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Uno de los cuatro grandes profetas del siglo VIII a.C. miqueas fue contemporáneo de Isaías, óseas, y amos. Como Isaías ejerció su actividad en juda; pero dirigió también sus proclamas a Israel, el reino del norte. En miqueas se descubre lo mismo que en amos un interés inmediato por problemas característicos de la sociedad agrícola. Sin duda en ella se había desarrollado la personalidad del profeta, puesto que las labores del campo eran las propias de la sefela, región a la que moreset pertenecía. Allí conoció miqueas desde niño las amarguras del campesino humilde y sometido a la prepotencia de quienes codician campos...,oprimen al hombre y a su familia, al hombre y a su heredad. El libro de miqueas (=miq) consta de tres partes. En la primera predominan los temas de índole social, con el transfundo critico del profetismo de aquella época. Con tonos extremadamente duros, miqueas reprende a samaria y a Jerusalén, es decir a Israel y a juda. En la segunda sección del libro, todavía se escucha el eco de las anteriores amenazas pero predomina ya la esperanza de un tiempo ultimo en el que juda e Israel andarán en el nombre de Jehová, nuestro Dios, eternamente y para siempre. De Belén el pequeño pueblo donde nació  el rey David saldrá otro rey que será señor en Israel y que también será nuestra paz. Entonces convertirán sus espadas en azadones y sus lanzas en hoces. Ninguna nación alzara la espada contra otra nación. En su tercera sección el texto de miqueas se dirige particularmente a Israel. Hay amargura en el profeta cuando reprocha la infidelidad con que el pueblo responde a la bondad de Dios. No obstante prevalece la seguridad de que todavía el señor tendrá misericordia  del pequeño remanente de su heredad. Este estará constituido por los que hayan quedado limpios de pecado e infidelidades, tras la prueba purificadora que el señor traerá sobre Israel. Al final del libro miqueas expresa su confianza en que Dios, el cual se deleita en la misericordia, cuidara a Israel también en el futuro como ya hizo cuando lo saco de Egipto y le mostró sus maravillas. - el juicio de Dios sobre Israel y sobre juda (cap. 1-3) – el reinado universal de Jehová (cap.4-5) – la corrupción de Israel y la misericordia de Dios (cap. 6-7).

Miqueas

1 Palabra de Jehová  que fue dirigida a Miqueas de moreset en los días de jotam, acaz y ezequias, reyes de juda; lo que vio sobre samaria y Jerusalén.  “Oíd, pueblos todos; esta atenta, tierra, y cuanto hay en ti. Jehová, el señor, el señor desde su santo templo, sea testigo contra vosotros.  Porque Jehová sale de su lugar, desciende y camina sobre las alturas de la tierra. Los montes se derretirán debajo de el y los valles se hendirán como la cera delante del fuego, como las aguas que corren por una pendiente. Todo esto por la rebelión de jacob, por los pecados de la casa de Israel. ¿Cuál es la rebelión de jacob? ¿no es acaso samaria? ¿Cuál es el lugar alto de juda? ¿no es acaso Jerusalén? “Haré, pues, de samaria montones de ruinas, tierra para plantar viñas. Derramare sus piedras por el valle y descubriré sus cimientos. Todas sus estatuas serán despedazadas, todos sus dones serán quemados en el fuego, y asolare todos sus ídolos, porque con salarios de prostitutas los junto, y el salario de prostitucion volverán a ser. “ Por esto me levantaré y gemiré; andaré descalzo y desnudo, aullando como los chacales, lamentándome como los avestruces. Porque su herida es dolorosa, y llego hasta juda; llego hasta la puerta de mi pueblo, hasta Jerusalén. No lo digáis en gat, ni lloréis mucho; revolcaos en el polvo de bet-le-afra. ¡Retírate, morador de safir, desnudo y con vergüenza! ¡No sale el morador de zaanan! ¡Hay llanto en betsel! A vosotros se os quitara la ayuda. Porque los moradores de marot anhelaron ansiosamente el bien, pues Jehová ha hecho que el mal descienda hasta las puertas de Jerusalén. Uncid al carro bestias veloces, moradores de laquis. Allí comenzó el pecado de la hija de Sión, porque en  vosotros se hallaron las rebeliones de Israel. Por tanto, darás dones a morset-gat; las casas de aczib servirán de trampa a los reyes de Israel. “Aun os enviare un nuevo conquistador, moradores de maresa, y la flor de Israel huirá hasta adulam. Arráncate los cabellos, córtalos, por los hijos que tanto amas; hazte calvo como el buitre, porque van al cautiverio lejos de ti”.

