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Aun cuando la investigación histórica no ha logrado aportar datos referentes acerca de la persona y las actividades del profeta Abdias, si queda como probable que este libro, el mas breve del AT, fue redactado en juda; incluso se apunta al s. V a.C. como posible  época de su composición. La profecía de Abdias (=abd) es una apasionada diatriba contra edom, un anuncio  del juicio y del castigo que habían de caer sobre aquel pueblo a causa de la violencia con que se volvió contra su hermano Jacobo, contra la nación israelita. Edom primeramente se había unido con otros pueblos a Israel en alianza contra Babilonia. Después, traicionando el acuerdo, cuando el ejercito de nabucodonosor sitio a Jerusalén se paso a al bando de los vencedores, para entrar a saquear la ciudad y repartir con ellos tierras y botín. Estos hechos reavivaron la enemistad entre los descendientes de esau y los de Jacob, o sea entre edom e Israel. En la primera sección del escrito, el pensamiento de Abdias corre parejas con el de ciertos capítulos de 49 de jeremías. Luego en la segunda parte el texto se orienta en  sentido escatológico. El  profeta contempla entonces la proximidad del día de Jehová, el día en  que el señor dará a las naciones el pago que hayan merecido sus pecados. Israel, en  cambio, será restaurado; los que antes fueron cautivos y oprimidos, poseerán la tierra y formaran  parte del reino de Jehová. - Humillación  de edom – El día de Jehová y juicio de las naciones. – La exaltación de Israel.

Abdias

Visión de Abdias. Jehová, el señor, ha dicho así  en cuanto a edom: “ Hemos oído el pregón de Jehová, un mensajero ha sido enviado a las naciones: “¡ Levantaos! Levantémonos en batalla contra este pueblo”.  “ Pequeño te he hecho entre las naciones; estas abatido en gran manera. La soberbia de tu corazón te ha engañado,  a ti, que moras en las hendiduras de las peñas, en tu altísima morada, que dices en tu corazón: “¿Quién me derribara a tierra?”. Aunque te remontaras como águila y entre las estrellas pusieras tu nido, de ahí te derribare, dice Jehová. “Si ladrones vinieran a ti, o robadores de noche (¡ Como has sido destruido!), ¿ no hurtarían lo que necesitan? Si entraran a ti vendimiadores, ¿ no dejarían algún rebusco? ¡Como fueron saqueadas las cosas de esau! Sus tesoros escondidos fueron buscados. Todos tus aliados te han engañado; hasta los confines te hicieron llegar; los que estaban en paz contigo te han derrotado; los que comían tu pan pusieron trampa debajo de ti. ¡No hay en el inteligencia!. “Aquel día, dice Jehová, haré que perezcan los sabios de edom y la prudencia del monte de esau. Y tus valientes, teman, serán  amedrentados, y serán exterminado todo hombre del monte de esau. “Por haber maltratado a tu hermano Jacob te cubrirá vergüenza  y serás exterminado para siempre. Cuando extraños llevaban cautivo su ejercito, cuando extraños entraban por sus puertas y echaban suertes sobre Jerusalén, tu estabas allí presente y te portaste como uno de ellos. No debiste alegrarte del día de tu hermano, del día de  su desgracia. No debiste alegrarte de los hijos de juda el día en que perecieron, no debiste burlarte en el día de su angustia. No debiste haber entrado por la puerta de mi pueblo en el día de su quebrantamiento; no, no debiste alegrarte de su mal en el día de su quebranto, ni haber echado mano a sus bienes en el día de su calamidad. Tampoco debiste haberte parado en las encrucijadas para matar a los que de ellos escapaban;  ni debiste haber entregado a los que quedaban en el día de angustia. “Porque cercano esta el día de Jehová sobre todas las naciones. Como tu hiciste se hará contigo; tu recompensa volverá sobre tu cabeza. “De la manera que vosotros bebisteis en mi santo monte, beberán continuamente todas las naciones; beberán, engullirán y serán como si no hubieran existido. Mas en el monte Sión habrá un resto que se salvara; será santo y la casa de Jacob recuperara sus posesiones. La casa de Jacob será fuego, la casa de José será llama y la casa de esau estopa; los quemaran y los consumirán: ni siquiera un  resto quedara en la casa de esau, porque Jehová lo ha dicho”. Los del neguev poseerán el monte de esau y los de la sefela a los filisteos; poseerán también los campos de Efraín y los campos de samaria; y Benjamín a galaad. Los cautivos de este ejercito de los hijos de Israel poseerán lo de los  cananeos hasta sarepta, y los cautivos de Jerusalén que están en sefarad poseerán las ciudades del neguev. Y subirán salvadores al monte Sión para juzgar al monte de esau. ¡ El reino será de Jehová!.

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