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Filipos estaba situada sobre la celebre vía egnatia, que comunicaba roma con Asia menor. Se alzaba a unos 12 Km., de la costa norte del mar egeo, junto al limite de la región Macedonia con al de tracia. Allí se predico por primera vez el evangelio en Europa. La epístola a los filipenses (=flp), junto con la dirigida a filemon es la mas personal de cuantas poseemos de pablo. Mas parece responder a vivos sentimientos de afecto que al propósito de ofrecer un texto bien planificado y teológicamente articulado. No obstante hay en ella profundos pensamientos así como consejos y enseñanzas practicas para la vida de los cristianos y para la marcha de la iglesia. Desde la acción de gracias inicial, dos notas predominan en la epístola: el gozo que caracteriza a una fe madura y el amor  de pablo a la iglesia de filipos. El cuerpo principal de la carta transcurre entre un prologo lleno de expresiones entrañables y un  epilogo revelador de la generosidad de los filipenses. El texto se desarrolla en una variada sucesión de temas y motivos de reflexión: a) pablo da testimonio de que incluso la cárcel brinda oportunidades de anunciar el evangelio. b) este pasaje contiene una declaración fundamental de la fe cristiana: un himno dedicado al hijo de Dios preexistente y eterno. C) sigue una referencia personal a Timoteo y epafrodito colaboradores del apóstol. d) parece seguro que también a macedonia habían llegado algunos maestros judaizantes que con su insistencia en mantener vigilante la ley de moisés y especialmente la practica de la circuncisión, perturbaban la fe de los cristianos de origen gentil. e) la alegría de la salvación ha de ser constante en la vida del cristiano. f) insiste en manifestar su agradecimiento para la solicitud con que los filipenses lo habían atendido en diversas ocasiones. - introducción. Vivir en cristo.  El ministerio de pablo. Gozo y gratitud. Salutaciones finales.

Epístola del apóstol san pablo a los Filipenses

1 Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos en cristo Jesús que están en filipos, con los obispos y diáconos: gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro padre y del señor Jesucristo. Doy gracias a mi  Dios siempre que me acuerdo de vosotros. Siempre  en todas mis oraciones ruego con gozo por todos vosotros, por vuestra comunión en el evangelio desde el  primer día hasta ahora, estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra la perfeccionara hasta el día de Jesucristo. Y es justo que yo sienta esto de todos vosotros, porque os tengo en el corazón; y en mis prisiones, y en la defensa y confirmación del evangelio, todos vosotros sois participantes conmigo de la gracia. Dios  me es testigo de cómo os amo a todos vosotros con el entrañable amor de Jesucristo. Y esto  pido en oración:  que vuestro amor abunde aun mas y mas en conocimiento y en toda comprensión, para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios. Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me  han sucedido, han contribuido mas bien al progreso del evangelio, de tal manera que en todo el pretorio y entre todos los demás se ha hecho evidente que estoy preso por causa de cristo. Y la mayoría de los hermanos, cobrando animo en el señor con mis prisiones, se atreven mucho mas a hablar la palabra sin temor. Algunos, a la verdad, predican a cristo por envidia y rivalidad; pero otros lo hacen de buena voluntad. Los unos anuncias a cristo por rivalidad, no sinceramente, pensando añadir aflicción a mis prisiones; pero los otros por amor, sabiendo que estoy  puesto para la defensa del evangelio. ¿Qué, pues?. Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, cristo es anunciado; y en esto me gozo y me gozare siempre, porque se que por vuestra oración y la suministración del espíritu de Jesucristo, esto resultara en mi liberación, conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado cristo en mi cuerpo, tanto si vivo como si muero, porque para mi el vivir es cristo y el morí, ganancia. Pero si el vivir en la carne resulta para mi en beneficio de la obra, no se entonces que escoger: De ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es mas necesario por causa  de vosotros. Y confiado en esto, se que quedare, que aun permaneceré con todos  vosotros, para  vuestro provecho y gozo de la fe, para que abunde vuestra gloria de mi en cristo Jesús por mi presencia otra vez entre vosotros. Solamente os ruego que os comportéis como es digno del evangelio de cristo, para que, sea que vaya a veros o que este ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio y sin dejaros  intimidar por los que se oponen, que para ellos ciertamente es indicio de perdición, pero para vosotros de  salvación; y esto procede de Dios. A vosotros os es concedido a causa de cristo, no solo que creáis en el, sino también que padezcáis por el, teniendo el mismo conflicto que habéis visto en mi y ahora oís que hay en mi.

