Lo
que hasta el día de hoy se
sabe de Nahum es exclusivamente lo que el propio libro aporta: que nació
en elcos. Unos piensan que esa población estaba situada en la región
de la sefela cerca de moreset-gat(juda); otros suponen que estaba en
galilea y mas concretamente donde después se alzo la ciudad de
capernaum. La actividad de Nahum parece corresponder al periodo entre el
663 y el 612 a.C. y es probable que el libro fuera compuesto poco antes
del 612 a.C. año en que los aliados medo-caldeos atacaron y destruyeron
la capital del imperio asirio. Desde su aparición en el panorama
general de la historia, los asirios se habían manifestado como un
pueblo belicoso y como los mas feroces dominadores de las naciones
conquistadas a las cuales sometieron a toda suerte de violencias y
deportaciones. Por eso los pueblos del medio oriente, entre ellos el
reino de juda que habían sufrido la opresión asiría celebraron con
jubilo la destrucción de ninive.
La caída de aquel centro vital del poder asirio constituye el
objeto único de la profecía de Nahum(=nah). De
las tres partes en que puede dividirse el libro, la primera tiene
forma alfabética: hasta el v, 8 la letra inicial de cada verso sigue el
orden del alfabeto hebreo. Se canta aquí la gloria del Dios celoso y
vengador, cuyo poder supera a cualquier poder humano y aun a las mas
violentas manifestaciones de la naturaleza. Jehová el Dios de
Israel protegerá a los suyos y los librara de sus enemigos. Tras un
pasaje de transición en el que se entremezclan las promesas de paz y
restauración dirigidas al pueblo elegido con la amenaza de los males
terribles que han de caer sobre ninive el profeta describe en la tercera
sección el asalto a la ciudad odiada. Ahora el ritmo poético del
lenguaje de Nahum, el dramatismo de sus metáforas y la sonoridad de sus
palabras evocan el rodar de los carros de guerra, el galopar de los
caballos y el furioso
fragor de la batalla. Y hasta parece escucharse como brotando de ese
fondo de desastre y de muerte, el clamor victorioso del pueblo de Dios. |
Nahum
1
Profecía sobre ninive. Libro de la visión de
Nahum de elcos. “Jehová es Dios celoso y vengador; Jehová es vengador y esta
lleno de indignación; se venga de
sus adversarios y se enoja con sus
enemigos. Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por
inocente al culpable. Jehová marcha sobre la tempestad y el torbellino, y las
nubes son el polvo de sus pies. Amenaza al mar y lo seca, y agota todos los ríos;
el basan y el carmelo languidecen, y
la flor del Líbano se marchita. Ante el tiemblan los montes, y los collados se
derriten. La tierra se conmueve en su presencia, el mundo y todos los que en el
habitan. ¿Quién puede resistir su ira? ¿Quién quedara en pie ante el ardor
de su enojo? Su ira se derrama como fuego y ante el se quiebran las peñas.
Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia, y conoce a los que en el
confían. Mas con inundación impetuosa consumirá a sus adversarios, y las
tinieblas perseguirán a sus enemigos. ¿Qué pensáis contra Jehová? ¡El
extermina por completo; no tomara venganza dos veces de sus enemigos! Aunque sea
como espinos entretejidos y estén empapados en su embriaguez, serán consumidos
como hojarasca completamente seca. “De ti salió el que tramo el mal contra
Jehová, un consejero perverso. “Así ha dicho Jehová: “Aunque tengan
reposo y sean tantos, aun así serán talados, y el pasara. Bastante te he
afligido; no te afligiré mas, porque ahora quebrare el yugo que pesa sobre ti,
y romperé tus cadenas”. “Pero acerca de ti mandara Jehová que no quede ni
memoria de tu nombre: De la casa de tu dios destruiré escultura y estatua de
fundición; allí pondré tu sepulcro, porque fuiste vil”. “¡Mirad! Sobre
los montes los pies del que trae buenas nuevas, del que nunca la paz. Celebra,
juda, tus fiestas, cumple tus votos, porque nunca mas te invadirá el malvado;
ha sido destruido del todo.
