Las palabras del chismoso son como bocados suaves que penetran hasta las entrañas. Como baño de plata sobre un tiesto son los labios lisonjeros  y el mal corazón. El que odia, lo disimula con los labios, pero en su interior maquina engaño; por mas que hable amigablemente, no lo creas, porque siete abominaciones hay en su corazón. Aunque con disimulo encubra su odio,  su maldad será descubierta en la congregación. El que cava una fosa caerá en ella; al que rueda una piedra, se le vendrá encima. La lengua falsa atormenta al que ha lastimado; la boca lisonjera conduce a la ruina.

27 No te jactes del día de mañana porque no sabes que dará de si el día. Alábate el extraño y no tu propia boca; el ajeno, y no los labios tuyos. Pesada es la piedra y la arena pesa, pero mas pesada que ambas es la ira del necio. Cruel es la ira  e impetuoso el furor, pero ¿ quien podrá sostenerse delante de la envidia? Mejor es reprensión manifiesta que amor oculto. Leales son las heridas que causa el que ama, pero falsos los besos del que aborrece. El hombre saciado desprecia el panal de miel, pero al hambriento, aun lo amargo le resulta dulce. Cual ave  errante lejos de su nido es el hombre errante lejos de su hogar. Los aceites y perfumes alegran el corazón, y el cordial consejo del amigo, al hombre. No dejes a tu amigo ni al amigo de tu padre, ni vayas a la casa de tu hermano en el día de tu aflicción: mejor es un vecino cerca que un hermano lejos. Se sabio, hijo mío, y alegra mi corazón; así podré responder al que me agravie. El prudente ve el mal  y se esconde, pero los incautos pasan y se llevan el daño. Quítale su ropa al que salió fiador por el extraño y tómale prenda al que fía a la mujer ajena. A quien de madrugada bendice en alta voz a su amigo, por maldición se le contara. Gotera continua en tiempo de lluvia y mujer pendenciera, son semejantes: pretender contenerla es como querer refrenar el viento o retener el aceite en la mano derecha. El hierro con hierro se afila, y el hombre con el rostro de su amigo. Quien cuida de la higuera comerá  su fruto, y el que mira por los intereses de su señor recibirá honores. Como el rostro en el agua es reflejo del rostro, así el hombre se refleja en el corazón del hombre. Como el seol y el abadon nunca se sacian, así los ojos del hombre  nunca están sastifechos. En el crisol se prueba la plata, en el horno el oro, y al hombre la boca del que le alaba. Aunque majes al necio en un  mortero, entre granos de trigo majados con el pison, no se apartara de el su necedad. Se diligente en conocer el estado de tus ovejas y mira con cuidado por tus rebaños, porque las riquezas un duran para siempre, ni una corona es para generaciones perpetuas. Saldrá la grama, brotara la hierba y será segada la hierba de los montes;  tendrás corderos para vestirte, cabritos para el precio del campo y abundancia de leche de las cabras para tu mantenimiento, para mantenimiento de tu casa y para sustento de tus criadas.

28 Huye el malvado sin que nadie lo persiga, pero el justo esta confiado como un león. Por la rebelión del país, sus gobernantes son muchos; pero por el hombre inteligente y sabio permanece estable. El hombre pobre que roba a los pobres es como una lluvia torrencial que deja sin pan. Los que se apartan de la ley alaban a los malvados, pero los que guardan contienden con ellos. Los hombres malos no comprenden lo que es recto, pero los que buscan a Jehová comprenden todas las cosas. Mejor es el pobre que camina en su integridad que el rico y de perversos caminos. El que guarda la ley es hijo prudente, pero el que se hace compañero de glotones avergüenza a su padre. El que aumenta sus riquezas con usura y crecidos intereses, para aquel que se compadece de los pobres las aumenta. Incluso la oración le es abominable al que aparta su oído para no escuchar la ley. El que hace errar a los rectos por el mal camino caerá en su propia fosa, pero los perfectos heredaran el bien. El  hombre rico es sabio en su propia opinión, mas el pobre e inteligente lo escudriña. Cuando los justos se alegran, grande es la gloria; cuando los malvados se levantan, los hombres  tienen que esconderse. El que oculta sus pecados no prosperara, pero el que los confiesa y se aparta de ellos alcanzara misericordia. Bienaventurado el hombre que siempre teme a Dios, pero el que endurece su corazón caerá en el mal. León rugiente y oso hambriento es el malvado que gobierna sobre el pueblo pobre. El gobernante falto de entendimiento multiplicara la extorsión, pero se prolongaran los días del que aborrece la avaricia.  El hombre cargado con la sangre de otro huirá hasta el sepulcro sin que nadie le detenga. El que en integridad camina será salvo, pero el de perversos caminos caerá en algunos de ellos. El que cultiva su tierra se saciara de pan, pero el que sigue a los ociosos se colmara de pobreza. El hombre fiel recibirá muchas bendiciones, pero el que quiere enriquecerse de prisa no estará libre de culpa. Hacer distinción de personas no es bueno; ¡ hasta  por un bocado de pan prevaricara el hombre! El avaro se apresura a enriquecerse, sin saber que caerá en la indigencia. El que reprende a otro hallara después mayor gracia que el que lisonjea con la lengua. El que roba a su padre o a su madre y dice: Esto  no es malo, se hace compañero del criminal. El de animo altanero suscita contiendas, pero el que confía en Jehová prosperara. El que confía en su propio corazón en un  necio, pero el que camina con sabiduría será librado. El que da al pobre no tendrá pobreza, pero el que aparta de el sus ojos tendrá muchas maldiciones. Cuando los malvados se levantan, se esconden el hombre; cuando perecen, los justos se multiplican.

