De
este personaje bíblico solamente sabemos que fue profeta y que se
llamaba abacuc. Partiendo de la referencia a los caldeos, nación cruel
y presurosa, algunos han deducido que Habacuc profetizo en tiempos
cercanos a la destrucción de ninive (612 a.C.); pero hay también
quienes piensan que lo hizo entre el año 605 a.C. principio del reinado
de nabucodonosor en babilonia y el 597 a.C. año de la caída de Jerusalén.
El simbolismo posterior a babilonia como cumbre de opresión maldad y
violencia, acrecienta las dificultades de esa datación. A partir del
titulo, la profecía de Habacuc (=hab) consta de tres secciones. La
primera es una especie de dialogo entre Dios y el profeta. Habacuc
clama a causa de la violencia y la injusticia practicadas por las
gentes de su nación, y el señor le responde afirmando que la maldad
será castigada y que los caldeos serán el brazo ejecutor del castigo.
Pero con esta respuesta crece la confusión del profeta que no comprende
como Dios puede valerse de los crueles caldeos para invadir y arrasar el
país: ¿ por que... callas cuando destruye el impío al mas justo que
el?. En la segunda parte, Dios invita al profeta a poner en el toda su
confianza. Vendrá un día en que también los caldeos serán abatidos.
Su propia soberbia los consumirá cuando llegue el momento del triunfo
de la justicia, cuando el malvado recibirá el pago merecido, en tanto
que el justo por su fe vivirá. El capitulo 3 constituye la tercera
sección del libro. Es un salmo compuesto para cantar la gloria de Jehová
y para expresar la seguridad del profeta en la protección que le
dispensara el señor que es su fortaleza.
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1
Profecía que el profeta Habacuc recibió en una visión: “¿ Hasta
cuando, Jehová, gritare sin que tu escuches, y clamare a causa de la violencia
sin que tu salves? ¿Por qué me haces ver iniquidad y
haces que vea tanta maldad? Ante mi solo hay destrucción y violencia;
pleito y contienda se levantan. Por eso la ley se debilita y el juicio no se
ajusta a la verdad; el impidió asedia al justo, y así se tuerce la justicia.
“Mirad entre las naciones, ved y asombraos, porque haré una obra en vuestros
días, que, aun cuando se os
contara, no la creeríais. Porque yo levanto a los caldeos, nación cruel y
presurosa, que camina por la anchura de la tierra para poseer las moradas
ajenas. Formidable es y terrible; de ella misma proceden su justicia y su
dignidad. Sus caballos son mas ligeros que leopardos, mas feroces que lobos
nocturnos, y sus jinetes se multiplicaran. Vienen de lejos sus jinetes, velan
como águilas que se apresuran a devorar. Toda ella acude a la violencia; el
terror va delante de ella, y recoge
cautivos como arena. Se mofa de los reyes, y de los príncipes hace burla;
se ríe de las fortalezas, levanta terraplenes y las toma. Luego pasa
como el huracán, y peca porque hace de su fuerza su dios. “¿No eres tu desde
el principio, Jehová, Dios mío,
santo mío? No moriremos. Jehová, para juicio lo pusiste;
y tu, roca, lo estableciste para castigar. Muy limpio eres de ojos para
ver el mal, ni puedes ver el agravio; ¿por qué, pues, ves a los criminales y
callas cuando destruye el impío al que es mas
justo que el? Tratas a los
hombres como a peces del mar, como a reptiles que no tienen dueño. A todos los
pesca con anzuelo, los recoge con su red, los junta en sus mallas; por lo cual
se alegra y se regocija. Por eso ofrece sacrificios a su red y quema incienso a
sus mallas, porque gracias a ellas
su porción es abundante y sabrosa su comida. ¿Vaciara sin cesar su red y
seguirá aniquilando sin piedad a las naciones?”.