2
“¡ Un destructor avanza contra ti! ¡Monta guardia en
la fortaleza! ¡Vigila el camino! ¡Cíñete la cintura! ¡Reúne todas
las fuerzas! Porque Jehová restaura la gloria de jacob, así como la gloria de
Israel, porque saqueadores los saquearon y estropearon sus sarmientos. El escudo
de sus valientes esta enrojecido, los hombres de su ejercito visten de grana, el
carro flamea como fuego de antorchas; el día que se prepare, temblaran los
cipreses. Los carros se precipitan a las plazas, con estruendo ruedan por las
calles; su aspecto es como de antorchas encendidas, corren como relámpagos. Se
convocan a los valientes, se atropellan en su marcha, se apresura hacia el muro
donde se prepara la defensa. Las puertas de los ríos se abren y el palacio es
destruido. Llevan cautiva a la reina, le ordena que suba, y sus criadas la
llevan gimiendo como palomas golpeándose sus pechos. Ninive es como un estanque
cuyas aguas se escapan. Gritan: “¡Deteneos, Deteneos!”, pero ninguno mira.
¡Saquead plata, Saquead oro! ¡Hay riquezas sin fin, y toda clase de objetos
suntuosos y codiciables! “ Vacía, agotada
y desolada esta, su corazón desfallece, le tiemblan las rodillas, tiene dolor
en las entrañas; los rostros están demudados. ¿Qué queda de la cueva de los
leones y de la guarida de los cachorros de los leones, donde se recogían el león
y la leona, y los cachorros del león, y no había quien los espantara? El león
arrebataba en abundancia para sus cachorros, y despedazaba para sus leonas,
llenaba de presas sus cavernas, y de robo sus guaridas”. “¡Aquí estoy
contra ti!, dice Jehová de los ejércitos.
Quemare y reduciré a humo tus carros, y la espada devorara tus leoncillos;
acabare con el robo en tu tierra y nunca mas se oirá la voz de tus mensajeros.
3
“¡Ay de ti,
ciudad sanguinaria, toda llena de mentira y de pillaje! ¡Tu rapiña no
tiene fin! Chasquido de látigo, estrépito de ruedas, caballos a galope, carros
que saltan, cargas de caballería, resplandor de espada y resplandor de danza.
¡Multitud de heridos, multitud de cadáveres! ¡Cadáveres sin fin! La gente
tropieza con ellos. Y todo por culpa de las fornicaciones de la ramera de
hermosa gracia, maestra en hechizos, que seduce a las naciones con sus
fornicaciones y a los pueblos con sus hechizos. “¡Aquí estoy contra ti!,
dice Jehová de los ejércitos. Te levantare las faldas hasta el rostro y
mostrare a las naciones tu desnudez, a los reinos tu vergüenza.
Echare sobre ti inmundicias, te avergonzare y te pondré como estiércol.
Todos los que te vean se apartaran de ti y dirán: “¡Ninive ha quedado
desolada! ¿Quién se compadecerá de ella? ¿Dónde te buscare
consoladores?”. ¿Eres tu mejor que Tebas, que estaba asentada junto al
Nilo, rodeada de aguas, cuyo baluarte era el mar y tenia aguas por muro? Etiopía
y Egipto eran su fortaleza,
y eso sin limite; Fut y libia fueron sus aliados. Sin embargo, ella fue llevada
en cautiverio; también sus pequeños fueron
estrellados en las encrucijadas de todas las calles; sobre sus nobles echaron
suertes, y todos sus grandes fueron aprisionados con grillos. Tu también serás
embriagada y serás encerrada; tu también buscaras refugio a causa del enemigo.
Todas tus fortalezas serán cual
higueras cargadas de brevas, que, si las sacuden, caen en la boca del que las ha
de comer. Tus ropas, dentro de ti, son como mujeres. Las puertas de tu tierra se
abrirán de par en par a tus enemigos y el fuego consumirá tus cerrojos. Provéete
de agua para el asedio, refuerza tus fortalezas, entra en el lodo y pisa el
barro, y refuerza el horno. Allí te consumirá
el fuego, te talara la espada, te devorara como el pulgon. ¡Multiplicaste como
la langosta! ¡multiplicaste como el saltamontes! Multiplicaste tus mercaderes
mas que las estrellas del cielo; la langosta hace presa y vuela. Tus príncipes
serán como langostas y tus grandes como nubes de langostas que se posan sobre
las cercas en los días de frío; al salir el sol se van,
sin que nadie sepa a donde. “¡Se han dormido tus pastores rey de asiría!
Reposan tus valientes, tu ejercito se disperso por los montes y no hay quien lo
junte. ¡No hay medicina para tu quebradura, tu herida es incurable! Todos los
que oyen acerca de ti aplauden tu ruina, porque ¿sobre quien no ha pasado sin
tregua tu maldad?”.