29 El hombre que, al ser reprendió, se vuelve terco, de repente y sin remedio será quebrantado. Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra; cuando domina el malvado, el pueblo gime. El hombre que ama la sabiduría alegra a su padre; el que frecuenta remeras perderá los bienes.  El rey que actúa con justicia afirma el país; el que solo exige tributos, lo destruye. El hombre que lisonjea a su prójimo le tiende una red delante de sus pasos. En la trasgresión del hombre malo esta su propia trampa, pero el justo canta con alegría. El justo esta atento a la causa de los pobres; el malvado no entiende que eso es sabiduría. Los hombres escarnecedores alborotan la ciudad; los sabios calman la ira. Si el hombre sabio disputa con el necio, sea que se enoje o que se ría, no tendrá reposo. Los hombres sanguinarios aborrecen al integro, pero los rectos procuran agradarle. El necio da rienda suelta a toda su ira, pero el sabio, al fin, la apacigua. Si un gobernante hace caso a la mentira, todos sus servidores serán malvados. El pobre y el usurero tienen en común que Jehová alumbra los ojos de ambos. Para siempre será firme el trono del rey que conforme a la verdad juzga a los pobres. La vara y la corrección  dan sabiduría, pero el muchacho consentido avergüenza a su madre. Cuando los malvados son muchos, mucha es la trasgresión; pero los justos verán la ruina de ellos. Corrige a tu hijo y te dará descanso, y dará alegría a tu alma. Cuando falta la profecía, el pueblo se desenfrena, pero el que guarda la ley es bienaventurado. Al siervo  no se le corrige con palabras, porque entiende, pero no hace caso. ¿has visto un hombre ligero de palabra?  Pues mas puede esperarse de un necio que de el. El siervo mimado desde la niñez por su amo, a la postre será su heredero. El hombre iracundo provoca contiendas; el furioso, a menudo peca. La soberbia del hombre le acarrea humillación, pero al humilde de espíritu lo sustenta la honra. El cómplice del ladrón se aborrece a si mismo, pues oye la maldición pero no le denuncia. El temor del hombre le pone trampas; el que confía en Jehová esta a salvo. Muchos buscan  el favor del príncipe, pero de Jehová  procede la justicia para todos. Abominable es para los justos el hombre inicuo, y abominable es para el malvado el de caminos rectos.