2
“En mi puesto de guardia estaré,
sobre la fortaleza afirmare el pie. Velare para ver lo que se me dirá y que he
de responder tocante a mi queja. “Jehová me respondió y dijo: “Escribe la
visión, grábala en tablas, para que pueda leerse de corrido. Aunque la visión
tarda en cumplirse, se cumplirá
a su tiempo, no fallara. Aunque tarde, espérala, porque sin duda vendrá, no
tardara. Aquel cuya alma no es recta se enorgullece; mas el justo por su fe
vivirá”. “Además, el que es dado al vino es traicionero, hombre orgulloso,
que no prosperara; ensanchando como el sol su garganta y es insaciable como la
muerte, aunque reúna para si todas las naciones
y acapare para si todos los pueblos. “¿No entonaran todos estos contra el
refranes y sarcasmos? Dirán: “¡Ay del
que multiplico lo que era suyo! ¿hasta cuando seguirá acumulando prenda tras
prenda?”. “¿No se levantaran de repente tus deudores y se despertaran los
que te harán temblar? Tu serás como despojo para ellos. Pero
cuanto has despojado a muchas naciones, todos los otros pueblos te
despojaran a ti, a causa de la sangre de los hombres, y de las violencias hechas
a la tierra, a las ciudades y a todos los que en ellas habitaban. “¡Ay
del que codicia injusta ganancia para su casa, para poner en alto su
nido, para escaparse del poder del mal! Tomaste consejo vergonzoso para tu casa,
asolaste muchos pueblos y has
pecado contra tu vida. Porque la piedra clamara desde el muro y la tabla del
enmaderado le responderá. “¡Ay del
que edifica con sangre la ciudad y del que la funda sobre la maldad! ¿No viene
esto de Jehová de los ejércitos? Los pueblos, pues,
trabajaran para el fuego, y las naciones se fatigaran en vano. Porque la
tierra se llenara del conocimiento de la gloria de Jehová, con las aguas cubren
el mar. “¡Ay del que da de beber
a su prójimo! ¡Ay de ti, que le acercas tu
hiel y lo embriagas para mirar su desnudez! Te has llenado de deshonra mas que
de honra; bebe tu también y serás descubierto; el cáliz de la mano derecha de
Jehová vendrá hasta ti y convertirá en humillación tu gloria. Porque la rapiña
del Líbano caerá sobre ti y la destrucción de las fieras te quebrantara, a
causa de la sangre de los hombres, y de las violencias hechas a la tierra, a las
ciudades y a todos los que en ellas habitaban. “¿De que sirve la escultura
que esculpió el que la hizo, la estatua de fundición que enseña mentira, para
que el artífice confíe en su obra haciendo imágenes mudas? “¡Ay del que
dice al palo: “Despiértate”; y a la piedra muda: “levántate”! ¿Podrán
acaso enseñar? Aunque esta cubierto de oro y plata, no hay espíritu dentro de
el. Mas Jehová esta en su santo templo: ¡calle delante de el toda la
tierra!”.
3
Oración del profeta Habacuc, sobre sigionot “¡ Jehová, he oído tu palabra
y te mi! ¡Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos hazla conocer; en la
ira acuérdate de la misericordia! Dios viene de teman; el santo, desde el monte
paran. Selah. “Su gloria cubrió los cielos, la tierra se lleno de su
alabanza. Su resplandor es como la luz. Rayos brillantes salen de su mano; allí
esta escondido su poder. Delante de sus rostro va la mortandad, y tras sus pies
carbones encendidos. Se levanta y mide la tierra; mira, y se estremecen las
naciones. Los montes antiguos se desmoronan , los collados antiguos se
derrumban; pero sus caminos son eternos. “He visto las tiendas de cusan en
aflicción; las tiendas de la tierra de madian tiemblan. ¿Te has aireado, Jehová,
contra los ríos? ¿contra los ríos te has airado? ¿Arde tu ira contra el mar
cuando montas en tus caballos, en tus carros de victoria? “Tienes tu arco
preparado; los juramentos a las tribus fueron palabra segura. Salah. “Has
hendido la tierra con los ríos. Te ven los montes y temen; pasa la
inundación; el abismo deja de oír su
voz y alza sus manos a lo alto. El sol y la luna se detienen en su lugar, a la
luz de tus saetas que cruzan, al resplandor de tu refulgente lanza. Con ira
pisas la tierra, con furor pisoteas las naciones. Has salido para socorrer a tu
pueblo, para socorrer a tu ungido. Has abatido la cabeza de la casa del impío,
has descubierto el cimiento hasta la roca. Selah. “Traspasaste con sus propios
dardos las cabezas de sus guerreros, que como tempestad acometieron para
dispersarme, regocijados como su fueran a devorar al pobre en secreto.
“Caminas en el mar con tus caballos sobre la mole de las muchas aguas. Oí, y
se conmovieron mis entrañas; al oír la voz temblaron mis labios. Pudrición
entro en mis huesos, y dentro de mi me estremecí. Tranquilo espero el día de
la angustia que vendrá sobre el pueblo que nos ataca. “Aunque la higuera no
florezca ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo y los
labrados no den mantenimiento, aunque las ovejas sean quitadas de la majada y no
haya vacas en los corrales, con
todo, yo me alegrare en Jehová, me gozare en el Dios de mi salvación. Jehová,
el señor, es mi fortaleza; el me da pies como de ciervas y me hace caminar por
las alturas”. Al jefe de los cantores. Para instrumentos de cuerdas.