2 “¡Ay de los que en sus camas piensan iniquidad y maquinan el mal, y cuando llega la mañana lo ejecutan, porque tienen en sus manos el poder! Codician  campos y los roban; casas, y las toman; oprimen al hombre y a su familia, al hombre y a su heredad. Por tanto, así ha dicho Jehová: Yo planeo contra esta gente un mal del cual no librareis el cuello, no andaréis erguidos, porque el tiempo será malo. En el aquel tiempo se os dedicara un refrán, y se os entonara una lamentación diciendo: “Del todo fuimos destruidos; el ha cambiado la heredad de mi pueblo. ¡Como nos quito nuestros campos! ¡Los dio y los repartió a otros!”. Por tanto, no habrá quien reparta heredades a suerte en la congregación de Jehová. “No profeticéis, dicen a los que profetizan; no les profeticen porque no les alcanzara la vergüenza. Tu que te dices casa de jacob, ¿acaso se ha agotado el espíritu de Jehová? ¿Son estas sus obras? ¿no hacen mis palabras bien al que camina rectamente? El que ayer era mi pueblo, sea levantado como enemigo; a los que pasaban confiados les quitasteis el manto de encima del vestido, como adversarios de guerra. A las mujeres de mi pueblo echasteis fuera de las casas que eran su delicia; a sus niños quitasteis mi perpetua alabanza. Levantaos y andad, porque este no es lugar de reposo, pues esta contaminado, corrompido grandemente. Si alguno anda inventando falsedades y, mintiendo, dice: “por vino y sidra profetizare para ti”, ese si será el profeta de este pueblo. “De cierto te juntare todo, Jacob, recogeré ciertamente el resto de Israel; lo reuniré como a ovejas de bosra, como un rebaño en medio de su aprisco, y harán el estruendo de una multitud. Subirá el que abre caminos delante de ellos; abrirán camino, pasaran la puerta y saldrán por ella. ¡Su rey pasara delante de ellos, y Jehová a su cabeza!”.

3 Después dije: “Oid ahora, príncipes de Jacob, y jefes de la casa de Israel: ¿No concierne a vosotros saber lo que es justo? Pero vosotros aborrecéis lo bueno y amáis lo malo, le quitáis a la gente la piel y la carne de encima de sus huesos; asimismo coméis la carne de mi pueblo, arrancáis la piel de sobre ellos, le quebráis los huesos y los despedazáis como para el caldero, como si fuera carne en la olla. Un día clamareis a Jehová,  pero el no os responderá, antes esconderá de vosotros su rostro en  ese tiempo, por  cuanto hicisteis obras malvadas. “Así a dicho Jehová acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo y claman: “¡ Paz!”, cuando tienen algo que comer, y al que  no les da de comer, le declaran la guerra: “Por eso, de la profecía se os hará noche, y oscuridad del adivinar. Sobre los profetas se pondrá el sol, el día se oscurecerá sobre ellos. Serán avergonzados los profetas y se confundirán los adivinos. Todos ellos cerraran sus labios, porque no hay respuesta de Dios. Mas yo estoy lleno del poder del espíritu de Jehová, de juicio y de fuerza, para denunciar a Jacob su rebelión y a Israel su pecado. “Oíd ahora esto, jefes de la casa de Jacob y capitanes de la casa de Israel, que abomináis el juicio y pervertís todo derecho, que edificáis a Sión con sangre y a Jerusalén con injusticia. Sus jefes juzgan por cohecho, sus sacerdotes enseñan por precio, sus profetas adivinan por dinero, y se apoyan en Jehová, diciendo: “¿no esta Jehová entre nosotros? No vendrá  sobre nosotros ningún mal”. Por eso, a  causa de vosotros, Sión será un campo arado, Jerusalén se convertirá en montones de ruinas y el monte de la casa se cubrirá de bosque”.