30 Palabras de agur hijo de jaque. La profecía que dijo el varón a itiel, a itiel y a ucal. Ciertamente yo  soy mas rudo que nadie: no tengo entendimiento humano. No aprendí sabiduría ni conozco la ciencia del santo. ¿Quién encerró los vientos en sus puños? ¿Quién recogió las aguas en un paño? ¿Quién afirmo los confines de la tierra? ¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si es que lo sabes? Toda palabra de Dios es limpia; el  es escudo para los que en el esperan. No añadas a sus palabras, para que no te reprenda y seas hallado mentiroso. Dos cosas te he pedido, no me las niegues antes que muera: Vanidad y mentira aparta de mi, y no me des pobreza ni riquezas, sino susténtame con el pan necesario, no sea que, una vez saciado, te niegue y diga: ¿Quién es Jehová?, o que, siendo pobre, robe y blasfeme contra el nombre de mi Dios. No acuses al siervo ante su señor, no seas que te maldiga y lleves el castigo. Hay generación que maldice a su padre y que a su madre no bendice. Hay generación limpia en su propia opinión, si bien no se ha limpiado de su inmundicia. Hay generación de ojos altivos y párpados altaneros. Hay generación cuyos dientes son espadas y sus muelas cuchillos, para devorar a los pobres de la tierra y a los menesterosos de entre los hombres. La sanguijuela tiene dos hijas que dicen: ¡Dame! ¡Dame!. Tres cosas hay que nunca están hartas, y aun la cuarta dice: ¡Basta!: el seol, la matriz estéril, la tierra, que no sacia de agua, y el fuego, que jamás dice: ¡Basta!. El ojo que se burla de su padre y menosprecia la enseñanza de la madre, sáquenlo los cuervos de la cañada y devórenlo las crías del águila. Tres cosas me son ocultas; y una cuarta tampoco conozco: el rastro del águila en el aire, el rastro de la culebra sobre la peña, el rastro de la nave en medio del mar y el rastro del hombre en la muchacha. La mujer adultera procede así: come, se limpia la boca y dice: no he hecho ningún mal. Por tres cosas tiembla la tierra, y por una cuarta que no puede sufrir:  por el siervo llegado a rey, por el necio saciado de pan, por la mujer aborrecida, cuando se casa, y por la sierva cuando hereda a su señora.  Cuatro de las cosas mas pequeñas de la tierra son mas sabias que los sabios: las hormigas, pueblo que no es fuerte, pero en verano preparan su comida; los conejos, pueblo que no es vigoroso, pero hacen su casa en la piedra; las langostas, que no tienen rey, pero salen todas por cuadrillas; la araña, que la atrapas con la mano, pero están en los palacios reales. Tres cosas hay de hermoso andar, y una cuarta que pasea con elegancia: el león, fuerte entre todos los animales, que no retrocede ante nada; el gallo altivo, y también el macho cabrio, y el rey, a quien nadie resiste. Si neciamente te has enaltecido y te has propuesto hacer mal, ponte la mano sobre la boca. Ciertamente el que bate la leche saca mantequilla, el que con fuerza se suena la nariz saca sangre y el que provoca la ira causa contienda.

31 Palabras del rey lemuel: profecía con que lo instruyo su madre. ¿Qué decirte, hijo mío,  hijo de mi vientre! ¿Qué decirte, hijo de mis anhelos! No des tu fuerza a las mujeres, ni tus caminos a las que destruyen a los reyes. No es digno de reyes, lemuel, no es digno de reyes beber vino, ni de príncipes darse a la sidra; pues quizá bebiendo olviden la ley y perviertan el derecho de todos los afligidos. Dad la sidra al desfallecido y el vino al de animo amargado: que beba, que se olviden de su necesidad y no se acuerden mas de su miseria. Abre tu boca a favor del mudo en el juicio de todos los desvalidos. Abre tu boca, juzga con justicia y defiende la causa del pobre y del menesteroso. Mujer virtuosa, ¿quién la hallara? Su valor sobrepasa largamente al de las piedras preciosas. El corazón de su marido confía en ella y no carecerá de ganancias. De ella recibe el bien y  no el mal todos los días de su vida. Ella busca la lana y el lino, y trabaja gustosamente con sus manos. Es como la nave del mercader, que trae su pan desde lejos. Siendo aun de noche, se levanta para dar la comida a su familia y la ración a sus criadas. Considera la heredad y la compra, y con sus propias manos planta una viña. Se ciñe firmemente la cintura y esfuerza sus brazos. Ve que van bien sus negocios; su lámpara no se apaga de noche. Aplica sus manos a la rueca y sus dedos manejan el huso. Alarga su mano al pobre; extiende sus manos al menesteroso. No teme por su familia cuando nieva, porque toda su familia va vestida de ropas abrigadas. Ella se teje los tapices, y de lino fino y de púrpura es su vestido. Su marido es conocido en las puertas de la ciudad, cuando se sienta con los ancianos del país. Teje telas y las vende, y provee de cintas al mercader. Fuerza y honor son su vestidura, y se ríe de lo por venir. Abre su boca con sabiduría y la ley de la clemencia esta en su lengua. Considera la marcha de su casa y no come el pan de balde. Sus hijos se levantan y la llaman bienaventurada, y su marido también la alaba: ¡Muchas mujeres han hecho el bien, pero tu las sobrepasas a todas! Engañosa es la gracia y vana la hermosura, pero la mujer que teme a Jehová, esa será alabada. ¡ Ofrecedle del fruto de sus manos,  y que en las puertas de la ciudad la alaben sus hechos!.

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