2 Por tanto, si hay algún consuelo en cristo, si algún estimulo de amor, si alguna comunión del espíritu, si algún afecto entrañable , si alguna misericordia, completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. Nada hagáis por rivalidad o por vanidad; antes bien, con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a el mismo. No busquéis vuestro propio provecho, sino el de los demás. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en cristo Jesús: El, siendo en forma de Dios, no estimo el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojo a si mismo, tomo la forma de siervo y se hizo semejante a los hombres.  Mas aun, hallándose en la condición de hombre, se humillo a si mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por eso Dios también lo exalto sobre todas las cosas y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, en la tierra y debajo  de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el señor, para gloria de Dios padre. Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no solamente cuando estoy presente, sino mucho mas ahora que estoy ausente, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad. Haced todo sin murmuraciones ni discusiones, para que seáis irreprochables y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como lumbreras en el mundo, asidos de la palabra de la vida, para que en el día de cristo yo pueda gloriarme de que  no he corrido en vano, ni en vano he trabajado. Y aunque sea derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y regocijo en todos vosotros. Asimismo gozaos y regocijaos también vosotros conmigo. Espero en el señor Jesús enviaros pronto a Timoteo, para que yo también este de buen animo al tener noticias vuestras, porque no tengo a ningún otro que comparta mis sentimientos y que tan sinceramente se interese por vosotros, pues todos buscan sus propios intereses y no los de cristo Jesús. Pero ya conocéis los meritos de el, que como hijo a padre ha servido conmigo en el evangelio. Así que a este espero enviaros, luego que yo vea como van mis asuntos; y confió en el señor que yo también iré pronto a vosotros. Pedro me pareció necesario enviaros a epafrodito, mi hermano, colaborador y compañero de milicia, a quien vosotros enviasteis a ministrar para mis necesidades. El tenia gran deseo de veros a todos vosotros, y se angustio mucho porque os habíais enterado de su enfermedad. En verdad estuvo enfermo, a punto de morir; pero Dios  tuvo misericordia de el, y no solamente de el, sino también de mi, para que yo no tuviera tristeza sobre tristeza. Así que me apresuro a enviarlo, para que al verlo de nuevo, os gocéis, y yo  este con menos tristeza. Recibidlo, pues, en el señor, con todo gozo, y tened  en estima a los que son como el, porque por la obra de cristo estuvo próximo a la muerte, exponiendo su vida para suplir lo que os faltaba en vuestro servicio por mi.

3 Por lo demás, hermanos, gozaos en el señor. Para mi no es molestia el escribiros las mismas cosas, y para vosotros es útil. Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los que mutilan el cuerpo. Nosotros somos  la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne, aunque yo tengo también de que confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de que confiar en la carne, yo mas: circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que se basa en la ley, irreprochable. Pero cuantas cosas eran para mi ganancia, las he estimado  como perdida por amor de cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como perdida  por la excelencia del conocimiento de cristo Jesús, mi señor. Por amor a el lo he perdido todo y lo tengo por basura, para ganar a cristo y ser hallado en el, no teniendo mi propia justicia, que se basa en la ley, sino  la que se adquiere por la fe en cristo, la justicia que procede de Dios y se basa en la fe. Quiero conocerlo a el y el poder de su resurrección, y participar de sus padecimientos hasta llegar a ser semejante a el  en su muerte, si es que en alguna manera logro llegar a la resurrección de entre los muertos. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que esta delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en cristo Jesús. Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelara Dios. Pero en aquello a que hemos llegado, sigamos a una misma regla, sintamos una misma cosa. Hermanos, sed imitadores de mi y mirad a los que así se conducen según  el ejemplo que tenéis en nosotros, porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de cristo. El fin de ellos será la perdición. Su dios es el vientre, su gloria es aquello que debería avergonzarlos, y solo piensan en lo terrenal. Pero nuestra ciudania esta en los cielos, de donde también esperamos al salvador, al señor Jesucristo. El transformara nuestro cuerpo mortal en un cuerpo glorioso semejante al suyo, por el poder con el cual puede también ejecutar a si mismo todas las cosas.

4 Así  que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes en el señor, amados. Ruego a evodia y a sintique que sean de un mismo sentir en el señor. Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a estas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro  de la vida. Regocijaos en el señor siempre. Otra vez digo: ¡ Regocijaos ! Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El señor esta cerca. Por nada estéis angustiados, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa a todo entendimiento, guardara vuestros corazones y vuestros pensamientos en cristo Jesús. Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen  nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Lo que aprendisteis, recibisteis, oísteis y visteis en mi , esto haced; y el Dios de paz estará  con vosotros. En gran manera me goce en el señor de que ya al fin habéis revivido vuestro interés por mi; ciertamente lo teníais, pero os faltaba la oportunidad para manifestarlo. No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Se vivir humildemente y se tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puede en cristo que me fortalece. Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación. Y sabéis también vosotros, filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de macedonia, ninguna iglesia participo conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros únicamente, pues aun a tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades. No es que busque donativos, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta. Pero todo lo he recibido y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de epafrodito lo que enviasteis, olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios. Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en cristo Jesús. Al Dios y padre nuestro sea la gloria por los siglos. Amen. Saludad a todos los santos en cristo Jesús. Los hermanos que están conmigo os saludan. Todos los santos os saludan, y especialmente los de la casa de cesar. La gracia de nuestro señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amen. 

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