4 “Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa de Jehová será colocado a la cabeza de los montes, mas alto que los collados, y acudirán a el los pueblos. Vendrán muchas naciones, y dirán: “Venid, subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de jacob; el nos enseñara en sus caminos y andaremos por sus veredas”, porque de Sión saldrá la ley y de Jerusalén la palabra de Jehová. El juzgara entre muchos pueblos y corregirá a naciones poderosas y lejanas. Ellos convertirán sus espadas en azadones y sus lanzas en hoces. Ninguna nación alzara la espada contra otra nación ni se preparara mas para la guerra. Se sentara cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien les infunda temor. ¡La boca de Jehová de los ejércitos ha hablado! Aunque todos los pueblos anden cada uno en el nombre de su dios, con todo, nosotros andaremos en el nombre de Jehová, nuestro Dios, eternamente y para siempre. “En aquel día, dice Jehová, recogeré las ovejas cojas, reuniré a las descarriadas y a la que afligí. De las cojas haré un remanente de las descarriadas una nación robusta. Entonces reinara Jehová sobre ellos en el monte Sión, desde ahora y para siempre. Y tu, torre del rebaño, fortaleza de la hija de Sión, tu recobraras el señorío de antaño, el reino de la hija de Jerusalén. “Ahora, ¿por qué gritas tanto? ¿acaso no tienes rey? ¿pereció tu consejero y te atenaza el dolor como a una mujer de parto? Quéjate y gime, hija de Sión, como mujer que esta de parto, porque ahora saldrás  de la ciudad y moraras en el campo. Llegaras hasta babilonia y allí serás librada; allí te redimirá Jehová de manos de tus enemigos. “Ahora se han juntado muchos naciones en contra tuya, y dicen:”¡ Que sea profanada y se recreen nuestros ojos a la vista de Sión!”. Mas ellos no conocieron los pensamientos de Jehová, ni entendieron su consejo, por lo cual los junto como gavillas en la era. ¡Levántate y trilla, hija de Sión! Porque haré tu cuerno como de hierro, y tus uñas, de bronce: desmenuzaras a muchos pueblos y consagraras a Jehová su botín, y sus riquezas, al señor de toda la tierra”.

5 “ Rodéate ahora de muros, hija de guerreros, pues nos han sitiado y herirán con vara en la mejilla al juez de Israel. Pero tu belén efrata, tan pequeña entre las familias de juda, de ti ha de salir el que será señor en Israel; sus orígenes se remontan al inicio de los tiempos, a los días de la eternidad. Pero los dejara hasta el tiempo que de a luz la que ha de dar a luz, y el resto de sus hermanos volverá junto a los hijos de Israel. Y el se levantara y los apacentara con el poder de Jehová, con la grandeza del hombre de Jehová, su Dios; y moraran seguros porque ahora será engrandecido hasta los confines de la tierra. El será nuestra paz. Cuando el asirio venga a nuestra tierra y entre en nuestros palacios, entonces enviaremos contra el siete pastores y ocho hombres principales, que devastara a espada la tierra de asiria, a filo de espada, la tierra de nimrod. El nos librara del asirio cuando venga contra nuestra tierra y pise nuestras fronteras. El remanente de jacob será en medio de muchos pueblos como el rocío de Jehová, como lluvias que caen sobre la hierba, las cuales no esperan al hombre, ni aguardan para nada a los hijos de los hombres. Asimismo el remanente de jacob será entre las naciones, en medio de muchos pueblos, como el león entre las bestias de la selva, como el cachorro del león entre las manadas de ovejas, el cual pasa, pisotea y arrebata, y no hay presa que de el escape. Tu mano se alzara sobre tus enemigos, y todos tus adversarios serán destruidos. “Acontecerá en aquel  día, dice Jehová, que haré matar los caballos que posees y haré destruir tus carros. Haré también  destruir las ciudades de tu tierra y arruinare todas tus fortalezas. Asimismo extirpare de tus manos las hechicerías,  y no se hallaran en ti adivinos. Destruiré de en medio de ti tus esculturas y tus imágenes y nunca mas te inclinaras ante la obra de tus manos. Arrancare de en medio de ti tus imágenes de asera y destruiré tus ciudades. Con ira y con furor me vengare de las naciones que no obedecieron”.

6 “ Oíd ahora lo que dice Jehová: ¡ Levántate, pelea contra los montes y oigan los collados tu voz! Oíd, montes y fuertes cimientos de la tierra, el pleito de Jehová, porque Jehová tiene un pleito con  su pueblo y altercara con Israel. “Pueblo mío, ¿qué te he hecho o en que te he molestado? Di algo en mi contra. Te hice subir de la tierra de Egipto, te redimí de la casa de servidumbre y envíe delante de ti a moisés, Aarón y a María. Pueblo mío, acuérdate ahora que aconsejo balac, rey de moab, y que le respondió balaam hijo de beor, desde sitim hasta gilgal, para que conozcas las justicias de Jehová. “¿Con que me presentare ante Jehová y adorare al Dios Altísimo? ¿Me presentare ante el con holocaustos, con becerros de un año? ¿Se agradara Jehová de millares de carneros o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi rebelión el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma? Hombre,  el te ha declarado lo que es bueno, lo que pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, amar misericordia y humillarte ante tu Dios. “La voz de Jehová clama a la ciudad. ¡Es  de sabios temer a tu nombre! “prestad atención al castigo y a aquien lo establece. ¿Hay aun  en casa del impío tesoros de impiedad y medida escasa que sea detestable? ¿Daré por inocente al que tiene balanza falsa y bolsa de pesas engañosas? Sus ricos se colmaron de rapiña sus moradores hablaron mentira y tienen en su boca una lengua engañosa. Por eso yo también te debilite, desvastandote por tus pecados. Comerás, mas no te saciaras, tu abatimiento estará en medio de ti; recogerás, mas no salvaras nada y lo que logres salvar lo entregare yo a la espada. Sembraras, mas no segaras; pisaras aceitunas, mas no te ungirás con el aceite; también uvas, mas no beberás el  vino. Has guardado los mandamientos de omri y toda obra de la casa de acab,  y en los consejos de ellos has andado; por eso yo te entregare a la desolación y a tus moradores a la burla. Llevareis, por tanto, el aprobio de mi pueblo”.

7 “¡Ay de mi! porque estoy como  cuando han recogido los frutos del verano, como cuando han rebuscado después de la vendimia y no queda racimo para comer, ni uno de esos frutos que tanto desea mi alma. Falto el misericordioso de la tierra;  no queda entre los hombres ningún justo. Todos acechan en busca de sangre; cada cual tiende una red a su hermano. Para completar la maldad con sus manos,  el príncipe demanda y el juez juzga por recompensa; el poderoso habla según  el capricho de su alma, y ellos lo confirman.  El mejor de ellos es como el espino, el mas recto, como zarzal. El día de tu castigo viene,  el que anunciaron tus atalayas; ahora será su confesión. No creáis en amigo ni confiéis en príncipe; de la que duerme a tu lado cuídate, no abras tu boca.  Porque el hijo deshonra al padre, la hija se levanta contra la madre, la nuera contra su suegra, y los enemigos del hombre son los de su casa. Mas yo volveré mis ojos a Jehová, esperare al Dios de mi salvación; el Dios mío me oirá. Tu, enemiga mía,  no te alegres de mi, porque aunque caí, me levantare; aunque more en tinieblas, Jehová será mi luz. La ira de Jehová soportare, porque peque contra el, hasta que juzgue mi causa y me haga justicia. El me sacara a la luz y yo veré su justicia. Lo vera mi enemiga y se cubrirá de vergüenza , la que me decía: “¿Dónde esta Jehová, tu Dios?”. Mis ojos se recrearan al verla, cuando sea pisoteada como el lodo en las calles. “Viene el día en que se edificaran tus muros; aquel día se extenderán los limites. En ese día vendrán hasta ti desde asiria y a las ciudades fortificadas, y desde las ciudades fortificadas hasta el río, de mar a mar y de monte a monte. La tierra será asolada a causa de sus moradores, por el fruto de sus obras. “Apacienta a tu pueblo con tu cayado, al rebaño de tu heredad que mora solo en la montaña, en campo fértil; que sean apacentados en basan y galaad, como en el tiempo pasado. Como en los días en que saliste de Egipto, yo les mostrare maravillas. Las naciones lo verán y se avergonzaran de todo su poderío; se pondrán la mano sobre la boca y ensordecerán sus oídos. Lamerán el polvo como la culebra, como las serpientes de la tierra; temblaran en sus encierros se volverán amedrentados ante Jehová, nuestro Dios, y temerán ante ti. “¿Qué Dios hay como tu, que perdona la maldad y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en la misericordia. El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultara nuestras iniquidades y echara a lo profundo del mar todos nuestros pecados. Mantendrás tu fidelidad a Jacob, y a Abraham tu misericordia, tal como lo juraste a nuestros padres desde tiempos antiguos”.

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